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La teología y el juego del “Lego” (v. 2)

        Con las piezas del Lego podemos construir el Vaticano o una pagoda budista; con las ideas filosóficas podemos construir un sistema kantiano o un sistema escéptico; con las frases de la Biblia o de los Vedas podemos construir un sistema teológico.

        ¿Todo es juego? No; también existe la experiencia, que consolida o disuelve esas ideas filosóficas.

        El evangelio no es un sistema teológico; el sistema se ha ido construyendo en los siglos posteriores. El evangelio es un relato de experiencias de Jesús: sanar o aliviar a los enfermos, liberar de leyes obsoletas o injustas, sentir el amor y la confianza en el Padre común, estimular la fraternidad social, fomentar la esperanza en un mundo más justo, y arriesgarse hasta la muerte por impulsar ese mundo.

        Somos estructuras abiertas al infinito, la razón tantea buscando esa apertura, pero sólo el amor la encuentra. La teología y la filosofía son sistemas construidos con ideas que se ensamblan para explicar el mundo real. Su consistencia no está en la lógica que encaja esas ideas sino en lo que logran reflejar el Misterio del mundo; y de ese modo iluminan y hacen más conscientes las experiencias vividas. El arte, como la experiencia, también goza de la intuición inmediata, y a veces muestra atisbos de la interioridad del Mundo.

        La experiencia es una vivencia concreta pero, salvo las experiencias místicas, sólo ofrece aspectos limitados del Misterio universal. La filosofía, la teología y las ciencias tratan de comprender y explicar todo el universo; si se mantienen ancladas en las experiencias, sus mosaicos pueden estimular o interpretar aspectos de esa realidad.

        Las religiones están basadas en la experiencia de sus fundadores. Su valor no está en la magnitud o la perfección de la construcción que hayan levantado con sus piezas filosóficas o teológicas; su valor consiste en la capacidad de renovar en sus seguidores algo de esa experiencia inicial, o de nuevas experiencias de ese Misterio. El sentido de la Iglesia es renovar las experiencias del Evangelio.

        Los dogmas y la Doctrina de la Iglesia ¿son Evangelio o teología?

19 comentarios

  • Santiago

    Como dice Gonzalo el Evangelio es especialmente un relato fidedigno y consensual de los “hechos y dichos” acaecidos durante la vida terrestre de Jesús de Nazaret

    Para poder entender la labor de los “discípulos” hay que remontarse al siglo I del judaísmo y las costumbres rabínicas de la època. El “discipulo” no era un mero “oyente pasivo” sino el que “imitaba y asimilaba” toda la enseñanza del Maestro, memorizando sus palabras,sus actos e inclusive sus modales,  para asemejarse en lo posible a el, pero no siendo “más que el” …. porque el discípulo siempre quedará por debajo del Maestro…Ser “como el Maestro” era el gol de todo discípulo rabínico…

    Es así como se escribieron los Evangelios y las Cartas Apostólicas puesto que hubo el “consenso” de la Iglesia primitiva que fue “testigo presencial y oyente” de los mismos labios de Cristo. Ellos, los testigos autorizados, “transmitieron” lo que “recibieron” de Cristo que es la Revelación del Amor del Padre por medio de La Palabra oral y escrita.  Por eso, los Evangelios son la Palabra del Señor Jesucristo y NO lo que “pensó” subjetivamente lMarcos, o Mateo o Lucas o Juan, ni menos Pedro, Pablo, Santiago o Judas Tadeo porque ellos NO inventaron, no tergiversaron, no interpretaron, ni juzgaron, sino solamente narraron lo que ellos “vieron, oyeron, palparon” y comprobaron sobre el “Verbo de la Vida” y quieren compartirlo con nosotros, los fieles. Ese fue su gozo hasta llegar al martirio por amor al Maestro.Es por eso que la Teología Bíblica es la más real, la realista y la verdadera, porque se basa en “hechos y dichos reales” y personajes históricos de la época que garantizan su autenticidad ya que existió la prueba testifical múltiple porque Jesús fue un personaje público juntos con Su vida conocida de todos y por tanto la superchería y el engaño hubieran sido muy fáciles de refutar dada la extremada popularidad de Jesús de Nazaret

  • carmen

    Y,  perdón, señor Vinagre, pero nunca me he callado y no lo voy a hacer ahora.Haré en abril  71: años.He pasado la edad de que nadie, absolutamente nadie , se dirija a mí de esa forma. Nadie es Nadie.No sé si me explico.

  • carmen

    Bravo, Antonio.Bravo.Efectivamente.Sólo sé que no sé nada.Bravo, Antonio, Bravo!Contento?. perdón por las molestias.Quedaos los que tenéis que estar.Aunque, hay otras opiniones…y las sabes, Antonio. Las sabes …Paz, hermanos, Paz… 

  • carmen

    Querido Gonzalo.

    Habla  una participante del coro popular, como en las obras de teatro de Grecia. Pero lo voy a decir sin cantar. Solamente hablando. Y un pensamiento que he repetido cerca de millón y medio de veces. No se me ha ocurrido de repente. Todo el mundo sabe que no doy puntada sin hilo. Otra cosa es que sean capaces de ver el hilo.

    La teología, a mí entender, persona poco instruida y del pueblo, es un castillo de naipes. Nada de Lego. Las piezas de la construcción de los lego, se pueden trasladar en grupos . Lo sé porque he construido con mis hijos. En la teología, si tocas una carta, se derrumba toda la construcción. También lo sé por experiencia. Me gustan las cartas. Cosas del pueblo.

    Un gozo leerte.Cuídate.

    • Gonzo HYa

      Querida Csrmen, ya sé que eres intuitiva y muy espontánea, por eso creo que sé  interpretar tus intervenciones iones; unas veces estoy de acuerdo y otras no. Lo que pasa es que cuando no se está de acuerda la espontaneidad lo resalta más. Cordiales saludos

      • carmen

        Pues sí.

        Saludos cordiales.

        Solamente una cosa. No sé el grado de intuición que pueda tener, desde luego, ninguna originalidad en lo que digo. Existen otros teólogos de la misma talla de los que aquí escribís y dicen cosas diferentes.

        Decir lo que pienso , para mí es un valor que no voy a perder. Si lo que no gusta es mi forma de escribir, por supuesto que lo entiendo. A mí tampoco me gustan otros estilos.

        Aseguro que todo lo que he dicho, lo he meditado durante muchos años.  Y apoyada en muchas lecturas. Quizás por eso tenga rapidez en la respuesta.

        Es más ,defiendo la coherencia de mi pensamiento. Porque hay otros mundos que no están en éste. Y respeto profundamente la tuya.

        Mucha suerte y saludos cordiales.

  • ana rodrigo

    Me gusta el símil del juego del lego, es como yo me suelo imaginar las conexiones neuronales del cerebro, piezas de una vida que, según cómo las coloques pueden salir infinidad de ideas y con ellas puedes construir todo lo que sabemos de lo que es capaz la mente humana; en este caso sistemas teológicos que, si bien todos estén relacionados con Dios, pueden ser muy variados como propuestas y, ni qué decir de la variedad que produce en los receptores.   

    La humanidad ha avanzado en ciencia o en tecnología sumando y sumando durante miles de años y parece no tener fin. Mientras que las construcciones religiosas, normalmente tuvieron un origen, las piezas del “juego”, que llevaron a instituciones constructoras a su vez de un sistema que, por su peculiaridad de ser de origen divino (aunque sean de los propios seres humanos), se convierten en intocables.

    Y esto es muy importante porque, siendo cosa de , en este caso, hombres, que dicen ser portavoces de Dios, las ideas y las construcciones se hacen intocables y dejan de conectar con una sociedad cambiante y evolutiva. Cuando se proponen cambios, se producen revoluciones, cismas y hasta guerras de religión muy crueles. Y no siempre esas propuestas han sido progresistas, como ha sido el caso de las iglesias ortodoxa o protestantes.

    Lo estamos viendo en el momento actual, en los sectores conservadores, con el tema de la mujer, o el colectivo LGTBQ, o los ritos, o las arcaicas vestimentas clericales convertidas en sagradas, etc. etc. 

    La Iglesia católica, en concreto, a los pocos siglos de su origen, se fue cargando de ideas diferentes a las de su origen, el Evangelio y fue olvidando, como dice Gonzalo, la experiencia de Jesús,“, El evangelio es un relato de experiencias de Jesús”, como fuente de vida en cualquier momento, nunca como un castillo-fortaleza al que no se entra si no es con las condiciones  ideológicas impuestas como dogmas en otras épocas, otra sociedad,  otra cultura, a pesar de que sus valores pudieron y debieron haberse insertado en el ADN de la Iglesia. De ahí la indiferencia social actual ante el inmovilismo institucional. 

    Efectivamente, las instituciones religiosas, de todas las religiones, son intocables y rígidas, y, como en el juego del lego, si tocas una pieza, se puede venir abajo toda la construcción. Se defienden a capa y espada las ideas, mientras se deja en segundo lugar la experiencia de una sociedad laica en constante evolución. “El sentido de la Iglesia es renovar las experiencias del Evangelio” 

    Gracias, Gonzalo, un fuerte abrazo

  • carmen

    Ok, Antonio.Y quién me contesta en este gran diálogo  equilibradísimo que mantenéis?No será que es demasiado formal esto para mí? Es que soy más de fondo. Sorry. No hay manera. Es inútil. 

  • Isidoro García

         Jesús, predicó en público durante tres años, a partir de los 27-30 años, y anteriormente, se le supone un periodo propedéutico de aprendizaje, de al menos 10 años más.

    • Isidoro García

      En el proceso de aprendizaje humano, se va produciendo una acumulación progresiva de ideas, que produce grandes e inevitables cambios de opinión, según se van decantando las mismas.

      (Todos tenemos experiencia de los cambios de opinión que casi todos experimentamos, si estás vivo intelectualmente, y sobre todo se nota en los escritos propios antiguos. Hasta Pedro Sánchez cambia de opinión en quince días).

      Por ello, el difícil problema de hacer una interpretación de los evangelios, de las auténticas ideas del Jesús sabio y maduro, es que contienen frases quizás muy llamativas, que quedaron en el recuerdo de los oyentes, pero que no sabemos a qué etapa de Jesús corresponden, si a sus etapas iniciales, o a la etapa final del humano sabio autodesarrollado.

      Esto viene a cuento en que parte de la moral evangélica de Jesús, es una “moral de guerra”, de insurrección, de conspiración político-militar mesiánica judía, de excepcionalidad.

      Una moral del, “o conmigo o contra mí”, de rechazo a los términos medios y prudentes, “a los tibios los vomitaré de mi boca”, del “sed perfectos, como vuestro padre Dios es perfecto”, (¿a quien en su sano juicio, se le puede ocurrir exigirnos que seamos como Dios?).

      Una moral, de un “Jesús”, muy del gusto de los fanáticos, sectarios, intolerantes, puritanos, rígidos de mente, obsesos, y en general de personas desequilibradas y alienadas. Muy lejos de la serenidad y la benignidad, clemencia, generosidad, que transpiran otro tipo de frases del “otro” Jesús.

      Muy alejada de la ataraxia o apatheia, que es el estado mental alcanzado cuando una persona está libre de alteraciones emocionales. Y que se traduce mejor con la palabra ecuanimidad, que como indiferencia.

      No es equivalente a apatía, puesto que la primera tiene una connotación positiva mientras la segunda no. Es el “De nada demasiado” del frontispicio de Delfos.

      Esa situación excepcional de Jesús, en sus primeros pasos, (cuando se concienció de ser el “Mesías” elegido), posiblemente le situaron en un estado mental, quizás en parte, semi-patológico.

      Y esos rastros que se notan en esas rígidas frases evangélicas, son la razón de que a primeros del s. XX, una serie de psiquiatras eminentes de la época, declararon que Jesús denotaba cierta patología mental.

      En 1913, Albert Schweitzer, concluyó que no llevaban razón, pero para un creyente, comprendo que resultaba muy duro el diagnóstico.

       

      Con esto, ¿qué quiero decir?. Pues que como dice al amigo Gonzalo, con las piezas Lego componentes de los Evangelios, no se construye un sistema filosófico, ni teológico, sino infinitos.

      Y la prueba está en la multitud de iglesias cristianas distintas, y la cantidad de herejías, (interpretaciones distintas), realizadas por personas muy creyentes, inteligentes y buenas muchas de ellas.

      Eso lo supo en seguida la primitiva comunidad cristiana, que, no habían pasado veinte años de la muerte de Jesús, (y no existían aún los evangelios), y ya tenía tres “iglesias” distintas: la de Santiago en Jerusalén, la de Pedro (¿?), y la de Pablo, y realmente no sabemos nada en realidad, de la predicación concreta de cada uno de los 12 apóstoles.

      Cuando 50-70 años después de la muerte de Jesús, fueron expulsados de las sinagogas por los fariseos, la Comunidad de cristianos, que tuvo que implementar un cuadro profesional de dirigentes, encontraron la solución a ese confusionismo de las palabras recogidas de Jesús, e iniciaron el “culto a la Iglesia”, como única depositaria fidedigna de las palabras de Jesús.

      Y así hasta ahora, en que muchos creen que creen en unas expresiones del Misterio, (el Dogma), dichas por Jesús, cuando lo que creen de verdad es la interpretación que estableció la Comunidad, 100 años después de muerto Jesús.

      Para ello primero establecieron arbitrariamente, su idea de que los escritos evangélicos, y todos los canónicos, eran inspirados directamente por Dios.

      Razón: que lo dijeron ellos en su momento: ¡Porque lo digo yo. Y yo lo valgo!!.

      Y luego, remataron con la divinidad de Jesús, el Ungido, y claro, si los escritos canónicos son inspirados directamente por Dios, y Jesús mismo es Dios, cualquiera de sus palabras que figure en los escritos, va a misa, y nunca mejor dicho. Y las que no figuran, las dice la Iglesia por defecto.

              “No he venido a traer la paz sino la espada. Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra, y cada uno tendrá como enemigos a los que conviven con él”. (Mt 10,34-36).

       

      Y en esas estamos,… todavía.

       

      • Isidoro García

        Mi hipótesis es que el Jesús de la Cruz, era otro muy distinto del Jesús, filoseguidor de Juan el Bautista, que tuvo una experencia mística en su bautismo.

        Por ese posible zelotismo del Jesús inicial, Jesus captó un grupo de seguidores zelotes o filozelotes, ya hasta algún sicario, (Iscariote).

        Y paulatinamente fué madurando, y dió un giro de 180º, lo que quizás propició la traición del mismo Judas, al verse defraudado ideológicamente.

        • Rodrigo Olvera

          Podría valer de manera similar, Isidoro,  la interpretación contraria: que el Jesús inicial es el ingenuo y “buenista”; y fue la experiencia de la necedad, oposición y persecución que enfrentó contra su enseñanza la que le lleva a entender que no basta ser “buenos como palomas” y se necesita expulsar a los comerciantes a latigazos (claro, esta interpretación no concuerda con tu propia mirada, entonces será difícil que la consideres válida)

          Podría valer de manera similar la interpretación de que es el mismo Jesús en un mismo “nivel de desarrollo” el que a veces usa un tono más sapiensal y otras veces un tono más militante, de acuerdo a las circunstancias; así como tu un mismo día puedes escribir un largo comentario desde una actitud de apatehia y ese mismo día en otro comentario haces una pataleta infantil porque alguien menciona hacer algo por los demás y tú reaccionas como si éso fuera la peor amenaza que pudieras enfrentar en tu vida del tipo “déjennos en paz, no traten de imponernos, bla bla”.

          Cómo y para qué funciona social eliges una interpretación o la otra o la otra … esa sería una buena pregunta para la introspección.

          Saludos

  • carmen

    Está mal hecha la pregunta.Repetimos. Si leyese antes de dar a publicar…En alguna ocasión la iglesia católica ha desdogmatizado un dogma de fe?Sorry.

    • Antonio Duato

      Bravo, Carmen! Podrías ser moderadora de ti misma pues tú misma te das cuenta de que este no es un blog para escribir a trocitos lo que se te va ocurriendo a uno.
      Dices: “Si leyese antes de dar a publicar…“. La mayor parte de los participantes, tras leer bien cada artículo y pensar sobre el tema, escriben comentarios con algún o algunos puntos que le parece oportuno destacar. Y lo hace con borrador previo o releyendo y corrigiendo lo que escribe directamente en la ventana de comentarios, antes de dar a “publicar” como tú dices.
      Eso es tener más respeto a los demás.
      No te quiero moderar, ¡válgame Dios!. Per si tú, tal vez la mejor comunicadora y el “coro popular” en este aburrido sucederse de rollos en Atrio, lograras moderarte a ti misma mejoraría mucho el talante dialogal de ATRIO…

      • Juan A. Vinagre

        ¿Bravo, AD! Bravo por lo que dices a Carmen -que a veces improvisa demasiado alegremente y, en ocasiones, a mi juicio, con muy poco hilo-. Sabe, y también sabe que no sabe y, sin embargo, afirma con una contundencia sorprendente. (Perdona, Carmen, si te parezco duro: no quiero ofenderte sino alargar el hilo… y dar una puntada más. También yo, el amigo Isidoro etc. tenemos que revisar a veces nuestros hilos…)  Hilos o puntadas, no siempre correctas, que en nuestra condición humana en desarrollo evolutivo son inevitables. Son normales. De los errores, de las malas puntadas se aprende, y se aprende también a ser algo humilde y a no “pasarnos” demasiado.  Cuando “pontificamos” -aún sin pretenderlo- damos puntadas sin hilo o con poco hilo… Esto vale para todos, también para jerarquías eclesiásticas o doctores adjuntos, que imparten doctrinas, hijas de su tiempo…, y luego -poco conscientemente- las declaran irrevisables o definitivas. ¿Estos entienden lo que es el hombre en proceso de maduración por voluntad de Dios creador…? (La ciencia en algunos aspectos también es “palabra de Dios”, muy a tener en cuenta.)  Solo son palabras “definitivas” las que no pasan con el tiempo, las que cada vez son más actuales y necesarias…  Termino con una pregunta: ¿Algunas palabras atribuidas a Jesús de Nazaret son realmente de Jesús o las puso en su boca una mente  viejotestamentaria, que no siempre fue capaz de entender en detalle el Mensaje del Reino? Los discípulos de Jesús no siempre lo entendían, en la Comunidad de Jerusalén a veces se “peleaban” por ideas, por interpretar a Jesús y su mensaje -mensaje que apenas citan- con una mentalidad viejo-testamentaria. Para muchos de esa Comunidad, Jesús se incardinaba en el V. T., en contra de lo que él dijo: “la ley y los profetas hasta Juan”. Y aún considerando a Juan importante, añadió: “el más pequeño en el Reino es mayor que él”. Entiende mejor el Mensaje del Reino. (Es más probable que estas palabras sean más propias de Jesús que otras que cita Isidoro, Isidoro que para mí es un gran buscador de sentido, como muchos otros, entre los que me incluyo.)  Por eso, siempre concluyo con lo mismo: Hay que ir -y saber discernir- a la esencia, a la esencia del Mensaje del Reino anunciado por Jesús de Nazaret.   Algunas afirmaciones que estoy escribiendo, aunque muy pensadas, también pueden ser revisables. En la vida he cambiado de opinión más de una vez…)

  • carmen

    Y otra , que se me ha ocurrido de repente.Ha habido alguna vez en la historia de la Iglesia católica donde un dogma se haya  desdogmatizado?

  • carmen

    Pues allá va otra pregunta. Qué es La Iglesia?
    Y otra más. De dónde ha sacado ese poder para poner dogmas? Porque, haberlos, hailos.

  • Antonio Llaguno

    “Los dogmas y la Doctrina de la Iglesia ¿son Evangelio o teología?” Probablemente ni una cosa ni otra