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Cuando la verdad no importa

Esta es una reflexión de Leandro que nos acaba de llegar. La veo preparada para ser publicada sin trabajo previo en temporada semivacacional y oportuna para el momento actual. No nos subamos a las nubes de la verdad absoluta. Empecemos por la verdad factual, la comprobable, aunque sea con”var” o fotofinish. Como, por ejemplo, cuáles fueron los resultados de la últimas elecciones en Venezuela. AD.

Tal vez muchos ciudadanos nos estamos haciendo mayores (por no decir con más propiedad, “viejos”). Pero la percepción de lo que entendemos de lo que está pasando en el mundo, nos deja perplejos. Y algunos comenzamos a intuir que, tal vez, vivimos (o emergemos en la sociedad digital) a un mundo en que parece que “la verdad no importa”. Lo que manejamos en la realidad cotidiana para conocer la realidad, son las “imágenes” (las representaciones, las interpretaciones (casi todas visuales) que son las ráfagas o jirones de realidad que hacen referencia a “acontecimientos” exteriores a nosotros. Queremos insistir en que nuestra sociedad prefiere muchas veces vivir de “imágenes”, “representaciones”, “interpretaciones de la realidad” que coinciden con su modo de pensar.

Esto tranquiliza las mentes (razón y corazón) y evitan que nuestra racionalidad crítica intente buscar la verdad. Para mucha gente, la verdad no importa.

En estos días de verano, muchos hombres y mujeres “desconectan” y “se relajan” en el campo, en las playas de nuestras costas. No pretendemos con estas reflexiones ser agoreros, distópicos ni conspiranoicos. Pero, a pesar de que “cortamos” para descansar merecidamente, el mundo sigue girando.

Pero nos debe preocupar el tema de “la verdad”,  la “desinformación”, la cultura “woke”, “la Agenda 2023”, el “globalismo” y la guerra cultural en nuestro mundo. Estamos no en una época de cambio sino en un cambio de época.  Y emerge una cultura global de la evasión, de la construcción social de unas representaciones del mundo socialmente compartidas que potencian la cultura de “la imagen”, de lo aparente, de lo virtual, de la posverdad, del “todo vale”, del uso de la IA para “crear” un mundo ficticio como el de Alicia en el País de las Maravillas.

Dejando a un lado (por salud mental) lo que nos parece percibir de España, centremos la imaginación en lo que acontece en el mundo. Nos llegan cada día imágenes terribles de guerras y sufrimiento insostenible de millones de inocentes en Gaza, Sudán y Ucrania. No se pueden ocultar ni falsear. Pero también nos llegan las imágenes que los potentes medios de comunicación del mundo están construyendo (y metiendo en las cabezas de los ciudadanos) de la persona y poderío de China, Putin; de Donald Trump, Kamala Harris, Jose Biden como los que tienen la llave de lo que serán nuestras vidas. Y estas imágenes no solo llegan por los sentidos a nuestro cerebro intelectual sino que colonizan los sectores del cerebro donde se alojan los sentimientos. Vivimos en un mundo en el que el control de los ciudadanos no es solo ideológico, sino sobre todo emocional. Quien controla el corazón controla el cerebro.

Posiblemente esto ha sido siempre así. Pero posiblemente la marea impetuosa de sobreinformación que  llega a nuestra mente (racional y emocional), al cerebro, por la muchas vías de comunicación de nuestro mundo (prensa, radio, televisión y – sobre todo ahora – las poderosas redes sociales, no solo nos aturde y nos confunde, sino que sin darnos cuenta modelan en nuestra mente sistemas de creencias (ajenas) que nos hacen ser y creer lo que no somos y no creíamos.

El viejo sociólogo fallecido en enero de 2017 con más de 90 años,    había acuñado los conceptos de modernidad líquida, sociedad líquida o amor líquido para definir el actual momento de la historia en el que las realidades sólidas de nuestros abuelos, como el trabajo y el matrimonio para toda la vida, se han desvanecido. Y han dado paso a un mundo más precario, provisional, ansioso de novedades y, con frecuencia, agotador. Un mundo que Bauman supo explicar como pocos.

Y la referencia a Bauman me trae a la memoria el filósofo Nietzsche, que escribió “contra el positivismo que se detiene ante el fenómeno solo hay acontecimientos, yo diría: no, justamente no hay acontecimientos, solo interpretaciones”. Los “acontecimientos” son derivados de la interpretación. Todo acontecer es una conglomeración de fenómenos escogidos y reunidos por un intérprete. Por tanto, lo que se dice del fenómeno en cuestión no es un hecho, sino una interpretación. Incluso, nos advierte lo siguiente: “el hombre sólo encuentra en las cosas lo que él ha puesto en ellas”. Para Nietzsche, no existe un estado de las cosas  y mucho menos un sentido particular. El mundo está cargado de valor en sí mismo y somos el resultado de lo que interpretamos de él.

Muchas de estas cosas son ya sabidas. En el siglo XIX, «Ley Campoamor» se basa en el texto del famoso poema LIX, titulado “Las dos linternas”, dedicado a Guillermo Laverde Ruiz y que forma parte de la obra Doloras (1846) de Ramón de Campoamor. Y este dice: «Y es que en el mundo traidor / nada hay verdad ni mentira: / todo es según el color / del cristal con que se mira», el cual supone una manera de expresar, y admitir, que nada vale, que ningún valor es inmutable, y que inevitablemente impera el subjetivismo, la arbitrariedad, y el relativismo, en todas las facetas de nuestro mundo (por ello, traidor a la verdad y justicia, según el poeta).

Sin embargo, la afirmación de Campoamor no cae solamente en el relativismo y en el subjetivismo, sino en un desencanto del mundo, en donde la referencia al “mundo traidor” significa que el mundo en sí, la realidad, no es confiable, es sujeto de desconfianza debido a que cambia, se transforma, un día nos muestra un rostro y otro día otro. Ello supone que en el verso de Campoamor lo mismo impera el subjetivismo, con la referencia al color del cristal con que se mira; que la desconfianza en el mundo y su constante transformación.

En un mundo en donde muchos quieren vivir perpetuamente “distraídos”, “relajados”, “evadidos”, y donde muchos se conforman con “imágenes” que justifiquen su vida y no les preocupa la “verdad” de nuestro mundo, urge que, desde los educadores y desde los medios de comunicación, potenciar el “pensamiento crítico”, una habilidad que todo humano debe desarrollar. Una competencia humana que nos dota de cualidades muy específicas que nos ayudan a resolver problemas de una mejor manera, nos hace más analíticos, nos ayuda a saber clasificar la información en viable y no viable, nos hace más curiosos, querer saber e investigar más acerca de temas de interés. Cuando se desarrolla este tipo de habilidades, también se desarrollan muchas otras capacidades del cerebro como la creatividad, la intuición, la razón y la lógica, entre otras. Las estrategias de pensamiento crítico apoyan a que el pensador crítico sea autodirigido y autorregulado.

Y tienen más actualidad los versos de Antonio Machado [LXXXV]: “¿Tu verdad? No, la Verdad, y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela”.

23 comentarios

  • carmen

    Y ahora sin ningún tipo de broma.Acabo de leer en El País, algo que me ha descompuesto. Absolutamente. Ya lo creo que La Verdad de las acciones importan. De las acciones, de lo que tu persona haga. Quizás sea lo único importante. Lleven muchísimo cuidado. No se puede hipotecar tu alma por Nada, por Nadie . Porque hay que seguir viviendo y en el fondo de  uno mismo, no valen excusas. A no  ser que hayas perdido el alma totalmente. Entonces vale Todo. Porque la excusa perfecta es: lo he hecho por un Buen Mayor.T

    engan muchísimo cuidado. 

    • Santiago

      No podemos temer seguir a Jesús de Nazaret, si creemos que El ES el Hijo de Dios verdadero…porque Su yugo es suave y Su carga ligera..,y todos los agobiados podemos recurrir a El,  que está vivo en Su Iglesia…

      “A la tarde” dice Juan de la Cruz seremos juzgados en el Amor por lo que todo fue hecho..y según nuestro corazón y el estado de nuestra comciencia…Dios “modeló” cada corazón en libertad y El da la gracia suficiente para poder salvarnos, si la aceptamos..Su Justicia y Su Misericordia son perfectas y necesariamente complementarias..Por eso, debemos confiar en El siempre y hasta nuestro último suspiro.

      Un saludo cordial

      Santiago Hernandez

    • Isidoro García

      Aprovecho el cosntestar. Gracias.

      En estos tiempos veraniegos, en que estamos reflexionando sobre la relación entre la Ciencia y la fe, es bueno recordar lo que nos dice la Ciencia.

      El Chat GPT4º nos advierte de “la tendencia de los usuarios a antropomorfizar el chatbot, es decir, a atribuirle características humanas”.

      Este es un patrón mental eurístico atávico en el ser humano, que inevitablemente interviene en todos nuestros discernimientos y evaluaciones de una situación.

      El Universo, se mueve dirigido por la interacción sistémica de una gran cantidad de leyes del Universo, lo que da como resultado, el curso general de todos los componentes del mismo.

      Cuando sucede un fenómeno, tendemos imperativamente a imaginar que “alguien” lo ha causado o lo ha impedido.

      Este atajo mental, o heurístico es un proceso, mediante el cual el cerebro realiza juicios y toma decisiones rápidas. De este modo, el cerebro evita la racionalización profunda y deliberada y define una respuesta inmediata para hacerle frente a una situación.

      Esta personificación, como toda “metáfora”, ayuda y facilita la comprensión de los procesos, pero la acumulación sucesiva de intermediaciones teóricas entre la realidad y nuestra mente, (el lenguaje, y todas las metáforas “clarificadoras”), puede acabar interfiriendo en el proceso de interpretación que nos hacemos de la realidad.

      Una metáfora es un “como si fuese…”, y una larga sucesión de metáforas, “como si fuera…”, nos acaba desvirtuando y tergiversando la comprensión de dicha realidad.

      Esto sucede no solamente en cuestiones religiosas, de la personificación en “Dios”, sino que esta personificación se da en todos los procesos científicos, y así “hablamos” de que las moléculas hacen esto o lo otro, y la evolución hace esto o lo otro, y eso que nos ayuda a comprender, pero llega un momento en que acaba tergiversando nuestras hipótesis.

       

      ¿Quiere decir esto que nuestra inevitable tendencia heurística a la personalización, hace que toda creencia religiosa sea ilógica?. Pues no necesariamente.

      La Realidad del Universo, es misteriosa, y la conozcamos o no la conozcamos, y tengamos los sesgos mentales que tengamos en nuestra pobre mente, la Realidad será la que es, independientemente de nuestros errados juicios.

      O sea que la fe en “Dios”, (sea lo que sea “eso”), puede ser verdadera, aunque nosotros la justifiquemos en argumentos primitivos y espurios.

      Un transistor suena, a pesar de que unos niños o unos primitivos, crean que dentro hay unos enanitos hablando y cantando.

       

      El físico Frank. J. Tipler, hace 25 años, fue entrevistado por Punset, en su programa “Redes”. Es autor de “La Física de la inmortalidad”, y coautor, junto a John Barrow, del “Principio Antrópico Cosmológico”, una obra que actualmente es de referencia obligada.

      Tipler opina: “El universo es todo lo que existe en la realidad. Y por lo tanto, si Dios existe, debe estar comprendido en este universo, o ser parte de esta realidad… Y por ello debe de ser posible descubrirlo por medio de la ciencia. Por lo tanto, si Dios existe tendrá que ser un físico quien lo descubra”.

      Por eso debemos acostumbrarnos a que en esta nueva etapa del conocimiento científico, casi todo lo religioso tradicional, posiblemente es auténtico, pero de una forma distinta a la tradición, y por motivos y causas, muy distintas de las aducidas por la misma.

      Por ello, hay que hacer un gran esfuerzo para replantear toda la teología clásica, y releer toda la revelación escrita tradicional, a la luz del nuevo conocimiento del Universo, proporcionado por la Ciencia.

      La alternativa ya no es Dios sí o Dios no. Sino Dios no, (materialismo reduccionista y miope), Dios sí con la cosmovisión tradicional, y Dios sí, con la cosmovisión hipermoderna.

      Y eso dará lugar a la nueva religión naturalista del final de los tiempos, donde todo lo veremos como en un espejo.

  • carmen

    Santiago, una pregunta. Usted que sabe mucho de esto.

    Si no creo en el mismo Dios que Jesús, porque no tengo ni idea de lo que pueda Ser o no Ser, si fuese cierto lo del juicio final y todo ese jaleeeeeeo tremendo de unos al fuego eterno y otros al Cielo. Pregunto. A dónde iré?

    Si me va a salir con la Misericordia Divina…   Es que no quiero Misericordia, quiero Justicia.
    Merecería el Infierno?
    Porque a míí, Jesús de Nazaret me gusta un montonazo. Lo he dicho otro montonazo de veces…  

  • Santiago

    La Verdad es lo que corresponde a la Realidad…

    Existe por tanto esa Verdad absoluta que continuamente buscamos porque NO es relativa…

    Pero es claro que lo Absoluto es imposible de abarcar en su totalidad en nuestra vida terrestre…

    Nuestra aproximación a la Verdad es válida aunque imperfecta, y fragmentada…

    Por la naturaleza divina la Revelación se ha hecho gradual a través de los siglos y es máxima en Cristo que es esa Verdad total expresada en naturaleza dual. El es por lo tanto la Verdad y la Vida.

    Un saludo cordial

  • carmen

    Saber más para creer mejor, lo ha escrito, creo, porque ya tengo un liiio, el señor Sequeiros. Jesuita, seguidor a tope de Teihard de Chardin. Geólogo o paleontologo… entiendo perfectamente que haga esa afirmación. Me parece absolutamente coherente, viniendo de él.He leído el comentario de Isidoro y no salgo de mi asombro. Posiblemente no he entendido bien el argumento. O los argumentos. Saber más para creer mejor en qué?  Pero bueno, no tiene la menor importancia. Solamente lo quería decir.

  • carmen

    Como una recta, no como una receta. Pues menos mal que lo he leído. Sorry.

    [Rectificado el texto de ayer, conservo esta corrección de Carmen por si alguien había ya lo había leído. AD]

    • Isidoro García

      Aprovecho el contestar. Gracias.

      Quiero expresar mi opinión personal sobre la verdad, la Verdad, el conocimiento y la fe personales, y el conocimiento y la fe tribales.

      El tema del conocimiento, es una selva frondosa, peligrosa, y con un alto peligro de perdernos y de no salir de una pieza. Es como un laberinto, y ya se sabe que hay una regla de oro para salir siempre de un laberinto: girar siempre a la derecha, (la matemática, Katie Steckles). 

      Por ello hay que encontrar la regla de oro, para salir del laberinto del conocimiento humano.

       

      Una intuición es una idea que nos surge de nuestra mente inconsciente, que a veces viene acompañada de una fuerte sensación subjetiva de realidad. Por ello fe es esa confianza sin razones de peso, en una intuición que hemos tenido.

      Esta sensación subjetiva de realidad es muy peligrosa, pues también acompaña a las ideas delirantes y paranoides.

      Como dice muy bien Oscar, muchas veces la mente siente la necesidad de una idea determinada, para lograr un equilibrio muy ansiado, y evitar sufrimiento psicológico, y como todo náufrago se agarra a lo primero que ve. Por eso Castilla del Pino decía que “el delirio es un error necesario”.

      En un Universo cada vez mas amplio e indescriptible, la fe epistemológica, (de la que la fe religiosa es solo una pequeña parte), es necesaria para intentar una dificilísima idea-síntesis global del Universo, que así y todo, es casi imposible.

      Y aquí hago una división de la fe, en personal y tribal. La personal es la que tiene origen en una intuición personal del individuo, y la tribal, es la que adquirimos de la tribu particular a la que pertenecemos, (aunque nos autoconvenzamos y la hayamos hecho nuestra).

      El que renuncia a toda fe intuitiva, y solo se guía por lo que se mide, se pesa y se fotografía, se auto-amputa la imaginación y la creatividad, que son las facultades superiores del ser humano. En ese sentido, mas fe, ayuda a saber más y mejor.

      Pero la fe es radioactiva, o sea que es fuertemente peligrosa de error cuando se la maneja, y por eso hay que hacerlo con mucha precaución.

      Si ya cuando afirmamos un conocimiento, deberíamos advertir, que puede estar equivocado, cada vez que hacemos una profesión de fe-confianza en una intuición, deberíamos poner a continuación, en un paréntesis, una señal de una ruleta, para indicar que estamos haciendo un salto en el vacío.

      La crítica de la Modernidad racionalista, nos indica claramente, que la mente humana individual es tremendamente falible, lo que no nos gusta nada, y tendemos a rechazarlo, pues necesitamos reafirmar nuestra autoestima, para mantener el equilibrio psicológico.

      Por eso precisamos para guiarnos, del concurso de la cultura, que es el conocimiento, las palabras de la tribu, «el espíritu de nuestro tiempo», o zeigeist.

      Es algo así como la configuración mental que tenemos la mayor parte de los individuos de una determinada época, cultura o momento histórico. 

              Los consensos de opinión que configuran nuestro sentido de la realidad y que contiene valoraciones de lo bueno y lo malo, lo útil y lo inútil, lo verdadero y lo falso.

              La mentalidad es la forma en que pensamos, no solo lo moral sino lo real y las formas imaginarias tolerables en ese discurrir. (Francisco Traver).

      Ese conocimiento tribal, es lo único que podemos denominar como “conocimiento”. Las ideas personales, experienciales, lo “reflexivo interior (o espiritual), como dice Duato, son ideas personales, con un rango de probabilidad de error, muy superior al del conocimiento cultural tribal.

      Y en ese sentido, si somos un poco escrupulosos y discernimos adecuadamente, saber más, ayuda a creer mejor, como muy bien dice Leandro, porque conocer mejor las cosas, nos evita tener que poner nuestra fe-confianza, en ideas ilógicas y “claramente” falsas.

       

      Con todo lo anterior, la verdad es un billete de la Lotería de Navidad, y la Verdad, es cuando el billete es el premiado. Autoconvencerse de que el billete comprado es el que ganará, y ponerse a gastar el premio antes del sorteo, no es más que un delirio.

      Y no es un delirio extraño, sino es un delirio que nos produce nuestro encierro en la caverna-laberinto de Platón.

      Y la regla de oro para salir vivos del laberinto del pensamiento, es el escepticismo, la duda sistemática, y la aceptación de la incertidumbre ante nuestro pensamiento o creencias, y a pesar de eso, seguir adelante en el esfuerzo.

       

      “Pensar no es salir de la caverna, ni reemplazar la incertidumbre de las sombras por los contornos recortados de las cosas mismas, ni la luz vacilante de una llama, por la luz del verdadero sol. 

             Es entrar en el laberinto, más exactamente hacer ser y aparecer un laberinto, mientras que uno hubiera podido quedarse echado entre las flores con la cara al cielo. 

             Es perderse en galerías que no existen más que porque las excavamos incansablemente, es dar vueltas en el fondo de un callejón sin salida cuyo acceso se cerró tras nuestros pasos, hasta que esa rotación abra, inexplicablemente, fisuras practicables en la pared”. (Castoriadis).

  • carmen

    Qué risa.Me ha calado usted bien. Es la segunda vez en mi vida que me definen así. Mi suegra tuvo seis varones y cinco mujeres. Mis cinco brujas. Las adoro. Ya han muerto dos, una hace muy pocos días y todavía no he salido del luto.

    Bueno, pues una de ellas, dirigiéndose a otra de mis brujas, y , posiblemente olvidando que estaba delante le dijo: Carmen es lo que ves. No hay nada más. Hace de esto cuatro o cinco vidas.

    Seguramente tenga usted razón, porque no todo cumple la propiedad conmutativa, no siquiera en matemáticas.No sé de filosofía. Como se decía antes, soy de ciencias. Por lo que he leído del señor Sequeiros, todo va encaminado en la misma dirección, como una recta. Viene a decir que eso que llaman Ciencia no tiene por qué estar reñido con la idea de Dios. Bueno, concreta bastante más, y es su creencia, absolutamente honesta y la defenderá siempre. Me alegraría por él si no dudase nunca . Lo mismo que me alegro por mí amigo de Atrio , Santiago. Somos la noche y el día y sin embargo hemos conectado.

    Antonio va por otro lado. Está inmerso en un proceso de introspección, y piensa que es debido a su edad . No creo que esa sea la causa. Sencillamente  le ha llegado el momento de intentar meterse dentro de él mismo.

    Y usted va por el tema de La Verdad. Como usted muy bien dice, con mayúscula.Y, sin embargo, tienen un enfoque o un ángulo común, me he dado cuenta al leer su comentario. Todo va referido o hace alusión a Dios.

    Ahí encajan los tres. La Verdad empieza por el conocimiento personal y luego vendrá el encaje con la ciencia y por último, el concepto filosófico de La Verdad. Dios como Verdad Suprema e imposible de alcanzar por una mente humana.

    Muy interesante.Me ha hecho pensar.Buena noche.

  • carmen

    Antonio.Creo que no habláis de lo mismo el señor Sequeiros, el  señor Álvarez y tú.

    Una cosa es La ciencia y la Religión, y La Verdad, para llegar a una relación con las menos fricciones posibles: saber más para creer mejor, me ha parecido leer. Ese  es el tema de fondo del señor Sequeiros.Otra es La verdad filosófica, tema del señor Álvarez. Ahí me pierdo totalmente.Y otra es lo que tú dices. La verdad empieza por el conocimiento personal. No , no es un tema de senectud, ni hablar. Es un tema básico. Al menos lo es para mí. El problema es que no es fácil y a veces asusta porque nos  hace replantearnos muchas, muchas cosas.

    El problema, para variar está en la palabra Verdad. Los conceptos abstractos son imposibles de definir y se pueden abordar desde diferentes ángulos, como dijo el señor Álvarez. Porque la visión de un mismo objeto cuando la luz se refracta, cambia de velocidad al pasar de un medio a otro, el mismo objeto lo vemos de diferente forma.Lo mismo pasa cuando se analiza cualquier idea. Depende del punto de vista desde el que hables. Si la observación tiene diferente ángulos, la conversación se complica.

    Lo mismo ocurre con la palabra Dios. Con la Belleza, con El Amor… Porque he llegado a leer que la quería tanto…no tuvo más remedio que matarla, porque para él o para nadie. Por ejemplo.

    Al menos esa impresión tengo.No sé.  

    • mariano alvarez valenzuela

      Querida y apreciada Carmen, antes de entrar en mi respuesta sobre el tema de este artículo, quiero manifestar mi sincera admiración por personas como tú, que como se suele decir no tienen pelos en la lengua, son todas ellas transparentes y reflejan una sinceridad sin tapujos, y en ese sentido reflejan nobleza, y también en ese sentido asumo tus críticas. Ya veo que no has olvidado el símil de la refracción de la luz que creo le manifesté tiempo atrás a nuestro también noble contertulio Isidoro García. En esta ocasión te ofrezco al final otro símil. Ya me dirás si te satisface tanto como el anteriormente citado.

      Empiezo matizando alguna expresión tuya en relación a los distintos puntos de vista con que afrontamos la Verdad tanto Leandro, Antonio como yo:

      Tu dices: “La verdad empieza por el conocimiento personal” , y yo te tengo que dar la razón simplemente porque has escrito verdad en minúscula, expresión objetiva dentro de la razón científica y de la realidad contingente. La Verdad en mayúscula no puede estar relativizada a nada, y es aquí en este contexto, lo que afirma Antonio Duato en su respuesta y mucho mejor que yo al ubicarla en el ámbito del “don” además de el de la razón y el de la praxis humana. Ámbito suprarracional, ámbito de la fe, que a través de la voluntad decide la propia persona, creer o no creer. Ni siquiera la razón decide su creencia o increencia. Creer es dar crédito, salir de sí para volver a sí, pero ya renovado….

      Cuando Leandro Sequeiros escribe lo siguiente: “SABER MAS PARA CREER MEJOR. Hacer funcionar la capacidad de razonar para que las CREENCIAS sean maduras..”, se acerca más al planteamiento de Antonio y al mío, pero en mi opinión comete un leve error pero de una gran trascendencia. Yo lo interpreto a la inversa: “CREE MÁS PARA SABER MEJOR”. Aquí la razón matemática nos advierte que A+B no es igual a B+A. son dos operaciones distintas, porque SABER Y CREER  son realidades no homogéneas. La intención es buena pero el resultado no. No quiero alargar la respuesta con más argumentos pero sí quiero terminarla con la siguiente cita de:

      Mateo (11,25-27) : En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor.

    • oscar varela

      USO – Gracias
      Decimos que hemos encontrado una verdad:
       
      1- cuando hemos hallado un cierto pensamiento que satisface una necesidad previamente sentida por nosotros.
       
      2- Si no nos sentimos menesterosos de ese pensamiento, éste no será para nosotros una verdad.
       
      3- Verdad es, por lo tanto, aquello que aquieta una inquietud nuestra.
       
      [Parejamente decimos que hemos encontrado la llave cuando hemos hallado un preciso objeto que nos sirve para abrir un armario, cuya apertura nos es menester]
      …………………………
       
      Generalizando la expresión, tendremos que:
       
      4- una verdad no existe propiamente sino para quien la ha menester, para quien la busca afanoso.
       
      [Para quien no la necesita, para quien no la busca, la serie de palabras o de ideas (aunque se crea haberlas entendido una a una), carecen, en definitiva, de sentido]
       
      5-Para entender verdaderamente algo, no hace falta tener eso que se llama talento ni poseer grandes sabidurías previas;
       
      6- Lo que, en cambio, hace falta es una condición elemental, pero fundamental:
      – lo que hace falta es necesitarlo.
       

  • carmen

    Ay, Dios…No nos resignamos.Ay, Dios…

    El silencio respetuoso? Con qué exactamente? Con La Verdad?  No todo son las redes sociales. Hay muchos jóvenes que piensan y muy bien. Sobre todo, es su tiempo. Tampoco les dejamos un mundo para aplaudir. Ellos son el resultado de nuestra generación. A lo mejor algo no hemos hecho bien.

    Y detesto el Silencio. Totalmente. Absolutamente. No el silencio reflexivo. Seguro que me están entendiendo.Hemos pagado muy caro muchas personas por El Silencio de otros.

    Y, sí, las piedras hablarán. Pero tiene que pasar mucho tiempo para que hablen. Demasiado.

  • Javiierpelaez

    Tan cierto es que el mundo está dominado por imágenes y concretamente emanadas de las redes sociales que ya le tuve que decir a mi hija(q es podemita) que colgaba un reel de Instagram de una chica sobre Venezuela,que venía a mantener la tesis que yo no comparto de que un eventual fraude electoral se debía al desastre total(económico…)que en su conjunto supone el chavismo/madurismo, que me gustaba mucho que se interesara por la política ,pero que el asunto de Venezuela es sumamente complejo y que las dificultades de informarse objetivamente son enormes,fuera de que algunas cosa que se achacan al chavismo las comparten algunos otros gobiernos latinoamericano(me refiero a tasas de emigración,subdesarrollo, corrupción,autocracia…). En definitiva no sólo que las redes y si cultura de la imagen hacen que pontifquen gente sobre temas comolejísimos  y además nos van a convertir en analfabetos neofuncionales( no que no sepamos leer,es que no leemos),sino tb van a convertir cualquier disputa política en una cuestión de forofsmo deportivo( uno es del Madrid y otro del Barça,o del Atleti que tb hay perdedores,jaja).
    De todas maneras esto es una guerra bastante perdida ….

    • Nacho Dueñas

      Peláez, acerca del presunto (e inexistente fraude en Venezuela):

      -La primera razón que se da es que no se ha entregado las actas. Pero el plazo de dicha entrega entrega es un mes, y cuando esto escribo aún quedan unos 20 días. Sencillamente, como en pasadas elecciones, se necesitan días para acabar el recuento,  y recoger, procesar y publicar dichas actas.

      -La segunda razón es que Machado tiene el 40% de las actas. las tiene porque el Consejo Nacional Electoral se lo entrega en cada mesa electoral a los interventores, pero faltando el otro 60%, esas actas no demuestran absolutamente nada, sin contar con que, mediante fotoshops o semejantes la oposición las hay alterado.

      -De las “protestas”, se omite, como en otras elecciones anteriores, que hay policías muertos, hospitales ardiendo, sedes políticas atacadas, que el 80% de los detenidos estaban drogados y tenían antecedentes penales. Mientras en Francia “el vandalismo debe ser combatido con mano dura”, en Venezuela “las protestas son reprimidas, pero en Francia no han asesinado policías, en Venezuela sí.

      -Los mismos que hipócritamente se rasgan las vestiduras con el tema de las actas (¡carajo, que quedan 20 días de plazo!), sostuvieron durante años a Guaidó,  que se autoproclamó presidente desde lo alto de un coche, sin elecciones y por tanto sin actas.

      -¿Nadie, absolutamente nadie se pregunta por qué la oposición, cada vez que canta fraude (esta es la enésima vez), jamás sigue el proceso de impugnación? ¿Nadie se pregunta por qué, cada vez que, tras cada elección, se aplica la normativa de recontar hasta el 52% de todas las actas, que siempre se ha demostrado la limpieza, y que la misma prensa que cubría las protestas (mintiendo) no decía n media palabra sobre ese 52% de revisión que demostraba la limpieza de cada proceso?

      A no dejarse engañar, y a ser críticos, es claro que esto es el enésimo golpe de Estado de la oposición, la cual ya avisó de que aceptarían el resultado si ganaban ellos.

  • ana rodrigo

    Se titula este artículo “Cuando la verdad no importa”, y yo me pregunto, ¿qué es la verdad?. Sin tener la formación académica de Leandro y otr@s participantes en ATRIO, voy a pensar desde mis capacidades y, especialmente, desde mis experiencias.

    Quienes tenemos una edad y una larga e intensa vida, nos vemos inmersos en cuestiones insospechadas y casi alucinógenas e inimaginables hasta “antes de ayer”, mientras que algunos de mis nietos y nietas y mis dos biznietas, les parece todo tan normal, porque ésta es su época, como digo, nuestra generación sí tenemos elementos comparativos y en ocasiones hasta nos asustamos sobre qué mundo se está

    Yo reviso las distintas etapas de mi vida como quien ve pasar la película del tiempo, desde cuando todo lo que la sociedad, -no digamos la religión-, era así porque era así, y punto, hasta el momento actual en que me cuestiono absolutamente todo y dudo cosas que nunca pensé que lo iba a hacer. Y ahí sigo, dudando a tope y cuestionándome casi todo lo que yo había dado por cierto en cuestión de ideas y creencias de todo tipo. Lo que antes tardaba miles, después cientos, a continuación decenas de años en cambiar, ahora, como te descuides, ya te ves en “otro mundo” de un día para otro.

    Me pregunto en relación a qué referentes las nuevas generaciones se harán sus preguntas, porque el cambio de era es un fenómeno cotidiano, rápido, sin darnos cuenta, de un día para otro ocurren cosas tan nuevas y tan globales, que la capacidad de sorpresa ha desaparecido, son torrentes de hechos, de ideas de todos los colores, tonos, matices, y contradicciones que se proponen como verdades absolutas, dogmáticas, exclusivas y excluyentes, con una naturalidad asombrosa, como oxímoron, nos asombra lo normal, a nuestra generación, insisto, no a las nuevas generaciones.

    Volviendo a mi pregunta inicial: ¿Qué es la verdad? Quizá la respuesta más adecuada es la que da la RAE:
    1-“Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.
    2-Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa”.

    Así que señoras y señores “hagan juego”, todo sale de la mente, cada cual con la suya.                                                                                                                                                                                                           Este artículo de Leandro, rico en ideas, da mucho de sí en la cantidad de aspectos que podríamos ir destripando: ideas, tecnología, medios de comunicación, educación infantil, media y universitaria, ideologías políticas, globalización, nuevas armas de destrucción, etc. etc..

    • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

      Gracias, Ana. No es fácil desde el punto de vista filosófico encontrar una definición de “verdad” que sea asumida por todos.. La definición del DRAE, es la de Sto Tomás. Pero hay otras muchas más. Desgraciadamente, en nuestro mundo, en la cultura digital, la IMAGEN (sobre todo visual), la REPRESENTACIÓN de la realidad que aparece en la mente (más emocional que racional) es para mucha gente la REALIDAD y por ello es la verdad.. Por eso insisto en que hay que aprender a someter a las imágenes al tribunal de la RACIONALIDAD. EN una sociedad de pensamiento débil, de modernidad líquida, no es fácil que MADUREMOS. Por eso se habla de la ADOLESCENCIA prolongada.. Por eso, lo que tanto repito: SABER MAS PARA CREER MEJOR. Hacer funcionar la capacidad de razonar para que las CREENCIAS sean maduras..

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    Como bien sabéis, en las comunidades científicas (al menos en las de ciencias de la naturaleza) ya no se usa el concepto de “verdad”. Superado el viejo cientificismo del Círculo de Viena, que defendían que las Ciencias Físicas son la única “verdad” sobre el mundo, el racionalismo crítico de Popper se impuso desde los años 40 del siglo pasado. Para Popper, el conocimiento científico suministra “Teorías” (en sentido popperiano) que son las que “tienen poder explicativo” para los fenómenos y procesos naturales. Sus seguidores – a veces díscolos – como Thomas Kuhn (con los paradigmas y las revoluciones científicas), Imre Lakatos (con sus Programas de Investigación), Stephen Toulmin (con su darwinismo epistemológico), Paul Feyerabend (con su anarquismo epistémico) y cuyas ideas son las que manejamos hoy los científicos,  han extendido y ampliado el método de la ciencia y hacen posible que entre la ciencia y las tradiciones religiosas de puedan tender puentes interdisciplinares sin satanizarse mutuamente.. Estamos en un buen momento para reelaborar nuestras mentes..  

    • mariano alvarez valenzuela

      Querido Leandro, esta es una respuesta muy personal y posiblemente nada académica.
      Hubo un tiempo en el que la Verdad se silenciaba, pero este silencio era un silencio de respeto, como solía acontecer con todo aquello que era esencial y sagrado en lo más profundo del ser. No era un silencio de olvido ni de desprecio, sino todo lo contrario, de profundo respeto por lo inefable.
      Este tiempo pasó y hoy la Verdad no se silencia, se niega, se desprecia y se desnaturaliza de su esencialidad. Se le considera como un concepto entre otros conceptos y se le somete a esa razón crítica interdisciplinar, que por muy interdisciplinar y crítica que sea no deja de ser razón, y por si fuera poco, esa racionalidad acaba siempre abandonando la objetividad de la ciencia para dejar entrar democráticamente el consenso, con lo que relativizamos cada vez más el “concepto” de Verdad, perdiendo su carácter de esencialidad.
      La Verdad jamás fue un concepto, porque no pertenece en exclusiva al ámbito de la razón, pertenece al ámbito de la existencia del “ser” que razona, pero que no se ha dado a sí mismo el “ser” razonando. A la Verdad solo accedemos por la fe testimoniándola con todas nuestras facultades existenciales o negándola. La Verdad y la Libertad, están unidas de la mano en la esencia de la realidad humana, ni una ni otra son explicables racionalmente, pero sí testimoniables, tema ya muy tratado aquí en Atrio y recordemos además que la última palabra en la praxis humana la tiene la voluntad y no la razón.
      Si estos callan, las piedras clamarán… ¿Seguirá teniendo valor esta expresión? ¿Habrá algún día una razón crítica e interdisciplinar que la explique?

      • Antonio Duato

        Desde mi retiro, vacacional o senil -no lo sé y tal vez no se diferencien mucho- quiero solo reafirmar esa defensa de Mariano respecto a la verdad  o realidad en sí. A ella se dirige nuestra sed innata de conocimiento que existe en el ser humano.

        Esa sed no se sacia con el conocimiento carnal (o de los sentidos) a pesar de que la técnica nos permita llegar hoy a obtener datos nuevos, impensables hace ocos años, del macrocosmo  y del microcosmo, incluida la estructura funcional del cerebro humano. Tampoco puede saciarse con las diversas ciencias o disciplinas que para interpretar esos datos ha montado y sigue montando el concimiento intelectual (o mental) para procesar y explicar todos esos datos, aunque hoy tengamos la inmensa ayuda  de procesadores y algoritmos para resolver problemas complejos.

        El ansia de conocer empieza por querer coocerse a uno mismo, la misma realidad del sujeto persona, no desde fuera (como al resto de la naturaleza) sino desde dentro, por conocimiento refexivo interior (o espirtual), que fue espontáaneo y “vulgar” cuando surgió el homo sapiens sapiens, pero que hoy sigue estando activo, como impulso de búsquda y creación, en los seres humanos más libres y creadores.

        Esta afirmación de un real conocimiento espiritual, distinto aunque relacionado con el carnal y el intelectual, no se debe a ninguna teoría tomística – “adaequatio intellectus ad rem”, ni siquiera a la letra de unas verdades reveladas y trasmitidas por organizaciones religiosas,  sino que que ha madurando a lo largo de toda una vida como fe en mí mismo, fe en el (lo) otro y fe en El Otro (o La Otra, pero no en lo otro impersonal).

        Y, de nuevo, esta fe (no creencias adheridas, por dogmatizadas o impuestas que estén por autoridades o tradiciones) es conocimiento, don y fruto de trabajo craedor a la vez, que sigue dando sentido y alegrando mi vida, desde la juventud a la vejez.

  • carmen

    Efectivamente, no es sencillo. Todo lo contrario, es muy complicado.

    Porque no hemos sido educados en el pensamiento crítico. No me refiero a las grandes mentes, grandes lectores, grandes pensadores…Hablo de lo que conozco. La enseñanza. La conozco muy bien. Y su historia.

    Ahora pedimos pensamiento crítico? Hacemos responsables a las personas que hemos educado nosotros en la ausencia de crítica a los valores inamovibles? Las cosas han cambiado radicalmente. Es una era nueva. Y hay un problema enorme. Porque aquello de una imagen vale más que mil palabras, se está utilizando de manera perversa. Y qué recursos Tienen las generaciones a las que hemos educado en, no pienses por tu cuenta, solo trae problemas. Calla , obedece y te irá muy bien.No hemos preparado a las generaciones x, y, z alfa…y las que vengan para este cambio tan profundo. Tenemos una gran responsabilidad. Pero lo superarán. Hay que tener fe en las personas. Desde luego, la tengo.

    Si superé muchas cosas, por qué los jóvenes no van a superar los problemas que la vida les plantea en la actualidad? Acaso nosotros, nosotras somos mejores que ellos y sabemos cuál es La verdad?

    El pensamiento líquido no es malo. Sencillamente las moléculas, las partículas,cambian de posición y adoptan nuevas formas . Pero sigue habiendo cohesión.Espérese a que llegue el pensamiento gaseoso. Verá qué risa.

  • LEANDRO SEQUEIROS

    No se trata tanto de cuestionar que no hay “verdades absolutas”, sino que en la época de la revolución digital, las IMAGENES de la realidad son para mucha gente la única REALIDAD. Y eso lo saben las grandes corporaciones y los políticos.. No interesa saber la verdad (es molesto el pensamiento critico) y mucha gente se conforma emocionalmente (sobre todo) con las IMÁGENES (simples representaciones de la realidad que pueden ser modificadas por gente interesada). Un mundo en el que REAL Y VIRTUAL se van haciendo sinónimos.. Y esto no es por distopismo, sino para seamos conscientes de hacia donde va (para bien o para mal) el mundo en que vivimos.. Los “antiguos” estamos demasiado “marcados” por el viejo tomismo de “la verdad como adecuación de la cosa con el pensamiento”. No es tan sencillo.. 

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