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Carta al obispo de Roma

Francisco separadosCampaña internacional de recogida de firmas

  • En apoyo al plan renovador del papa Francisco que empieza por:
    • Un sínodo sobre la familia sobre a la luz del Evangelio
    • Que parta:
      • de la lectura actual de los signos de los tiempos
      • del sentido de fe de las comunidades creyente
      • del primado del Espíritu de misericordia sobre la letra de la ley
  • promovida por un grupo de teólogos españoles:
    • que quieren desmontar el rigorismo doctrinal y pastoral de poderosos lobbys en la Iglesia (libro de cardenales y Filial Súplica)
    • con una defensa de la apertura misericordiosa de Jesús a toda persona
  • que aspira a recoger, con muchos miles de formas de todo el mundo, el clamor del pueblo sencillo de Dios, para que el Sínodo permita acceder a la comunión a los divorciados vueltos a casar. Este es un punto que se mostrará clave en las discusiones del próximo sínodo del mes de octubre para permitir una reforma de la Iglesia en otros puntos.
  • instrumentada por la plataforma change.org

El texto del documento:

CARTA AL OBISPO DE ROMA
Hermano Francisco, “Pedro entrevisto”:
Estas líneas quisieran completar, por el otro lado, el escrito de casi medio millón de fieles, en el que te piden con ahínco que “reafirmes categóricamente la enseñanza de la Iglesia de que los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente no pueden recibir la sagrada comunión”. Por amor a Jesús, quisiéramos pedirte con igual afán que seamos todos fieles al Espíritu del evangelio, más allá de supuestas fidelidades a la letra de unas determinadas enseñanzas de la Iglesia.
Hablamos de supuesta fidelidad no para juzgar la intención de quienes te escribieron sino porque, en realidad, la enseñanza de la Iglesia no es que esos divorciados vueltos a casar “no puedan recibir la sagrada comunión” sino que, según el Concilio de Trento, “la Iglesia no yerra cuando les niega la comunión”. Esa formulación, cuidadosamente elegida en aquel concilio, dejaba abierta la posibilidad de que tampoco haya error ni infidelidad en la postura contraria, y que se trate más de una cuestión pastoral que de una cuestión dogmática.
En nuestra opinión, la prudencia pastoral no sólo permite sino que hoy más bien reclama un cambio de postura. Por estas razones.
1.- En la Palestina del siglo I, las palabras de Jesús afectaban directamente al marido que traiciona y abandona a su mujer porque otra le gusta más, o por motivos de este tipo: son primariamente una defensa de la mujer. Ahí sí que resulta inapelable la frase del Maestro: “lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”.
No se conocía en tiempo de Jesús la situación de un matrimonio que (quizá por culpa de los dos o por una incompatibilidad de caracteres, antes no descubierta), fracasa en su proyecto de pareja. Dada la situación de la mujer respecto al marido, en la Palestina del s. I, esa hipótesis era impensable. Y aplicar las palabras de Jesús a otra situación desconocida en su época, donde lo que hay no es el abandono de una parte sino un fracaso de los dos, podría equivaler a desfigurar esas palabras. Estaríamos así manipulando a Jesús en aras de la propia seguridad dogmática, y poniendo la letra que mata por delante del espíritu que da vida, en contra del consejo paulino.
El evangelio debe ser inculturado y, cuando no se le incultura, se le traiciona. Los ejemplos que siguen pueden aclarar esto un poco más.
2.- El evangelista Mateo, que es quizás el que cuenta más transgresiones de la Ley por parte de Jesús, es curiosamente el único que pone en sus labios la frase “no penséis que he venido a derogar la Ley… He venido a cumplirla hasta la última tilde”. Se nos da a entender así que, en aquellas transgresiones de la letra, Jesús estaba cumpliendo la Ley hasta el fondo, porque estaba custodiando su espíritu.
Y el espíritu fundamental de toda la ley evangélica es la misericordia: no una misericordia blandengue, por supuesto, sino una misericordia exigente. Pero de ningún modo una exigencia inmisericorde. Quizá, pues, tengan algo que decirnos aquí aquellas palabras con las que Jesús responde a los escándalos que causa su conducta misericordiosa: “a ver si aprendéis lo que significa ‘quiero misericordia y no sacrificio’… ” (Mt 9,13 y 12,7).
3.- La iglesia primera ofrece otro ejemplo palmario de esa fidelidad al espíritu por encima de la letra, con el abandono de la circuncisión. La circuncisión tenía algo de sagrado como símbolo expresivo de la unión entre Dios y su pueblo; podría haber valido también de ella la citada palabra de Jesús: “lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”. Sin embargo, la Iglesia abandonó esa práctica tras fuertes discusiones y contra la opinión de algunos que creían ser más fieles a Dios y, en realidad, buscaban su propia seguridad. Gracias a aquella decisión tan discutida, la Iglesia no sólo fue fiel a Dios sino que abrió las puertas a la evangelización del mundo entero. Y hoy aquella decisión nos puede parecer evidente pero entonces les resultó a muchos escandalosa.
El mismo Pedro, en su discurso en defensa de aquella decisión, que hoy nos parece tan fiel al Espíritu de Jesús, habló de “no imponer un yugo que ni nuestros padres ni nosotros somos capaces de soportar” (Hchs 15,10). Este es uno de los mayores pecados que puede cometer la Iglesia. Y es muy discutible que personas célibes puedan comprender lo que significa convivir cada día íntima y pacíficamente con otra persona con la que no hay la más mínima sintonía. Como es discutible que personas célibes pudieran abstenerse de mantener relaciones sexuales con una persona con la que se convive día y noche y a la que se ama.
4.- Tememos que los defensores del rigor piensen que instalar en la Iglesia una “disciplina de misericordia” equivaldría a abrir las puertas a una relajación moral, o a que la Iglesia acepta los mismos criterios sobre el divorcio que nuestra sociedad pagana. En realidad no es así: no se cuestiona en absoluto la indisolubilidad del matrimonio; y la disciplina de misericordia sigue siendo una disciplina a la que no todos podrán acogerse: porque reclama arrepentimiento, reconocimiento de culpa y propósito firme de enmienda. De lo que se trata es de no dejar solos y sin ayuda a quienes han fracasado. Como Jesús: que comía con pecadores no porque fuesen buenos, sino para que pudieran serlo.
Teresa de Ávila, cuyo centenario estamos celebrando, recuerda en su autobiografía, que cuando se sentía pecadora o infiel recurrió algunas veces a abstenerse de la oración porque no se sentía digna de ella. Hasta que descubrió que aquel remedio era peor que su mal. La misma Iglesia ha enseñado siempre (y la práctica lo confirma) que la participación en la Eucaristía puede ser una gran ayuda y una fuerza para vivir evangélicamente. Nos tememos que privar de esa fuerza a quienes fracasaron en su primer proyecto matrimonial y han hecho ya penitencia por ese fracaso, podría acabar apartándolos de la fe.
5.- Finalmente queda la pregunta de si ha de tener la Iglesia una doble medida para las infidelidades al evangelio que afectan al campo sexual y para las que afectan a otros campos de la moral.
Por ejemplo: la iglesia ha enseñado siempre que el único propietario de los bienes de la tierra es Dios y que los hombres somos sólo administradores de aquello que creemos poseer. Esa condición de administrador pide al hombre poner todos los bienes que tiene de más, al servicio de los que tienen menos: de los pobres y de los carentes de medios.
Precisamente por eso, la Iglesia no reconoce un derecho absoluto a la propiedad privada, sino sólo en la medida en que éste sea un medio para satisfacer el derecho primario y absoluto de todos los hombres a los bienes de la tierra. Esa enseñanza del destino primario de los bienes de la tierra, tantas veces recordada por los últimos papas, la incumple una mayoría de católicos sin mostrar además el más mínimo arrepentimiento ni voluntad de enmienda por ello.
Porque esa enseñanza de la Iglesia es también muy contraria a la mentalidad de este mundo pagano. Pero ¿no es una palmaria injusticia que ésos católicos sean admitidos a recibir unos sacramentos que se niegan a los otros casos de pareja fracasada, cuando en éstos haya un arrepentimiento y voluntad de enmienda que no se dan en aquellos?
Dios no tiene dos pesos y dos medidas, o mejor aún: su parcialidad es siempre a favor de los más pobres y de las víctimas. En las parábolas que cuenta el evangelio del fariseo y el publicano o del hermano mayor del pródigo, Jesús estuvo sorprendentemente de parte de los transgresores: porque a quienes los acusaban, todas sus obras buenas no les habían servido para tener un corazón bueno, sino para tener un corazón duro.
Nada más, hermano Pedro. Sólo hemos querido exponer una opinión. Pero agradecemos mucho tus esfuerzos, en medio de tan crueles resistencias, por dar a la Iglesia un rostro más conforme con el Evangelio y con lo que Jesús se merece.

CARTA AL OBISPO DE ROMA

Hermano Francisco, “Pedro entrevisto”:

Estas líneas quisieran completar, por el otro lado, el escrito de más de medio millón de fieles, en el que te piden con ahínco que “reafirmes categóricamente la enseñanza de la Iglesia de que los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente no pueden recibir la sagrada comunión”. Por amor a Jesús, quisiéramos pedirte con igual afán que seamos todos fieles al Espíritu del evangelio, más allá de supuestas fidelidades a la letra de unas determinadas enseñanzas de la Iglesia.

Hablamos de supuesta fidelidad no para juzgar la intención de quienes te escribieron sino porque, en realidad, la enseñanza de la Iglesia no es que esos divorciados vueltos a casar “no puedan recibir la sagrada comunión” sino que, según el Concilio de Trento, “la Iglesia no yerra cuando les niega la comunión”. Esa formulación, cuidadosamente elegida en aquel concilio, dejaba abierta la posibilidad de que tampoco haya error ni infidelidad en la postura contraria, y que se trate más de una cuestión pastoral que de una cuestión dogmática.

En nuestra opinión, la prudencia pastoral no sólo permite sino que hoy más bien reclama un cambio de postura. Por estas razones.

1.- En la Palestina del siglo I, las palabras de Jesús afectaban directamente al marido que traiciona y abandona a su mujer porque otra le gusta más, o por motivos de este tipo: son primariamente una defensa de la mujer. Ahí sí que resulta inapelable la frase del Maestro: “lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”.

No se conocía en tiempo de Jesús la situación de un matrimonio que (quizá por culpa de los dos o por una incompatibilidad de caracteres, antes no descubierta), fracasa en su proyecto de pareja. Dada la situación de la mujer respecto al marido, en la Palestina del s. I, esa hipótesis era impensable. Y aplicar las palabras de Jesús a otra situación desconocida en su época, donde lo que hay no es el abandono de una parte sino un fracaso de los dos, podría equivaler a desfigurar esas palabras. Estaríamos así manipulando a Jesús en aras de la propia seguridad dogmática, y poniendo la letra que mata por delante del espíritu que da vida, en contra del consejo paulino.

El evangelio debe ser inculturado y, cuando no se le incultura, se le traiciona. Los ejemplos que siguen pueden aclarar esto un poco más.

2.- El evangelista Mateo, que es quizás el que cuenta más transgresiones de la Ley por parte de Jesús, es curiosamente el único que pone en sus labios la frase “no penséis que he venido a derogar la Ley… He venido a cumplirla hasta la última tilde”. Se nos da a entender así que, en aquellas transgresiones de la letra, Jesús estaba cumpliendo la Ley hasta el fondo, porque estaba custodiando su espíritu.

Y el espíritu fundamental de toda la ley evangélica es la misericordia: no una misericordia blandengue, por supuesto, sino una misericordia exigente. Pero de ningún modo una exigencia inmisericorde. Quizá, pues, tengan algo que decirnos aquí aquellas palabras con las que Jesús responde a los escándalos que causa su conducta misericordiosa: “a ver si aprendéis lo que significa ‘quiero misericordia y no sacrificio’… ” (Mt 9,13 y 12,7).

3.- La iglesia primera ofrece otro ejemplo palmario de esa fidelidad al espíritu por encima de la letra, con el abandono de la circuncisión. La circuncisión tenía algo de sagrado como símbolo expresivo de la unión entre Dios y su pueblo; podría haber valido también de ella la citada palabra de Jesús: “lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”. Sin embargo, la Iglesia abandonó esa práctica tras fuertes discusiones y contra la opinión de algunos que creían ser más fieles a Dios y, en realidad, buscaban su propia seguridad. Gracias a aquella decisión tan discutida, la Iglesia no sólo fue fiel a Dios sino que abrió las puertas a la evangelización del mundo entero. Y hoy aquella decisión nos puede parecer evidente pero entonces les resultó a muchos escandalosa.

El mismo Pedro, en su discurso en defensa de aquella decisión, que hoy nos parece tan fiel al Espíritu de Jesús, habló de “no imponer un yugo que ni nuestros padres ni nosotros somos capaces de soportar” (Hchs 15,10). Este es uno de los mayores pecados que puede cometer la Iglesia. Y es muy discutible que personas célibes puedan comprender lo que significa convivir cada día íntima y pacíficamente con otra persona con la que no hay la más mínima sintonía. Como es discutible que personas célibes pudieran abstenerse de mantener relaciones sexuales con una persona con la que se convive día y noche y a la que se ama.

4.- Tememos que los defensores del rigor piensen que instalar en la Iglesia una “disciplina de misericordia” equivaldría a abrir las puertas a una relajación moral, o a que la Iglesia acepta los mismos criterios sobre el divorcio que nuestra sociedad pagana. En realidad no es así: no se cuestiona en absoluto la indisolubilidad del matrimonio; y la disciplina de misericordia sigue siendo una disciplina a la que no todos podrán acogerse: porque reclama arrepentimiento, reconocimiento de culpa y propósito firme de enmienda. De lo que se trata es de no dejar solos y sin ayuda a quienes han fracasado. Como Jesús: que comía con pecadores no porque fuesen buenos, sino para que pudieran serlo.

Teresa de Ávila, cuyo centenario estamos celebrando, recuerda en su autobiografía, que cuando se sentía pecadora o infiel recurrió algunas veces a abstenerse de la oración porque no se sentía digna de ella. Hasta que descubrió que aquel remedio era peor que su mal. La misma Iglesia ha enseñado siempre (y la práctica lo confirma) que la participación en la Eucaristía puede ser una gran ayuda y una fuerza para vivir evangélicamente. Nos tememos que privar de esa fuerza a quienes fracasaron en su primer proyecto matrimonial y han hecho ya penitencia por ese fracaso, podría acabar apartándolos de la fe.

5.- Finalmente queda la pregunta de si ha de tener la Iglesia una doble medida para las infidelidades al evangelio que afectan al campo sexual y para las que afectan a otros campos de la moral.

Por ejemplo: la iglesia ha enseñado siempre que el único propietario de los bienes de la tierra es Dios y que los hombres somos sólo administradores de aquello que creemos poseer. Esa condición de administrador pide al hombre poner todos los bienes que tiene de más, al servicio de los que tienen menos: de los pobres y de los carentes de medios.

Precisamente por eso, la Iglesia no reconoce un derecho absoluto a la propiedad privada, sino sólo en la medida en que éste sea un medio para satisfacer el derecho primario y absoluto de todos los hombres a los bienes de la tierra. Esa enseñanza del destino primario de los bienes de la tierra, tantas veces recordada por los últimos papas, la incumple una mayoría de católicos sin mostrar además el más mínimo arrepentimiento ni voluntad de enmienda por ello.

Porque esa enseñanza de la Iglesia es también muy contraria a la mentalidad de este mundo pagano. Pero ¿no es una palmaria injusticia que ésos católicos sean admitidos a recibir unos sacramentos que se niegan a los otros casos de pareja fracasada, cuando en éstos haya un arrepentimiento y voluntad de enmienda que no se dan en aquellos?

Dios no tiene dos pesos y dos medidas, o mejor aún: su parcialidad es siempre a favor de los más pobres y de las víctimas. En las parábolas que cuenta el evangelio del fariseo y el publicano o del hermano mayor del pródigo, Jesús estuvo sorprendentemente de parte de los transgresores: porque a quienes los acusaban, todas sus obras buenas no les habían servido para tener un corazón bueno, sino para tener un corazón duro.

Nada más, hermano Pedro. Sólo hemos querido exponer una opinión. Pero agradecemos mucho tus esfuerzos, en medio de tan crueles resistencias, por dar a la Iglesia un rostro más conforme con el Evangelio y con lo que Jesús se merece.

Xavier Alegre Santamaría
José I. Calleja Saenz de Navarrete
Joan Carrera i Carrera
Nicolás Castellanos Franco
Maria Teresa Davila
Antonio Duato
Ximo García Roca
José Ignacio González Faus
Luis González-Carvajal Santabárbara
Mª Teresa Iribarren Echarri
Jesús Martínez Gordo
José Antonio Pagola
Joaquín Perea
Bernardo Pérez Andreo
Josep Mª Rambla Blanch
Lucía Ramón Carbonell
Andrés Torres Queiruga
José Manuel Vidal
Javier Vitoria Cormenzana
Josep Vives i Solé

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33 comentarios

  • Santiago

    gracias amigos todos por vuestras magníficas reflexiones al Evangelio….Yo creo que eso es lo importante….recurrir a LA PALABRA…esta es la que nos mantiene vivos espiritualmente….hasta llegar a la cumbre -si es possible- del amor…Es un camino para toda la vida….Pero no todos los humanos podemos vivir el Evangelio radicalmente como Francisco de Asis, Vicente de Paul, Pedro Claver, Juan Bautista Vianney etc. por citar solo unos cuantos…TODOS somos llamados….pero no todos llegamos…la mayoría solo estamos en el camino….

    Para poder entender el Evangelio…hay que verlo, como toda la Escritura, como una unidad….Esta parabola del “hijo pródigo” se refiere mas bien a la misericordia infinita del Padre…en su amor incondicional…como se ha dicho….El principal personaje es EL PADRE..que es un “abbá”….que quiere con locura a sus dos hijos….y les desea lo mejor…Y la mas importante señal es en efecto que el hijo “ha vuelto”…Ha vuelto porque las cosas de “fuera de la casa” no le han satisfecho…Vuelve a buscar alivio y reconciliación….en la casa paterna…..De otra manera, a pesar del hambre, hubiera buscado otras personas u otro lugar donde o como saciar su hambre…no solo física…sino espiritual..
    Fuera de la casa del Padre, implica Jesus, todo es carencia….La alegría del Padre es cuando un hijo suyo “regresa”….es decir, vuelve a buscar Su amistad…a la que el mismo hijo renunció en busca de placeres dañinos para su cuerpo y su alma….Por esto con esta vuelta el hijo se acoge de nuevo a la misericordia inconmensurable del Padre…que sabe que le va a perdonar de corazón…

    Por otro lado, Dios nos ha creado -no como máquinas o animales irracionales- sino con intelecto y voluntad….para que podamos nosotros mismos escoger el bien…que es El mismo….Por tanto, Jesus que es la PALABRA de Dios, durante su vida terrenal supo bien enseñar el alcance de esta misericordia infinita en relación a nuestra voluntad…y a nuestra capacidad de decidir….De otra, manera nos hubiera creado, como a los otros seres, que no está dotados ni de razón ni de voluntad…..
    Por eso, cuando el joven rico le pregunta a Jesus que tiene que hacer para salvarse y entrar en la vida eternal…no le dice….basta la MISERICORDIA de mi Padre…al contrario le responde: “si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”…..(Mt. 19, 17 y sig) el el evangelista cita el Exodo, Levitico y el Deutoronomio donde está escrito el Decálogo….Y Jesus habla que la impiedad del rico y su persistencia en el mal no pasará desapercibida en la otra vida….(Lc. 16, 22,23) ni mucho menos los escándalos..porque “es imposible que no existan los escándalos, pero ¡Ay de aquel por quien vienen! (Lc. 17, 1 y sig.) Lo mismo escriben Mateo 18, 7 y Marcos 9, 42-47) y que si “tu mano o tu pie te escandaliza, córtalo y échalo lejos de ti; (porque) mas te vale entrar manco o cojo en la vida, que con tus dos manos o tus dos pies ser arrojado al fuego eterno” (Mateo 18, 8 y sig)

    El resumen es que tenemos orden de Jesus de amar…..Es Su principal mandato……ya que la síntesis de la Ley del amor de Dios es amar a Dios y amar al prójimo, con una fe VIVA que se traduzca en obras…..Toda la “ley y los profetas” aqui se encuentran…..e implica nuestro intelecto y nuestra voluntad, a pesar de  nuestra imperfección….ya que el Padre cuenta de antemano con ella….

    Un saludo cordial de Santiago Hernández.

  • mª pilar

    ¡¡¡Gracias Román por tu respuesta cariñosa y comprensiva!!!
     
    No renuncio a nada, y mucho menos retrocedo al modelo del buen Bautista.
     
    Jesús dio un paso de gigante… pero hemos “divinizado tanto todas las cosas” que les hemos quitado su auténtica fuerza.
     
    Jesús, experimentó, sintió, como era para Él su Dios Abba… no podemos olvidar su formación judía.
    Aún así, rompió con todas las ataduras que mantenían a las personas, esclavas de sus propias leyes y mandatos.
    No podían crecer, hacerse a sí mismos; estaban enfermos, doblados ante tantas leyes inhumanas y esclavizadoras, por fidelidad a un Dios, que solo hablaba a los sacerdotes y estudiosos de la ley.
    Que además, como denunciaba Jesús, ellos no cumplían y se ensañaban con las personas sencillas o poderosas… claro de distinta manera, como ocurre en nuestros tiempos.
     
    Adoramos a un Dios que está en los cielos… rezamos… bla, bla, bla… constantemente pidiendo favores, encendiendo velas sin fin, caemos rendidos ante cientos de imágenes que representan a aquellos que han logrado, que el poder eclesial los encumbre a los altares.
     
    ¿Donde está, en todo este entramado el Dios Abba que Jesús nos mostró?
     
    Él, oraba, (personalmente pienso)  que admirando cuanto le rodeaba… guardaba un silencio profundo, dejando así, la posibilidad de  que la misma vida,  le hiciera ver la luz de esta gran Misterio que nos envuelve.
     
    Cada momento, que Jesús nos comparte de su enseñanza, es toda un experiencia de vida con, por, junto… a los dolores y necesidades de quienes pasaban a su lado.
     
    Y esta realidad, es mucho más exigente… que cumplir unas normas, creer a pies juntillas, sin discernir su auténtico contenido; por eso es muy complicado, leer el hermoso Mensaje de Jesús, no desde la altura de un Dios… que nadie ha visto, ni oído… y lo más triste…
     
    ¡Ni escuchado!


    Porque si desde algún lugar, este…  Ser omnipotente, que se nos llena la boca hablándole como si cada día, tomara café con nosotros;  pero que no nos hace  mejorar nuestras propias vidas, ni las de las personas que cada día sufren,  por causa de una mala utilización de la creación entera.
     
    Para mí, por eso digo, que hay otras maneras de mirar… que también pueden llegar a cotas tan altas como otras existentes, de una profunda experiencia de ese Misterio que nos empuja a buscarle,  amarle, comprenderle…
     
    Y solo lo podemos llegar a conseguir… desde nuestra visión humana, porque así parece que lo ha decidido… Él-Ella…
     
    Podemos estar constantemente mirando al cielo… y jamás lo veremos ahí.
    Pero con toda seguridad, siempre de una manera u otra, lo encontraremos en el rostro dolorido de los hermanos de esta tierra; sean quienes sean, crean lo que crean… o no crean nada.
    Porque solo el amor incondicional, hace posible… una vida más digan para todo ser nacido.
     
    Nos llevará a un encuentro personal e intransferible con la Esencia de la creación entera; suceda lo que suceda y que nadie sabe que es, o será.
     
    Un abrazo entrañable y agradecido. No os asusten otras maneras de mirar… ¡La vida!


    Porque Él, las llena todas y cada una de ellas, sin duda ninguna.


    mª pilar-pili

  • Román Díaz Ayala

    Querida Pili:
    Este inercambio tan plural de informaciones resulta muy interesante y quizás más provechoso.
    La carta al hermano Francisco se apoya argumentalmente en la autoridad de Jesús manifestada en el seno del pueblo de Dios, comunidad eclesial, por el anuncio del Evangelio.
    Así que lo que consideramos no va desencaminado: la verdad de Dios revestida de su misericordia para gozo de nuestra asamblea, cuyos exponentes somos los/as firmantes, y éste nuestro sentir se  dirige hacia los pastores reunidos en la celebración de la fe.
     
    Tus argumentos en tu comentario de las 14,24 pm  reafirman que  “sólo” podemos ofender cuando dañamos al hermano, pero lo cierto es que tal amor al prójimo es como la piedra de toque  para reconocer si de vedad amamos a Dios. Palabras de Jesús.
    “Acercóse uno de los escribas que les  había oído discutir y y advirtiendo lo bien que les había respondido, le preguntó: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: “El primero es: Escucha Israel: El Señor, nuestro Dios es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con tado tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo cmo a tí mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.” (Evangelio de Marcos)
    En tu explicación asocias el don del perdón con el sacramento de la confesión, y rechazas su explicación ritualista del perdón, tal y como nos fue enseñado hasta el concilio con la necesaria intervención del ministro sagrado, pero que después del Concilio recibió una nueva luz que nos proporcionó una nueva espiritualidad  comunitaria y asociada a la conversión.
     
    por eso dices bien cuando asocias el arrepentimiento con la conversión (“Cambio, dices, de una manera distinta de vivir aquí y ahora!!!!”). Ése fue el contenido de la predicación del Bautista
    Hablas del inefable misterio. “Que nadie conoce”.
    Pero, tal cosa es el gran don de Dios recibido por el arrepentimiento (conversión) pues es Jesús mismo:
    “A Dios nadie le ha visto jamás:
    lo ha contado el Hijo Umnigénito
    que está en el seno del Padre.”  (Juan 1,17)
    Me gustaría apostillar con la Carta Pastoral “El amor todo lo espera” del lconjunto de os obispos cubanos en 1993.
    Aquel fue el año más negro para el pueblo de Cuba de la segunda mitad del siglo pasado. Los cubanos lo reconocen como el más desesperanzador, pues el colapso económico sólo representaba lo externo de la crisis ideológica del régimen y el hundimiento de la vida social.
     
    Y lo obispos escribieron esto:
    “AMARÁS A DIOS CON TODO TU CORAZÓN” (Mt 22,37)
    Aamar es la única manera que tiene Dios de ser. Y ese gran amor que Dios nos tiene a todos reclama, como respuesta, nuestro amor a El. El amor a Dios en el cristiano se entiende así como la respuesta de un corazón agradecido que no cesa de alabar a Dios con una gratitud sin límites. “Amamos a Dios, porque Él nos amó primero” (1  Jn 4, 19), porque “sólo El es bueno” (Lc 18, 19) y este amor a Dios debe fundar las exigencias del amor en muchas direcciones, desde el amor al amigo, que es el amor más fácil, hasta el amor al enemigo, que es el amor más difícil.
     
    “Amense unos a otros” (Jn 13,34) Dios nos manda amar y éste es un mandamiento muy exigente porque, casi siempre, lo contrario nos resulta más accesible. Sin embargo, sólo en el amor podemos encontrar a Dios y encontrarmos, a la vez, a nosotros mismos y a los demás hombres.”

  • mª pilar

    Nos hemos preguntado alguna vez..:
     
    ¿Cómo puedo ofender a Dios directamente?
     
    Según Jesús, a “Dios” solo le podemos “ofender” cuando dañamos al hermano.
     
    Y los evangelios están plagados de hermosos ejemplos de ello.
     
    No vale un arrepentimiento de palabra… hay que subsanar el mal causado, y una vez sanado en aquellas personas a las que hemos dañado, podemos volver a ofrecer a Dios nuestras ofrendas ante el altar. (Es una forma de hablar)
     
    Creo que no  estoy sacando nada de “mi” manga, sino poniendo las cosas en su sitio.
     
    Nos han adormilado con el perdón, el arrepentimiento;  sencillamente obtenido por medio de la confesión, a personas que nada conocen de la esencia de nuestras malas artes… pecados.
     
    Y nos quedamos tan contentos; una ave maría, o varias, a lo mejor una limosna… y todo está arreglado.
     
    Como Dios es infinitamente misericordioso, y yo, miserable humano, puedo ofenderle gravemente a Él, y además directamente… no nos quita el sueño el mal que hacemos a nuestros hermanos.
     
    ¡Que cómodo es predicar un  “dios” así!
    Solo con  unos rezos, queda limpia mi “alma” de todo el mal que puedo cometer y de manera cruel en  infinidad de veces, a las personas que pasan por mi vida.
     
    ¡¡¡Ese es nuestro mayor pecado o transgresión!!!
     
    Escondernos detrás de la imagen de un “dios” a nuestra imagen y semejanza.
     
    Todo el mal que reina en este mundo, y cada día con más virulencia:
     
    ¡Es nuestra obra maestra… la capacidad de hacer el mal, a nosotros mismos y a las demás personas, hasta límites insospechados!
     
    Ahí está el mal endémico de las religiones…
    No de quienes nos entregaron la posibilidad de..:
     
    ¡¡¡Cambio, de una manera distinta de vivir aquí y ahora!!!
     
    Tendremos que preguntarnos… qué hemos hecho con los hermosos proyectos que fueron entregando al mundo.
     
    Hemos divinizado tanto las cosas y las causas… que estamos muy lejos (en mi caso) de lo que Jesús sembró… no solo para los que nos sentimos “cristianos” sino para toda persona de :
     
    ¡¡¡Buena voluntad!!! Que decida vivir según Él nos mostró.
     
    Esto no es una discusión ¡no la quiero de ninguna manera!
    Es poner la cuestión tratada, desde otra mirada.
     
    Algunas personas, les convencerá una, y a otras, les dará un sentido diferente, y más cercano a nuestra realidad cotidiana.
     
    Porque… “Dios – La Esencia de la Vida – el Soy el que Soy –  la Inmensidad – el Don – y los cientos de nombres conque los seres humanos se dirigen a Él-Ella...todos estarán en Él… porque de Él nacieron… somos… y volveremos de alguna manera a su Esencia vital.
     
    No hay personas especiales, con más derechos, más enchufes…
     
    ¡Todo d ser nacido, es responsable de su vivir!
     
    Y todos, de alguna manera, seremos acogidos al final de nuestros días.
     
    El como… es un misterio para todas las personas nacidas, y cada una de ellas, lo afronta como puede, sabe, procura.
     
    O se abandona al inefable Misterio. Que nadie conoce… pero si lo manipula.
    mª pilar

  • Román Díaz Ayala

    Existe una corriente teológica muy fuerte que sitúa el “Perdón del Padre” como un acto divino desvinculado del quehacer o la vivencia humana. Es como la otra cara de la moneda del pelagianismo, donde el   cielo se gana a pulso, con esfuerzo, y a Dios no le queda más remedio que concedernoslo por nuestra acumulación de méritos. En ambos casos    se pretende disfrazar la profunda realidad del pecado como ofensa contra Dios, que nos mata incapacitándonos para una comprensión de la fe.
    La fe nos dice que mediante ella para que la justicia de Dios no nos de lo que merecemos, su misericordia nos alcanza lo que nos merecemos. Pero el pecado es básicamente un estado de injusticia contra Dios, y su eliminación exige la aceptación de los medios provisto por el propio Dios, que es Jesús y su sacrificio en la cruz. El pecado reina porque es un estado generalizado de desorden que Jesús se propuso eliminar atrayéndonos  a la voluntad salvífica del Padre. “¡Arrepentíos!
    Parece una incongruencia que Dios respete exquisitamente la voluntad humana hasta poder decidir nuestro personal destino, y tal cosa sea vista como una deformación de las enseñanzas de Jesús, que pasa siempre por el arrepentimiento.

  • mª pilar

    Cuando un abogado, prepara el alegato en defensa de su defendido, lo hace de tal manera, que atraiga hacia si, la atención de las personas que le escuchan, buscando el mayor beneficio posible para su defensa.
     
    El hijo pródigo, es lo que hizo; pensó y preparó lo que iba a decir a su padre, volviendo vencido y habiéndose gastado toda su fortuna.
     
    En ningún momento le peso lo hecho, le pesaba el hambre y la soledad que sufría cuidando a los cerdos de otra persona y comiendo las algarrobas de las que se alimentaban los cerdos.
     
    Pensó en la casa de su padre, donde toda persona que allí trabajaba, tenía cuanto podía desear; al haberse gastado la parte de la fortuna que a el le pertenecía, el mismo, renunciaba a ocupar el lugar de hijo, y solicitaba un empleo, y un lugar que le cobijara; repito…
    ¡No por arrepentimiento!
    Por hambre y soledad y sin un lugar donde habitar.
     
    La parábola nos muestra claramente la imagen de un padre extraordinario… no espera el arrepentimiento de su hijo; él, quería a su hijo en casa y vivo, y al verle llegar… todo lo demás no tenía ninguna importancia para él, ni siquiera pensó, que el hijo mayor, se sentiría defraudado por su gran corazón, dado, que todo cuanto tenía, lo había puesto al servicio de sus hijos, y cada cual,  lo vivió a su manera.
     
    Por eso esta parábola, habla en especial del sentir de ambos hermanos, los cuales entre si, no parecía haber mucho entendimiento, pero esto son elucubraciones, cada uno de ellos, nos muestra su corazón y sus ideas respecto a como vivir.
     
    La parábola nos muestra, como responden los tres, ante el comportamiento de cada uno de los hijos.
     
    Y por supuesto el padre; porque no hay muchos que reaccionen como lo hace el  de la parábola.
     
    Pero el meollo de esta se centra, en como actuamos, ante los avatares de la vida, o como optamos y vivimos cada cual la suya.
     
    A pesar de la  fuerza que pone Santiago en su explicación;  lo que nos dice la parábola, si la leemos con atención, tantas veces como sea necesario, y escuchamos lo que nos dicen sus personajes... veremos claramente, como actúa cada uno de ellos.
     
    Y hay otra lección muy importante; el padre que nos muestra, no es un padre que espera que todo esté en el lugar… que nos dicen tienen que estar,  en nuestro hacer y querer; para ser perdonados.
     
    Este padre, se lo salta todo a la torera, tiene un gozo tan grande ante el regreso del hijo que creía muerto…que todo deja de tener importancia:
     
    ¡¡¡Ha vuelto!!!
     
    Él, no necesita más, y todo lo pone al servicio del hijo recuperado.
    Otra hermosa lección, de que el Dios que siempre nos han “pintado” no lleva cuentas de todo cuanto hacemos… solo le importa que volvamos y empecemos de nuevo.
     
    Tiene mucha más miga de la que se enseña en homilías y catecismos esta parábola…
     
    ¡Mucho más!


    Solo cada cual, tiene en sus manos, el abrir toda la esencia que posee, y ponerla para hacer de su vida algo ciertamente importante, que redundará en beneficio propio y de quienes pasen a nuestro lado.
     
    mª pilar

  • Santiago

    CLARO que hubo arrepentimiento del hijo cuando  primero consideró que era mejor  regresar humildemente y, por eso,  pensando para si mismo dice: “Me levantaré y me iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti; no soy digno de llemarme hijo tuyo ; tómame (al menos) como uno de tus jornaleros”…..Y una vez ya ante el padre  efectivamente le dice: “Padre, pequé contra el cielo y ante ti: no soy digno de llamarme hijo tuyo” (Lucas 15, 18-21-31-32)…..Es un arrepentimiento con” ocasión” de su inmensa soledad, desamparo, hambre y miseria….Sin embargo, se reconoció como pecador y pensaba pedirle al padre solamente ser su obrero, ya que, segun el, no se merecía su papel de hijo en la familia….Su arrepentimiento es, pues, imperfecto…..no está “contrito” aun…..Pero ante la misericordia y el amor del Padre, empieza su conversion…ya que el hijo “estaba muerto y ha revivido, estaba perdido y fue encontrado”    La parábola pues es un símil…..una idea que se parece a la realidad….pero que tiene que ser completada por el sentido que en este caso se lo da Jesus, que es el narrador….La misericordia ante el pecador…..Misericordia infinita…que no tiene límites…pero que necesita de nuestro arrepentimiento….El Padre,, al menos, ve alborozado el “regreso” del hijo…..Ofrece misericordiosamente su
     perdón al aceptarlo con alegría y munificencia….pero el hijo se confiesa pecador….está atrito. pero…sus motivos son todavía
     egoístas….Hace falta algo mas para su contrición….El Padre no exige mucho…..exige un mínimo que es la vuelta del hijo, su humilde presencia allí junto a el murmurando palabras de arrepentimiento…PERO lo importante es que ha dado el primer paso…..ya que sin un arrepentimiento sincero y la cooperación del hijo a la gracia y al banquete del Padre todo sería inútil…sería una farsa….Si no queremos, si no volvemos a la CASA PATERNA no es posible que el Padre nos pueda salvar…aunque su misericordia sea infinita….

    Por otro lado, queridos amigos, coincido en que esta parabola siempre se ha prestado para multiples interpretaciones….y como dice Oscar  tambien se ha de recalcar el “EMPERRAMIENTO’ del segundo hijo…Sin embargo, la misericordia y la bondad del Padre tambien alcanzan a este hijo, que ama tambien pero muy imperfectamente…ya que el Padre le dice: “Hijo, tu siempre estás conmigo y todas mis cosas son tuyas”….y le invita a “holgarse y recocigarse” le invita a deponer su actitud y entrar un mejor y mas seguro camino junto con el…ya que este segundo hijo tambien necesita de una conversion profunda que lo lleve a desterrar de su corazón la envidia y la venganza….Existe la gracia y la misericordia….pero necesitan de nuestra atención y de nuestra cooperación

    Un saludo cordial de Santiago Hernández.

      

  • mª pilar

    Me asombra la explicación de la parábola del hijo pródigo que hemos leído en algún comentario.
     
    ¿Donde dice la parábola, que el hijo volvió arrepentido?
     
    Siempre me han enseñado mis profesores, maestras, y sobre todo mis padres:
     
    Que el hijo volvió… “porque tenía hambre” y la casa de su padre, hasta el último empleado comía bien cada día.
     
    Y programó su vuelta; estudió, cómo se presentaría ante el padre, le pediría perdón… porque estaba seguro que su padre, no lo echaría fuera de su casa.
     
    Lo más hermoso es, que el padre, cada mañana se asomaba para mirar el camino haber si regresaba… y algo muy importante… no le dejo decir ni una palabra sobre perdón.
     
    Es una gran parábola, donde cada personaje que sale en ella, nos da una gran lección de lo que bulle en sus corazones…
    De donde se espera, que nos sirva como… modelo o guía… para aplicarla a nuestras vidas.
     
    Por eso, según quienes la enseñen o prediquen… el resultado es muy diferente y por tanto, muy diferente la comprensión y puesta como aliciente de nuestro vivir.
     
    Tristemente, eso nos sucede… como bien nos recordó Salvador Santos, o en mi caso Juan Mateos y otros teólogos.
     
    Según se enseña… los que la toman como base de su vida; tiene unos resultados tan dispares y algunos… de muy tristes consecuencias.
    mª pilar
     

  • Román Díaz Ayala

    Se presenta un tema muy curioso,
    y repetitivo, lo cual causa bastante tristeza,
    y no es tanto que algunas cosas estén demasiado sujetas a la interpretación tradicional,
    sino a una rutina axfisiante, producto muchas veces de nuestra  religiosidad (popular).
    Años y años, en las misas de los domingos,`pues la parábola de Lucas es de lás más concurridas en el calendario litúrgico, porque cuando “no toca”, algún comentario homiletico de otro domingo la introduce.
    En varias versiones protestantes, se introduce esta parábola como “El Padre misericordioso”, y se habla mucho de la actitud del hermano que permanece en casa, siguiendo la línea teológica del Evangelista.
    El  “hermano” Santos, es seguidor de  otra línea distinta de acercamiento a este texto, que también es tradicional.

  • oscar varela

    Hola!
     
     
    Leo de Santiago:
     
    – “Creo también en el ejemplo de la parábola del hijo pródigo donde se manifiesta la inmensa misericordia del Padre ante el sincero arrepentimiento y conversión del hijo”-
     
    Refiriéndose al comentario de Antonio Duato, donde se lee:
     
    – “aquí lo que cuenta en que su posición oficial la Iglesia de Jesús refleje su rostro de acogida, el que él dibujó en la parábola del hijo pródigo”-
    …………………………..
     
     
    Ok, ok! De acuerdo con ambos … pero:
     
    1.- El TÍTULO “la parábola del hijo pródigo” no se lo puso ni Jesús ni el relator evangélico.
     
    2.- La Narración, por el contrario, habla de DOS (2) hijos, no de uno solamente.
     
    3.- Una de las interpretaciones más actualizadas en vista de lo que venimos viendo ¿no cobraría una relevancia de PRIMER (o al menos IGUAL) ORDEN el EMPERRAMIENTO del “tradicionalmente buenito” parapetado en esa TRADICIÓN que no acepta RAZONES NI MOTIVOS DE VIDA HUMANA para dialogar humanamente?
    ………………………….
     
    Es una lástima que el paso de Salvador Santos por Atrio no haya dejado, al menos, oídos más atentos y alertas a las interpretaciones “tradicionales”, como si el mundo no hubiera seguido rodando en el espacio-tiempo de la Vida.
    ………………………….
     
    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • Santiago

    Gracias Antonio Duato por tu comentario….Yo tambien leo lo que escribes…Agradezco tu interés y tu apertura. También por  mantenernos al día sobre lo que pasa en el mundo y sobre todo en la Iglesia….De acuerdo contigo en muchas cosas….sobre todo en la necesidad de que la Iglesia manifieste siempre el deseo de de acoger con benevolencia y caridad  a todos los que quieran estar junto a Ella…suavizando posturas pastorales…mientras Ella misma, como Pueblo de Dios, permanezca fiel a la enseñanza del Evangelio…de la que tiene que ser su fiel reflejo…

    Creo tambien en el ejemplo de la parábola del hijo pródigo donde se manifiesta la inmensa misericordia del Padre ante el sincero arrepentimiento y conversion del hijo….conmovido ante tanto derroche de amor y generosidad…Esta es la luz de la misericordia que  siempre va estar presente….ella es la que nos guía como cristianos que somos. en todo momento y especialmente …en los avatares y en las oscuridades de esta vida de la tierra…

    Un abrazo   de Santiago Hernández   

  • h.cadarso

    Yo creo que he firmado también, porque estas tecnologías de firmas a veces me resultn un poco confusas.
    Eso, Duato, que el documento se ha quedado un poco corto. y puede valer si lo que se trataes de facilitar un acuerdo de mínimos, aunque se quede un poco  a distancia de una visión evangélica del problema.
    Querida Ana, tu testimonio me ha impresionado, y no me extraña en absoluto que para ti y para muchos y muchas más resulta como un poco “demodé” y trasnochado.
    Alguien etre vosotros se extraña de que resulte tan complicado y tan para gentes muy selectas el sentarse a participar en un banquete de hermandad como es el que instiuyó Jesús en la Sagrada Cena. Solo El, Jesús, podría excluir de su banquete a los que crea conveniente, y no creo que lo haga. Nosotros ¿quiénes somos nosotros para negar a nadie sentarse a la Mesa del Señor, aquel que mandó en una parábola salir a los caminos y llamar a todos los que pasasen para llenar todas las plazas de los que habían sido invitados y que estaban sin ocupar? A lo mejor somos el hijo aquel que no quiso sentarse a la mesa con su hermano el hijo pródigo…La verdad, me hago un lío. Amiga Ana, me siento ffeliz de encontrarme contigo y con los tuyos en esa Mesa. Y eso que no soy trigo demasiado limpio, te lo aseguro…

  • oscar varela

    Hola Javier Almela!

    Tu comentario:

    Vale 100%

    Otras cosas habría que decir sobre la “redacción-estilo” de la Carta. 

    P.e., pareciera suponer que Pancho “se chupa el dedo” y que necesitara la “teología-bíblica-dogmática” aportada por los “redactores”; o que “la otra opinión” desconociera tales argumentaciones.

    Pienso que hay que admitir que se está en “bandos” adversarios -que se trata de POLÍTICA (divina si alguno lo quiere), pero POLÍTICA!

    No se muere nadie si gana uno u otro. Hay que seguir “democráticamente”, cosa que en la Iglesia no se está acostumbrado.

    Yo me cuido de andar con “diplomacias” infantiles, cuando no inocentemente “hipócritas”.

    Dicho lo dicho soy del bando de los de esta Carta.

    ¡Así nimás, ché!

    Voy todavía! – Óscar. 

  • Javier Almela

    La lista de firmantes –autores que admiro, cuyos libros y artículos nutren mi biblioteca– es tan sólida que difícilmente se arriesgará el lego a contradecir lo que se expone con tanto fundamento.
    Así pues, no contradigo, pero pregunto:
    -Sobre el apartado 4, siendo sumamente raro que se reconozca la propia responsabilidad en el fracaso matrimonial, ¿de qué tipo de arrepentimiento de trata?
    -Sobre el apartado 5, siendo evidente el digamos agravio comparativo que sufre la materia sexual frente a otros campos de la moral, ¿es correcto adoptar la digamos vista gorda con que suele mirarse el ejercicio de la propiedad privada? ¿Es esa la alternativa cristiana (¡otra joya de mi biblioteca!)?
    Estas mis dudas, que no tienen por qué ser las vuestras, no impiden que mis simpatías estén del lado de los divorciados vueltos a casar, entre los que cuento familiares muy cercanos y queridos y varios buenos amigos. Pero últimamente pienso mucho en lo que significa la fe católica y hay algo que se me escapa (lo cual no es de extrañar siendo, como ya he dicho, un lego).
     
    Un abrazo a todos y esperemos que el Espíritu Santo no tarde en iluminar nuestras conciencias en este y otros asuntos trascendentales.

  • Antonio Duato

    Oscar: Gracias por tu observación sobre la foto. Ya la he sustituido y he pedido que se cambie también en change.org. La otra infantil era tierna. Pero esta me parece más apropiada al tema. Y si alguien me sugiere otra… Entre todos lo hacemos todo.

    Santiago: Siempre leo tus comentarios aunque no siempre en diálogo. De acuerdo con que la postura del publicano allá atrás la tenemos que imitar cada uno. Pero no imponerla a otros. Y que en definitiva está la conciencia de cada uno o una y la posibilidad de ir a comulgar donde no la conozcan o haya un cura comprensivo. Pero aquí lo que cuenta en que su posición oficial la Iglesia de Jesús refleje su rostro de acogida, el que él dibujó en la parábola del hijo pródigo.

    Ana: De acuerdo con todo lo que dices. Pero aquí no se trataba de revisar toda la doctrina. Sino de decir que ese cambio en la práctica de la iglesia católica era sencillamente “potable y benéfico” para la misma Iglesia tal como está hoy. Otros muchos cambios vendrían después.

    Un abrazo a todos y todas y utilizad la misma red de change.org para difundir la campaña: compartir en las redes sociales y enviar direcciones para que desde allí inviten. En esta campaña el éxito de la campaña change.org nos interesa más que el mismo atrio.

  • Santiago

    La mejor actitud, pues, para no ser hipocritas, es la del publicano del Evangelio cuando ni siquiera  se atrevia a levantar la cabeza del suelo  para implorar  misericordia pues era un simple pecador. Y en esa categoria si que estamos TODOS.Por lo demas Dios ha de respetar la buena conciencia…El ha de pesarlo todo en la balanza del verdadero amor, no en sus causas proximas sino en sus ultimos efectos. Nosotros somos miopes pero Jesus, como dice Francisco citando a la Escritura, es “paciente y misericordioso”.  No debemos presumir de nada, pero es ya gran cosa poder confiar  en esta compasion que nos ofrece gratuitamente Jesus de Nazaret
    Un saludo cordial    Santiago Hernandez

  • oscar varela

    Hola!

    Una pregunta: “al margen izquierdo arriba”.

    ¿Sinodo de LA FAMILIA o de EL DÍA DEL NIÑO?

    ¿A quién se le habrá ocurrido simbolizar con esa FOTO?

    Da qué pensar el que no hayan encontrado el adecuado “simbolismo grafico” ¿no?

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • ana rodrigo

    Yo he firmado este documento para que esta manifestación sea una alternativa más al pluralismo real y nunca reconocido de la Iglesia, y que haga contrapeso  a la carta anterior de otro colectivo contrario. Si bien pondría varias objeciones a este texto: una, por dar un enfoque excesivamente parcial (el religioso) a una complejidad humana como es la que supone el matrimonio y el divorcio, y otra porque se dirige al Papa, como si esta decisión debiese depender de él exclusivamente. Y mucho menos estoy de acuerdo en que se acepte el que en este tema decidan solamente hombres, hombres célibes y casi todos octogenarios. La verdad es que querer universalidad una norma moral desde un colectivo tan peculiar, ya resulta absurdo, cuando no ridículo en una sociedad madura que valora la autonomía humana en decisiones personales y desde la conciencia individual que es la protagonista de este tipo de decisiones.

    El matrimonio es un acto humano entre dos personas adultas, que se aman, que hacen  un proyecto de vida en común y, en el momento del compromiso, éste se hace para toda la vida. Pero la trayectoria vital de dos personas no suele ser lineal, las personas y las circunstancias pueden cambiar de tal forma que ese compromiso inicial se haga totalmente inviable si no es a base de soportar desamor, problemas cotidianos, ausencia de vínculo  humano de cualquier tipo, y, en inmensidad de casos, de violencia y agresividad crueles.

    Este empeño de la Iglesia en hacer indisoluble  el matrimonio por encima de cualquier otro argumento y situación, cala muy profundamente en el imaginario colectivo y produce muchísimos sufrimientos. En los hombres eso de “o eres mía o de nadie” junto al extendido machismo proporciona datos escalofriantes; este verano sólo en España han sido asesinadas 17 mujeres y 8 niños (a los hijos se les asesina para hacer daño a la madre) y la mayoría de mujeres estaban en trámite de divorcio.

    Tampoco me gusta que se hable de culpa, de pecado o de misericordia. Yo soy una mujer divorciada y ni tengo conciencia de culpabilidad ni de pecado, y, como no soy una delincuente moral, tampoco necesito de misericordia de unos hombres, la jerarquía eclesiástica, que no tienen ni idea de mis circunstancias ni de mi sentido de la responsabilidad.

    Ahora vivo con un hombre al que amo y me ama profundamente, ¿acaso esta vida de amor es contraria a nuestra integración total en la comunidad cristiana, incluida la Eucaristía? Habría que revisar a fondo el tema de la celebración eucarística y el significado de compartir el pan y el vino como signo de fraternidad. Y, como se dice en texto ¿Acaso el pecado del amor entre dos personas que fracasaron en un compromiso anterior es superior a los pecados de corrupción, injusticia, odios personales y familiares, y un sin fin de miserias humanas que vemos todos los días en personas de misa y comunión diarias?

    Hablar de culpas, de que desde el principio (¿cuándo fue el principio?) Dios lo quiso así, de que lo que se dijo hace dos o tres mil años tenga que ser palabra de Dios,  etc. etc., pienso que es un absurdo sin sentido. Los seres humanos, las sociedades, las costumbres, etc. deberían analizarse desde la antropología, no desde supuestas palabras de Dios que no son otra cosa que palabras de hombres dichas en un momento y en un contexto religioso determinado y adjudicadas a Dios por condicionamientos puntuales de la sociedad en la que vivían.

    ¿Por qué Jesús dice que no venía a derogar la ley de  judía de Israel? No olvidemos que Israel fue un pueblo más en la historia de la humanidad y que, si fue elegido por Dios, este Dios fue muy injusto de haberse olvidado de tantos otros pueblos que ya existían en el tiempo de Israel, y, por tanto, habría, asimismo, que revisar este concepto de Dios de Israel y su prolongación en el judeo-cristianismo. Porque si miramos los textos del AT sobre personajes relevantes, como el caso del rey David, cuyo descendiente fue Jesús, habría que revisar muchísimas afirmaciones que se hacen desde una historia bastante inmoral y que, para justificarla, le adjudicaban a Dios, por ejemplo contra las mujeres. Creo que la sociedad actual tiene muchísimas más cosas que decir sobre moralidad que las adjudicadas al Dios de Israel.

  • josela

    Completamente de acuerdo.¿Porqué? Por no ser fariseo, doctrinario e hipócrita.

  • Santiago

    Por supuesto, que estamos hablando de verdadero matrimonio…Sin embargo, la tesis principal de Francisco es que en la actualidad “de facto” hay muchos matrimonio nulos…ya que no reúnen las condiciones suficientes para producir  el vínculo sacramental que Jesus declaró ndisoluble…ya que invocó a la misma autoridad divina ya que “en el principio no fue así”..o sea desde siempre…

                     Marcos, el evangelista, que escribe hacia la década de los 40….muy temprano en la tradición y contemporáneo de Pablo aclara un poco mas el alcance de la doctrina de Jesus sobre el matrimonio pues no solo se refiere al hombre sino a la mujer cuando dice el sentido verdadero que el mismo Cristo quiso darle:

    “”Quien repudiare a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra la primera; y si la mujer repudiare a su marido y se casara con
     otro, comete adulterio”…..(Mc. 10, 11)   Jesus pues se refiere a la pareja en su totalidad….al matrimonio verdadero que adquiere en compromise, un voto….que solo se disuelve con la muerte..Prescinde, puede, de la mentalidad social de la época….pues no solo es el marido el que repudia, sino tambien la mujer….pero ambos están unidos por una promesa…

    Un saludo cordial de Santiago Hernández

  • ana rodrigo

    Normalmente las grandes causas se consiguen granito a granito.

  • Inmaculada Sans Tache

    Creo Que Julián Díaz ha dado totalmente en el clavo. Estoy completamente de acuerdo con él. Es muy cruel decirle a alguien que se le admite en la Comunidad ( Iglesia) pero que no se le permite comulgar porque está en pecado, es decir se le recuerda constantemente esa condición, sin misericordia. La solución la explica perfectamente Julián Díaz. Mientras se siga pensando que la eucaristía es un ritualismo mágico, un sacramentalismo mágico, que es más importante que el seguimiento profundo y sincero del espíritu de Jesús se seguirá haciendo sufrir a mucha gente.

  • oscar varela

    Hola “danielito”!

    ¿Que no vas a firmar “por eso”?

    ¡Vamos danielito!

    Abrazo! – Óscar.

  • Antonio Duato

    ¡Qué pena quedarnos sin la firma de Daniel por ese error!

    He acudido rápidamente a la entrada de Wikipedia Palestina en los tiempos de Jesús. Pero no lo he visto todavía impugnado en su totalidad por Daniel. Supongo que lo hará pronto. Cosas…

  • daniel

    En el primer punto dice: “Palestina del siglo I”
    Lo firmaría si no fuera por ese error. Palestina fue creada por el emperador Adriano en el 135 d.C. Eso es siglo II

  • olga larrazabal

    Si el Obispo Burke está usando el método de la carta firmada para presionar a Francisco a detener el proceso de renovación de la “mirada” de la Iglesia, me parece estupendo que los que lo apoyan se manifiesten por una vía como change.org.
    Ayer firmé en Religión Digital y esperaba que fuera publicado en este blog la posibilidad de adherirse.

  • mª pilar

    De acuerdo Antonio… ya lo hice.
     
    Personalmente… el lenguaje… las formas  son muy importantes.
     
    mª pilar

  • oscar varela

    Hola!

    Hacía tiempo que estaba en la Ruta “haciendo dedo”.

    Por fín, uno se detuvo.

    – ¿Qué anda haciendo, amigo, en la Ruta y con este sol que quema?

    – ¡Gracias por parar! Voy para …

    – ¿Va p’allá …?

    – ¡Sí, p’allá …!

    – Entonces, suba y ¡Vamos todavía! 

  • Firmé, porque creo que la renovación del mundo está en recuperar el compromiso de vivir de acuerdo al Evangelio, o sea hacer el seguimiento de Jesús, independientemente del grupo, iglesia o comunidad a la que se pertenezca. Lo importante es hacer vida el Shemá de Jesús y muy válido hacerlo en iglesia que celebra, se acompaña y se forma.

  • Antonio Duato

    De acuerdo, Julián y Pilar.

    Tenéis razón al decir que este manifiesto y campaña “os sabe a poco”.

    Pero tened en cuenta el contexto. Responder a la presión sobre el papa y los obispos, ante el próximo sínodo, de que todo en la Iglesia ha de quedar atado y bien atado. Si triunfa esta tendencia en ese punto -no demasiado importante en sí pero de valor simbólico y estratégico- ¿quién podrá esperar otras reformas en la Iglesia Católica, a no ser en comunidades marginadas de la institución?

    De lo que se trata es de apuntalar esa pequeña reforma afirmando que es coherente con el Evangelio y con la misma tradición dogmática de la Iglesia. Es lo que más puede influir en los obispos. Esto solo pretende ahora nuestra aportación. Que podrá ser decisiva, sobre todo si conseguimos tantos o más firmas que quienes ya tienen medio millón.

    ¡Vamos todavía! Propaguemos la página de firmas en todos nuestros contactos de red. No enfriemos la campaña por querer ir más lejos de lo que ahora se puede. Aunque ya sabemos que la libertad del espíritu para ir más allá de los mismos sacramentos nadie nos la puede quitar.

  • mª pilar

    Totalmente de acuerdo con el comentario de Julián Díaz.
     
    Es la mirada, la forma, el lenguaje y su profundo sentido… sin magia, ni milagros extraños.
     
    Hay que mirar el seguimiento de Jesús:
     
    ¡¡¡Desde la Vida cotidiana!!!
     
    La única que tenemos, conocemos y podemos vivirla… para ir llevándola a la plenitud..:
     
    ¡Humana!
    mª pilar
     
     

  • Julián Díaz , con todas las consecuencias sque iesto conlleva

    Por supuesto que he firmado, pero creo que el problema está mal planteado. Me explico: lo fundamental del ser cristiano está en el seguimiento de Jesús de Nazaret y, por tanto, de la aceptación del Dios que nos presenta Jesús, y de las onsecuencias que este seguimiento conlleva para la vida personal, familiar y social. Si una persona, divorciado o no, ha aceptaddo en su corazón y en su vida a Jesucristo, lo de comulgar o no ya notiene importancia. Lo de comulgar es solo un signo de este compromiso. Quizás haya que plantearse de nuevo la teología de la Eucarisitía.

  • m* pilar

    !!!Firmado!!!
     
    m*pilar