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El programa de Jesús (17)

UNA RELIGIOSIDAD CLANDESTINA

C. EL AYUNO

“16 Cuando ayunéis, no os pongáis cariacontecidos, como los hipócritas, que se afean la cara para ostentar ante la gente que ayunan. Ya han recibido su recompensa, os lo aseguro. 17 Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, 18 para no ostentar tu ayuno ante la gente, sino ante tu Padre que está en lo escondido; y tu Padre, que ve lo escondido, te recompensará” (Mt 6, 16-18).

1. Solo Mateo lo trata

          Resulta cuando menos llamativo que siendo el ayuno una acción marcada por su religiosidad, en los evangelios se hable tan poco de privarse de alimento y abunden, sin embargo, relatos dando importancia a la comida. El hecho pide reflexión.

          Ninguno de los autores de los textos evangélicos, a excepción de Mateo, describe una instrucción de Jesús a los discípulos relacionada con el ayuno. Esta salvedad se explica por los destinatarios y por el contexto histórico en que fue escrito este evangelio. La comunidad receptora del texto de Mateo, de mayoría judía, recibía la constante presión del fanatismo fariseo y de los ejercicios ascéticos realizados de continuo por estos laicos destacados de la religión. De ahí que el evangelista mostrara la oposición de la enseñanza de Jesús a ese ideario. La presenta en un formato ajustado a sus tres principales prácticas: la limosna, la oración y el ayuno.

 

2. Es un acto de sumisión culpable ante Dios

          En cuanto acto religioso, el ayuno declara una situación de miseria humana que, al manifestar voluntariamente la propia bajeza, reconoce de ese modo la grandeza divina. El ayuno viene a ser una declaración de culpabilidad que pretende dar lástima y obtener clemencia. La acción de ayunar se considera en la mentalidad del Antiguo Testamento una muestra de sumisión del ser humano ante Dios. Por lo general, a la privación de alimento se añadía también la abstención de tener relaciones sexuales. En principio, en la religión judía solo se estableció un día de ayuno obligatorio para todo el pueblo. Se trataba del llamado día de la Expiación (Lev 23, 26-32; Nm 29,7-11), una fecha solemne decretada con precisión por el mismo Yahvé:

“El Señor dijo a Moisés:
– El día diez del séptimo mes es el día de la expiación” (Lev 23,26)

como momento en que quedaban borrados de libro de contabilidad divina todas las infracciones a la sagrada Ley. Tras el destierro, considerando que tal calamidad había sucedido por los pecados del pueblo, se ampliaron a cuatro los días de ayuno obligatorio (Zac 8,19).

 

3. transformado en penitencia

          La pronunciada orientación religiosa de la sociedad judía generalizó la práctica del ayuno hasta incluirla en la concepción del orden retributivo propio de tales sistemas de creencias. El ayuno se asoció a la retractación del pecador y su promesa de ser obediente a la Ley divina. Se convirtió en penitencia, adornada de desaliño personal, vestiduras empobrecidas, falta de aseo, cenizas… Se llegó a pensar que tales alardes interpretativos procuraban la benevolencia de Yahvé, a quien, con esas prácticas truculentas, se convertía en deudor del farandulero de turno.

 

4. Isaías le puso seriedad humana

          Isaías, que no se callaba una ni se anduvo por las ramas, dio cuenta de qué iba el verdadero ayuno querido por Yahvé. Y lo explicó con pelos y señales:

“Mirad: el día de ayuno buscáis vuestro interés,
y apremiáis a vuestros servidores;
mirad: ayunáis entre riñas y disputas,
dando puñetazos sin piedad.

No ayunéis como ahora,
haciendo oír en el cielo vuestras voces.
¿Es ese el ayuno que el Señor desea,
para el día en que el hombre se mortifica?
Mover la cabeza como un junco, acostarse sobre estera y ceniza,
¿a eso lo llamáis ayuno, día agradable al Señor?

El ayuno que yo quiero es este -oráculo del Señor-
abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos,
dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos;
partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo,
vestir al que ves desnudo y no cerrarte a tu propia carne” (Is 58, 4-7).

 

5. Pero la Institución religiosa prefirió su teatralización interesada

          Isaías expresó con total claridad que, de acuerdo con el Programa de Yahvé, el único ayuno válido coincide con la justicia. La institución religiosa, sin embargo, arrogándose por entero el papel de representante del designio divino, mandó a freír espárragos esta declaración del profeta y siguió con lo suyo: ¡el teatro!, incluyendo variadas escenas de ayuno. En tiempos de Jesús el grupo de los fariseos había establecido dos jornadas de ayuno a la semana, el primero, dos días antes y el segundo, dos días después del sábado. Lucas lo indica explícitamente en la parábola de la oración del fariseo y el recaudador:

“Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que gano” (Lc 18,12).

          El Galileo, por su parte, contrario a tales prácticas, no echó en saco roto las palabras de Isaías. Puso a la justicia en primera fila y no impuso días de ayuno a los adheridos a su Programa. Esa manera de actuar resultó sorprendente para fariseos y también para los seguidores del Bautista. Pensando que el Proyecto de Jesús era un nuevo movimiento religioso, acudieron a preguntarle, extrañados de que el grupo de adheridos a su Programa no se acogiera a las prácticas del ayuno. El hecho está recogido en los tres sinópticos (Mc 2,18-22; Mt 9, 14-17; Lc 5,33-39):

“Los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Fueron a preguntarle:
– Los discípulos de Juan y los fariseos discípulos ayunan; entonces, ¿por qué razón tus discípulos no ayunan?” (Mc 2, 18).

          El tanteo de quienes le hicieron la pregunta muestra la intención y el empeño porque el Programa de Jesús se ajustase a los criterios de las antiguas estructuras religiosas. Lo que habían percibido en ese Proyecto se les escurría de las manos. Y todo cuanto escapaba a su dominio podía convertirse en un asunto peligroso. Deseaban, por tanto, someterlo a su control. El Galileo les aclarará que los moldes tradicionales resultan inapropiados e inválidos como receptáculos del Nuevo Pacto. El intento, a veces desesperado -incluso en la actualidad con tintes de progresismo-, de comprender el Proyecto de Jesús como un movimiento religioso pertenece a las ideas de siempre. Pero no valen los remiendos: “Nadie le cose a una pieza de paño sin estrenar a un manto pasado” (Mc 2, 21). Esas estructuras antiguas resultan inservibles: “tampoco echa nadie echa vino nuevo en odres viejos” (Mc 2, 22). Se requiere una forma de vivir y organizarse completamente nueva: “No, a vino nuevo, odres nuevos”.

 

6. El Proyecto pone fin al triste ayuno

          El ayuno refleja tristeza. Jesús planteó su Programa como la llegada del tiempo definitivo, el de la alegría. Él hablará de fiesta, de momentos felices (“DICHOSOS”). La Antigua Alianza, representada en el AT con el ejemplo de una boda, había fracasado. Jesús utilizará el símil de una boda como figura del Nuevo y decisivo Pacto (https://www.atrio.org/2020/10/el-proyecto-de-jesus-madurando-en-el-tiempo-7/). El ayuno no tiene cabida en la fiesta. Solo adquirirá su sentido el día en que el novio sea ejecutado:

“¿Es que pueden ayunar los amigos del novio mientras el novio está con ellos? En tanto tienen al novio con ellos no pueden ayunar. Pero llegará un día en que les arrebaten al novio; entonces, aquel día, ayunarán” (Mc 2,19-20).

          Jesús no implantó en su colectivo un régimen de ayunos a cumplir periódicamente. Ni siquiera les dijo que ayunaran. Únicamente les dio unas pautas para cuando ellos decidieran ayunar: “Cuando ayunéis”. En primer término, como hizo con el tema de la limosna y la oración, les orienta a evitar las prácticas que buscan llamar la atención de la gente para obtener de ese modo notoriedad y supremacía religiosa. Lo hace ridiculizando la teatralidad de quienes usan de tales artimañas:

“no os pongáis cariacontecidos, como los hipócritas, que se afean la cara para ostentar ante la gente que ayunan”.

 

7. Ayuno: un asunto personal

          Abstenerse de la comida es un hecho privado. Se hace por alguna razón. Como el ayuno practicado en los círculos religiosos del tiempo de Jesús no quedaba a la vista de la gente, ellos salían a la calle desaliñados, con el pelo revuelto y poniendo cara de no haber dormido en tres días. Cumplían a rajatabla el precepto establecido del ayuno. Su fidelidad a la norma era incuestionable. Eso sí, lo hacían con el objetivo de adquirir fama de santones y poseer cierta autoridad sobre el pueblo. El Galileo, al que no se le escapaba un detalle, declaró a los suyos que eso es lo que únicamente conseguían: “Ya han recibido su recompensa, os lo aseguro”.

          Jesús se dirige ahora al colectivo de adheridos a su Programa, pero lo hace en singular. Tiene como destinatarios a cada uno de los integrantes de ese grupo. Habla del ayuno como un hecho perteneciente a la libertad individual y no como una norma a seguir por el conjunto de discípulos: “Tú, en cambio, cuando ayunes”. Su indicación se sitúa en las antípodas de los alardes de los faroleros religiosos:

“…perfúmate la cabeza y lávate la cara, para no ostentar tu ayuno ante la gente, sino ante tu Padre que ve lo escondido”.

 

8. Recapitulando: preguntas y respuestas

          Las cuestiones a dilucidar llegado a este punto se pueden resumir en estos interrogantes: ¿Qué momentos reclaman ayunar? ¿Qué objetivo se busca alcanzar con el ayuno? ¿Qué sentido tiene esa práctica?

          Las respuestas a tales preguntas se enmarcan entre dos coordenadas:

8.1. Ayunarán cuando falte el novio de la boda

          La primera está determinada por la respuesta de Jesús a quienes le interpelaron porque no hubiera seguido con sus discípulos las reglas tradicionales de los movimientos religiosos sobre el ayuno:

“Pero llegará un día en que les arrebaten al novio; ENTONCES, AQUÉL DÍA, AYUNARÁN”.

          El colectivo de los adheridos al Nuevo Pacto está representado por el grupo de los íntimos de quien interviene como protagonista, designado bajo la figura del “novio”. La intimidad con alguien se expresa en la mentalidad del AT y NT con una fórmula semítica construida con el término griego υἱός (“hijo”) seguido de genitivo (“hijo de…”). Esta fórmula es indicativa de identificación, coincidencia, afinidad y armonía con la persona de referencia, con su manera de hacer y con sus propósitos; así por ejemplo en el texto de Mt 5, 9: “porque a esos los va a llamar Dios hijos suyos”. En la celebración de una boda, los amigos del novio, son llamados: οἱ υἱοὶ τοῦ νυμφῶνος (lit.: “hijos de la cámara nupcial”), señalando de ese modo su extrema confianza y familiaridad con el novio. Estos amigos íntimos se encargaban de mantener el festejo de la boda en su máximo apogeo. A los comprometidos con el Nuevo Pacto les compete esa labor exclusiva de mantener viva la fiesta de la sociedad alternativa. En esa fiesta no hay lugar para la tristeza. El único día triste será aquél en que los poderosos quiten la vida al novio.

8.2. Un ayuno demostrativo de solidaridad, amor y lealtad

          La segunda coordenada está representada por el contexto donde se incluye el tema ayuno. Se trata de contraponer la fidelidad de los adheridos al Programa de Jesús a la de los fariseos a la Ley: “porque os digo que, si vuestra fidelidad no se sitúa muy por encima de la de los letrados y fariseos, no entráis en el reino de Dios” (Mt 5,20). Los integrantes de la sociedad alternativa o reinado de Dios han de distinguirse por su amor y lealtad. Esta lealtad se explica ahora desde el ejemplo del ayuno como signo de solidaridad y amor leal.

          El alimento y su carencia tienen que ver con la vida. El alimento da la vida. Privarse de él la resta. El ayuno de que se habla aquí está fuera de prácticas rituales y religiosas. Se entiende como respuesta de amor y solidaridad. La privación de alimento supone aminorar la vida como signo de fraternidad y amor con quien ha perdido la suya. La ejecución del amigo de Nazaret suponía momentos de tristeza en los que abstenerse de alimento significaba perder una parte de la vida como expresión del propio dolor por la pérdida del Galileo. Si la vida es fuente de alegría, la muerte conlleva la tristeza y la tristeza quita las ganas de alimentarse. No es que el ayuno se manifiesta con tristeza, como hacían los religiosos hipócritas referidos por Jesús, es que la tristeza se expresa con la desgana. El sentido del ayuno es, por tanto, para los amigos del novio una muestra de amor leal por quien les dio la vida y la alegría. Ese amor leal, íntimo y oculto es el que únicamente puede ser visto por el Padre, que gratifica haciendo accesible su comunicación con él:

“…y tu Padre, que ve lo escondido, te recompensará”.

17 comentarios

  • ana rodrigo

    Cuando se explican bien los textos evangélicos, es decir, cuando se hace una buena exégesis, yo siempre me pregunto, ¿qué ha hecho la Iglesia con el proyecto de Jesús y en su nombre, o en nombre de Dios?

    Me encanta lo que dice Salvador Resulta cuando menos llamativo que siendo el ayuno una acción marcada por su religiosidad, en los evangelios se hable tan poco de privarse de alimento y abunden, sin embargo, relatos dando importancia a la comida.” Pues éste es un ejemplo de cómo, para evitar hablar de dar de comer a quien no tiene, se le dio tanta importancia al ayuno.

    Nunca he entendido tampoco la importancia que la Iglesia ha dado al sufrimiento en sí mismo, (para agradar a Dios, o yo qué sé), cuando el Proyecto de Jesús es dar vida, sentido y alegría a la vida propia y ajena.

    Cuando yo era pequeña, en cuaresma era obligación la abstinencia de comer carne y el ayuno, y para librarte parcialmente de esa obligación había que pagar al cura una bula. Yo nací en 1942, época de postguerra, donde, no sólo había mucha hambre, tampoco había carne, a no ser la de cerdo (del que no podíamos comer ni el caldo) y, para ello había que pagar la bula, que, para determinadas personas o familias, les resultaba imposible, lo que suponía una caricatura, muy real, de la desfiguración del PROYECTO de Jesús, era reírse cruelmente de quien menos tenía, en vez de darle de comer y luchar por la justicia, como hacía Jesús.

    Con la teología había que hacer lo que se puede hacer con un guante, darle la vuelta y empezar por el principio, al igual que el Galileo hacía con las múltiples normas, leyes y obligaciones absurdas, cuando no perversas, de la religión de su tiempo.

    Como la Iglesia no espabile en muchas cosas, siempre lo digo, a la gente joven del siglo XXI, no le interesa este tipo de Iglesia. Excepto la religiosidad popular y las devociones que no siempre van en consonancia con el proyecto del el Galileo.

    Gracias, Salvador

  • carmen

     

    Estos textos de Salvador Santos son un análisis de eso que llaman El  Jesús Humano, para mí no hay otro. Lo he dicho mil veces. Te pueden gustar a no. Su preparación la sabe todo el mundo. Pero si no se comparte lo que escribe, pues genial.

    Creo que en este momento hay  muchas sensibilidades diferentes en torno al hecho religioso, a las religiones, al teísmo, al no teísmo, a la secularización, la postsecularización, a la iglesia conservadora, a la que se autodetermina progresista, incluso entorno a la figura del papa actual.

    Pero estos artículos no van de nada de eso. Nada de la palabra Iglesia, salvo como comunidad y muy pocas veces citada. Y menos de Dios. Así que dejemos a Dios tranquilo, porque estoy segura de que la palabra papito le ha rechinado a muchos lectores de Atrio, a mí desde luego me rechina. Y no precisamente porque lo considere mi Padre.

    Centrémonos en eso que llaman Salvador el proyecto de Jesús. De Jesús. No en la idea que pudo o no pudo tener  acerca de Dios. Es que no va de eso. Para hablar de ideas acerca de Dios en el siglo XXI, hay todo un debate abierto entre teólogos, como se ha podido leer aquí. Algunos de ellos son espectaculares. Y que cada persona piense como desee. En su derecho está.  Y no creo que sea camino el hacer que otras personas con sensibilidades muyyy diferentes se sientan molestas.

    Porque no vale todo. Ni hablar.

     

  • oscar varela

    Ok, Salvador!
    Leo tu respuesta:
    – “quienes se adhirieron al proyecto de Jesús no lo hicieron porque tuvieran más tiempo para sus cosas de la vida, sino porque tenían todo el tiempo para ello.”
     
    y la entiendo como que lleva al colmo mi apuesta en ese
    “tener todo el tiempo para las cosas de sus vidas
    ¡Ok, Ok, Ok!
     
    Pero entonces:
    ¿Se puede seguir hablando de ‘SOCIEDAD ALTERNATIVA
    sin que el significado del uso de esas palabras conduzca a un ‘mal-entendido’?
     
    Porque ‘de hecho’ –práctica e históricamente- el tal ‘PROYECTO
    fue ‘declinando’ en OTRA Y APARTE SOCIEDAD con OTRA SEDE.
     
    Yo insisto en que ese ‘mal entendido’ fundamenta las interpretaciones de
    – anacronismo (fuera del contexto histórico de lugar y tiempo humano-social) y
    – gatopardismo (complicar para que no se den cuenta que se los están fumando)
     
    Y también insisto en que ese ‘mal entendido’ se encuentra auspiciado
    por un ‘camuflamiento’ en lo que sería (¿?) otro ‘mal entendido
    acerca de un -¿simbólico?- Dios-Papito.
    (pero no me adelanto a lo que vendrá)
     
    Gracias!

    • salvador santos

      Centro mi empeño en explicar ese Proyecto de sociedad alternativa llamado con la expresión usada entonces para llamar a la sociedad con la que soñaba un pueblo harto de engaños (‘el reinado de Dios’). ¿Cómo la llamaríamos hoy?
       
      A mi entender, la historia no revela que hubiera declinación del Proyecto, sino una desfiguración y enmascaramiento en toda regla.  
       
      Puedo aceptar que mi explicación de ese Proyecto resulte insuficiente, o incluso deficiente, aunque también cabe dudar si se rechaza por razón de ataduras a ideas afianzadas en otra SEDE.

      • oscar varela

         ¿Cómo la llamaríamos hoy?

        ¿Qué te parece: ‘DEMOCRACIA multipolar‘?

        El MALO andaría por: ‘FASCISMO hegemónico

         

        Claro que, entonces, no sabrían que hacer

        con ese ¿simbólico? Dios-Papito

        ¡Estallaría ATRIO con sus atrieros adentro!

        ¿Sinó?

        • salvador santos

          Apostaría por cualquier denominación que respondiera en la práctica a FRATERNIDAD. La fraternidad es la novedad. Y el futuro.
           
          La fraternidad fue la característica de quienes constituyeron aquellas células sociales. La fraternidad ha de ser, a mi juicio, el objetivo humano; lo más sagrado. Pablo llamaba “santos” a los integrantes de aquellas comunidades. El Proyecto pasa por la generación de células sociales caracterizadas por la fraternidad. Se inicia, pues, con la libertad. Se trata de decidir, no de creer.  Empieza con dos y se va construyendo mediante un amor leal. Sin amor y lealtad, cualquier pareja humana se viene abajo a las primeras de cambio. Sin tales ingredientes la fraternidad resulta inviable. Es lástima que pasen desapercibidos detalles del evangelio como este:
           
          Según Marcos (1,16-20), la primera acción de Jesús una vez anunciado su Proyecto fue invitar a sumarse a su itinerario a DOS PAREJAS DE HERMANOS.
           
          Lo que esa sociedad fraterna habría de hacer saldría de su propia experiencia. Y merecería todo el respeto.  
           

  • oscar varela

    Gracias Salvador por
     
    1- referenciar la ‘deambulación meditativa’ del ‘muchacho’ Jesús
    https://www.atrio.org/2012/02/el-bautista-y-jesus-esos-dos-tipos-tan-raros-i/
    https://www.atrio.org/2012/03/el-bautista-y-jesus-esos-dos-tipos-tan-raros-ii/
    https://www.atrio.org/2012/03/el-bautista-y-jesus-esos-dos-tipos-tan-raros-iii/
    https://www.atrio.org/2012/03/el-bautista-y-jesus-esos-dos-tipos-tan-raros-y-iv/
     
    2- Fíjate si hay algún indicio de lo que señalé (+ o -) diciendo:
     
    – “los que se pasaban al bando de Jesús estaban motivados
    – [no tanto ni solo por ‘convicción religiosa’]
    – sino porque experimentaban en la ‘praxis’
    – tener ‘más tiempo’ para sus ‘cosas de la vida’ y sin ataduras”
     
    Desde esta ‘motivación’ (¡por fin respirar ‘a su aire’!)-
    se justifica la ‘puteada’ como punto de apoyo para el ‘arranque convencido’.

    • salvador santos

      A mi juicio, Oscar, quienes se adhirieron al proyecto de Jesús no lo hicieron porque tuvieran más tiempo para sus cosas de la vida, sino porque tenían todo el tiempo para ello. Aquel hombre de aldea se planteó como objetivo la vida con sus cosas y sin ataduras. Por eso salió de aquel espacio de Galilea constreñido por las ideologías contrarias a esa pretensión suya.
       
      El análisis de los textos que escribieron aquellos primeros colectivos confirma de principio a fin que esa, la vida, fue la razón que motivó a aquellas personas a dar el paso. El Prólogo de Juan lo declaró abiertamente:
       
      “Él (El Proyecto) contenía vida
      y la vida era la luz del ser humano” (v. 4).

  • Juan A. Vinagre

    El tema del ayuno y la penitencia tiene mucha historia en la Iglesia, si pensamos que quienes de verdad los practicaban era más bien el pueblo sencillo -al que no le llegaba el pan de cada día-, no tanto el alto clero religioso, que imponía ayunos y abstinencias  (o dispensaba, según…)           Es cierto que ha habido penitentes “ultras” (no solo antiguos, sino también modernos: Pedro de Alcántara, el Cura de Ars…), por un entendimiento (a mi juicio) más viejotestament.-bautista que evangélico… Los que practican este estilo de penitencia parecen seguir más a Juan Bautista que a Jesús, que comía y bebía… Para Jesús el verdadero ayuno y penitencia es humilde y fuerte poda de egos, a fin de que broten y florezcan el amor y la solidaridad con quien lo necesita.  (Quizá Juan Bta., el penitente J. Bta., a través de sus discípulos pasados al movimiento cristiano -pero con mente bautista- influyó demasiado en la espiritualidad cristiana posterior…  Ver Hechos y Apolo, que dan pistas…)    Sin embargo, Jesús no iba-fue por ahí:  Se centró más bien en la poda de egos -ésta fue su ayuno y penitencia prioritarios-, y en el cultivo de la solidaridad-amor. Solidaridad-amor que borran mejor los fallos morales personales que la penitencia.  Si quieres ser perdonado, perdona, ayuda, no pases de largo, ama. Reducir y ordenar el ego -y transformarlo en más humilde- es la base para poder amar. Este es el ayuno y penitencia preferida de Jesús de Nazaret.  La sumisión del ego es la mejor penitencia, que permite no pasar de largo ante el necesitado.  Creo que pensar así responde a una mejor comprensión del Mensaje del Reino que en edades anteriores…, más expiatorias, por viejotestamentarias.

  • Santiago

    Hay que recordar que Jesús recomendó la oración y el ayuno como un medio para expulsar los demonios recalcitrantes que los Apóstoles no podían realizar por ellos mismos. Jesús les dice: “Este género (de demonios) solo se vence con oración y ayuno” (Mateo 17:21). Esa combinación era la más efectiva para esa clase de exorcismo.

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

    • salvador santos

      Hola Santiago
       
      Aunque no suelo entrar en opiniones, me permito una aclaración:
       
      La cita que incluyes en tu comentario: “Este género (de demonios) solo se vence con oración y ayuno” (Mateo 17:21) no pertenece al texto griego original. Se trata de un añadido posterior de algunos manuscritos. Ni la edición crítica de Aland y Nestle ni la internacional en la que participó con otros cuatro expertos el cardenal Martini la reconocen. Sí recogen este versículo las versiones muy antiguas de la Biblia. La Nácar-Colunga mantiene este versículo 21, pero añadiendo una cuidadosa nota: “Este versículo se halla omitido en muchos códices y versiones y se supone procedente de Mc 9,29. En la Biblia de Jerusalén ya no está incluido.
       
      El añadido se produce recogiendo a Mc 9, 29, aunque Marcos no habla del ayuno.
       
      El relato al que pertenece es el del niño epiléptico (Mc 9,14-29), un relato figurado que habla de la violenta ideología reformista (“demonios”) del pueblo y cómo este se derrumba con estrépito en sus intentos de llevarla a cabo. Los discípulos, imbuidos por estas ideas reformistas violentas, son incapaces de liberar de ellas a la gente. Su opción confirma que no tienen fe. De ahí que Jesús exclame a los suyos: “¡Generación sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con vosotros?” (Mc 9,19). Fe es adhesión al Proyecto. Los discípulos no están por la alternativa, sino por el reformismo. Buscan el poder, no la fraternidad. De manera que están incapacitados para liberar a la gente de esclavitudes. Necesitan, por tanto, desear con toda energía el Proyecto y trabajar con denuedo por él. Algo básico para poder orar. Una vez en casa (lugar de la comunidad) es cuando se habla del asunto:
       
      “Cuando entró en casa sus discípulos le preguntaron aparte:
      –       ¿Por qué no hemos podido echarlo nosotros?
      Él les replicó:
      –       Esta ralea no puede salir con nada. Más que pidiéndolo” (Mc 9,28-29).
       
      Aprovecho para mandarte un abrazo 

      • Santiago

        Gracias Salvador por tu interesante comentario a mi opinión. De acuerdo contigo en que debemos ser fieles a Jesús que recomendaba no ser hipócritas. Y es en este sentido que -en mi opinión- debemos juzgar las prácticas comunes de la Iglesia como es el ayuno. Creo que forma parte de la oración y esta oración se ve reforzada por el sacrificio de privarnos temporalmente del placer de la comida. Es en este sentido que  yo no le encuentro objeción pues cada cual puede dirigirse a Dios como desee excepto si se trata de una injuria o algo aberrante o contradictorio.. es por eso que la Iglesia de Antioquía de Saulo y Bernabé consideraba al ayuno parte de la oración: “Entonces después de haber ayunado y orado, y habiéndoles impuesto las manos, los despidieron” (Hechos 13:1-3)

        Por eso creo que es “el espíritu conque ayunamos lo que importa” y no el acto de ayunar en sí. Y así Isaías nos dice como es que Yavé quiere que ayunemos: 

        “¿Sabéis que ayuno quiero Yo” dice el Señor Yavé”: Romper las ataduras de la iniquidad, deshacer los lazos opresores, dejar libres a los oprimidos, y quebrantar todo yugo; partir tu pan con el hambriento, albergar al pobre sin abrigo, vestir al desnudo y no volver tu rostro ante tu hermano…Entonces llamarás y Yavé te oirá, le invocarás y El dirá: Heme aquí (Isaías 58: 6-9) 

        Como se ve Jesús no va muy descaminado en relación a la voluntad de Yavé que es Misericordia infinita. La oración y el ayuno serían medios para imitar el amor de Dios.

        Aprovecho yo también para enviarte un cordial saludo y un fuerte abrazo

        Santiago Hernández

  • Santiago

    Es muy importante para los cristianos esta frase de Jesús que transcribe Mateo con exactitud: “Y tu Padre que ve lo escondido, te recompensará” 

    Y es porque Dios “mira el corazón” de cada uno de nosotros y El requiere la sinceridad de nuestras intenciones y que éstas sean efectivas pues de nada nos sirve gritar Señor, Señor si no hacemos Su voluntad y no practicamos sus mandamientos. Es el que ama a Dios y el que cumple los mandatos del Amor de Dios impresos en nosotros desde el nacimiento y proclamados en el Sinaí.

    Es por eso que Jesús no vino a destruir la Ley del Amor divino, sino darle su verdadero sentido, profundizando en la cualidad del amor que se encuentra escondido en el espíritu humano. Es allí hasta donde penetra la Misericordia del Señor.

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

  • oscar varela

    Hola!
     
    Los exégetas tienen la virtud de presentarnos el Evangelio
    casi-casi como un ‘relojito suizo’ que compuso el evangelista,
    por eso en sus Introducciones se atreven a esquematizarlo
    de tal manera que lo sub-titulan : ‘PLAN del Evangelio’.
    ¡No está mal!
     
    Pero no nos cuentan el DESPELOTE del Muchacho, previo a ese Plan
    -o muy poco-,
    a pesar de que el tipo ya venía deambulando con unos cuantos años encima
     
    Y nosotros corremos el riesgo de creer que estamos bien aparcados en su SOLUCIÓN
    sin haber experimentado los DESPELOTES PREVIOS a la Solución,
    que es cuando con ellos germina la novedosa semilla que ha de ser cada uno.
     
    Y el caso, pareciera ser algo que suele pasar en la Historia de los pueblos,
    que es cuando dicen:
    – ¡BASTA! ¡ESTAMOS HARTOS! ¡VÁYANSE TODOS AL CARAJO!
    – ¡YO ME VOY A …!
    – ¿A DÓNDE?
     
    Llegados ahí, no hay más remedio que:
    – o crear un PLAN, un PROGRAMA
    – o quedarte ‘puteando’ infructuosamente.
     
    Según los evangelistas: Jesús lo hizo
     
    Pienso que estas tres ‘Clandestinidades’ de Mateo, expresan, como ninguna,
    la bronca y el desprecio por la vida ‘atornillada’ a una sometida banalidad.
     
    Pienso, entonces, que se hace imprescindible un ELOGIO DE LA PUTEADA,
    y que, posiblemente, no tanto por divinidad alguna se fueron pasando
    -los que se pasaban al bando de Jesús- sino porque
    experimentaban tener ‘más tiempo’ para sus cosas de la vida y sin ataduras;
    después les habrán ido agregando ‘teologías’ …
    … como y hasta ahora.
     
    En fin: Tal vez a los ‘Santos’ que hoy santifican, si en esa Liturgia se asomaran del ataúd,
    y vieran los pollerudos cortejos, ¡putearían de lo lindo!
    ¿Habrá que desconfiar de los Santos que no putean?
    ————————-

    Nota para, tal vez, Salvador: ¿Se pueden desentrañar y enlistar los ‘IMPROPERIOS’ previos al ‘Magisterio’ del Galileo?

    • salvador santos

      Hola Oscar
       
      Me parece que se puede hallar una respuesta a lo que planteas en un artículo publicado en ATRIO hace diez años bajo el título ‘El Bautista y Jesús, esos dos tipos tan raros’. Dicho artículo se dividió en cuatro partes para facilitar su lectura. El contenido del artículo presenta los sucesos ocurridos antes de que el Galileo saliera al escenario público y presentara su Proyecto. Desde ahí se empieza a entender una buena parte de los evangelios. 

  • M. Luisa

    Parece como que se concluya que no se ayuna para ser, sino que se ayuna desde la libertad de la realidad en que ya se es. Esto último sería lo que pudiera estar escondido del Proyecto, el cual sin programa alguno va madurando en el tiempo por quienes realizándolo lo actualizan y lo hacen evidente transparentando su in- obviedad…   
    De momento solo esta reflexión  

  • Gonzalo Haya

    Destaco especialmente esta observación, que me parece de mucha actualidad: “El Galileo les aclarará que los moldes tradicionales resultan inapropiados e inválidos como receptáculos del Nuevo Pacto”.  En cuanto a que los discípulos ayunen cuando les arrebaten al novio, no parece dicha por Jesús sino por las primeras comunidades, que estaban padeciendo persecuciones.