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DADA CUENTA del domingo 23/10/2022

UNO.- No tenemos los europeos la exclusiva de la guerra. Aunque estemos ciegos para ver otras. Etiopía es la guerra de África, con decenas de miles de muertos en los últimos meses, por nadie denunciados sus hacedores de vidas perdidas a manos de unos y otros, mientras los rebeldes tigrís luchan contra una coalición de ejércitos y milicias en medio de un olvido consciente y total de los medios. Los pocos misioneros y la diócesis denuncian sistemáticamente que no hay informes sobre el conflicto después de que el gobierno etíope cortara las líneas telefónicas e Internet en la región de Tigray y bloqueara el acceso a los medios de comunicación para ocultar la magnitud de los combates.

Las comunicaciones solo pueden efectuar a través de teléfonos vía satélite. La violencia, tras dos años de lucha, ha escalado tales cotas de crueldad y extensión del conflicto en la región norte del país que los expertos militares y los analistas de los institutos especializados lo catalogan como la “guerra más mortal del mundo”. “Esta es la nueva Gran Guerra de África”, opina Cameron Hudson, ex jefe de asuntos africanos para el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. “Después de los acontecimientos del Congo hace 25 años, donde seis países africanos involucraron tropas en un combate que finalmente mató a más de cinco millones de personas, Etiopía se está convirtiendo rápidamente en la próxima guerra mundial de África”.

Hace unos meses en esta columna semanal llamé la atención sobre la sangrienta guerra civil que estalló en el norte de la segunda nación más poblada de África a finales de 2020, cuando el primer ministro Abiy Ahmed atacó a un gobierno local disidente en la región de Tigray sintetizando informaciones de la Agencia Fides, de algunos documentos de Naciones Unidas y de información que publicó Mundo Negro. Las fuerzas gubernamentales, las milicias de otras etnias y tropas regulares de Eritrea se unieron para luchar contra los rebeldes que parecían haber sido aniquilados. A mediados de 2021, las fuerzas del Tigray recuperaron gran parte de la región con una contraofensiva inesperada. Las fuerzas regulares eritreas se retiraron el año pasado y las milicias tigrinas se dirigieron hacia la capital etíope. Se llegó a temer que Addis Abeba podía caer. Los drones de bombardeo de Turquía y los Emiratos Árabes Unidos rechazaron a los rebeldes. Según fuentes militares, un alto el fuego de meses ofreció una tregua a los millones de personas en graves dificultades y el conflicto cayó de la agenda global. Pero ahora la guerra a gran escala está destrozando de nuevo la región. Los expertos afirman que el conflicto masivo involucra a muchos actores de toda la región en una situación explosiva que podría incendiar el Cuerno de África. “Se confirma la presencia de fuerzas que, voluntariamente o no, están luchando en este conflicto desde los estados vecinos: Eritrea, Somalia y Sudán y ahora señales crecientes de que incluso fuerzas de Chad, Níger y Libia podrían desempeñar un papel” opinan los observadores de ONU. Y la UA (Unión Africana) y su presidente Moussa Faki Mahamat ha hecho un llamamiento estos últimos días para detener el fuego. “Las hostilidades en Tigre deben cesar ahora, ha pedido Antonio Guterres secretario general de la ONU en Nueva York, pues la situación en Etiopía se vuelve incontrolable. La violencia y la destrucción alcance niveles alarmantes, insisto en el precio terrible pagado por los civiles y la pesadilla que está viviendo la población etíope”. El canónigo Wodka, uno de los personajes que John Branville crea en su novelada vida de Copérnico, cuando éste siendo un adolescente le pregunta en qué cree, contesta: Yo creo que el mundo está aquí, que existe y que es inexplicable.

 

DOS.- ¿Todo es explicable? Lola. 12 años, asfixiada y muerta el viernes 14 de octubre, al volver a casa del liceo parisino donde estudiaba. Azotada, apuñalada, con inscripciones estriadas en su cuerpo. Fue encontrada cerca del parque de Buttes-Chaumont. Rubia, con grandes gafas graduadas de miope, amable, apasionada por la gimnasia y practicando en un club de Pantin, había sido seleccionada para el campeonato de Francia de su categoría. El resultado de la autopsia: fallo cardiorrespiratorio con manifestación asfixial y signos de compresión cervical y múltiples lesiones, pero no lesiones traumáticas de la esfera sexual. En la planta de sus pies había pintados en rojo un cero en uno y un uno en otro. He dudado en escribir la descripción que antecede, pero considero muy conveniente hacerlo ya que no es lo mismo leer lo que ocurrió y mirar el horror, que hablar de una niña encontrada muerta al regresar del colegio. Lola no era una estadística policial de protección de menores. Simone de Beauvoir, al regresar a Paris tras unos años como profesora en un liceo de provincias, estudiaba y escribía en cafés de la orilla izquierda, donde contemplaba y sentía alrededor de su mesa, a las más variadas gentes. Sentada en uno de ellos, escribió: ”Me sorprendía, me impresionaba la presencia de personas que estaban tan cerca y, a la vez, tan lejos de mí e intentaban abrirse paso a tientas por la vida”. En Atrio, donde existe una vigorosa cupiditas speculandi creo que no debemos dejar de leer una vez al menos la autopsia de una niña de 12 años violentamente muerta.

 

TRES.- El 17 de octubre, 92 inmigrantes de Siria, Afganistán y otros países han sido encontrados desnudos en la frontera entre Turquía y Grecia, dos países OTAN, uno de ellos UE  y el otro recibiendo miles de millones de euros para atender en sus territorios albos migrantes que los ex cristianos de Europa no quiere ni ver, ni vestidos ni desnudos. Ya lo dijo Nietzsche: “Dios ha muerto. No. Anda desnudo entre Turquía y Grecia”. En mi columna del pasado domingo narré el enfrentamiento entre Grecia y Turquía. Uno de los efectos ha sido el que publicaba escuetamente la prensa.

Los ricos siempre ganan. Musk, milmillonario y simpático siempre que esté en foto, tuiteó el pasado viernes que su empresa de satélites Starlink no podría sufragar “indefinidamente” los servicios de internet que presta gratuitamente al ejército y el Gobierno de Ucrania desde dos días después de la invasión rusa, una tecnología vital en su batalla para recuperar el territorio y no quedarse sin conexión cada vez que el Kremlin ataca sus infraestructuras. Josep Borrell, estudia proponer a los embajadores de los miembros de la UE asumir ese gasto para “apoyar los sistemas de comunicación crítica de Ucrania”. Sus servicios han empezado a examinar el asunto para estar preparados «en caso de que se planteara la necesidad». El dinero podría salir del Fondo Europeo para la Paz, el mecanismo creado para financiar el envío de armas a Kyiv. Ahora ha anunciado que tan pronto sea firme la compra que pretende a Twiter va a despedir a 5.500 empleados.

Mientras presentadores de noticieros y radiofonistas junto a editoriales y columnistas de la España alelada desentrañan el minuto de retraso del presidente del gobierno central para recibir in situ al rey en el desfile de día del Pilar, de la Hispanidad, de la Raza, de la Fiesta Nacional, de las Fuerzas Armadas, 8.000 seminaristas mayores de la Iglesia ortodoxa rusa han sido exonerados de presentarse al reclutamiento obligatorio para ira al frente ucranio por el piadoso exagente del KGB Putin que, según Biden, es racional. Basta ver los muertos por misiles caídos sobre ciudades masacradas. Al tiempo 9.000 reclutas de la movilización de este mes pasado han sido enviados a reemplazar en la línea de frente de guerra los soldados cansados. Los 9.000 son laicos, que quede claro. Leo a Antonio Muñoz Molina que reproduce un texto de Antony Beevor en su obra “Rusia. Revolución y guerra civil. 1917 – 1921”. Escribe:” Entre 6 y 10 millones de seres humanos, calcula Beevor, que murieron de muerte violenta en esos cuatro años, dejando aparte los muertos innumerables por el hambre y las epidemias que se abatieron sobre el antiguo imperio ruso como un apocalipsis de peste medieval “. La inconsistencia ignorante de muchos ciudadanos europeos y rusos silencian los hechos de la historia común. Victoria Belim, escritora ucraniana, advierte sobre “las tendencias del país a ocultar asuntos para no avergonzarse de ciertas cosas del pasado”. “Un pasado, el de la época soviética que aún está sin procesar sin digerir. Historias de desaparecidos, de represaliados y de otras represalias, de asesinados”.

CODA.- Suelo coincidir con las percepciones y afirmaciones de Antonio Zugasti, no se si por sintonía cuántica o por los milagros de los martes de san Antonio, y al leer su última columna aquí y los comentarios a ella cito, como es debido, a Albert Einstein, en una conferencia de 1923 sobre Herbert Spencer que tomo de “Einstein, el hombre y su obra”, Madrid, McGraw Hill, 1992, “Sostengo que es verdad que el pensamiento puro puede comprender la realidad, tal como la soñaban los antiguos”. Alberto Revuelta

 

 

10 comentarios

  • Javiierpelaez

    Alberto muchas gracias porque nos informas de cosas que no conocemos,bien porque estamos a otras o porque no le dedicamos tiempo…Siempre te leo porque salgo muy instruido del desastre de mundo en que vivimos…Nos informas de lo que es “invisible” para los medios…Y lo “invisible” es lo propio de los cristianos…

    • Alberto Revuelta Lucerga

      Javier, buenas noches. El otro día en sala un compañero le dijo a SS que haría lo visible y lo invisible por llevar a su testigo a presencia judicial. El juez le recomendó que hiciera sólo lo visible, pues era más seguro ahora que se graba todo. Un abrazo

       

  • oscar varela

    Hola!
    DOY CUENTA, en este domingo 23 de octubre de 2022 a las 11:20 hs de Argentina

    acabo de leer -mientras en la Compu sigue lo del “Tocayo”-, esto que comparto:
    “Por suerte la vida eterna no existe.

    Seria directamente insoportable”

    • Alberto Revuelta Lucerga

      Desde luego en nuestras condiciones tienes toda la razón, querido. Entre cánceres, deterioros cognitivos, reumas varios y bastón para caminar los días de lluvia, la eternidad de vida en deterioro sería una sala de urgencias permanente por mucha música celestial que conectaran los del tríala de turno arcangelico. Confío en mi experiencia – como bien señalas en otro hilo – para no dudar de que el Eterno tenga pensada una solución mejor. Un abrazo, colega.

       

  • M. Luisa

    Agradezco también la contribución semanal de Alberto en Atrio, así lo he manifestado siempre y lo reafirmo ahora, además del aprecio que siento por él.

     

    Sin embargo, en referencia a esta frase, “En Atrio, donde existe una vigorosa cupiditas speculandi creo que no debemos dejar de leer una vez al menos la autopsia de una niña de 12 años violentamente muerta”.

     

    A menos de que por mi parte la malinterpretara, me pregunto qué se ganaría con leer la autopsia de esta niña o de cualquier asunto trágico inserto en este mundo si no estuvieran, así mismo, dichas lecturas, acompañadas por ese impulso en el que nos impele ir a conocer sus verdaderas causas. La ocupación de lo segundo puede pasar tan desapercibidamente que al final una, no sin tristeza,  pueda llegar a pensar que lo de Atrio, en efecto, no es más que una cuestión de buenos y malos.

    • Alberto Revuelta Lucerga

      No, por supuesto que no. Speculandi nos es necesario para respirar y vivir, en Atrio y fuera de él. Ocurre, creo, que quienes por obligación profesional hemos de ver y leer autopsias con cierta frecuencia, captamos que su peso existencial desmoñad la especulación. Y le deja a uno, a mi al menos, con pase de pernocta como en la mili de nuestra juventud. Gracias por la atención.

      • M. Luisa

        Gracias, Alberto por aclarármelo, menos mal que viniendo de ti ya me dejé margen para el error! Y sí, comprendo la crudeza con la que a veces has de enfrentarte. Gracias de nuevo
        Un abrazo!

  • Juan A. Vinagre

    También yo digo: Gracias, Alberto. Eso de que apenas ni mencionemos la terrible guerra de Etiopía-Eritrea dice mucho de nuestros sesgos, de nuestra sensibilidad humana y de nuestras limitaciones éticas. ¿Miramos demasiado a nuestro alrededor…, donde está nuestro ego?  ¿Necesitamos aprender a mirar -y recordar-más y mejor…?

  • Gonzalo Haya

    Suscribo plenamente, y agradezco, esta contribución semanal de Alberto: “En Atrio, donde existe una vigorosa cupiditas speculandi creo que no debemos dejar de leer una vez al menos la autopsia de una niña de 12 años violentamente muerta”.