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La buena Noticia (8/21)

EL EVANGELIO. PRIMEROS PASOS (2)

       

9. Ese sábado en Cafarnaún

        Marcos ubica el relato siguiente (Mc 1,21b–28) en un emplazamiento concreto: la sinagoga de la ciudad de Cafarnaún. También detalla el día de la semana donde se desarrolla la acción: sábado. Estas dos coordenadas marcan las orillas del texto. Nada se ha dicho de las conversaciones entre Jesús y las dos parejas de hermanos y lo sucedido entre ellos en esos días previos al sábado. Pero el plural con que finalizaba el anterior relato señala que los cuatro seguidores permanecen y caminan junto a él: “Y fueron a Cafarnaún”.

        El pionero de los evangelistas no está interesado en hacer una crónica de sucesos, sino en dejar constancia de los pasos que marcaron la andadura de Jesús de Nazaret con su proclama y los momentos más significativos de ese avance. Para ello, elaboró unas narraciones que, a modo de síntesis, representan las huellas de sus pisadas y las circunstancias donde ellas quedaron señaladas.

10. Irrupción ante la religiosa Reunión semanal

        Tras la formación del pequeño grupo inicial constituido por las dos parejas de hermanos, germen de su proyecto, el evangelista descubre acto seguido la reacción de la institución religiosa ante el anuncio y la puesta en marcha del mensaje del Evangelio: el reinado de Dios.

        El término griego συναγωγή (‘asamblea’; transliterado a nuestra lengua: ‘sinagoga’) fue elegido por la religión judía para traducir el hebreo קהל (‘asamblea’; leído: ‘kahal’) con el que se designaba en el AT a la asamblea del pueblo. Las comunidades de adheridos al Proyecto de Jesús escogerán otro vocablo con idéntico significado: ἐκκλησíα (‘asamblea’; transliterado: ‘iglesia’). Jesús aprovecha el sitio (“la sinagoga”) y el momento idóneo (“el sábado”) para llevar su mensaje ante el pueblo congregado. Marcos configura en el entorno de la asamblea reunida en día de precepto

 

11. Un relato que rebosa de lenguaje figurado:

“El sábado entró en la sinagoga e inmediatamente se puso a enseñar. Estaban impresionados de su manera de enseñar, pues les enseñaba como quien tiene autoridad, no como sus letrados.
Estaba en la sinagoga de ellos un hombre poseído por un espíritu inmundo e inmediatamente empezó a gritar:
– ¿Qué tienes tú contra nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres, el Consagrado por Dios.
Jesús le conminó:
–¡Cállate la boca y sal de él!
El espíritu inmundo, retorciéndolo y dando un alarido, salió de él. Se quedaron todos ellos tan desconcertados que se preguntaban unos a otros:
–¿Qué significa esto? ¡Un nuevo modo de enseñar con autoridad: incluso da órdenes a los espíritus inmundos y le obedecen!
Su fama se extendió inmediatamente por todas partes, llegando a todo el territorio circundante de Galilea” (Mc 1,21b – 28).

 

12. El impacto: reconocimiento y rechazo

        Una vez leído el texto, se comprueba a simple vista que los cuatro primeros seguidores no han sido mencionados en la escena. No es olvido de Marcos. El evangelista ha querido centrar ahora toda la atención en el fuerte impacto que produjo el anuncio del Evangelio entre los asistentes a la asamblea y la respuesta, el enfrentamiento y el rechazo de la ideología tradicional ante un mensaje que, opuesto a sus intereses, ponía al descubierto la engañosa enseñanza de la teología oficial.

        Jesús acude en día señalado (“el sábado”) a la asamblea del pueblo (συναγωγή; ‘sinagoga’). Es él quien toma la iniciativa. No se presenta en ese foro para cumplir con la obligación establecida por la tradición. Tampoco por deseo de participar en la liturgia. Ni siquiera se habla del momento fijado expresamente en el que alguna persona de reconocido prestigio tenía opción de intervenir como invitado. Marcos excluye toda indicación de los momentos litúrgicos.

 

13. El Galileo se ha encaminado allí exclusivamente para enseñar

        ¡Y fue lo único que hizo!: “…e inmediatamente se puso a enseñar”. No hay ninguna referencia respecto al contenido de su enseñanza. Hay que echar la vista atrás en el texto de Marcos. El evangelista solo ha ofrecido dos datos previos, aunque importantísimos, como base de su enseñanza:

  • El anuncio del Evangelio proclamando la llegada del reinado de Dios y
  • el primer paso de esa realidad, su comienzo con la adhesión a él de dos parejas de hermanos.

        Esta actividad de enseñar será la clave del relato. Marcos insiste en ella al principio y al final del texto. Dos veces usa el verbo διδάσκω (‘enseñar’) (vv. 21 y 22) y otras dos el sustantivo διδαχή (‘enseñanza’, ‘modo de enseñar’) (vv. 22 y 27).

        De entrada, Jesús deja perplejos a los asistentes de la asamblea con su manera de enseñar: “Estaban impresionados de su modo de enseñar”. Los allí presentes comparan esta nueva forma de enseñar con la utilizada de manera habitual por sus maestros de teología. La pedagogía tradicional ha quedado ensombrecida con la aparición del Galileo. No se habla aquí de que acepten el mensaje, sino de admiración por su manera de presentarlo. Asombra la energía y superioridad que demuestra. Aquel hombre no necesitaba justificar sus palabras ni apoyarse en una sólida tradición. Se expresa con libertad y convencimiento. Lo que dice no es nada aprendido, le sale de dentro con una convicción que dejó pasmados a los asistentes a la reunión.

 

14. Un diferente modo de enseñar

        Esta pedagogía resulta desacostumbrada para los oyentes de la asamblea: “pues les enseñaba como quien tiene autoridad, no como los letrados”. La gran diferencia con la forma de enseñar usada por los ideólogos de la Ley y la tradición saltaba a la vista. Estos eminentes y respetados teólogos se dedicaban a explicar la Ley al pueblo en el servicio litúrgico de la sinagoga. Habían divinizado la tradición oral hasta el punto de hacer olvidar el texto del AT. Era el modo de perpetuar su elevada condición. En sus explicaciones aludían continuamente a afirmaciones de afamados maestros de la Ley como manera de dar poderío a sus palabras. Distorsionaron la idea de Dios y se atribuyeron el papel de representantes de su voluntad. Estos ideólogos de la religión consolidaban así el dominio que tenían sobre el pueblo, al tiempo que alimentaban su ignorancia y robustecían la obediencia de la gente a los preceptos consagrados por ellos como procedentes del mismo Dios.

       

15. La oposición estalla       

        La oposición entre la enseñanza de los eminentes teólogos y la ofrecida por Jesús aparece diáfana ante los integrantes de la asamblea. La de los representantes de la religión oficial exigía creer y obedecer. La enseñanza del Galileo, solicita comprender y decidir. Los letrados habían llevado al pueblo a la convicción de que su doctrina provenía de Dios. Jesús desautorizó esta ideología de los letrados demostrando la falsedad de sus tesis. El reinado de Dios propone libertad, no sumisión.       

        Una vez descrita la admiración generalizada de la asamblea, el foco se detiene sobre un personaje representativo. Se trata de alguien indeterminado. No tiene nombre. En relación con ese individuo sin identificar, Marcos afina al introducirlo agregando un detalle de localización innecesario con el que pone de manifiesto la enorme distancia entre Jesús y la institución religiosa: “Había en la sinagoga de ellos un hombre…”. El apunte “en la sinagoga DE ELLOS” (ἐν τῇ συναγωγῇ αὐτῶν) manifiesta con claridad meridiana que Jesús no pertenece ni se identifica con tal asamblea. La suya será otra. El hombre que interviene, uno de los integrantes de esa asamblea, no es un ser libre. Ha sido dominado por entero: “poseído por un espíritu inmundo…”.       

        15.1. Los espíritus opuestos: el Santo y el inmundo

       El término griego traducido por “espíritu” (πνεῦμα; transliterado ‘pneuma’; de él, nuestro vocablo: ‘neumático’) significa originariamente ‘viento’, ‘aliento’. Contrariamente al criterio más extendido, ‘espíritu’ no se opone a ‘materia’ ni es sinónimo de ‘alma’. Designa una energía vital que en el ser humano se aprecia por el aire interior demostrativo de su vida. En el NT, ‘espíritu’ se adjetiva llamándole Espíritu Santo como referencia a la energía de Dios, el poseedor de la vida que la ofrece gratuitamente al ser humano. La expresión ‘espíritu inmundo’, en cambio, responde a una fuerza ideológica de baja talla y repugnante que lo contamina y lo aniquila. El NT concibe el Espíritu Santo como fuente de vida que inunda al ser humano; el espíritu inmundo, como ideología que impide alcanzar esa vida. La oposición entre uno y otro se presenta con suma claridad en los tres primeros evangelios. Sirva como ejemplo el texto de Mt 12, 28: “Si yo echo los demonios con el Espíritu de Dios, señal que el reinado de Dios ha llegado hasta vosotros”.       

        15.2. El griterío del inmundo es Legión       

        La expresión ‘espíritu inmundo’ como forma de denominar a las ideologías destructivas de la dignidad y libertad humanas corresponde a la cultura de la época en la que escribieron los Sinópticos. Signo evidente de ello es que habiendo tenido esta figura de los ‘espíritus inmundos’ una gran relevancia en los tres primeros evangelios, el de Juan, perteneciente a la cultura de otro tiempo, nunca mencionó tal expresión.       

        Esa figura propia del período en que se escribieron los Sinópticos (‘espíritu inmundo’) representa a toda ideología con capacidad de avasallar y despersonalizar a los seres humanos dejándolos en la inmundicia. Quienes han sido seducidos por alguna de esas ideologías no actúan ya por sí mismos, sino siguen las directrices de la doctrina de la que están invadidos. El hombre “poseído por un espíritu inmundo” no tarda en dar muestras de ello. La enseñanza del Galileo ha dejado en evidencia la inconsistencia de la ideología de los maestros teólogos. La furiosa reacción frente a la novedad que transmite Jesús se sucede de forma instantánea: “…e inmediatamente empezó a gritar”.       

        15.3. La opuesta ideología teologal es interesada       

        El hombre que vocifera lo hace representando a una colectividad. Apenas percibe el alcance de la enseñanza de Jesús, le sale a borbotones la ideología que ha asumido. Brama al notar cómo se desmoronan los principios y valores sobre los que se ha sustentado la obediencia del pueblo. No es de extrañar ni el enfrentamiento provocado por el hombre ni que este hable en plural: “nosotros”. Él representa a muchos. Es la ideología sembrada por los teólogos de la institución religiosa la que se ve amenazada. Su engañoso carácter sagrado ha quedado al descubierto por la enseñanza de Jesús: “¿Qué tienes tú contra nosotros, Jesús Nazareno?”. En boca del poseído, sobresale como llamarada el “TÚ” oponiéndose a “NOSOTROS”. La finura de Marcos insiste en hacer pensar.       

        Los ideólogos de la Ley y la religión han detectado en el Evangelio un peligro para sus posiciones y su doctrina. Ellos están por el mantenimiento de sus sagrados preceptos, el nacionalismo a ultranza y la hegemonía de Israel. El anuncio de la llegada del reinado de Dios, distinguido por la paz y la fraternidad universal que pretende, les supone quedar desposeídos de sus privilegiadas posiciones. De ahí que llamen al Galileo “Jesús Nazareno”. Le dirigen un serio reproche aludiendo al carácter ultranacionalista de las gentes de esa aldea de montaña de Galilea. Con esa condición, él debería ser uno más de esos aldeanos y participar de las ideas más tradicionales. Su enseñanza, sin embargo, se advierte altamente destructiva para la tradición, la ideología institucional e incluso para la nación judía: “¿Has venido a destruirnos?”.       

        Los ideólogos lo consideran un traidor. Pero aceptan incluso poder reconocerlo como el Mesías esperado. Eso sí, habiéndose acomodado previamente a las tesis nacionalistas marcadas por el AT: “Sé quién eres tú, el Consagrado por Dios”. Esas palabras aluden a Is 61, 1ss. En ese texto, el profeta habla del Mesías como el Ungido por Dios: “porque el Señor me ha ungido”. Entre sus misiones estaría la venganza frente a las naciones extranjeras que vencieron y subyugaron a Israel: “para proclamar… el día del DESQUITE de nuestro Dios” (Is 61,2).

       

16. Jesús les sale al paso       

        Jesús no se dirigirá al hombre desenfrenado, sino a la ideología que lo ha asaltado y lo mantiene bajo control. No permitirá que prospere su restringida concepción tradicional sobre el Mesías. La superioridad del Galileo es manifiesta. Ha dejado al descubierto la farsa de la teología oficial. El anuncio del Evangelio supera con creces la estrecha visión religioso-nacionalista. Ante la grandeza y universalidad de ese mensaje, la ideología tradicional sostenida por los teólogos de la institución enmudecerá y, por consiguiente, también el hombre, ¡que será liberado!: “Jesús le conminó: – Cállate la boca y sal de él”. La ideología institucional no desaparece del ser humano sin antes dejar en él huellas de su atropello y ferocidad: “El espíritu inmundo, retorciéndolo…”. Ha quedado sin palabras ante la magnitud de la propuesta de Jesús. Gritará encorajinada exteriorizando finalmente de ese modo su carencia de argumentos: “…y dando un alarido, salió de él”.

       

17. El relato termina como empezó, con el asombro general de los congregados       

        La asamblea no tiene respuestas ante lo sucedido. No hay adhesiones a Jesús tras su anuncio. Marcos solo constata el reconocimiento de la autoridad exhibida por el nuevo modo de enseñar del Galileo. Su enseñanza ha demostrado la falsedad de una doctrina declarada por los teólogos de procedencia divina. La asamblea ha sido consciente del fraude al comprobar la superioridad de la enseñanza del Galileo proclamando la llegada del reinado de Dios. Ante esa suprema noticia, la ideología tradicional ha quedado sumisa e incapacitada:       

“Se quedaron todos ellos tan desconcertados que se preguntaban unos a otros:
–¿Qué significa esto? ¡Un nuevo modo de enseñar, con autoridad: incluso da órdenes a l os espíritus inmundos y le obedecen!”.       

        La popularidad de Jesús se ha agigantado explica Marcos a partir de su determinación de acudir a la asamblea a proclamar la llegada del momento más anhelado por el pueblo, el reinado de Dios. Su grandioso anuncio ha llegado a todos los rincones de Galilea:       

“Su fama se extendió inmediatamente por todas partes llegando a todos los territorios circundantes de Galilea”.

       

2 comentarios

  • carmen

    No puede ser más bonito.Me encanta cuando dice el texto que hablaba con autoridad. Lo entiendo como que hablaba desde su perspectiva personal. No en nombre de nadie reconocido como grande, sino en su propio nombre. No en nombre de Dios. En su nombre. Es que me encanta.

    También me gusta cuando dices que se refería a la ideología que domina a las personas, no a las personas.Y claro, acabará ejecutado. No había otra. Un peligro porque hablaba con autoridad y gustaba lo que decía. Comunicaba esperanza. Algo peligroso si se quiere mantener el orden establecido durante tantísimos años. Si no hubiese hablado con autoridad y se hubiese basado en la de otros, reconocidos como grandes, el problema hubiese sido mucho menor. Habría posibilidad de llevarlo al redil, pero, qué hacemos con alguien que piensa por él mismo y convence? Pues aniquilarlo. No hay otra .

    Supongo que lo sabía. Supongo que su madre y hermanos estaban pasmados. Este muchacho no sabe dónde se está metiendo. Dónde nos está metiendo a toda la familia. Pero sí lo sabía.En fin. Uno de los grandes. Qué haría la humanidad sin personas como él, que hablen con autoridad y denuncien el orden establecido?

    Gracias. Es estupendo leer estos textos siempre, pero en este momento más aún. Porque no habla de violencia. Su idea es otra. Puede haber un cambio en el orden establecido sin violencia. Eso pensaba. Cierto? Quiero pensar que sí.

  • carmen

    Cómo estaré de liada que ni me he acordado que hoy es martes.Mañana te leeré.Uf.Un remanso de paz. Qué hermosura leer cosas bonitas.