Gustavo Gutiérrez (1928- , 96 años), peruano, sacerdote desde 1959 y dominico desde 2001, está considerado como el Fundador de la Teología de la Liberación, pues publicó en 1971 el primer libro con este título. Ver biografía en Wikipedia.
Gustavo Gutiérrez merece un agradecido recuerdo por su libro “Teología de la liberación”. En él desarrolla uno de los temas evangélicos más esenciales, que sin embargo ha sido marginado, demasiado marginado, por las cúpulas de la Iglesia clerical jerárquica. La liberación evangélica cuestiona obediencias y estructuras y doctrinas más afines al poder que al Evangelio de Jesús de Nazaret. El Mensaje del Reino es sustancialmente amor y el amor libera, redime de opresiones y de “sábados” sagrados que alteran el orden de valores… G. Gutiérrez sensibilizó a muchos y ayudó a leer el Evangelio con el espíritu innovador que caracteriza el Mensaje de Jesús. Espíritu innovador que cuestiona las mismas bases del sistema social, infelizmente reinante. Por eso, según parece, los poderes del Sistema presionaron para que esa teología evangélica -y su liberación- no prosperase, por peligrosa para el Sistema. De modo que el mismo Gustavo fue “marginado”…
Por todo ello, cabe un recuerdo agradecido a Gustavo Gutiérrez. Su teología sigue viva y nos ayuda a entender mejor el gran Mensaje del Reino. Así como también los “entresijos” del poder -civil y eclesiástico-, que no quiere liberaciones… La teología de la liberación también ha sido “crucificada”, pero vive.
La lectura de “Teología de la Liberación” de Gutierrez y después de “Jesucristo Liberador” de Jon Sobrino, en mi juventud me mostraron el camino del cristiano que yo quería ser.
su obra cambió mi vida, a los 19 años de edad, hace 24 años!
Gustavo Gutiérrez merece un agradecido recuerdo por su libro “Teología de la liberación”. En él desarrolla uno de los temas evangélicos más esenciales, que sin embargo ha sido marginado, demasiado marginado, por las cúpulas de la Iglesia clerical jerárquica. La liberación evangélica cuestiona obediencias y estructuras y doctrinas más afines al poder que al Evangelio de Jesús de Nazaret. El Mensaje del Reino es sustancialmente amor y el amor libera, redime de opresiones y de “sábados” sagrados que alteran el orden de valores… G. Gutiérrez sensibilizó a muchos y ayudó a leer el Evangelio con el espíritu innovador que caracteriza el Mensaje de Jesús. Espíritu innovador que cuestiona las mismas bases del sistema social, infelizmente reinante. Por eso, según parece, los poderes del Sistema presionaron para que esa teología evangélica -y su liberación- no prosperase, por peligrosa para el Sistema. De modo que el mismo Gustavo fue “marginado”…
Por todo ello, cabe un recuerdo agradecido a Gustavo Gutiérrez. Su teología sigue viva y nos ayuda a entender mejor el gran Mensaje del Reino. Así como también los “entresijos” del poder -civil y eclesiástico-, que no quiere liberaciones… La teología de la liberación también ha sido “crucificada”, pero vive.
Coincido.
La lectura de “Teología de la Liberación” de Gutierrez y después de “Jesucristo Liberador” de Jon Sobrino, en mi juventud me mostraron el camino del cristiano que yo quería ser.