Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

7411 Artículos. - 112726 Comentarios.

Iglesias evangélicas

          Las iglesias evangélicas son bastante independientes, no hay una jerarquía que marque las líneas por donde todas deben ir. Por eso entre ellas podemos encontrar de todo, incluso iglesias con una orientación progresista que puede acercarlas a la Teología de la Liberación, con su opción por los pobres y su lucha contra la injusticia y la desigualdad de nuestro mundo. Pero la gran mayoría son muy conservadoras y claramente escoradas hacia la derecha más radical. Lo mismo Bolsonaro en Brasil, que Trump en EE.UU. han contado con el apoyo decisivo de las iglesias evangélicas.

          A estas iglesias les podemos aplicar el popular refrán español: Dime de que presumes, y te diré de qué careces.  Se llaman “evangélicas”, pero su posición no puede ser más opuesta al Evangelio que predicó Jesús de Nazaret, y que acabó llevándolo a la cruz. Las creencias de estos “evangélicos” a lo que les llevan es a buscar la riqueza como la cosa más deseable del mundo. Cuando en el Evangelio podemos leer que “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el Reino de los Cielos”, y en otro pasaje Jesús dice: “No podéis servir a Dios y a las riquezas”, pues para los “evangélicos” la riqueza viene a ser un premio que Dios da a sus amigos, a los que se portan bien, participando en el culto de su iglesia y aportando generosamente para mantenerla.

          Es lo que se conoce como Teología de la Prosperidad, el polo opuesto a la Teología de la Liberación. Una versión amable de la terrible Teología de la predestinación de Calvino, según la cual todos los  seres humanos estamos predestinados por Dios a la salvación o a la condenación, independientemente de lo que hagamos o no hagamos. Pero la angustiosa incertidumbre que eso crea -¿somos de los que se van  salvar o de los que se van a condenar?-, se puede aliviar con las señales que Dios te da en la vida: si las cosas te van bien, prosperas y te enriqueces, es señal de que eres de los favorecidos por Dios y te vas a salvar.

          Naturalmente, una teología que cambia el ”Dios o la riqueza” por el “Dios y la riqueza” es muy atractiva para mucha gente. Pero también son muy hábiles para ganarse adeptos entre los que no han sido nada favorecidos en el reparto de la riqueza.  Aquí funciona el principio esperanza. Crean unos ambientes que son muy atractivos para muchas personas. Ambientes muy cálidos, que dan la bienvenida a todo el mundo, lanzan mensajes muy sencillos, y crean comunidades de esperanza, esperanza en la ayuda divina para todos sus problemas, sean económicos o de salud.  Con cánticos y alocuciones ardientes se crea un clima de euforia en que todo el mundo espera su milagro, a ver si lo sanan o consigue un buen trabajo. Y muchas veces sale sanado porque se reconstituye sicológicamente. Tienen un nuevo grupo de amigos, confidentes, personas que les apoyan… y tienen esperanza en la ayuda divina.

          A una pastora de estas iglesias evangélicas, Yadira Maestre, fundadora de la Iglesia Cristo Viene en Usera (Madrid), recurrió el Partido Popular en su esfuerzo por ganar el voto de la comunidad hispana en Madrid. Parece que el acendrado catolicismo de buena parte de la derecha española no le impidió al PP recurrir a una pastora evangélica cuando se tata de ganar votos. Pero seguramente han pensado después que esto les podía hacer perder muchos votos entre los católicos, y han borrado ese acto con la pastora evangélica de su historial. Pero, por supuesto, a ellos les parece muy bien eso de “Dios y la riqueza”.

8 comentarios

  • Juan A. Vinagre

    Gracias, Antonio. Me gusta tu sentido del humor, que es muy oportuno en estos tiempos, y siempre. Coincidamos o no siempre, por encima de las ideas están las personas, en este caso tu persona, que me merece todo respeto. Otro abrazo

  • George R Porta

    Valga aclarar que Thomas Jefferson y su vecino en Monticello, James Madison, eran de origen Protestantes (Pentecostales o Episcopalianos) y han sido identificados, después de convertirse en activistas políticos y figuras públicas, como deístas de filiación «unitaria.»

  • George R Porta

    Permítaseme un breve  comentario (cuando soy breve, mucho esfuerzo hago). Los «Shakers» son clasificables como carismáticos por su devoción y su teología tan enraizada en el Espíritu Santo. Fueron fundados, con mucha probabilidad, en Inglaterra en 1747 y organizados en los US (de América del Norte) en la década de1780.

    Entre sus principales creencias y valores figuran estas: La recepción excepcional, directa, de mensajes del Espíritu de Dios o Espíritu Santo según se quiera traducir «Holy Ghost» (causa del «hablar en lenguas,» al estilo paulino en 1 Cor 13, durante sus celebraciones religiosas), popiedad communal, no privada o personal (su influencia política en los US les ha librado de la acusación de comunismo), la igualdad entre varones y mujeres, la oposición a cualquier forma de matrimonio siendo importantes defensores del celibato entre sus creyentes, la  segunda venida del Cristo humildad, simplicidad, eficiencia, las artes manuales, ser muy trabajadores, otras y su radical distanciamiento de los no creyentes en su fe (aunque siempre han vendido sus productos artesanales, agrícolas, etc., en los mercados públicos y, más modernamente, a grandes corporaciones de supermercados.

    Por otra parte, los más fundamentalistas entre los evangélicos, al menos los estadounidenses, siempre han sido defensores o proponentes del racismo y, también, la defensa del estricto separatismo de Estado y religión o Iglesia (que fue la primera causa de la llamada Primera Enmienda de la Constitución),  propuesta esta por James Madison and Thomas Jefferson, ambos conocidos por su anti-calvinismo.

  • Antonio Llaguno

    Lo que pienso es que el PP no tenía ni puñetera idea de qué tipo de zorro estabn metiendo en el corral. La ignorancia y los “lugares comunes” de  los políticos en temas religiosos es enorme y son incapaces de diferenciar, por ejemplo, un Cristiano Evangélico de un Testigo de Jehova.

    En el momento en que los equipos mediáticos al servicio de los partidos de izquierda (El País, Público, La Sexta, Cuatro, Julia en la Onda, Al Rojo Vivo, La Tuerka, etc…) se percataron del patinazo pepero, entraron a saco a crititcar la torpeza del PP y lo obligaron a rectificar.

    No tiene demasiado recorrido ese asunto y va mucho más dirigido a rascar votos de VOX que a modificar el equilibrio Izquierda/Derecha, ningún  votante del PSOE o más a la zurda, sería oyente de visiones cristianas (Y probablemente alucinógenas) como la de esa pastora evangélica.

    Por otra parte, la ignorancia de los periodistas que han tratado el tema (De cualquier signo político) es profunda.

    Como señala el autor, el “universo protestante” es enorme y la “Teología de la Prosperidad” tiene origen y continuidad en la rama Pentecostal, heredera del Calviniismo más estricto. No es lo mismo un luterano evangélico episcopaliano o metodista o presbiteriano o baptista que un calvinista pentecostal y, generalmente, los buenos teólogos están entre los otros, no entre los pentecostales y ni siquiera todos los pentecostales son iguales. De hecho están muy atomizados.

    La teología de la Prosperidad ha sido promovida por el “Neopentecostalismo” o “Pentecostalismo Carismático”. Son una de las ramas más jóvenes del mundo “protestante” (No llegan a tener 100 años de existencia) y se calcula que de entre los 100 millones de pentecostales del planeta, sólo unos 10 ó 12 millones son de este tipo. Otra cosa es que sean los que más alto hablan.

    Además, el Pentecostalismo Carismático, enlaza con otras confesiones no de origen calvinista sino también luterano, anglicano, ortodoxo, e incluso católico siempre con liturgias muy superficiales y carismáticas aunque su relación por ejemplo con los Kikos católicos se enfría cuando plantean cuestiones de justicia social, obviamente, pero en métodos, liturgias y estilos comulgan juntos (Y nunca mejor usado el verbo comulgar)

    Pero las informaciones meten a todos los “protestantes” en el mismo saco sin darse cuenta de que son miles de Iglesias sin autoridad común y cada una con interpretaciones propias de la manera de seguir a Cristo.

    A mi me preocupa mucho más (Y eso que ya sabéis que no soy votante de izquierdas) el trabajo que está haciendo VOX entre el catolicismo más clásico.

    El Domingo de Ramos, fui a misa a la “Catedral de Pozuelo” (Nuestra Sra. de Caná). Mi mujer tenía ganas de ir allí porque le habían hablado maravillas del párroco y le había visto alguna vez en televisión comentando el evangelio en TRECE.

    Yo siempre había encontrado algún pretexto para seguir yendo a mi parroquia de Vademorillo o a la Iglesia de Santa María de Majadahonda donde me encuentro mucho más cómodo (Es encomiable en Santa María, la labor que hacen de integración de los emigrantes de la zona. Está llena de latinos, filipinos, este europeos, y yo me siento bien entre tanta diversidad) porque la famosa cigüeña infovaticarca es donde va (Santa María de Caná, en Pozuelo) y aparte de no apetecerme mucho juntarme con ciertos pájaros de mal agüero, tan solo el hecho de que el cigüeño hable maravillas y la constatación de tener la Iglesia (Que no es muy grande aunque sí muy aparatosa) abarrotada me alejaban de ese templo. Que no soy amigo de aglomeraciones; pero esta vez no tuve elección.

    La misa no me pareció nada del otro mundo, pero me llamó la atención que a la puerta, había un chiringuito de VOX. Es cierto que discretamente (Tampoco era necesario hacer más aspavientos. Lo tenían lleno de fieles que salían del templo) pero se encargaron de hacerse presentes y de repartir publicidad en la que se presentaban como “el único partido verdaderamente cristiano del espectro político español” (Para echarse a temblar)

    Hoy me arrepiento de no haber recogido el folleto que me ofrecieron (Le contesté a la amable y monísima señorita que me lo ofrecía con una casta sonrisa, “Aléjate de mi Satanás” y sirvió para llevarme una reprimenda de mi señora y una cara de incredulidad y sorpresa de la señorita voxera).

    Podríamos haberlo leído y analizado; pero lo cierto es que en lugares donde claramente es el Partido Popular quien ha sido el partido más votado, VOX está haciéndoles sangre reafirmando posturas supuestamente católicas .

    Ese es el problema que quiere combatir el PP y que combate, de forma muy desafortunada, con esa  pastora evangélica.

    Los esfuerzos de la izquierda política y mediática en aprovechar el paso de ese Pisuerga por ese Valladolid para rascar votos del PP no tienen mucho recorrido. Nadie que abomine de lo que esa pastora evangélica representa va a cambiar su voto por la patética metedura de pata del PP con ella (Yo no lo haré) y lo más que han conseguido es agitar las aguas peperas unos días (No mucho más. Ayer ya estaba olvidado) y mostrar a quien quiera verlo que de religión el PP (Y lo mismo se puede decir de cualquier otro partido político) entiende menos que yo de filología etrusca contemporánea y que (Al igual que el resto de los partidos políticos) solo les interesa para utilizarla a favor de sus colores políticos.

    Nada nuevo bajo el sol.

    • Juan A. Vinagre

      Estoy de acuerdo con casi todo lo que dices, Antonio. Aunque eso de no votar a la izquierda, yo lo matizaría. (A no ser que no consideres de izquierda -izquierda moderada y a veces demasiado líquida, por desgracia- al PSOE)   La ignorancia, los “refritos” o los prejuicios en temas de religión es bastante evidente, de modo que muchas veces hacen pensar que las religiones, para algunos poderes, solo son un medio de captar votos ingenuos, pues no saben discernir.

      Como -parece?- que tampoco saben discernir los dirigentes de esas iglesias que se dicen “evangélicas”, y que, sin embargo, marginan partes esenciales del Evangelio… En esas iglesias se ofrece una fe y un evangelio a medida de los intereses del poder (encubierto?)  ¿Los votantes católicos cristianos del PP no deberían pensar en ese “detalle”, tan significativo, del PP arrimándose también a una iglesia “evangélica” (como él, amiga del poder) que compagina -con un espíritu V. T.- Dios y dinero, incompatibles?  (Aquí no se pueden aplicar las palabras permisivas -y flexibles- de Jesús a los cebedeos, que habían prohibido a unos extraños hablar en nombre del Señor: DEJADLOS, quien no está contra nosotros con nosotros está…)    Por otra parte, ¿este “detalle” no retira una vez más el velo religioso de la cara del “católico” PP y lo deja al descubierto y en cueros?

      Termino: Que “los medios de izquierdas” aprovechen para criticar ese “matrimonio de conveniencia”, y los docentes y dirigentes del templo católico se callen, ¿cómo interpretarlo?  ¿Quien calla, otorga para encubrir sus contradicciones y miserias y/o para seguir recibiendo regalos?  (Perdón. Quién soy yo que pide enmiendas…)

      • Antonio Llaguno

        Juan Antonio,

        cuando hablo de ser o no votante de izquierdas hablo de mi mismo, que es de quien únicamente puedo discernir qué vota y por qué vota. Ni tengo datos ni tengo derecho como para juzgar qué y por qué votan los demás.

        Yo soy un votante pragmático. Nunca he sido esclavo de las ideologias. Si tuviera que definirme, sería un votante de centro de esos que los extremos del espectro político llaman tibios. Vote a Suárez en mis primeras elecciones (Cuando era CDS), más tarde a Anguita, porque me pareció cohernete y necesario en ese momento y después he votado, sucesivamente, a Aznar, Rajoy, Albert Rivera y en las próximas votaré a Feijoo.

        Nunca he ocultado mi voto y no tengo ningún problema en ponerlo de manifiesto.

        Este próximo mes de mayo, me presento a las elecciones (Pueden estar tranquilos en mi pueblo, voy el 20 en una lista de 20) en un partido político pequeño, local, de mi pueblo, compuesto por ciudadanos independientes de muchas ideas y formas de pensar distintas y que no se ajusta a ninguna de las formaciones políticas de ámbito nacional. Conmigo concurren personas que luego en las generales votan a diferentes opciones desde VOX a Mas Madrid, y convivimos sin tirarnos de los pelos, porque lo importante es mi pueblo, no mis ideas.

        Critico abiertamente que VOX y el PP hagan con la religión lo mismo que le critico a Podemos y al PSOE: utilizarla para obtener votantes como si fuera un asunto de oferta y demanda.

        Ambos se acrecan a las “facciones” del espectro religioso y las tratan como tratan a otros grupos de poder o “lobbys” con los que se relacionan: “¿Qué queréis? Yo os lo doy a cambio de unos votos”

        Eso es lo que ha hecho Feihjoo llevando a esa ministra evangélica a su meeting igual que la Vicepresidenta Díaz cuando se puso velo y vestidos negros para ir a ver al Papa, porque este papa le cae bien y cree que pude rascar votos progresistas. A muchos votantes de izquierdas, esa visita les pareció tan absurda como la presnetación de la pastora evangélica en el meetong del PP a los católicos más ortodoxos y de la misma manera el Sr. Ferreras y sus palmeros mediáticos criticaron la presentación pepera como el Sr. Gimenez Losantos llenó su boca criticando al Papa y a la Sra. Díaz por su feliz encuentro.

        Creo firmemente que la manera que debe tener un cristiano de influir en la vida política no es esa.

        Los primeros cristianos no se “metían en política” sino que dieron ejemplo de como querían vivir y de como se amaban y todo fue bien hasta que un político, llamado Constantino, decidió utilizarlos (En el peor significado de la palabra utilizar) para organizar religiosamente su imperio y sustituir una religión obsoleta ys supersticiosa por otra más coherente y sobre todo mucho más maleable.

        Desde ese fatídico (En mi opinión) año 313 dC, la religión cristiana no ha dejado de meterse en política y en mi opinión, casi nunca para bien.

        Los líderes cristianos han nombrado y depuesto reyes, convocado guerras, instaurado tribunales e inquisiciones, quemado herejes, acumulado riquezas y se han servido a si mismos, olvidando que la principal característica que llamaba la atención cuando se observaba a aquellas incipientes comunidades cristianas era “ver como se amaban”.

        Creeme Juan Antonio, que ahora, cuando voto y dado que tengo la inmensa fortuna de vivir en una época y país que me permite hacerlo en libertad, suelo poner mis creencias religiosas a un lado y, consciente de que ninguna fuerza política puede (Y sobre todo no quiere) representar los valores de Cristo (¡Que decepción la mal llamada Democracia Cristiana italiana, socia de la mafia y criminal organizada!) trato de votar a quien mi humilde inteligencia me señala como el que puede ser más adecuado para gestioner los intereses del colectivo que me convoca a votar y que no siempre es el mismo. No voto igual en las locales que en las generales y/o autonómicas.

        Nunca pensé que esto de votar fuera como ser del Atleti, que no es racional; pero lo seré hasta que me muera sin saber por qué.

        Ahora bien, me preocupa y mucho, como los extremos políticos, que en mi humilde opinión, son quienes más lejos están de los valores que yo reconozco como cristianos (Otro, seguramente, reconocerá otros), están reclutando adhesiones entre los cristianos sencillos. VOX se está posicionandoe ntre la parte más conservadora de la IC y tengo que reconocer que no me gusta nada, nadita.

        Y esto es lo que pudeo decirte sobre votar de izquierdas o de derechas.

        • Juan A. Vinagre

          Gracias por tu atención, Antonio, y por tu franqueza, que es un ejemplo a imitar. Comparto eso del “voto pragmático”. Pero nunca seré capaz de votar a la derecha, a no ser excepcionalmente, como un mal menor. Mi mentalidad es de “izquierdas” (palabra que no me gusta, prefiero decir “solidaria”) Y por ello, aprovecho para manifestar que en mi primera votación (tras la muerte de Franco) voté al partido de Suárez. En aquel momento no me parecía oportuno votar a la izquierda. Mi voto fue un voto de transición… y de apaciguamiento realista. A continuación voté a Tierno Galván, a ver…, consciente de que votaba a una minoría. Una vez madurado algo el ambiente, voté a la izquierda moderada y realista, aunque mis ideas de justicia social fueran más allá… Y en esa izquierda realista y moderada sigo, consciente de que el Gran Poder no permite que corras…, si no quieres estrellarte… y echar a perder los sueños…

          En suma, a mí me pasa lo que les pasa y ha pasado a muchos, como, por ej., a Mounier, que decía “soy de izquierdas porque soy cristiano”.  Por eso, a la derecha neoliberal, que compagina a Dios y dinero-capital, no la puedo votar…

          • Antonio Llaguno

            Y yo lo respeto, Juan Antonio.

            Yo he llegado en mi periplo vital a conclusiones diferentes, pero respeto, porque las entiendo, las tuyas.

            Lo que me cuesta entender es esa gente que vota a un partido concreto porque “Yo soy del PP” (Sustitúyase PP por cualqueir oción política. Cualquiera) como se afirma que uno es de ést o aquel partido político.

            Yo, que tengo mucha retranca, suelo afirmar que, sin necesidad de pruebas fehacientes, solo creo en tres cosas: En Dios, en el segundo principio de la Termodinámica, y en el Cholo Simeone (Y hay quien se ofende por “poner a Dios al mismo nivel del Cholo”, pero es que no es del Atleti y no comparte el peculiar sentido del humor de los colchoneros).

            Un abrazo