INTRODUCCIÓN A LA SEGUNDA PARTE
1. Breve síntesis de la primera parte
(Todas entradas de esta primera parte se abren en este enlace: https://www.atrio.org/category/el-programa-de-jesus/)
1.1. Mateo: Escenario y argumento
En opinión de Mateo, Jesús planteó su Programa a raíz de poner su atención en enormes multitudes (“Al ver Jesús las multitudes”). Las gentes de todas partes (“…de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania”) buscaba, como ahora y en todo tiempo, soluciones a sus desgracias y sus graves carencias. Marcos había señalado unas decenas de años antes que el Galileo se conmovió al ver a la multitud desorientada y perdida, tratando de hallar el rumbo acertado: “Al desembarcar vio una gran multitud; se conmovió, porque estaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas” (Mc 6,34).
La gente anda ansiosa tras un líder capaz de dar completa satisfacción a sus anhelos. Sus endémicos problemas, una existencia en los bordes de la desesperación y unos deseos de ser felices, nunca colmados, movieron al Galileo a tomar la determinación de subir a la cumbre del monte (“subió al monte”). Su subida tuvo que ver directamente con la realidad de una humanidad en el absoluto desamparo. No ascendió hasta la cima para dejar en la resignación a los abandonados, prometiéndoles una vida después de la muerte, sino para animarlos con soluciones definitivas y que disfrutaran AHORA de una vida que nunca habían siquiera imaginado.
Una vez arriba, tomó posesión del espacio reservado a Dios en su relación con el ser humano (“se sentó”). Un grupo de mujeres y hombres subieron con él (“se le acercaron sus discípulos”). Ellos serán los principales destinatarios de su Programa. A ese colectivo encomendará la misión de dar respuesta al problema de la gente. Y empezó la exposición y explicación de su Proyecto, un Programa de amplio horizonte.
Desde lo más alto del monte, Jesús no establecerá nuevas leyes. Lo suyo no será una arenga a las masas ni un sermón moralizante, sino una ENSEÑANZA (“se puso a enseñarles así”). Como con cualquier otra enseñanza, con la suya no exigirá obediencia, sino reflexión. Él no impondrá dogmas ni requerirá sumisión. Abrirá, eso sí, cauce a la libertad para reclamar decisión y lealtad.
1.2. Exposición pedagógica del Programa
Su enseñanza propone la salida definitiva de la esclavitud constituyendo un primer germen de sociedad que deseche, por tanto, el sometimiento al dios metálico. La alternativa pasa por la renuncia a la ambición de riqueza (“los que eligen ser pobres”) y la aceptación de la única Soberanía capaz de hacer felices (“Dichosos… …porque esos tienen a Dios por rey”). El resultado habrá supuesto: dejar atrás el sufrimiento (“…van a recibir el consuelo”), librarse del sometimiento (“…van a heredar la tierra”) y ver colmadas su hambre y la sed de justicia (“…van a ser saciados”). En tal situación de libertad, esa sociedad podrá prestar ayuda (“…los que prestan ayuda”), actuar con plena sinceridad (“…los limpios de corazón”) y trabajar por poner las cosas en su sitio (“…los que trabajan por la paz”). Esa sociedad alternativa, la que acepta la Soberanía que libera: el reino de Dios, no será, sin embargo, bien vista por el orden injusto. Intentarán desmantelarla con todos los medios a su alcance. pero la felicidad no se pierde cuando se defiende. El arma defensiva de la comunidad será la LEALTAD a esa opción inicial e indispensable de renunciar al dios dinero y aceptar la Soberanía que hace libres.
1.3. Premisa fundamental: La LEALTAD al Programa
La lealtad a ese modo de vivir de la comunidad del Nuevo Pacto la hará insobornable (“…sal de la tierra”) y atrayente (“…luz del mundo”). Y con su realidad demostrará haber dado cumplimiento a todas las promesas. Ahora bien, la lealtad al Nuevo Pacto (la Nueva Alianza) habrá de ser total. Ha de superar al modelo de fidelidad representado por los teólogos, los teóricos de la Ley (los letrados), y los fanáticos de la religiosidad (los fariseos).
Cuadro 1 – Primera parte
Art. | Grupo | ASUNTO | Mateo | 2022 | ||
0 | 0 | Notas sobre el ‘Sermón de la montaña’ | 01/3 | |||
1 | I | Un programa de altura | 4,25–5,12 | 08/3 | ||
2 | II | Una sociedad de felices | 4,25–5,1-3 | 15/3 | ||
3 | III | Fin del sufrimiento, la sumisión y la injusticia | 4,25–5,4-6 | 22/3 | ||
4 | IV | Una alternativa que colma de dicha | 5,7-9 | 29/3 | ||
5 | V | Felices pese a sufrir hostilidad | 5,10-12 | 05/4 | ||
6 | VI | Una irreemplazable razón de ser | 5,13-16 | 12/4 | ||
7 | VII | Los anhelos colmados | 5,17-20 | 19/4 | ||
8 |
VIII |
La lealtad frente a la ley
|
A- Fraternidad frente a hostilidad y discordia | 5,21-26 | 26/4 | |
9 | B- Igualdad frente a la discriminación y el dominio | 5,27-30 | 03/5 | |||
10 | C- Veracidad frente al engaño | 5,33-37 | 10/5 | |||
11 | D- Inteligencia y lealtad al Proyecto frente a la violencia | 1ª | 5,38-42 | 17/5 | ||
12 | 2ª | 5,39-42 | 24/5 | |||
13 | E- La praxis del amor frente a toda ley y frontera | 5, 43-48 | 31/5 |
2. Breve esbozo de la segunda parte
Los artículos precedentes, correspondientes a la primera parte, terminaron con la explicación detallada de Jesús respecto a cómo superar la fidelidad de los letrados.
2.1. Superación de la fidelidad religiosa de los fariseos
Frente a las prácticas religiosas habituales de los devotos fariseos: limosna, oración y ayuno, Jesús propondrá una religiosidad clandestina.
2.2. La oración de la comunidad: El Padre nuestro
Jesús enseñará a los suyos una oración, el Padre nuestro, con la que expresar las peticiones que responden a su realidad y su misión, coincidentes con sus más hondos deseos y con el esfuerzo leal por conseguirlas.
2.3. La opción por el Padre, desechando la invitación del dios metálico
Una vez formulada, Jesús volverá a recordar a los adheridos a su Proyecto la necesidad de haber optado por el reinado de Dios, desechando la invitación del dios metálico (“No podéis servir a Dios y al dinero”).
2.4. La vida se gana con la fraternidad
El canje de vida por dinero resulta ruinoso. La obsesión por ganarse la vida consiguiendo dinero es un disparate. La vida se obtiene mediante la fraternidad. Jesús señalará la fraternidad como la auténtica ruta que conduce a la plenitud humana.
2.5. La puerta acertada está a la mano
La comunidad habrá de conducirse por ese itinerario, sorteando engaños de defraudadores y comediantes.
2.6. Un Programa para realizarlo
Será la praxis comprometida con el Programa de Jesús la que determine la solidez y el aguante de la existencia construida por cada persona que asegure estar adherida al Proyecto.
Cuadro 2 – Segunda parte
artículo | Grupo | ASUNTO | Mateo | 2022 | |
14 | – | Introducción a la segunda parte | – | 20/9 | |
15 |
IX |
Una religiosidad clandestina |
A) la limosna | 6, 1-4 | |
16 | B) la oración | 6, 5-8 | |||
17 | C) el ayuno | 6, 16-18 | |||
18 | X | El PADRE NUESTRO
Peticiones para |
la humanidad | 6, 9-10 | |
19 | la comunidad | 6, 11-13 | |||
20 | XI | Un requisito ineludible | 6, 19-24 | ||
21 | XII | Primero el reino; lo demás viene rodado | 6, 25-34 | ||
22 | XIII | Lo más sagrado: la fraternidad | 7, 1-6 | ||
23 | XIV | Una fraternidad avalada y con iniciativa | 7, 7-12 | ||
24 | XV | Hacia la vida, sorteando engaños | 7, 13-23 | ||
25 | XVI | Triunfo o fracaso existencial | 7, 24-8, 1 |
Profundizar la vida de Jesús y sus seguidores desde el evangelio es un reto y un arte. Reto porque se asume como un compromiso de profundizar para enriquecer y fortalecer nuestro compromiso con la sociedad actual y la madre tierra, arte porque hay que saber interpretar las escrituras saneandola de ritos, cultos y visiones ajenas a la vida, como divorciandolas de la encarnación hecha por Dios en Jesús a la humanidad concreta.
Carlos Alejos.
Yo también agradezco tu regreso a Atrio, pero hoy no voy a leerte porque no estoy en condiciones…te leeré…cuando este mejor y voy hacerlo como siempre: Tranquila, en paz, serena, con voz queda, y como siempre y nos advierte Oscar, para descubrir que caminoe tomaremos cada cual a nuestras circunstancias y nuestra manera de ser y actuar.
Gracias Salvador por estar siempre atento a cuanto nos sucede y ponernos delante que hay un camino que tomar para ir descubriendo que ¡sí! podemos hacerlo y encontrar una nueva manera de vivir y ¡Ser!
Un abrazo entrañable y siempre agradecido.
Hola!
1- Luego de 3 meses de canícula, Atrio se apresta a recibir la novedosa y re-novadora frescura exegética de Salvador.
2- Esta primera entrega aparenta tener la aridez de un mero encuadre; como para que los invitados vayamos eligiendo las muelles butacas, y, desde ellas, asistir al espectáculo prometedor de lo que anhelábamos y, en gran medida, presumíamos, había sido Jesús (“el Galileo” al decir de Santos) ¿Será así?
3- Pienso que sí, que es así; pero no solo, sino que –por el contrario- esconde un peligro mayúsculo, que voy a plantear acá, al inicio nomás, de los 11 Capítulos subsiguientes.
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4- Leyendo con atención el inicio, e.d., su ítem 1.1. Mateo: Escenario y Argumento debemos hacernos cargo que Salvador –tomándonos de los pelos, nos va a trasladar 20 siglos atrás, a la falda de un monte, casi seguro que sin butacas.
¿No es esta una advertencia mayúscula, que no puede ni debe pasar des-apercibida?
El mismo Salvador nos lo advierte:
“Las gentes de todas partes … buscaba, como ahora y en todo tiempo, soluciones a sus desgracias y sus graves carencias”.
¡Y aquí está! Esta frase, que parece tan diáfana y de Perogrullo nos encarcela en su marco: la Palestina de Mateo, de hace 2000 años, con sus problemas (judíos) –“desgracias y carencias”-, a los que el evangelista aporta sus “soluciones”.
Me da vergüenza volver a señalar –como tantas veces lo hice-, que, aunque se use una misma palabra, nunca significan lo mismo (‘si dos dicen lo mismo, no es lo mismo’). Los ‘problemas’ de hace 2000 años de ninguna manera pueden ser los de estos años nuestros. Lo dejo ahí.
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5- Pienso que hace bien Salvador lo que hace; ceñirse a los textos y mundo de Mateo; pero agrego acá la advertencia hecha y que resumo en la siguiente frase:
La solución de Jesús no puede ser solución para nosotros, sino algo muchísimo más preciado: su legada herencia que nos invita a que solucionemos nuestros problemas como él solucionó los suyos.
Gracias, Salvador, te leeré, aunque, como vengo haciendo, creo que no me atreveré a comentar tus sabios estudios sobre el evangelio y sobre Jesús. Un abrazo agradecido y cordial.
¡Cómo te agradezco la vuelta, Salvador! Seguimos.