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El programa de Jesús (11)

D. Inteligencia y lealtad al Proyecto frente a la violencia (I)

1. El fraude: manantial de la violencia

        El engaño de los poderosos está plantado con raíces profundas y se alza como enseña de la verdad. Con él ejercen una inacabable agresividad contra personas y pueblos, en la mayoría de los casos, de consecuencias irreparables. Han logrado, además, infiltrar el contagioso virus del engaño por todos los rincones de la sociedad hasta el punto de hacerse uno más de la familia humana. Entre personas, la falsedad hace añicos las relaciones hiriendo el diálogo e impidiendo la cercanía. La mentira aborta aspiraciones de libertad y desprecia la justicia. El gran e instalado fraude es cosa del Malo, el Embaucador Global, del que brota el inagotable manantial de la violencia.

        El cuarto ejemplo de la enseñanza de Jesús propone el modo de actuar de los adheridos a su Programa ante la violencia como mejor procedimiento cara a conseguir ir bajándole los humos:

“38 Os han enseñado que se mandó; <<Ojo por ojo, diente por diente>>.

39 Pues os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
40 al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, déjale también la capa;
41 a quien te fuerza a caminar una milla, acompáñalo dos;
42 al que te pide dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda”
(Mt 5,38-42).

2. Sigue el esquema de contrapuestos

        El esquema contraponiendo el Programa Alternativo a la Ley se mantiene como en los ejemplos anteriores. La novedosa enseñanza de Jesús se opone a la recibida por los discípulos y el pueblo en general: “Os han enseñado que se mandó”, “pues yo os digo”. No hay complementariedad entre ambas enseñanzas. Nada tiene que ver una con la otra. La propuesta por el Galileo refuta de plano la tradicional por la que se rigieron los antiguos, atribuida al mismo Moisés como locutor de Dios.

3. La atrasada y cruel Ley del Talión

        En este caso, la referida es una ley de carácter penal. Se trata de la conocida Ley del Talión. Mateo la cita de modo parcial: “Ojo por ojo, diente por diente” (Ὀφθαλμὸν ἀντὶ ὁφθλμοῦ καὶ ὁδόντα ἀντὶ ὀδόντος). En el texto del libro del Éxodo, de donde ha sido recogida, tiene mayor amplitud. Se extiende a cualquier incidente con daño físico:

“Pero cuando haya lesiones, las pagarás: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal” (Ex 21,24-25).

        Este duro precepto se hallaba bien arraigado en la historia del pueblo judío. Quedó registrado también en un formato más breve en Lev 24,20 y Dt 19,21. El escueto texto del evangelio coincide a la letra con las tres reseñas del AT según la versión de los LXX.

        El documento principal, aportado por el libro del Éxodo, incluye esta ley dentro de un conjunto de leyes precedido por el Decálogo y conocido bajo la denominación: Código de la Alianza; una legislación que, según sus redactores, había sido ordenada directamente por Dios a Moisés:

“El Señor habló a Moisés: …Decretos que les promulgarás” (Ex 21,22.26b),

aceptada por el pueblo y sellada solemnemente por Moisés mediante un rito, el de la Antigua Alianza:

“Tomó del documento del pacto y se lo leyó en voz alta al pueblo, el cual respondió:

      • Haremos todo lo que manda el Señor y obedeceremos.

Moisés tomó el resto de la sangre y roció con ella al pueblo, diciendo:

      • Esta es la sangre de la Alianza que el Señor hace con vosotros a tenor de estas cláusulas” (Ex 24, 7-8).

        Desde nuestra cultura y desde el razonamiento más básico resulta inadmisible entender a Dios como legislador ordenando disposiciones varias, algunas de las cuales, como en este caso, despuntan por su crueldad. La histórica obsesión por mantener la creencia en una revelación divina y entender el conjunto bíblico como palabra de Dios ha buscado maneras de justificar estos y otros muchos textos brutales. Se afirma, por ejemplo, que son preceptos para unas circunstancias históricas muy alejadas, establecidos con el fin de salvaguardar la estabilidad y proteger una convivencia sin conflictos. Y es cierto que esta ley penal representaba un avance respecto a la venganza indiscriminada llevada a cabo por una víctima o sus familiares; acciones que a veces multiplicaban el daño recibido. De ello encontramos una prueba en el canto de Lamec:

“Por un cardenal maté a un hombre,
a un joven por una cicatriz.

Si la venganza de Caín valía por siete,
la de Lamec valdrá por setenta y siete”
(Gén 4, 23b-24).

        Aunque la ley del talión significaba un progreso, se promulgó con un retraso de aproximadamente siete siglos respecto al código de Hammurabi que, además de establecer preceptos penando al causante de un mal con otro similar al originado por él, introducía otras disposiciones que permitían reparar algunos daños mediante el pago de indemnizaciones. Y esa fórmula avanzada, la de resarcir el mal causado con indemnización y multa, se aplicaba ya en el código de Lipit-Ishtar, más de dos siglos anterior al código de Hammurabi. Así pues, la ley del “ojo por ojo y diente por diente” atribuida a Yahvé e incluida en los volúmenes tenidos por palabra de Dios, a pesar de haber sido establecida para evitar el desmadre de acciones vengativas incontroladas, no dejaba de ser una atrocidad salida de manos de los atrasados legisladores de aquel tiempo. Ante un pueblo dispuesto a la credulidad, estos justificaban la brutalidad desde el seguimiento fiel a un Dios distinguido por su violencia desmedida:

“Tan verdad como que vivo eternamente, cuando afile el relámpago de mi espada y tome en mi mano la justicia, haré venganza del enemigo y daré su paga al adversario; embriagaré mis flechas en sangre, mi espada devorará la carne; sangre de muertos y cautivos, cabezas de jefes enemigos” (Dt 32, 40-42)

4. La reacción de Jesús: armonía, no-violencia

        Jesús puso a esta ley como ejemplo de una sociedad enferma, cuyas relaciones humanas se regulaban mediante leyes amenazantes. Presentó la muestra de una anticuada enseñanza marcada por la imposición de un código legal tenido por sagrado. Para él, en cambio, las auténticas relaciones humanas no necesitan reglamentarse por disposiciones divinas, se construyen mediante la libertad de quienes han optado por una sociedad alternativa donde la violencia ha sido erradicada y sobresale la armonía y la lealtad.

        La sociedad enferma, manejada por el capital y los poderosos que lo acaparan, no tolerará la realidad del reinado de Dios, una humilde utopía en movimiento que deja en evidencia sus engaños. Esta estará expuesta a recibir sus más violentas acometidas:

“Desde que apareció Juan hasta ahora, se usa la violencia contra el reinado de Dios y gente violenta quiere quitarlo de en medio” (Mt 11,12).

        Jesús presentará a los suyos una enseñanza opuesta diametralmente a la violencia, útil como método para saber actuar ante todo tipo de agresiones. Una instrucción básica sirve como pauta general para los casos que propondrá a partir de ella: “No hagáis frente al que os agravia”. El texto original μὴ ἀντιστῆναι τῷ πονηρῷ se lee literalmente: “no resistáis al mal”. Así traducen la mayoría de las versiones del NT. Pero tal traducción resulta confusa; parece querer indicar que se abran las puertas al agresivo y al daño que él ocasiona. Tal versión literal queda lejos de dar con el significado de la frase. Se requiere un mínimo análisis para comprenderla.

5. ¡Ojo! No se trata de un mero dejar pasar

        El verbo griego ἀνθίστημι (‘ponerse en frente”, ‘ponerse en contra’, ‘resistir’) habla de una actitud que da la cara ante cualquier acometida, aceptando el envite que pone en dificultades. Lo hace a la defensiva, aunque ejerciendo una fuerte actividad a la contra. Jesús lo emplea con sentido prohibitivo: “NO hagáis frente” (μὴ ἀντιστῆναι) excluyendo toda reacción belicosa. Una respuesta agresiva añade excitación a quien provoca coaccionando. La violencia se retroalimenta con la acometividad de su oponente, engorda y acaba por destruir los puentes que posibilitan las relaciones humanas. Ningún tipo de violencia tiene cabida en la comunidad del Nuevo Pacto.

        La prohibición: “no hagáis frente” no está referida a una realidad impersonal. Cuando el término πονηρός (‘difícil’, ‘malo’, ‘dañoso’, ‘peligroso’) se traduce aquí con un significado abstracto, la frase: “no resistáis al MAL”, uniendo dos elementos negativos, cambia de sentido y parece aconsejar una posición positiva y permisiva frente a algo perjudicial. El mal, lo dificultoso, lo peligroso, aludido aquí, requiere personas que lo lleven a cabo. El vocablo griego πονηρός está referido a actuantes concretos, como así está indicado por los ejemplos-muestra añadidos acto seguido: a quien “te abofetea”, “quiera ponerte pleito”, “te fuerza”, “te pide” o “quiere que le prestes”. El texto apunta, pues, a personas que generan esas dificultades y ese mal. De modo que la traducción exige mostrar lo que el original griego expresa solo en forma implícita. La que seguimos escribe por esa razón: “No hagáis frente al que os agravia”.

        Ahora bien, hay un detalle a considerar: las acciones verbales antes citadas (‘abofetear’, ‘amenazar con un pleito’, ‘forzar’, ‘pedir’ o ‘tomar en préstamo’) contienen distintos grados de acometividad o empuje que demandan concordar con la prohibición: “No hagáis frente…”. A mi entender, la mejor armonización, como se verá al explicar cada ejemplo-muestra, se produce al traducir: “No hagáis frente a quien os pone en aprieto”.

6. Tampoco se trata de mera resistencia pasiva

         Sobre ese soporte en negativo (“No hagáis frente a quien os pone en aprieto”), Jesús presenta acto seguido cuatro ejemplos respecto al comportamiento de los discípulos frente a situaciones de variada dificultad por razón de su violencia, hostilidad, presión límite, forzamiento, exigencias, peligrosidad… A partir de la enseñanza básica, empujando a no plantar cara a la violencia con violencia, se esperaría que en tales casos Jesús plantease una resistencia pasiva. Sin embargo, todos ellos hablan de responder con actuaciones adecuadas a cada coacción o lance cargado de riesgo. Los ejemplos aparecen como situaciones hipotéticas y están expresados, a diferencia de la instrucción base (“No hagáis frente a quien os pone en aprieto”), en singular. De ese modo comprometen a actuar a la totalidad y a cada uno de los integrantes de la comunidad.

7. Se trata de mantener la dignidad ante todo ataque de deshonra

Los 4 ejemplos:

1°: Bofetada en la mejilla derecha

        Los cuatro ejemplos difieren en cuanto a su fuerza agresiva o nivel de exigencia. Parecen evolucionar en intensidad decreciente. El primero plantea la posibilidad de una clara agresión:

“Si uno te abofetea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.

        Una lectura literal obliga a preguntar: ¿Y si la bofetada se recibe en la mejilla izquierda? Porque, visto en esa forma simplista, se diría que bastaba haber mencionado la mejilla a secas, sin señalar cuál de ellas era la agredida. Pero Mateo no agrega detalles en balde. La puntualización del evangelista indicando la recepción de la bofetada sobre la derecha tiene la intención de advertir que ha sido dada con la mano del revés. Con ello no concentra la atención en el dolor del golpe, sino en la humillación producida. La bofetada con el revés de la mano muestra la arrogancia del agresor y busca degradar a la víctima. La respuesta ante tal hecho: “vuélvele también la otra” señala que, a pesar de sufrir la vejación, hay aguante pacífico sin acobardamiento. La dignidad se mantiene en su máximo nivel. Esta respuesta recuerda el texto de Isaías:

“Ofrecí la espalda a los que me apaleaban,
las mejillas a los que mesaban mi barba;
no me tapé el rostro ni ante ultrajes ni salivazos”
(Is 50,6).

2°: La presión que busca el pleito para arrebatar la prenda necesaria para cubrirse:

“Al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, déjale también la capa”.

        Mirando el texto desde su estrato más superficial, la acción aparenta ser poco verosímil: ¿Quién litigaría con otra persona para desposeerle de su vestimenta? La túnica, prenda alargada hasta la pantorrilla y atada a la cintura, de manga corta o hasta la muñeca, generalmente blanca, era el vestido ordinario. No llevar la túnica se consideraba ir desnudo: “Simón Pedro entonces, al oír que era el Señor, se ató la prenda de encima a la cintura, pues estaba desnudo, y se tiró al mar” (Jn 21,7). La capa o manto (ἱμάτιον: ‘manto’, ‘prenda exterior’) era un paño en forma rectangular confeccionada en una sola pieza que se llevaba sobre la túnica, normalmente remangada. Se utilizaba de ordinario para dormir al descubierto. Quedarse en prenda la capa de algún necesitado obligaba al tomador a devolvérsela al acercarse la noche para que pudiera dormir abrigado:

“Si tomas en prenda la capa de tu prójimo, se la devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo y para acostarse” (Éx 22,25).

        El ejemplo expone un juego de actitudes con finalidades opuestas. Por un lado, la pretensión de arrebatar la vestimenta a través de un pleito muestra una rara agresividad del autor de tal intento en un empeño desmedido por deshonrar al otro dejándole en la desnudez. Por otra, la entrega añadida de la capa a quien amenaza con la querella, como manera de salvar la probabilidad de un enfrentamiento ante un tribunal, aparece como una respuesta absurda a adoptar por los miembros del grupo del Galileo. Este extraño doble movimiento advierte de un profundo sentido, más allá de la literalidad del texto. Concluir que el ejemplo presenta la generosidad como mejor postura frente a actitudes amenazantes no resulta convincente y deja cojeando la interpretación del caso propuesto.

3°: Parece insistir, sin embargo. en la generosidad como mejor arma frente a cualquier tipo de coacción:

 “a quien te fuerza a caminar una milla, acompáñalo dos”.

        La acción responde a un derecho real mediante el cual se podía obligar a cualquier persona a realizar un servicio determinado. La propuesta de Jesús a los suyos de responder a similar situación ofreciéndose voluntariamente a redoblar el servicio, lejos de ser generosa, entraña una aceptación del vasallaje. Abunda, pues, como los anteriores ejemplos en la idea de que el tema requiere una lectura de mayor calado.

4°: El último caso:

“al que te pide dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda”

se presenta alejado de los tres anteriores por su falta de concreción. Habla, además, de acciones supuestamente exentas de violencia o amenaza. A simple vista se diría que es un ejemplo perteneciente a otro contexto y desplazado hasta este lugar por alguno de los copistas más antiguos. Las respuestas que se proponen (“dale” y “no le vuelvas la espalda”) tampoco se observan como contraposiciones siguiendo el hilo con el que se han estructurado los casos anteriores. A pesar de la distancia con esos otros ejemplos, sí coincide con ellos en exigir la búsqueda de su auténtico sentido.

8. Analizando el 4° ejemplo (“al que te pide dale …”)

        De entrada, merece la pena detenerse a echar una ojeada al texto original: τῷ αἰτοῦντί σε δός, καὶ τὸν θέλοντα ἀπὸ σοῦ δανίσασθαι μὴ ἀποστραφῇς.

        El texto tiene dos partes que hablan de situaciones diferentes. En la primera (“al que te pide”; τῷ αἰτοῦντί σε δός), el verbo αἰτέω (‘pedir’, ‘suplicar’) ha de entenderse con un carácter fuerte y un sentido amplio, acorde al contexto en que se utiliza. Reducirlo a la petición de limosnas resulta equivocado y una burla a un texto dirigido a “los que eligen ser pobres”. La petición de la que aquí se habla parte de personas ajenas a la comunidad, convencidas de la capacidad de sus miembros para resolver sus graves necesidades humanas. La acción de pedir ejerce una presión sobre el receptor. Y las más de las veces, en función de lo solicitado, la satisfacción de la petición comporta una dificultad, un riesgo o incluso un peligro.

        Los verbos de la segunda parte (“al que quiere que le prestes”; τὸν θέλοντα ἀπὸ σοῦ δανίσασθαι μὴ ἀποστραφῇς) mantienen esa línea enérgica. El referido al sujeto que emprende la acción: ἐθέλω (‘querer’, ‘estar dispuesto’, ‘tener propósito’) expresa una idea consolidada, la de haber tomado una firme decisión por actuar de determinada manera. El verbo, δανείζω (‘tomar prestado’, ‘tomar a préstamo’), reafirma el hecho a llevarlo a cabo, hipotecándose en la acción y por encima de dificultades y resistencias. El tercero, ἀπο-στρέφω (‘volver la cara a otro lado’, ‘desatender’), referido al sujeto receptor de la acción, al estar precedido de negación (μὴ; ‘no’) le exige a este una respuesta positiva frente al hecho. A mi entender, con estos datos se ajusta más al texto de Mateo la traducción: “a quien está decidido a tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda”.

9. Recapitulando los 4 ejemplos

        Las actuaciones planteadas por los cuatro ejemplos tienen, a simple vista, toda la pinta de andar más cerca de la ingenuidad que del sentido común. A bote pronto y leídas a la ligera, dichas propuestas suenan poco convincentes, parecen alejadas de la realidad y rayan en el desacierto. Los otros tres casos alusivos a leyes (no matarás”, “no cometerás adulterio”, “no jurarán es falso” y “amarás a tu prójimo”) presentan conclusiones tajantes; en este, en cambio, se muestran unos casos que avanzan hasta un final: “al que te pide, dale”, “a quien está decidido a tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda” desconectado en apariencia de la ley a la que se oponen: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero precisamente ese carácter desvaído con que termina este cuarto caso avisa de un sentido profundo de todo el conjunto. Descubrirlo es el objetivo. La tarea resulta complicada, aunque se ofrece como un acicate, invitando a explorar estas instrucciones del Galileo descritas en forma tan lacónica por el evangelista. La dificultad de lograrlo no detiene el esfuerzo, que comienza por preguntarse: ¿Cómo explicarlo? ¿Qué camino seguir? ¿Dónde hallar la lógica? ¿Qué método emplear?

 

7 comentarios

  • oscar varela

    Hola!
     
    Mañana –martes- aparecerá la penúltima Entrega sobre el Capítulo 5.
    A Salvador le pareció oportuno recordar DÓNDE ESTAMOS.
    Tal vez interesaría preguntarnos: ¿QUÉ NOS ESTÁ DICIENDO?
    ……………………………..
     
    Encuentro que nos lo dice en la Entrega Primera:
     
    “II. EL PROGRAMA DE JESÚS
    – Con este título general, nuestro propósito es presentar trece comentarios exegéticos que analicen todo el capítulo 5 de Mateo. Esto nos llevará desde el próximo martes hasta final de mayo.
    – Y el propósito es continuar después con los dos siguientes capítulos de Mateo, en los que se completa el primero y mayor de los cinco grandes discursos con que Mateo presenta el Proyecto de Jesús para una sociedad alternativa”
    ……………………………..
     
    Estimo que los conceptos más importantes para comprender a Jesús son los de:
    – su PROYECTO, y
    – la SOCIEDAD ALTERNATIVA.
    ……………………………..
     
    NOTAS:
    1) Respecto al concepto de “PROYECTO” fue derivando en el de “PROGRAMA”.
    2) Respecto al concepto de “SOCIEDAD ALTERNATIVA”, tengo yo -más que una duda- un reparo.
     
    El “reparo” consiste en que –según dice Salvador: “el Proyecto de Jesús(es) para una sociedad alternativa”
    Y esto me parece “poner el carro delante de los caballos”.
    Porque todo “PROGRAMA” da por supuesta la SOCIEDAD de la que emana:
    – sea para consolidarla, o
    – sea para reformularla (es lo de Jesús)
     
    Por lo tanto, considero que el “término” que le correspondería a los “seguidores” de su PROGRAMA debería ser el de “ASOCIACIÓN PARA LA TRANSFORMACIÓN DE LA SOCIEDAD”;
    – quiero decir: NO UNA “OTRA” SOCIEDAD;
    donde el concepto de ALTERNATIVA promociona el ser “OTRA”.

    • salvador santos

      Hola Oscar
       
      Estoy de acuerdo contigo: transformar esta sociedad es la tarea. Ahora bien, ¿cómo lograr esa transformación? Ahí entra el tema de la sociedad alternativa.
       
      La estructura con que se ha conformado la sociedad humana es esencialmente injusta. No merece la denominación de: ‘humana’. Una sociedad distinguida por la libertad, la igualdad, la justicia y destacada por la fraternidad entre sus miembros sí sería digna de ser llamada: HUMANA. De conquistarla, viviríamos la utopía.
       
      El Galileo rechazó la reforma como camino para lograr esa utopía. Consideró que la utopía se alcanza comenzándola. Y lo anunció: La Buena Noticia. Aunque no se quedó en lanzar una proclama. Constituyó esa sociedad. El número DOCE, contado con nombres concretos, aparece como clave de esa realidad social. Ese número simbólico no está referido a poderes ni a cargos ni a estructuras, sino a pueblo, a sociedad. Es la utopía comenzada. A escala humilde, pero a la vista de todos, dando luz a toda la casa.
       
      Respecto a que el Programa presupone la sociedad, en estos artículos hemos repetido varias veces que los integrantes de ese colectivo que denominamos sociedad alternativa rodeaban a Jesús en la cumbre. Mateo los presenta precediendo a la exposición del Programa. El Programa les incumbe directamente.  Ellos se distinguen como un núcleo diferenciado de las multitudes. A los admiradores también les llega la enseñanza, pero estos se han quedado a distancia, en la falda del monte. Pueden oírla, aunque siguen indecisos, no dan el paso para acercarse y adherirse al Proyecto. Pertenecer a la sociedad alternativa o ser solo simpatizantes depende de la decisión. Esa desemejanza permanece hoy y genera una gran confusión: No es lo mismo estar adheridos al Proyecto de Jesús que ser sólo admiradores suyos entendiendo su mensaje y su enseñanza como una doctrina.
       
      Saber dónde se está y darse la vuelta rompiendo con el sistema de injusticia es el paso preliminar antes de entrar a formar parte del Proyecto. Para incorporarse de lleno a él hará falta, además, la renuncia a la propia ambición y una lealtad inquebrantable: “Los que eligen ser pobres” y “los que viven perseguidos por su fidelidad” (Mt 5,3.10). Marcos lo dirá con otras palabras:
       
      “Si uno quiere venirse conmigo, que reniegue de sí mismo, que cargue con su cruz y entonces me siga” (Mc 9,34).
       
      La sociedad alternativa es un asunto de experiencia, no de crencia. Y precisa de la decisión. Y la decisión, de la libertad ¿No será ese, el optar con libertad, el sentido de la vida?
       
      Fuerte abrazo

  • oscar varela

    Las 11 Entregas son Camino recorrido
    En los Mapas de Visitas a Lugares suele haber un Letrero: UD. ESTÁ AQUÍ
     
    LA ENSEÑANZA DISCURSIVA DE JESÚS (según Mateo)
     

    DISCURSO

    I

    presentación del Programa (Mt 5 – 7)  USTED ESTÁ AQUÍ

    II

    constitución de la sociedad alternativa y primeras indicaciones y advertencias a sus integrantes (Mt 10 – 11,1)

    III

    explicación de su Programa a la gente usando ejemplos (Mt 13)

    IV

    instrucción respecto a las relaciones entre los adheridos a su Programa (Mt 18)

    V

    avisos para el futuro de la sociedad alternativa y su responsabilidad histórica (Mt 24-25)

     ………………………………..
     
    I- EL PROGRAMA DE JESÚS (Mt 5, 6 y 7)
    En Mateo 5 (8 apartados; el 8° en 6 entregas)
     

    I- Un programa de altura (Mt. 4,25 – 5,1-12)
    II- Una sociedad de felices (Mt. 4,25 – 5,1-3)
    III- Fin del sufrimiento, la sumisión y la injusticia (Mt. 5,4-6)
    IV- Una alternativa que colma de dicha (Mt. 5,7-9)
    V- Felices pese a sufrir hostilidad (Mt. 5,10)
    VI- Una irreemplazable razón de ser (Mt. 5,13-16)
    VII- Los anhelos colmados (Mt. 5,17-20)
    VIII- La lealtad frente a la ley:
    (1) A- Fraternidad frente a violencia (Mt. 5,21-26)
    (2) B- Igualdad frente a la discriminación y el dominio (Mt. 5,27-30)
    (3) C- Veracidad frente al engaño (Mt. 5,33-37)
    (4) D1- Inteligencia y lealtad al Proyecto frente a la violencia (1ª) (Mt 5,38-42)
              USTED ESTÁ AQUÍ
    (5) D2- Inteligencia y lealtad al Proyecto frente a la violencia (2ª) (Mt 5,39-42)
    (6) E- La praxis del amor frente a toda ley y frontera (Mt 5, 43-48)

     ……………………………………….
     

    • salvador santos

      Hola Oscar
       
      Oportuna, precisa y valiosa, tu información.
      Es fácil perderse y muy frecuente, andar perdidos. Conocer la exacta posición donde nos hallamos resulta vital en ocasiones. El Galileo lo entendió así. Un breve apunte:
      Según Mateo 4,17 Jesús comenzó su anuncio con un verbo: “Enmendaos”. Para este evangelista fue lo primero que él dijo. El sentido de este verbo es fuertemente dinámico; comporta:
       
      Ser conscientes DE DÓNDE SE ESTÁ;
      darse cuenta de que se ha seguido un camino equivocado;
      girar los pasos ciento ochenta grados;
      desandar lo andado hasta llegar al inicio de la bifurcación de caminos
      y comenzar la andadura por la ruta acertada. 
       
      Un abrazo

      • oscar varela

        Ok, Salvador!
        ESTAMOS en el 11 (de 13)

        dos semanitas más y ¡chau!.

        …………………..

        Tal vez puedas arriesgar si (y cuándo) seguirías con:
        II- constitución de la sociedad alternativa y primeras indicaciones y advertencias a sus integrantes (Mt 10 – 11,1)

        • salvador santos

          Nos falta completar el análisis del Programa, capítulos 6 y 7 de Mateo. El 6 puede estar terminado para presentarlo después del verano. Posiblemente salga en siete artículos. Iremos paso a paso- A ver hasta donde podemos llegar.

          Abrazo fuerte, Oscar

  • mª pilar

    Ahora comprendo, porque desde niña reaccionaba interiormente ante las explicaciones dadas cuando hablaban de Dios; a mí me resultaba un “Dios” violento, sin sentido ante las personas que sufren, y optaba por hacer lo que dictaba mi “corazón” ante los abusos de los poderosos.

    Siempre me acercaba al Jesús de frases cortas y claras, quizá influenciada por las personas que siempre me han rodeado; veía su comportamiento y vida, y esta me llenaba de dicha. Así poco a poco fui decantando mi caminar, y cada vez estaba más convencida de ello.

    Gracias Salvador por cuanto me estás enseñando ante las explicaciones abiertas, claras, sin querer captar adeptos, como si han hecho…y hacen…desde siempre en la iglesia; todo está vestido con amenazas, tratos injustos para la mayoría, vistiendo todo de “divinidad” que el verdadero sentido común rechaza por injusto, incierto, y que ayuda de manera escandalosa a los que explotan su fuerza y poder, para sacar beneficios para ellos mismos.

    Una hermosa y sentida lección, para aprender, que este camino no es posible vestirlo de seda, es como es, y si lo vistes inadecuadamente:

    “Aún que la mona la vistas de seda, mona se queda”

    No hay otra manera de seguir la:

    ¡Nueva alternativa!

    Estés donde estés y siendo de donde seas.

    Gracias amigo-hermano por este hermoso trabajo lleno de luz y esperanza.

    Un abrazo entrañable.