Reunido en el Vaticano el Sínodo para reflexionar y formular propuestas sobre la familia y otras formas de convivencia en pareja, se ha presentado la Relatio post disceptationem. Después de leerla no he podido por menos que recordar a Borges, que con más de ochenta años y ciego visitó con su mujer Egipto, lanzó al aire un puñado de arena y relatando la aventura, dejó escrito: “Estoy modificando el Sahara”.
Con respeto a los sinodales laicos y clérigos, no puedo menos que decirme:
1) la sociedad sigue su camino instituyendo nuevas formas de convivencia sin importarle el CIC ni lo que piensen y digan los sinodales incluido el señor Papa;
2) la Iglesia Católica carece de poder para dirigir el proceso de las familias basadas en distintas firmas de convivencia;
3) Constantino no puede hacer cumplir a sus prefectos los acuerdos de los concilios episcopales de la Iglesia y de eso hemos tenido muestra en nuestro país a propósito de la ley reformanda sobre el aborto;
4) la posición de unos célibes sin cargas familiares, que viven económicamente de los católicos o de las inversiones financieras de sus iglesias o del Vaticano y que desde esas poltronas se dedican a poner cargas sobre los demás sin poderlas llevar ellos por principio, es una debilitada instancia que aleja a los cristianos de sus postulados y a los no creyentes les disuade de interesarse por la fe.
Me parece más inteligente, más eficiente, más acorde con las actitudes del Señor las que tomo de ” Las sentencias de los Padres del Desierto (siglos IV y V). Colección sistemática, cap. 9 “:
«¡Ay de vosotros que abrumáis a la gente con cargas insoportables!»
- – Un hermano que había pecado fue echado de la iglesia por el presbítero; y ‘abba’ Besarión se levantó y salió con él diciendo: «Yo también soy un pecador»…
- – Una vez, en Scete, un hermano cometió una falta. Tuvieron consejo y decidieron convocar al ‘abba’ Moisés. Pero éste no quiso ir. Entonces el presbítero envió a alguno a decirle: «Ven, que todos te esperamos». Se levantó y se fue con una cesta agujereada que llenó de arena y se la cargó a su espalda, y la llevó así. Los demás, que habían salido a su encuentro, le dijeron: «¿Qué es esto, padre?» El anciano dijo: «Mis faltas se van cayendo detrás de mí y yo no las veo; y yo ¿he venido hoy a juzgar las faltas de otro?» Al escuchar estas palabras no dijeron nada al hermano, sino que lo perdonaron.
- – ‘Abba’ José preguntó a ‘abba’ Poemen,: «Dime cómo llegar a ser monje!». El anciano le respondió: «Si quieres tener paz aquí y en el mundo futuro, di en toda ocasión: Yo, ¿quién soy? Y no juzgues a nadie».
- – Un hermano preguntó al mismo ‘abba’ Poemen, diciéndole: «Si veo una falta en mi hermano, ¿está bien esconderla?» El anciano contestó: « En el momento en que escondemos las faltas de nuestro hermano, también Dios esconde las nuestras; y en el momento en que ponemos de manifiesto las faltas de nuestro hermano, también Dios pone de manifiesto las nuestras».
Por mis opiniones y la transcripción .
Alberto Revuelta
En el Nuevo Testamento no existe el cristiano “ideal”, habría que preguntarnos que se entiendo por “ideal”. Uno podrá ser cristiano” ideal”, pero no el cristiano “perfecto”.
Lógicamente que “perfecto” no significa ser santo, ni cucufato, ni mucho menos “el que no peca”.
O se es cristiano “perfecto” o “imperfecto”. Ya lo dijo el maestro: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”. ¿Donde está el “ser” cristiano? En el Sermón del Monte. Hagamos esto realidad en nuestra historia, y verán que el mundo cambia.
Al final de todo pienso lo de Teilhar, que me permito incluir
Pierre Teilhard de Chardín. “Escritos del tiempo de guerra” Taurus. Madrid 1966
Notas tomadas del capítulo “El dominio del mundo y el Reino de Dios”
1. – “Por estricto deber moral natural, hay que luchar por ver más claro”. Pág. 93 Porque…
2.- “Ignoramos los límites que Dios ha puesto a nuestro conocimiento y a nuestras capacidades naturales”. Pág. 94. De modo que…
3.-“Tras cada nueva crisis, la Humanidad tiene que rendirse a la evidencia de que ha cambiado para ventaja suya, que ha progresado”. Pág. 102 Pero…
4.-“La Iglesia, desde que “pareció” que repudiaba la Naturaleza, viene siendo como una extraña entre los hombres”. (Pág.111) de modo que…
5.- “El Progreso humano, de ninguna manera, debe hacerse sospechoso de ser una fuerza peligrosa”. (Pág. 113) Por consiguiente…
6.- “¿Quién será, en definitivas, el cristiano ideal? Pues aquel que comprenda que para ser buen hijo de Dios, para cumplir su santa Voluntad, tendrá que mostrarse asiduo al trabajo de la Tierra”. Pág. 115
“¿Qué institución tiene la Iglesia para reavivar la fe?
Buena pregunta que admite varias respuestas, pero lamento que no sea ésta la ocasión para abordar el tema.
Me alegro profundamente que acojas el mensaje del hermano Francisco con total naturalidad.
Quiero agradecerte una vez más por la amplia información que se desprende de tu comentario sobre tu opción de fe y de quienes como tu siguen el camino Neocatecumenal.
De la misma manera yo también aprecio algunos comentarios aunque no voy por esa línea porque considero que por ahí no va la Iglesia.
Es verdad que en España existen muchos catecumenados, dentro de esos “muchos” yo permanezco a uno de ellos como dice el Concilio Vaticano II
Es habitual calificar a Kiko y Carmen de “fundadores del movimiento Neocatecumenal”. Convendría tener presente que el Camino no es una invención ni fundación de Kiko Arguello o Carmen Hernández, dado que el catecumenado fue durante los primeros siglos de la Iglesia UNA PRACTICA PASTORAL muy extendida. Digamos que, propiamente, Kiko y Carmen han sido más bien los que, recomendó el N° 64 de la “Sacrosanctum Concilium”; se vieron poco a poco impulsados por los hechos a restaurar y actualizar en nuestro contexto socio-cultural algunas etapas del catecumenado de adultos, a fin de llevar a los ya bautizados progresivamente, hacia una maduración del significado de la “filiación divina”, expresada en el sacramento del bautismo. Por ello mismo, tampoco resulta del todo adecuado denominar al Camino Neocatecumenal como un “movimiento” o una “asociación”. La razón fundamental no radica en que se considere a sí mismo, de forma exclusiva, “la Iglesia”; como se ha sugerido en alguna ocasión, sino en que es un camino, con un comienzo y un final.
Me pregunto yo: ¿qué institución tiene la iglesia para reavivar la fe? La restauración del itinerario catecumenal es, en efecto, una gran AYUDA beneficiosa no solamente para preparar a los conversos a recibir los sacramentos, sino también para hacer progresar a los bautizados en la vida cristiana. Decía el padre Henri De Lubac: “Sobre todo hoy que en la Iglesia falta mística, que es la interiorización del misterio de la iniciación cristiana”.
La idea de que el catecumenado de adultos era defendido por la reforma, no la comparto. El catecumenado oficial estructurado como institución, es de existencia segura hacia el año 200. Ya en el siglo III tenemos documentos de la existencia y organización del catecumenado. Se explica la fuerza de tal institución en los primeros siglos porque quienes se acercaban con intención de recibir el bautismo procedían del paganismo o de una religión natural que poco o nada tenía que ver con la revelación de Dios padre que envía a su Hijo Jesús para la salvación de los hombres. En la iglesia primitiva el camino progresivo para ser cristiano era el catecumenado. Como afirma tertuliano: “uno no nace cristiano sino que se hace”. Para este hacerse cristiano el medio que usaba la Iglesia era el catecumenado de adultos.
Cuando mencioné el “pecado”, lo decía metafóricamente porque en muchas partes del mundo se “persigue” al Camino y existe mucha crítica hacia el camino con frases como “Iglesia paralela”, “los Kikos”, “secta fundamentalista protestante” “conservadores” etc y de ahí surge la frase “pecado”.
Creo que te equivocas cuando escribes (implícitamente te refieres al camino) que en Camino existan prácticas de “piedad individualista y clericalizada”.
En primer lugar y en lo personal, en los 40 años que estoy en una de las comunidades se me ha anunciado el Evangelio y creo que también a todos los que están dentro de ella. Y todos sabemos que el seguir a Jesús, se necesita RADICALIDAD.Y el Evangelio no es lo mismo que “piedad”.
En segundo lugar, formamos parte de la Iglesia, y dentro de ella está el clero, es decir el Magisterio. Como muy bien dice el Maestro: “El que escucha a vosotros A MI me escucha”. Lo dice el Evangelio.
Existe un “paso” donde los hermanos reciben del obispo el salterio para rezarlos hasta la muerte y todos los días, y no como una obligación, sino como ayuda a nuestro vivir. Esto quiere decir, que rezamos con la Iglesia. ¿Es malo esto? ¿Es cucufateria? ¿Es piedad?
Y para terminar hermano, casi todas las palabras del Papa Francisco, huelen a “olor” de catequesis del Camino.
Saludos a todos.
La paz Román, y gracias por este pequeño intercambio. Perdona que no me haya presentado y para ser sincero, no conozco a nadie de los que participan en Atrio.
Me llamo Luis Pizarro y estoy casado con Vilma hace 29 años. No pudimos tener hijos biológicos, pero nuestros catequistas (que son españoles) nos sugirieron que adoptáramos uno. Por mi historia me resultaba casi imposible poder “amar” a un niño que no era “mío”. Pero el Señor de la Vida cambio mi ser en un segundo cuando el juez me dijo: “señor Pizarro coja al niño (tenía 2 años)”, cuando lo cogí bajé con él hasta el parque para dar de comer a algunas palomas, y ahí cambio todo. Hoy nuestro hijo tiene 21 años y está estudiando psicología. Ahora puedo decir que es nuestro hijo biológico. Cuando cumplió 11 años, con la ayuda de un presbítero le decimos toda la verdad, él pudo entender y comprender su historia. En lo personal nunca pude terminar mis estudios, porque a los 17 años tuve que asumir el rol de “adulto” es decir, dejé todos mis estudios para poder trabajar y así ayudar a mis padres que no tenían trabajo. Éramos muy pobres y debía de ayudarles trabajando de todo en el buen sentido de la palabra. Como somos 4 hermanos, los tres llegaron a terminar sus estudios.
Cuando era joven, es decir a los 18 años, tuve la Gracia de poder ayudar en una parroquia regida por jesuitas. Pero tuve una Gracia mucho más grande de lo que me imaginaba: en esa parroquia estaban los principales teólogos del Perú que enseñaban en la Pontificia Católica. Algunos de ellos habían sido alumnos del padre Rhaner y de otros alemanes. De todos ellos pude aprender lo que no había recibido en la escuela. Hoy, todos ellos ya han partido al Padre, pero me dejaron lo que más anhelaba: todo lo referente a la Teología.
Hoy a mis 61 años en que ya estoy “viejo” junto con mi mujer, estamos en la pastoral de Confirmación en las Universidades, yo que nunca pude estudiar, estoy en medio de jóvenes que saben mucho que yo, pero el Señor me ayuda a dar “respuesta de mi fe”.
Bueno, aquí en Lima-Perú son las siete y treinta de la mañana y estoy saliendo hacia mi trabajo. Soy conserje en una empresa y trabajo en moto. En esta empresa voy cumplir este año: 40 años como trabajador.
A manera de broma cuando salgo hacia mi trabajo le digo a mi mujer: “Si no regreso, te casas”.
Pero como muy bien dice San Agustín: “Dios del mal saca el bien”.
Cuando regrese del trabajo a las seis de la tarde, respondo lo que me has escrito. Que el Señor bendiga a todos ustedes, a pesar de nuestras discrepancias. Bueno, eso es lo que me ha enseñado la Iglesia a través del camino Catecumenal. Amar al otro en la dimensión de la cruz.
Luisalberto,
aprecio grandemente la información que das sobre el camino neocatecumenal y su contenido teológico actual, que considero una buena praxis, aunque no pueda valorarla de firme porque no estoy en su contexto, pero si creo poder ofrecerte algunos datos, como hechos históricos, que no se corresponden a tus valoraciones.
El catecumenado ha existido siempre en la Iglesia de Cristo ( por ejemplo “La Didaché”, tan querido y apreciado por mí, y tan antiguo como algunos libros del Nuevo Testamento)
El Catecomunado de adultos fue introducido oficialmente por el Concilio Vaticano II, y su práctica se hizo habitual, por ejemplo en España, siendo Presidente de la Conferencia Episcopal Mons. Tarancón, aunque con la restauración luego fue desestimado y sacado de la pastoral oficial.
El Catecumenado de Adultos fue firmemente defendido desde la Reforma, aunque ya había grupos que lo utilizaban desde siglos atrás (a muchos de esos grupos los catalogaron de herejes, como los Anabaptistas)
Cuando Kiko Argüello se fué a vivir a Vallecas (Madrid) y comenzó a vivir su vida de recién convertido, el catecumenado era práctica corriente en varios grupos, pues obedecía a un movimiento de renovación muy profundo dentro de la Iglesia Española, que empezaba ser promovido también “desde arriba”.
Los protestantes, tan perseguidos en España, y que en el Tardofranquismo (años 60 y 70) tuvieron cierto alivio, practicaban el catecumenado, y en algunas comunidades éste se prolongaba hasta más de un año, según los casos.
En el fondo todo sigue siendo lo mismo. Llega una primavera y las corrientes profundas de cambio se tornan en movimientos, éstos crean agrupaciones que se estructuran hasta institucionalizarse y se reglamentan. Nadie tiene la exclusiva de algo.
No entiendo porque hablas de pecado, si he repasado todos los comentarios y absolutamente nadie ha hecho una mala crítica de tu elección de vida, ni tampoco hemos sobrepasado lo puramente descriptivo para hablar de Kiko Argüello. Quizás sean reflejos de otros lugares, pero no aquí.
Pero te hago una confidencia. Verdaderamente estoy muy preocupado por tanta gente cristiana que pertenecen o han pertenecido a instituciones ( llámese comunidades etc) que han alimentado durante estos últimos años una piedad y unas prácticas de tipo individualista y muy clericalizada por culpa del arrollador movimiento de restauración que ha invadido a todas las iglesias cristianas tanto en España, como en Nuestramérica.
Se encontrarán perplejas con las nuevas directrices del actual Papa Francisco. Todavía suenan los ecos de su última pastoral de hace unos meses.
¿Nos ayuda la Biblia en el diálogo intrarreligioso e interreligioso?. Pues no y sí.
El proceso exhaustivo de crítica bíblica y evangélica realizado durante el siglo XX, especialmente por los protestantes, nos ha hecho ver, que realmente su mensaje es equívoco, confuso y muchas veces contradictorio.
Y eso que en principio es una mala noticia para el creyente que busca seguridades y referencias firmes, abre un nuevo camino de entendimiento entre las diversas corrientes del catolicismo, entre las diversas confesiones cristianas y entre las diversas religiones del mundo.
Haciendo de la necesidad, virtud, una vez que hemos sido despojados de esas seguridades en la posesión de la verdad, nos podemos enfrentar con los “otros”, de igual a igual, sin paternalismos y falsas tolerancias, sino con verdadero respeto al pluralismo, como entre hermanos buscadores de la verdad, cada uno con su propia opinión de la misma.
Reconocer la realidad evidente, de que la acción del Espíritu, no mitiga el pluralismo ideológico entre los hombres espirituales y entre los humanos en general, es cimentar una relación sobre base firme: no hay nada más firme que la realidad, aunque preferiríamos quizás que fuera otra.
No hay un único camino para todos, igual que no hay un traje de talla, modelo y color únicos. Cada uno elige el suyo. No se puede discutir sobre opiniones e intuiciones personales. La discusión cultural debe ir hacia los elementos cognitivos de la realidad, para conseguir que todos disminuyamos lo más posible nuestros errores cognitivos. Y nada más, (ni nada menos).
La paz Isidro, es verdad que el cristiano vive el HOY, es por eso que la Escritura dice: “Si HOY escuchas la voz del Señor no endurezcas el corazón”. El pasado pasó, el futuro es de Dios, sólo el cristiano con sus pecados vive el HOY.
Pero a veces es importante mencionar el “pasado” no como hecho histórico, sino como acto de SALVACIÓN. Porque ¿De dónde nos ha sacado el Señor a cada uno de nosotros? Llámese Opus Dei, Acción Católica, Ejército de Salvación, Catecumenales,
La paz Román, prefiero no hacer una “anatomía de lo inútil” y como dice San Pablo: “Somos siervos INUTILES” ¿Por qué? Porque llevamos este tesoro en vaso de barro. Por lo inútil que somos, se puede resquebrajar. El juzgar a los demás, es decir, el que habla mal del otro, rompe este “vaso de barro” que somos nosotros.
Me extraña que tú siendo una persona intelectual, sostengas que el Neocatecumenado es un “movimiento”. Sabemos que el Kerigma no es una ideología, ni procede de los intelectuales, ni delos grandes teólogos que ha tenido y tiene la Iglesia.
El Camino Neocatecumenal COMENZO, (no nació, porque existió desde los orígenes de la Iglesia) en 1964 por obra de los ya mencionados iniciadores, que lo único que hicieron era anunciarles el kerigma a los pobres. Con el transcurso del tiempo este KERIGMA (y esto es lo que el Papa Francisco incansablemente nos dice: anuncien el KERIGMA A LAS GENTES) se concretó en una síntesis catequética fundada sobre el Trípode: “Palabra de Dios-Liturgia-Comunidad” y cuya finalidad es conducir a las personas a la comunión fraterna y a una fe madura de adultos.
Me pregunto: ¿Cuál es el “pecado” de estas comunidades iniciadas por Kiko y Cia?
Asimismo, en las ESTATUTOS DEL CAMINO, no clasifica al Camino, como un MOVIMIENTO dentro de todos los Movimientos existentes en el seno de la Iglesia. Considero que movimientos surgidos para este tiempo serian: Acción Católica, Opus Dei, Legión de María etc. No somos mejores que nadie.
Más que un “secuestro”, considero un “retorno” a la obediencia a la Iglesia. La palabra hebrea Teshuvá que significa volver, retornar, responder. Tiene un contenido muy grande en la tradición de Israel: es el retorno del pecado del hombre, es la vuelta del Exilio: es el retorno del pecado del hombre, es la vuelta del Exilio, es el arrepentimiento anual del Yom Kippur.
Esa posibilidad del “retorno” la creó Dios al principio, antes de la creación del hombre, para que Adán pudiera volver a EL (Gn.2, 6). La Teshuvá estaba sentada a la puerta esperando a Caín que había matado a Abel para que volviese al Seno de Dios. Este retorno para Israel es más que una “metanoia”, es un encuentro personal con el Amor que regenera, trasforma y resucita. Es como “volver a nacer” al ser recibido en el seno de la misericordia ( rajamín) de Dios. Este fuego del amor de Dios al pecador, le transforma la naturaleza como la ganga del hierro en los convertidores de los Altos Hornos viene transformada en acero. Esta transformación o regeneración del hombre ( por el poder de la resurrección) lo hace capaz de respuesta a la gracia de Dios y decir Amén al plan de Dios en su historia y geografía.
Desde la estructura viejas de la Cristiandad de hoy, ¿cómo ofrecer la posibilidad de retorno al hombre alejado de hoy que sufre esclavizado por el consumismo, por las ideologías más atroz que le frustra y le deja vacío? ¿Es posible que un terrorista, delincuente, drogadicto, prostituta, homosexual, matrimonio roto, un egoísta….puede volver al Seno de Dios y ser trasformado en una criatura nueva? Esta naturaleza del ser hijo de Dios y poder amar gratuito es la Teshuvá. Pasó lo viejo, todo es nuevo por el anuncio del Kerigma.
Me voy porque salgo al trabajo, saludos a todos los participantes. Estuve cuatro días por Madrid, una ciudad hermosa.
Ese es nuestro problema:
Que necesitamos “pertenecer” a alguien a algo… y me surge una pregunta:
¿Por qué no nos vamos de cabeza a rumiar las palabras, actos, vida de Jesús?
Cierto que en los principios toda persona que busca, necesita información y formación; y según se va recibiendo, cada cual, tiene que ir purificando cuanto recibe, según le dicte la misma Palabra del Maestro y su propia experiencia y conciencia de cuanto le rodea.
Lo malo es, que en cada movimiento existen personas que se elevan y colocan en el “lugar” de quien nunca quiso ocupar ninguno…
Él fue amigo, compañero, confidente, hombre humanamente extraordinario… ¡Maestro!
“Que nadie sea mayor que su señor, maestro, profeta…”
Y añado: todos a una; cada cual pondrá al servicio lo mejor de su ser y vivir, compartiendo el camino sin perder su propia capacidad de ser, pensar, optar.
Jesús no se colocó en un trono, asumió la cruz, como miles de personas morían en ella, porque las leyes así lo decidían fueran justas o no (como sucede en todo orden desde el poder).
Hemos sido nosotros los que lo hemos sacado de sus verdaderos y auténticos goznes.
Creo que eso es la vida; vivir, pensar, descubrir, optar… darse, trabajar, amar de manera muy especial a los que nada se les deja pensar, ser, tener, decidir.
mª pilar
Estoy contigo Román:
En la casa “romana” no, no celebra (ni celebraría) Jesús la Cena… (Compartida, añado)
NI tampoco camina por sus pasillos “su” Espíritu… ¡Todo lo contrario!
Lo que la habita, es el ego personal de sus príncipes, el miedo tremendo que le tienen a su Mensaje liberador, buscando siempre el bien… de los que allá… no tienen voz ni voto.
Quizá por eso el papa Francisco ha decidido habitar (que no trabajar) fuera de ella, por su propia serenidad interior, por no dar que pensar a las mentes turbulentas… ¡que las hay! por aquellos pasillos.
Ufff… ¡Pues no hay nada que cambiar!
Allí, en su base y centro… algo huele a…
mª pilar
Querido hermano Luisalberto,
me propongo seguir haciendo un poco más de “anatomía de lo inútil”,
Resumes perfectamente en qué ha consistido intelectualmente el movimiento restaurador en algunos de sus puntos más básicos y que secuestró a una parte muy importante “y oficialista” de la Iglesia de muchos de los logros del Concilio.
Con los documentos del Concilio no podemos afirmar que “La Casa Romana” sea la casa donde celebra Jesús la Cena”. ¿No te parece que es una visión muy reduccionista y nos retrotrae a errores del pasado?
La idea, casi obsesiva, esa sensación de asedio a la Iglesia, cuando la Iglesia de Roma se ponía en actitud de defensa frente a la hostilidad del Mundo Moderno, fue lo que llevó a los Padres Conciliares, a romper con el pasado más inmediato en lo pastoral y lo doctrinal.
Conviene que reflexionemos sobre este pasado reciente de la Iglesia, porque estamos volviendo a Juan XXIII, a la generación de obispos como Helder Cámara ( El pacto de las Catacumbas), porque en caso contrario, ese sentido de la obediencia será muy pronto en muchas comunidades un signo de contradicciones y de conflictos personales.
Soplan nuevos aires desde Roma…
A mí, en vez de mirar al pasado, me gusta mirar al futuro, y encontrar un sentido religioso en el mismo.
Por eso prosigo en mi intervención de ayer, en la que se glosaba como la gran complejidad del mundo nos generaba una fuerte frustración y ansiedad. Y esta ansiedad ante la falta de respuestas adecuadas, nos conduce a una querencia muy fuerte hacia integrarnos en estructuras comunitarias que nos faciliten esas respuestas tan necesitadas. Y ese es el gran atractivo de estructuras muy jerárquicas y autoritarias.
La dinámica evolucionista de nuestra especie nos conduce inevitablemente hacia la integración de los individuos humanos en una gran Comunidad de Inteligencias. Pero esta dinámica, no se iniciará en un futuro próximo, sino que ya se inició con la aparición de la especie, y se agudizará y acelerará en un próximo futuro, gracias a las nuevas tecnologías presentes y futuras.
Lo que viene a decir Bar-Yam, es que la complejización del mundo, está acelerando la necesidad presentida inconscientemente por el hombre, de contar con una capacidad superior de proceso inteligente de la cantidad ingente de información para conocer nuestra situación en el Mundo, y por ende nuestro adecuado comportamiento en él.
Y esta fuerte necesidad de disponer de una mayor inteligencia, supone un fuerte impulso hacia nuestra incorporación creativa y fecunda en Organizaciones Comunitarias, llamémoslas Iglesias, Asociaciones o Grupos de Pensamiento.
En el sentido de esta fuerte dinámica social y psicológica, las Iglesias adquieren un fuerte sentido, un gran futuro y su principal razón de ser. Pero para ello necesitan dejar de buscar ser un rebaño de ovejas, para convertirse en una reunión de pastores.
Reconozco que la situación cultural general, hace imposible esta utopía. Y que todavía hay muchas carencias culturales en mucha gente, pero la solución no puede ser “ovejizar” a los miembros cultos y potencialmente creativos, buscando una uniformización total, sino al contrario, lanzarse de lleno y confiadamente en la pluralidad, diversidad dentro de cada Organización, y entre las múltiples organizaciones sociales en que se encuadra la Humanidad entera.
Sé que esto originará un guirigay cultural y religioso, que aumentará la ansiedad psicológica de muchos, pero tenemos que confiar en que en este proceso, gracias a los grandes avances de la tecnología, iremos generando un conocimiento de gestión social y comunitaria, para coordinar e integrar tanta pluralidad y diversidad.
Además de la confianza en nuestra inteligencia de especie, que ya hemos demostrado hasta aquí, los creyentes, creemos en la tutela y la guía del Espíritu, aunque esta sea solo en la forma de estimularnos a que nuestra especie inteligente, sea capaz de demostrar al Universo, que somos eso: inteligentes.
(Quizás haya muchos ojos en el Universo, pendientes de comprobar cómo lo logramos).
Tuve interés por el catecumenado porque pone el punto neurálgico para estos tiempos. Es tan importante en los primeros siglos de la Iglesia, que llega a la fijación de todos sus pormenores en el siglo IV. Después, comienza a decaer paulatinamente hasta casi desaparecer. Durante esos siglos, se acercaron hombres y mujeres y familias enteras a la Iglesia para demandar el Bautismo; se bautizaban reyes y príncipes y les seguían los vasallos. Ahora nos encontramos con un fenómeno inverso: El ambiente cultural que nos invade está impregnado de laicismo, secularismo, y consumismo.
Catequizadas las masas por los medios de difusión, hoy la televisión llega hasta los rincones más pobres de la tierra, las masas se van alejando de lo religioso revelado. Y, como consecuencia de una fe no cultivada, se alejan insensiblemente de la Iglesia. Ayudados por el complejo antirromano que denunciaba el padre Balthasar. No hay que esforzarse mentalmente para comprobar esta realidad, aunque es verdad que en estos momentos de crisis de ideologías que se presentaron como salvadoras del hombre, se está produciendo una mirada y tal vez una vuelta al sentimiento religioso difuso, cuya expresión se observan en las tendencias de la NUEVA ERA.
El Concilio Vaticano II en su Constitución sobre la Sagrada Liturgia número sesenta y cuatro habla de que se restaure el CATECUMENADO de adultos y que éste sea dividido en distintas etapas. El Catecumenado es un instrumento que, bien utilizado, puede ser sumamente provechoso para acometer la nueva evangelización de la Iglesia y, sobre todo, de esos que lentamente se marchan y se alejan. El llamarse NEOCATECUMENADO fácilmente se colige, dado que los que se apartan de la Iglesia en su gran mayoría son personas que fueron bautizadas cuando eran niños pequeños.
Kiko Arguello tomó esta iniciativa de recuperar el Neocatecumenado, porque escucho la voz de Pedro a través del Papa del Concilio Vaticano II. Así vemos cómo Dios se vale de Pedro-Papa.
Hoy esta obediencia hacia el sucesor de Pedro, se ha convertido en una contracorriente. San Juan de Ávila llevaba escrito con rasgos amorosos a Pedro en su corazón en contracorriente a los tiempos en que vivía y en los que se difundían ataques turbulentos (como hicieron con los Papas Benedicto XVI y San Juan PabloII) a la figura de Pedro, Papa. Y así, simplemente como lo sentía profundamente, así lo creía por la fe y brotaba espontáneamente en conversaciones familiares con sus discípulos, más aún, lo dejaba por escrito teniendo como ocasión el Sermón del Jueves Santo: LA IGLESIA ROMANA ES LA CASA DONDE CELEBRA CRISTO LA CENA.”
En relación a la querencia de muchas personas a integrarse bajo el paraguas de una gran Organización, aunque sean conscientes de sus muchos defectos y hasta de sus grandes contradicciones internas, el teórico de la complejidad, Yaneer Bar-Yam, expone lo siguiente:
“El grado de complejidad del individuo, refleja su capacidad de dar respuestas independientes a problemas de condiciones variables. Pero cuando la sociedad humana moderna se vuelve más compleja de lo que lo somos individualmente, comienza a rebasar nuestra capacidad de adaptación. Y constatamos que tenemos un repertorio de respuestas demasiado corto, para amoldarnos bien a las circunstancias cambiantes.
Como resultado, tratamos de simplificar nuestro entorno social, limitando nuestro contacto con él. Y así, nos retiramos a subcomunidades bien delimitadas, y en nuestro conocimiento, nos especializamos en disciplinas restringidas.
Además esta inadecuación a la complejidad global, y la incapacidad de desarrollar un conjunto efectivo de respuestas al entorno, nos lleva a una frustración cada vez más extendida”.
Luisalberto,
supongo que cuando se hiciste miembro de una comunidad neocatecumenal, fue tras un período, quizás corto, quizás largo, pero siempre muy intenso que te conducía a reflexionar profundamente, y posiblemente también dramáticamente, sobre muchos aspectos de tu vida, de la religión que profesaba, de la Iglesia, y sobre todo de la imagen de Dios y de Jesús que te ofrecía esta institución. Vivías en una situación de crítica, que pudo ser despiadada, pero que encontrabas necesaria. Allí cayeron, personas, situaciones e incluso todo lo que conlleva un proceso de conversión personal.
Empezaste a leer los Evangelios y la imagen de Jesús se se presentó de una manera absolutamente nueva, tanto, que te comprometiste con el camino neocatecumenal.
Lo mismo le ocurrió a muchísimos católicos y católicas de mi generación en España, en los años 60 y 70, cuando nos iluminaban las directrices del Concilio. Surgieron muchos movimientos, que no vale la pena enumerar, junto con el protagonizado por Kiko Argúello.
Todo aquello fue posible, porque nos hicimos críticos
Pero como todo se anquilosa ahora se enseña como antiguamente la obediencia, tal que fuera una cuestión de disciplina ( militarmente – míles- soldado cristiano) y no como un ejercicio de responsabilidad ante la propuesta de Jesús, basada en el reconocimiento del Señoría de Dios, nuestro Progenitor, y de su Cristo.
Hemos entrada en un tiempo de gracia, en una nueva primavera dentro de la Iglesia, y los viejos odres ya no nos sirven para nada. Obedece al Espíritu….
Hoy más que nunca hay una actitud de crítica frente a la Iglesia y a la jerarquía, incluso desde dentro de ella. Y dentro de ella hay muchos teólogos, obispos, religiosas, sacerdotes y laicos, que a pesar de esta crítica, no abandonan la iglesia que ellos mismos critican. Esta crítica a la Iglesia, es a veces más o menos objetiva y más o menos injusta, algunas veces, despiadada con respecto al pasado: sobresalen por ejemplo las indulgencias, el poder, el dinero, etc.
Creo que la primera respuesta es que la crítica a la Iglesia, como a cualquier institución, se puede dar incluso es conveniente que se dé. Solamente el calificativo de crítica “despiadada” es lo que hay que matizar.
En general para que una crítica sea realmente digna de un acto religioso interno y que tenga una finalidad constructiva, el que critica tiene que criticarse a sí mismo; es decir, no creerse un santo y que critica desde fuera. Si es cristiano, tiene que sentirse involucrado también en aquello que critica. Él es un responsable de la Iglesia: eso tiene que notarse. Toda crítica en que no se note que el que la hace, está criticándose a su vez, es decir, que se siente responsable, sujeto mismo de la crítica, ciertamente no es una crítica intraeclesial. Puede ser la crítica de un ateo o de un adversario. Desde luego hay cuestiones históricas muy complejas por resolver. Por ejemplo la Inquisición. Yo, en general lo que diría, sin entrar en exámenes históricos es que el cristianismo, la fuerza de la Iglesia, no se mide por los errores que haya cometido. Lo que debe examinarse más bien, es si esos errores fueron en contra de su propio espíritu o no; y si para salir de ellos tiene que arrancar páginas de su escritura o de su doctrina. En este caso fue al revés: para suprimirlos tuvo que volver a sí misma. De allí que aunque objetivamente, se dieron algunos errores en el pasado, ello no dice nada contra el cristianismo, al contrario.
No conozco personalmente a Alberto porque soy del Perú, solo decirle que dentro de las comunidades catecumenales que tienen una experiencia de muchos años en ella, se nos recomienda leer no sólo LAS SENTENCIAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA, sino también: CONSEJOS DE LOS ASCETAS,SABIDURIA DE UN POBRE,CAMINO DE LOS ASCETAS.
Asimismo libros de la colección RAHAMIN. Todo esto gracias al camino neocatec umenal. Hoy más que nunca resulta muy difícil obedecer a nuestros superiores. Veamos lo que se nos dice EN EL CAMINO DE LOS ASCETAS.
“Quizás preguntes: ¿A quién debo obedecer? Y los santos responden: OBEDECE A TUS SUPERIORES. Pero insistes: ¿Quiénes son mis superiores? ¿Dónde encontraré uno, hoy que es tan difícil descubrir un superior autentico? A esto los padres responden: La Iglesia todo lo ha previsto. Desde el tiempo de los apóstoles, ella nos ha dado un maestro que supe a todos los otros y que pueden alcanzarnos en todas partes, sea en las circunstancias que sea. Ya estemos en el campo o en la ciudad, siendo casados o solteros, pobres o ricos, este maestro está siempre con nosotros y nosotros tenemos siempre ocasión de obedecerlo. ¿Quieres conocer su nombre? Es el santo ayuno.
La obediencia derriba muchas barreras. Llegarás a la libertad y a la paz en la medida que tu corazón practique la no-resistencia. Muéstrate obediente y los cercos de espinas caerán ante ti. Con la obediencia destruirás tu orgullo, tu espíritu de contradicción, tu pretendida sabiduría y tu obstinación que te aprisionan en una espesa caparazón. Si te recoges en ella, no podrás encontrar al Dios del amor y de la libertad. Toma, entonces, la costumbre de alegrarte cuando se te presente una ocasión de obedecer.”
Gracias, Román, por tu sinceridad, y por qué no, también por la agudeza de tu análisis.
Creo que el Evangelio es vida, como lo suele expresar Pilar, más que palabras y términos, y esto quizá nos ha confundido, ha creado confusiones, como por ejemplo, lo de dar testimonio, no tanto por lo que contienen en profundidad, sino por el abuso que se ha hecho de ellos. Lo hizo el clero, convencido de ese su camino, la predicación, olvidándose de serlo y vivirlo.
No veo conveniente que los laicos cojamos el testigo de lo que crea y ha creado TANTAS contradicciones y dualidades. Escuchemos, más que hablemos, dando confianza, miremos a los ojos como Jesús, que podamos vernos y reconocernos en los otros, viviéndolo con coherencia, humildad y con muchas dosis de buen humor. ¿O acaso no se aprende más por ósmosis en la convivencia cotidiana y el trato con los demás interactuando, que con el bla, bla, bla ? Amando primero nosotros, no levantando barreras… y … sin que se note… Es a esto, más o menos, a lo que creo apunta Antonio V.
Jesús no hablaba de sí mismo, ni pretendió nunca crear la Iglesia que tenemos, sino con hechos daba confianza al oprimido, al marginado, al enfermo…, intentaba que pudiéramos ver en él, como en un espejo, lo que todos somos y compartimos. “Haz tú lo mismo” decía, si realmente, dejamos que fluya eso que es, el amor, en nosotros.
Y en cuanto el ego religioso, por inercia, se nos cuela a todos, dada la formación religiosa adquirida y con singular arraigo heredada.
Un fuerte abrazo. Y muchas gracias queridos amigos atrieros.
Querida Asun:
Estamos viviendo en España uno de esos momentos cruciales que se pueden identificar no tanto por su dramatismo como por golpes de lucidez que se suceden, como si se despertara de un profundo sueño.
Pero tal cosa sucede en muy diversos niveles y no todo el mundo lo percibe con igual fuerza. Algunas personas echan mano de los mismos esquemas a los que estaban acostumbradas y sobre ellos tratan de construir un nuevo pensamiento, o se piensa que ya ha llegado la hora de resucitar antiguos eslóganes.
En España lo sufrimos a nivel social, político, pero también en lo más profundo de nuestros sentimientos identitarios. Lo cual es válido también como producto de nuestra herencia religiosa profundamente anclada en el catolicismo.
Toda aquellas intervenciones o postulados que no respeten tal situación resultan muy irónicas especialmente porque no respetan, o quieren prescindir de lo más genuinamente espiritual, en ejercicios estériles del intelecto.
Quizá me he excedido en mis exigencias.
Aquí en Atrio el discurso está dominado por personas que o han pertenecido al clero en algún momento de su vida, o siguen ligado de alguna manera, aunque sólo sea por dependencia intelectual, que tienen tan intimamente identificado clero con Iglesia que parecen expresar la necesidad de que la Jerarquía cambie de rumbo, para poder identificarse con la Institución, en la aceptación o el rechazo.
En España todavía persiste la confusión entre Catolicismo y Sociedad Civil que se observa el desenfoque (incluso aquí) de ciertos temas como los que ha suscitado el Sínodo tratando de buscar distinción entre “vicios” y “Derechos”
Personas que se definen como católicas todavía transitan por los caminos de la fe (confesional) sin percatarse de que la espiritualidad está al nivel de la consciencia de todo ser humano, o que no entienden por qué debemos regresar a la Palabra de Dios, dándole a Dios el beneficio de su iniciativa.
La fe cuando no se se testimonia y sólo se argumenta, se mantiene como reflectora del pensamiento ajeno, en abundancia de “opinión”, pero no de vida transformada.
En este contexto, creo que me es permitido hablar de “defensa”, no por razones apologética, sino por la necesidad de purificarnos, de purificar la fe a base del testimonio, como una cuestión de experiencia
Y sobre todo, porque a causa del mandato expreso de Jesús, si somos discìpulos/as de él, debemos comunicar su Evangelio, que es tarea (misión) para la Iglesia, y no para la casta de especialistas que llamamos clero.
Sin embargo, tu reflexión me resulta totalmente válida, pero, sinceramente, no es cuestión de ego religioso, aunque yo lo posea, y todavía no me haya percatado de ello.
Muy bueno esto Román (-“¿Quién le pone límites a la Iglesia? ¿Quién juzga donde están los verdaderos creyentes y dónde no?”), pero si no límites, si orientación para nuestra respuesta a esa pregunta nos la ofrece lo que el Ev. de Juan XII,35, dice tan sencilla y claramente:
-“EN ESTO CONOCERÁN QUE SOIS DISCIPUL*S MI*S, EN QUE OS AMAIS L*S UN*S A LOS OTR*S”-
¿Puede superar esta claridad y sencillez todo el “Tocho” del CIC con sus centenarias normas?
¿Acaso las definiciones dogmáticas pueden librarse de la coherencia absoluta con la sencillez y claridad de estas palabras atribuidas a Jesús y probadas por el conjunto de su TESTIMONIO, MENSAJE y MANDAMIENTO ÚNICO y NUEVO?
Y muy bueno, Asún tu comentario al que me adhiero con mente y corazón.
¡¡¡Gracias Asun, por tus pensamientos!!!
Me siento reflejada en ellos, y me consuela pensar, que dentro de la iglesia… “como pueblo siempre en camino…” no, como institución dirigida desde Roma.
Somos muchas las personas que como nos dice RUMI… volamos libres siempre amparadas por el Hermoso Proyecto de Jesús en nuestras vidas personales, libres, responsables de nuestros actos, decisiones, acciones, entregas, amores… etc.
Nadie es dueño de nada, ni nadie posee la verdad única; tanto la verdad como la libertad, son tan grandes como el mismo universo-mundo del cual me siento partícipe.
Asun y otros compañeros/as, me dais ánimo y os siento muy cerquita.
Un abrazo entrañable y agradecido.
mª pilar
Hola, Román.
Es de agradecer y de gran interés lo que sueles comentar. En la primera parte del comentario, no llego a captar lo que parece, o me parece leer entre líneas, al referirte a ironías.
En cuanto al final de tu aportación, comprendo lo que intentas transmitir y sinceramente sientes, sin embargo, me veo movida a aclarar posibles interpretaciones que, a mi modo de ver, pueden no ayudar a abrir puertas al encuentro con los que no son como nosotros, al no creer o no creer igual. Por una parte dices:
“Defender la Iglesia de Cristo, es defendernos a nosotros mismos como parte de ese colectivo (Pueblo de Dios) donde Dios habita con el Espíritu de Jesús”.
Donde no existe el miedo o el temor a perder algo, no se pone empeño en defender lo que cree suyo, utilizando metáforas que, seguramente, SIN PRETENDERLO, excluye al resto de la humanidad, cuando lo que llamamos Dios, Lo Que Es todo lo penetra, envuelve y abraza en inclusión múltiple y diversa. A todo ser humano conforma y constituye en la Unidad de Lo Que Es, sin separación alguna.
Sin darnos cuenta, a mi modo de ver, el ego religioso puede traicionar eso que es y somos , que nos une y compartimos todos los seres humanos sin adjetivos, ni complementos. Si recordáis bien, Jesús no gustaba de tratamientos ni de alabanzas que ponen énfasis en las separaciones y desigualdades, y que intensifican las vanidades humanas y religiosas. Al contrario, no dejaba de hablar del Reino o Reinado de Dios, un no-lugar abierto ausente de privilegios y hegemonías, en todos los sentidos, de los unos sobre los otros, compartiendo en igualdad eso que es y somos.
¡Qué lejos seguimos estando por haberlo reinterpretado desde una visión y consciencia de los míos, de lo nuestro!
En cuanto a éstas tus palabras tan íntimamente sentidas:
“¿Quién le pone límites a la Iglesia? ¿Quién juzga donde están los verdaderos creyentes y dónde no?”
Por supuesto, creo entender que la consciencia o conciencia personal está más allá o acá de las normas y fronteras. ¡Y qué bien lo hacía ver Jesús!
Y volviendo al post. Los límites los ponen y han venido poniendo las Eminencias de la Institución, y en su hacer y deshacer, por tantas y tantas pruebas discriminatorias testimoniales, personales, colectivas e históricas, muy poco hay que se parezca al Reino o Reinado de Dios, en el que se vivía Jesús con plena coherencia en hechos y palabras. Y sólo en alguna ocasión extraordinaria, si no recuerdo mal, hizo silencio, pero nunca calló ante la injusticia y el abuso.
Desafortunadamente hemos venido mimetizando un modo de vida dual y la razón de la fuerza de las Eminencias, la condena gratuita a los que son diferentes y no piensan como nosotros en la vida cotidiana: familiar, laboral, política y social…La sabiduría y profundidad del desierto se renueva en el día a día, fuera de él, en el mundo, en la convivencia diaria, con los que tenemos cerca y menos cerca.
Lo que intento y quiero decir es que, ante todo lo que nos va trayendo y ofreciendo la vida, no nos auto- pongamos vendas, ni seamos sumisos, olvidando eso que compartimos, al revés, siempre bien alertas en actitud de acogida, de modo intrapersonal e interpersonal, para descubrirnos en los otros y ser coherentes desde la Consciencia transpersonal en la que todo es y somos.
Muchas gracias, Román, por tu paciencia y por estar aquí.
Las ironías bien construidas textualmente, puedan que sean muy apreciadas y celebradas en otros muchos círculos del pensamiento,
pero aquí que entretejemos nuestras vidas con aperturas de la mente y del corazón, y nos sometemos a la vulnerabilidad de los juicios ajenos,
buscamos una comunión donde hacer explícito nuestro respeto por las otras personas.
podemos fallar, y equivocarnos en los juicios de la mente,
pero acertamos en la celebración de la vida.
La Iglesia de Cristo es una realidad que trasciende a las meras instituciones humanas ( creaciones con mucho aporte, 100×100 culturales) Defender la Iglesia de Cristo, es defendernos a nosotros mismos como parte de ese colectivo (Pueblo de Dios) donde Dios habita con el Espíritu de Jesús.
¿Quién le pone límites a la Iglesia? ¿Quién juzga donde están los verdaderos creyentes y dónde no?
Es que digo como días pasados: qué buen artículo de Alberto y qué buenas intervenciones. ¡Sois ángeles, caracoles! Es que desde el mismo título “Anatomía de lo inútil” ¡Fantástico! Luego vienen los apartados nº 2 y 4, que son claves de esa inutilidad; sobre todo el 2 y como colofón el testimonio de los padres del desierto. Es que te quedas colgado ante tantísima evidencia. Y para colmo Rodrigo me dice lo que se cuenta del obispo Antonio. ¡Me habéis dejado positivamente biquiabierto! ¡Bravos todos!
Viejo como soy, reconozco mi dificultad para dar de lado a la Iglesia (institucional o no tanto). En ella, y de mis padres, aprendí a conocer y a amar a Jesús de Nazaret, lo cual ha sido, y es, una fuente permanente de felicidad para mi que jamás me ha defraudado. Estoy cierto que solo en el silencio es posible acercarse al Gran Silencio que lo envuelve todo y por ahí entiendo el paradigma nuevo que unos y otros señalais. Seguro. Pero Jesús no es silencio, ni grande ni pequeño. Es vida ejercida en el tiempo y a seguir cada dia y por tanto con peso en el espesor de la realidad que decia el inolvidable Fernando Urbina, también recriado en Los Alcazares como un servidor. Y en el espesor de esa realidad estamos los cristianos, mas o menos agrupados de cerca o de lejos en la Iglesia. Asi que siendo como soy libre y practicando como siempre que he podido y puedo, la libertad de pensamiento, fe, palabra y acción, tengo madre – la Iglesia – y me siento hijo de ella, de ese grupo que camina por los siglos mal, muy mal, rematadamente mal, lejísimos del Rabbuni pero mostrando el camino de seguir a Jesucristo y reconocerlo cada tarde al entrar en la posada y echarlo en falta porque atardece. Asi que, lo siento, pero en ella estoy. Libre, pero en ella.
Muchas gracias, Isidoro. Felicidades a ti y a todas las personas que estamos aquí.
La red la formamos entre todos, tanto los nudos como los huecos la entretejen los hilos conectores. ¡Y qué sencillo es, cuando nos dejamos llevar!
Un abrazo.
Hay algo en nuestras reflexiones y prácticas que deberíamos tener siempre muy presente, la condición de SUJETOS y las circunstancias en que ese SUJETO va concretando sus actiyudes y comportamientos.
De ello, como en las conducciones de agua, se entrelazan las siguientes consecuencia a partir del manantial del que brota agua limpia e incontaminada:
Si las tuberías son limpias y no contaminantes, el agua llega al vaso tal y como sale del manantial potable y rica.
Si las tuberías o acequias la van conduciendo por situaciones contaminantes, el resultado es de cloaca mortal , que incluso actúa sobre los acuíferos de los que parten otros manantiales generalizándose la contaminación.
En el plano personal hay que saber distinguir lo que corresponde al SUJETO y lo que él sufre como resultado de su pequeña libertad de opción y lo que de ál parte como condicionamiento de las CIRCUNSTANCIAS en las que se desenvuelve, ya desde su primera infancia.
El testimonio de Jesús con relación a estos dos elementos que tan implicados quedan en las vivencias humanas es clarísimo a la hora de señalar fines y causas bajo el prima de la responsabilidad y la tarea de lograr el justo resultado de la humanización de la Humanidad.
Se comprometió hasta rl máximo de ser condenado como blasfemo y revolucionario a morir en cruz por salvar la esencia del SUJETO PERSONAL expresando el “PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN” relacionándolo a la consecuencia del rechazo criminal de sus acusadores y jueces.
Pero llegó a ese extremo comprometiéndose en la DENUNCIA de toda mala estructuración socio religiosa y toda complicidad con ella, fuera consciente, o no.
Lo referente a la estructuración, lo dejó claro en poner EL SABADO al servicio de la HUMANIDAD y proclamar el mayor desprestigio al PODER IDOLATRICO de cualquier condición, con su testimonio vital y declarando que la UNICA PATERNIDAD UIVERSAL era la del PADRE CELESTIAL.
Creo que en estas coordenadas es donde tenemos que establecer las actitudes más radicales de crítica y compasión para nosotros mismos y para con todos los demás, avanzando sobre los dos rieles de NO JUZGUEIS Y NO SEREIS JUZGADOS y de NO COMPLICIDAD y DENUNCIA COMPROMETIDA contra EL ARBOL del IDOLÁTRICO PODER ,cuando percibamos, por alguno de sus frutos, su pésima condición y su dañina influencia.
Resumiendo:- TAN CRIMINAL ES MATAR, COMO DEJAR MORIR POR OMISIÓN o COMPLICIDAD CULPABLE.
Perdón por la insistencia. Me he quedado muy corto. No solo estoy de acuerdo con el comentario de Asun. Es que es el mejor comentario que he leído en el tiempo que llevo aquí. Y cosas así, son lo que te dan ganas de seguir adelante. ¡Felicidades!
Concuerdo plenamente con Asun en este asunto. Hay muchos afanes que como dice Capodevilla, “no huelen a café sino a cafetera”. ¡Aspiremos el gran olor del buen café!
Hay una frase que situé en el frontispicio de algún sitio, de Vicente Verdú, que dice:
“Lo peor del momento presente es la larga y penosa espera que requiere su actual y profunda metamorfosis. Y el que quiera morir respirando naftalina, que así sea”.
Gracias a Alberto y a Rodrigo. Y con el permiso del equipo Atrio, pego aquí también el comentario anterior.
Tras leer todos los comentarios sobre las primeras impresiones del Sínodo, y con profundo respeto a quienes no comparten este anhelo que me resisto a silenciar, me sigo preguntando, ¿Vale la pena seguir sosteniendo el aparato institucional que ha ido construyendo la Iglesia que tenemos, hablando de él sin parar tratando de poner verdad y esperanza en unas u otras tendencias?
“Nada se va hasta que nos haya enseñado lo que necesitamos saber” PEMA CHÖDRÖN
Creo que cuanto más traspasaron nuestro espacio personal de consciencia, más dependencia han creado para hablar sin fin y darle vueltas y más vueltas a lo mismo, a lo de siempre, en uno u otro sentido. ¿Pero cuándo vamos a aprender a liberarnos de esta adicción y salir de este larguísimo impasse? ¿Intervendría Jesús en todo este lío o se desentendería por completo?
“Somos diversas manifestaciones de una única consciencia divina, como gotas de un gran y profundo océano”. CAMINO AL DESPERTAR.
“No se sabe de la consciencia definiéndola, se sabe de la consciencia siéndola” SATYAPREM
La coherencia y sencillez de Jesús debiera bastarnos para ver en él eso que es y nos une a todas las personas en la vida en convivencia del día a día, a pesar de las múltiples diferencias, y distintos niveles de consciencia.
“¡Has escapado de la jaula,
Tus alas ya son grandes…
Ahora vuela corazón!” RUMI
¡Cuántos seres humanos pasando necesidades en todo el mundo por no ser considerados, incapaces de reconocernos en ellos y, mientras tanto, la eminencia institucionalizada sigue actuando de modo dual, mirándose el ombligo, haciéndonos echar a perder la esencia de la vida, poder disfrutar de ella en todos los sentidos!
“El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado: así que el hombre es señor también del sábado” JESÚS EN MARCOS 2,27-28.
“No es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma” JIDDU CRISHNAMURTI
El nuevo paradigma nos muestra sabiduría en todos los rincones del océano que somos, y afortunadamente nos abre y va llevando en otra dirección para educar la interioridad en los niños de manera sencilla, por ejemplo:
http://www.otsiera.com
Y termino con la plena confianza de que aprendamos a vivir viviéndonos y sintiéndonos desde el otro: DAR UN ABRAZO, ES RECARGARNOS EL CORAZÓN CON LOS LATIDOS DEL OTRO.
Hola Alberto
Concuerdo contigo, salvo un matiz: todavía hay muchas personas que sí le hacen caso al CIC y al magisterio vaticano, lo que les causa enorme dolor.
Si no existiera ese dolor, yo no perdería el tiempo ni con el sínodo ni con la teología ni con la praxis institucional católicas. Pero como existe ese dolor, y yo lo atestiguo en personas reales a quienes conozco, no puedo permanecer indiferente y me involucro.
Pues para mí no se trata de conocimiento por el conocimiento, ni la discusión por la discusión. En el éxito o fracaso de los movimientos renovadores dentro del catolicismo se juega el sufrimiento de muchas personas… y toda persona sufriente es mi familia.
Me ha gustado la referencia a los padres (Y MADRES!!!!) del desierto. En mi costalito espiritual cargo muchas de sus palabras. Si tan sólo las personas católicas conociera su propia tradición previa a TRENTO!!!
Recuerdo una anécdota de San Antonio. Siendo obispo, unos ancianos le llevaron a una niña-adolescente embarazada, “para que le impusiera una penitencia por su pecado” (no estaba casada). Antonio la miró con ternura y haciéndo la señal de la cruz sobre el abultado vientre, le bendijo. Los ancianos se indignaron y exigieron la imposición de penitencia. Antonio les contestó: “qué puedo hacer, hermanos? Temo que esta niña muera en el parto y no tenga recursos ni para ser enterrada”. Dicho éso, ordenó que se le entregaran varias sábanas, y la despidió en paz.
Abrazos y esperanzas, desde esta inabarcable fosa común que es hoy México