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María: Una vida plena a la que se le anticipó el cielo

¡Menuda fiesta la de hoy! ¿Solo uno más de los mitos hechos dogma? ¿Tendrían que empezar todos los sermones, si la Iglesia fuese HONESTA, proclamando el no-asuncionismo, diciendo que lo que en 1950 se declaró como dogma es una gran incompatible con el siglo XXI, pues la Madre de Jesús no pudo ser asumida ni abducida a un cielo inexistente o a otro planeta? Mejor respetamos las ingenuas creencias (no fe) tradicionales que se reflejan en este cuadro de Mantegna en 1462 explicado aquí, o en Misteri de Elche al que he podido asistir en directo dos veces . Y dándole sentido actual a la fiesta con nuestra teóloga colombiana Olga Consuelo Vélez. AD.

Las fiestas marianas tradicionalmente han convocado a muchos creyentes porque a María se le reconoce como madre cercana y atenta a las necesidades de sus hijos e hijas. Pero nuestras sociedades han cambiado y aunque algunos grupos continúan cultivando ese amor mariano hoy se necesita releer la figura de María para que pueda ser significativa para las juventudes actuales, que no logran comprender una virgen y madre, más situada en los altares con coronas y atuendos recargados, que una mujer del día a día con sus luchas, dolores, logros y conquistas. (Cabe anotar que algunos de los nuevos grupos marianos están muy alejados del espíritu de Vaticano II, con lo cual, aunque aparentemente favorecen la devoción mariana, en realidad, la desfiguran).

Por eso la fiesta que celebramos el 15 de agosto -la Asunción de María- merece una reflexión para hacerla más comprensible. Esta festividad se celebra desde la edad media, mucho antes que en 1950 el Papa Pío XII proclamase el dogma de la Asunción. Es decir, el pueblo de Dios reconoce que María ya goza de la vida definitiva. Ese es el significado de haber sido llevada “en cuerpo y alma”, o mejor, “con toda su persona”, al cielo.

¿Qué puede decir esta celebración para nuestro presente? Es necesario volver a mirar toda la trayectoria de María para poder entender el final de su vida. No son muchos los textos bíblicos referidos a ella. Además, la Biblia no ofrece datos históricos sino interpretaciones teológicas de la historia vivida. De María se dice que aceptó ser la madre de Jesús -no sin preguntar- ¿cómo será esto? (Lc 1, 34). Es decir, asumió conscientemente su participación en el plan divino de salvación. Además, Lucas pone en sus labios el canto del Magnificat, condensando en unos versos, la acción de Dios sobre su pueblo: “su misericordia llega de generación en generación, enaltece a los humildes y derriba a los poderosos, como lo había prometido a Abraham y a su descendencia” (Lc 1, 46-55). María canta con júbilo no por ser ella una persona extraordinaria sino porque anuncia la salvación que está llegando con Jesús a todo el pueblo de Israel.

Por su parte Juan nos habla de las bodas de Caná donde María pide a su Hijo que actúe en favor de los novios (2, 1-12) y nos la presenta, valiente y firme, al pie de la cruz en el momento final de la vida de Jesús (Jn 19, 25-27). Es decir, la María del evangelio de Juan es una mujer activa, protagonista, decidida, fuerte.

Los tres evangelistas nos narran otro pasaje que a primera vista resulta extraño. A Jesús le avisan que “su madre y sus hermanos lo buscan” y su respuesta es que su familia, son todos “los que escuchan la Palabra de Dios y la guardan” (Mt 12, 46-50; Mc 3, 31-35; Lc 8, 19-21) Este texto bíblico resulta muy iluminador para entender la manera como María se sitúa frente a la misión de su Hijo. Ella supo ser discípula, animando a la comunidad formada por aquellos que acogen el mensaje del reino e instauran esa familia amplia que no está unida por la carne ni la sangre sino por la fidelidad al proyecto de Dios sobre la humanidad.

Podríamos profundizar más en los pocos datos que sobre María nos ofrecen los evangelios, pero basta lo dicho aquí para comprender el significado de este dogma mariano. La que supo vivir en el día a día el seguimiento de Jesús, no puede menos que haber alcanzado ya, la plenitud de vida a la que todos estamos llamados. Ella supo identificarse con el mensaje del reino y por su fidelidad, coherencia y fortaleza debe ser ya depositaria de lo que todos esperamos alcanzar cuando llegue la plenitud de los tiempos.

En otras palabras, el dogma de la Asunción de María nos invita no a mirar al cielo sino a la tierra, no a mirar la vida de plenitud alcanzada por María sino la vida real que hizo posible tal realización definitiva. María nos impulsa al seguimiento de Jesús como discípulos y discípulas, porque ella es modelo de discipulado, no solo para las mujeres -como tantas veces se invoca- sino para todo el pueblo de Dios. Su grandeza radica en su fe a lo largo de su vida, incluso en el momento más duro de su existencia: la crucifixión de su Hijo. Allí toda la obra de Jesús mostraba su fracaso, pero ella supo permanecer de pie, sosteniendo la naciente Iglesia. De esa manera la presenta también el libro de los Hechos cuando dice que “todos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu, en compañía de algunas mujeres, de María la madre de Jesús y de sus hermanos” (1, 14).Los dogmas marianos predicados como doctrinas que hay que creer casi sin entender, significan poco para las personas de hoy. Pero explicados a partir de la vida cotidiana de María, posiblemente pueden ayudar a ver su figura no tanto desde méritos extraordinarios -que ningún otro mortal tendría- sino desde su colaboración consciente y responsable con el plan divino de salvación: “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38), a lo que todos somos llamados.La Asunción de María nos habla del cielo que a ella se le anticipó por su vida -de amor, servicio, fortaleza, fidelidad- vivida en su historia concreta. María no es una semidiosa ni alguien distinto a nosotros. Es una persona humana, creatura como todos, capaz de amar en toda circunstancia.

Por supuesto su papel único como Madre de Jesús, no es insignificante. Y los dogmas marianos son primero que todo cristológicos que mariológicos, o sea, en función de Cristo, para afirmar su divinidad. Pero, en un segundo momento, nos confrontan con nuestra propia realidad al mostrarnos la posibilidad de vivir como lo hizo María desde su propia humanidad. En otras palabras, la Asunción nos invita a no detener el paso porque como ella y conella, ¡podemos alcanzar el cielo!

18 comentarios

  • M. Luisa

    No se vayan a pensar que mi comentario tenga algo que ver con una corrección  al de Isidoro, pero por si acaso vaya esto por delante.   Es cierto, empero,  que su exposición sobre la autorrealización   me ha dado mucho que pensar y parte en ello lo atribuyo  al hecho  de lo  costoso que resulta todavía hoy  entrar  en el paradigma del estructuralismo contemporáneo. Cuidado que me he puesto pesada con ello, pero les rogaría que en vez de sospechar de mí critiquen cuanto puedan sobre lo que digo, pues creo que eso sería lo correcto. Lo mismo que por mi parte hago con respecto a Isidoro.  Entrando en materia, veo que su versión sobre la autorrealización: “Autorrealización, significa auto-construcción de la persona, o auto-despliegue de su naturaleza perfecta”  se sostiene todavía  con  parámetros de una ontología demasiado deontológica, aun consciente que soy de su desapego a ella.  Autorrealización no significa construcción de la persona porque si fuera así se sabría con anterioridad  lo que habría de construirse. Precisamente eso fue lo que dio pie   al racionalismo. Posicionarse no frente a la realidad, sino concibiendo el ser con anterioridad como producto de la predicación.  Así es como se dio rienda suelta ha hablar del “ser real” y no de la “realidad siendo”  que al fin y al cabo es lo que una entiende por autorrealización.  Autorrealización tampoco significa despliegue de una  naturaleza tenida como perfecta, ¿tiene sentido  partir  de una supuesta perfección?  ¿No serán, repito, estos planteamientos residuos racionalistas? Los conceptos racionalistas, se conciben haciéndoles depender de “lo” trascendente, a saber qué es! Algo que siempre me ha extrañado que se hablara tanto aquí de lo trascendente y nunca de  trascendencia. Mi interpretación de antes al referirme a la autorrealización como la entiende Isidoro, es obvio que entonces la autorrealización de la persona como construcción dependerá  de una entidad previa (idealismo) para su construcción. Es lo que se ha venido en llamar entificación de la realidad. Es decir,  la referencia, como decía, a lo trascendente y no a la trascendencia de la realidad personal  dando de sí, realizándose experiencialmente la persona  por sí misma…  en fin, lo dejo aquí. No me juzguen y critiquen cuánto digo! 

    • Isidoro García

      Amiga M.Luisa, todo lo referente a la naturaleza humana y a sus diferentes fenómenos, es una materia difícilmente objetivable y por ello muy subjetiva.

      Y por eso, todos los modelos que nos hacemos de ella, son metafóricos, y los intentamos comprender “como si fueran esto o lo otro”. Y ya se sabe que las metáforas las carga el diablo.

      Cuando yo me imagino que la maduración humana, o lo que se suele llamar su “auto realización”, es como un proceso de montaje de un mueble de Ikea, naturalmente que doy por sentado que el mueble está diseñado y construido por piezas previamente.

      Y esto es todo lo contrario del “racionalismo”. El racionalismo de la Modernidad, nos dice que el ser humano viene a este mundo, con la pizarra de su destino, completamente vacía, y somos nosotros, “racionalmente”, los que la tenemos que rellenar, y decidir qué es lo que queremos ser.

      Pero eso es un reduccionismo fatal, porque nos sitúa ante un reto imposible de resolver por nuestra cuenta, y ante este fracaso, nos generan las grandes crisis existenciales de sentido de la vida, que nos asolan.

      Según mi opinión, la cosa es mucho más fácil, si no la complicáramos. Nosotros somos miembros componentes del gran Sistema Universo, y como a todos sus miembros, este nos tiene designado una naturaleza, a la que tenemos que adaptarnos, so pena de descarrilamiento.

      Y esta naturaleza humana, nos viene marcada mediante los instintos, desde los mas fisiológicos, a los mas superiores de humanos inteligentes, pasando por los intermedios de las emociones, que son instintos comportamentales, para sobrevivir al medio ambiente.

      Y estos instintos medios y superiores, están contenidos en el Inconsciente Colectivo, cuya parte superior, lo denominamos como “espíritu personal”.

      Todo el proceso de montaje de nuestra naturaleza completa, está regulado y regido por el “espíritu”, que dispone de un reloj biológico, para desplegar y desarrollar dicho proceso, durante toda la vida.

      Por eso hablaba yo también, de que el camino mas cómodo es el dejar dirigir nuestro destino al “espíritu”, que es nuestro piloto automático sabio. Pero para ello debemos supeditar a la razón, y solo utilizarla para lo que es válido, como instrumento, y no como guía.

       

       

      Este modelo del “espíritu” personal en el Inconsciente Colectivo, concuerda con el “Yo soy eso”, de Maharsi y Nisargadatta, que significa que lo que somos, (nuestra naturaleza), está inscrito en nuestro “espíritu”, y es una especie de minifractal del Brahman, del Universo, de la Creación, del “Espíritu”, de “Dios”.

      Y por eso decía Jesús,Yo soy el camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí”, porque tenía dentro de él, (al igual que todos nosotros), el Espíritu del Universo, que en ese momento, hablaba por su boca.

      (Nadie llega a ninguna conclusión, sino a través del “espíritu” personal, y por eso “el único maestro posible es uno mismo”).

      Decía Jiddu Krishnamurti: “Comprender lo que eres, es mucho más importante que perseguir aquello que crees que deberías ser”. 

      El moralismo imperante, fruto natural de las filosofías y las religiones de la edad del hierro, nos obsesiona con mejorar. Y cavilamos y cavilamos racionalmente en cómo podemos ser mejores. Pero esa continua cavilación nos trastorna, gasta nuestras fuerzas y al final erramos el camino. Dice Richard Bach, “Para traer algo a tu vida, imagina que ya está ahí”.

      Todo es mucho mas sencillo. Tenemos en nuestro interior, el buscado mapa del tesoro, y un algoritmo con un reloj automático, que va activando sucesivamente los miles de pasos consecutivos a seguir.

      “Solo” tenemos que dejarle actuar, no interrumpiendo su funcionamiento con neuras, ni creencias falsas, y dejando hacer.

      Cuando hablo de la naturaleza humana “perfecta”, no me refiero a la perfección absoluta, sino a la que nos ha dotado el Universo, y que si cumplimos, seremos dichosos, y si nos desviamos seremos desgraciados.

      Nosotros no somos realmente “libres”. El único que es libre, sería “Dios”. Vivimos en medio de un campo de instrucciones para nuestra vida, con las que el Universo, nos conduce la vida.

      Pero no ser absolutamente libres, no significa que seamos robots, o animales inferiores. Nosotros funcionamos con todo un entramado de líneas rojas, de bordes del camino, que si nos salimos recibimos “palos”.

      Vamos por una carretera perfectamente asfaltada, y podemos circular por un lado, por el otro, o por el centro, en línea recta o haciendo eses, mas rápidos o mas despacio. Pero si nos salimos de la carretera: desastre.

      “En Dios, (el Universo), vivimos, nos movemos y existimos”. Para mí, ese es el auténtico y concreto significado de la frase: “Todo es Gracia”. 

       

      • M. Luisa

        Gracias Isidoro por estas  explicaciones que las considero  como un compendio de cuanto ya en tus múltiples  comentarios nos  has ido esbozando. No veo, sin embargo, a lo largo y ancho de  ellas nada que apunten a experiencia alguna. “Todo es gracia” dices al final de tu comentario, sin embargo, llegas ahí  a través de un mecanicismo constructivista  conducido por un racionalismo utilitarista. Ni por un momento tienes en cuenta lo que los sentidos  suministran  a la inteligencia para facultarla humanamente y sacarla fuera  de todo planteamientos objetivista.

        Si en tu explicación en vez de partir de la naturaleza humana partieras de su realidad misma, aunque para ti eso sea  excesivo, supongo, al menos, considerarla  como fenómeno (nada extraño para ti)  te concederías mucho más margen  para no limitarte tan solo  a hablar de los instintos que la marcan, dices. A la inteligencia no se llega de manera gradual a través de los instintos, de los más fisiológicos a los más superiores.  Si fuera así no hubiéramos podido salir del medio circundante  donde solo se requiere acción-reacción  y los humanos somos mucho más que eso,  somos seres responsivos abiertos al mundo.

        Por otro lado, las cosas que forman este Universo y que constituyen su totalidad están entre ellas cohesionadas antes de que tú las relaciones. Por tanto,  es en este  planteamiento cuando surge la idea de sistema interno (estructura) y no concediéndoles relaciones extrínsecas desde fuera.  Si estas, las relaciones, pueden ser dichas con posterioridad, será en virtud de esa  previa cohesión que entre ellas manifiestan las cosas.  Estas nociones son las que nos pueden llevar a la idea de Panenteísmo sin necesidad  de usar categorías sobrenaturales.  Me parece que con esto ambos nos hemos posicionado claramente.  Te reitero mi agradecimiento.

  • Santiago

    La frase de Bergoglio de que la obra “corre el riesgo de ser estéril” puede ser válida si nuestra intención esta desviada del verdadero sentido de realizar una buena acción. Puedo viciarla si mi intención es mala.

    Por otro lado , aún los que ignoran a Jesús, si ellos siguen el buen dictado de su corazón están ejecutando inconscientemente la obra de amor de Jesús  en el mundo,  ya que el amor verdadero “procede de Dios”.
    Un saludo cordial
    Santiago Hernández

    • RODRIGO OLVERA

      No Santiago; Bergoglio no dijo que corre el riesgo de ser estéril si se desvía la intención o si la intención es mala. Dijo que corre el riesgo de ser estéril sin alabanza a Dios.

      En México cuando fue Presidente Vicente Fox, cada vez que decía el presidente barbaridades (cosa muy frecuente) el vocero presidencial (ex jesuita) salía a tratar de salvarle diciendo “lo que el Presidente quiso decir …”. Nunca sirvió para salvar la cara al presidente, y sólo destruyó la credibilidad intelectual del vocero. Algo semejante me pasa ahora con tu comentario. No pasa nada, no de acaba el mundo, si Bergoglio dice una frase y se reconoce que fue equivocada. No hay necesidad de siempre salir a decir “lo que el Papá quiso decir” o peor ” lo que el dogma o la Iglesia quiso decir…”.

      Saludos

  • Isidoro García

    A propósito de la controversia que suscita el amigo Rodrigo, sobre las palabras del Papa, en cuanto a la “utilidad” o “reconocimiento” de las buenas obras del humano, pienso que el Papa, está en su papel de vender su mercancía: la importancia exclusiva en la fe en Jesús. (Es como preguntar al frutero si el melón está bueno)

    Pero en realidad, el tema de la bondad del ser humano, no reside en ninguna fe concreta, (aunque esta puede ayudar), sino en el destino de la naturaleza humana.

    • Isidoro García

      Autorrealización, significa auto-construcción de la persona, o auto-despliegue de su naturaleza perfecta.

      ¿Y cómo se auto realiza o se auto construye uno? Pues reconociendo la realidad personal y de nuestro medio ambiente correctamente, y toman-do decisiones personales correctas con nuestra vida.

      ¿Y cómo conseguimos esto?. Es muy difícil, y podemos pensar que el “espíritu” personal, con sus emociones instintivas que nos incitan a ir tras la Verdad, la Bondad y la Belleza-Armonía con el Universo, y con su algoritmo para “depurar” con sus intuiciones sabias, nuevas perspectivas para nuestra cultura adquirida, es como una especie de hilo de Ariad-na, que hay que seguir para salir del laberinto.

      O sea que buscar la auto realización directamente, con voluntarismo racional, solo es efectivo, si constantemente estamos en contacto y escucha con nuestra guía interior espiritual.

      Si nos fiamos exclusivamente de las ideologías culturales, filosóficas o religiosas que existen en el mercado, sin atender a nuestro interior, el “espíritu” no depurará dichas ideas culturales, y estaremos expuestos a todos los errores que estas ideologías hayan acumulado desde su nacimiento.

       

      No hay que buscar la auto realización o maduración personal, como un afán de perfeccionamiento, (aunque en realidad lo es), sino como un afán de “comodidad” y facilidad en el arduo proceso de vivir: Hay que intentar “ser buenos” no por virtud, sino porque es la forma más cómoda y fácil de vivir. Por eso no cabe la presunción, ni la necesidad de reconocimiento o premio posterior

      Es un proceso como el de caminar por el campo. Si se puede, el ideal es ir por un camino, pues siempre es mucho más cómodo que ir campo a través, pues el campo está lleno de baches, piedras y obstáculos.

      El grave error del humano moderno, es no ser consciente, de que no vivimos aislados, como en     una burbuja, y ser ignorantes de los fuertes instintos espirituales que nos condicionan.

      Pero en realidad vivimos dentro de un campo de fuerzas que nos condiciona a seguir el camino de nuestra naturaleza, y que nos hace fácil el viaje si lo seguimos, y nos lo hace muy difícil si nos apartamos y oponemos, con toda clase de contradicciones internas y malestares, que pueden llevar hasta al colapso existencial.

      Es como nadar a favor o en contra de la corriente de un río. Lo inteligente es nadar a favor.

       

      (Ruego a Antonio Duato que elimine el comentario de la 10:35), colocado por error “técnico”).

  • Santiago

    En la homilía de la Asunción en nuestra parroquia el celebrante recalcó el papel de María como el canal de la gracia que nos vino entonces dándonos a Jesucristo y nos sigue viniendo ahora … porque -como dice Olga Vélez en su artículo- ella consintió en la Encarnación pidiéndole antes al ángel una explicación.  Sin el fiat de María la gracia de la Redención se hubiera esfumado para siempre aunque, por supuesto, Dios hubiera continuado siendo inmanente y omnipresente a cada uno de nosotros los humanos..

    Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo, presentándolo en el Templo al Padre, padeciendo con Su Hijo mientras El moría en la Cruz cooperó María en forma del todo singular, por la obediencia, la fe, la esperanza y la encendida caridad, en la restauración de la vida sobrenatural de las almas. Por tal motivo es María nuestra Madre en el orden de la gracia” (Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, “La Virgen María”Cap VIII No 61) Es por eso que aunque pase desapercibida para muchos y sea relegada, María siempre se hace presente -de alguna manera- en nuestra vida espiritual ya que ella es la Madre de la gracia. Es el modelo humano perfecto  de esa cooperación constante a la gracia en orden a la salvación. Es la humildad en persona y el Refugio de los Pecadores, la Consoladora de los Afligidos, y el Auxilio de los Cristianos.

    Pio XII en el 1950 sólo ratificó la fe de la Iglesia Universal proclamando y definiendo una creencia que ya existía desde los primeros siglos en la celebración de la fiesta de La Dormición de María.Un saludo cordialSantiago Hernández

  • carmen

    Pues todo esto de la virgen, lo veo como un triunfo del paganismo sobre el cristianismo.Nuestra virgen es la diosa Isis. Tal cual.Lucas, creo que fue Lucas, escribe un relato para los griegos. Y les contó que Jesús era hijo de una virgen. Porque los hijos de virgen son Divinos. Cosas de dioses. Y le dió el toque judío: hágase en mí según tu palabra. Soy tu esclava, oh, mi Dios.Sencillamente es una historia. Y bonita, además. A mí me gusta. Me la creo? No. Y mucho me temo que muchos cristianos tampoco. Pero…nos tira eso de la adoración a Isis. Por qué? Pues vaya usted a saber, algo atávico se decía antes. Ahora, por lo visto, se llama inconsciente colectivo. Echo de menos a un señor que no recuerdo si nombre, me explicó por qué sentía lo que siento cuando veo a mi virgen de la Fuensanta. Es psicólogo. Efectivamente, es una sensación, un sentimiento… parece que mi madre está cerca. Más adelante leí cosas por aquí y por allá y… Esta es mi conclusión. Las procesiones y esas cosas son paganas a tope, desde luego las de Murcia lo son. Dense una vuelta, verán. Menudo jolgorio. Y es que Murcia es…pues como es. Las de Cartagena son muy serias. Hablo de la ciudad de Murcia. Un crisol de gente de mal vivir. Buena la tuve hace años con el señor Revuelta por una bromica que gastó.

    La virgen de Lucas, creo que es Lucas, Insisto, nunca , jamás ha sido un modelo para mí. No me va la sumisión al varón, ni al jefe, ni a la jefa,  ni siquiera al mismo Dios, por la sencilla razón de que si existe un Dios controlador que me exigiese que bajase la cabeza, no sería mi Dios, sería un ser superior a mí. Pero mi Dios es Otro. Me quite luchadora y sin inclinar la cabeza ante Nada, ni Nadie.Y es que cada persona piensa y siente como puede.Y los dogmas, pues dogmas son.

    Óscar, me alegro saber que sigues como siempre. Por aquí también andamos bonicos…Tienes razón, solamente se pierde cuando se tira la toalla. Recomienda que lean el libro de Pedro Sánchez. Creo que se llama Manual de Resistencia. Un abrazo. 

  • ana rodrigo

    Retomo el comentario de Gonzalo, respecto a la Diosa madre, el papel del judaísmo en el cambio de paradigma y la visión de la mujer desde el cristianismo.

    Hace un tiempo hice referencia aquí a un libro que me impactó mucho por el grado de seriedad en la investigación que llevó a la autora a publicarlo. Se trata del libro “Cuando Dios era mujer” de Merlin Stone. Según ella dedicó diez años e innumerables viajes por todo el mundo logrando una fuerte documentación en todo lo que escribe. Tanto la diosa madre como la virgen María representan la historia misma de constructos sociales según convenga.

    El libro nos cuenta la historia de la Diosa que, bajo el nombre de Astarté, Isis o Ishtar, reinó en Oriente Medio y Próximo. Fue reverenciada como la sabia creadora y fuente del orden universal, y no como mero símbolo de la fertilidad. Bajo los auspicios de la Diosa, los roles sociales eran sustancialmente diferentes a los establecidos por las culturas patriarcales: las mujeres compraban y vendían propiedades, comerciaban y heredaban el apellido y la tierra de sus madres. Pero, como dice Gonzalo, el judaísmo quiso enterrar esta tradición y, al masculinizar a Dios creador, se silenció para siempre a a la mujer, como sujeto activo  en la historia, desapreció de los relatos de la historia, se la encerró en “sus labores”, en la vida privada y doméstica.

    A cambio, del cambio de paradigma, el Génesis introdujo el mito de Eva, depravada, causante del mal en el mundo y, por tanto silenciada.

    Como dice Gonzalo, la Iglesia ha querido suavizar  este mito de Eva con la Virgen María, con el que revestimos su imagen, basándonos en nuestros propios ideales. María, virgen y madre (que ni siquiera aparece en la genealogía de Jesús, toda ella masculina), inalcanzable, madre nuevamente de la humanidad al mismo tiempo que madre de Dios, ya no diosa, en segundo rango con lo masculino, representado por Jesús y todos los fundadores de religiones monoteístas.

    Y, por fin llegamos a nuestro tiempo con los mínimos mitos,  en una sociedad racional y una sociedad de derechos igualitarios. Sin embargo, la religión siempre está ahí, al oído para que no nos desviemos de los planes de Dios-masculino aunque sea a través de una madre de Dios y madre divina.

    Esta sociedad, tan movilizada por fiestas patronales de la Asunción, nadie sabe, ni se plantea otra cosa que “eso siempre ha sido así”, Salvo el feminismo, nadie se cuestiona porqué tiene que ser así. María fue una mujer de su tiempo, inconcebible como guerrillera ni activista, sometida a Dios “he aquí la esclava del Señor”, obediente “hágase en mí según tu palabra”, un mujer cumplidora de la Torá y sus ritos, como el de la purificación en el templo. Eso sí, ante todo madre, aunque inseminada por un espíritu, pero madre.

    Perdonadme, pero no es mi tipo de ejemplo de mujer, aunque soy consciente de que la miro con ojos de hoy. Es que somos el resultado de historias pasadas y adjudicaciones sustanciales teledirigidas para que seamos lo que los varones han deseado para nosotras: sumisas, obedientes,  hasta llegar a seguir manteniendo una sociedad patriarcal con todas sus consecuencias, incluida la Iglesia marginando a las mujeres no sé por qué orden divina. 

  • Antonio Duato

    Acabo de asistir al Angelus del papa. Lo hago todos los domingos, pero hoy tenía curiosidad de ver cómo comentaba la fiesta de la Asunción. ¿Insistencia en que es un dogma que debe ser creído por todos los católícos, el último acto de inafabilidad de un pontifice que todos los católicos están obligados a creer?Tal vez otro papa así lo habría hecho y desde luego algún obispo con mitra asi lo habrá proclamado. Y tampoco Francisco ha aprovechado el símbolo para exaltar el genio femenino y la impregnación femenina que con María tine toda la Iglesia. Pero tampoco ha ido por esta línea, que hubiera sido más propia de él.

    Sencillamente ha sacado de la fiesta el concepto de subida y ha aludido de nuevo al evangelio de Lucas en que se dice que, tras la Anunciación subió aprisa a Jerusalen para servir en lo que pudiera  su prima Isabel en el sexto mes de embarazo. Y allí pronunció el Magníficat, himno de alabanza. Un mensaje para cada uno: subir en la misión individual de servicio y subir en la alabanza o adoración, agradeciendo lo bueno recibido siempre y no mera queja siempre.

    En resumidas cuentas, este magisterio papal de Francisco es concreto y útil para la vida concreta de cada humano, independiente de sus connotaciones individualizadoras. Coincide con Isidoro.

    ¿Y de lo que pueda ser útil para todo el universo que echa de menos Isidoro en una religión así entendida? Que haya personas bien orientadas no al beneficio propio sino al bien común ya es mucho. Ahora es la tarea de plataformas como estra de plantear bien los problemas y las soluciones mejores para todos?

    Buena tarea para quien quiera sacer fruto de la asunción! 

    Aquí tenéis el texto completo del Angelus, que acaba d publicar vatican.va.

    • Rodrigo Olvera

      A mí me gustó que enfocara la elevación de las personas (ejemplificada en la vida de ascensión de Jesús y de María) con la combinación de servicio a los demás y alabanza a Dios. En este enfoque, resuena lo que los evangelios ponen en boca de Jesús de que toda la Ley y los Profetas se basan en amar a Dios y amar al prójimo.

       

      Pero llegó la afirmación papal de que el servicio a los demás sin alabaza a Dios corre el riesgo de ser estéril. Aquí no sólo vuelve a reforzar la típica descalificación sutil católica a quienes no tienen fe (cuánto trabajo de servicio a los demás de personas ateas queda bajo sospecha de ser estéril) sino que va en contra de lo que los evangelios ponen en boca de Jesús (cuanto se hace por uno de los más pequeños aún sin reconocer en ello a Jesús – por tanto, aún sin alabanza a Dios- se hace por Jesús, y no es estéril).

       

      Reitero. Me gusta que Bergoglio insista desde una perspectiva creyente la combinación de servicio a los demás y alabanza a Dios.  Me parece que le faltó sensibilidad hacia las personas no creyentes (que probablemente no era la audiencia que tenía en mente) al poner bajo sospecha de esterilidad el servicio a los demás que hacen.  Creo muchas  personas creyentes que escucharon o leyeron el mensaje tampoco habrán tenido en cuenta lo problemática que es esa afirmación cuando se toma en cuenta de manera sensible a las personas no creyentes que viven al servicio de los demás. Un ejemplo más de lo autorreferencial que es la cultura católia predominante.

      • Antonio Duato

        Estoy totalmente de acuerdo. La frase de Bergoglio “el servicio corre el riesgo de ser estéril sin la alabanza a Dios” seguramente vienen de una autorreferencialidad eclesiástica, propia de quienes hemos vivido nuestro proceso de búsqueda dentro del ambiente cristiano. Porque yo me tengo que hacer continuamente el examen de si sigo siendo confesionalista a pesar de que me crea liberado. Siempre me ha parecido un tópico inaceptable de Francisco eso de “la Iglesia no es una ONG” ¡Ojala todas la organizaciones y congregaciones católicas que trabajan entre los más pobres tuvieran la actitud de servicio arriesgando la vida por los demás que tiene, por ejemplo, “Médicos sin Frontera” o Unicef.

  • carmen

    Y a quién piense que todo esto de las romerías y procesiones y esas cosas han devenido en fiestas y cosas diferentes… Pues he leído noticias acerca de Portugal, leí la visita de un papa a Valencia. Leí cosas en los periódicos de muchos viajes de un sumo pontífice apodado el viajero, y además superguapo. Lo sé. Estuve en una canonizaron y en una especie de recepción teatral magnífica donde este señor estuvo espléndido.

    Francamente, no veo la diferencia.

  • carmen

    Gonzalo.Nosotros somos de cultura Egipcia, Griega, Romana…No somos judíos. Cogimos a su Mesías, nada más. Y nada menos.Cada vez que veo a la virgen de la Fuensanta, veo a mi madre. Sorry. O no Sorry. Me encanta.La verdad es que esta virgen de  agosto, no sé ni qué es. La virgen de agosto, a secas.Me gustan La Virgen de El Carmen y la virgen de la Fuensanta. A otros les gusta otras. A otros ninguna y lo ven como si el resto fuésemos un poco tontos. Pero no lo somos. Se llama tradición. Se llama religiosidad o espiritualidad popular. Yo soy pueblo.

  • Gonzalo Haya

    La interpretación que me parece más convincente sobre la exaltación de la madre de Jesús es la plasmación del ancestral arquetipo de la diosa madre, que el judaísmo quiso erradicar, pero el pueblo cristiano lo ha mantenido de algún modo. Y la doctrina oficial de la Iglesia  lo ha admitido (¿suavizado?) reconociendo a María como Theotokos  (madre de Dios), madre de la naturaleza divina-humana de Jesús.Todo lo que durante siglos se ha dicho de la madre de Jesús (empezando por la escuela de Juan), y lo que ahora digamos, son el ropaje, más o menos adecuado, con el que revestimos su imagen, basándonos en nuestros propios ideales. 

  • Isidoro García

    La ascensión al cielo de María, es un mensaje simbólico esperanzador de que nuestra humanidad “homo sapiens sapiens”, acabará bien su actual travesía por el desierto. 

    Decía Václav Havel: “A veces se necesita tocar el fondo de la miseria para poder entender la verdad, igual que hay que lanzarse hasta el fondo del pozo para llegar a ver las estrellas”. 

    • Isidoro García

      Nos habla la amiga Consuelo, de que hay grupos marianos, que desfiguran la figura de María, y que es conveniente hacer “una reflexión para hacerla más comprensible”.

      Y lleva toda la razón, pero para ello hay que pensar en María, simbólicamente, intentando descifrar su verdadero papel cósmico.

      Remarca, Consuelo que “asumió conscientemente su participación en el plan divino de salvación”. Y yo creo que por ahí, pueden ir los tiros.

      Pero claro, deberíamos tener claro cual ese ese plan divino de salvación.

      Porque si partimos de la salvación individual de cada humano, de los terrores del inferno por su maldad, y conseguir que vivamos eternamente en el “cielo”, nos encontramos en un callejón sin salida, pues eso hoy no es mínimamente creíble.

      El gran peligro de la humanidad, (el colectivo de la especie del Universo, “homo sapiens sapiens”), del que necesita ser “salvados”, es el de no superar los graves problemas que amenazan con su extinción, debido a las enormes contradicciones de nuestra evolución, pasando desde un medio ambiente paleolítico de supervivencia física, (en el que hemos estado dos millones de años, contando con nuestros ancestros), a un medio ambiente cultural, en el que el uso de la inteligencia es lo fundamental.

      La humanidad vive un momento de gran transición, desde un humano instintivo fundamentalmente animal, a un humano, en el que la cultura y la inteligencia es el arma fundamental de supervivencia que tenemos.

      Y lo tenemos que hacer con prácticamente el mismo cerebro que hace dos millones de años. “Solo” ha cambiado el recableado de nuestras neuronas, y su reagrupamiento en nuevos grupos funcionales.

      Es el mismo proceso que a nivel individual sucede durante la pubertad y primera juventud, en el que el repentino flujo de las hormonas sexuales, desencadena un proceso de reestructuración interna, que genera actuaciones erráticas e incoherentes, en el jovencito/a: la edad del pavo, que tanto desconcierta a los atribulados padres.

      Es un proceso de resultados tan caótico, que puede ser fatal para nuestra supervivencia como especie, lo que sería una anécdota en el Universo, pero un auténtico fracaso para nosotros.

      ¿Saldremos de esta?. El mito del triunfo de la  María humana, y concretamente el de su ascensión a los “cielos”, es una especie de mensaje tranquilizador del “espíritu” personal, de que nuestro proceso, acabará bien, y llevará a la humanidad, a un nuevo estatus “celestial”, (cósmico).

       

      En el interior de nuestra mente inconsciente, se percibe perfectamente el grave problema, pero no sabemos explicitarlo y con ello analizarlo adecuadamente.

      Y por ello, el “espíritu” sabio, del que hemos sido dotados en nuestro último salto evolutivo, lanza a la conciencia, mediante fuertes intuiciones, un mensaje sobre el problema, solo que lo hace, en el lenguaje simbólico que le caracteriza, dando lugar a los mitos.

      Por eso, los mitos, expresan el “misterio”, aflorando las imágenes primordiales arquetípicas, en que está reflejado dicho “misterio”, dentro de nuestro “espíritu”.

      En este mundo, hay dos clases de personas. Los que nos atrae el “misterio” y anhelamos conócelo, y los que no les va ese rollo.

      Ante una misma pregunta: -“A ti, qué te pone los pelos de punta?. Unos dirán: -Que me susurren al oído que me quieren. Y los otros dirán: -A mí la gomina”.

      Decía no se quien: ¡Pobre del que no ve las estrellas, mas que cuando le cae un meteorito en la cabeza!

      Cada persona sufre un defecto visual de distinto tipo y por ello mira y ve las cosas con una mirada diferente. Hay gente con una gran capacidad a corta distancia, (miopía), y mala visión para lejos y viceversa.

      Si yo tengo presbicia y veo muy bien de lejos, veré las estrellas magníficamente, pero cuando tengo que mirar las monedas que tengo en el bolsillo, las veré borrosas.

      Entonces, lo suyo, es que el miope se fie de mis descripciones de las estrellas, y yo me fie de las descripciones de mis monedas por parte de miope.

      Por eso todos nos necesitamos, unos para una cosa, y otros para otra.

      Esto es lo que hay, y ante el “misterio”, existen dos graves errores posibles:

      El extremo racionalismo degenera en un positivismo estrecho, limitado y sectario. Por su parte, el impulso místico mal dirigido, (o digerido), conduce a un esoterismo de pacotilla”, (Daniel Beresniak).

      El camino ideal sería un esoterismo realista, (el esoterismo es el intento de interpretar y concretizar el misterio expresado simbólicamente), una gnosis imaginativa pero lo mas coherente con nuestro zeigeist del Tercer Milenio.

      Ese es el camino de la nueva religión.