Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

marzo 2023
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031  
7446 Artículos. - 113037 Comentarios.

Humildad y ciencia

Este interesante artículo, publicado el  enSara Lumbreras, Lluís Oviedo, Laura Gismera en la sección Religions de la revista internacional MPDI. Nos lo ha señalado Leandro Sequeiros y viene muy a propósito de algunos artículos recientemente publicados en ATRIO. AD.

La aceptación de la ciencia tiene que ver con su capacidad de cumplir una determinada función social, que podríamos resumir en dos puntos principales: ayudarnos a comprender el mundo que nos rodea y el hecho de tener un impacto positivo en nuestras vidas. Cuando la ciencia no se desarrolla adecuadamente, puede ocasionar perjuicios en vez de mejoras, y provocar visiones incorrectas en vez de avanzar en el camino hacia la verdad. La humildad es esencial para el buen funcionamiento de cualquier sistema social, incluida la ciencia. En este artículo, exploramos cómo integrar la humildad en la práctica científica para servir mejor a los objetivos de la ciencia.

Ciencia e incertidumbre

En general, en nuestras sociedades, asumimos que la ciencia es una fuente fiable de información (probablemente, la más fiable), ya que trata de proporcionar una representación precisa del mundo. Sin embargo, su función y desempeño social también dependen de su capacidad para convencer a la mayoría de que hace más bien que mal y que no afectará o invadirá  otras áreas vitales. Por lo tanto, el éxito de la ciencia está vinculado a sus contribuciones y su capacidad para evitar la arrogancia y las pretensiones excesivas. La ciencia se basa en buena medida en la asunción de falibilidad, que le hace asumir sus errores y estar abierta a la corrección, lo que hace que se encamine al progreso. La ciencia, bien entendida, está abierta a la posibilidad de error y corrección, y esa es una condición de posibilidad para su propio éxito. Sin embargo, aunque la conciencia de falibilidad nos lleve a la prudencia, hay que apostar a favor de la propuesta que acumula mayor evidencia a su favor. Por ejemplo, no sería admisible que un médico dejara de tratar a un paciente sólo por no estar completamente seguro de que el tratamiento escogido será satisfactorio. De la misma manera, no resulta éticamente válido posponer cualquier esfuerzo por detener el calentamiento global simplemente por no tener evidencia dicho análisis sea unánimemente aceptado. Una certeza razonable es suficiente para la acción, aunque la ciencia deba esforzarse por reducir las incertidumbres y aumentar progresivamente el ámbito de lo conocido frente a lo desconocido.

Este punto es especialmente importante. La ciencia se considera un modelo de objetividad en nuestras sociedades y se recurre a ella para informar las decisiones técnicas y políticas. Sin embargo, existe un creciente escepticismo sobre la ciencia en sí misma y su objetividad, lo que lleva a movimientos como la negación del cambio climático y la resistencia a la vacunación. Se cuestiona la relación entre ciencia y poder, objetividad e intereses. Algunos creen que la ciencia se basa únicamente en la evidencia, mientras que otros creen que los factores sociales desempeñan un papel en la formación de creencias. Esta última perspectiva se refleja en los trabajos de Michel Foucault, entre otros, quien destacó la importancia de las estructuras sociales en la formación del conocimiento y la relación entre ciencia y poder. Otros, como Bruno Latour, argumentan que la ciencia es subjetiva e implica una toma de decisiones subjetivas, como por ejemplo, al decidir qué problemas son dignos de resolverse y qué tipo de soluciones son válidas. En otro orden de cuestiones los epistemólogos de la virtud ven la ciencia como una actividad humana con fortalezas y debilidades y esa objetividad debe buscarse a través de un esfuerzo consciente por parte de los individuos que trabajan en ella, orientando a la ciencia hacia proyectos y descubrimientos concretos. Por ello consideramos que para acercarnos lo más posible a la ciencia objetiva, es necesaria la humildad de sus operadores.

 

La ciencia y sus limitaciones

La ciencia ha conseguido desarrollar de manera formidable campos como la economía, la salud, la educación, la nutrición o el armamento. Sin embargo, estos éxitos pasados han fomentado formas de “cientificismo”, la noción de que la ciencia puede abordar y resolver todos los problemas humanos o sociales con capacidad ilimitada. Esta creencia fue desalentada por Max Weber y otros pensadores que argumentaron que la ciencia debe siempre operar dentro de sus límites. La ciencia no puede abordar cuestiones no científicas como todas las que pertenecen al ámbito político (a nivel social) o emocional y espiritual (a nivel individual). La ciencia no debe considerarse como algo que lo abarca todo, pues hay aspectos de la existencia que trascienden sus límites. Se debe enfatizar la distinción entre el conocimiento científico y su aplicación práctica. El primero debe estar abierto a la humildad y la evidencia, mientras que la aplicación práctica debe limitarse a los mejores tratamientos posibles. Los negacionistas del cambio climático que aplican esta distinción como excusa para la inacción no respetan unos mínimos éticos, ya que renuncian al mejor conocimiento disponible. En última instancia, la ciencia no abarca todos los asuntos humanos y las posiciones que afirman lo contrario no son científicas.

Las limitaciones de la ciencia y las capacidades cognitivas de la mente humana se han discutido extensamente. Nuestra comprensión de la realidad está limitada por la capacidad de nuestra mente y algunos aspectos de la realidad escapan a la explicación científica. La ciencia tiene limitaciones, como muestran el teorema de incompletitud, el principio de incertidumbre y los misterios de las dimensiones cuánticas. La ciencia no debe verse como la respuesta definitiva a todas las preguntas, ya que solo proporciona una comprensión parcial. El cientificismo puede conducir a una perspectiva y comprensión distorsionada de lo real.

Se dan varias formas de limitación en la ciencia. La primera emerge cuando existen, dentro de una disciplina, dificultades para lograr el consenso, por ejemplo porque coexisten múltiples interpretaciones válidas de los datos. Además, a la ciencia la influyen estructuras e intereses sociales y culturales, que afectan a los programas de investigación, los métodos y las interpretaciones de los datos. El libro de Angela Potochnik “La idealización de los objetivos de la ciencia” demuestra cómo los valores e intereses dan forma a los programas y modelos científicos. El pluralismo científico, destacado por el Grupo de Minnesota en “El pluralismo científico”, proporciona argumentos en contra de la explicación integral única del mundo natural. La complejidad irreductible de la realidad a nivel físico, vital, mental y social hace que sea imposible crear un modelo único e integral. El pluralismo resulta de múltiples métodos e interpretaciones que pueden aplicarse a la misma realidad.

 

Ciencia y seres humanos

Además, como comentábamos, la falta de objetividad en la ciencia es heredera de la falta de objetividad en los individuos que la conforman. Nuestro pensamiento está sujeto a sesgos cognitivos, como el sesgo de confirmación y el sesgo de selección. Psicólogos del comportamiento como Kahneman han propuesto un modelo cognitivo basado en dos sistemas: un sistema rápido, intuitivo, emocional e inconsciente y un sistema lento, consciente y deliberativo. Este modelo destaca cómo el primer sistema nos hace susceptibles a sesgos cognitivos que pueden influir negativamente en la práctica científica. Otros sesgos incluyen el efecto bandwagon (tender a apoyar lo que dice la mayoría de la comunidad), el sesgo de autoridad (tender a aceptar de manera inconsciente lo que sostienen los miembros de mayor autoridad), el sesgo de exceso de confianza, el sesgo de deformación profesional o el sesgo de datos. De este último, que consiste en asumir que la realidad responde a los datos – siempre parciales – que de ella tenemos, ha recibido una considerable atención recientemente. Está relacionado, por ejemplo, con asumir la visión de la raza caucásica y el sesgo masculino como la principal experiencia humana, dado que existen más datos sobre ellas. El libro de Caroline Criado “La mujer invisible”, por ejemplo, destaca cómo la construcción de las bases de datos que después se emplean en el proceso científico puede distorsionar la representación que la ciencia hace de un sector de la población. Educar a los científicos en estos sesgos, que afectan a todos los seres humanos, y fomentar la humildad intelectual puede ayudar a mitigar sus efectos.

 

Ciencia y ética

La crisis de la replicación en la ciencia ha hecho patente una incapacidad de reproducir los resultados de muchos estudios científicos, lo que revela problemas profundos que a veces se relacionan con los estándares morales y los supuestos de la investigación científica. Esta crisis ha demostrado que la ciencia no solo es falible sino también defectuosa. Algunos de los problemas evidenciados responden a manipulaciones deliberadas para servir a intereses personales o de financiación. La crisis probablemente conducirá a estándares más estrictos y la mitigación de estos problemas en el futuro. Este ejemplo evidencia que la ciencia es un sistema que se autocorrige, pero un enfoque más humilde de la investigación y un entorno académico menos competitivo podría acelerar esta autocorrección.

El uso y aplicación de la investigación científica está limitado por consideraciones éticas. Algunos afirman que la ética debería desempeñar un papel mínimo en los sistemas sociales como la economía y la política, mientras que otros creen que las consideraciones éticas deberían estar al margen de la ciencia. Sin embargo, abundan los ejemplos pasados de “mala” ciencia. Podríamos citar, por ejemplo, el uso de estadísticas dudosas para apoyar la desigualdad racial y la marginación, como en el denostado libro “La campana de Bell”, de Murray y Hernstein, que justificaba la pobreza de los afroamericanos en una supuesta menor inteligencia. La buena ciencia debe servir a buenos objetivos, guiada por causas como la sostenibilidad, los derechos humanos y la justicia social. Los sesgos cognitivos, como el sesgo de datos, también pueden desempeñar un papel en los resultados científicos que es colindante con la moralidad. Por ejemplo, la diversidad étnica a menudo no se tiene en cuenta en la práctica clínica, dando lugar a un trato y unos resultados diferenciados. Es conocido que las mujeres mueren más por infarto que los hombres, al conocerse peor los síntomas que en ellas ocasiona, y como muestra Caroline Criado, tener en cuenta únicamente la anatomía masculina en el diseño de automóviles lleva a que ellas sean las que sufran en mayor medida las consecuencias de los accidentes. Las consideraciones éticas juegan así un papel crucial en la configuración de la dirección de la investigación científica y deben tenerse en cuenta para asegurar una mejora de la sociedad.

En definitiva, la humildad es una virtud clave que puede ayudarnos a edificar una ciencia más objetiva, responsable y que sirva a su función social de manera más eficiente.

Puedes acceder al artículo original, publicado en abierto en la revista Religions: “How a Humbler Science Becomes a Better Science

49 comentarios

  • Isidoro García

    Amigo Antonio LL. agradezco tu generosidad, respecto a mis excesos. Pero entrando en harina, iré al grano, que me interesa.

    ¿Cómo puedes decir de Savulescu, y en general de los transhumanistas, (entre los que me incluyo), que “despoja a las acciones científicas de cualquier filtro moral”.

    El transhumanismo, es el procurar el mejoramiento de la naturaleza humana, no solo por razones “estéticas” superficiales, sino fundamentalmente para minimizar y si fuera posible anular, todo tipo de sufrimiento que asola a la humanidad. Y no de forma genérica, sino de forma muy concreta: con mucho dolor, lágrimas y sufrimientos.

    Es pura bonhomía, y además es la finalidad fundamental de la ciencia. O sea que los fines del transhumanismo, no tienen ninguna duda y sospecha. (Aunque puede haber abusos, como en todo).

    Y respecto a los “medios” para conseguirlo, aquí puede haber más discrepancia.

    Unos dirán, que no es lícito al humano intentan cambiar su naturaleza, pues eso es jugar a ser “Dios”. Pero eso es una visión estática del Universo. Y si Dios nos ha dotado de inteligencia es para utilizarla y honrar con ello a nuestro creador.

    En el Universo, todo está en cambio, y si muy posiblemente, habrá mas pronto que tarde una nueva mutación del homo sapiens, (la última se produjo hace 200.000 años, que no es nada), ¿qué tiene de malo que la reconduzcamos hacia nuestros intereses morales evitando mucho sufrimiento humano?. Pero es un tema debatible.

    Otros se oponen al transhumanismo, y sobre todo a la manipulación genética, por el tema de los embriones y la polémica de si ya son humanos o no. Pero ese es otro tema en debate, y con pluralidad de opiniones.

    Y la mayoría, creo yo que se oponen, por un miedo natural ante lo desconocido. Siempre que se produce un gran cambio, siempre nos vienen los temores de si se utilizará mal, que habrá gente que gane dinero con ello, (¿y que pasa por ello?), y sobre todo que va a acarrear unos nuevos problemas insolubles.

    Naturalmente, que van a venir nuevos problemas, que tendremos que resolver, gracias a nuestra inteligencia, que no olvidemos que se va a multiplicar por mil, antes de cincuenta años.

    (Una anotación: Los que dicen que el ChatGPT, no es para tanto, no se dan cuenta que esa es la versión gratuita, de prueba. Una cosa que ha costado millones de millones, no te la van a dar gratis total. Te la dan para que pruebes, y acabes suscribiéndote, con la versión buena que te la dejarán probar quinces días).

     

    Mucha gente es conservadora, por falta de imaginación suficiente. Tu ya sabes que “el que ve poco, ve de menos, pero el que oye poco, oye de más”. Pues lo mismo pasa con los temores ante el futuro: al que no se lo puede imaginar bien, le asaltan todos los miedos.

    Respecto a lo de Gustavo Bueno, o el profesor Alfonseca, me parece muy bien. Pero mira Antonio, en estos temas que son opinables, la opinión de un maestro cultural, es solo una voz más.

    En la opinión personal, influyen muchas variables: desde ideas infantiles profundas, a experiencias personales íntimas, a situación psíquica personal en el momento de la opinión, etc. (Te sorprenderías de la cantidad de maestros famosos, que a una edad determinada, empiezan a encasquillarse, o le pegan al “Chivas”, o yo qué se).

    Por eso hay que respetar a los maestros, especialmente los mayores, pero a distancia. Uno de mis grandes maestros es Jung, y no te creas que yo no le veo las costuras, muchas veces.

    Porque el pensamiento es un fenómeno muy delicado, y la mente tiene que funcionar como un reloj suizo. Pero con los golpes de la vida, dolores, enfermedades, los “trasiegos”, y la entropía neuronal endémica, el reloj inevitablemente, empieza a adelantar o atrasar, (Papas incluídos).

    Y eso nos pasa a todos. Y lo malo es que cuando nos sucede, no somos conscientes de ello, y los que tienen fama, mucho peor, porque les engañan los halagos y el respeto  de los admiradores.

    Y funcionamos a golpe de intuición, que puede ser la gran lotería: o aciertas, o la cagas.

    Es como ser optimista o pesimista. Nunca es una cuestión racional, sino instintiva-inconsciente, y luego una vez recibida la intuición, se racionaliza, con todos los trucos dialécticos de que dispone la razón, que es especialista en eso, en razonar y justificar.

    Pues los miedos ante el futuro, son así. (Perdón por el rollo).

    • Antonio Llaguno

      Isidoro,

      no digo eso de los transhumanistas y en el fondo ni siquiera de Savulescu; lo que digo es que EN LA ENTREVISTA de marras, Savulescu despoja a las acciones científicas de cualquier filtro moral, y ahora añado, lo hace cuando emplea ese argumento tan peligroso de “Si yo no lo hago, otro lo hará”.

      Como puedes comprobar en la entrevista, fruto de mi comentario, se apoya en él; entiendo que para provocar a los que le lean (Recordarás que el principio de la discusión es si Savulescu es o no un provocador).

      Además, yo no digo que no sea lícito al ser humano cambiar su naturaleza. Mi hermano pequeño lleva na válvula mecánica en el corazón que le permite vivir con una insuficiencia mitral que hace 100 años lo habría matado muy joven. Y ahi lo tienes con 55 años vivito y coleando gracias a los avances de la ingeniería, la medicina y la farmacopea.

      Si eso no es cambiar la naturaleza, ¿Qué lo es?

      Lo que digo es que no es lícito, hacerlo sin un filtro moral.

      Que no es lo mismo crear una bomba artificial que funcione como corazón, que emplear un feto no nacido para crear un corazón humano externo para otro (generalmente con bastante nivel económico).

      Savulescu pone muy claro lo que piensa al justificar al chino que decidió clonar humanos con esa argumento tam maquiavélico.

      Y creo que no es lo mismo porque, no conozco los límites de la ciencia y si ya somos capaces de destruir el planeta gracias a los aportes de la ciencia y la tecnología (Y lo somos), no se de que seremos capaces si dejamos a los científicos y a nuestros colegas los ingenieros.

      Hay quien dirá que es miedo al progreso. Yo contesto que el miedo es una sensación natural muy conveniente.

      Te contaré una anécdota (Ya soy como Lolita Flores, lo se; pero no se argumentar sin contar “batallitas”, sorry). Yo hice hace algún tiempo un master en innovación y mi carrera profesional se ha desarrollado alrededor de la creación de máquinas nuevas y de productos que no existían en el sector al que me dedico tengo el sambenito, en la empresa donde trabajo, de no tener miedo a tomar determinadas decisiones técnicas (La frasecita de marras es “Tu, Antonio, firmas cualquier cosa”), sin embargo, quienes me conocen bien saben que por supuesto que tengo miedo, lo que pasa es que pongo todos los filtros, tecnico, matemáticos, de control de calidad o normativos, necesarios para poder dormir tranquilo porque en mis “cacharros” suben y bajan personas y por experiencia te digo, que no hay nada peor que hablar con una viuda de la muerte de su marido (Salvo ser la viuda supongo).

      El miedo al progreso es sano, porque nos permitirá establecer los filtros adecuados para progresar adecuadamente (Que diría un Logse Boy). Y no solo foltros morales.

      Hace unos días volvió a salir la enésima noticia en relación al virus COVID SAR que apunta a que pudo salir por error de una laboratorio chino. Me da igual si es cierta o no. Lo terrorífico es QUE ES POSIBLE.

      Y estarás de acuerdo conmigo en que personajes sin escrúpulos pero con mucho poder ha habido en la Historia y los habrá. Y no hay que irse a los Hitler o Pol Pot, durante más de 2000 años los humanos normalitos  (Pero de clase privilegiada) han tenido esclavos y han comerciado con ellos sin ningún escrúpulo moral.

      Eso es lo que me preocupa de Savulescu y del Transhumanismo, que pueda desarrollarse sin ningún filtro moral y en mi modesta opinión, el aborto, tal y como se pantea hoy en el mundo occidental moderno es un ejemplo de ello. Quizás he visto demasiada pelis de Cienci Fricción (Reconozco ser un friki al respecto)

      En cuanto al aborto, si puse el pensamiento de Bueno como ejemplo es por eliminar de la reflexión cualquier justificación religiosa. Me tome la molestia de buscar anoche una conferencia de Bueno en la que no se le notara la edad y te diré que no parace que le de al Chivas puesto que su lucidez es imrpresionante, pero si por edad no te parece suficientemente creible (Cosa que aquí precisamente, en ATRIO. no es defendible) puedes ver alguna entrevista con Antonio Escohotado que va por derroteros similares y parecía más joven.

      Además, es misión de los viejos (Y tanto tu como yo, si no  lo somos ya, lo seremos pronto) prevenir a los jóvenes de muchos errores. Se llama experiencia.

      Para poder olvidar el miedo al futuro hay que afrontarlo, no superarlo y poner las medidas correctoras que permitan afrontarlo sin que necesitemos una válvula como la que lleva mi hermano.

      Y para que veas lo friki que soy con la Ciencia Fricción, te diré lo que piensa el Maestro Yoda sobre el miedo (Que aunque no es real, un maestro Jedi es un maestro Jedi): “El miedo es el camino de entrada al lado oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio al sufrimiento”

      Creo firmemente que, aunque sea una marioneta de látex, lleva razón. Yo añado, solo afrontándolo (No ignorándolo) se puede vencer al miedo.

  • Isabel

    Esto no lo vi venir. No ya abortar por causa de violación o de grave peligro para la vida de la madre, no: Abortar para que los padres sean felices cuando son tan caritativos que no pueden serlo con un hijo Down. Esta ética utilitarista que prescinde de una parte afectada o da por hecho que el Down también sale beneficiado, ya que nunca podría ser feliz.
    Y no era difícil de ver, con los años que llevan Singer y otros extendiendo la idea de separación entre humanos y personas. Una separación no científica, arbitraria e injusta. Además de peligrosa porque, quién sabe dónde se podrá poner la línea de demarcación en el futuro, dónde estará la siguiente y en función de qué intereses.
    Por el bien y “la felicidad de muchos” no sé si saben ustedes que hay voces que piden cambiar la palabra “humanos” de la Declaración Universal de Derechos por “personas”. Derechos para muchos pero no para todos.

    • Isidoro García

      Amiga Isabel, te voy a hacer una confesión muy sincera, (porque aquí si no somos sinceros, ¿para qué?).

      Yo en mis actuales circunstancias, con todo lo que he leído y reflexionado sobre la vida y la muerte, en unas circunstancias como las que estamos hablando, no sé realmente, qué decisión tomaría.

      Y no digamos si me pilla joven, mucho mas inmaduro que ahora, y sin referencias claras propias, mas que las de consejos o dicterios  de “otros”, cada uno de su padre y su madre, y que vete a saber lo que harían ellos en tu lugar.

       

      Pero si tengo una cosa clarísima: No juzgaría ni criticaría la decisión de otra persona en esa misma situación, bajo ningún concepto, sea cual sea la decisión adoptada.

      Ser “santo”, o héroe, o “perfecto”, es una decisión única y exclusivamente personal, y no se puede exigir a los demás que hagan lo que nosotros hagamos, y menos aún la que haríamos. Esa es la grandeza de los héroes. Que son escasos y excepcionales.

       

  • Isidoro García

    No quería seguir en el tema, pero me siento responsable de haberlo sacado, colateralmente, desde la manipulación genética de embriones de Savulescu.

    Repito que yo no soy especialista, y además, sinceramente, es un tema que no es “mi tema”.

    Pero yo tal como lo veo personalmente, y que puedo estar equivocado, es que es un problema hipercomplejo, y aquí concurren, cuatro factores a tener en cuenta.

     

    1.Existe una polémica intelectual filosófica-sociológica-política, sobre cual es el momento biográfico de un ser humano, en el que pasa del estado de humano potencial, a ser considerado un humano con todas las consecuencias.

    Parece ser que no hay un hito, en el desarrollo fetal, en el que se pueda uno fijar claramente, que marque dicha frontera. El hito tradicional, en el que todas las culturas se han fijado, era el del nacimiento, y separación de la relación directa madre-feto.

    Esta polémica intelectual, en sí, no debería ser mas que una más de las que la ciencia tiene habitualmente, y los seguidores de las diversas hipótesis, se deberían comportar con objetividad, y sin más acaloramientos.

     

    2. Pero en esta polémica intelectual, intervienen las religiones, con sus apriorismos, y sus postulados epistemológicos, que no calificaré de primitivos, pero sí de mitológicos y desde luego no-científicos.

    Y establece que el momento-frontera entre humano potencial, y humano-humano, no existe, y por tanto desde el primer momento de la fecundación, ya el óvulo fecundado es tal. ¿Con qué razones científicas?. Parece ser, (y hablo un poco por boca de ganso), porque ya ese humano unicelular, dispone del genoma del futuro humano.

    Pero a mí, me parece que ese argumento es muy débil, porque cualquier célula individual de nuestro cuerpo, dispone del genoma completo de mi cuerpo, y no por eso, se considera que cualquier célula de mi cuerpo, tiene en sí la naturaleza de humano-humano, sino solo de integrante del mismo.

    Pero bueno, es una opinión más. Hay cosas peores. En este mundo, no nos vamos a escandalizar porque mucha gente crea cosas curiosas, como que la tierra es plana, o en todos los delirios psicóticos de los conspiracionistas.

    El problema no sería mayor, si no fuera porque incorporada esa premisa epistemológica en su razonamiento, resulta que el aborto voluntario, sería un crimen, un asesinato. Y lo que era un simple problema académico, se transforma en un gran problema social sobrevenido “artificialmente”.

    Y además los ánimos subjetivos de todos, se calientan, y se desata un deslizamiento progresivo desde unas tendencias justicieras bien intencionadas, y de ello se pasa al rigorismo y la intransigencia moral, a la indiferencia por los aspectos dolorosos del tema en muchísimas personas, y luego al insulto, y hasta a la violencia física y/o psíquica. Un desastre moral completo, y todo con muy buenas intenciones. Si es que aquí todos somos muy buenos.

     

    3.    Porque aquí aparece el tercer elemento de la cuestión: la extraordinaria abundancia mundial de embarazos no deseados.

    Ya sabemos que hay cosas mas o menos abundantes, pero el tema de la reproducción es un elemento fundamental en toda especie viva. Es el tema universal por antonomasia.

    Desde siempre, por razones biológicas, la reproducción, está indisolublemente unido a la práctica sexual. Y eso, es una forma en que la naturaleza, tiene para asegurar la supervivencia de las especies.

    Y en tiempos de explosión demográfica descontrolada, una vez que el problema de la supervivencia está asegurado, conseguir una concepción voluntaria y segura, es uno de los problemas que la humanidad no ha conseguido aún resolver, entre otras razones, por el obstruccionismo y las resistencia numantina de ciertas religiones al tema del control de la natalidad, que ese ese es 4º elemento.

    Resistencia, que está en el origen de la cerrazón inicial a llegar a un consenso en el primer problema académico-científico.

     

    4.  Un aciago día, al compilador-escritor del Génesis, uno de los libros de la Biblia judía, escrito hace unos 2.400 años, puso en su libro esta frase, como mandato de Dios a la humanidad: “¡Creced y multiplicaos!”. Y seguro que pensó: “Me ha quedado la frase niquelada”.

    Pero ya fuera Esdrás, Nehemías o lo mas seguro alguno de sus sacerdotes escribas, no sabe la que nos ha liado a lo humanos del futuro.

    Porque mucha gente. Esa frase genérica que solo significa, eso: que procuremos sobrevivir como especie y no extinguirnos, muchos se lo han tomado al pie de la letra, de forma fundamentalista, y piensan que nos debemos reproducir indefinidamente como conejos.

    Y aquí estamos con 8.000 millones de humanos, en el planeta, y aumentando a razón de mil millones cada diez años. Echen las cuentas.

    Y claro, con estas premisas epistemológicas, todo control de la natalidad es un desafío directo a “Dios” que en persona nos dio ese mandato. Tal piensan, mucha gente, no solo iletradas, sino también científicos reputados, con muchos libros en sus estanterías, “y que entienden todo muy bien, no como otros”.

    Y todos lo ecologistas, (a pesar de todas las encíclicas “ecologistas” del Papa de Roma), nos dicen que vamos directos al desastre total por agotamiento del planeta. Pero nosotros como el baturro: “¡Chifla, chifla, que yo no me muevo!”.

    Y aquí estamos esperando que baje Jesucristo en persona a solucionar el problema.

     

    Total que un problema académico, debido a prejuicios fundamentalistas bíblicos religiosos, sobreviene en un gran problema complejo de difícil solución, con millones de mujeres, (y también maridos), al retortero, y rehenes inocentes de esa actitud primitiva, y todos juntitos, camino de la extinción.

    ¿Somos o no somos sapiens?. Yo creo que nos queda un poco grande el título.

     

    Perdón por el rollo sabatino.

    • Antonio Llaguno

      No insistiré en el tema del aborto, Isidoro.

      Simplemente te recomiendo que veas este vídeo del profesor Gustavo Bueno (Marxista, materialista y ateo; nada sospechoso de trufar su filosofía de ideas cristo-religiosas).

      Yo suscribo casi todo lo que dice al respecto del aborto y lo que no suscribo es porque sencilllamente no lo entiendo, que hay que ser muy bueno para entenderle todo lo que dice.

      Es largo, pero si eres capaz de soportar la forma de hablar del profesor Bueno (Propia de las personas que piensan mucho más deprisa de lo que hablan) es muy provechosa.

      Un abrazo

  • José María Valderas

    Aunque ya he expuesto en otras ocasiones mi opinión sobre el aborto, ese crimen execrable, no en este post, pese a lo que se ha escrito, da la impresión que no se atienen a los razonamientos sino a los dicterios. Quien está en contra es un intransigente, de corazón duro, egoísta, que desconoce el dolor de muchas mujeres, etcétera, etcétera. Estamos muy acostumbrados a esas salidas de pata de banco, que se combinan con que en vez de ocuparnos de los que no existen deberíamos ocuparnos de los que existen, de la pobreza de millones de personas, etcétera, etcétera, etcétera. El otro día nos acompañó en la mesa una compañera de bachillerato de mi mujer. Profesora de la Escuela Superior de Ingenieros, la sobremesa derivó sobre las personas LGTB. La amiga es numeraria del Opus Dei. A los ojos de quienes critican a los opositores del aborto y otras una persona que “comburenda est”. Pues bien, no hay una persona más abierta a esas personas, a sus vidas duras y a sus problemas laborales, sociales, emocionales, que la amiga. Sin alharacas ni tres cuartos al pregonero, acuden a ella cuando necesitan lo que sea, en particular, calor.

    El otro día Evole entrevistaba a Mariuja Torres, periodista de El País, compañera de labores profesionales de mi mujer también. Maruja le contó a Evole que se había implicado sexualmente con todo el que pasaba por allí. Y había abortado voluntariamente dos veces. Había que escoger entre la profesión o el hijo. Un dilema para ella, porque la mayoría de las periodistas tienen su progenie.

    En China resultó trágica la política de sólo un hijo. País densamente poblado, con ciudades cuyos habitantes se cuentan por decenas de millones, había que regular la natalidad. Murieron asesinados multitud de niños con el nuevo Herodes.

    El aborto como medida de regulación de la natalidad ha llegado al mismo Vaticano- De ello he hablado en alguna ocasión.

    Hace ya cincuenta años, fui protagonista de ello, se desató desde Estados Unidos una fuerte corriente que se proponía demostrar estadísticamente que los países más avanzados eran los que tenían leyes “liberales” respecto al aborto. No importaban los sesgos de los trabajos. Había que demostrarlo para instar a los países reacios (Irlanda, España entonces) a cambiar la legislación. Nada más eficaz que la ley de plazos, donde se mata por matar.

    Matar es un crimen, aquí y en Pernambuco. Dejemos la penalidad asociada. Mejor, eliminemos toda pena, todo juicio condenatorio a la madre, al juez, al tutor y al médico o comadrona.

    ¿No hay alternativa?

    Claro que la hay, aparte de las medidas de precaución del embarazo. Idear leyes de protección al feto, a la madre. Y eso exista o no ley favorable al aborto. Una ley no contradice la otra. Si hubiera una legislación propicia, con las partidas presupestarias necesarias, habría muchos menos abortos, muchos menos crímenes.

    El sofisma de las abortistas es que sólo pueden pagar abortos las que tienen posibles, quedaría sin sentido si el estado pusiera el dinero en proteger a la gestante y al niño. Lo que pasa es que es caro y sale más barato hablar del derecho de la mujer a su autodeterminación (la monja Forcades dixit) silenciando el anterior derecho a la vida del niño (de ese derecho no habla sor Forcades, aunque intenta zafarse de la contradicción con un esquivo dos bienes absolutos)-

    Se puede ser partidario de una exoneración penal de las personas implicadas en el aborto y, al propio tiempo, exigir una política de protección a los no nacidos. Pero la izquierda no está por proteger a nadie. Y menos a un montón células, un amasijo, en su expresión literal. Se puede ser asesino retorciendo las palabras. Y ese es un caso clarísimo.

     

  • Isidoro García

    No quiero hacer una polémica sobre el aborto, porque no era el tema, y porque hay gente que sabe mucho más que yo. Pero solo quiero acabar, (por mi parte), señalando, que respeto mucho tu postura sobre este tema, y cualquier otro, que sea respetuosa.

    Pero que en mi modesta opinión adoleces de varias fuertes contradicciones que enumeraré:

     

    1.Dices que ninguna mujer que aborte, debería ir a la cárcel, “Otra cosa es respecto a los profesionales que se lucran por ello y en ocasiones con escaso criterio moral o provocando y/o induciendo a mujeres, a veces apenas niñas, a abortar”.

    O sea quieres penalizar a los que realizan la operación quirúrgica. ¿Pretendes que se operen a sí mismas? ¿Qué las hagan el aborto, gente sin experiencia médica?. ¿Que mueran desangradas por los rincones?. Hay que ser cínico.

    Esa es una respuesta típicamente saducea, o sea maliciosa y malintencionada. Que no se penalice, (otra cosa es hostigar, denigrar, señalar, y chantajear moralmente a la “pobre mujer” que tiene un gran problema, (si no, por qué iba a abortar), pero se persigue e impide que un profesional de la medicina se lo haga. Inconcebible.

     

    2. ¿De verdad tu crees que hay niñas o mujeres, que abortan porque han sido inducidas por el médico?. Alucinas y deliras.

     

    3. Dices “Yo he conocido a algunos niños con dawn y no tienen porqué ser infelices)”. ¿Y tú crees que también son felices sus padres?. “Que ligeras son las cargas ajenas”. ¡Fariseos!

     

    4. Dices: “y creo firmemente que el estado no debe sufragar negligencias ni estupideces…”. O sea que ¿tú piensas que si hay un accidente en que uno ha sido culpable, no se le debe atender sanitariamente y gratuitamente al culpable?. Absurdo. Es que no das ni una, y mira que lo siento.

     

    5.Luego llega el tiempo de los buenos deseos de que el Estado es el que debe dar la educación necesaria para evitar embarazos no deseado. Eso ya lo sabemos, ¿Y qué?

    ¿No va a haber embarazos no deseados por eso?. Además que ese argumento es válido para que el Estado sea responsable económica y sanitariamente de los embarazos no deseado.

    Así que pronto empezaremos a ver demandas al Estado por los gastos de crianza durante toda la vida, de un hijo no deseado, “porque no me informaron bien en la escuela”. Absurdo.

     

    6.Dices: “El aborto es un mal objetivo”. Y llevas razón, lo es como cualquier otra desgracia médica, como una enfermedad, o laboral, como perder el trabajo. Pero no tiene por qué ser un mal moral, si no se lo hace ser por algunos como tú, con vuestra intransigencia moral.

    En un mal moral, hay un culpable, en un mal desgraciado, no hay dicho culpable, y lo único que hay que hacer es solucionarlo.

     

    7.Te pasas de listillo cuando dices: “…de forma que no se produzcan embarazos no deseados; cosa que hoy en día es tremendamente fácil”. Eso que acabas de escribir es tan ridículo, que es para llorar.

    Si tienes la fórmula facilísima para evitar embarazos no deseados “en la realidad”, no en situaciones de perfecto autocontrol, que no se dan muchas veces, vete y corre a contárselo a la OMS, y evitarías muchísimo dolor y angustia en todo el mundo por millones de embarazos no deseados.

    Pero calla, sí, hay en método fácil, y seguro, y es el de la ligadura de trompas en la mujer y/o la vasectomía en el hombre. Pero, ¡calla que se me olvidaba que a la Iglesia no le gusta!.

     

    Perdona, que quizás me he pasado de dureza. lo que siento es que gente que sabe mucho mas que tú o yo sobre el tema, no habla claramente.

    Y es porque habeis conseguido enfangar el tema, con la intransigencia moral, y mientras tanto sigue muriendo gente por ahí, y hay mucho sufrimiento moral y psicológico, y se contribuye a la explosión demográfica, que va a acabar con la vida humana en el planeta.

    Admito réplica, ¡faltaría más!, pero yo doy por acabada la polémica.

     

    • Isidoro García

      Si en mis razonamientos y especulaciones, hubiese algún error, (que casi seguro que será así), agradecería si alguien me lo hiciese ver, porque uno solo es muy fácil equivocarse y perder el buen camino. Gracias por adelantado.

    • Antonio Llaguno

      Isidoro,

      si no quieres hacer una polémica sobre el aborto y además y como parece evidente, no sabes debatir sobre él sin insultar gravemente a quienes no pensamos como tú, no deberías haberlo sacado a colación (Fuiste tú, ¿Recuerdas?). Es un buen consejo, créeme.

      No obstante, por alusiones y con la misma vehemencia que tú (Aunque quizás con algo más de educación puesto que yo trataré de no insultarte, y podría) creo que tengo derecho a responderte; aunque será la última respuesta que en este hilo haré sobre el tema.

      1) Sí pretendo decir exactamente eso. No tiene el mismo juicio moral la mujer que se ve obligada a abortar (No conozco ninguna que disfrute cuando le practican uno) que el profesional que se lucra con ese aborto y que (Hay unos cuantos ejemplos denunciados y acreditados, es decir con sentencia firme; por ejemplo en la Dator de Madrid) falsea informes psicológicos y retuerce la ley (Por ejemplo argumentando “grave perjuicio psicológico para la madre” cuando la ley anterior lo que asumía era el riesgo en la vida de la misma) para justificar un aborto y ganarse unas perras manchadas de sangre.

      Si TÚ has pensado que hablaba de todos los médicos que se dedican a ello PIENSO que es más un problema de comprensión lectora que de claridad  en lo escrito.

      Y no te consiento que me llames cínico, saduceo o malintencionado. Decir que prefiero que “se desangren por los rincones” es, no solo demagógico puesto que yo no he dicho eso, sino indigno de una persona educada y de un foro como este.

      No entraré más en eso aunque me has decepcionado bastante (Y no es la única vez en este pequeño texto).

      No pretendo que se impida a los profesionales que  hagan su trabajo. Me basta con que cumplan la ley en vigor sin los habituales y probados subterfugios para saltársela.

      El que tú no lo concibas no lo hace inconcebible. Simplemente lo hace inaceptable PARA TI.

      2) No lo creo, lo se (Y no deliro ni aucino. Mi temperatura corporal en este momento es de 36,5º y no me he drogado en mi vida, ni he tenido alucinaciones expontaneas). Puedes encontrar testimonios con solo tener la voluntad de buscarlos (Cosa que soy consciente de que no tienes), exáctamente igual que en la época de Franco, papis “de posibles” y misa diaria mandaban a la nena a Londres a abortar para que nadie le viera el bombo.

      3) Puedes llamarme fariseo tantas veces como quieras. Cristo lo fue por lo que si me parezco a Él me sentiré halagado y no ofendido,

      Ahora, si lo que pretendes es llamarme hipócrita, que creo que es por donde deriva tu maleducado comentario, te diré que junto a esos niños que conozco felices con Dawn he conocido a sus padres tan felices como ellos por tenerlos.

      Yo mismo tendría uno en mi casa, adoptado, si hubiera tenido cuando lo solicité las coniciones para adoptarlo.

      ¿Sabes quienes mataban a los niños con Dawn porque no los veían dignos de convivir con las personas “normales”? Los nazis.

      Quien es lo suficientemente desalmado como para no querer cuidar de un niño o niña que ha engendrado, le pase lo que le pase, es que no es digno de ser padre/madre.

      Que se la corte o se ponga condones y deje de lamentarse como una plañidera. Tu juicio insulta a los miles de padres y madres que hoy en día se desviven porque sus hijos o hijas con Dawn sean felices y por cierto, en este anciano país antes llamado España hay uno con un Goya y otra concejala de su Ayuntamiento, honores que ni tú ni yo , probablemente, alcanzaremos nunca, incluso aunque nos lo propusiéramos.

      4) No, el estado no debe sufragar ni estupideces ni negligencias.

      Yo en mi trabajo, puedo cometer ambas y ¿Sabes una cosa? Para evitar las consecuencias de esa posibilidad tengo un seguro de responsabilidad civil (Entiendes lo que significa la palabra responsabilidad, estoy seguro) porque el estado, si yo cometo una irresponsabilidad o negligencia trata a los damnificados gratuitamente pero a mi me cobra los gastos producidos por mi estupidez o negligencia, es decir por mi falta de responsabilidad. Por eso tengo un seguro, porque no soy perfecto y puedo equivocarme. Pero te aseguro que si esa negligencia o estupidez la cometo conscientemente no me basta con el segurio y voy de cabeza a la cárcel. Lo se bien. He tenido la mala fortuna de asistir como perito a juicios a compañeros que se arriesgaron a ello.

      5) Por supuesto que el estado es responsable de educar. Y DEL EDUCANDO SER EDUCADO Y PONERLO EN PRÁCTICA.

      Y no solo eso. Debes saber que el estado cumple con su cometido de manera amplia y reiterada.

      Si una persona recibe esa educación y la usa para limpiarse lo que tiene entre los dos gluteos es exclusivamente responsabilidad suya, no caben denuncias al estado.

      No solo es risible tu argumento, es sencillamente ilógico. Que tú lo veas absurdo, desgraciadamente te califica más a ti que a mi.

      Desgraciadamente ese es un mal del que adolece nuestra juventud. Tienen a su disposición más medios para ser educados que en toda la Historia de España y los emplean para bailar reageton. Ellos se lo pierden. Construirán un país peor que el que nosotros recibimos y les dejamos.

      6) Te equivocas de punto a punto cuando equiparas el aborto con una enfermedad física o laboral.

      Una enfernedad es una situación dolorosa, terrible, nunca deseada y nunca deseable; pero no es un mal.

      Porque el mal requiere la voluntad de ser producido y nadie me ha inducido mi diabetes o mi artropatía de Charcot (Salvo quizás yo mismo debido a mi negligencia y estupidez al no cuidarme a mi mismo, con lo que volveríamos al punto anterior. Yo cargo con las consecuencias de mi propia irresponsabilidad y no le hecho la culpa al maestro armero. Y me las pago yo, ya sea de mi bolsillo que los cirujanos podológicos están fuera de la SS o con mis impuestos, que te aseguro pagan algo más que las atenciones que yo recibo y lo hago con gusto además)

      Ese argumento no es digno de la inteligencia que en otras ocasiones has mostrado tener.

      7) Dices que “me paso de listillo” por afirmar  que hoy en día “Y EN UN PAÍS CIVILIZADO COMO ESPAÑA” (Coletilla que omites, no se si intencionadamente o no. Tú sabrás) es muy fácil no quedarse embarazada si no lo desea.

      Pues no se en que país vives pero si es en el mismo que yo, los condones se anuncian en la tele y se venden en las farmnacias (E incluso en los supermercados) e incluso en los ochenta, cuando empezó el SIDA, en ocasiones se regalaban. La vasectoñía o la ligadura de trompas la paga la Seguridad Social (Un hemano mío se la hizo después de fabricar dos niñas preciosas que son más bonicas que un San Luis) y la pildora del día después te la dan en cualquier ambulatorio sin hacer preguntas.

      Ademas, de todo ello se informa en los colegios de forma profusa y habitual y te aseguro que los adolescentes de hoy saben mucho más del tema de lo que sabía yo a su edad.

      Ahora bien, si no tomas precauciones, habiéndo tantas, corre con las consecuencias.

      Si el método no le gusta a la Iglesia me trae sin cuidado. Yo soy cristiano, no católico y es evidente que no estoy de acuerdo en ello, cosa de la que con una pizca de interés por leer lo que yo escribí de forma comprensiva te habrías percatado; pero nunca permitamos que un argumento razonable nos estropee una premisa ideológica, y si hace falta insultamos al que argumenta y ya está el pescado vendido.

      8) No te has pasado de dureza, Isidoro. Simplemente has disfrazado de dureza lo que no es más que una postura (La tuya) marcadamente ideológica. No te disculpes, mejora tus argumentos.

      Yo respeto lo que pensáis los y las abortistas y reconozco que es la ley establecida en mi país, la acepto y la acato, Y no me verás salir a la calle a manisfestarme para que cambien la ley. Mi criterio lo defenderé con mi voto que es lo que hacemos los demócratas; pero tampoco callaré aunque el resto del país piense que me equivoco, y eso te incluye a ti.

      Salvo la referencia Cristo como fariseo, no creo haber expuesto en esta respuesta un solo argumento basado en la fe o en la religión (En esto sí que he tratado de ser lo más “listillo” posible). Pero si ves alguno dímelo plis.

      Creo, en fin, que el aborto es un mal objetivo (Repito), malvado, execrable y evitable; pero dicho esto y tal y como indiqué en el comentario anterior, pienso que el camino está en educar a las personas, tratar de ayudar a las mujeres que quieran abortar a no hacerlo siempre que sea posible y de forma no forzada, y si en definitiva deciden hacerlo, no estigmatizarlas, no reprimirlas, no acosarlas; acompañarlas en ese mal trago y acogerlas como el padre misericordioso acogió al hijo pródigo o el buen samaritano al caminante herido, y en esto último (El acompañamiento, la acogida y la misericordia), sí que hay razones religiosas o de fe. Creo firmemente que así es como se comportaría el Dios en el que confío.

      Yo no tengo intención de seguir con el tema, salvo que vuelvas a insultarme y/o tratar de ofenderme (Aunque es muy difícil ofenderme, yo no te quiero mal). Creo que he dejado mi postura muy clara.

      Nota; Por cierto, sacar el tema de la explosión demográfica en el país del planeta donde menos bebés nacen y donde nuestros nietos no podrán disfrutar de una seguridad social y pensiones como la nuestra porque no hay recambio, es como mínimo traído con calzador.

       

       

       

      • Isidoro García

        Amigo Antonio, (yo te considero amigo mío), llevas razón, en que me he pasado en los epítetos. Y lo siento y pido disculpas y perdón por ello.

        Pero también hay que considerar que son recursos retóricos, propios del acaloramiento del debate. Y llevas razón en que debería tener más autocontrol.

        (Pero te voy a decir una interioridad. Estoy muy cansado de las persona como tú, que NUNCA reconocen un error, ni piden NUNCA perdón por sus exabruptos, que también los tienes. Yo no hago más que pedir disculpas por mis errores, (que lo son), pero tú, nunca reconoces ni media. (Por lo menos a mí no me has pedido nunca disculpas). Un poco más de autocrítica por favor.

        (Solo me queda una duda. ¿Por qué tu oposición frontal a Savulescu, por transhumanista, porque no eres partidario del mejoramiento humano científico?. ¿O por el tema de la manipulación de embriones?. Porque fué por que yo creí que era por este tema por lo que salté a lo del aborto.

        Solo quiero recalcar varias cosas:

        1. Tienes todo el derecho de creer en lo que quieras, y de mantener las hipótesis sobre los temas, que te parezcan mejor. Te lo respeto, y defenderé ese derecho, si alguien te lo quisiera quitar.

        2. Pero evitando los exabruptos, que tanto tú como yo, somos propicios, por ser de carácter vehemente y demasiado rápidos. Y en este tema del aborto, las cosas han devenido en un conflicto ideológico con mucha agresividad, como explico en el comentario, que voy a colgar a continuación.

        3. Lo dicho, Perdona mis excesos verbales, y que sepas que yo te considero un elemento muy valioso y con mucho futuro en Atrio y en la vida en general. ¿Amigos? Amigos.

        • Antonio Llaguno

          Isidoro,

          yo también te considero un amigo y además creo que eres buena persona, por eso me molestó tanto tu, en mi opinión, ijustificada crítica.

          Es cierto que bnunca te he pedido disculpas, pero es asñi porque no soy consciente de haberte ofendido, salvo en el ñultimo comentario quizás.

          Desde cierta reconvención que me hizo en privado Antonio Duato, soy muy cuidadoso en incluir siempre coletillas del tipo, “En mi opinión” o “A mi juicio” y solo una persona, de nombre Luis y de apellido Troyano, consigue que no las ponga; pero, modestamente, creo que con Luis me quedo corto.

          Fíjare que en el tema del “Transhumanismo” que tanto gusta a Luis y en el que tú participas a menudo y desde posiciones considerablemente distintas, yo diría casi opuestas,a las vuestras (Que ya se que no son exactemente las mismas) no tengo el mismo comportamiento cuando te respondo a ti que cuando le respondo a él.  Él suele tener un “speach” mucho más inquisitorial que tú (Y no hay nada que soporte menos que un inquisidor) mientras que tú eres mucho más respetuoso y yo hago lo mismo.

          No obstante, si te he ofendido en algún momento, dime cuando y además de pedirte disculpas tratré de evitarlo en el futuro.Tú a mi no me has ofendido (Lo que pasa es que no suelo escribir los fines de semana. Pertenecen a mi mmujer y mis perretes) y además, siempre he pensado que el sentido de la ofensa depende mucho más del que la recibe que del que la provoca por lo que es muy difícil que me sienta ofendido.

          En cuanto al asunto, mi oposición frontal a lo propuesto por Savulescu, no viene de que él sea transhumanista, o de que me oponga al mejoramiento humano o a la manipulación de embriones; aunque estoy radicalmnente en contra de esta última, razonablemente en contra de la segunda y me preocupa bastante poco la primera.

          Mi oposición a Savulescu viene de que su propuesta está absolutamente desprovista del filtro ético o moral, de que no combate una moral o una ética que no comparte (por ejemplo la moral católica) sino que directamente despoja a las acciones científicas de cuualquier filtro moral.

          Ayer estuve viendo unos pocos vídeos de Antonio Escohotado (Hay uno muy bueno en que desmonta en 15 minutos la demagogia de Pablo Iglesias, a pesar de que Iglesias demuestra ser una persona culta, por lo que se da perfecta cuenta del repaso que le da) y plantea algo similar sobre el comunismo y como Stalin lo despojó de cualquier filtro ético coinvirtíendolo en una parodia sangrienta de lo que el marxismo en origen proponía.

          Eso es lo que me disgusta y hace que me oponga frontalmente a lo que propone Savulescu. Está por ver que el futuro que predice se lleve a cabo realmente. Hay mucho buenos científicos que dudan que ese sea el futuro que se depara a la Humanidad,  he hablado a menudo del profesor Alfonseca (Y es que soy casi tan plasta con mis referentes como Luis con Ken Wilber) que, siendo como es experto en ninteligencia artificial, duda mucho que se puedan llegar a conseguir ciertos “avances” y en cualquier caso, cualquier avance por aséptico que parezca puede convertirse en un mal objetivo, igual que cualquier avance por perverso que parezca, ai se acompaña de una moral y una ética responsable puede ayudar al mundo. El descubrimietno de la energía atómica es buen ejemplo de ello.

          Por lo demás, amigos por supuesto, aunque en muchas cosas defendamos puntos de vista muy diferentes, pero es que de eso trata esta casa. De ser capaces de discutir educadamente para que del “confronto” de ideas salgamos todos mejores que antes.

           

  • Isidoro García

    Amigo Llaguno, (como acabo de leer tu referencia a lo del aborto), yo saqué el tema del aborto, porque entendí, que tu mayor oposición a Savulescu, era respecto a la manipulación de embriones con finalidad médica.

    Y se supone que esa oposición, era por el tema doctrinal, sobre si el embrión ya tiene todos los derechos otorgados por la humanidad a los humanos, que es el mismo problema doctrinal en la controversia del aborto.

    Lo que sucede es que lo que en la manipulación de embriones es un problema importante a largo plazo, y por eso es un problema mas de teóricos y entendidos, en el caso del aborto, es un problema social de millones de mujeres, y por eso, ante la duda en el asunto, y la gran trascendencia social, se ha establecido una convención, que como toda convención es arbitraria: el ser humano,  o persona humana, empieza con el feto a partir de la novena semana.

    Y es una convención intermedia, no de máximos. Porque no olvidemos, que existe toda una tradición inveterada, (en épocas de dominio cultural católico), de que el humano se iniciaba en el nacimiento.

    Es cuando se considera ser humano, y se le inscribe, y se le pone nombre, tienen derechos civiles, y si se muere, se le entierra en camposanto. (¿Has visto tumbas de fetos en cementerios católicos, que son casi todos, en España). ¿Y eso no te dice nada?.

    Pero aquí no se trata de defender una postura u otra, que todo el mundo tiene derecho a mantener sus propias creencias, sino al respeto del discrepante, y su no descalificación, insultos y amenazas de cárcel, (espero que no me denuncies por mis opiniones, como te gustaría hacer con Savulescu).

     

    Pero a mí lo que me interesa es señalar que los problemas endémicos, como el de la intransigencia moral, no surgen poque sí. Puede haber casos individuales de desequilibrados esporádicos. Pero cuando un problema como la pederastia o el sectarismo y la intransigencia moral, abundan, es por problemas estructurales.

    Las religiones, y concretamente la I. Católica, por su estructura doctrinal de premisas epistemológicas, es una máquina formidable de generar en sus integrantes, un pensamiento sectario, fundamentalista e intransigente.

    El convencer a niños y personas con la mente tierna y en formación de que la Iglesia dispone de la Verdad fetén, porque tiene la exclusiva del apoyo del Espíritu Santo, y que por eso no se equivoca nunca, (a pesar de que la historia doctrinal de la Iglesia, en temas civiles y científicos, es demoledora), cuando los niños a esas edades lo que precisan como el comer, son seguridades, e ideas a donde agarrarse, es todo un cóctel explosivo.

    No ignoro, sería absurdo, que muchos creyentes son gente afable, tolerante, y abnegada. Este foro, es un ejemplo de ello.

    Pero el sistema ideológico introducido en el adoctrinamiento, y especialmente de los niños, cuando actúa en mentes aún inmaduras, o con ciertos desequilibrios personales, (de los que hoy día, casi todos tenemos alguno), generan intransigencia y agresividad.

    El Papa dijo hace poco que descartaban el proselitismo, pero siguen y siguen las catequesis infantiles y de jovencitos/as.

    Hasta que la Iglesia no descarte ese tipo de adoctrinamiento a mentes en crecimiento e inmaduras, y empiece el “apostolado”, en la veintena, la formación de intransigentes y sectarios continuará. Será más difícil, pero mas honrado, sin “dopaje y tahurismo catequético”.

    Yo considero que las catequesis infantiles y de adolescentes, es una prueba del efecto imparable de la entropía en toda labor humana: acabamos tendiendo a lo mas facilón y a las trampas, para trabajar menos y tener mejores resultados.

    Y lo malo es que considerarán que esa intransigencia es una virtud: la Santa Intransigencia, que decía aquel santo.

    • Isidoro García

      Añadido. ¿Y cuándo en la Iglesia se ha realizado funerales o misas funerales, por los abortos naturales o inducidos que se han dado toda la vida?. ¿Eso no significa nada?. Que no se les consideraba personas humanas, y nunca se dijo a donde iban a parar, si al Limbo o a donde.

    • Antonio Llaguno

      Buenas Isidoro

      Mi posición personal sobre el aborto es algo diferente de la que la iglesia católica tiene.

      En primer lugar distingo, como tú, entre el problema moral (Lo que tú llamas de teóricos y entendidos) en el cual estoy completamente de acuerdo con la postura de Gustavo Bueno (Que repito, no tiene sospecha ninguna de estar influenciado por convicciones religiosas) y el problema pastoral que esl que afecta a miles de muejres que se encuentran en esa tesitura y en el cual coincido con la famosa frasede francisco “Quien soy yo para juzgar”.

      Creo que nnguna mujer debería ir a la cárcel por abortar. Otra cosa es respecto a los profesionales que se lucran por ello y en ocasiones con escaso criterio moral o provocando y/o induciendo a mujeres, a veces apenas niñas, a abortar.

      Además coincido con Nacho en que existen determinadas circunstancias que reducen considerablemente la carga moral del hecho como son el peligro de la vida de la madre (Yo siempre estaré con la supervivencia de la madre) el de violación (Aunque el/la niñ@ no tiene ninguna culpa del hecho, debe ser insufrible vivir con esa carga) y determinadas enfermedades congénitas del feto (Aunque con matices. Es intolerable a mi juicio que en países como Islandia, Suecia o Noruega hayan dejado de nacer niños con síndrome de Dawn. Yo he conocido a algunos niños con dawn y no tienen porqué ser infelices).

      Pero también hay que valorar que hoy en día, en la mayoría de los países desarrollados (Y España lo es) la pareja que se queda embarazada (Siempre se queda embarazada la pareja y es inmoral y delito que el varón pase del asunto) sin desearlo es porque ha sido negligente, ignorante o estúpida y creo firmemente que el estado no debe sufragar negligencias ni estupideces y es obligación suya crear los mecanismos formativos necesarios para que ninguna mujer tenga que pasar por ese trance tan doloroso para ella.

      Asimismo, si un varón obliga a mantener relaciones sexuales a una mujer sin protección en contra de los deseos de ella, es una violación y debe ser castigada por la ley.

      El aborto es un mal objetivo (Y aquí no digo “En mi opinión”, creo que hay argumentos claros para asegurarlo) y debe ser combatido y no relativizado, aunque no estoy de acuerdo con el tratamiento que la IC hace del mismo ni del hecho de que sea, últimamente, el único mal objetivo que combate públicamente. Cuál es el porqué de que sea prácticamente el único mal obejtivo combatido por la Iglesia es algo en lo que creo deberíamos reflexionar todos.

      Y por supuesto, las mujeres no deben ser estigmatizadas por ellos aunque se les debe educar de forma que no se produzcan embarazos no deseados; cosa que hoy en día es tremendamente fácil.

      Como ves no empleo argumentos religiosos, porque lo que diga mi fe me lo guardo para mi propia coherencia de vida y no soy quién para juzgar como vive su fe cristiana ningún otro ser humano. No soy Dios.

      También quisiera decir algo sobre la catequesis. He sido catequeista de adolescentes, jóvenes y adultos durante más de 30 años y nunca jamás he adoctrinado a nadie.

      Tanto yo como los muchos compañeros con los que compartí parroquia y centro juvenil, tratamos de acompañar en la fe a quienes quiesieron ser acompañados, nunca se forzó a nadie a pensar ni actuar de ninguna manera y fomentamos siempre la reflexión, la tolerancia y el discernimiento.

      Acompañar significa eso acompañar que indica que es el joven quien elije el camino.

      ¿Hay catequistas que no se comportan así? Seguro. También conozco profesores de colegios que adoctrinan a sus alumnos en sentido contrario y me parecen igual de lamentables.

      Pero no es justo que se metan en el mismo saco a todos.

      Hay catequistas muy bien formados, muy respetuosos y muy tolerantes que lo que hacen (Hicimos) es plantear las pregunntas en vez de establecer las respuestas.

      Yo soy muy crítico con la IC, mucho más que con otras estructuras u organizaciones, pero aspiro a cambiarla desde dentro y a mejorarla poco a poco; porque con sus luces y sus sombras, que hay muchos de las dos, es hoy en día mucho mejor de lo que era, solo hace 100 años.

      Con aprecio

      • Antonio Llaguno

        En este último sentido, te recomiendo el libro “Eunucos por el reino de los Cielos. Iglesia Católica y Sexualidad” de Uta Ranke Heineman (Está en Trotta y aunque es bastante grueso se lee muy fácil) donde, a pesar de que es una crítica feroz de la moral sexual de la IC y del tratamiento recibido por la mujer en la IC, se constata con facilidad lo mucho que hemos cambiado en apenas 75 años.

        Otra cosa es que queramos reconocerlo o no, o que haya que seguir cambiando, que es que sí.

  • José María Valderas

    Por ayudar y esclarecer:

    Dentro de unos días, el lunes 6 de marzo y hasta el 8 del mismo mes, se  celebrará en el Francis Crick la Tercera Cumbre Internacional sobre el Genoma Humano. Mientras periodistas y otros seudos se dedican a hablar sobre el transhumanismo, multiverso y demás embelecos, la ciencia mostrenca y la ética asociada va por su propio camino. Y quien debiera estar al quite, a por uvas.

    La genómica humana es la que nos ha de traer el hombre nuevo, si es que nos dejamos seducir por los cantos de sirena. De hecho la Tercera Cumbre Internacional se centrará en los progresos obtenidos en la disciplina y en los problemas éticos.

    Mientras la ciencia sigue su paso firme desde los trabajos de Doudna y Charpentier en 2012, la ética sigue errante, aunque va imponiéndose las ideas de Savulescu, por él o por persona interpuesta. La dirección de la ética de esa cumbre está en manos de Baylis, una bioética que confiese adorar a todos los dioses y diosas y celebrar todas sus festividades. Eso no significa nada más que no cree en nada. Pero eso sería irrelevante si no fuera porque también su ética bascula entre el buenismo, el utilitarismo y el convenio. Léase el libro reciente que publicó Harvard University Press.

    Ese es el problema real que tiene planteado la ciencia desde el punto de vista ético. Hasta qué punto nos es dado cambiar al hombre, pues modificar el genoma de línea germinal es cambiar no sólo al sujeto sometido a la terapia, sino a toda la progenie, es decir, a sus continuadores y, por consiguiente, en última instancia a la especie.

    El asunto es de importancia capital. Es el hombre, su actualidad y su futuro.

    Porque a eso vamos. Si no se quisiera cambiar no habría Tercera Cumbre ni siquiera hubiera nacido la primera en 2015. La segunda es de 2018. Y la persona perspicaz, con conocimientos suficientes, repararía incluso en el centro donde se celebra, en el Francis Crick. ¿A qué se dedican los de Francis Crick? ¿Qué directrices han salido del Francis Crick? Esa es la mano que mueve la cuna y no despistes astronómicos sobre progresismos, conservadurismos. Produce a menudo irritación la ignorancia supina en estos aspectos centrales del presente y futuro del hombre.

    • Antonio Llaguno

      Desonozco profundamente la posición ética de la Sra. Baylis aunque el apellido se parace demasiado a cierta bebida espiritosa como para que me caiga mal, pero discrepo profundamente en que “Creer en todos los dioses” significque “No creer en nada”.

      No es bueno, José María, descalificar a priori y sin dar razones, posiciones intelectuales que pueden estar bien fundamentadas y si se descalifican, lo correcto es decir por qué.

      Desde luego y a priori, no es admisible esa desclaificación, tan solo porque la postura de la señora Baylis te resulte, extraña en su definición básica.

      Además no es una postura demasiado antigua. Ya en el “Libro de las Maravillas del Mundo”, Marco polo describe sus caonversaciones con el Gran Kan y éste le admite, cuando escucha a Marco Polo hablar sobre su religión cristiana, que adora a todos los dioses y que a partir de ese momento incluiría a Cristo y el Dios Cristiano en su panteón.

      Yo msmo me encuentro muy cerca de esa concepción y entiendo que todas las posturas religiosas poseen una parte (A veces mayor y a veces menor, e incluso a veces infitinitesimal) de la Verdad y ninguna la posee al completo.

      Y eso no significa que no crea en nada; muy al contrario, significa que creo en una parte de cada una, que no es poco.

  • Isidoro García

    Intentando mantener la tranquilidad, que no tendría (yo) que haber perdido nunca, en mi contestación de ayer al comentario de Antonio Llaguno, sobre Savulescu, quiero entrar mas en la cuestión, como un elemento más de un debate normal y tranquilo, y para aclarar el fondo de la cuestión. Disculpas a todos.

    Iré por puntos.

    1.

    Llaguno acusa a Savulescu de provocador, porque “lo que plantea es una comunidad científica desprovista de ética”.

    Aquí, entramos en un intento de monopolización de la ética. Yo estoy en la razón, y por eso la única ética buena es la mía. Eso convierte a los discrepantes, en amorales, y gente de mal vivir. Y en el fondo, ¿por qué tiene el amigo Llaguno esa seguridad?. Porque sigue las directrices infalibles de la Iglesia católica.

    ¡¡¡Anda que no se ha equivocado la Iglesia en cuestiones morales, de detalle más allá de las genéricas, no robarás, no matarás…), y luego se la ha envainado, negando la mayor, y mirando para otra parte. Ejemplo la excepcional petición de perdón a Galileo!!!.

     

    2.  Descalifica a Savulescu, en su “argumento, “Si no lo hago yo, otro lo hará”, que indica solo el imparable e incontrolable avance de la Ciencia, en un mundo global. Y lo acusa de mafioso y criminal.

    El argumento que utiliza es muy sencillo. La investigación genética, por el bien de la humanidad, (con ingentes posibles avances de la Medicina que beneficiarán a todos), muchas veces exige la manipulación de embriones, (que es la etapa inicial del desarrollo de un organismo multicelular), lo que según Llaguno, es un crimen, porque ese embrión, ya es un ser humano.

    ¿Por qué lo cree Llaguno?. Porque lo dice la Santa Madre Iglesia, (por ahora, ya veremos dentro de 50 años).

    (Y de ahí mi referencia al aborto, que comparte el mismo problema doctrinal que la manipulación de embriones, pero es un problema mucho mas grave socialmente).

    Pero no existe consenso ni científico, ni social, y es un tema opinable. 

    Hay un cierto consenso, de que un embrión desde el momento de la fecundación es un ser vivo, pero solo se considera humano, a partir de la novena semana, en que el embrión pasa a denominarse feto.

    Pero volvemos a lo anterior, el que no cree lo que yo creo en este tema, es un criminal, por lo menos en potencia.

    Tiene una frase aclaradora de la mentalidad de Llaguno, y de muchos a los que se ha adoctrinado y lobotomizado la mente: “Quizás a una persona desprovista de ética personal pueda convencer ese argumento, pero por suerte, existen personas provistas de ética personal”.

    O sea el que no piensa como yo, no tiene una ética personal, pero por suerte estamos los buenos, nosotros, provistos de una ética personal.

    ¿Cabe mas desprecio por el discrepante?. Y cabe ejemplo mas claro de sectarismo?.

     

    3. Y acaba el amigo Llaguno con el insulto y la amenaza. A personas como Savulescu, (y personas que piensen como él – porque es un “delito” de opinión), “se les suele llamar delincuente y con un poco de fortuna acaba en la cárcel”.

    ¿Es para enfadarse o no?. Pero no pasa nada, una “salida de olla”, la tenemos todos, y algunos como yo, una a la semana.

    Yo, no soy experto en el tema, pero me atengo al consenso social y científico, y opino que en este tema, todas las posturas son respetables, siempre que se de el respeto por la opinión discrepante.

    Antes de todo: el respeto al pluralismo.

     

    “No te enojes. A veces el otro no entiende. Lo explicaste mil veces, pero no lo ve. No es tonto. No es malo. No es indiferente. ES OTRO”.

     

    • Antonio Llaguno

      Isidoro,

      no entiendo que ves de insulto en “A personas como Savulescu, (y personas que piensen como él – porque es un “delito” de opinión), “se les suele llamar delincuente y con un poco de fortuna acaba en la cárcel”.”

      PARA MI,  la imposición de pensamientos objetivamente malvados e incluso su defensa, puede ser delictivo y hay ejemplos en el mundo de hoy en que lo son. Están aceptados públicamente  y en la legislación de países democráticos y de derecho.

      Te pongo el ejemplo de 3. En Alemania, defender políticamente el nacismo, es delito e implica cárcel. En Sudáfrica defender la segregación racial anterior a mandela es delito y significa cárcel y en USA, defender la discriminación racial (Aunque en este caso solo lo hacen hacia la gente negra con el empleo del eufemismo ridículo de gente “afro americana”, como si todos los negros fueran americanos, o de origen africano; y no lo extienden a otros orígenes raciales muy discriminados a suvez como los indígenas sud o meso americanos) es delito y significa cárcel.

      Y A JUICIO, con razón.

      Por eso digo que SUELE llamárseles delincuentes.

      El ejemplo indicado en la entrevista del científico chino que trató de clonar humanos, sería delito en más del 80% de los países del mundo y el hecho, según Savulescu, de que sea inevitable que alguien lo haga en algun lugar del munco, no lo hace ni moralmente aceptable ni menos delictivo; muy al contrario lo que obliga, EN MI OPINIÓN, a los hombres y mujeres de bien es a luchar por controlarlo y por evitarlo.

      Expresar mi deseo y esperanza de que acabe en la cárcel es solo eso, un brindis al sol, un deseo, una esperanza; y con todo el respeto, el que eso te ofenda, no va a impedir ni limitar ni un poquito ese deseo y/o esperanza. También deseo y tengo la esperanza de que se detenga y meta en la cárcel a Putin y nadie va a impedirlo; ni creo que exista la más mínima posibilidad de que mi deseo y/o esperanza contribuya en lo más mínimo a que ese criminal acabe donde yo quisiera que acabara

      El escritor de Ciencia Fricción (No es una errata) Isaac Asimov, cuando se plantea un dilema moral parecido, sobre la evolución de la Inteligencia Artificial y su empleo en robots, plantea como imprescindibles sus “3 leyes de la robótica” como condición necesaria para que el desarrollo de los robots inteligentes sea admisible para la Humanidad.

      A falta de mejores leyes, esas 3 leyes, que surgieron de la mente de Asimov en un relato de ficción, han sido asumidas como un mínimo ético necesario, si es que algún día llegamos a tener robots inteligentes, que está por ver.

      Como ya le dije a Valderas en otro comentario, un consenso científico, solo indica que la mayoría de los científicos confortablemente instalados en sus catedras universitarias comparten una conclusión concreta; pero la ciencia pura no tiene en cuenta la ética y el bien común.

      Se limita a describir o intentar describir la realidad. Tenemos bombas atómicas, científica y tecnológicamente viables desde hace casi 100 años y sólo se han usado 2 veces y al principio y su resultado fue tan aberrante que, a pesar de su viabilidad y de su profusión, la Humanidad se ha dotado de tratados y leyes para impedir su uso y proliferación.

      Que lo consigamos o no es ya otra cuestión.

      Pero siguiendo el razonamiento de Savulescu, como “Otro país lo hará”, hoy en día tendrían bombas atómicas hasta en la Repùblica Independiente de mi Casa (Es decir IKEA).

      La moralidad o utilidad de la solución adoptada es otro debate y seguramente es manifiestamente mejorable, pero la necesidad y justicia de medidas para que la ética sea un calibre para medir el avance científico es, A MI JUICIO, indiscutible.

      No creo haber insultado a nadie en esta reflexión.

      Utilizar clichés como el pluralismo (Dar vítores a ETA o a la Dictadura Franquista o al Partido Nazi es pluralismo, pero es éticamente inaceptable), libertad de expresión o inevitabilidad de comisión de un acto, para cometer actos malvados,  no es admisible A MI JUICIO, para personas intelectualmente competentes (Y esto no es un insulto, es solo la constatación de que va a ser más difícil de lo habitual que me engañen, que no imposible).

      NOTA: No creo haber expresado aquí ninguna opinión que esté fundamentada en valores procedentes de mi condición de creyente en Dios y de seguidor (A mi aire) de Jesucristo.

       

  • José María Valderas

    Cum animo iucundario, podría hacer la vista gorda y no dar por leído determinadas salidas de tono. Podría, siguiendo el ejemplo de Margalef, introductor de la ecología en España, maestro de la misma y ganador del Nobel de la materia que es un galardón canadiense, lo digo por aquello de enseñar al que no sabe, podría, digo, refugiarme en el Libro de Job. Podría acudir a las respuestas ácidas de Quevedo o más cercanas de Paul Dirac. Las de este último eran aniquiladoras. Una en particular viene al pelo: “Profesor Dirac no entiendo…” “Sí ya sé que usted no entiende nada. Otra pregunta”. Podría enviarles a tomar por donde amargan los pepinos, expresión que oí en Valencia por vez primera. Podría poner la otra mejilla. En este caso, la idea me la ha dado la lectura, mientras esperaba la renovación del pasaporte, de un ensayo del maestro Manuel Alvar, “Apolonio, clérigo entendido”. Comenta éste el trivium y el análisis de textos y establece, reconoce más bien, tres etapas, littera, sensus, sententia. Vale la pena para no caer en un ridículo grosero hablando del aborto, donde sólo hago una referencia indirecta a los dermatoglifos. ¿Qué no saben a qué se refiere Alvar? ¿A quién le extraña? que diría Dirac.

  • Juan A. Vinagre

    Aunque a mí me interesa más la reflexión y profundización en el Mensaje evangélico (teología evangélica, si se prefiere) y su espíritu pragmático, como fermento, orientado a cambiar mentes y estructuras -religiosas y sociales-,  y  a hacer el bien -obras más que teorías-, también me interesan temas como el que propone L. Sequeiros. Y en este sentido, añadiría a la bibliografía que cita, a Carlos M. Madrid Casado y su libro: “Filosofía de la cosmología. Hombres, teoremas y leyes naturales”. (Ed. en 2018). Aborda todos esos temas tratados con mucha cultura  -y creo que con bastante profundidad-. En algunos momentos destaca de modo especial a Gustavo Bueno. (También tenemos en casa autores competentes.)    Añado solo unas breves reflexiones en torno a los temas que siguen:

    -Ciencia y poder: El poder, para reafirmarse en su trono y en su afán de control-beneficios, recurre a la ciencia, a veces sin escrúpulos…, de modo que con bastante frecuencia margina la ética y la misma objetividad científica (aunque ésta sea relativa y siempre revisable.)  La ciencia, aunque se equivoque, debe proceder siempre con rigor, no solo científico -difícil cuando hay intereses por el medio-, sino también ético.   (Y ética es respeto a una jerarquía de valores humanos (y a su entorno)…, por mucho que intereses…   los quieran relativizar.)

    -“El principio de incertidumbre”, que relativiza muchas certezas, creo que también es aplicable a temas de religión, al menos en algunos aspectos. Este principio -en mi opinión- debería tenerse muy en cuenta en las cosas de Dios, a fin de no pontificar demasiado o de declarar irrevisables y definitivas algunas formulaciones y doctrinas.  El conocimiento científico a veces nos puede enseñar a ver implicaciones teológicas. En la ciencia, bien contrastada, hay algo de revelación, que incluso nos puede ayudar a entender mejor lo que llamamos revelación bíblica.

    -Como conclusión, la humildad -que es madurez psíquica, no solo virtud teologal- es muy necesaria para no “utilizar” o “dogmatizar” verdades de la ciencia en favor de intereses o de egos… La ciencia, como la humildad, busca la verdad, aunque sea por aproximaciones…   Un concepto de ciencia y de humildad que busquen aproximaciones a la verdad, admiten sin dificultades las diferencias…    La ciencia humilde -sin egos- es capaz de convivir constructivamente con la diversidad, que siempre enriquece, si somos receptivos; si no estamos instalados en el principio de la total certidumbre, indiscutible…, que hacen muy difícil o imposible la convivencia, y la búsqueda conjunta de la verdad-Verdad

     

    • José María Valderas

      Si quiere lo toma como una ayuda, si no puede darlo por borrado. Se cae en una trampa letal cuando se cree que Einstein hablaba de relatividad para indicar el relativismo de la ciencia. nada más falso. Se cae en una trampa letal cuando se habla del principio de incompletidud para pensar que se trata de cuánto nos falta por saber. Nada más falso. Se cae en una trampa letal cuando se cree que el principio de incertidumbre tiene algo que ver con la certeza del conocimiento. Son principios, en dos casos, físicos y en uno lógico. Si le sirve de ayuda. Para entender a Einstein hay que tener conocimientos de teoría física del espaciotiempo. Para entender a Heidegger hay que tener conocimientos de física cuántica. Para entender a Gödel hay que tener conocimientos de metalógica.

      Si le sirve, si no delo por no escrito.

      • Juan A. Vinagre

        Gracias, José Mª, por leerme y por esas “ayudas” que estimulan a repensar cosas, aunque en mi comentario no haya mencionado a Einstein ni a Heidegger ni a Gödel. (Cuando quiero madurar o aprender algo de física teórica -que me entusiasma-recurro a un hijo, físico teórico, que sabe mucho de eso)  Perdóname, pero me parece que tú también caes en el mismo fallo que yo caigo a veces: Leer algo muy de prisa… y no precisar bien. -Sólo añado que admito la diversidad que enriquece, y quiero estar entre los que desean aprender y madurar (intelectual, moral y psicológicamente) hasta el último día. Me parece que quien tenga este “proyecto” como lema para su vida, no envejece por dentro. Las ideas demasiado “fijas” e incuestionables, cada día me resultan más pobres…  Creo que son necesarios unos principios firmes, pero en la vida real de cada uno -no en el mundo de las ideas o de las tradiciones sacralizadas-, también creo que es preciso ser flexibles…  Esto también lo aprendí del Maestro, Jesús de Nazaret, que en casos concretos fue flexible… Pensemos sólo en el caso Nicodemo, al que recibió en secreto, por el miedo que éste tenía a las autoridades religiosas, inflexibles… Por eso prefiero ser, más que maestro, discípulo que siempre trata de aprender y madurar…, intelectual, moral y psicológicamente…, sin suficiencias.

        -Otro tema: Si de un principio o teoría lógica o matemática se puede pasar -y aplicar- a la física etc., ¿por qué no al revés?  Los principios lógicos y científicos se pueden, al menos en parte, inter-comunicar… y ayudar. Decir esto no es -me parece- ninguna trampa letal, José Mª.  Es más fácil descalificar que escuchar, que repensar y convivir “en uno”…. Puede costar aceptarlo, pero nuestras ideas humanas -humanas, digo- tienen un valor relativo, y por ello siempre serán revisables. Esta es mi opinión, también revisable.

        • José María Valderas

          El principio de incertidumbre es otra forma de llamar al principio de indeterminación de Heisenberg. Le he añadido los otros dos porque son malinterpretados en la órbita de su exposición sobre la limitación de la ciencia. Por lo que veo, he perdido el tiempo. Fray Gerundio diría a este propósito quidquid recipitur ad modum recepientis recipitur.

          • Juan A. Vinagre

            Hola, José Mª: La verdad es que no sé quién pierde el tiempo…  A lo peor ambos?  (Aunque yo no trato de convencerte… Sé lo difícil que es en muchos casos…)  Pero permite una pregunta  (o dos):  -El “quidquid recipitur…”, ¿serías capaz de aplicártelo también a ti mismo?   -¿Te has preguntado por qué eres tan vulnerable y agresivo, que llegas a faltar o descalificar tan frecuentemente, y parece que no lo reconoces? ¿O es que ciencia (incluido el saber…) y humildad no son compatibles?

            Si sientes necesidad, contesta. Pero yo no voy a seguir más. No me parece sano (ni evangélico) caminar por esas sendas… Cordialmente.

  • M. Luisa

    Una estupenda explicación  sobre el conocimiento científico, la que nos muestra el enlace que nos ha facilitado Sequeiros. En ella también, como él,  descubro implícita  esa alusión que hace a una determinada disciplina  que yo no voy a nombrar. Para obviarla solo se necesita que nos dejemos llevar  por ese tipo de razón impura que transita y bien que se palpa por toda la explicación. Ya que ésta aun perteneciendo al ámbito de la razón,  no es ni lógica ni analítica.

  • José María Valderas

    A ver Sequeiros, quien ha introducido el nombre de Savulescu en las relaciones ciencia y ética he sido, yo. No me gustan las frases vacías. No entiendo qué quiere usted decir con prejuicios, cuando yo me he limitado a exponer su tesis bioética, que es la del materialismo más ramplón de la rama de la ética consecuencialista.

    Si quiere podemos hablar de esa doctrina que hoy goza de amplísima difusión, desde que Singer, maestro de Savulescu, difundió su tesis contra lo que llama especiesmo. Podemos repasar la corriente que tiene un punto de inflexión en Harris y está hoy asentada en múltiples cátedras, incluidos los aledaños de la cátedra de santa Marta.

    Para mí será muy placentero hablar de esa corriente y de la otra que parecía hacerle oposición, la deontología, con la que, no obstante, comparte puntos de vista. Y frente a las dos, la ética de virtudes, recuperada venturosamente por Ahscombe y, en el mundo católico, por el teólogo que redactó la parte moral del Catecismo.

    Por lo demás no discuto con la impertinencia. Mi segunda colaboración fue una nota aclaratoria, porque estoy justamente trabajando desde hace años en esos temas, que me parecía obligada a don Antonio Llaguno. Por mi parte lo dejo aquí, salvo que usted quiera seguir… si deja prejuicios fuera.

  • Isidoro García

    Vamos a ver. Yo también he leído la entrevista con Savulescu, en el ABC, y creo que Antonio LL. y Valderas, se pasan en sus descalificaciones, in dignaciones, e insultos.

    Aquí estamos ante un tema de fundamentalismo. Yo opino una cosa, y la etiqueto de moral, de tal manera que si no cresemos los demás esa cosa, somos unos inmorales y hasta unos criminales. ¿Se puede ser más sectario?.

    Estamos en el mismo tema del aborto. Aquí estamos en la endémica discusión de cuando un óvulo fecundado, se considera un humano.

    Nadie duda que el cigoto, tiene todas las potencialidades de convertirse en un humano, pero eso no quiere decir que sin más, lo sea.  ¿Es el huevo una gallina?. No. De hecho la Iglesia en Cuaresma, antes, (no se ahora), los días que prohibía comer carne, si estaba permitido comer huevos.

    La cuestión es de opiniones. Unos piensan, (o les hacen pensar la Iglesia Católica tradicional), que el cigoto es ya humano desde el momento cero. ¿Razones?. La principal, es porque lo dice el Papa, y luego se puedes inventar uno las racionalizaciones que uno guste, para justificar el “trágala”  ¡Seguro que será la primera rueda de molino que no les hacen tragar!.

    Otros piensan, que el ser humano, se caracteriza, por su inteligencia, y por ejemplo, un niño descerebrado por malformación, desgraciadamente no es un humano estrictamente hablando.

    Y antes tanta controversia social, que hasta hace poco estaba condenada penalmente, se acuerdan unas convenciones sociales, arbitrarias como toda convención, para no seguir metiendo en la cárcel a mujeres que consideren humanamente el aborto de una gestación indeseada.

     

    Es un tema controvertido, en el que no hay santos y criminales, y el que opine que sí los hay, es un intransigente fanático, y ellos mismos se retratan.

    Y Valderas, por mí, se puede ahorrar todas sus retahilas moralinizadoras, y argumentos de meapilas trentinos. Dejen a Dios que juzgue lo que tenga que juzgar, y no ejerzan de jueces y fiscales.

    Siempre habrá personas que intenten imponernos por la fuerza su manera de ver el mundo. Su fracaso es desconocer el laberinto de la interpretación, el insondable bosque de la percepción, y el infinito cielo de la libertad.

    (O si lo conocen, no les interesa reconocerlo, más que cuando se va a su favor).

    Yo me solidarizo con las mujeres que abortan, y a mí no me gusta que nadie me llame criminal, si no lo soy. Respeto, por favor.

    • Isidoro García

      Este es un foro de pensamiento crítico. Y el pensamiento crítico, dice Marina, es la metódica e implacable demolición de fanatismos, dogmatismos y magias.

            La razón no solo nos defiende de la ignorancia, sino también del fanatismo, que nos hace ser intolerantes y crueles”.

      • Isidoro García

        Pido disculpas, por mi falta de respeto a Valderas, con lo de “meapilas trentino”, lo retiro totalmente, y la lamento mucho. He caído, en lo que me gustaría evitar en este foro, la intemperancia y la falta de autocontrol. Lo siento sinceramente.

        • Isidoro García

          Algún día, tendremos que hablar del intento de monopolización por el  cristianismo de la moral, con el correspondiente efecto de religionalizarlo, en vez de abrirla al pensamiento del comportamiento mas adecuado para el ser humano.

          Si todavía partimos del postulado mitológico de los diez mandamientos, ordenados por Dios, todo el discrepe de esa visión “divina”, es un impío, demoníaco y un ateazo. (La misma acusación que a Sócrates).

          Pero ha llovido mucho desde el Sinaí, y ya es hora de considerar la moral como un esfuerzo de consenso entre los humanos, y no una imposición de una religión, que para justificar su abuso, se envuelve en los faldones de Dios. ¡Cuánta gente toma el nombre de Dios en vano!. Seguirá.

          • Antonio Llaguno

            En cuanto al aborto, Isidoro, no es el tema del artículo que comentamos.

            No llevo mucho tiempo leyendo y comnentando en ATRIO por lo que estoy seguro de haberme perdido más de un jugoso debarte al respecto.

            Mi opinión, está mucho más cercana a la de Gustavo Bueno (Que no es sopechoso de estar trufado de fanatismo religioso) y es la de que desde que se descubrió el ADN es científicamente indefendible la postura de que el embrión no es un cuerpo independiente aunque físicamente dependiente de la madre y por lo tanto su eliminación es un asesinato.

            Por supuesto que admito matices y excepciones y cuirosamente,m estoy muy muy cercabno a la postura expresada por Nacho Dueñas en respuesta a Ana Rodrigo hace muy poco, cuando debatían sobre feminismo.

            Como es larga y ya ha sido muy bien explicada por Nacho, A MI JUICIO, no creo necesario repetirla aquí.

            En caso de que se desee abundar en ese debate, intervendría, pero ya te digo que tan rechazable, EN MI OPINIÓN,  es una postura extrema como la otra, en especial cuando se imponen por el artículo 33.

            SEGÚN MI CRITERIO, el juicio a las personas es atribución exclusiva de Dios, e incluso en el caso de que Dios no existiera, es muy saludable prescindir del jucio moral sobre personas de las que se carece del conocimeinto absoluto de la circunstancia en que cometieon la acción juzgada.

            Pero eso no impide que un acto, estudiado al margen de las personas que lo cometen, pueda ser calificado como de moralmente inaceptable y no se me ocurre como un aborto, desprovisto del juicio moral a la persona que lo comete (Tanto en un sentido del juicio como en el otro) pueda ser considerado como moralmente aceptable.

            Aunque ese es un debate que debe oler ya a viejo.

    • ana rodrigo

      Ayer yo me hice un huevo frito con la galladura, es decir, fecundado, y al comerlo me decía, pues no tiene sabor a gallina.

      Isidoro estoy de acuerdo contigo en lo que dices.

      Respecto a Valderas, yo creo que ya ha dicho y repetido decenas de veces su opinión sobre el aborto, que no se moleste más, que ya nos hemos enterado.

    • Antonio Llaguno

      Isidoro (Desde el más absoluto de los respetos)

      Yo no insulto ni descalifico a Savulescu.

      Te pido, por favor, que cuando leas un comentario (Al menos los míos) veas que es bastante habitual la coletilla “en mi opinión”, “segun yo” o “a mi jucio”. Eso, en mi opinión, es exponer exclusivamente lo que uno cree y no afimar que esa es la verdad absoluta.

      En el caso de Savulescu. YO CONSIDERO que sus opiniones son intrinsecamente malvadas. YO y no necesariamente NADIE más.
      Y lo considero así por razones, EN MI OPINIÓN, éticamente fundamentadas, por lo que CONSIDERO que lo que propone el Sr. Savulescu DEBERÍA ser delictivo y por lo tanto PIENSO que es un delincuente.

      ¿Que no es delito, jurídicamente hablando? Por supuesto. Si lo fuera estaría en la cárcel. Pero tampoco era delito en el siglo XV tener esclavos y ahora es un delito execrable.

      Yo no impongo a nadie mi manera de ver el mundo. De hecho trato de entender TODAS las maneras de ver el mundo que llegan a mis manos y una vez reflexionadas, extraer de cada una lo que A MI JUICIO es interesante, positivo y a provechable. De ahí que no pueda considerarme católico, aunque sea la religión a la que me sienta más crecano.

      Pero de ahí a admitir que cualquier postura es legítima hay un mundo. Eso no es ser tolerante sino crédulo. La historia está llena  de personas que convencieron a la Humanidad o a quienes detentaban el poder en ella, de una postura interesada o fraudulenta y que ésta se quedó en el acrebo cultral, político, moral y/o religioso durante siglos, e incluso hoy perduran algunas (La fábula del flautista de Hamelin es una parábola laica que habla de eso).

      EN MI OPINIÓN lo que propone Savulescu va en esta linea y si quieres discutimos sobre el meollo ético del asunto; pero no es aceptable EN MI OPINIÓN un “hay que admitirlo” argumentando la libertad de expresión o la tolerancia o al menos, es tan inaceptable como la imposición de un criterio en contrario por el artículo 33.

       

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    Casualmente ha llegado a mis pantalla un video de una hora en el que se describe bastante bien lo que es el método científico. Puede verse aquí : https://www.youtube.com/watch?v=KKlKY3tDYvs

    Creo que describe bastante bien lo que es el conocimiento científico y cómo se construye… Y, desde luego, desde mi punto racional tiene sus correspondientes implicaciones teológicas..

    Pero hace falta un esfuerzo para llegar a comprender algunas cosas. ANIMO!!!  Salgamos de la mediocridad intelectual..

  • Antonio Llaguno

    Ha leído la entrevista que nos recomienda Leandro.

    El señor Savulescu me parece un provocador que vive de la provocación.

    Estamos bastante lejos del panorama que muestra pero lo que plantea es una comunidad científicz desprovista de ética.

    El argumento “Si no lo hago yo, otro lo hara” es uno de los más usados por quienes quieren justificar la comisiñon de un mal.

    Si yo no vendo droga, otro lo hará. Si yo no esclavizo a niños, otro lo hará. Si yo no me corrompo como funcionario público otro lo hará.

    Quizás a una persona desprovista de ética personal pueda convencer ese argumento, pero por suerte, existen personas provistas de ética personal.

    Si ese es el futuro, yo no quiero vivirlo.

    Pero lejos d eser una conclusiónexistencialista, pesimista y suicida; es una conclusión optimista y comprometida. Estoy seguro de que hay millones de mujeres y hombres que están dispuestos a dedicar su tiempo y esfuerzo a que el futuro sea dstinto.

    Sí, Sr Savulescu, si usted no lo hace otro lo hará. Se le suele llamar delincuente y con un poco de fortuna acaba en la cárcel.

    • José María Valderas

      Querido Antonio,

      Savulescu es mucho más que un provocador. Ha sentado cátedra en su departamento de la Universidad de Oxford y tiene un montón de discípulos dispersos ahora por todo el mundo que copan los puestos de bioética. Le vengo leyendo desde hace ya muchos años. Por eso mi sorpresa cuando leí que la Universidad jesuita de Comillas le había invitado, sin disponer de alguien capacitado para responderle o aclarar algunas ideas fundamentales. O no sabían quién era Savulescu o pensaron que sería bueno que los alumnos oyeran distintos planteamientos, opción que a mí me parece espléndida y muy formativa, siempre y cuando tengan una formación sólida o haya algún profesor que pudiera responder.

      De esos que usted llama delincuentes los hay a montones. No comparto esa calificación, pues razonan sus puntos de vista con un bisturí de precisión que ya quisiera uno que manejaran los que deberían contraponer la ética de virtudes. En España goza de gran predicamento, por ejemplo, Pinker. Este no es menos radical. Pide sencillamente quitar la consideración ética. En su expresión, “hands out”, es decir, los expertos en ética deben quitar sus manos (sucias) de los laboratorios.

      Son muy radicales e intransigentes. A Ayala, el financiador del centro de Comillas con que Sequeiros abre el post, le pusieron de vuelta y media en un ataque sin piedad cuando aún no había ocurrido su “degradación” por un presunto asunto de acoso, que no pudo demostrarse. No quiero pensar cómo lo pondrían hoy.

      En el asunto de ciencia y ética hay mucha confusión, mucho interés bastardo. Una de las principales conferencias sobre el particular fue la celebrada en Oviedo. Allí los socialistas impusieron su doctrina letal, que sigue rigiendo todavía en muchos lugares.

      El asunto es sumamente delicado y sumamente interesante, necesitado de codos y de luces largas, estar al día en ciencia y en ética. Los dermatoglifos fue anecdótico comparado con lo que defienden, incluso en santa Marta, la manipulación ilimitada de embriones, se implanten o no. Por eso Savulescu se ha ido a Singapur, donde recogen no a los desechos, sino a las principales cabezas. Por ahí van los tiros.

      • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

        Este debate sobre Savulescu puede ser fecundo… Intentemos acercarnos con sentido crítico y procurando dejar aparcados los prejuicios..

      • Antonio Llaguno

        Cuando llamé a Savulescu “provocador”, yo que era la primera vez que leía algo de lo que este señor debe haber escrito y/o dicho, apunté la coletilla “me parece”, porque emplea una técnica retórica que yo uso mucho y que viene a ser “Di las cosas de la forma más exagerada o políticamente incorrecta posible, para generar debate, que luego, en el debate, ya pondrás os matices que sean necesarios”

        Eso se llama provocación, es decir “incitación a que se produzca algo”, en este caso un debate.

        Me parece que sobre ese punto no hay duda.

        Otra cosa es el posicionamiento personal hacia los argumentos de Savulescu.

        No me gusta que se justifique un acto malo por la certeza de que otra persona, desprovista de ética lógicamente, puede o va a cometerlo.

        Si esa justificación fuera aceptable, tendríamos los parlamentos  y gobiernos repletos de personas que se aprovecharían de sus cargos para lucro o poder personal (Pido disculpas por mi ingenuidad) y no saldría en los periódicos.

        En cuanto a su aceptación o no por la comunidad académica actual, tampoco significa, en mi opinión, que esté en lo cierto.

        Si hiciéramos, hoy en día, una encuesta entre los alumnos egresados de Ciencias Políticas de la Complutense  sobre el gobierno, estoy seguro de que Unidas Podemos obtendría un aconsiderable apoyo y sin embargo no llegarán al 10% de os votos en las próximas elecciones, según indican las encuestas.

        Las estadísticas son manipulables y las opiniones de la comunidad académica también. Y Siempre, históricamente, las posturas ideológicas han perjudicado el desarrollo de las disciplinas científicas y humanas en las Universidades.

        El Sr. Savulescu, tendrá todo el apoyo académico que tenga y no por ello a mi me parecerá éticamente aceptable su postura, que no me lo parece.

        • José María Valderas

          Creo que no me ha entendido, Antonio. Desde el punto de vista ético, las tesis de Savulescu, degradadoras de la dignidad humana, se están imponiendo mientras los opuestos a ellos sufren un silenciamiento implacable. Eso es lo que afirmo. Por eso digo que van mas allá de la provocación. Por eso resalto mi perplejidad de la invitación de Comillas, universidad de los jesuitas. O no saben quién es o si lo saben….

          • Antonio Llaguno

            Sí te entendí y yo también creo que las opiniones de Savulescu van más allá de la provocación porque me temo que detrás de ellas también existe algún tipo de interés y no excluyo que sea bancario.

            En cuanto a la oportunidad o no de que Comillas le invite, la universidad de los jesuitas tiene la costumbre de invitar no sólo a quienes coinciden con sus ideas, y no me parece mal.

            La única manera de formar universitari@s con criterio y pensamiento libre es hacerles afrontar todas las posturas. El adoctrinamiento como el proselitismo no es bueno en mi opinión.

            Prefiero un ateo, libre y bien formado, que consciente y responsablemente renuncia a la fe que un creyente supersticioso y mal formado que se cree a pie juntillas todo lo que cualquier sotana le hace creer, que también hay muchos de estos últimos (No digo que sea tu caso).

            Para mi es fundamental en la vida la libertad de pensamiento, entre otras cosas porque es un regalo de Dios y flaco favor hacemos a Dios cuando tratamos de imponer nuestros juicios de valor a otros, por muy inspirados que creamos que están en el propio Dios.

            Si Dios solo se atreve a proponer ¿Quienes somos nosotros para imponer nada?

            Si ese es el criterio de Comillas, entiendo la convocatoria a Savulescu; si es otro pues ellos sabrán por qué

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    Creo que este articulo de Antonio Diéguez https://letraslibres.com/revista/ciencia-y-filosofia-una-dicotomia-de-corto-alcance/ completa bastante bien lo que se dice en este texto que comentamos:
    La ciencia y la filosofía son discursos distintos, pero no opuestos, que han estado y deben estar en permanente contacto. Su supuesta rivalidad es reciente y una revisión histórica nos muestra el provechoso diálogo que han mantenido desde los tiempos de la Revolución científica.Con la excepción de Roberto Grosseteste en el siglo XIII, que sugiere que el experimento controlado puede tener un cierto papel en la investigación como método demostrativo, este fue el concepto de ciencia que se aceptó hasta que Bacon defendió la inducción frente a los métodos deductivos de la escolástica en su Novum organum, publicado en 1620. El ideal demostrativo siguió vigente durante un tiempo (por ejemplo, en Galileo, aunque con empleo de las matemáticas), pero fue cediendo el paso lentamente en los dos siglos posteriores a una visión de la observación y la experimentación que reconocía el carácter hipotético de sus resultados.
     
    En cuanto al término “científico”, existía en latín como adjetivo. Lo utiliza Boecio en su traducción de Aristóteles. Sin embargo, como sustantivo para nombrar a lo que hasta entonces venía denominándose “filósofo natural”, “filósofo experimental” u “hombre de ciencia”, lo introdujo en la lengua inglesa el historiador de la ciencia y filósofo William Whewell en 1834, en la breve descripción que hizo de un debate en la British Association for the Advancement of Science que tuvo lugar un año antes. La idea era tener un vocablo preciso y con una terminación que siguiera la pauta de “artista”, “economista” o “ateo” (el término inglés scientist tiene, en efecto, la misma terminación que artisteconomist o atheist). La propuesta, sin embargo, no fue bien recibida en absoluto. Como cuenta la historiadora Melinda Baldwin, muchos siguieron prefiriendo durante bastante tiempo la expresión “hombre de ciencia” (man of science) en oposición a “hombre de letras” (man of letters). Aquí encontramos, pues, aceptada de forma expresa esa dicotomía de la que hablamos.
    El término “científico” no se impuso sino hasta la década de 1870, y principalmente fue en Estados Unidos. Entre los ingleses se consideró erróneamente que el término era un americanismo “innoble”, como lo calificó el Daily News en septiembre de 1890. Todavía en 1924 la revista Nature, que seguía evitando su uso, hubo de consultar entre lingüistas e investigadores si debía aceptarlo en adelante, y la decisión del editor fue no hacerlo, aunque no prohibiría que los autores que enviaran artículos lo emplearan. En este rechazo, Nature no estaba sola; otras instituciones, como la Royal Society, tampoco lo admitían. Puede parecer sorprendente, pero su uso no se generalizó como correcto hasta después de la Segunda Guerra Mundial.
    Todo esto nos indica que la oposición entre las ciencias y las letras (o humanidades) no empezó a adquirir los tintes dicotómicos tan marcados que ahora tiene hasta bien entrado el siglo XIX. Tuvo mucho que ver en ese distanciamiento la creciente especialización de las ciencias, debido a la imposibilidad de abarcar todos los avances que comenzaban a producirse en los distintos campos, y su institucionalización en diferentes departamentos, administrativa y localmente separados, en las reformadas universidades que iban creándose por toda Europa, sobre todo en Alemania, Francia y Gran Bretaña. Un factor fundamental fue la profesionalización de la ciencia, cuyos inicios hay que situar también en ese momento y que hizo de la formación científica una exigencia que reclamaba una exclusividad casi total debido a su rigor.
     

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    A propósito de la presencia de Savulencu en la Universidad Comillas, se recomienda este resumen:

    https://www.comillas.edu/?option=com_content&view=article&id=303&Itemid= Como veis, más que un científico o un epistemólogo es un ético de tendencia transhumanista.

    y https://eventos.comillas.edu/23428/speakers/transhumanismo-desafios-antropologicos-eticos-juridicos-y-teologicos.html
    Y aqui una entrevista provocadora de Savulescu: https://www.abc.es/ciencia/abci-julian-savulescu-bioeticista-claro-debemos-jugar-dios-201906030223_noticia.html

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    Desde mi punto de vista, hoy es muy necesario tener nociones sobre el debate actual sobre la filosofía de la ciencia, pues este debate va a incidir sobre lo que se entiende por verdades religiosas y sobre todo, sobre el fundamento de la teologia. La Teologia Fundamental no puede prescindir de una reconsideración epistemológica.. Aqui podéis encontrar algunas pistas: https://www.bubok.es/libros/218053/TEORIAS-DE-LA-CIENCIA-Modulo-2-del-bloque-de-EPISTEMOLOGIA El libro se puede bajar gratis..

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

     
    ¿Hacia dónde irá la filosofía de la Ciencia en el siglo XXI? En una reunión de gestión del Congreso Americano de Filosofía (diciembre de 1988), se  presentó una resolución solicitando una comisión de trabajo sobre el tema “La situación actual del relativismo epistémico, con especial énfasis sobre el conocimiento científico“. Se nombró esta comisión con cuatro miembros: Quincy Rortabender (relativista), Percy Lauwey (pragmatista), Rudy Reichfeigl (positivista) y Karl Selnam (realista). Se reunieron durante tres días en el verano de 1989. No llegaron a ningún acuerdo. El último libro de Laudan (La ciencia y el relativismo, Alianza Universidad, 1993) es una transcripción parcial de estas reuniones.
    En estos últimos años renace una concepción historicista, según la cual la ciencia es una construcción socialmente organizada de conceptos y teorías que explican el comportamiento de los fenómenos y predicen su comportamiento futuro. En este sentido, la Ciencia es una herramienta de control social, interpretativa de la realidad y cargada de valores e ideologías.  En estos años ha surgido el interés por la sociología de la Ciencia: la ciencia como hecho social[1].

    La sociología de la Ciencia es una rama de la Sociología del Conocimiento que se ocupa de la naturaleza de las ideas científicas y de sus relaciones, tanto con otras clases de ideas (como filosóficas, sociales, culturales, religiosas, políticas…) como con distintos factores de personalidad e institucionales.
    Al servicio del poder (económico, político, ideológico) la ciencia cumple un papel alienante en la sociedad actual. Su proyecto de liberar a la humanidad de la dependencia respecto a la naturaleza ha resultado fallido al hacerlos depender de otras formas de alienación. La ciencia depende de las subvenciones y estas de las exigencias del poder político (en las socialdemocracias) o del poder financiero (en las sociedades liberales, como USA).

    Un ejemplo interesante de la falsedad de muchas posturas actuales posmodernas sobre la filosofía de la ciencia se puede encontrar en la experiencia realizada por Sokal[2]. Envió un artículo con errores y provocaciones y se lo publicaron. Según Sokal, todo un elenco de filósofos de la ciencia de estos años (como Aronowitz, Harding, Latour[3], Lyotard[4], Woolgar[5] son autores de una basura filosófica.
     

    [1] ROSA APARICIO  (1984) Lagunas de la Ciencia o lagunas de Ciencia. La fragmentariedad y lagunas de la ciencia vistas desde la Sociología. En: A.DOU edit. Fragmentariedad de las Ciencias. ASINJA.Bibl.Fomento Social, 29-59.

    [2] Eugenio MOYA (2000) Alan D.Sokal, Thomas S. Kunn y la epistemología posmoderna. Revista de Filosofía (UCM). XIII (23) 169-194.

    [3] B. LATOUR. (1992) Ciencia en acción. Labor, Barcelona.

    [4] F.-F. LYOTARD  (1987) La condición postmoderna. Cátedra, Madrid.

    [5]  S. WOOLGAR. (1991) Abriendo la caja negra. Anthropos, Barcelona.

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    Tal vez José María Valderas resalta aspectos negativos del articulo.. Y en eso estoy de acuerdo. Aunque hay muchas cosas positivas… De todas formas, el tema es muy extenso. Durante una gran parte de mi vida he dedicado mucho tiempo a la investigación científica. Y aunque mi investigación se ha ceñido a las Ciencias de la Tierra y de la Vida, creo que he podido asumir en mi mente lo que es la CIENCIA y sus límites. Desde el punto de vista de la epistemología (de la filosofía de la ciencia) no existen muchos consensos.
    “Si descubrimos una teoría completa, con el tiempo habrá de ser, en sus líneas maestras, comprensible para todos y no únicamente para unos pocos científicos. Entonces todos, filósofos, científicos y la gente corriente, seremos capaces de tomas parte en la discusión de por qué existe el universo y por qué existimos nosotros. Si encontrásemos una respuesta a esto, sería el triunfo definitivo de la razón humana, porque entonces conoceríamos la mente de Dios”  Stephen Hawking.  Historia del Tiempo. 1988.Traducción española. Editorial Crítica. Barcelona.      pág. 223-224. Por ello, esta cuestión es muy complicada..
     

  • José María Valderas

    Uno diría que es un artículo envejecido, con reflexiones sobre sociología de la ciencia de hace más de treinta años, donde los referentes eran Foucault y Latour, por cierto éste recientemente fallecido.

    Cuando llega a la relación de la ciencia con la ética ni se atreve a entrar en el problema central que hoy tienen planteado ambas disciplinas, la investigación básica y la aplicación clínica de la edición genómica, clonación incluida, creación de mixtos animal-hombre (órganos) y el ancho campo de la inteligencia artificial, con las prótesis cerebrales.

    Los jesuitas llevaron nada menos que  Savulescu a ese centro de Comillas. Savulescu sí es una pieza central en la deriva utilitarista de la investigación científica. En línea, tal parece, con lo que está sucediendo en santa Marta con otros autores. Savulescu ha pasado de Oxford a Singapur, desde donde su influencia será mayor, pues en Oriente la manga ancha en ética es escalofriante. Recuérdense los experimentos de He Jiankui.

    No es ese el artículo que refleje la situación actual.