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Un domingo de Pentecostés.

RománHace casi diez años, corría el 2.005,   en Roma era un momento de recambio  tras el fallecimiento de Juan Pablo II; yo me encontraba accidentalmente en Griñón, un pueblo del sur de Madrid, a causa de mi trabajo en la construcción

Entré en la Iglesia de las clarisas ya empezada la misa. Como de costumbre el pequeño templo estaba lleno por un grupo silencioso que atendía a las lecturas acompañadas de los cantos del coro de monjas. En los pueblos la piedad se manifiesta así, en el recogimiento de los fieles, que se identifica con la actitud de adoración, y en el momento central de la misa permanecen de rodilla en un silencio imperturbable que se quiebra con las respuestas rutinarias al ritual.

La homilía es un momento único que da lugar a la improvisación del cura, ante los oídos atentos. Pero esta férrea rutina lo consume todo; hasta el oficiante se deja arrastrar por ella. Y así su voz suena a discurso solitario, suspiro de lo que debería ser. Resultaba difícil en tales circunstancias percibir algún soplo del Espíritu…

“Aprendíamos desde niño que Dios es una Trinidad. La persona del Espíritu Santo es la menos comprendida, y casi olvidada…Sin  embargo es Él quien pilota la nave de la Iglesia… Esa figura de paloma que es objeto de nuestra imaginación habita en nosotros desde el  momento de nuestro bautismo… Si amáramos de verdad, pues el amor es el don del Espíritu, nuestra convivencia en la comunidad (porque somos una comunidad…) sería muy distinta, sería un hecho notable que los demás reconocerían…El Espíritu Santo nos llena con sus dones…los llamamos carismas… y no tienen que ser todos extraordinarios, porque carisma es todo don puesto al servicio de los demás…Reconozcamos estos carismas…la persona que tiene buena voz (No sé si lo decía por las voces cascadas y avejentadas  que salían del claustro con sus cantos) , la madre que cuida a su familia… todos son carismas…”

Esperé  que el oficiante hubiese entrado en la sacristía para salir yo a mi vez del templo. Varias personas habían ido saliendo tras la bendición final en medio del canto de monjas. Me detengo en la acera. Griñón es un pueblo pequeño y  los forasteros como yo somos reconocidos a primera vista. Todo el mundo sale con prisas, se cruzan saludos y adioses, y con sus pensamientos cerrados vuelven a sus quehaceres. El silencio contagioso de la ceremonia les acompañará hasta sus casas.

Sentí una profunda tristeza que no me abandonaría todo ese día.

Ahora ya hace cincuenta años desde el último Concilio en este mundo tan distinto y al mismo tiempo tan igual que entonces. Cabe la pregunta: ¿Dónde está el Espíritu Santo?

Leí una vez en un devocionario sobre el “ministerio de las flores”. Por toda la tierra las flores cubren y alfombran los paisajes, pero éstas sólo abren sus pétalos ante la incitación de los rayos del sol. Un esfuerzo humano para abrirlas tan sólo arruinaría los pétalos. Todos los acontecimientos de estos cincuenta años conciliares, sus resultados, han sido valorados como el esfuerzo, el fruto y la cosecha del quehacer humano, aunque en muchas de estas cosas en que han intervenido tanto los muchos movimientos e iniciativas eclesiales de diversos signos, como la Iglesia jerárquica desde Roma y sus conferencias episcopales, lo hayamos impuesto como un imperativo del mandato divino salido de la persona de Jesús. Este mundo, precisamente, tiene un andar errático, autodestructivo con frecuencia, incluso cuando se eleva anunciándose obedecer las coordenadas trazadas por el camino del progreso. No todo crecimiento es consecuente con un impulso vital.

El Espíritu Santo es un aliento de vida que da contenido y sentido a nuestra propia existencia humana y a la existencia de un Dios paciente que aguarda al ser humano al final de su camino.

Es un lugar común que siempre que se menciona el Espíritu Santo desde los púlpitos exista la obligación de hablar de una Santísima Trinidad. No sucede lo mismo cuando se habla de Dios, el Padre o Yahvé, y tanto menos de Jesús. Al Espíritu lo tenemos encapsulado en un discurrir ideológico revestido de teología, lo abordamos desde el raciocinio y la abstracción. Esta explicación “trinitaria” la hacemos siempre por la vía analógica en una carencia de referentes culturales. Y así pasamos en el discurso a señalar que  el Espíritu Santo es el gran desconocido o ignorado.

Y así, en ese contexto, cuando solicitamos desde el púlpito que se venere al Espíritu Santo, es como si pidiéramos que añadamos una devoción más a nuestras espiritualidades particulares, tan llenas de devociones hacia una nube de intermediarios.

Ese vacío que deja el Espíritu Santo en la mentalidad popular de católicos y católicas lo ocupa el culto a la Virgen María. Para las personas corrientes resulta una trinidad más simple: Dios, que es Padre, tiene a Jesucristo, su Hijo Divino, quien estaba en Dios antes de ser concebido en el vientre humano de María. Si María es la madre de Jesús, y éste es Dios, María es la madre de Dios y merecedora, por tanto, de todo nuestro culto y veneración, la  más idónea intermediaria nuestra ante la divinidad.

Es de suponer que el Catolicismo llamado carismático, según va profundizando en conocimiento y en una experiencia más perfecta del Espíritu Santo, encontrará series dificultades para armonizar esta experiencia y sus vivencias con las devociones marianas tradicionales y, en definitiva, con los dogmas que sin ninguna base bíblica, apoyadas en el Magisterio hacen de María un ser cuasi-divino.

Por otro lado, debemos despejar los impedimentos para la plena comprensión de la Iglesia como Misterio de Dios, como una realidad trascendente, creación divina, algo recibido y no construido mediante una institución organizada. No tiene sentido, pues, que pensemos en el Espíritu Santo como quien gobierna y dirige a la Iglesia si no poseemos una idea clara y vivificadora de la Iglesia, vista como Pueblo de Dios, porque la primera conclusión equivocada sería considerar que la institución es la que nos constituye en creyentes.

Con esta perspectiva alcanzamos a comprender la verdadera naturaleza de los dones espirituales, producidos de forma directa en las personas creyentes y que se orientan a la edificación del Cuerpo de Cristo.

38 comentarios

  • Juanel

     
    Santiago, yo no quiero ser un místico, ni seguir la ruta que marcan Juan de la Cruz, Teresa de Ávila, Ignacio de Loyola,…… No quiero retirarme del mundo desprendido de él como todos proponen, dedicado a la contemplación y experimentación de intensos amores divinos. La oración es sólo un medio, nunca la he considerado un fin, (que es posible pueda llevar a una intensa relación con Dios que algunos califican de unión o matrimonio espiritual). Mi interés y empeño es situarme en la dirección de la Plenitud Humana, el “Reino de Dios” que marca el Proyecto de Vida de Jesús de Nazaret. Tengo claro que esto no puede hacerse por vía contemplativa. No puedo hacerlo solo encerrado en mi estudio, degustando y contemplando con extremo gozo a mi Dios o lo que es peor una imagen distorsionada suya aunque me parezca sublime. La Plenitud es cosa de todos, por lo que se construye junto con los demás sin exclusiones. Luchando por la causa de la justicia, la paz, la libertad, ….., practicando el amor y el perdón entre todos. Para esto no es necesaria la oración ni siquiera la fe religiosa, aunque sí la fe en la humanidad y su futuro, y tener el suficiente coraje o empoderamiento para afrontar los problemas y buscar soluciones.
     
     
    En mi caso personal es que para persistir en mi interés y empeño en situarme en la dirección de la Plenitud, necesito la oración y con ella la práctica religiosa, si las pierdo no es sólo que pierdo el interés es que me voy en dirección contraria, me vuelvo orgulloso y egoísta, me domina el mal humor y me vuelvo intratable, cerrado en mí mismo y los míos lo humano me resulta indiferente. Necesito persistir como sea en la oración. Que en el momento en que vuelva el profundo abatimiento, soledad, abandono,…, no lo deje, sino que encadenado a mi sillón continúe como sea, pues conozco las consecuencias y sabiendo en el fondo que si me agarro bien a él, tarde o temprano el mal trance pasará. ¿es esto lo que me dices? ¿verdad? Quizás como dice también MªPilar puedo pensar que es sano el saber controlar todas las situaciones y si lo consigo obtendré como fruto una mayor fortaleza.

  • Santiago

    Por supuesto, Juanel, que he abandonado la oración muchas veces…ya que el discurso no me aclara el sentido y  me resulta monótono….Por lo que yo he leído de los místicos lo que describes  es el proceso “normal” de la vida de oración que empieza por ser vocal y despues ya es contemplativa….Cuando se contempla ya sobran las palabras….De la meditación pues se pasa a la oración afectiva…..pero despues de la aridez…..entonces la oración pasa de ser activa a ser meramente pasiva….hay un profundo silencio en la quietud del espíritu, un oír, y un entender hasta llegar a la serenidad completa…Claro que no todos llegamos…..pero este es el camino al que todos, absolutamente todos los humanos, estamos llamados…Y en este caso nuestra intención es “estar”…lo demás ya no
     nos pertenece….va por otro lugar y por otros medios…..mas que actuar, es recibir….

    Lo que pasa ES que es la mayoría de los humanos estamos demasiado ocupados para oír esta voz.  La desechamos y la
     ahogamos con nuestra ansia desmedida de gozar  …no tenemos tiempo de sentarnos para la oración y para la
     reflexion,. aunque la necesitemos….El mundo está demasiado agitado y convulso…Trata de ignorar el verdadero
     sentido de la existencia….Entierra esta voz que llama…esta luz interior que S. Juan dice que es la “que ilumina a toda
     persona que viene a este mundo” (Io. 1,9) pero la voz siempre está ahí..la invitación siempre está presente en lo mas
     profundo del espíritu….pues nuestra vida es fundamentalmente espiritual

    Yo sinceramente creo, Juanel, que esta  oración seca es la  mas agradable ante los ojos de Dios ….puesto que supone el querer amar….el querer imitar a Jesus….y tambien supone un esfuerzo para acercarnos….y un deseo de ser mejor persona..y un camino que orienta el ser hacia su ultimo fin que reside en esa plenitud total….No hay aquí fantasias de la imaginación, ni lugar para el engaño o la invención, tampoco hay espacio para el orgullo…
    Esa oración no nos hace perder la brújula que señala nuestro verdadero norte…sino que nos orienta hacia la verdad que es EL..ya que ella no depende de los cambios humanos en los sentimientos….sino que va mucho mas abajo donde se encuentra la esencia de la facultad de la voluntad…que es la que regula nuestras acciones….y nos dirige
     acertadamente hacia la meta.

    Gracias por la confianza de regalarnos con tu correo personal….Mi escaso tiempo me impide acercarme mas a vosotros….pero estoy con vosotros participando de esta communion en esta fase de la oración….Y no estoy perplejo, sino que por el contrario se que NO estamos desorientados….Creo que este diálogo con Jesús existe….y es el mas importante de todos….porque  es el mas real y el mas anténtico.

    Un abrazo    de Santiago Hernández.  

  • Juanel

     
    Gracias MªPilar por tu ofrecimiento de e-mail. Por ahora no lo necesito, no necesito contar mis debilidades, fallos….. confesar pecados. Es verdad que hace mucha falta buenos confesores y no tengo ninguna duda de que tú serías excelente al menos para mí. Cuando requiero confesión es cuando regreso a él después de haber dado el portazo, de las “vacaciones de Dios”. Ahora estoy en horas altas, hablo apasionadamente de mi Dios-Jesús y esto sólo lo hago cuando estoy en la brecha.
     
     
    Es una gozada leer lo que dices de tu tiempo de oración. Lo compartimos. Lo normal en mí en ese tiempo de oración es comportarme de modo similar a como lo hago con mi mujer cuando estamos sin hacer nada, juntos, hablando. Nos contamos de todo. Por supuesto no tiene nada que ver con un examen de conciencia, tampoco lo hago con Jesús, sino que hablamos de las cosas cotidianas, de las personas que conocemos, del entorno, de nosotros….. Pero una vez la conversación se detiene y nos miramos, “nos miramos a los ojos” sabiendo que es ¡tanto lo que compartimos! (son más de 40 años de vida común), simplemente es una gozada. Pero a veces con cierta frecuencia sucede la “magia”, un abandono amoroso-confianza compartida, sabiéndolo en silencio, que nos hace vibrar a ambos en armonía, en paz, en dulzura, en amor…. Y esto también a veces me sucede en la intimidad de mi estudio en el tiempo de oración con Jesús. Es lo que llamo regalitos de la oración. Pero esto no es lo que busco en la oración simplemente sucede a veces. Lo que busco en la oración es la conciencia de estar con Jesús, acompañado con mi amigo al que tanto quiero. El saberlo me da la energía suficiente para la rutina del día a día y para afrontar los problemas cuando aparecen.
     
     
    Es verdad que el problema del que estoy hablando estos días empieza por que dejo de “sentir” que Jesús está conmigo acompañándome. Como dice Santiago en palabras de Teresa de Ávila “no ora el sentimiento sino la voluntad”. Si fuese una cosa sólo del sentimiento quizás podría intentar controlarlo y así lo hago. No pasa nada, me digo, aunque no lo sienta sé que está. Yo sigo en oración, más seca, más difícil, pero sigo. A partir de aquí de tiempo en tiempo comienza la tragedia, aparece la duda acompañada de contradicción, algo así como ¿sabes que estás perdiendo el tiempo? ¿para qué te sirve estar sentado sin hacer nada? sabes que de este modo no te cargarás de energía ¿para qué lo haces? Y por último, estás sólo ¿lo sabes? Y la soledad se apodera de mí. Siempre ha sido así, se me vuelve entonces la oración insoportable y abandono. No he acertado a romper el proceso. Quizás ahora que me he atrevido a contarlo sea de gran ayuda para la próxima vez. No es lo mismo contar los problemas que guardarlos en el interior como un quiste infeccioso.
     
     
    MªPilar, Santiago, me atrevería a preguntarles ¿no habéis abandonado alguna vez la oración por que les ha resultado insoportable? Y si fuese así ¿su causa se perece en algo a lo que me ocurre a mí? Lo pregunto por que todo esto que me supera me hace sentir como un bicho raro. Claro bien sé que las personas somos distintas, individualmente diferentes, pero quizás me ayude compartir experiencias similares aunque no sean iguales.
     
    ¡Ah! Por si acaso como ha hecho MªPilar y se trata de cosas poco apropiadas para un foro abierto como Atrio, pues también les dejo mi correo
     
    camijorel@gmail.com ( a veces falla esta cuenta, probar con la otra jorgejuanel@gmail.com)
     
    Un saludo cariñoso.
     

  • Santiago

    No hay duda que estás en el camino correcto, querido hermano Juanel..Dios solamente pide y ve el corazón…Lo demas corresponde entonces a Su ayuda y a nuestra cooperación a ella, minima o máxima..
    Por otro lado,no es necesario sentir….pues tanto ES gracia  la consolación spiritual, como la desolación..  En ambas experiencias está presente la inmanencia divina….A nosotros nos cuesta muy cuesta arriba el camino oscuro de la desolación pero Iñigo de Loyola nos recuerda que cuando estemos en la “desolación” y el “desconsuelo” pensemos que vendrá un tiempo mejor donde el Señor nos dará un poco de consuelo, de alguna manera se nos hará de nuevo “presente”  

    Todo es gracia…..La vida spiritual reside y tiene su fuerza en la voluntad….Es esta la que persevera…..El mismo Cristo experimentó este aparente abandono de su Padre..cuando el cargó sobre si todos nuestros pecados…pero su voluntad humana permaneció unida- en el querer , en el deseo- a la voluntad de su Padre…que permitió toda aquella barbarie por un bien superior….que era la Redención…

    Por tanto, en la etapa de la vida que estamos tu y yo viviendo, pasados ya todos los momentos mas activos de nuestra existencia, estamos ahora ya preparados para recibir y para ofrecernos cada día con nuestra vida a lo que el Señor
     permita…No sabemos con certeza adonde nos va a conducir….Si sabemos que El es amor, y que existe amor, y que el
     amor misteriosamente nos rodea en medio de graves sufrimientos….por tanto este amor es trascendente…nos va a
     acompañar hasta el final de nuestras vidas….Teresa de Avila, la doctora mística, en medio de graves tribulaciones físicas, materiales y espirituales repetía que “la paciencia todo lo alcanza”….Por tanto, esta virtud es necesaria para sostenernos en medio de las dificultades que conlleva la vida diaria….Pidamos en este día del amor misericordioso triuno que se nos conceda la paciencia y la fortaleza para que podamos vencer y derrotar al enemigo que nos tienta con el desaliento…como a otros los incitará a las drogas, al alcohol, al crimen, al robo….puesto que cada cual es tentado por el lado mas debil…siempre hay un “punto flaco”….pero siempre nuestro enemigo trata de quitarnos lo mas preciado que existe en nosotros, a saber: el gozo spiritual.

    No permitamos, pues, que esto suceda. Y no es necesaria la oración “explícita” y “visible” y “consciente”. Tenemos que
     continuar el camino aunque a veces se torne arduo…Lo importante es que nuestro corazón quiere llegar…Lo demás se nos dará por añadidura….Estamos contigo en la oración y en el afecto….Todo pasa…y todo llega a su debido tiempo….El tiempo tal vez no es el “mío” pero lo importante es el resultado final…Es al final cuando al fin veremos con claridad…

    Un abrazo de Santiago Hernández

  • m. pilar

    Hola Juanel:

    Solo una cosita respecto a la oración.

    Muchas personas  hemos aprendido los caminos  más conocidos sobre la oración; te hablo desde mi experiencia personal; y a lo largo de los años ha variado tanto, como mi propia madurez y sentido interior.

    Desde hace unos años, mis ratos de “interioridad”-necesidad de silencio-entrar en contacto con mi yo cuando algo compruebo no va bien-buscando paz, armonía, serenidad-agradecimiento por tanto recibido-agradecimiento por el gozo que todo la creación me trasmite-agradecer el sumo gozo, que los dones de otras personas me regalan cada día: la música, la danza, la lectura, la contemplación de la hermosa naturaleza.

    A veces me conmueven de tal manera, que todo mi ser parece que se eleva de gozo, se estremece  toda mi entraña, hasta sentir placer, entusiasmo y gratitud, por cuanto  seres humanos en todas las materias me han regalado con sus obras magníficas.

    Según mi persona va madurando, creciendo en  conocimiento personal y de cuanto acaece a mí alrededor… ha cambiado la mirada, el leguaje, la manera de seguir el camino elegido, los amores que me acompañan, la opción de vida elegido, el seguimiento de un proyecto concreto.

    Todo va cambiando según la persona crece y madura; sus necesidades son diferentes, incluso la manera de ver y vivir aquello que llamamos religión… palabra muy deteriorada, al haberle dado la importancia y trascendencia divina; eso rompe todos nuestros esquemas; si hay algo divino, no será aquí y ahora, donde podemos ponernos en contacto con ello.

    Nuestro camino es real, humano, y su final también; puedo sentir una fuerza que me atrae, me llama, se hace piedra angular de mí vivir… lo esencial es, no perder pie… en la tierra.
    Si algo hubiere  “divino” solo lo podremos percibir, volviendo a los brazos de nuestros inicios y completando así en ciclo de la creación.

    Eso no disminuye para nada el amor al hermoso Proyecto de Vida que Jesús nos dejó, al contrario, nos hace parte de él.

    Busca ese camino, que no te rompa el amor que sientes por Jesús, aquel que comprendió como nadie, ser parte de un todo al que llamó Abba “papaíto” y que para llegar a hacer su reino posible… hay que vivir de una determinada manera… desde sus Palabras.

    ¡No adulteradas! Para eso es necesario, más que leer… ¡¡¡Escucharlas!!! Y sacar la verdadera esencia que en ellas se encierra.

    Busca tu camino de oración como-escucha-contemplación-silencio interior-abandono amoroso-confianza de que siempre está, que nunca deja de acompañarte, amarte, fortalecerte.

    ¿Recuerdas esa pequeña “historia” de un hombre (o mujer) con Jesús porque en los momentos más duros, le había dejado solo; él le decía:  “Señor siempre has caminado junto a mí, y al volver mis ojos atrás,   veía las huellas de los dos; pero vino el dolor la lucha… y al volver mis ojos, solo pude ver una huella… me habías dejado solo…”
    Jesús le responde: “Esas huellas eran las mías, cuando te cogí en brazos, porque ya no podías caminar”

    Si te convences a ti mismo, de que no está o te falla… le cierras las puertas, Él nunca obliga… siempre está.

    Un abrazo entrañable.

    mª pilar

  • m. pilar

    Estimado Juanel:

    Estás en mi pensamiento y mi corazón… no llevo bien, sentir que alguna persona “sufre-siente dolor por alguna causa”.

    Te ofrezco mi correo personal… solo si puede interesarte; no voy a darte consejos… ¡no soy quien! pero compartir es bueno, hablar, es bueno, conocer otras maneras de caminar, es bueno…

    Con toda paz lo utilizas si te apetece y lo compartes con tu esposa, o lo borras sin más complicaciones.

    pitrusca@yahoo.es

    Un abrazo entrañable.

    mª pilar

  • Juanel

     
    Hubo un largo tiempo en que la oración, quiero decir la reserva de un tiempo diario de oración, me funcionaba la mar de bien, reforzaba mi fe y me cargaba de energía para afrontar los asuntos del día a día. Lo consideraba un medio eficaz para relacionarme con mi Dios-Jesús y seguirlo, creciendo en la práctica del amor a Dios y sobre todo al prójimo amigo o enemigo. La cosa iba sobre ruedas hasta que hace ya bastantes años los ejes se torcieron y la oración sólo me funcionaba a intervalos entre largos periodos conflictivos. La solución era fácil, como la oración a fin de cuentas es un medio y si ese medio no funciona bien, pues lo lógico es dejarlo. Lo malo es que al dejar la oración lo pierdo todo, todo lo religioso que en mí ocupa un sector importante (seguramente tengo muchas neuronas ocupadas en ello por mi constante preocupación, interés y esfuerzo). La pérdida de lo religioso lo llamo con un poco de guasa vacaciones de Dios, por que sé que tarde o temprano volveré a él. Quizás mi estructura digamos mental necesita esos periodos de descanso, pero es que no son serenos, tranquilos, sino explosivos cabreado con Dios, que interfiere no solo con la práctica religiosa (Misa….) sino también llega a aspectos morales. Con los años se va reduciendo el nivel de cabreo y me digo que debo tener paciencia conmigo pues quizás termine por desparecer del todo.
     
     
    Estas experiencias mías de oración, místicas podría decir, no son para mí medida de santidad, es decir, de cercanía de Dios. La oración no es más que un medio. Tengo claro que la medida de santidad es el amor, el darse, entregarse a la causa de la justicia que es la causa de Jesús. Seguir a Jesús es cumplir o practicar sus mandamientos, tal como dices Santiago, que se resumen en el amor a Dios y a los hermanos, amigos o enemigos. ¿Por qué entonces me complico las cosas? ¿No es la vida misma la mejor oración? Si pudiese hacerlo….. pero es que en mí sin oración explícita, la vida se me escapa, huye justo en la dirección contraria.
     
     
    No sé por qué razón he contado todas estas intimidades. Al releerlas siento algo de vergüenza al abrir mi “corazón” de este modo. Será por que al escribir en la intimidad de mi estudio, puedo descargar mis preocupaciones y problemas religiosos sin cortarme por la presencia de alguien. Cara a cara no se me hubiese ocurrido contar nada de esto, exceptuando a mi mujer que lo sabe todo de mí. Les pido perdón a tod@s los compañer@s de Atrio por la paliza, por meterme en asuntos tan personales.

  • Santiago

    Juanel,   no puedes sentirte solo….Yo he experimentado -y experimento- como tu, sequedad y aridez..alejamiento y silencio de Dios….Por eso quizas me sentí inspirado al transcribir esos versos de Juan de la Cruz, el llamado “doctor de la nada”…El captó bien el significado de la noche del espíritu…pues en realidad es una “noche” que nos conduce a la “luz del amanecer”….Señal de madurez es cuando ya vamos por la vida guiados simplemente por la pura fe que reside -no en la superficie- sino en lo profundo del espíritu….Por eso el decía:” ¿Adónde te escondiste…y me dejaste con gemido?  Como el siervo huiste, habiéndome herido; salí tras de ti clamando, y eras ido”…Y SIN EMBARGO:
    “En la noche dichosa
    en secreto, que nadie me veía,
    ni yo miraba cosa,
    sin otra luz y guía
    sino la que en el corazón ardía”

    Por otro lado, básicamente coincidimos en nuestra fe….y has dicho mas o menos lo mismo que yo pero con diferentes palabras….y aun que la filosofía quiera renunciar a Dios, siempre va a desembocar en El que es la fuente de toda VERDAD….de otra manera dejaría de ser auténtica en la búsqueda de la realidad….Por otro lado, Juanel, el mismo Jesus que pidió al Padre el perdón desde la cruz para los que lo clavaron allí porque “no sabían lo que hacían” tambien les dijo a los fariseos: “Si fueseis ciegos, no tendrías pecado: pero ahora que decís: vemos. Vuestro pecado permanece” (Juan 9, 41)…..puesto no solo el que dice” Señor, Señor” es el que sigue a Jesús, sino el que hace la voluntad de su PADRE…Porque “a Dios rogando, y con el mazo dando”….Y  añade Juan con respecto a Jesus: “Y en esto sabemos que le hemos conocido: si guardáremos sus mandamientos. Quien dice: “Le he conocido” y no guarda sus mandamientos, mentiroso es, y en el no está la verdad” ( 1 Jan 3-4) ¿Quien otro sino el discípulo amado de Jesus puede explicar de esta manera lo que es la verdadera relación con El? El supo bien de cerca lo que significaba aquella clases de amor….y su conexion con las obras que suscita el amor…..A pesar de que la fe pueda ser anterior a la historia de Jesus de Nazaret, sin la realidad de la encarnación….la especificidad de esa misma fe -como dices tu- sería vana…..una ilusión…puesto que la fe en Cristo se basa en una PERSONA históricamente real…

    Por otro lado, los caminos de Dios no son los nuestros….El ve las últimas causas…nosotros solo las próximas….Y nuestra dependencia es total….Por eso debemos caminar en ese amor….porque es al final cuando se nos revelará en su totalidad…

    Un saludo cordial y un abrazo de Santiago Hernández

  • Juanel

     
    Gracias MªPilar, por esta conversación de tú a tú. Ahora no estoy en horas bajas, cuando hablo de Jesús o de cuestiones de fe,….., siempre estoy arriba. En horas bajas no puedo hablar de Jesús ni tampoco soporto que nadie me diga nada. No es así, pero lo comparo con el adolescente que da el portazo por que le han sacado de sus casillas. Pero sí necesito un buen consejo o simplemente algo que pueda servirme, porque en la próxima, que la habrá seguro, quizás me acuerde y lo aplique. No es una cuestión de especialistas digamos psíquicos, por que para las heridas de amor no hay cura a no ser que dejemos de amar. Y no se trata del amor de los míos, familia, amigos.. y del mío por ellos, este sigue bien, muy bien, más de lo que merezco. La herida de amor es religiosa, del amor de Dios, el de Jesús.
     
     
    No me rompo por culpabilidad, soy quizás demasiado comprensivo para los fallos y las culpas de los demás y también con las mías. Siempre busco los motivos y las circunstancias por las que esas malas acciones se hacen. Además yo no me ofendo con facilidad y no creo que Dios lo haga. Por otro lado creo que es muy difícil ofender a Dios, pues necesitaríamos conocer exactamente quien es y no una imagen del mismo siempre insuficiente, para que con toda intención tratemos de ofenderle. Y aún así el problema para hacerlo sería el cómo ¿¿cómo podríamos desde la criatura limitada que somos ofenderle?? Y si cualquiera de nosotros “sabe” perdonar y trata de comprender ¿cuánto más no lo hará Dios? Nos ofendemos entre humanos y quizás como creo que Dios está fuertemente implicado con el ser humano, por vía indirecta ofenderemos también a Dios. La culpabilidad no es mi problema. Tampoco soy una persona masoquista que le gusta regodearse en el dolor. El dolor es un aviso para que le pongamos remedio. No saco nada con prolongarlo. He vivido como no podría ser de otra forma situaciones trágicas, p.ej. muertes de seres queridos como mis padres, amigos, hermanos, y sobre todo una hija. Siempre me recompuse lo antes posible. El dolorismo es estéril como tú dices.
     
     
    Pensar que Dios nos pone zancadillas, tentaciones, …. o deja que el supuesto diablo las haga, para probarnos en lo que sea, me parece infantil, algo impropio de Dios. En esto estamos de acuerdo y es que es mucho lo que compartimos y por eso te puedo hablar con franqueza, abiertamente (aunque también se enteren los compañer@s de Atrio).
     
     
    Yo también recuerdo con insistencia en mis horas bajas las palabras de Jesús: “Venid a mí todos los que estéis cansados, agobiados,…. que yo os aliviaré” realmente son formidables, pues aún preguntándome cuándo, me alivian pero solo a veces.
     
     
    Me dices algo que quizás me sirva y mucho para la próxima vez, convertir aquello que me dolía en un dolor sano y fecundo. Lo que a mí me duele es el aparente abandono de Jesús, su distanciamiento, como si se me escondiese. Mi oración comienza por hacerse árida, seca, vacía,…, no me resulta nada simple seguirla. Recurro a fragmentos del NT pero sin conseguir sintonizar y a veces a rezos simples como el Padrenuestro u otras como si fuesen mantras, pero no encuentro la paz. Pierdo la serenidad, hasta que me resulta insoportable orar como si mi Dios-Jesús no quisiese escucharme. Mi soledad me penetra hasta los huesos herido de amor por un Dios incomprensible. Del dolor al cabreo y de aquí a una huida explosiva que me impide pensar en Dios y menos hablar de él, ni de nada religioso. ¿Cómo transformar este dolor en sano y fecundo?
     
     
    Quizás necesite un maestro de mística, pero por más que leo sobre esto, dicen tantas chorradas… Quizás serán purificaciones místicas como algunos dicen, pero ¿qué sentido pueden tener?

  • m. pilar

    Estimado Juanel: Sigo pensando, que es precisamente en las horas bajas, donde hay que poner la fuerza y el entusiasmo, para que no nos ganen la “partida”.

    No creo en las noches oscuras, en las pruebas, en las tentaciones… para demostrarle que Él… es nuestra piedra angular y nos quiere.

    Quizá te ayudaría más que Juan de la cruz… un especialista para descubrir  y conocer porque entras en esa especie de  “crisis”.
    Conocer todos tus movimientos interiores es fundamental para la paz interior tanto en lo bueno como en lo adverso.

    Él, nos dejó un proyecto de vida… una manera concreta de vivir, Él no interviene ni para bien o para mal…

    Personalmente creo, que desde su manera de vivir, actuar=su Espíritu, si lo rememoramos en su Palabra y obra, ella por si sola se ilumina y responde a todas nuestras zozobras…
     
    Discúlpame, no es un consejo, es, lo que a mí me ayuda y sirve en todo momento.

    En los buenos no es necesario, estamos en plenitud… pero… cuando algo se torna “oscuro, osco, triste…” no es Él quien está dentro de ese maremágnum; un ejemplo personal:

    En mi vida había algún desajuste (según mi mirada) en lo afectivo; resultó ser arduo para mí y creció en mí…  una mirada de ¿compasión…? “Con lo “majica” (aragonés puro)  que yo soy, y mira mi vida.

    Un día algo sucedió, o escuché, o sentí… me puse a pensar a donde me llevaba ese sentimiento de tristeza y abatimiento absurdo, era, como dar cancha a un “dolorismo estéril” en lugar de convertir aquello que me dolía en un “dolor-sano, fecundo” y…
    ¡¡¡Cambió mi vida!!!

    Quizá solo miraba a quienes no me “daban” aquello que creía necesitar o quizá lo necesitaba de verdad; pero no se pueden pedir “peras al olmo” porque no puede darlas… ¡es un olmo!

    Hay que mirar todo lo bueno de quienes están a nuestro lado y son capaces de dar; seguro… nos sorprenderán sus grandes capacidades en otros campos y todo quedará equilibrado.

    Desde entonces, ese “dolorismo” desapareció,  y una fuerza nueva surgió de la sola decisión de no darle más cancha a esa mirada mía en las cosas que me rodeaban.

    ¿Quizá exista en ese como “romperte” algo parecido a la “culpabilidad” tan  bien incrustada en nuestro ser, por una enseñanza del dios castigador que todo lo ve y se ofende?

    ¿Cómo el ser humano puede ofender a Dios? (en la infinidad de sus nombres) solo hay una cosa que puede dañarnos a nosotros de manera muy fuerte y esencial:

    “Hacer daño a nuestros semejantes”

    Ahí sí vulneramos el sentido de esta hermosa creación; si de alguna forma se le puede “ofender “es, dañando al semejante.

    No es un consejo, no puedo dártelo; pero sí  desearía, por ti, por tu bien, por la paz en tu corazón y para cuantos te rodean, que pudieras al menos conocer el porqué de esos momentos de dura lucha contigo mismo.

    Jesús no cambia, pero repitiendo sus Palabras especialmente aquellas que nos hablan del momento en que te sientes mal… de alguna manera está presente, te acompaña, te quiere, te habla… quizá aquella que nos dice:

    “Venid a mi todos los que estéis angustiados, temerosos, enfadados… ¡Yo os aliviare!

    Esta frase… mucho más que el himno de Juan de la Cruz, (también tenía problemas personales…)  que de alguna manera le sobrevenían… porque no se sentía del todo fiel… según su mirada.

    Mi buen Juanel, esto ha sido… como hablar de tú a tú contigo, me encantaría saber, si alguna vez, consigues cambiar por ti mismo, esa lucha dolorosa contigo  en paz y armonía; nunca se nos pide más de aquello que cada cual es capaz de dar… y no sabes hasta qué extremos el ser humano es capaz de hacer y lograr.

    Un abrazo entrañable.

    mª pilar

  • Juanel

     
    Hola MªPilar un cariñoso saludo. Como siempre es una delicia leerte. Me imaginas sobrepasado y es decir poco. Mi mujer me dice que tengo los síntomas típicos de bipolaridad psíquica. Quizás tenga razón, paso con facilidad de tiempos de euforia al abatimiento profundo, que me afecta no sólo a mi comportamiento sino también a lo físico. Tengo la suficiente experiencia de muchos años para saber que en el fondo todo depende de mi relación intima con Jesús. Cuando esta relación es suave y serena todo va sobre ruedas me siento pletórico, alegre, dispuesto a enfrentarlo todo sea lo que sea, pero cuando mi relación con Jesús es conflictiva, todo se me rompe por dentro y me convierto en una persona intratable, no me aguanto ni a mí mismo.
     
     
    Dices MªPilar que tú no lo juzgas a él sino a ti misma y desgranando lo que te ocurre vas adquiriendo la paz. Sí, ¡cuantas veces lo he intentado sin conseguirlo! Es relativamente sencillo hacer introspección descubrir fallos, debilidades…. y contárselas aunque ya lo sepa. Pero esto no corresponde a mis horas bajas, sino en las altas en las que puedo con todo, no sólo con lo mio sino con lo de los demás y lo que sucede en mi entorno. Mis debilidades y errores no me hunden, él sabe quien soy y él sabrá que hace conmigo pues ya cuenta con ello. Este no es el problema. El problema es de oscuridad total, de separación, de aislamiento, embebido en mi soledad como si él me hubiese abandonado. Y esto me rompe. Sé que no es verdad, pero no logro entender porqué se separa de mí, porqué razón me hace estas cosas. Le hablo sé que está ahí pero no le “veo”, hay como un muro negro de oscuridad, me angustio y a veces lloro. A continuación el cabreo, un cabreo que crece y crece y exploto. A veces pienso que lo que me pasa es que mi orgullo quiere controlar o dominar la relación, que él haga lo que quiero yo que haga, que me sirva en lugar de servirle, pero tampoco esto es verdad. En definitiva no lo entiendo ¿por qué me hace estas cosas?
     
     
    ¿Sabes lo que me ayuda y no siempre? Una lectura pausada del “Cántico espiritual” o el de la “Noche oscura” de Juan de la Cruz. Siento su proximidad. Pero esto no me hace salir de donde me encuentro sólo me acompaña que ya es bastante. Curiosamente tampoco entiendo muy bien cual es la razón por la cual de pronto todo se calma. Y es que lo que lo produce son causas muy variadas a veces nimiedades.

  • Juanel

     
    Dices Santiago, que la Verdad Absoluta inapelable no está a nuestro alcance y la razón que propones es que la Verdad pertenece a Dios y evidentemente nosotros no somos dioses. Algún día veremos a Dios cara a cara y entonces conoceremos la Verdad. Bien nada que objetar. También sin Dios la filosofía ha llegado a la misma conclusión. No podemos plantear ningún sistema, ningún constructo del pensamiento humano, desde la posesión de la Verdad. Sólo podemos hacer proposiciones mediante aproximaciones, ensayo-error, de modo parcial y provisional. Dices que sin la certeza la vida se convertiría en un completo caos. Bueno, no necesitamos tanto. Nos basta que lo que propongamos funcione no sólo a nivel experimental científico-técnico, sino también en lo humano y en el de nuestro entorno. Cuando dejan de funcionar simplemente las abandonamos y probamos otra cosa. Añades que faltar a la verdad con “sistemas ideológicos” basados en la mentira, la falsedad, la calumnia, …. desaparecen, sólo subsisten los que van camino de la verdad donde está Dios. Sobre esto opino que desde luego los sistemas basados en la mala intención (voluntad de poder totalitario p.ej.) tarde o temprano se sufren sus consecuencias, no hace falta remontarse hacia Dios para darse cuenta del error. Quizás los que tenemos el Evangelio como guía nos demos cuenta antes pero no siempre (p.ej. los grandes errores que se han dado en la historia de la IC traicionando el Evangelio por las adherencias del poder y privilegios).
     
     
    Mi fe es anterior y previa a la historia de Jesús de Nazaret, no es consecuencia de hechos históricos. Mi fe parte de una búsqueda apasionada de Dios, de un anhelo y esperanza, de una esperanza humana. En esa búsqueda tras un largo proceso de maduración, me encontré no con la Iglesia sino con Jesús, con un Jesús que colmaba todas mis esperanzas por exceso, un Jesús que me superaba por todos lados. ¿Cómo era posible que pudiera darse una excelencia de ese calibre en un hombre? ¿era un ser humano real? Pues sí, lo era. Lo era porque existe la posibilidad de que el hombre histórico que fue Jesús de Nazaret fuese y viviese tal y como nos lo ha transmitido la IC. Aunque esa posibilidad fuese remota con escasa probabilidad (que no es así sino todo lo contrario) lo que Jesús lleva y nos aporta es tan grande que lo compensa. Solamente si se probase la imposibilidad completa de que el hombre Jesús de Nazaret no pudo ser tal como se nos ha transmitido, pues sólo entonces mi fe en Jesús sería vana. Por ello digo que los hechos históricos no son la base de mi fe, sólo la permiten.
     
     
    Santiago cálmate, no juzgues tan precipitadamente los actos, palabras, intenciones, de las personas. Yo creo que la raíz de sus acciones y de sus palabras con respecto a Jesús de Nazaret, derivan de que no lo “conocen”, ( o que el cabreo con él les dura demasiado), no lo conocen en el sentido de que no les ha penetrado hasta los huesos, hasta lo profundo de sí mismos. Cuando esto ocurre YA NO HAY MARCHA ATRÁS, a partir de entonces todo es distinto, la conexión con él no se corta jamás, aunque a veces resulte conflictiva. Pero esta conexión no depende de la autenticidad de hechos históricos, sino de la fe, de la experiencia íntima de fe.

  • Santiago

    Siento mucho el error, ya que debe decir: “y todo mi caudal en su servicio”, ya que abajo me he “comido” una “r”
    Vale    SH

  • Santiago

    NO cabe duda que la relación personal con Dios, con el mismo que quiso ser como nosotros y que “nos amó hasta el extremo”……, es un paso muy adelante ya en la vida del espíritu….Por eso debe ser El, Cristo,” el que vive en mi”….ese mismo Jesus de Nazaret que sirvió de modelo a sus discípulos debe ser mi modelo de compasion para todos y para todo lo que habita en este mundo….
    Aquel  que ya ha podido entrar “mas adentro en la espesura” es que ha percibido con claridad su perfume…y ya no podrá dejar de volver a sentirlo…sino que retornará a el, una y otra vez, y “correrá” en pos de sus huellas….que nos acercarán  cada vez a la inmensidad de su misericordia

    Por eso al final también nosotros podremos decir:

    “Mi alma se ha empleado,
    y todo mi caudal en su sevicio;
    ya no guardo ganado,
    ni ya tengo otro oficio,
    que ya solo en amar es mi ejercicio.
    (Cántico Espiritual-SJDLC)

    Un saludo cordial    de Santiago Hernández
       

  • m. pilar

    Durante unos días de “retiro y silencio”… especialmente interior; quien dirigía el encuentro casi al final dijo:

    “Y no os preocupéis si os sentís enfadados con Dios, Él no se molesta”

    Y sin quererlo, se me escapo (para mis adentros) una sonrisa.

    Al leer a Juanel  en sus “peleas”…  le supongo  sobrepasado con todo cuanto ocurre a nuestro alrededor; la sonrisa ha vuelto a aflorar en mi cara… y en mi corazón.

    Yo no puedo enfadarme con Él (en la infinidad de sus nombres) a quien llevo a “juicio” es a mi misma… sin gritos, ni insultos, ni compasiones estériles…
    Sencillamente, me siento conmigo misma y me pregunto:

    ¿Qué te está pasando, que está llenando tu cabeza y tu corazón, por qué te sientes mal…etc?

    Y a continuación, voy desgranando esas Palabras que te hablan… para y en toda ocasión, necesidad, tristeza, incapacidad, frustración…
    Y no sé cómo, se va haciendo la paz, renace la serenidad y el deseo de lucha y trabajo en la medida de mis capacidades y ahora… de mis fuerzas físicas.

    Nunca podré arreglar el mundo, pero cada vez que alguna persona se siente aliviada, alegre, contenta por algo que quizá ni yo me he dado cuenta he hecho… ¡me hace renacer de nuevo!

    Descargar en lo posible el dolor de quienes pasan a mi lado… me da la vida y mantiene encendido el amor que siento por el Proyecto de Jesús.

    mª pilar

  • Juanel

     
    Me he dejado algo Ana que quiero añadir, me he dado cuenta cuando ya estaba preparando un comentario al de Santiago y ya había pinchado el tuyo. Hablas de escandalizar, de tu dureza. Bueno te he de decir por lo suave que no es fácil escandalizarme con los comentarios de todo tipo con respecto a Dios, Jesús, la Iglesia, la fe,…. Si me oyeses en oración cuando le hablo a mi Dios, cerrado en mi estudio en la intimidad, y me encuentro en horas bajas, quizás fueses tú la escandalizada. Me cabreo con él sin ninguna cortesía ni miramiento, lo pongo al nivel de un amigo íntimo al que le puedo contar de todo sin cortarme un pelo, cosas que muchos juzgarían como auténticos insultos y blasfemias. A veces necesito descargar, descargar en él y creo que no le importa sino todo lo contrario, pues estoy convencido de que él no se ofende y que después de la rociada seguiremos tan amigos como siempre.

  • Juanel

     
    Coincido contigo Ana, en que la actitud racional no es la de aceptar sumisamente todo cuanto la Iglesia dice como un bloque compacto, que se acepta por que tiene la “verdad” sobre la revelación divina y el auténtico mensaje de Jesús, sino analizar paso a paso cada una de sus proposiciones con un espíritu crítico, utilizando los métodos disponibles exegéticos, hermenéuticos, históricos, etc., lo más objetivamente posible. Objetivamente, me refiero a dejar al margen lo que nos dice nuestra fe o creencias personales ya sean cristianas o no. Partiendo de los datos que se obtengan de este modo, es necesario y urgente elaborar una nueva Teología plausible desde la fe. Partir de la revelación como principio sobre el cual se elabora la Teología como se ha hecho durante siglos, hoy no es lo adecuado puesto que lo revelado no constituye una buena base axiomática creíble o asumible, tal como se expone. Desde el punto racional y crítico no es posible admitir como plausibles los “oráculos divinos”, o “Dios ha hablado por boca de los profetas”, o “Dios dice…” o “esto es Palabra de Dios” etc., por lo que el concepto mismo de revelación, que sirvió de base a la Teología, hoy tiene otro contenido y significado bastante más complejo que la interpretación literal de un texto tomado tradicionalmente como palabra divina.
     
     
    Yo no tengo ningún miedo a revisar uno a uno los principios o postulados de mi fe, es que además me resulta un esfuerzo apasionante. ¿Recuerdas mi “interpretación del Credo”? No era algo improvisado por las circunstancias del diálogo en Atrio, sino un resumen de un trabajo muy extenso elaborado durante más de 20 años, con una dedicación obsesiva para tratar de dar soluciones a los muchos problemas que tuve de fe, (y todavía me quedan algunos abiertos). Desde el contenido de Dios, su relación con el ser humano y el mundo, el intrincado mundo de las religiones, Jesús de Nazaret, las Iglesias, mi fe y esperanza….
     
     
    Si te dije en el comentario anterior que Dios no es sólo Amor, no es para llenarlo de atributos, bondad, poder… y tratarlos o discutirlos racionalmente con una metodología lógica, filosófica, teológica,… porque de entrada el esfuerzo por cualificar a Dios es vano, por lo menos esta ha sido mi conclusión tras el esfuerzo realizado. El contenido de Dios es tan escurridizo que no se deja atrapar o conocer mediante imágenes o atributos. Yo no he podido atrapar a Dios ni tampoco conocerlo, solo tengo de Dios el punto de referencia de mi fe y esperanza. Pero ese punto no he logrado concretarlo y menos definirlo, al menos hasta ahora, siempre se me escapa. Cuando creo que he descubierto algo y lo pongo en palabras siempre al cabo de un cierto tiempo me digo “no, no es eso”. La experiencia me dice que Dios está, si estuviese, más allá de cuanto pueda decir.

  • Santiago

    No cabe duda, Juanel, que nuestro dialogo ha sido provechoso..Tambien yo he aprendido de ti muchos aspectos positivos que me han hecho reflexionar sobre la fe y como profundizar en ella….Como tu bien dices, es partiendo de una fe común como puede existir y lograrse una mayor apertura hacia la misma fe, sin tener que renunciar,. al mismo, tiempo a tu verdadera ideología….Creo que la divergencia nos puede acercar, en vez de alejarnos…..cuando estamos dispuestos a ser honestos y sinceros con nosotros mismos y tambien con nuestro adversario “de ideas”, sin disgustarnos por la diferencia en la manera de enfocar el tema…
    Siempre pues…entre nosotros existirá un “pero”….y sin embargo, es una señal de madurez que podamos continuar el diálogo sin sentirnos mal…sino que, al contrario, puede llegar a  ser un momento agradable…

    PERO en cuanto a la verdad YO no dije que era “inapelable” como si la certeza humana fuera 100% absoluta….Ya expliqué que NUESTRA VERDAD es solamente un “fragmento  de la realidad” TOTAL pues la verdad absoluta no puede estar sino solamente en Dios, que es la verdad pura…Por eso nosotros solamente podemos “aproximarnos” a la realidad..Por lo tanto la “certeza humana” es solamente de aproximación, de lo que es “mas probable”….Por eso, la regla de conducta en la práctica en lo relacionado con la moralidad de las acciones se rige por lo que es mas   probable”…porque esto es lo que mas se acerca a la realidad….inclusive a la realidad suma de Dios….
    Por eso podemos movernos y actuar….porque nuestro “sentido común” nos dice que lo mas probable es lo que es mas real….y lo que sucede mas frecuentemente…es lo que probablemente vamos a experimentar….y con lo que vamos a trabajar.

    Por tanto, la EVIDENCIA de la que yo hablo -y hablan en sentido práctico muchos autores- es la evidencia de LO MAS PROBABLE….puesto que la certeza absoluta no es possible en esta vida, debida a nuestra propia condición y limitación humana…..PERO “de alguna manera” tenemos que movernos en este mundo…puesto que si no existiera esta clase de “certeza” la vida se convertiría en un complete caos:
    Nada podría ser enseñado como verdadero
    Nada podríamos emprender ni realizar con tranquilidad
    Nada en esta vida podría experimentar un desarrollo y un progreso
    Nada podría llegar a su conclusion, por las dudas

    Sin embargo, a pesar de esta nuestra condición humana:
    La enseñanza del conocimiento no se ha detenido, sino que se ha dado un paso adelante y la ciencia experimental ha comprobado muchos aspectos de esta “fragmentaria realidad” humana
    La ciencia y tecnología ha adelantado tanto que estamos en la “era de la información” y del progreso científico, en una explosion tecnológica e informática solo comparable a la explosion artística del Renacimiento
    Las ciencias y las artes se han desarrollado, como dice la zarzuela, “que es una barbaridad”
    Y ademas hemos concluído y llevado hasta su fin, obras científicas, artísticas, de ingeniería etc. que son verdaderas maravillas del Universo en que vivimos

    PORQUE aun con nuestra verdad fragmentaria…estamos en el camino verdadero…..porque la evidencia positiva, aunque no es absoluta, tiene MUCHO MAS FUERZA que lo que es negativo…y que está basado en algo falso…ya que no se puede CONSTRUIR con “mal” material…..puesto que el “puente”…a la larga, se va a derrumbar….
    Y asi, todo “sistema ideológico” basado en la mentira, en la falsedad y en la calumnia….va a desaparecer….puesto que lo único que va a subsistir es el camino hacia la verdad…que solo reside en Dios…el ser absoluto por definición

    Y sobre lo que dices lo subjetivo es independiente de la verdad….Por eso te decía que el ser humano usando de su libertad de expression puede afirmar que lo que es blanco….es negro…a pesar de que 20 testigos hayan dicho que aquella pintura es blanca…..Es mucho mas probable que la “fragmentaria realidad” que vivimos, hablando en el lenguaje humano comun, nos diga que el “color” mas cerca de la realidad sea el BLANCO y no el negro….Por tanto, la verdad si es independiente de las apreciaciones humanas subjetivas…..puesto que la verdad a la que nos dirigimos es lo que es mas LIBRE e INDEPENDIENTE…que es el mismo Dios….que posee la vida en si mismo….y si nadie se la dio, tampoco depende de nadie.,…..y por el contrario, somos nosotros los que dependemos de EL para poder venir a la existencia y mantenernos en ella….

    Lo que yo expongo de la historia de la tradición de la Iglesia no está condicionado por mi fe…..Si el Jesus del Evangelio hubiera sido un mito histórico “inventado”….yo no profesaría el ser cristiano…..”Creo para entender”…porque si no entiendo no podría creer…..y entiendo para creer, porque si no creo, no podría entender…ya que fe y razón no son EXCLUYENTES sino complementarias….Tengo fe en mi abogado, en mi medico, en mi dentista etc. porque confío en ellos…..de ellos tengo buenas referencias y por otra parte mi propia experiencia me lo está diciendo….Mi fe en el Jesus del Evangelio está basada en testimonios históricos fidedignos como no existen para ninguna otra religion o ideología existentes en este mundo y la coherencia del Evangelio, con mi propia experiencia….me está diciendo que la probabilidad de la verdad de la autenticidad y genuinidad de la predicación del Evangelio ES mucho mayor, que lo contrario….Por eso, mi fe esta basada en una realidad….que aunque es fragmentaria, tiene un sentido real y positivo, y que proporciona una experiencia espiritual capaz de darle sentido a mi propia existencia….
    Sin embargo, ese 100% que tu deseas para demostrar un hecho histórico no es REALÍSTICO y no pertenece a nuestra realidad humana…Y con esto, no niego la validez de tu fe…sino la forma en que tratas de enfrentarla…

    Por ultimo, yo ya he hablado sobre”la libertad de expression” y que no se puede imponer a otros por la fuerza ninguna verdad, ni tampoco la verdad que profesa el cristianismo…El que otras personas”hayan tomado decisions distintas y opuestas a las mías” por supuesto que LO ENTIENDO….
    Cada cual es libre de tomar las decisiones que le parezcan correctas……Yo no me opongo a que cada cual decida lo que le parezca que es  CIERTO Y VERDADERO. Lo q ue condeno es la mentira y la falsedad y la malicia…de los que viendo la verdad y la luz, y sabiendo que es verdad, niegan la probabilidad y traten de transformarla en mentira….en algo verdadero….Los que tergiversan, a sabiendas que es auténtica, la verdad del Evangelio..Los que niegan esta “fragentaria realidad” que vivimos….los que nos dan gato por liebre…los que por beneficio propio y por intereses creados venden “la verdad” para transformarla en mentira”….los que justifican el asesinato del inocente….y los que pervierten totalmente la verdad, vaciándola de su verdadero sentido, dándole otra interpretación completamente distinta,ya que la verdad debe ser dirigida hacia el bien supremo…que es el mismo Dios….Especifico, que no juzgo a la persona, sino  que condeno el ACTO, o sea, la acción en si…

    Juanel, cada decision nuestra que es consciente, tiene sus consecuencias….Las evidencias no se nos imponen, sino que se nos presentan a nuestra mente como algo  razonable y digno de ser creído….Somos, pues, nosotros los que tenemos que decidir…Nadie mas que nosotros somos….los que vamos a ser juzgados en el amor

    Un abrazo…..te agradezco el ejercicio de la virtud de la paciencia      Santiago Hernández 

  • ana rodrigo

    Querido Juanel, sé que mi escrito puede, escandalizar, chocar con las creencias de siempre, crear inquietud e incertidumbre, enfadar o, en el mejor de los casos, hacer replantearse muchas; también habrá mucha gente que lo mandará todo a paseo como ya lo han hecho millones de antigu@s creyentes, sin siquiera hacerse otro tipo de planteamiento alternativo. Se le echa la culpa al laicismo y cosas por el estilo para eludir el plantar cara a la realidad tal cual es: una sociedad que en un porcentaje equis no acepta absurdos.
     
    Quise afrontar, no resolver, el fondo de la teología tradicional que sustenta, da sentido y sirve a mucha gente de buena fe, siempre, de ignorancia exegética consciente o inconsciente en la mayoría de los casos, de falta de oportunidades para hacerse preguntas y buscar respuestas, etc. etc., estamos hablando del meollo de la teología, no de las personas a quienes les sirve como fundamento de su vivir, confiando, no sólo en que la Iglesia les dice la verdad, sino en que nadie debe plantearse si otra teología es posible.
     
    El chiste inicial con el que comencé mi comentario, pienso que es muy elocuente respecto a lo que estoy diciendo.
     
    No sé si tiene lógica afirmar que Dios es la bondad absoluta, por otro lado rezar en la liturgia “Dios omnipotente y Todopoderoso”, a continuación bajar los ojos a la realidad y ver cuánta miseria, sufrimiento o desastres naturales hay en eso que llamamos creación de Dios que se nos dice es un Padre amoroso de sus creaturas.
     
    La teología sobre el Hijo de Dios, Jesús, nos llevaría a contrastar lo que creemos, porque así se nos ha dicho, con lo que Jesús fue, hizo y dijo.
     
    Y finalmente, el que en el susodicho chiste se diga que el E.S. quiere ir al Vaticano porque nunca ha estado allí, no necesita mucha explicación. Es absolutamente imposible que el Espíritu de Dios tenga algo que ver con ese monstruo del Vaticano material e inmaterial.
     
    Que es más cómodo no tocar nada para que no se nos caiga encima el edificio, lo acepto, pero lo que no creo es que sea lo más inteligente. En el fondo hay mucho miedo porque el ser humano busca seguridades por encima de todo.

  • Juanel

     
    Amigo Santiago, ambos llevamos un diálogo de largo recorrido en el tiempo, que también a mí me resulta provechoso, interesante y disfruto con ello. Tenemos posiciones divergentes que ambos sabemos que no llegarán a confluir, pero esto no resulta importante. Lo importante es que con este diálogo ambos precisamos un poco más nuestros distintos puntos de vista de una fe común.
     
     
    Vamos con el asunto de la Verdad. Dices que la verdad se impone porque es la consecuencia de una evidencia inapelable. Pues en mi opinión esto no funciona así. La evidencia no es un proceso primario sino que deriva de unas condiciones y decisiones previas, anteriores a que un hecho, postulado, argumento, teoría….. nos resulte evidente. Ni siquiera en el ejemplo que expones de la evidencia matemática está exento de condiciones y convenios axiomáticos anteriores a cualquier demostración o evidencia. 2+2 no siempre son 4, depende del sistema numérico que sirve de referencia, binario, decimal,…. El sistema decimal no es innato, hay una cultura amerindia que sólo cuenta hasta 4, el resto de cantidades lo designa con palabras cualitativas. Para sostener el sistema axiomático de la lógica y de las matemáticas independiente de convenios previos, B.Russell construyó la teoría de conjuntos que al cabo se demostró que no tenía la consistencia suficiente. La verdad no es independiente o autónoma de las construcciones humanas en la historia.
     
     
    Por otro lado, lo que a una persona le resulta evidente no tiene necesariamente que serlo también para otra persona cualquiera. Cuando las condiciones, capacidades, circunstancias y sobre todo decisiones de las personas concretas son distintas, lo que les resulta evidente es también distinto. Primero decides y luego la experiencia en el tiempo, o bien, te va demostrando como errónea esa decisión que te impulsa a su abandono, o bien, te la va confirmando como correcta con lo cual se te hace cada vez más evidente. Tanto es así, tan profundo arraiga esa evidencia, que no se llega a entender bien por qué los demás no la comparten.
     
     
    Ten en cuenta de que todo cuanto expones sobre el Jesús histórico, los Apóstoles, la Iglesia de los primeros siglos, etc., está embebido en la fe que profesas, que ha arraigado tanto en ti que te resulta evidente. En mi opinión deberías hacer un esfuerzo para entender que hay otros que han tomado decisiones distintas y opuestas a las tuyas, con lo cual lo que les resulta evidente es justo lo contrario a lo que tú dices. Y es que la única posibilidad para demostrar un hecho histórico con la evidencia del 100% sería estar presente en el suceso ocurrido, y así y todo los presentes interpretarían ese mismo hecho de modo distinto con toda buena intención y evidencia, según sus circunstancias personales.
     
     
    Estamos condenados a la libertad, decía alguien. No podemos eludir nuestras decisiones descargando nuestra responsabilidad en las evidencias que supuestamente se nos imponen por encima de ellas.

  • Juanel

     
    Querida Ana, dices que no hay cinismo en lo que dijiste el otro día sobre las creencias de la gente cristiana. Es que no sé como llamar a tu descripción de la Trinidad, paseando por la Tierra, o lo de narraciones subrealistas de dioses trinitarios, o lo del amor de Dios o la redención del pecado. Yo no me atrevo a generalizar lo que la gente cree o deja de creer, (no estoy diciendo que tú lo hagas), pero de lo que estoy “casi” seguro es que tú sabes que la fe cristiana es otra cosa. No creo que nadie con una pizca de racionalidad pueda asumir en su fe lo que expones y cómo lo expones, ni siquiera apelando al misterio de Dios. Ni mi fe, ni la de la Iglesia Católica tienen relación con lo que dices. Es verdad que la IC en su catequesis no transmite de forma adecuada y comprensible su mensaje, pero de ahí a suponer que los cristianos se hacen una composición como la que describes me parece que no es lo común que hace la gente. Pienso más bien que lo que se hace es que al no emplear tiempo y esfuerzo en racionalizar la fe, la dejan en una nube de “misterio”, que no es lo mismo que tomar el “misterio de Dios” como explicación de lo que no se entiende.
     
     
    Dices que lo que hay que transmitir es el Amor, pues Dios es Amor, que todo el mundo puede entender. Correcto es lo esencial, pero tú sabes que Dios no es sólo Amor. Al hablar de Dios no sólo hablamos de Amor, no podemos sustituir una palabra por otra de modo indistinto, pues no tienen contenidos ni significados equivalentes.
     
     
    ¡Ah! No creo que hayas molestado a alguien tampoco a mí, ya que no te diriges a nadie en particular, sino a las instituciones, a la forma que tiene la IC en transmitir su mensaje, y tienes razón en que no lo hace ni de forma adecuada para estos tiempos ni suficiente.

  • Santiago

    Amigo Juanel:    muchas gracias por darme la oportunidad de dialogar contigo..Siempre resulta interesante lo que planteas y es muy agradable la comunicación contigo…Sin embargo, tambien yo siento que has fallado en entender lo que escribí pues está muy lejos de mi el querer “imponer” a nadie ninguna opinión o creencia….Y yo dije abajo -como  siempre he dicho- que lo que expreso aquí es mi opinión sin que yo pueda representar a ninguna organización, y ni siquiera una tendencía dentro de la Iglesia a la que pertenezco..

    PERO, Juanel, aunque yo quisiera “imponer” a otros lo que yo creo que es una verdad, sería imposible….ya que la VERDAD no se puede imponer a nadie “por la fuerza” aunque uno lo desee…LA VERDAD, por otro lado, no necesita ninguna imposición….ya que es evidente…y se impone por si misma…Asi sucede que un profesor de matemáticas no necesita aplicar “fuerza” alguna para obligar a sus alumnos a aceptar la resolucion de los problemas y cálculos mas complicados…puesto que el sabe de antemano que lo que va a enseñar y demostrar ante sus alumnos ES LA VERDAD….El tiene suficientes argumentos en “si mismos” para convencerlos de que no existe ningun error….Ya el/ella posee esa experiencia de la verdad….

    Por eso ES  históricamente obvio que la Iglesia es apóstolica….La verdad revelada de Cristo fue proclamada al mundo “por medio” de los Apóstoles….A menos que tengamos una revelación “particular” sobre Jesus( o seamos como los gnósticos de los primeros 4 siglos que afirmaban que tenían “secretas revelaciones particulares” sobre el cristianismo pero que carecían de una enseñanza coherente y universal), nuestro conocimiento objetivo de Jesus nos viene a traves de los discípulos que estuvieron mas cerca de Cristo, los que compartieron los 3 años de su vida pública….sintetizado todo en la Buena Nueva…..

    Est verdad está bastante clara…Porque si no es a traves de los “testigos” directos no conoceríamos sino a un Cristo no concreto..algo etéreo….algo mítico…algo no específico…algo general….algo no objetivo…algo no real…que es lo que precisamente algunos anti-Jesus, desean y sueñan….en vista de las re-construcciones y deformaciones que sobre Jesus se han querido hacer y lograr, precisamente en los últimos siglos…

    Pero los testigos estuvieron bien claros al presentar a un Jesus bien distinto como el que quieren pintar actualmente,  PRESENTARON  un Jesus real…bien humano…que arrastraba multitudes…en un lugar como Palestina…donde se cruzaban variadas y dinámicas culturas en el siglo I…donde las multitudes no permanecían en “su casa” sino que pululaban en las ciudades y en los campos…y en esas multitudes estuvieron presentes los testigos visuales y oculares de la vida de Jesus…

    Sin embargo, esta verdad, a pesar de ser obvia e históricamente evidente, SIN DUDA, puede SER RECHAZADA Y NEGADA, de plano, por cualquier miembro de la especie humana,  de la misma manera que en el siglo XX y en el XXI se ha negado la existencia del Jesus histórico y se han NEGADO TAMBIÉN  las múltiples y horribles atrocidades cometidas por los “nazis” bajo Hitler a pesar de que las pruebas documentales y testificales han sido abrumadoras a favor de la “evidencia histórica”…Y asi, aun hablando de probabilidades, la mayor probabilidad está a favor de la verdad de Jesus, tal como lo ha presentado la tradición histórico-sacra del Pueblo de Dios…mantenida en esencia intacta a traves de los siglos….

    El ser humano, usando de su “libertad de expresión” es capaz de afirmar que “lo blanco” es “negro” y “viceversa”, pero es incapaz, por otro lado, de probar esta afirmación…puesto que la evidencia de la verdad y el consenso de la unanimidad de los testigos, SUPERA, toda falsedad….Al final, es la VERDAD la que triunfa….y la que va triunfar…puesto que solo en Dios esta la verdad absoluta….En nosotros, la verdad es solamente un “fragmento de la realidad…Nosotros podemos aproximarnos a la verdad…sin embargo, somos incapaces, en esta vida, de llegar a la totalidad de ella…que se nos va “revelando” gradualmente….En Dios la verdad es suma, porque es LA VERDAD misma….En nosotros está realizándose…porque nuestro intelecto solamente alcanzará esa PLENITUD de que tu hablas -no en cuanto a si mismo- sino en cuanto a su unión con Dios…Y esto no pertenece propiamente a “esta” vida, sino que se realizará “en la otra”, llámese como quieras llamarla….

    EN NUESTRO CASO, en lo que realmente discutimos, una cosa es que, objetivamente, la Iglesia Apostólica Católica, (como el Pueblo de Dios), ( el mismo, en esencia, en el siglo I como en el siglo XXI), SEA la encargada  de la predicación de la verdadera identidad de Jesus de Nazaret que se realizó por su propio deseo y su mandato…
    y OTRA COSA  bien distinta ES que nosotros subjetivamente ACEPTEMOS o RECHACEMOS su doctrina….Esto ya depende de nuestro “libre albedrío”, y claro está, solamente podemos acceder a lo que nosotros podamos llegar a “conocer” con nuestro intelecto, con nuestros sentidos y con nuestra voluntad….Solamente somos responsables de lo que sinceramente creemos y de la parte de la verdad a la que hemos podido alcanzar y adquirir….

    La voluntad SALVÍFICA  de Dios…no puede ser, pues, ni panteísta, ni panenteísta, como hemos dicho en otra ocasión, sino que es PERSONAL, puesto que es capaz de AMAR…en el acto mas LIBRE de la creación y del ser; por tanto Dios salvará sin duda a los que buscan con denuedo su destino final….los que buscan la VERDAD…puesto que ésta se identifica con el mismo Dios, fuente misma de lo que es ciertamente VERDADERO…y lo que perdura y no muere……y desaparece

    A la hora de “transmitir” a Jesus, solo tenemos que decir que nuestra fe está en EL…El es el camino….A este camino podemos acceder, sin duda, de diversas maneras…  Muchos no podrán hacerlo de una manera directa….pero al final, según Jesus, todo va a parar a EL, como todos los ríos van a desembocar al mar….

    Jesus, pues, no se ausentó del Pueblo de Dios, se quedó entre nosotros, en su Iglesia, en los sacramentos..En ellos está presente carismáticamente Jesus mismo…porque El mismo dijo “yo estoy en medio de vosotros y estaré con vosotros hasta el final”….Sigue presente en Ella….Esta es la fe de la Iglesia….la que hemos recibido todos los que voluntariamente permanecemos con Jesus y con su Iglesia…los que hemos querido ser incorporados a la misma vida de Jesus….Es un acto libre de la voluntad….La decisión es personal, es nuestra y es enteramente libre….ya que el amor es completamente libre.

    Un abrazo…..Mis mejores deseos para ti en la oración común…… Santiago Hernández  

  • Juanel

     
    Hola Santiago un saludo afectuoso. Supongo que entiendes que hay una jerarquía con respecto a los dogmas, unos son fundamentales y otros derivados, y lo mismo para las normas morales. Lo esencial de lo cristiano es creer en Jesús y la ética del amor, lo demás es accesorio. Si nos enrollamos en profundizar lo que subyace en la sencillez del mensaje cristiano, jamás hay que perder de vista lo esencial si queremos seguir siendo cristianos. Por esto las exclusiones, las excomuniones, las amenazas, los agresivos planteamientos con la verdad por delante exigiendo sumisión, etc., no cuadran bien con la ética del amor. Habría que poner sumo cuidado a la hora de transmitir la tipología de Jesús que guarda como legado la IC, impregnado con el amor. Quiero decir que hay que tranmitirlo sin engaños ni ocultaciones, pero siempre desde la comprensión del que lo escucha, del compartir entre iguales, y no desde la autoridad del que se cree en posesión de la verdad que exige la adhesión sumisa del oyente.
     
     
    Por más que te empeñes Santiago en demostrar que la Verdad sobre Jesús de Nazaret está contenida exclusivamente en el legado de la IC, no lo vas a conseguir. El empeño en mostrar que esa verdad sea una verdad inapelable, significa lisa y llanamente voluntad de poder, voluntad de imposición. ¿Dónde queda aquí el amor? El amor comienza por el respeto a las personas y a su libertad a la hora de tomar sus propias decisiones. Si creemos que tenemos la verdad inapelable, la exponemos adecuadamente y el que la escucha no la acepta ¿no crees que algo pasa? O bien le sucede algo al oyente, que no es nada bueno puesto que le lleva al error según este criterio, o bien que la verdad no es tan inapelable como nosotros creíamos. Inclinarse por lo primero lo encuentro una falta de amor, por ello yo me inclino por lo segundo, decido prescindir de verdades inapelables. Busquemos juntos la verdad si la hubiese o por lo menos situémonos en su dirección hacia lo mejor. Así que a la hora de transmitir a Jesús, lo hago en la forma de que la IC tiene la tipología de Jesús mejor, ni la única ni la verdadera, sino junto a otras posibles.

  • ana rodrigo

    Efectivamente, Juanel, lo que cuestiono con contundencia es la teología al uso, no a quienes la aceptan con otros criterios diferentes a los que yo tengo para analizarla y estudiarla con intención, por mi parte, de aproximarla lo más posible a lo que fue su origen, Jesús, y su mensaje. Lo que no quiere decir que haya quien viva la autenticidad personal con estos instrumentos, porque lo que cuenta son las obras, no las palabras, pero tampoco hace falta hacer incompatibles unas y otras. Somos seres racionales con derecho y obligación de hacer uso de la lógica, del conocimiento o de cualquier actividad intelectual en pro de hacer una religión aproximada a la sociedad de nuestro tiempo que no es la de hace cien, mil o mil cuatrocientos años. Puesto que es lo que ha hecho la Iglesia a lo largo de su historia, adaptándose a la sociedad de cada época, convirtiendo los usos y costumbres de otras épocas en verdades absolutas, mientras, el evangelio y Jesús han ido quedando en segundo lugar.
     
     
    Dices: “Pero lo que hay es un comentario con un toque cínico en los dos primeros párrafos, sobre las creencias de mucha gente cristiana. Terminas el segundo párrafo de este modo “mitos y más mitos, deformación de historias religiosas manipulándolas a favor del viento que cada cual desea”.  Te puedo asegurar que no hay cinismo por mi parte, sino que hablo con seriedad, haciendo, eso sí, dura crítica (para alguien) de cómo se están haciendo las cosas, es decir, de cómo se intenta transmitir a la gente sencilla una forma de vivir a base de cosas increíbles, inentendibles e ininteligibles con el sustento del “misterio” o de que “las cosas de Dios” no podemos entenderlas. Pienso que no es honesto intentar mantener a la gente al margen una buen hacer exegético y hermenéutico.
     
    Mientras Jesús en su vida como ser humano excepcional, hizo las cosas más sencillas: “pasó haciendo el bien” y no intentando engañar a la gente sencilla con teologías inoperantes, incomprensibles e inútiles.
     
    De cualquier forma, pido disculpas si mi manera de expresarme haya podido molestar a alguien, porque cuando me dirijo a alguien, suelo nombrarlo y dirigirme a él o a ella.

  • Juanel

     
    Ana en tu comentario del 8 de Junio 21:52, no hay menosprecio de nadie y menos de alguien en particular. Pero lo que hay es un comentario con un toque cínico en los dos primeros párrafos, sobre las creencias de mucha gente cristiana. Terminas el segundo párrafo de este modo “mitos y más mitos, deformación de historias religiosas manipulándolas a favor del viento que cada cual desea”. Yo también considero que hay mucho mito y pensamiento mágico en las creencias cristianas, tal y como se nos han transmitido. En consecuencia habrá que estudiarlas con un análisis crítico y metódico para conocer que es mágico o mítico y separarlo, aunque no necesariamente eliminarlo, de aquello otro que no lo es. Lo mítico y lo mágico tienen su lugar propio como lenguaje para expresar ideas que el lenguaje objetivo no alcanza.
     
     
    Yo no he dicho que seas estupenda por menospreciar a las personas que no creen lo que tu crees. Lo que dije es que tu empeño en hacer las cosas simples para la fe y el amor, para que todo el mundo pueda entenderlo, despojándola de todo lo accesorio, me parece una labor elogiosa, estupenda, y como sé de tu empeño en ello pues me pareces estupenda. Tal vez no me expliqué con claridad en la última frase. Me refería a que si todo el armazón teológico-dogmático, que de modo tan beligerante defiende la IC y que algunos toman como vara de medir a los demás, no sirve a las personas para crecer en el amor sino para todo lo contrario excluirlas de la comunidad y entorpecer el amor, entonces estoy contigo en tu labor de desmontarlo.
     
     
    Lo que digo es que si bien ese armazón teológico-dogmático a muchos les resulta incomprensible y que en consecuencia les lleva a un rechazo visceral de la fe cristiana, a otros les sirve les sostiene su fe al poder asimilarlo y asumirlo, de tal modo que si por alguna causa lo perdiesen también perderían su fe que les sostiene en el amor. Lo repito para tener fe y crecer en el amor no es necesario ninguna teología, sin embargo, a unos cuantos nos es necesario. Cada uno lleva lo que lleva, su carga, su historia, su cultura, sus problemas y sus cuestiones religiosas que responde según sus criterios y decisiones.
     
     
    Por ello cuando Román expuso su fe con carga teológica a ti te pareció que mucho de cuanto exponía sobraba. Ciertamente según tu criterio te sobra, pero es muy probable que a Román no, como a mí o a Santiago y a muchos otros. Si Román fuese un hombre beligerante y excluyente en los asuntos de fe, como a veces parecen los comentarios de Santiago, pues entendería mejor tu posición, pero es que no es así y de ahí mi comentario.

  • Santiago

    SOLAMENTE por medio de la predicación de los seguidores de Jesús…es por lo que conocemos a Jesus….Su figura se hubiera ya desvanecido de la historia….si los discípulos que creyeron en Jesus…los que le siguieron en vida y despues de su muerte, no hubieran dado testimonio -cruento e incruento- de EL….Imaginar que puede existir la figura verdadera de  Jesus sin la Iglesia (por favor, no confundir con la burocracia interna eclesiástica) es pura fantasía…Pedro junto con los otros 10 fueron los que predicaron a Jesus ante el Sanedrín y luego por todo el mundo conocido….Por tanto, es la Iglesia partiendo del núcleo apostólico la que ha proclamado al Cristo verdadero…..

    Fue pues la Iglesia primitiva la que transmitió la verdad de Jesus….Junto con los testigos de la doctrina, como Clemente Romano, Policarmo de Esmirna, Ignacio de Antioquía, Ireneo, Papías etc. etc. que recogieron lo fundamental de nuestra FE….y nos la transmitieron….
    Ninguna otra re-construcción de Jesus, ni niguna otra interpretación sobre la vida y hechos de Jesus que la que no se ajuste  al Evangelio oral y escrito, han podido subsistir a traves de la Historia….Todos los que han intentado hacerlo han fracasado…Al final, esos grupos separados de la Iglesia…han desaparecido los unos….y se han difuminado y escindido cada vez mas los otros….en multiples “iglesias” locales sin ejercer demasiada influencia ante el mundo…Solamente la Iglesia Católica mantiene la coherencia en la preservación de la doctrina que es esencialmente histórico-sacramental…Al fin y al cabo, la Iglesia Católica fue la única en “existencia” hasta el siglo XIV cuando el monje agustino Martín Lutero estuvo en desacuerdo con la doctrina de Ella

    Por tanto, no hay nada malo en seguir la enseñanza de esta Iglesia…y la de los pilares de la fe como fueron los padres apostólicos mencionados….No existe ninguna imposición…cada cual es libre para escoger…Yo escogí el camino de estudiar este elemento esencial de la fe….puesto lo que yo veo y leo en ellos…es la misma fe en sustancia y esencia que la que a mi me transmitieron…y por eso me ofrecen mas garantía que cualquier otra re-interpretacion o desviación o creación actual….Solo el consenso de la misma Iglesia que proclama LA PALABRA y que se remonta al mismo Cristo evangélico puede ofrecer la mejor prueba y garantía de la autenticidad de la proclamación…Cualquier otra semejanza sería pura coincidencia…pero no estaría de ninguna manera cerca de la verdad..
    Esta misma Iglesia…..es la que tenemos hoy día en cuanto al carisma que hemos celebrado el día de Pentecostés..pues Ella está hecha, no para la burocracia y para la institución, sino en orden a la salvación del mundo…..Tratar de “localizar” la Iglesia solo como una llamada a “unos cuantos” es un grave error…pues Cristo hizo una llamada a los 12 para expander su LUZ a todo el mundo, en todas las épocas y para TODO el mundo…hasta el final de los tiempos…pues Jesus es universalmente TRASCENDENTE..

    Por eso, la Iglesia, Pueblo de Dios, siempre nos llama y nos ha llamado…Aun la ex-comunión nunca fue, ni es una sentencia de condenación eterna…ni siquiera una aproximación…sino simplemente un “aviso” para que retornemos a la “comunión”…a la comunión con Cristo y con el Pueblo de Dios…que son inseparables….para que retornemos a la verdad de Jesus, proclamada con suma claridad en el Evangelio….Es un llamado a la FE…a la conversión, a la unidad querida por Jesus….ya que sin El nada podemos, ni nada vamos a  hacer….

    Un saludo cordial de Santiago Hernández    

  • ana rodrigo

    Querido Juanel, algo ha fallado en mi manera de expresarme o algo ha fallado en tu manera de entenderme. Me gustaría de dónde deduces que yo, poco menos, excomulgue o condene a quien no vive la religión como yo la entiendo.
     
    Creo que no he juzgado ni hablado de personas individualmente. Yo creo que juzgo el hecho, la teología, la institución, los responsables de presentar el cristianismo de esa forma, etc. pero sin personalizar en nadie en concreto.
     
    Siempre he defendido y, por supuesto, nunca he juzgado (mientras no se me demuestre lo contrario) a quienes según su entender, formación, circunstancias, etc. toman los ritos, creencias o dogmas como instrumentos de su comportamiento honrado y bondadoso. Conozco a mucha gente buena, buenísima en nombre de su fe y del Dios en el que creen.
     
    El problema, no está en A o B con nombres y apellidos, sino en la estructura oficial que manipula hasta la deformación aquello que dicen ser el auténtico mensaje evangélico.
     
    De cualquier forma, sí me gustaría que me aclarases porqué tú has pensado que yo voy de “estupenda” en mi ser-cristiana menospreciando a quienes no ven las cosas como yo. Quizá haya metido la pata sin yo quererlo.

  • Juanel

     
    Seguir a Jesús es simple, tiene un solo mandamiento “amar al prójimo como él lo hizo” sin excepciones, que llega hasta los enemigos que le traicionan, le calumnian, le humillan, le persiguen, le torturan y le matan. Él sigue hasta el final amando y perdonando. Esto es lo primero, lo fundamental, el resto es accesorio.
     
     
    Dicho esto podría entonces preguntar ¿me sobra todo lo demás? (en ese todo incluyo Iglesia, clero y laicos, sacramentos y culto, teología y dogmas, religión y espiritualidad, etc.) Mi repuesta es que depende, depende de que eso que es accesorio funcione o no a favor del seguimiento a Jesús, como medio de apoyo eficaz o por el contrario sea una carga insoportable e incomprensible. La respuesta que se dé sobre lo que tomo y lo que dejo no puede hacerse sino a nivel personal de cada uno. Lo que funciona en unos a otros los destroza.
     
     
    La Iglesia Católica tan autoritaria durante tantos siglos, trasmite su doctrina en un bloque compacto cargado de normas, dogmas y demás, para el conjunto de sus fieles en el Catecismo de la Iglesia. La cosa sería algo así como lo tomas o lo dejas, si lo tomas, tal cual, eres católico si lo dejas no. Algunos ateos famosos plantean las cosas de esta manera en blanco y negro, con escasa atención y sensibilidad hacia lo religioso.
     
     
    Digo todo esto Ana, porque me parece estupendo que tu decisión personal sea despojar todo tu seguimiento a Jesús de lo accesorio (dogmas sobre todo, pero también Vaticano, jerarquía y muchas cosas más). Hay que hacer funcionar el amor ¿verdad? Lo que no me parece tan bien es que cuando a alguna otra persona, le funcionan cosas distintas a las que te funcionan a ti, saltes como cabreada contra los que manifiestan su fe en dogmas cualquiera que sea. ¿Te has preguntado que quizás a esa persona le sirvan para sostener su fe y sobre ésta impulsar el seguimiento a Jesús y con él el amor sin exclusiones? Es verdad que habría que calibrar si es verdad que a la persona en cuestión realmente le sirve o por el contrario lo que trata de hacer, como hace la IC, es excomulgar o rechazar al que no cree lo que él cree.

  • María Luisa Machado B.

    De acuerdo con todo lo que dice Ana Rodrigo en su comentario en este post…  y creo  además, que la vida, a la que vinimos no por voluntad propia…, es  la  experiencia mayor,  que “presencia”  las más inverosímiles y misteriosas realidades  que nos toca vivir en este mundo mientras existimos… Es muy “curioso y misterioso” que para venir a la vida, ni para ir a la muerte nos han pedido permiso… “(misterio?)”Lo tomo como que, simplemente existimos porque DIOS quiere que existamos, para y por “algo”, incluyendo en este “algo”,  fundamentalmente,  a los “alguien”… y  creo que ese ESPÍRITU, infundido desde nuestro nacimiento, es el que nos alienta y anima, mientras caminamos, cada uno por la senda que sigue … y así…, estamos presentes en este planeta inconmensurable, lleno de misterios,  “conviviendo interdependientemente  todos los seres humanos”… y creyendo en que alguna misión tenemos que cumplir…, porque, (creo), que tampoco  es vana nuestra existencia, ni la de ningún ser humano o de cualquier especie… Es para mí un “axioma”, que: toda persona, sea cual sea su condición humana, individual o social, religiosa, cultural…  con quien nos encontremos, siempre y en cualquier circunstancia, es alguien de trascendental importancia que, consciente o inconscientemente,  “interpela” nuestras formas de ver, pensar, juzgar y actuar… y las razones de esa “interpelación”, generalmente, en primera o última instancia,  es el AMOR…, que, como dice Ana: “… es una experiencia que existe cual realidad indiscutible”.

    Con el permiso de todos, agrego  en este comentario, un texto,  que en la contraportada de uno de sus libros de filosofía, escribe mi hermana María Teresa Machado de Castañeda:

    “Amo y quiero amar a DIOS, sobre todas las cosas.
    Amo y quiero amar el maravilloso Universo y cuanto contiene.
    Amo y quiero amar a mi gente y a la extraña.
    Amo y quiero amar a mi esposo, mi compañero primero y único, más allá de la muerte.
    Amo y quiero seguir amando LA VIDA.
    El AMOR nunca muere.”

    “DIOS ES AMOR.”

    “Por todos los que ayer fueron y estuvieron.
    Por todos los que hoy somos y estamos.
    Por todos los que serán y estarán después.
    Por todo lo que hasta hoy se conoce.
    Por todo lo que aun no se conoce.”

    “¡Qué misterio, SEÑOR, qué misterio!”

    Qué misterio es el nacer, qué misterio es el morir.
    Qué misterio es existir, y es el querer trascender…
    Qué misterio es el pensar, es el hablar y el hacer.
    Qué misterio es el creer, el poder crear e inventar.
    Y querer permanecer…”

    “Que misterio es esperar y en la esperanza vivir.
    Qué misterio es el amor y poderlo así sentir.
    Qué misterio es el dolor y no poderlo eludir…”

    “Qué misterio es presentir a un SER SUPREMO, que a todos
    nos creó y hará revivir,
    según sus diversos modos,
    a una eternidad feliz.”

    “¡Qué misterio, SEÑOR, qué misterio!”

    Un saludo cordial.

    María Luisa M. B.
     
     

  • ana rodrigo

    Jajaja, Oscar, no creo que nunca nadie haga, incluida yo misma, antología alguna de mis frases, entre otras razones porque lo que escribo es la plasmación material de lo que pienso y siento, y esa “antología”,  siempre en forma de panegírico de una vida, se suele hacer el día del funeral, cuando el o la interesada ya no se entera ni, por supuesto, le importa la valoración que l@s demás han hecho o dicho de su vida.
     
    No se trata tanto de recopilaciones antológicas (eso queda para las lumbreras que se lo han ganado), cuanto de intercambiar con quienes caminamos por el mismo sendero de la vida para hacer amable, fructífero y con sentido este caminar codo a codo animándonos, apoyándonos, confrontándonos, clarificando, iluminando ese camino para evitar los siempre posibles tropezones que conlleva recorrer el camino de la vida.
     
    Por eso nadie concibe un ser humano aislado totalmente de otros seres humanos, que ya sea con el tacto, ya con el cuidado, por supuesto siempre con el cariño, con los gestos o bien con las palabras, nos indican el camino de la humanización.
     
    Quizá sea por eso por lo que evito filosofías y/o teologías tan sofisticadas como inútiles y/o entorpecedoras cual palos sobre las ruedas de la vida. En esta línea iba mi reflexión última en este hilo.

  • ana rodrigo

    Errata: en mi último comentario donde dice “aparados-elegidos” debe decir “apartados-elegidos.

  • oscar varela

    Hola rodrigo!
     
    A mero título informativo:
     
    ¿Podés decirme cuánto de cierto hay en que las culturas de oriente tienen una idea y valoración muy distintos de lo que ya estamos mareados de escuchar en occidente, sobre todo en los ambientes religiosos acerca del AMOR?
     
    Creo habérselo escuchado a algún tipo que entendía de estas cosas, pero ya no sé quién era y se me pasó por alto insistir en averiguarlo.
     
    Creo que vos andás con esos estudios y prácticas orientales ¿no?
     
    Con estas cositas trato de no quedarme en “aldeano” del mundo.
     
    Gracias y ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • Rodrigo Olvera

    Hola Antonio
     
    Preguntas: ¿No es en y por él como mejor descubrimos lo específico de nuestro humanismo?
    Para alguien que cree en Dios, sí
    Para aguien que no cree en Dios, no
     
    Verdad de perogrullo, ¿cierto?
     

  • Antonio Vicedo

    ¿Y por qué intentar o cuestionar el conocer a Dios, si empezar a lograrlo, es intentar y continuar conociéndonos a nosotr*s mism*s?
     
    ¿Y acaso podemos llegar a conocernos mejor en alguna de nuestras actitudes que en la del amor?
     
    ¿No es en y por él como mejor descubrimos lo específico de nuestro humanismo?
     
    ¿Tendrá esto algo que ver con aquello recogido por la Humanidad desde el principio de los tiempos que somos imagen y semejanza (no total realidad suya) considerad*s hij*s porque Dios en Jesús se nos relacionó como  ABBA= MAMA-PAPA?
     
    ¿Y como explicación de lo inexplicable , no tenemos más cerca la relación con nuestra madre y padre terrenos, durante los procesos de nuestra infancia y adolescencia?
     
    ¿Y de que grado de adultez verdaderamente humana podemos presumir desde nuestra racionalidad y libertad responsable?
     
    ¿Acaso carecemos de capacidad para desear, buscar y esperar nuestro bien y compartir el nuetro con el de tod*s l*s demás?

  • oscar varela

    Hola ana!

    Cuando se haga tu Antología ¿celebrarás estas Frases?

    * “con lo sencillo que sería abrirse al bien”-
    * “¿alguien ha visto, ha tocado o ha hablado con el AMOR?”-
    * “el amor es una experiencia que existe cual realidad indiscutible”-

     
    Oscar.

  • ana rodrigo

     
    Con permiso, repito la historieta aquella del momento en que la Stma. Trinidad organizaba su vista a la Tierra: El Padre manifestó su deseo de dar la vuelta al mundo que tan amorosamente había creado, el Hijo el de ir a la tierra santa donde había vivido en su paso por este mundo y el Espíritu Santo dijo que iba a ir al Vaticano ya que nunca había estado allí.
     
    Pues en esas andamos, con narraciones subrealistas de dioses trinitarios, agentes externos a nuestro vivir, el Padre (masculino) que nos ama, el Hijo que nos redime y el Espíritu Santo que nos ilumina y no sé cuántas cosas más. Y, en estos quehaceres divinos, según la teología al uso, los seres humanos somos sujetos pacientes, mientras la ciencia, la historia y la realidad nos dicen cosas diferentes. Del origen del universo se sabe algo sin poder llegar al origen de ese bing bang  (misterio?) del que se nos habla; y de que Dios es Padre y nos ama, suena a auténtico sinsentido cuando hay tanto sufrimiento en el mundo. ¿De qué forma nos ama?. El que el Hijo de Dios, vino a resolvernos nuestra condición de pecadores, a la vista está que cada cual es lo que es y se comporta como decide hacerlo desde su libertad. Y sobre el Espíritu Santo que, según el relato neotestamentario hizo maravillas el día de Pentecostés en aquellas gentes entendiéndose sin haber estudiado idiomas, parece que la cosa quedó allí y en aquel momento, porque la historia de la Iglesia deja tanto que desear, que si de Jesús-hombre dependiese, se liaría a palos como con los mercaderes del templo.
     
    Que hay infinidad de cristianos que le atribuyen al E.S. la pervivencia de la Iglesia, es como decir que también lo hace con el budismo o cuestiones religiosas semejantes. Mitos y más mitos, deformación de historias religiosas manipulándolas a favor del viento que cada cual desea.
     
    Con lo sencillo que sería entender que la experiencia de abrirse al bien y a hacer el bien, es una experiencia (Espíritu) santa. ¿Alguien ha visto, ha tocado o ha hablado con el AMOR? El amor es una experiencia que existe cual realidad indiscutible. Si el autor del cuarto evangelio en una de sus cartas definió a Dios como Amor, quizá vayan por aquí los indicios de que Dios es una experiencia de Amor. ¿A que esto lo entiende cualquiera? ¿A que esto es más eficaz que el misterio de la Santísima Trinidad? ¿A que, el dejarnos a nosotr@s la responsabilidad de nuestros actos nos ayuda a conseguir retos de superación sin esperar que dios alguno nos venga a resolver las cosas? ¿Alguien puede comprender ese Espíritu de Dios sólo se preocupase sólo por la Iglesia Católica y por l@s cristian@s? ¿Qué tipo de Dios es aquel que hace aparados-elegidos y los demás quedan fuera?
     
    Humanicemos la religión ya que la religión intenta deshumanizarnos tratándonos de tot@s que, cuando no entendemos algo, lo convertimos en misterios de Dios, mientras nos lavamos las manos de nuestro quehacer cotidiano a nivel individual e institucional.
     

  • oscar varela

    Hola Román!

    Te leo:

    – “la Iglesia, vista como Pueblo de Dios”-
    …………….

    ¿Coincides con ese “su-puesto”?

    Ciertamente que fue desarrollado por el Vat II.

    ¿Qué tipo de “Pueblo” es ese que Dios tendría?

    ¿Y los “demás” Pueblos?

    ¿No hay algo en todo ese “imaginario-doctrinal” que no cuaja?

    Ese “desarrollo” del Vat II ¿no habrá sido:

    * un apuro de “huida hacia adelante”?
    * un “en-redilar” a un laicado ovejuno?
    * una inocente estrategia “gatopardista”?

    No necesariamente hay maldad en ello;
    pero, a mi parecer, ¡sí! “miopía”.
    ……………..

    Nada de esto deja bien parado (o “aleteo-planeando”) al Espíritu Santo ¿no?

     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • carlos alejos

    Tener ojos de fe para saber contemplar la presencia del espíritu más allá de todo espectáculo eclesial o carismático. El espíritu sopla como una simple brisa que llega a lo profundo del corazón y es capaz de trasformar personas y esta las estructuras.
    Hay que saber abrir las ventanas para que entre el espíritu santo como lo hizo en el tiempo del concilio vaticano II.
    El Espíritu Santo sigue siendo un aliento de vida que da contenido y sentido a nuestra propia existencia humana y a la existencia de un Dios paciente que aguarda al ser humano al final de su camino.
    La figura de María en nuestras vidas debe ser la de la mujer que día a día dedico su vida para enseñar a su hijo Jesús la memoria de su pueblo y como Dios estaba con él en todo ese caminar y continúa hasta ahora.
    En la venida del espíritu salto no podemos perder de vista la dimensión política ante la situación de persecución que se vivía en ese entonces y que aún se mantiene. Recibimos el espíritu que nos da fuerzas para vencer todo miedo y parálisis contra el Reino de vida.