Siempre hay primavera y esperanza en alguna parte de nuestra Tierra. Y en este año 2022 la esperanza está en que en Ucrania vuelva a haber paz y buenas cosechas de girasoles, maiz y cereales que alivien el hambre en el mundo.
Este lugar me parece el mejor rinconcito para recordar que mañana es el día y cumple de Antonio. Dentro de tus 90 primaveras -porque así las has vivido muy floridas y llenas de buen fruto-, te envío el deseo de que sean bastantes más y en las mismas condiciones que hasta ahora. Has sido un servidor bueno y fiel…, trabajando en la viña del Señor. Que Él te bendiga y te guarde. Con un cordial abrazo, me uno a todas las felicitaciones y recuerdos que te darán y mereces. (No trato de halagarte, sino de expresar lo que siento.)
Aprovecho este rinconcito tan florido, que hace disfrutar y da para soñar con la esperanza, para recordar hoy, en su día, a Juan de la Cruz. Aunque parece lejano el tema de “teísmo-No teísmo”, tratado en la asamblea de anteayer, en algunos aspectos me ha recordado versos y vivencias de Juan de la Cruz, que tal vez podrían constituir una aportación complementaria. Cuando se refiere a la noche-luz que en el corazón ardía, dice: “Aquesta me guiaba/ más cierto que la luz del mediodía…/ en parte donde nadie parecía”. Y luego, dirigiéndose a las criaturas les pregunta: “Decid si por vosotras ha pasado…”, que le responden: “Mil gracias derramando,/ pasó por estos sotos con presura, / y yéndolos mirando,/ con sola su figura,/ vestidos los dejó de su hermosura”.
¿Por qué cito estos versos de Juan de la Cruz? Porque la fe -que siempre hay que purificar y madurar- es más que un simple razonamiento, es una vivencia -como subrayan Gonzalo, Isidoro, Alberto etc.-, no fácilmente definible, pero real, como la luz del mediodía… Mas al decir esto no deseo caer en ingenuidades ni simplezas. Solo recordar (me) las limitaciones humanas, que a veces tanto embrollan e impiden ver más lejos, acaso por carecer de la sencillez de corazón de un niño… (¿?) (No sé si este comentario viene a cuento aquí y ahora.) Vaya en recuerdo de Juan de la Cruz.
Siempre hay una primavera, porque es el “ritornello” de la Creación de Dios, en cada ser humano que nace a la vida envuelto en esperanza cierta; que Su Creación adquiere su sentido; somos sus testigos.
La tierra se viste de gala y también siembra tragedias en otros lugares.
Y ha pesar de estas circunstancias; tenemos que admirar sus bellezas, cuidarla y aceptar…cuando nos desubica…en ella esta la riqueza y ha la vez, su fuerza, que para nosotros, resulta en ocasiones destructiva, incomprensible para nosotr@s.
Este lugar me parece el mejor rinconcito para recordar que mañana es el día y cumple de Antonio. Dentro de tus 90 primaveras -porque así las has vivido muy floridas y llenas de buen fruto-, te envío el deseo de que sean bastantes más y en las mismas condiciones que hasta ahora. Has sido un servidor bueno y fiel…, trabajando en la viña del Señor. Que Él te bendiga y te guarde. Con un cordial abrazo, me uno a todas las felicitaciones y recuerdos que te darán y mereces. (No trato de halagarte, sino de expresar lo que siento.)
https://www.facebook.com/SadhguruEspanol/videos/306967353680791
Si crees que hay Dios, como si crees que no, estas en el mismo barco, crees en algo que no sabes.
Si te das cuenta de un yo no se. El deseo de saber surgirá en ti, si surge el anhelo surge la búsqueda y entonces la posibilidad de saber existe.
(Esto dice Sadhguru.)
Aprovecho este rinconcito tan florido, que hace disfrutar y da para soñar con la esperanza, para recordar hoy, en su día, a Juan de la Cruz. Aunque parece lejano el tema de “teísmo-No teísmo”, tratado en la asamblea de anteayer, en algunos aspectos me ha recordado versos y vivencias de Juan de la Cruz, que tal vez podrían constituir una aportación complementaria. Cuando se refiere a la noche-luz que en el corazón ardía, dice: “Aquesta me guiaba/ más cierto que la luz del mediodía…/ en parte donde nadie parecía”. Y luego, dirigiéndose a las criaturas les pregunta: “Decid si por vosotras ha pasado…”, que le responden: “Mil gracias derramando,/ pasó por estos sotos con presura, / y yéndolos mirando,/ con sola su figura,/ vestidos los dejó de su hermosura”.
¿Por qué cito estos versos de Juan de la Cruz? Porque la fe -que siempre hay que purificar y madurar- es más que un simple razonamiento, es una vivencia -como subrayan Gonzalo, Isidoro, Alberto etc.-, no fácilmente definible, pero real, como la luz del mediodía… Mas al decir esto no deseo caer en ingenuidades ni simplezas. Solo recordar (me) las limitaciones humanas, que a veces tanto embrollan e impiden ver más lejos, acaso por carecer de la sencillez de corazón de un niño… (¿?) (No sé si este comentario viene a cuento aquí y ahora.) Vaya en recuerdo de Juan de la Cruz.
Siempre hay una primavera, porque es el “ritornello” de la Creación de Dios, en cada ser humano que nace a la vida envuelto en esperanza cierta; que Su Creación adquiere su sentido; somos sus testigos.
¡Hermosa imagen!
La tierra se viste de gala y también siembra tragedias en otros lugares.
Y ha pesar de estas circunstancias; tenemos que admirar sus bellezas, cuidarla y aceptar…cuando nos desubica…en ella esta la riqueza y ha la vez, su fuerza, que para nosotros, resulta en ocasiones destructiva, incomprensible para nosotr@s.