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Un mundo que ha perdido el corazón

Siguiendo el curso actual del mundo, tanto a nivel internacional como a nivel nacional, notamos un verdadero tsunami de odio, de mentiras, de exclusiones, de verdaderos genocidios y exterminios en masa, como en la Franja de Gaza, que nos deja perplejos. ¿Hasta dónde puede llegar la maldad humana? No hay límites para el mal. Él puede llegar hasta al auto-exterminio de los seres humanos.

Pensando en nuestro país, las muertes, los asesinatos de jóvenes negros en las comunidades periféricas, los niños víctimas de balas perdidas, ya sean de la policía (que mata) o de facciones criminales, los feminicidios diarios y los centenares de violaciones de niñas y de mujeres, el descuartizamiento de secuestrados, dejan a toda una ciudad como Río de Janeiro continuamente bajo el miedo y las amenazas. Está perdiendo todo su glamour. Así sucede en casi todas las grandes ciudades de nuestro país, considerado por Sérgio Buarque de Holanda como “cordial” (Raízes do Brasil,1936). Sin embargo, la mayoría de los intérpretes no leyó la nota del término “cordial” que figura a pie de página, donde él observa: “la enemistad puede ser tan cordial como la amistad, ya que una y otra nacen del corazón” (n.6). Por tanto, el brasilero está mostrando, especialmente bajo el gobierno del Inelegible, la enemistad entre amigos y en las familias, la banalidad de la palabrota, de las malas costumbres y de la mentira: siendo todo “cordial” por nacer de un corazón “cordial” (perverso).

A nivel internacional el escenario se revela aún más atroz. Con el apoyo incondicional y cómplice de USA y vergonzoso de la Comunidad Europea que ha traicionado su legado de los derechos del ciudadano, de la democracia y otros valores civilizatorios, se están perpetrando verdaderos crímenes de guerra contra 40 mil civiles e innegables genocidios de cerca de 13800 niños inocentes en la Franja de Gaza, todos asesinados por el gobierno de extrema derecha de Netanhyau. Se trata de una represalia totalmente desproporcionada a otro crimen, no menos horrendo, por parte de Hamas. Netanyahu permite tales genocidios porque no tiene corazón, no se pone en el lugar de las madres y de las víctimas inocentes. No le importa que para matar a un líder de Hezbollah tenga que matar, en un bombardeo, a decenas de otras personas. El odio lo ha vuelto cruel y sin piedad. Crímenes semejantes están ocurriendo en la guerra de Rusia contra Ucrania con miles de víctimas, con la destrucción de una antigua cultura-hermana y con incontables víctimas inocentes. Paro aquí este viacrucis de horrores que tiene más estaciones que el del Hijo de Dios cargando con su cruz.

La pregunta es ¿cómo es posible que ocurra esto a la luz del día sin que haya una autoridad reconocida que pueda parar ese exterminio de gente y de ciudades enteras? ¿Cuál es la raíz subyacente a esta iniquidad? La historia ha conocido exterminios en el pasado, hechos incluso en nombre de Dios como en el terrible libro de los Jueces de la Biblia judeocristiana y en tantas guerras de antaño. Pero nosotros las hemos superado en crueldad a todos los niveles. Israel ha matado a más de 207 funcionarios de la ONU, ha bombardeado hospitales, escuelas, universidades, mezquitas y ha destruido más del 80% de Gaza. Hoy corremos serio peligro de una guerra total entre las potencias militaristas en disputa por la hegemonía del mundo, lo que haría realidad el principio de nuestra autodestrucción.

Sostengo la interpretación de que todo esto se ha vuelto posible porque hemos perdido el corazón, el esprit de finesse (de Pascal) y la dimensión del anima (la sensibilidad de C.G.Jung). La cultura moderna se ha construido sobre la voluntad de poder como dominación, usando la razón desgarrada del corazón y de la conciencia, traducida en tecno-ciencia para nuestro bien y más para fines bélicos. Como señalaba el Papa Francisco en la Laudato Sì: “el ser humano no fue educado para el recto uso del poder… porque no estuvo acompañado de un desarrollo en responsabilidad, valores, y conciencia” (n.105). La razón estableció su despotismo en forma de racionalismo, rebajando otras formas de conocer y de sentir la realidad. Así el sentimiento (pathos) fue reprimido bajo el falso presupuesto de que dificultaría la objetividad del análisis. Hoy es evidente que la objetividad absoluta no existe. El sujeto investiga con sus presupuestos y con sus intereses, de forma que sujeto-objeto están siempre imbricados.

El hecho es que la dimensión del corazón y de la cordialidad ha sido reprimida. Exceptuando el cerebro reptiliano que es el más antiguo, el cerebro límbico constituye nuestra real base fundamental. Él surgió con los paleo-mamíferos hace unos 150-200 millones de años y nosotros los mamíferos superiores hace 40-50 millones de años, con los cuales tenemos el condominio. Somos mamíferos racionales, por lo tanto seres de sentimiento. El cerebro límbico es la sede de nuestras emociones, sean de odio, de ira y otras negatividades, pero principalmente en él se alberga el mundo de las excelencias, del amor, de la amistad, de la empatía, de los valores, de la ética y de la espiritualidad. El cerebro neocortical irrumpió con el ser humano hace 7-8 millones de años y culminó hace casi 100 mil años con el surgimiento del homo sapiens del cual somos herederos. Es el mundo de la razón, de los conceptos, del lenguaje, de la ordenación lógica de las cosas.

Por tanto él apareció tardíamente, pero con su desarrollo fundó el reino de la razón. No hay que olvidar que es un único cerebro que envuelve estas tres dimensiones siempre relacionadas (en la versión del cerebro triúnico de MacLean: reptiliano, límbico, neocortex). La concentración excesiva en la racionalidad con la cual dominamos el mundo, la mujer (patriarcado) y la naturaleza a costa del sentimiento, causó los desaciertos socio-históricos, cuyas consecuencias nefastas estamos cosechando. Es urgente unir el cerebro neocortical (razón/logos) con el límbico (corazón/pathos), el corazón enriqueciendo los proyectos racionales con humanidad y sensibilidad; e inversamente invertir razón, es decir, conferir dirección y justa medida al mundo de los sentimientos y del corazón. Sólo así encontraremos el equilibrio necesario. Por haber ahogado el sentimiento de mutua pertenencia, de que todos sin excepción somos humanos, nos transformamos en crueles genocidas (frente a nuestra especie) y ecocidas (frente a la natureza). Hemos esclavizado, sometido y discriminado a nuestros hermanos y hermanas.

Por no haber recuperado la dimensión del corazón, del espíritu de finura (Pascal), ni la sensibilidad esencial (anima), ha entrado en quiebra el humanismo occidental, liberal-capitalista. El llamado “orden basado en reglas” (que cambian siempre según las conveniencias de los poderosos) ha demostrado ser una falacia.

Como advirtió una alta funcionaria de organismos de la ONU, Chelsea Ngnoc Minh Nguyen: “La violencia y la brutalidad de los últimos años deben impulsarnos a todos –sea en el Sur o en el Norte, en el Oriente o en Occidente– a realizar una introspección honesta y profunda sobre el tipo de mundo en el que queremos vivir” (IHU 4/10/24). No veo otra alternativa, además de que debemos cambiar nuestro paradigma civilizatorio (de dominus al frater), que fundar un nuevo humanismo, enraizado en nuestra propia naturaleza. En ella encontramos las constantes antropológicas, intrínsecas a nuestra humanidad: el amor incondicional, el cuidado esencial, la cooperación, la empatía, la compasión, el reconocimiento del otro como nuestro semejante, el respeto a la naturaleza y a la Tierra que nos dan todo, la fascinación ante lo bello y lo bueno y la reverencia ante el Misterio. Tales valores serían el fundamento de otro mundo posible y necesario. En caso contrario, vamos al encuentro de lo inimaginable.

3 comentarios

  • Javiierpelaez

    No seré yo el que niegue a Leonardo Boff la crueldad del mundo en que vivimos,ahora quiero hacer dos precisiones.

    Leonardo Padura decía el pasado domingo en EL PAIS que la conciencia del hombre de ser un sujeto de la historia universal es históricamente relativamente reciente . Ahora agravado xq el genocidio palestino nos ha sido retransmitido en directo. Recuerdo en Twitter que un padre palestino ponía su foto con sus cuatro hijas y decía:” no sé si viviré mañana…”. Sólo Dios lo sabe xq bien se han encargado los israelíes de que allí no entre nadie y de cargarse a todos los periodistas palestinos que han podido. Decía Pankaj Mishra( tb EL PAIS)qué homenajes han hecho las asociaciones de periodistas occidentales a estos periodistas… Esta conciencia de ser un sujeto de la historia universal es una pesadísima carga…

    En segundo lugar,el cerebro límbico tb es bastante peligroso xq las fuerzas de ultraderecha se dirigen a las emociones de las personas. Conozco gente con formación universitaria y que yo no las tengo x tontas ,es más las tengo x inteligentes,que se tragan las tonterías más exageradas del miedo a los musulmanes,a la inmigración musulmana. Digo “exageradas” porque yo he oído cada cosa que me da vergüenza ajena transcribirlas. No es que yo no sea racista,pero cuando oigo estas cosas mi razón cordial me saca x la boca la frase:”eres un racista”.

    El miedo se alberga en el cerebro límbico,no sólo la empatía. Explotar el miedo al diferente es muy rentable políticamente y hay bastante gente que tiene miedo por razones que  no tienen que ver necesariamente con el diferente,pero las proyecta sobre el diferente. Deben educarnos y,por supuesto,los cristianos debemos trabajar por una sociedad que no haya miedo al diferente. Intentar ser un ejemplo en eso.

  • oscar varela

    “padre nuestro”
    ¿y si cambiamos de paradigma?:
    ………………………………………………. 
    HERMANO NUESTRO, QUE ESTÁS AL LADO
    NO OLVIDO TU NOMBRE
    CONVIVAMOS JUNTOSREALIZANDO NUESTRO PROYECTO:
     

    DÉMONOS EL ALIMENTO DE CADA DÍA
    CUIDEMOS DE NO DAÑARNOS

    LOS UNOS A LOS OTROS
    SIN AFLOJAR EL ÁNIMO
    DE COMBATIR EL MAL

     QUE ASÍ TIENE QUE SER

    • oscar varela

      CONSEJOS DE MARTIN FIERRO A SUS HIJOS

       

      Un padre que da consejos,
      Más que padre es un amigo.
      Ansí, como tal les digo
      Que vivan con precaución:
      Naides sabe en qué rincón
      Se oculta el que es su enemigo.

      Yo nunca tuve otra escuela
      Que una vida desgraciada.
      No estrañen si en la jugada
      Alguna vez me equivoco,
      Pues debe saber muy poco
      Aquel que no aprendió nada.

      Hay hombres que de su cencia
      Tienen la cabeza llena;
      Hay sabios de todas menas
      Mas digo, sin ser muy ducho:
      Es mejor que aprender mucho
      El aprender cosas buenas.

      No aprovechan los trabajos
      Si no han de enseñarnos nada.
      El hombre, de una mirada
      Todo ha de verlo al momento.
      El primer conocimiento
      Es conocer cuándo enfada.

      Su esperanza no la cifren
      Nunca en corazón alguno,
      En el mayor infortunio
      Pongan su confianza en Dios;
      De los hombres, sólo en uno;
      Con gran precaución, en dos.

      Las faltas no tienen límites
      Como tienen los terrenos;
      Se encuentran en los más buenos,
      Y es justo que les prevenga.
      Aquel que defectos tenga,
      Disimule los agenos.

      Al que es amigo, jamás
      Lo dejen en la estacada
      Pero no le pidan nada
      Ni lo aguarden todo de él:
      Siempre el amigo más fiel
      Es una conduta honrada.

      Ni el miedo, ni la codicia
      Es bueno que a uno lo asalten;
      Ansí no se sobresalten
      Por los bienes que perezcan.
      Al rico nunca le ofrezcan
      Y al pobre jamás le falten.

      Bien lo pasa hasta entre pampas
      El que respeta a la gente.
      El hombre ha de ser prudente
      Para librarse de enojos;
      Cauteloso entre los flojos,
      Moderao entre valientes.

      El trabajar es la ley
      Porque es preciso alquirir.
      No se espongan a sufrir
      Una triste situación:
      Sangra mucho el corazón
      Del que tiene que pedir.

      Debe trabajar el hombre
      Para ganarse su pan,
      Pues la miseria, en su afán
      De perseguir de mil modos,
      Llama en la puerta de todos
      Y entra en la del haragán.
       
      A ningún hombre amenacen,
      Porque naides se acobarda;
      Poco en conocerlo tarda
      Quien amenaza imprudente;
      Que hay un peligro presente
      Y otro peligro se aguarda.
       
      Para vencer un peligro,
      Salvar de cualquier abismo,
      Por esperencia lo afirmo:
      Más que el sable y que la lanza
      Suele servir la confianza
      Que el hombre tiene en sí mismo.
       
      Nace el hombre con la astucia
      Que ha de servirle de gula;
      Sin ella sucumbiría;
      Pero, sigún mi esperencia,
      Se vuelve en unos prudencia
      Y en los otros picardía.
       
      Aprovecha la ocasión
      El hombre que es diligente;
      Y tenganló bien presente,
      Si al compararla no yerro:
      La ocasión es como el fierro,
      Se ha de machacar caliente.
       
      Muchas cosas pierde el hombre
      Que a veces las vuelve a hallar;
      Pero les debo enseñar,
      Y es bueno que lo recuerden:
      Si la vergüenza se pierde,
      Jamás se vuelve a encontrar.
       
      Los hermanos sean unidos,
      Porque ésa es la ley primera;
      Tengan unión verdadera
      En cualquier tiempo que sea,
      Porque si entre ellos pelean
      Los devoran los de ajuera.
       
      Respeten a los ancianos,
      El burlarlos no es hazaña;
      Si andan entre gente estraña
      Deben ser muy precabidos,
      Pues por igual es tenido
      Quien con malos se acompaña.
       
      La cigüeña, cuando es vieja,
      Pierde la vista, y procuran
      Cuidarla en su edá madura
      Todas sus hijas pequeñas.
      Apriendan de las cigüeñas
      Este ejemplo de ternura.
       
      Si les hacen una ofensa,
      Aunque la echen en olvido,
      Vivan siempre prevenidos,
      Pues ciertamente sucede
      Que hablará muy mal de ustedes
      Aquel que los ha ofendido.
       
      El que obedeciendo vive
      Nunca tiene suerte blanda;
      Mas con su soberbia agranda
      El rigor en que padece.
      Obedezca el que obedece
      Y será bueno el que manda.
       
      Procuren de no perder
      Ni el tiempo ni la vergüenza;
      Como todo hombre que piensa
      Procedan siempre con juicio,
      Y sepan que ningún vicio
      Acaba donde comienza.
       
      Ave de pico encorvado,
      Le tiene al robo afición;
      Pero el hombre de razón
      No roba jamás un cobre,
      Pues no es vergüenza ser pobre
      Y es vergüenza ser ladrón.
       
      El hombre no mate al hombre
      Ni pelee por fantasía .
      Tiene en la desgracia mía
      Un espejo en que mirarse.
      Saber el hombre guardarse
      Es la gran sabiduría.
       
      La sangre que se redama
      No se olvida hasta la muerte.
      La impresión es de tal suerte,
      Que a mi pesar, no lo niego,
      Cai como gotas de fuego
      En la alma del que la vierte.
       
      Es siempre, en toda ocasión
      El trago el pior enemigo.
      Con cariño se los digo,
      Recuerdenló con cuidado:
      Aquel que ofiende embriagado
      Merece doble castigo.
       
      Si se arma algún revolutis
      Siempre han de ser los primeros;
      No se muestren altaneros
      Aunque la razón les sobre;
      En la barba de los pobres
      Aprienden pa ser barberos.
       
      Si entregan su corazón
      A alguna muger querida,
      No le hagan una partida
      Que la ofienda a la muger:
      Siempre los ha de perder
      Una muger ofendida.
       
      Procuren, si son cantores,
      El cantar con sentimiento,
      No tiemplen el estrumento
      Por sólo el gusto de hablar,
      Y acostúmbrense a cantar
      En cosas de jundamento.
       
      Y les doy estos consejos
      Que me ha costado alquirirlos,
      Porque deseo dirijirlos;
      Pero no alcanza mi cencia
      Hasta darles la prudencia
      Que precisan pa seguirlos.
       
      Estas cosas y otras muchas
      Medité en mil soledades;
      Sepan que no hay falsedades
      Ni error en estos consejos:
      Es de la boca del viejo
      De ande salen las verdades.