“He elegido ser fiel a mí misma y a mí combate”. Y montada en bicicleta, con casco eso sí, se ha ido de la sede del ministerio de Justicia francés ayer por la mañana tras presentar su dimisión al presidente Hollande.
“El peligro terrorista es grave e imprevisible, pero creo que no debemos concederle ninguna victoria, ni militar, ni diplomática, ni política, ni simbólica “. Se ha ido en bicicleta y con casco por disconformidad con las medidas de su partido, el socialista, y por disentir del presidente que hace cuatro años la había llamado a hacerse cargo del departamento de Justicia.
No estaba de acuerdo con las leyes que van votarse en la Asamblea Nacional para reformar la Constitución y permitir despojar de la nacionalidad francesa a terroristas responsables de delitos contemplados en el código penal pues se ha roto un derecho ancestral gracias al miedo a los terroristas que ganan una batalla. Y es solo el principio.
De 63 años, viuda, estudió en la Sorbona. Abogada y economista ha combatido por lograr libertades ciudadanas y derechos civiles para los menos favorecidos y para los miembros de la comunidad política a la que pertenece. Nacida en la Guayana francesa, de raíces africanas, fue presidenta del partido Walwari de aquel departamento.
Su dimisión en coherencia con su pensamiento, sus iniciativas políticas y su batalla por las libertades a lo largo de su vida hace honor a la promesa del libro de los Proverbios a los que han invocado la prudencia y la inteligencia: “entonces comprenderás la justicia y el derecho, la rectitud y toda conducta buena”.
En medio de tanto necio irresponsable defensor de su sillón o aspirante a sentarse en uno, como contemplamos en nuestra España estas semanas, que no defienden principios comprensibles para los ciudadanos a los que esquilman con la corrupción y las trapacerías financieras o leguleyas, es un bendición ver a la pequeña abogada negra, con casco, salir del ministerio de Justicia diciéndoles a Hollande y a Valls adieu mes amies, le jour de gloire est arrivé.
Taubira, !te quieroooo!
Hola!
El “Portazo” y la “Bicicleteada” son SÍMBOLOS fuertes.
¡Bien!
Tal vez cabría preguntarse:
¿A DÓNDE SE VA AHORA CON O SIN BICICLETA?
¿A dónde IR TODAVÍA? – Óscar.
Es muy simbólico el medio de transporte utilizado por la Ministra dimisionaria.
Con su ejemplo nos suena cada vez más fuera de lugar la reprensión del socialista, y por entonces Presidente del Congreso (Sr. Bono), al también socialista Ministro de Industria (Sr. Sebastián) por comparecer en el Parlamento, en aras del ahorro energético, sin corbata.
Se impone un reflexión sobre determinados convencionalismos sociales.
Y mirando a la corrupción política que sigue aflorando de las alforjas de algunos partidos políticos, quizá sería oportuna también una reflexión sobre los “sepulcros blanqueados”.
¡¡¡Bien por ella!!!
Así tendríamos que hacer la mayoría de las personas que deseamos un mundo más justo, más entregado de verdad, a la lucha para defeder aquellas personas que se les ha quitado por completo la voz.
Cada vez que asisto a una protesta últimamente… me quedo de verdad muy triste…
¡Cada día somos menos las personas que acudimos a ellas!
Lo más sorprendente es, mirar a las infinitas personas que pasan y ni siquiera muestran interés por el motivo de esa protesta… a nadie parece importarle.
Hay que moverse… o pereceremos en esa impasibilidad que nos envuelve.
mª pilar
Hola!
¡¡¡LOS PORTAZOS!!!
¿Serán los SÍMBOLOS a los que habrá que ir creyendo?
¿No hay que verlos, acaso, entre la expresión INDIGNADA ante tanta MENTIRA?
Creo que el tiempo lo irá diciendo con fuerza!
¡Vamos todavía! – Óscar.
Nota para la Redacc. Atrio: ¿no es, precisamente “Revuelta”?