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Miles de divorcios en el Vaticano

ALCAINAAnte las últimas normas del Vaticano que relajan los procedimientos para las declaraciones de nulidad matrimonial, han surgido voces discrepantes o alarmistas de algunos juristas y obispos. Con el presente trabajo pretendo contribuír a esclarecer el tema de la indisolubilidad del matrimonio.

Disolución” es el eufemismo usado en la Iglesia. Bajo esa etiqueta se despachan miles de divorcios de verdaderos válidos matrimonios. Leed las publicaciones de los expertos o los libros oficiales del Vaticano. Se me ocurre citar el volumen “L’attività della Santa Sede”, publicación anual.

El hecho real y constatable de los divorcios en el seno de la Iglesia Católica contrasta con la proverbial e intransigente doctrina antidivorcista de la misma Iglesia. Ambigüedad que queda al descubierto en momentos en que es preciso aquilatar ideas y cuando no vale echar humo a los ojos.

Papa y obispos no se cansan de afirmar que el matrimnio es indisoluble, aunque opten por facilitar las declaraciones de nulidad del vínculo. Pero tal afirmación está en desacuerdo con la praxis y con los documentos pontificios.

Voy a referirme a un documento que ha dejado de ser secreto, pero que no es conocido fuera del círculo de especialistas. A su elaboración tuve la oportunidad de contribuír en mi condición de oficial de la Congregación para la Docrina de la Fe. El documento fue enviado en 1973 al Episcopado Norteamericano y a otros pocos Episcopados. Consta de 23 artículos. Fue impreso en la Políglota Vaticana y lleva el siguiente título: “Normas sobre la disolución del vínculo matrimonial en favor de la fe en virtud de la Suprema Autoridad del Sumo Pontífice; y normas para la confección de los procesos de disolución en favor de la fe”.

No se trata de “anulaciones”, las famosas sentencias de los tribunales diocesanos o de la Rota que jurídicamente constatan la inexistencia (o invalidez) del vínculo matromial.

Tampoco se trata de las anulaciones – verdaderas disoluciones – del matrimonio rato y noconsumado, praxis que, partiendo de las controversias escolásticas sobre la naturaleza del matrimonio, no puede no causar perplejidad por su falta de lógica. En efecto, en la hipótesis de la indisolubilidad del matrimonio, si un matrimonio es rato (o sea válido y sacramental) y si la esencia del matromonia es el contrato (y no las relaciones sexuales), no se ve por qué faltando la cópula carnal – posterior a la formalidad contractual – el matrimonio sea disoluble, mientras que no lo sería después de efectuada la cópula carnal. El Papa, y ahora también los obispos, disuelven anualmente millares de matrimonios ratos no consumados.

Ni se trata del privilegio paulino (I Cor 7, 12-16) con el que Pablo – no el Señor – permitió en ciertas circunstancias la ruptura del vínculo matrimonial contraído entre dos paganos, si uno de ellos se convertía al Cristianismo. Dicho privilegio es aplicado ahora por las Curias diocesanas, sin recurrir a Roma.

El documento al que hago referencia va más lejos. Pero, ante todo, reproduciré los dos artículos fundamentales que nos darán idea del alcance del documento:

Art. 1: “Los matrimonios contraídos entre acatólicos, de los cuales al menos uno carezca de bautismo, han de considerarse válidos, pero pueden ser disueltos por el Sumo Pontífice en favor de la fe o también por el bien de las almas, si concurren determinadas graves condiciones…El favor de la fe y el bien de las almas puede configurarse, ya sea en el bautismo recibido por el cónyuge que pide la disolución, ya sea en el provecho espiritual que del nuevo matrimonio se deriva para los cónyuges, para los hijos o para la comunidad eclesial”.

Art. 5: “El matrimonio válido y legítimo contraído con dispensa de disparidad de culto puede ser igualmente disuelto; pero se requieren causas más graves, como son: a) si son pocos los que conocen que dicho matrimonio se celebró en la Iglesia; b) si el cónyuge católico difícilmente ha podido evitar el primer matrimonio (con una persona no bautizada) sobre todo por razón de la escasez de católicos”.

El poder que los Papas se han arrogado paulatinamente a partir del Renacimiento tenía una evidente finalidad proselitista. Por lo demás, el proselitismo estaba ya en la base del privilegio paulino: se disuelve un válido matrimonio para consentir otro, en vista de ganar un adepto para la verdadera religión. Es fácil intuir que San Pablo concebía la indisolubilidad del matrimonio de manera muy diversa a como la concibe hoy la Iglesia Católica. San Pablo conocía muy bien las enseñanzas de Jesús sobre el matrimonio, pero consideraba la doctrina de la indisolubilidad como un ideal: el matrimonio no era indisoluble en toda circunstancia, aun cuando el matrimonio indisoluble permaneciera como ideal en el proyecto divino. De otra manera, San Pablo no se habría atrevido a introducir su privilegio al proponer el divorcio como lícito en casos de litigio entre los cónyuges por razón de la conversión de uno de ellos.

Anotemos, además, que, cualesquiera que hayan sido las palabras de Jesús sobre el matrimonio, eran palabras referidas al matrimonio entre no bautizados. En realidad, durante la vida terrena de Jesús, no había todavía bautizados. Fueron las elucubraciones o reflexiones de los pensadores cristinos posteriores las que distinguieron entre matrimonio sacramento (los dos son bautizados) y matrimonio natural (uno, al menos, no es bautizado).

La teología escolástica medieval llegó a concluir que sólo el matrimonio sacramento (que además debía ser consumado) era indisoluble. Siglos más tarde, el Papado reconoció que si Pablo había otorgado el privilegio paulino, Pedro, o sea el Papa, podía conceder elprivilegio petrino, como es llamado comunmente el ejercicio de la potestad de disolver el matrimonio en favor de la fe.

Pero si Pablo se había limitado a permitir el divorcio a cambio de una conversión, los últimos Papas disuelven válidos matrimonios no sólo en caso de conversión de un cónyuge, sino también sin conversión alguna, siempre que se dé algún bien espiritual “para los cónyuges, para los hijos, o para la comunidad”. Más aún, puede ser disuelto un matrimonio de un católico con un pagano (es decir, no bautizado) aún en el caso que aquel matrimonio haya sido celebrado en la Iglesia según las prescripciones canónicas y con la dispensa de disparidad de cultos. El sentido de proselitismo se ha debilitado, o mejor, se ha acomodado a nuestro tiempo.

No se puede hablar, pues, absolutamente de indisolubilidad, al menos con relación a los matrimonios naturales, o, lo que es lo mismo, no sacramentales. Bastaría que un solo matrimonio válido fuese soluble (aun con solubilidad extrínseca, es decir por parte de la autoridad competente), para negar la absoluta indisolubilidad del matrimonio. Por lo demás, se sabe que son varios los millares de matrimonios válidos que se disuelven cada año en base al privilegio petrino.

A una sociedad cambiante propongo estos puntos de reflexión:

1) La indisolubilidad absoluta de todo matrimonio no puede considerarse un principio serio.
2) Aún con la teología en la mano, no se vé por qué el matrimonio entre dos bautizados sea más indisoluble que el de los no bautizados.
3) La distinción entre matrimonio rato no consumado de una parte y matrimonio válidoconsumado rato de otra parte, se funda en una mentalidad bio-materialista, además de haber sido una solución conciliadora para opuestas escuelas medievales.
4) Puede preguntarse hasta qué punto es legítimo el derecho exclusivo que se atribuye el Papa de disolver un matrimonio válido, incluso entre dos paganos, aún cuando ninguno de los dos se convierta, simplemente porque uno de ellos desea casarse con una persona católica.

Celso Alcaina
Doctor en Teología Bíblica, Lic en Derecho
Oficial del Vaticano con Pablo VI

13 comentarios

  • oscar varela

    EN 25 AÑOS, LOS MATRIMONIOS EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES SE REDUJERON A LA MITAD
    http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-283551-2015-10-11.html
    En 1990, pasaron por el Registro Civil más de 22 mil parejas.
    El año pasado, menos de 11.500.
    La edad media al primer matrimonio subió cuatro años en los varones y aún más en las mujeres.
    Cuando se puso en marcha el matrimonio igualitario hubo más casamientos.
    ………………
    La hora de las mujeres
    XXX ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES CON MAS DE 60.000 ASISTENTES

    http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-283572-2015-10-11.html
    En un ejercicio que ya muestra su madurez, se reunieron en Mar del Plata para hacer oír sus reclamos contra la violencia y a favor de decidir sobre sus propios cuerpos.
    Hoy se cierran los debates con una marcha masiva.
    ……………………

  • ana rodrigo

    Querido Santiago, si algo valoramos en ti es tu respetuoso estilo de escribir sin molestar a nadie. Y si yo dije que ibas contra corriente me refería a cuestiones “ideológicas” o teológicas, puesto que en atrio la mayoría cuestionamos muchísimos aspectos de la teología oficial y tradicional que tú aceptas.

     

    Por ejemplo, cuando tú insistes en que la gracia de Dios nos ayuda a resolver muchos problemas, entre ellos los matrimoniales, cualquiera se pregunta y ¿dónde está Dios cuando no aparece esa ayuda aún confiando en Él y pidiéndosela constantemente?. Ese Dios todopoderoso, omnipotente y misericordioso ¿lo es sólo para unos y no lo es para otros? Sí, ya sé que en estos casos se acude al misterio, al designio de Dios, y a mil cuestiones más, todas ellas, como decía el otro día, in-creibles, incompatibles con la razón humana, por lo que habría que revisar muchísimas creencias que se admiten solamente porque lo dicen las escrituras o la tradición o la iglesia.

  • Román Díaz Ayala

    Yo no creo, Santiago, que tu vayas contracorriente, porque para eso tendrías que estar soportando una gran oposición. Mas bien, que estamos todo el mundo inmerso en esa corriente de la vida que nos empuja a posicionarnos. Algunas personas que se despojan de la fe se encuentra de bruces con la realidad e invalidan “la fe”, en la consideración de que era mera creencia. Tú te aferras a la fe sabedor de que tal confianza se aferra a la realidad y defiendes el valor de lo real en lo dicho y proclamado por Jesús. En tal contexto yo me siento más cercano a tí de lo que puedas imaginar. Pero es tan grande la labor de desescombro que anunció el Concilio hace cincuenta años que todavía estamos a cuestas  con los materiales de derribo. Pero la noción de Iglesia, comunidad viva, como Pueblo de Dios, no es mera doctrina conciliar, sino esa misma realidad vivia donde habita y actúa el Espíritu Santo, en toda persona  creyente y no sólo para una casta que se ha erigido en mediadora y que ha necesitado secularmente “las armas del mundo” para prevalecer. Quienes en nombre de la razón o la lógica, el progreso cultural o científico pretenden desmontar ese edificio continúan en la utilización de esas mismas “armas del mundo”, pero con otros modelos de herramientas.  La libertad individual, el propio ejercicio de nuestras libertades individuales no pueden sustituir nuestra sumisión al Espíritu, guía, consejero, y confortador. El Espíritu de Jesús nos perfecciona hasta su anunciada llegada. Y cuando digo que toda nuestra vida está sometido al Señorío de Jesús, por la presencia de su Espíritu, lo digo todo, matrimonio, relaciones etc.

  • Santiago

    Gracias por vuestros comentarios y especialmente a los que tienen el trabajo de leerme aun si voy “contra la corriente”…Sin embargo, la intención de mi comentario no fue en ningun momento -como yo especificaba desde el principio- ninguna alusión personal a nadie, ni mucho menos,…. ni a los separados, ni a los divorciados…ni tampoco fue un premio a los que permanecen en el matrimonio…

    Por eso, cuando hablé de la gracia que según la teología católica es necesaria para todo (“Sin Mí nada podéis hacer” dice Jesús) me refería a la dificultad del matrimonio de tal manera que sin una ayuda especial no podríamos perseverar en el. De ahí que seguí hablando de ello, y por supuesto,….DE ninguna manera quise desentenderme de los graves sufrimientos y los graves abusos que muchas veces existen dentro de la relación marital cuando uno de los cónyuges es inocente y por ende la víctima…Pero quería decir que siempre Dios abre una ventana de luz donde muchas veces mora la oscuridad….”El que me sigue no anda en tinieblas” reitera Jesus….Necesitamos todos -y yo mucho mas que otros- de una fe, como la del ciego del evangelio,  que nos haga ver entre las oscuridades de esta vida, esa luz que nos guía y nos va conduciendo al amor del Padre, aun en las condiciones mas terribles….Por eso el cristianismo es optimista y podemos pensar que todos los acontecimientos aun los peores, de alguna manera, nos hacen ser mejores….El sufrimiento puede ser transformante….y de hecho los grandes santos, especialmente los anónimos, han sido personas con enormes tribulaciones….pero que pudieron, con la gracia, sobreponerse a ellas…Yo pido cada día para mi, y para los que quiero,  esa gracia de poder sobreponerme al sufrimiento…

    Pero Cristo vino a traernos una esperanza…Una esperanza real y permanente…no una falsa y efímera como la que nos prometen aquí durante la brevedad de nuestra vida…una vida “en transito”..ya que nuestro destino es eterno….Si solo contemplamos la vida como disfrute existencial…habremos vivido la vida, sin duda, al máximo…y celebrarán nuestra vida con alegría los que aquí quedan despues de nuestra partida…Sin embargo, Jesus nos promote mucho mas…El va directamente a nuestra angustia vital…a nuestros deseos infinitos  para cumplirlos…a nuestros íntimos sufrimientos…para aliviarlos…ya que su “yugo es suave y su carga ligera”….Por eso el cristianismo es trascendente…ya que reside en el mismo Cristo que dará a cada cual segun su misericordia y su justicia….Es solo con esa vision de la fe como podemos aceptar la vida que -por una o otra razón, quizas circunstancial- nos ha tocado vivir en esta “vela nocturna” de la vida”…en este “ayer que pasó”….Pero la fe es siempre nueva…siempre puede amanecer para el que cree….solo necesitamos como el poeta “dos gotas frescas de fe”…

    Un saludo cordial   de Santiago Hernández

  • olga larrazabal

    Al único Rey que el Vaticano le ha negado el divorcio fue a Enrique VIII, y no por motivos de fe, sino porque la que iba a ser repudiada, Catalina de Aragón, era tía de Carlos V, Emperador de Alemania y de media Europa, Rey de España y dueño de las Indias.Y este poderoso caballero le debe de haber advertido al Papa, que a el personalmente no le gustaba la idea de este divorcio. Y Enrique, que estaba un poco aburrido de la injerencia de los españoles en sus decisiones, que estaba viejo y con ganas de renovarse y tener un heredero legal (tenía varios ilegítimos) aprovechó la ocasión para liberarse de la tutela del Papa y de Carlos y tener una Iglesia nacional que jugara por Inglaterra y se identificara con su dinastía.  Y no porque no fuera creyente, incluso escribió un libro sobre La Defensa de la Fé, pero la política es la política.

    Y el resultado fue estupendo, ya que Inglaterra floreció y se convirtió en una gran potencia, y España por seguirle la corriente al papado, dinastías no españolas obesionadas con la religión, guerras de religión ,  y un modo de pensar estático, con Inquisición incluida para los disidentes, fue agotándose en si misma.

     

     

  • Román Díaz Ayala

    Me pregunto más que nunca cuánto estamos alejados, y en mi caso, aislados, de la comunidad cristiana, de esas personas que se acercan a las parroquias algunas veces o muy frecuentemente, y de quienes ya no se acercan pero conservan en su interior la viva consciencia de que siguen habitados por la fe. parecen distintas personas, pero son uno  soló y único pueblo de Dios. Todos están separados no entre sí, pero sí de la “Institución”, una montaña construida con las manos de los hombres, es decir un soberbio rascacielos que viene a ser lo mismo que una montaña artificial, construída con una praxis ( principalmente sacramental, ritos mágicos administrados por intermediarios de los divino), una doctrina anquilosada por dos graves enfermedades escleróricas, en la construcción del pensamiento, la teología, y en su aplicación, el Derecho Canónico, la administración de los poderes de una religión altamente jerarquizada. Cuanto más en lo alto del edificio, la Babel, montaña mágica para gloria del ser humano, en su culmen el más alto jerarca, que no tiene más poder que todo aquello que sustenta el edificio.

    ¡Ah!, Si Yahvé viniera y confundiera las lenguas, hiciera vanos los pensamientos de los hombres, entonces es posible, que en lugar de alejarse cada cual persiguiendo su camino, la humanidad volviera a reencontrarse con el Yahavé del Sinaí, Aquel otro, que se transfiguró en el Monte, a quien llamamos Jesús (Yhavé Salva)

  • ana rodrigo

    Querido Santiago, suelo leerte casi siempre para ver la perspectiva con que afrontas estas cuestiones desde la doctrina oficial de la Iglesia, y hay cosas in-creibles, como decir que con la gracia de Dios todo es posible, mientras la realidad tozuda, incluso para los más fervientes cristianos, nos dice queda Dios nada hace ante realidades humanas que se nos presentan y que dependen de nosotros.

     

    En unas bodas de plata a las que asistí, el sacerdote enfocó su homilía hacia el mérito y virtudes cristanas de los celebrantes como causa de su éxito matrimonial. Tuve que decirle que ese enfoque era ofensivo para quienes habiendo hecho tanto o más que ellos, Dios no nos echó una mano, no sólo para practicar esas virtudes en grado sumo (nadie se imagina lo que somos capaces de hacer y soportar antes de llegar al divorcio), sino para darnos fuerzas ante tanto sufrimiento en el divorcio, ni su misericordia apareció en nuestras vidas, a lo que hay que añadir casi la crueldad del clero, jerarcas y demás especie.

     

    Seamos realistas y humanos.

     

    Un saludo cordial, querido Santiago, por seguir con nosotros a peasr de remar contra corriente.

  • Santiago

    MUY oportunas las cuestiones planteadas por el Dr. Alcaina y los comentaristas de este hilo…La complejidad de lo que es el matrimonio, que es un acto humano, por supuesto, no son fáciles de resolver para nadie…no solamente para los divorciados, sino para los actualmente casados, y para los solteros que contemplan el matrimonio futuro…Por eso yo, junto con Francisco, siento profundo respeto por todas las personas y cuando hago algun comentario aquí solamente es desde un punto de vista teológico-pastoral….sin ninguna acepción de personas, ni en afán de crítica…sino solo exponiendo mi opinion personal.

    Pero no hay que olvidar que el artículo que se comenta infiere que la Iglesia ha querido siempre buscar siempre la mejor parte para que los fieles en conflicto marital encuentren  su camino en el Señor, no políticamente, sino pastoralmente…pero nadie ha dicho que el matrimonio es fácil como tampoco lo es la soltería como tampoco es vivir la vida de un cristiano que quiere seguir a Cristo caminando con la cruz y por el estrecho camino que a veces nos depara la vida y las circunstancias….

    Por eso, hay que situar el matrimonio en la línea del amor de Dios…pues Dios ha creado todo por amor a nosotros….Y  por  eso Jesus se remonta al Genesis diciendo “en el principio no fue así”..Pero ¿como fue en ese principio?…pues allí los dos cuerpos y las dos almas formaron “una sola carne”…Este elemento    único y específico del matrimonio es precisamente el elemento biológico que no existe sino en el mero acto conyugal. El consentimiento prometido que es esencial,es válido pero la union matrimonial no puede estar completa y perfecta hasta la consumación corporal y anímica en el mismo acto de amor…

    De la misma manera que la esencia de la primera parte de la digestion es el estómago, pero este primer acto de digerir no puede estar completo si no va orientado al fin ultimo de la digestion que es preparar el bolo alimenticio para su proceso y absorción  en la  otra parte del tubo digestivo, de la misma manera el matrimonio real no está completo sin esta union biológica y verdadera orientada a la mutual satisfacción sexual y a la procreación, consecuencias naturales de este mutuo amor…Cristo solamente restituyó el primitivo sentido del matrimonio como contrato mostrándonos su sacramentalidad.

    Es este complejo vínculo, que se forma por el consentimiento voluntario de la promesa perpetua junto con la union de los cuerpos y de las almas, es este vínculo ,el que una vez constituído, es indisoluble…que es la mayor union posible entre 2 seres humanos…Que esto es un ideal, no hay duda ninguna….Que todos podamos llegar a este ideal…no todos podemos solos….pero tambien es de fe en nuestra Iglesia que con la ayuda de la gracia todo es posible….aun las dificultades mas tremendas….se disuelven , como dice Francisco,ante las misericordia del Señor…El cristianismo mismo es un ideal al que tenemos que tender cada día…

    Por eso, consciente la Iglesia, en todos los tiempos, de la dificultad que supone constituir un contrato basado en la promesa y en el amor de dos frágiles seres humanos pero que son amados por Dios vehementemente ha querido promover siempre el matrimonio cristiano recordándonos  la gracia del mismo sacramento matrimonial que actúa “por si mismo” y haciéndonos asequibles a los otros sacramentos para que podamos PERSEVERAR en la fidelidad al VÍNCULO…De hecho, muchos lo logran, perfecta o imperfectamente….muchas parejas en la actualidad celebran felizmente sus bodas de oro…y con la moderna tendencia a la longevidad hasta se puede llegar a las bodas de diamante…

    Por eso, lo que  puede fallar y  falla es en realidad la sacralidad o sacramentalidad del contrato….por supuesto, no en todos los casos….San Pablo habla de “reconciliación” si es posible….y en el privilegio paulino se citan ciertas condiciones por las cuales no hubo nunca tal sacralidad….no ha habido sacramento….y entre los que no pertenecen     a la fe de la Iglesia, faltan muchas veces los elementos necesarios para esta perfección y totalidad que hace del matrimonio un sacramento verdadero….

    Por otro lado, solo el consenso de la Iglesia puede interpretar correctamente el sacramento matrimonial, pues puede existir el mero contrato natural sin sacramento…por fallo en la forma o en la materia, siendo la materia las palabras o signos de la promesa y la forma el consentimiento mutuo que junto con el acto conyugal lo hacen completo, válido e indisoluble..

    El Concilio de Trento definió la potestad de la Iglesia para establecer impedimentos o dispensarlos, normas para la validez y/o la liciud del matrimonio, declarar la nulidad de los matrimonio que no se contrajeron con las debidas condiciones y legislar sobre las causas matrimoniales (D 1500a) Como el matrimonio fue elevado o restituído a sacramento por el mismo Cristo pero genéricamente instituído, la Iglesia que recibió del mismo Cristo la plena potestad ministerial sobre los sacramentos, tiene el derecho pleno y exclusivo sobre el matrimonio cristiano, siempre que se atenga a lo revelado por Cristo en el mandato de la tradición de los Apóstoles que está presente en ese carisma , en   todo momento en la Iglesia de Cristo.

    Un saludo cordial de Santiago Hernández

     

     

  • xabier

    Cuantas “bodas” celebradas em al Iglesia son “sacramentos del matrimonio”? Los novios (tod0s) viven la experiência de Dios? Conocen JesusCristo? Son Iglesia cos-nscientemente? Lo que es “sacramento”?. La mayoría no lo saben. Encima de uma no verdad se fabrican casamentos y más casamentos. El terreno puede que sea “falso”. La estrutura humana es de fiar? El matrimonio así es válido? Apenas es um “contrato”? De ambas las partes? Que valor de perenidad tiene este contrato….!

  • ana rodrigo

    Todas, o la mayoría, de las personas que hemos tenido la necesidad del divorci, lo último que nos planteamos es si es cuestión de fe. Un hecho absolutamente humano, en el que son dos sujetos añadiendo complejidad a la decisión, cuando se hace insostenible, no hay dios que pueda ni deba intervenir. El matrimonio es un pacto humano que, como cualquier acto humano, puedes incluirlo en tu vida tal cual la tienes orientada, cristiana o no, pero cuya responsabilidad sigue siendo del sujeto, e incluso,  cuando llega esta dificilĺsima decisión (y quien piense lo contrario está muy lejos de la realidad), es más “cristiano” divorciarse que no hacerlo.

     

    Hoy he leido un titular atribuido al Papa afirmando que el matrimonio no era una ilusión de adolescentes… Esto requeriría muchos matices que yo no puedo hacer ya que estoy escribiendo desde un esmart y no es muy cómodo.

  • Jaume PATUEL

    A mi entender, si se presupone que hay fe en los contrayentes, puede venir los principios de derecho. Pero creo que no se tendría que presuponer que en todo matrimonio hay una opción de fe. Si no hay opción de fe, ¿el matrimonio  es válido y legítimo? No lo creo. Cuántos matrimonios serían nulos de entrada!!!

    Personalmente, cuando quise anular el matrimonio de mi primera esposa, que estaba divorciada (fallecida), mi abogado que entendía de esta materia me dijo: “Hay que prepararse para montar una argumentación de falsas aserciones”. Pues con la verdad en la mano: No hay amor ni ha habido opción de fe, ¿son argumentos válidos en el derecho canónico?

    Gracias por la aportación, Celso.

     

  • olga larrazabal

    Un abogado chileno dedicado a las nulidades eclesiásticas, me ofreció en su momento hacer la mía por la causal de “inmadurez psicológica” de los contrayentes.

    Le agradecí mucho su oferta, pero en aras de la honestidad creo que todos los que prometemos cosas “para siempre” o exigimos compromisos “para siempre” (sin ni siquiera conocernos bien a nosotros mismos y menos al prójimo) tenemos no solo inmadurez psicológíca, sino un grado  extremo de ceguera respecto de la realidad del desarrollo de la existencia humana, acompañado de un optimismo bastante imprudente.

    Y detrás de todos los fracasos matrimoniales, existe la llamada ” inmadurez” que consiste principalmente en no saber como se evolucionará  a través de la vida y si se es capaz de sobrellevar una vida infeliz.

    Y no  acepté su gentil oferta, porque además no me dijo el precio y ya había perdido el interés en las bodas religiosas, en caso de repetición.

     

  • oscar varela

    Gracias Alcaína! – Óscar.