Es Carmen quien nos ha enviado este emocionantenvillancico que en España popularizó Raphael. Pero que tiene su origen en el foklore cheque y fue grabado la primera vez en EEUU en 1941. La versió que nos envía Carmen, desde una azotea de Belén, cantada por un grupo árabe en varios idiomas, es sencillaamente estremecedora. ATRIO desea al traerla aquí una realista y honda Navidad a todos los amigos. AD.
Esa bella canción de Navidad, “Parampampán”, que con su ritmo relajante, pausado y sereno, parece que invita a un encuentro profundo, interior, entre las personas, de modo que se tiendan puentes -y no fosas-, encaja muy bien con la Navidad. Si esa canción la interpreta -justamente en Belén- un grupo palestino (de origen musulmán?) en el que interviene también una mujer, esa canción parece que se convierte en una plegaria universal de paz y de encuentro sin fronteras de ninguna clase… (En la tierra hay muchos tipos de fronteras, también religiosas) ¿Es un sueño desear que esa (y otras) bellas canciones de paz abran mentes y caminos a la PAZ y al Encuentro entre los pueblos? ¿Es un sueño aún mayor -si cabe- que ese camino de encuentro lleve adonde se hallan “los ultras” de todas las religiones, que levantan muros y “ocupan”…, que deforman gravemente la imagen de Dios, por tanto afincarse en sus viejas tradiciones…, que segregan y apartan y excluyen y discriminan y oprimen…? ¡Ojalá que la música, y la poesía de sus letras, sirvan para derribar fronteras, para encontarnos como pueblos hermanos! ¡Ojalá que la música y la poesía sirvan para apaciguar y humanizar lo que hay en nosotros de salvaje, y nos unan más, mucho más que las Conferencias de prohombres con miradas muy cortas…, llenas de egos, de intereses efímeros, de mitos y de ídolos! En este caso, podríamos decir-cantar: “Oh, blanca navidad”! (En vez de decir, llorando, “oh, sangrienta” navidad, como muchos hoy… ¡Ojalá -ya que no las “Conferencias”- nos humanicen y nos unan la música y la poesía!
Después miré y pude ver una muchedumbre inmensa, incontable, que procedía de toda nación, razas, pueblos y lenguas. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con ropas blancas y llevando palmas en sus manos.