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Los cristianos franceses: de la izquierda a la derecha (extrema)

Al leer esta crónica de Strazzari me quedé dándole vueltas a una frase que le dijo el obispo obrero Alfred Ancel que fue inspirador y ejemplo para muchos en los años decisivos del Concilio. Le dijo poco antes de morir: “solo tengo una tristeza, la de no haber creído suficientemente en Dios“. No creo que lo entendiese de otra forma que la de no haber sido más radical y profeta en su condición de obispo. AD.  

El 6 de julio de 1977 se presentaron al mismo tiempo dos importantes documentos de los obispos franceses: una declaración del Consejo Permanente sobre el “Marxismo, el Hombre y la Fe Cristiana”, y una “Nota” de la Comisión Episcopal sobre la Fe y el Marxismo en el mundo Obrero. La diferencia entre los dos documentos es sustancial: el primero, es doctrinal, subrayando la irreconciliabilidad, en el plano de las ideas, entre el catolicismo y el marxismo; La segunda, está impregnada de preocupaciones pastorales, que se mueven según la lógica del realismo.

En 1968 los militantes de la Acción Católica eran el 1,6 por ciento de los afiliados al Partido Comunista Francés; en los años siguientes, el 9,5 por ciento. Una frase del primer documento desató una amarga polémica: “El creyente que colabora sin reservas con los comunistas está trabajando a favor de su propia desaparición”. Los sacerdotes obreros y las muchas monjas que trabajaban en las fábricas reaccionaron: “Los ritmos de trabajo y el tipo de sociedad impuestos por el capitalismo son capaces de disolver la fe de una manera mucho más eficaz que el encuentro con el materialismo histórico y dialéctico”.

 

Los obispos dividieron a los cristianos en tres categorías:

  1. Cristianos que se adhieren a organizaciones que de una u otra manera se relacionan con el marxismo, utilizando el análisis marxista y ciertos elementos del materialismo histórico o dialéctico. Los obispos advierten que es difícil separar estos elementos de análisis de sus presupuestos filosóficos.
  2. Otros cristianos que pretenden lograr la unidad entre su práctica cristiana y la práctica marxista, pero, observan los obispos, “queriendo ser plenamente cristianos, llegan inevitablemente a confusiones que la fe cristiana no puede aceptar”.
  3. Por último, los cristianos que se afilian al Partido Comunista. “Cuando el Partido Comunista, escriben, tiende su mano a los católicos en cuanto tales, ignora que los cristianos consideran imprescindible el pluralismo político y que, por ello, se niegan a ser una fuerza de apoyo para alcanzar el poder”.

La controversia se desató en torno a los dos documentos. Los nombres más famosos de la cultura y el periodismo, de Montaron a Fesquet, de Oraison a Garaudy, participaron en el debate. En cambio, teólogos de gran calibre, como el dominico Chenu y René Coste, no aparecieron. Los sacerdotes obreros de la “Misión de Francia” estaban desconcertados. En Lyon, el Movimiento del Prado (sacerdotes obreros que se ocupan del mundo trabajador) pidió que se prestara más atención a la “Nota” de la Comisión Episcopal que al documento doctrinal.

 

Alfred Ancel: el obispo obrero

Fue profesor de filosofía en las facultades teológicas de Lyon. Ordenado auxiliar del cardenal Gerlier, comenzó a trabajar como simple obrero. Estuvo cinco años trabajando en la fábrica, hasta que Roma intervino y dijo “no” a la experiencia de los sacerdotes obreros. Lo conocí en su retiro de Saint-Martin, en las colinas de Lyon: “elegí ser obrero porque tomé conciencia de la situación de los obreros. Verás, los trabajadores sienten gradualmente una especie de complejo de esclavitud en sí mismos. Se sienten como hombres que han vendido su fuerza de trabajo y están siendo utilizados para el beneficio del patrón. Surge la necesidad de estar unidos y de dar vida a un movimiento y este, en Francia, es un movimiento sin Dios… ¡Nosotros, los sacerdotes, somos todavía demasiado desapegados! Para descubrir aún más el movimiento obrero, es útil que, durante un cierto tiempo o toda la vida, un cierto número de sacerdotes acepte participar en la vida de los trabajadores. Trabajé durante cinco años, pero luego me vi obligado a irme. Cuando volvieron a darnos permiso, ya era demasiado viejo para regresar entre los trabajadores. Recuerdo la amistad con ellos. No fui a dar discursos, ni a convertir, sino a vivir sus vidas. Trabajé para prepararme para una conversión colectiva”.

 

Los marxistas nos obligan a redescubrir a Cristo

Ocurrió un suceso sensacional. En 1979 Ancel publicó un libro “Dialogue en vérité”, publicado por Éditions Sociales, la editorial del Partido Comunista Francés. Se justificó así: “siempre he tenido relaciones con los comunistas, con los que siempre he tratado de ser lo que soy. Soy cristiano, tengo la fe cristiana. Son comunistas y en Francia, en su mayoría, no creyentes, pero es posible la lealtad total. Los marxistas nos obligan a redescubrir a Cristo, que era un trabajador manual. Encuentro en Marx y los comunistas algunos puntos importantes. Por ejemplo, cuando Marx dice que lo más importante no es conocer el mundo, sino transformarlo. Escribí el libro porque sentí una llamada de Dios a trabajar para hacer presente el mensaje del evangelio de una manera comprensible. Cuando veo a un comunista, estoy seguro de que Dios, que quiere salvar a todos los hombres, está obrando en él. A través del diálogo puedo ver lo que Dios hace en él”. Le pregunté, casi a quemarropa: “Si tuviera que hacer una sugerencia a la jerarquía francesa sobre el gran problema de la relación cristiano-comunista, ¿qué diría?”. No dudó ni un momento en responder: “Que cada uno avance con valentía, y llegará el momento en que podremos hablar y entendernos mejor. Yo añadiría: debemos seguir siendo nosotros mismos y, al mismo tiempo, respetar a los comunistas. Hay ciertas formas de anticomunismo que no son honestas”.

 

Ancel murió el 11 de septiembre de 1984. Durante un par de años había estado viviendo en una residencia para ancianos. Fui a verlo. Se había quedado completamente ciego. Me confesó: “solo tengo una tristeza, la de no haber creído suficientemente en Dios”.

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22 comentarios

  • Juan A. Vinagre

    El último comentario de Isidoro (de hace tres días) sobre la necesidad de encontrar el buen camino para avanzar, me lleva a ampliar su reflexión (que comparto) con esta otra relacionada con A. Machado, y que desde la perspectiva evangélica, diría así:”Caminante, SÍ hay camino…: en el hermano lo encuentras”.En el hermano que busca el pan de cada día en una fábrica, en el hermano explotado o maltratado y que por ello sufre…  ahí se encuentra el camino que Jesús de Nazaret reconoce como suyo. En este camino nos podemos encontrar todos o casi todos, sean marxistas, comunistas, ateos, agnósticos, creyentes y gente de buena fe… (Tal vez solo se excluirán los tradicionalistas radicales -laicos o religiosos-que dogmatizan su “verdad”.)

    Así, pues, solo habrá dificultades para un encuentro en el camino con quienes tengan al poder del dinero por ídolo. Ídolo que exige sacrificios humanos… En este sentido, pienso que a un marxista (y yo no lo soy) tal vez Jesús le diría: “No estás lejos del Reino”. Quienes sí están lejos son los que van por otro camino: el de Mammón… Y Mammón es incompatible con el Dios de Jesús.  Esto deberían pensarlo más quienes asocian fe cristiana y neoliberalismo…  En este sistema su dios es el negocio, que se sirve del hombre… Por eso, termino como empecé: “Caminante, SÍ hay camino: en el hermano (necesitado) lo encuentras”.  Por las obras-frutos discriminaréis…

  • carmen

    Porque La ciencia solamente admite hechos demostrados y con una serie de condiciones.El espíritu no se puede demostrar. Tampoco se puede demostrar la existencia de un Dios.Pues bueno. Y qué?Estoy segura de que dentro de mí hay una especie de algo que no sé explicar. Y, a veces, como que me indica un camino a seguir, que puedo o no elegír.Me gusta pensar que hay algo que une a todos los seres vivos .Me gusta pensar muchas cosas.Lo puedo demostrar? No.Pues ya está.Y que cada persona crea en lo que Pueda creer. En lo que pueda.Nadie es más listo o más tonto por creer en algo o dejar de creer. Es algo íntimo y personal.Eso creo. Eso pienso. Eso opino.

  • carmen

    Teihard de Chardin fu una persona que se dedicó a la antropologia. Se dedicó a una parte muy interesante de la ciencia. Y más en esa época. Darwin publicó el libro El origen de las especies por medio de la selección natural, en 1859. Chocó de lleno con la iglesia. Para mí, algo parecido a lo que sucedió con la teoría Heliocéntrica que defendió Galileo. Y la defendió con argumentos, como, por ejemplo, descubrió los satélites mayores de Júpiter, los cuatro. Con el telescopio que previamente había inventado un señor que no recuerdo, para los nombres soy fatal.Galileo lo utilizó para ver el ‘ cielo’ de noche. Si Júpiter tenía satélites, es decir, daban vueltas alrededor de Júpiter, la tierra no era el centro del universo. Eso chocaba con el Génesis, a tope.No fue el primero, a Giordano Bruno lo quemaron y punto. Por hereje. Pero con Galileo no sé atrevieron. Mucho prestigio. Siglo 16. La iglesia tenía muchiiiiiisima fuerza.

    En  1859 , publica Darwin su libro. Después de un par de décadas de , primero observación en el Beagle y luego ordenando sus notas. Revolución total. Aportaba una serie de datos abracadabrantes. Eso se oponía totalmente, y de nuevo, a la biblia. El hombre no había sido creado directamente por Dios con un soplo en el barro.La iglesia puso el grito en el cielo. Herejía gorda. Pero ya estábamos a mediados del siglo 19..La iglesia no era tan fuerte en el mundo de la ciencia. Para los científicos que se dedicaban a esa historias, fue  una revolución total. Porque también había otras teorías evolucionistas, ahí estaba Lamarck, pero era una teoría especulativa , no científica. Y muchas cosas más. Seguro que les suena el eslabón perdido.Barrió Darwin.Y Teihard de Chardin era antropólogo, y muy metido en ese mundo. Tal vez demasiado.Pero, era jesuita. Y los jesuitas tienen un voto de obediencia a la iglesia. Y, claro, ganó la iglesia. Mucho cuidado, no le ganó a Darwin. Pero si a Teihard. A callar. Fin del tema.Por qué no abandonó la orden? Pues a lo mejor, tenía sus motivos. Para mí fue un valiente. Absolutamente. Errores? Claro. Y alguno hay por ahí que quien quiera saberlo, que lo.busque. Este señor, Chardin, para mí, estaba sometido a dos fuerzas. Sus conocimientos en antropología y demás y su alma de jesuita. Al final Ideó dos esferas muy extrañas, la noosfera y la cristosfera. Por qué? Vaya usted a saber.

    A mí es un personaje que me gusta. Lo encuentro un valiente. Tuvo problemas con su orden. A todos los que nos interesa está historia, lo sabemos.La iglesia es mucha iglesia. Muchisima. Ahora están con el diseño inteligente. Y yo me remuevo por dentro. Porque es exactamente lo mismo que el creacionismo.Puede ser una teoría preciosa, pero científica no es. Así que cuando leo cosas sobre Chardin, no puedo evitar pensar cosas. Y niego absolutamente que la ciencia y la religión católica hayan ido de la mano. Jamás.

    Me la gané por todo lo alto cuando trabajaba en un colegio de monjas por decir esto. Pero, aquí me tienen, sigo viva. Y no tuve ninguna sanción. Los tiempos cambian.Un saludo. 

  • carmen

    Tampoco sé si en la novela Morris West lo quiso hacer. En la película que no sé quién dirigió y Anthony Queen estuvo fantástico, diría que tenía toda la intención. Pero…a mí me sirvió para descubrir a Chardin. Y no recuerdo el actor. Lo buscaré.

  • carmen

    Hola.Es que, David, el personaje de Teihard de Chardin, me ha interesado desde muy joven. Lo descubrí por pura casualidad, en una película.  Las Sandalias del pescador. Me gustó un montón y me llamó la atención el personaje de un sacerdote, lo recuerdo no muy mayor, que decía unas cosas muy razonables. Después me enteré que estaba inspirado en la figura de un señor real y ya, empecé a leer. Con el tiempo, al estudiar algo de biología, Darwin me fascinó. No le voy a decir que leí  entero el libro que público en 1859, a veces se ponía demasiado técnico, pero me hice una idea. Entonces vi la relación entre los dos mucho más clara.Y como el tema de la iglesia siempre me ha llamado la atención, pues la trilogía perfecta.No sé cómo decirle. Donde estaban los que ahora hablan tan bien de Chardin, antes estaban callados. Será quizás porque ahora la iglesia oficialmente no descarta por anatema la teoría evolucionista? No solo de Darwin, sino también por todo lo que se ha incorporado de genética y selección y mutaciones y esas cosas.Ahora ya no me vale.No sé si me estoy explicando con claridad. Hace como un par de años, como mucho, se publican muchos artículos aquí sobre Teihard. Ya le he dicho lo que pienso acerca de la cristosfera. Me gusta pensar que no tuvo otra salida para calmar a su compañía. Pero seguramente no. Él fue jesuita y eso imprime carácter.Solamente quería que supiera que no hablo por hablar. Sé quién es este señor. De sus jaleos, ya sabe. Pero, a mí, me gusta. Lo veo un valiente. No sé si cuando murió estaba en paz con su orden. Me gusta pensar que sí, que de alguna manera perdonó a su iglesia. Eso es importante para un jesuita.Un saludo cordial.

    Ya dejo el tema.
    Gracias por su atención. 

    • David

       
      No sé si Morris West quiso relacionar el personaje del padre Telemond con Chardin o simbolizar en él  los deseos de cambios en la Iglesia en pleno Concilio Vaticano II, en la necesaria renovación de ideas. Es una obra literaria que quizá fuera profética en cuanto a los acontecimientos posteriores.
       
      Coincido con usted por su interés por Chardin, logró situar en la agenda intelectual debates que, hasta el día de hoy, aún siguen siendo relevantes para el conocimiento humano del mundo. La visión evolutiva que presenta la ciencia exigía para Chardin una nueva cristología, al sentido cósmico resultado de la evolución debía añadirse el sentido crístico del mundo como motor de la evolución.
       
      Un cordial saludo.

    • Antonio Llaguno

      La novela es mucho mejor que la película (Que ya es buena de por si)y eso que Anthony Quinn, Laurence olivier y Oskar Werner (Padre Telemond) están fantásticos, pero leyendo la novela se puede profundizar mucho en el vacío interior que su relación con la Iglesia produce en el Padre Telemond.

      No se si Teilhard vivió ese drama o lo vivió de forma distinta. Si se que sus obras se conservan casi de casualidad y que sigue siendo muy “perseguido” por los talibanes más ultras del mundo conservador católico.

      Su teología a veces me sobrepasa y no consigo entenderle, pero me basta con entender lo poco que entiendo para comprender que su mente iba mucho más lejos que lamía en su afan de comprender a Dios.

      No se si murió reconciliado con su orden o no. Si se que podía haber vivido bien fuera de ella. No le hubiera costado un puesto en alguna Universidad como antropólogo como arqueólogo o incluso como filósofo o pensador. Esa fue la salida de muchos heterodoxos como él en su misma época, y sin embargo el permaneció fiel a su orden y a su codición de sacerdote. Por algo sería.

      Lo que creo firmemente es que pensadores como Teilhard de Chardin, capaces de ver más allá de lo que ven los demás y de ponerlo negro sobre blanco, incluso soportando lo que tuvo que soportar él son imprescindibles para que el mundo evolucione.

      Doy gracias a Leandro Sequeiros que me está permitiendo descubrir cosas sobre Teilhard que desconocía y que me llevan a admirarle aún más

  • Antonio Llaguno

    … 

    • Antonio Llaguno

      Me parece francamente ridícula la competicion entre algunas iglesias para decidir cuál es la Iglesia “verdadera”, como si el hecho de ser o no “verdad” tuviera algún interés.

      Lo importante a mi juicio no es si la Iglesia es verdadera sino si tanto ella como el Dios que predica son dignos de las criaturas de ese Dios.

      No solo nosotros debemos ser dignos de Dios sino que Dios debe ser también digno del los seres humanos. Si no es así es un Dios que carece de interés para mi, en especial un Dios que quisiera salvarnos con la amenaza de una condenación eterna al fuego del infierno (Que hay que ver lo retorcida que es la mente humana para pensar en calamidades y castigos).

      Por lo tanto, ¿Qué más da que uno sea marxista o no marxista? Lo importante es que se sea coherente con el mensaje de un Dios digno del ser humano y el Dios de jesucristo lo es.

      Lo que sí puedo afirmar es que las personas cristianas cercanas al marxismo suelen ser más coherentes con la opción del cristiano por los más pobres. Eso es cierto.

      Pero eso no quita que un “no marxista” pueda ser tan radicalmente bueno como un marxista y lo contrario.

      Para mi, las etiquetas (En especial las políticas) no tienen interés. Lo importante es ser radicalmente comprometidos con lo que Dios es y Dios es amor, port lo que ese compromiso radical con el amor al prójimo es lo que importa.

      Si eso le lleva a uno a ser marxista, estara bien, será bueno (Al estilo del Génesis). Si te lleva a ser otra cosa, será bueno también.

  • carmen

    Ve como sí ha podido? La idea que no se puede explicar en un par de líneas, no merece la pena prestarle atención.Pues no difieren tanto los dos señores.

    Personalmente no lo comparto. Lo del punto omega me parece una idea aterradora. Y, francamente, creo que llamarle cristosfera no es una buena idea. Parece que elimina otras creencias en otro tipo de Dios. No sé.

    Espero que no se cumpla nunca. Y si ese es el cielo prometido, la vida eterna prometida, encontraré la manera de escapar, bien de ese ordenador gigante o de la cristosfera. Tendría toda la eternidad para conseguilo.Gracias por su atención. La verdad, no esperaba respuesta, ya se habrá dado cuenta.Y, sí. Voy de aquí, allá, me quedo con una pregunta en la cabeza y se me olvida en qué hilo ha salido. Maneras de ser. Sorry Otra vez, gracias. 

  • carmen

    Bueno. Ya va dos veces que lo pregunto aquí y nada, no hay manera. Por lo visto no leen lo que escribo. Digo yo que será eso. O tal vez no. Y yo qué sé… Ese es mi sino. Ni caso. Y, sin embargo, fíjense, creo que soy una persona medianamente razonable. Eso sí. Soy mujer.

    Buen día a aquella persona que lea lo que escribo.

  • carmen

    Hola .Puedo entender el concepto de noosfera, aunque no me gusta. No creo que esté por encima de la Biosfera. Nuestra especie es un componente de la Biosfera. Posiblemente esta idea no es compartida en este lugar. Pero puedo entender si significado.Lo que jamás logré entender es el concepto de cristosfera. O sea. Imposible.

    Claro que tampoco logré entender la topología, cuando me topé con ella me pareció la suma abstracción.Quizás usted me pueda explicar en una línea el concepto de cristosfera. O en dos.

    Me gusta Chardin, pero creo que llevó demasiado lejos su idea de evolución mezclada con el cristianismo. Bueno, es mi opinión personal. A veces he pensado que lo hizo un poco presionando por su compañía, porque no sé ahora, pero en su tiempo, problemas tuvo. La evolución no era aceptada por la iglesia católica.Gracias por su atención.

    • David

      Creo que se refiere a mi, aunque este no es el hilo que trata sobre estos conceptos. No le puedo resumir en una linea ni en dos el concepto de Cristosfera. De manera simplificada  se refiere a la culminación de la presencia de Cristo en todo el camino evolutivo. El punto culminante, el Punto Omega en donde la materia y el espíritu serán uno solo, en la premisa de que Cristo es la cabeza del Cosmos. Difiere de  Tipler que opina que la conciencia estará almacenada en una memoria de un computador como un algoritmo capaz de superar el test de Turín, es decir, la habilidad de presentar un comportamiento inteligente sin poder discernir entre una máquina o un hombre.

      Pero hay en Atrio varios artículos interesantes al respecto con sus consiguientes comentarios que quizá pueda consultar.

  • carmen

    Por supuesto. Que cada cual vote a quien quiera. Estaría bonico.Pero, se vale asustarse un poquito? Porque la extrema derecha avanza y…no sé. A mí me preocupa. Sorry.

  • David

    La laicidad es un resultado de la separación entre el Estado y las religiones, la pertenencia a alguna religión  no puede interferir en el funcionamiento de los servicios públicos. Ser laico no supone negar las religiones. No se trata de una opción espiritual específica sino de la condición para que existan todas las opciones. Por lo tanto, es un principio relacionado con la libertad. También permite el respeto de la elección personal más íntima en una sociedad abierta, en donde cada cual puede elegir su voto y debe respetar la opción política de cada ciudadano, la nuestra no es mejor que la del vecino, ni tenemos ningún derecho a censurar lo que votan otros porque no nos guste, ¿qué democracia es esa?, voten extrema derecha, extrema izquierda, o lo que sea. 

    • David

      Pero el tema de reflexión es por qué se vota a este tipo de opciones políticas que nos parecen extremas, existe un peligro real de retroceso en cuanto a libertades.  La democracia es lenta por definición y  se muestra cada día más incapaz para establecer marcos regulatorios que aborden con celeridad los problemas que angustian a la ciudadanía, ahí está la opción de estos grupos, en un contexto en el que las nuevas tecnologías de la comunicación hacen de la paciencia una virtud cada vez más rara, el populismo apuesta por una política de la prisa y la simplicidad.  El populismo de derechas e izquierdas ha dado con una clave de éxito que se ajusta como un guante a los tiempos acelerados de nuestras sociedades. La deliberación, elemento consustancial a la política democrática liberal, se antoja a una parte de la ciudadanía cada vez más nutrida como una suerte de lujo que entorpece la toma de decisiones, pero esa aceleración populista puede cuestionar la soberanía popular, la dignidad humana o el respeto a las personas.

  • carmen

    Buen artículo.Creo, pienso, opino que Dios, por lo menos el mío, no.pide nada a nadie. Lo que hagamos o dejemos de hacer es cosa nuestra. Por otra parte, no.podemos personalmente solucionar los problemas del mundo mundial. Eso se juega en grupo. Claro, que como no sé qué es Dios… Pues a mí aire que voy.Sigo tocando El Tiempo Pasará. Me gusta. Es manera de decir no al fascismo. Cada uno tiene la suya. Seas cristiano o no lo seas, y para muestra, ahí están los judíos alemanes en la segunda guerra o en la segunda parte de la guerra que empezó en Europa y acabó siendo mundial.

    En fin.Buen día.

    • oscar varela

      Uso “RESPONDER” – Gracias!

      ¿No se estará poniendo VIEJO

      el NUEVO Testamento?

      ¿Dónde se aprende a ser Viejo?

  • David

    Un dato. El día después de la décima elección de diputados europeos, Ifop  se interesó por la dinámica y las prácticas de voto de los electores confesionales franceses en las elecciones europeas del 9 de junio de 2024. A pesar de la abstención, este electorado tienden a movilizarse más, en el caso de los católicos practicantes (el 73% acudió a las urnas, esta cifra se eleva al 78% entre los practicantes habituales). El gran ganador de estas elecciones, Jordan Bardella, logró unir a un electorado católico. El 42% de ellos expresó su apoyo a la Agrupación Nacional en las urnas, y un 12 % a otros grupos similares. En conjunto, los republicanos de Macron no superó el 14,6%, mientras que sólo el 4% de los católicos votaron a Aubry, de la Francia Insoumise de Mélenchon .

  • Isidoro García

    “Debemos crear un mundo nuevo, desde el viejo. Y nuestra actual disputa, es del viejo”. (Serie de tv, “Turn”).* “Las palabras del año pasado pertenecen al lenguaje del año pasado. Y las palabras del próximo año esperan otra voz. Hacer un final, es hacer un principio”. (T.S. Eliot)“Cambia el juego que nos toca jugar, cambia nuestra forma de percibir ese juego, cambian las reglas del juego, cambia la manera en que cambian las reglas del juego, y más profundo aún, cambiamos nosotros mismos. (Andrés Schusny).*

    • Isidoro García

           En torno a la relación entre cristianismo y marxismo, (polémica muy, pero que muy antigua), o incluso ante la más general relación entre religión y política, revolotea el destino y el sentido de la vida del ser humano.
          El objetivo básico de la religión y más concretamente del cristianismo, en las épocas anteriores, (la ya muy lejana época del obispo Ancel), era la salvación de nuestras almas, amenazada por la supuesta voluntad de un Dios justiciero. Sin embargo en esa misma época el comunismo, trataba de conseguir una sociedad humana ideal.
           Hoy, “solo” cincuenta años después, el objetivo básico de toda religión moderna y actual, es, (o debería ser), el ayudar y conducir al humano, a desarrollar sus potencialidades, y con ello conseguir organizar su vida personal de tal forma que optimice sus decisiones y consiga con ello, la auto-realización personal, y con ello, una “vida buena”, una vida creativa y “feliz”.
           Por la otra parte, el marxismo, y su plasmación política el comunismo, en su hipermaterialismo reduccionista, (y en paradójica conjunción con el hipermaterialismo capitalista), solo y exclusivamente considera las condiciones de vida y trabajo, el elemento fundamental y único, para acercar la felicidad soñada al ser humano.
          Y eso es un error fatal, pues es como la zanahoria colgada de un palo delante del caballo, que le genera unas eternas expectativas incumplibles, causa de una permanente y endémica gran ansiedad, con el corolario de una generalizada gran crisis de salud mental.
              “Vivimos una época crepuscular, cuya tonalidad afectiva es la angustia. La izquierda debe hacerse cargo de ese malestar cotidiano, de esa precariedad que es ya para una generación entera su definición vital, de esa falta de certezas, de esa ansiedad que crece cada día”, (Clara Ramas, (filósofa, exdiputada de Más Madrid).
           Y a todo esto, el mundo actual es un océano de sufrimiento y dolor. “Me siento, y miro todos los dolores del mundo. Veo, oigo y estoy callado”, (Walt Whitman).
            Y, “como vos, hermano Walt, también me siento y miro hoy y aquí, la soledad y la injusticia, el gesto por nunca solidario, y oigo súplicas de unas manos que vuelan, pidiendo erráticos milagros.
             Me siento y miro la mezquindad sin fin, sin límites la garra interminable que llega sin piedad hasta mi puerta, y me despoja y mata impune.
             Siento la oscuridad que me destierra a un gris peregrinaje. Veo, oigo y callo”, (Jorge L. Borges).
            Reina la disforia, que se caracteriza como una emoción desagradable o molesta, como la tristeza, (estado de ánimo depresivo), ansiedad, irritabilidad o inquietud.​ Es el opuesto etimológico de la euforia.
           Todo el mundo es disfórico de todo, porque ya estamos convencidos de que nada funciona. Ni la familia nuclear, ni el colegio, ni la sanidad, el trabajo, y el salario que tengo son una mierda… Esa es la experiencia que yo llamo disforia mundo”, (Paul Preciado).
            Decía Bergoglio, en 1987: «Hay una perplejidad en el agotamiento de categorías de interpretación que ya no sirven para interpretar los acontecimientos del hoy.
           Nuestra actualidad histórica rebasa las ideas existentes. Por eso son ideas que ciegan, que no ven”.
           Hay momentos en los que el pensamiento atrasa en relación con la realidad; momentos, en palabras de Antoine de Saint-Exupéry, en Viento, arena y estrellas, donde “para entender el mundo de hoy, usamos un lenguaje creado para expresar el mundo de ayer”.
       
            Como Borges, vemos, oímos y callamos, pero lo que parece urgente es pensar serenamente, en cómo resolver este cáncer, que amenaza con nuestra autodestrucción.
            Todo indica, que llevamos un rumbo equivocado. Cada vez nos sentimos peor, y no vemos salida a la situación, y ya no valen los antiguos ungüentos de la abuela.
            Estamos en otro rumbo, en otra pantalla, como dirían los jóvenes. Ha cambiado “de repente” nuestra idea-motriz, la estrella hacia la que dirigirse, y por ello, todo cambia, y a todos los “antiguos” nos ha descolocado con nuestra batería de ideas y recursos obsoletos, sin escalera y colgados de la brocha.
           “Aún en los tiempos más oscuros tenemos el derecho de esperar cierta iluminación, y que dicha iluminación pueda provenir menos de teorías y conceptos, que de la luz incierta, vacilante, y a menudo débil, que algunos hombres y mujeres, reflejarán en sus vidas y sus obras, bajo casi cualquier circunstancia, y sobre la época que les tocó vivir en la tierra.
           Ojos tan acostumbrados a la oscuridad como los nuestros, apenas podrán distinguir, si su luz fue la luz de una vela o la de un sol brillante, (Hannah Arent, “Hombres en tiempos obscuros”).
              Pero nos advierte Ramiro Calle: “¿Cómo somos tan ilusos o poco lúcidos como para creer que podemos esperar un cambio alentado por un pensamiento ofuscado, codicioso, tendente al odio, al dogmatismo, al resentimiento y al vengativismo?”.
       
          Necesitamos parar y pensar. Y como apuntaba Boff, hay que creer que dentro de nosotros tenemos una fuente de sabiduría, que nos dará los nuevos patrones mentales que precisamos.
          Yo creo que la Iglesia católica, lo descubrió, ya en la antigüedad, con su apuesta por la contemplación, en paralelo con su frenético  activismo cultual y sacramental.
            Se precisa un enorme batallón de meditadores, que “trabajen” incansablemente en encontrar dentro de sí, la naturaleza de la Realidad, para poder con ese saber, actuar adecuadamente.
            Porque, cuando Marx dice que lo más importante no es conocer el mundo, sino transformarlo, cometió el grave error, (repetido todavía hoy por muchos), de que difícilmente vas a arreglar un mundo que no conoces realmente.

    • Isidoro García

         El ser humano, por su naturaleza, históricamente siempre avanza en su caminar. Solo es  cuestión de situarse en el camino adecuado.
             Porque si caminas por el camino equivocado, cada vez estás peor y mas lejos de la meta. de ahí, la importancia tracendental de encontrar el buen camino.