¿Es que el Evangelio tiene lógica? ¿Es lógico que los últimos sean los primeros, y los primeros sean los últimos? ¿Que las prostitutas y los publicanos precedan a los sacerdotes en el Reino? ¿Es lógico abandonar a todo el rebaño para buscar a una oveja que se ha perdido? ¿Es lógico que los justos paguen por el comportamiento de los pecadores? ¿Es lógico proclamar “Bienaventurados los que eligen la pobreza” y ensalzar a la mujer que lo unge un perfume muy caro? ¿No era más consecuente la reprensión que le hacían los discípulos?
Vamos por partes. En primer lugar Jesús generalmente hablaba para el pueblo sencillo, no para los sabios y entendidos; y hablaba con exageraciones, con caricaturas, para que el pueblo captara al momento el mensaje transmitido. A nadie del pueblo se le ocurrió arrancarse un ojo o castrarse para no caer en la tentación; sólo se cuenta de Orígenes, un eximio teólogo y exegeta, que se castró siendo joven, pero posteriormente en su exégesis de Mateo 19,12 insiste en que no debe interpretarse literalmente.
En segundo lugar, en los evangelios existen dos planos, que requieren dos lógicas diferentes. El plano de la plenitud del Reino, que sólo alcanzará su plenitud en la vida definitiva; y el plano de la vida mortal en la que ya se inicia el Reino, pero no se alcanza su plenitud. Ya sí está presente el Reino, pero todavía no, como dicen los teólogos.
También las leyes humanas conocen dos situaciones, las leyes ordinarias, que tratan de proteger (más o menos) los derechos y las libertades de las personas, y la ley marcial, que permite a la autoridad militar o civil el suspender algunos de estos derechos.
En la plenitud del Reino la única norma, la única lógica, es el amor desinteresado e incondicional; y ni siquiera es una norma ni una lógica, porque es una tendencia espontánea, es la Vida misma. No tiene sentido hablar de defender derechos o libertades, porque todo es donación de sí mismo por amor.
Durante la vida mortal coexisten las dos lógicas, la del Reino y la legislación ordinaria (o quizás habría que llamarla la ley marcial), que tiene que defender los derechos y libertades de los débiles, frecuentemente amenazados por los fuertes.
Jesús tiene que presentar su proyecto de Reino en toda su plenitud y animar a vivirlo, pero conoce perfectamente el lastre de egoísmo que todos arrastramos. Por eso emplea una pedagogía progresiva, adaptada al momento y posibilidades de cada oyente o grupo de oyentes.
Siempre me ha chocado la contradicción que surge frecuentemente en los evangelios entre la retribución por méritos y la gracia total por parte de Dios. Entre el ciento por uno (incluso por el vaso de agua) y la gratuita llamada de Dios a compartir la plenitud de su amor. La retribución por méritos corresponde a la lógica del caminante; la gratuidad del amor corresponde a lo que ya ha percibido de la plenitud del amor. “No me mueve, mi Dios, para quererte / el cielo que me tienes prometido / Ni me mueve el infierno tan temido / para dejar por eso de ofenderte…”
En conclusión
¿Existe una lógica en el Evangelio?
La lógica del Evangelio no es una lógica argumental, que se basa en frágiles conceptos abstraídos de experiencias limitadas en el tiempo. Es más semejante a la lógica de la vida, que se basa en un proceso evolutivo hacia la colaboración integradora.
La lógica del evangelio tiene una coherencia que se desarrolla en forma pedagógica progresiva, que va acomodándose a las posibilidades cada uno.
La lógica del evangelio es la lógica del amor, que rebasa, pero no anula, a la lógica de la justicia; como también la física cuántica rebasa, pero no sustituye, a la física determinista.
La lógica del amor rebasa incluso a la lógica de la fe. Teresa de Lisieux confiesa “Si no puedo creer, al menos podré amar”.
-Antes de nada, dar de nuevo las gracias al amigo Antonio Llaguno por tus confidencias, tan aleccionadoras. ATRIO se enriquece con buenas ideas y también con buenos testimonios de vida.
-Ahora deseo hacer un comentario a “La lógica del Evangelio” que nos explica Gonzalo. Expreso solo mi opinión: Jesús fue, en lo esencial, claro, exigente, flexible e innovador, muy innovador. Innovación que presentaba muchas dificultades de comprensión -y también de aceptación- a los formados con esquemas y valores V-testamentarios. En general, la mentalidad de los discípulos estaba muy cerrada-apegada a lo tradicional, y no comprendía-admitía ideas nuevas. Jesús les explicaba en privado algunas enseñanzas, pero ni con clases particulares entendían bien. Quizá por eso Jesús dijo a Nicodemo, hombre culto, que para entenderlo había que renacer… (cambiar de ideas y revisar valores) Que no lo comprendieron bien en algunos temas -ni aún después de demostrarles que seguía viviendo- se comprueba en Hechos. Las diferencias en torno a los alimentos -y las concesiones-conclusiones sobre los alimentos del concilio de Jerusalén- demuestran que lo que había dicho Jesús: “No lo que entra por la boca, sino lo que sale del corazón es lo que mancha”, no lo tuvieron en cuenta. (La tradición tenía más poder que su palabra.)
Como lo tuvo cuando la Iglesia se decantó por la jerarquía V. T., sagrada, que creaba un claro dualismo en la Fraternidad. Y esto en contra de las palabras de Jesús: “No sea así entre vosotros. Todos sois hermanos. El primero sea el servidor de todos” etc. En el Reino en la tierra no hay jerarquías, sino servidores; no hay, no debe haber, tratamientos (excelencia, santidad…) que encumbren, ni mitras ni báculos… Por eso es necesario cambiar costumbres tradicionales no evangélicas, que vienen “modelando” mentes desde hace…, casi desde el principio. Continuar con esas costumbres es una prueba de que no se ha entendido bien la parábola del Buen Pastor… Por eso, en muchas ocasiones, los fieles han sido tratados como ovejas, que se dejan guiar -sin resistencias ni críticas-, no como personas hermanas a las que valorar, escuchar y servir…
De ahí que sea preciso “destroquelar” la mente de muchos, aún hoy. La tradición sacralizada no deja ver ni practicar el auténtico espíritu evangélico. He aquí otra muestra de cómo la tradición sacralizada se impone, se ha impuesto, al Evangelio. Una visión de la tradición así no permite madurar ni presentar de modo más convincente el gran Mensaje del Reino. (Las luchas de la comunidad de Jerusalén se repiten hoy con Francisco en la misma Roma.)
En suma, los conservadores han impuesto el poder en la Iglesia, y no lo sueltan “en nombre de Dios”, pese a que hoy entendemos mejor la enseñanza y las parábolas de Jesús. La tradición manda y trata de imponerse, marginando el Evangelio. Aunque alguna parábola, como la de la red (Mt. 13, 47-50) puede crear perplejidades…
En este caso, caben tres preguntas:
*¿fue Jesús quien dijo esas palabras o fue Mateo quien las interpretó así, por influjo viejotestamentario, por incapacidad de entender bien las ideas innovadoras de Jesús?
*¿Cómo interpretáis esta parábola de la red, Gonzalo y Salvador Santos?
*¿El Dios AMOR -“para el que entrar por el agujero de una aguja es posible”-, es compatible con esa interpretación de Mt.? La Biblia no siempre es palabra de Dios, sino muchas veces palabra de hombre. Solo la ESENCIA del Mensaje del Reino es el gran Mensaje de Jesús de Nazaret.
Gracias a ti, Juan A.
Quien no tiene ciencia sólo puede hablar desde la experiencia.
Pero refiriéndome al pasaje del camello y la aguja, más pobres y un compañero se te contaré lo que me dijo un amigo uva vez.
Estábamos en un congreso de la Asociación de Cooperadores Salesianos, a la que e promoción y salvación de l@s jóvenes más neceditad@s y un compañero nis dijo lo siguiente:
“Mirad yo tengo mucha pasta y llevo toda mi vida buscando un camello diminuto o una aguja enorme. Solo espero que Dios lo tenga en cuenta”
Y yo le creí.
Está claro que no podemos entender de verdad el amor de Dios. Pablo de Tarso nos dice que no lograremos medirlo ni en anchura ni tampoco en longitud ni siquiera en profundidad porque es infinito, carece de término.
Porque si entendiéramos de verdad esa infinitud divina y la viviéramos pues el mundo sería un modelo de virtud sacrosanta. Pero no es así, claro está, desde que se introdujo el mal en el mundo y vinieron las pasiones inordinadas a pulular por doquier. Es lo que estamos viviendo a diario en un mundo donde el crimen más abyecto parece crecer desproproporcionalmente y progresa con e l paso del tiempo..Solamente hay que atisbar por Un momentos a los medios informativos y a los comentarios de nuestros amigos y conocidos.
Sin embargo, tenemos al Dios infinito que, creamos o no, queramos o no, resistamos o no, rechacemos o no, …. nos ofrece Su Misericordia que también es infinita, a pesar de nuestro cansancio, e indiferencia..y aburrimiento.
Ahí está la Cruz erguida todavía y soslayada por muchos en el mundo, como entonces, pero que fue ayer y es capaz hoy de transformar nuestro vital sufrimiento en amor de correspondencia y gratitud. La Historia de los cristianos mártires y confesores nos lo está diciendo. Existen pruebas de ello. Sólo hay que echar un vistazo al pasado.
El Calvario todavía se divisa en lontananza. No es una fantasía sino que nos recuerda el pasado en el presente caótico de la sociedad actual. Es claro que nuestra vida es breve. El momento presente pasa vertiginosamente sin retorno y se acentúa con el correr de los años. Se nos va la vida de la tierra y apenas podemos disfrutar del momento feliz y ya se ha esfumado. La brevedad del momento siempre nos sorprende.
Pero nuestro fundamento es el espíritu, y no lo puramente material, y es sobre esta base fundamental espiritual de lo humano donde seremos transformados totalmente para vivir esa definitiva vida en la eternidad de Dios. Es el momento más importante y trascendental de nuestra propia humanidad que es frágil y evanescente.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Sin duda, Antonio llaguno, eres un hombre afortunado.
Y aquí me voy a quedar. Ya sabes cómo pienso. Soy un ser humano. Solamente soy capaz de entender sentimientos humanos. Te aseguro que no todo aquel que ama puede mantener ese amor indefinidamente. No sé Dios. No entiendo su Amor.
Un abrazo fuerte.
Ciertamente, lo soy.
Aunque la suerte, muchas veces depende de uno mismo
Gracias, Antonio Llaguno. Ya te dije en una ocasión que últimamente coincido contigo en tus comentarios.
Y el Amor no tiene que sentirse recíproco? Porque el Amor, muere, canta la jurado. Una canción maravillosa. El Amor muere. Porque se vuelven cadenas los que fueron cintas blancas, dice, porque nada es para siempre y hasta la belleza cansa…
Es posible que muchas personas, muchas, muchísimas hayan dejado de sentir ese Amor que dicen, de Dios y sencillamente como no lo sienten recíproco, el amor muere? Porque al amor hay que darle de comer en cada esquina, como a las golondrinas…y seguimos con la jurado.
Cultura popular. La del pueblo. La mía. Siento como el pueblo. Pertenezco al Pueblo. Y no saben lo orgullosa que estoy de ello. Nosotros, el pueblo, los que entendemos el Amor como lo sentimos, porque para nosotros es un sentimiento. Es posible que no entendamos esa clase de Amor tan rara que permite tantísimo sufrimiento?
Digo , no sé…
A lo mejor habría que buscar una causa por la que la gente del pueblo abandona las iglesias. Estoy hablando de España. No se olviden de que todos estos problemas se plantean por el abandono físico de las iglesias. Porque el número de bautizos , bodas y demás, ha caído como la espuma. A lo mejor es que no llegamos a entender ese concepto de Amor Divino. Como somos humanos…pues no entendemos ese Amor de Dios.
O nos lo vuelven a explicar otra vez, tal cual, o buscan alguna explicación diferente.
Creo que por ahí hay Teologos que lo están intentando. Y para nada en absoluto atacan los evangelios y la figura de Jesús de Nazaret. En absoluto. Están leyendo a Salvador Santos? Creen que es un ataque a Jesús de Nazaret o de Galilea? Yo estoy con él. Su proyecto, el de Jesús, es para el ser humano, para la sociedad, para la vida que podría ser infinitamente mejor si la basamos en la fraternidad.
Y lo que venga después, después vendrá.
Y lo que he entendido que dice la exégesis de Salvador es que la Vida Definitiva es ésta. Y definitivamente puede ser muchísimo mejor.
Pero claro, soy rarita y todo lo entiendo raro.
Buen día.
Y, por favor, no somos peores seres humanos, peores personas los que no creemos en ese Dios Amor. Ni Somos egoístas, ni buscamos tooooodo el tiempo el placer de los sentidos. También tenemos nuestro corazoncito. Por favor.
Permíteme que te responda lo que YO siento, Carmen, y que no tiene porqué ser válido para nadie más que para mi.
El amor, no tiene necesidad de ser correspondido.
El amor de Dios es así. Nos ama a pesar de que nosotros tenemos la capacidad de no amarle y a veces lo hacemos.
Y los seres humanos pueden amar así. Es difícil, pero posible.
Yo siempre pongo el ejemplo de mi mujer. Cuando decidimos casarnos, ella sopesó las opciones y decidió renunciar a todo: familia, costumbres, país, trabajo, estudios (En España no reconocen su licenciatura y tiene que trabajar en puestos muy inferiores a sus méritos y conocimientos), perspectivas de progreso, normalidad (Vino a un país donde aún hay quien trata mal y con desprecio a las personas que tienen acento de allende los mares incluso en mi propia familia) y se vino a España a vivir conmigo.
Y solo por amor, y a cambio de nada. porque no nos conocíamos casi. Solo 8 meses y a través de un océano gracias a internet.
Le echó coraje (El amor que no te da coraje y solo te da miedo no es amor) y se vino para acá. Ni que decir tiene que cada vez que lo pienso me hace el hombre más feliz del mundo, pero también me responsabiliza mucho.
O el ejemplo de aquella mujer (¿Por qué cuando busco ejemplos de amor incondicional solo me salen mujeres?) sudafricana Me Moseshoe que con lágrimas en los ojos me decía que me llevara a su pequeña (Mabelita. 3 años y una sonrisa capaz de desarmar a Al Capone) a vivir conmigo a Madrid porque sí, ella la perdería, pero tendría muchas más oportunidades que en la Sudáfrica pre Mandela.
O mi madre (Otra mujer. Si es que por algo siempre digo que Dios no es padre sino Madre) que aceptó décadas de matrimonio con mi padre (Que no llegó a maltratarla físicamente nunca pero sí a humillarla y engañarla con sus infidelidades) por que así aseguraba los estudios y bienestar de sus hijos a los que amaba incondicionalmente (Nunca nos lo contó, hasta que fuimos mayores y fue para pedirnos que perdonáramos a nuestro padre).
Por supuesto que se puede amar sin esperar nada a cambio.
Y así es como ama Dios. O yo al menos lo siento así.
Y vistas desde este punto de vista, algunas de tus preguntas encuentran respuesta:
Por ejemplo la del sufrimiento. Dios no permite ningún sufrimiento. Tui eres la herramienta de Dios para evitarlo. Y yo. Y mi doctor. Y todo ser humano que ame a Dios, porque a Dios solo se le puede amar amando al prójimo de cada quien, que significa próximo.
Yo no soy teólogo, Carmen, y de hecho, estoy convencido de decir un montón de barbaridades teológicas cada vez que hablo de religión. Seguro que todo esto que te digo o bien no es verdadero o un teólogo como Salvador o Gonzalo, lo pueden expresar mucho mejor que yo, con más fundamento (Que diría Arguiñano).
Pero yo te lo cuento desde las tripas. Desde ese conocimiento que se encuentra en mirar a los que amas con los ojos del amor… y de sentir su mirada igual.
Es como ese soneto anónimo que termina con dos tercetos sublimes:
Muéveme en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
porque aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
(Por cierto. hay que ver lo hermoso que es usar bien el subjuntivo en español)
O esos otros dos tercetos de Garcilaso que yo hice grabar en una medalla como regalo de los 10 años de matrimonio a mi mujer:
Yo no nací sino para quereros.
Mi alma os ha tomado a su medida.
Por hábito del alma misma os quiero.
Cuanto tengo confieso yo deberos.
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.
Gracias Antonio, quizá no sea experto en Teología, pero lo explica mucho mejor que los que se sienten expertos.
Gracias de todo corazón, como mi querida Ana, comparto su sentir, decir, vivir.
Un abrazo entrañable.
Carajo, Llaguno, qué bonito y profundo lo que has escrito.
Desde luego, cuando no discutimos de política se trasluce que eres un tío de puta madre. En verdad, uno de mis mejores amigos es casi de Vox, y es buen tipo (discutimos de política pero siempre con respeto).
Me sorprende tu sensibilidad, y te felicito, si es que soy quién, al respeto.
Un abrazo.
Nacho.
PD: ¡Viva Chávez! (jaja, es coña, hombre)
Sin duda, Gonzalo, has dado en el clavo. La lógica “ilógica” del Evangelio de Jesucristo es la del amor…
Su Revelación a nosotros es la del amor: primeramente el amor del Padre hacia nosotros que no dudó de entregarnos a Su Hijo encarnado en nuestra misma humanidad para vivir nuestra vida de trabajos y dar ejemplo de cómo morir en la Cruz perdonando y consumándolo todo en ese fuego abrasador por salvarnos…
Puesto que sólo entendiendo este amor divino podemos nosotros amar de verdad, sin subterfugios egoístas, sin esperar algo a cambio..Cristo es la luz porque ilumina ésta nuestra oscuridad para encontrar la verdad de las cosas que solo reside en El por más que busquemos fuera. ”El que me sigue, no anda en tinieblas” dice Jesús en el Evangelio.
Ya Agustín se quejaba de la tardanza por encontrar el Amor: tarde de amé dice el obispo de Hipona, y Pablo de Tarso nos muestra este camino mejor que es, por cierto, el del amor: “que todo lo disimula, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera”
Es este Amor trascendente el que escapa a la lógica del mundo basada solamente en el disfrute sensual del momento. Cristo nos muestra el camino real que conduce a la única Realidad coherentemente convincente. Todo lo demás se va a desvanecer. Amemos en la justicia de Dios.
Saludos cordiales
Santiago Hernández
A veces estimulan nuestra reflexión, declaraciones grandilocuentes por distintas razones: porque vienen de intelectuales, de grandes o famosos teólogos y cosas por el estilo. Hay que agradecer con toda el alma la exégesis, la hermenéutica y las explicaciones que nos enseñan.
Esta reflexión de Gonzalo, no nos viene tanto por su gran preparación teológica y lo gran persona que es, sino por su sencillez, aparentemente poco grandilocuente, pero tan importante como vital, al estilo de cómo hablaba Jesús, diciéndoles cosas que podían entender y de la forma que las pudieran entender, por ejemplo, lo que dice Gonzalo, la lógica del amor incondicional.
Después vinieron los teólogos con unos tratados intelectuales, inasequibles a la gente sencilla y sólo a personas muy cultivadas culturalmente, o complicándonos la vida con unos dogmas ininteligibles en los que la lógica racional, nada tiene que hacer, y que no tienen nada que ver con la forma de hablar de Jesús. A Jesús lo entendían sus discípulos y sus discípulas, supongo que, en su inmensa mayoría, analfabetos, por supuesto, sin títulos universitarios.
Yo siempre me he preguntado porqué Dios y toda la teología es tan inaccesible a personas sencillas sin estudios, a quienes, a cambio, se les ha ofrecido normas, devociones, creencias, ritos, etc., y, además, las homilías de quienes se consideran representantes exclusivos del acceso al evangelio y a la voluntad de Dios. Utilizando la parábola del buen pastor, han convertido al pueblo en un rebaño de borregos ignorantes. Yo he sentido vergüenza ajena en muchas ocasiones de las homilías de la mayor parte de los predicadores por cómo se dirigen desde un peldaño superior al del pueblo. Cuando vemos las compañías de Jesús y lo bien que lo entendían, pues…
Yo pienso que la Iglesia debería volver a la sencillez de Jesús y al mensaje tan claro que dejaba cuando hablaba que lo entendían tod@s. y, sobre todo, vivir como él vivió y proclamó, pobre y entregada a los más vulnerables, con la lógica de Jesús.
Estoy pensando en el artículo de Deme que nos dejó el otro día sobre las riquezas de la Iglesia, pues así con tanta cosas que “si levantara la cabeza” Jesús, se moriría del susto.
Amén, Ana.
Amén