Los temas de fondo de ATRIO están en ebullición. Presente y futuro de todas las sociedades e iglesias en estos años veinte. En la superficie, se agitan algunas cosillas de menos importancia. Por ejemplo, se me ha tachado hacee poco de ingenuo y se me ha retado a que pruebe qué tiene de falso el larguísmo vídeo de Mateo Morás. No tengo tiempo de seguir con eso ni me preocupa que quede ahí sin contestar. En cambio me sigue apasionando el analizar la situación de mi Iglesia. Y estoy leyendo un libro novísimo de Massimo Borghesi que pronto os presentaré pronto: El desafío Francisco. Por 10 € podéis empezar a leerlo esta misma tarde. Eso hice yo ayer. Entretanto, ahí va este artículo de Croix International que cada día trae algo muy interesante. AD.
La implosión en curso de la Iglesia romana se acelera a medida que los cardenales piden cambios doctrinales importantes y un antiguo papa intenta salvar un legado ligado al “ancien regime” eclesiástico
Por Robert Mickens | La Croix International | Ciudad del Vaticano
Esta semana hubo más turbulencias en el catolicismo romano, al menos en el Viejo Continente.
Una serie de acontecimientos recientes verificaron – para aquellos que están dispuestos a abrir los ojos y enfrentar la realidad – que la implosión en curso de la Iglesia Romana se está acelerando.
He aquí algunas cosas que sucedieron cuando mucha gente probablemente no estaba prestando atención:
- – Dos cardenales cercanos al Papa Francisco pidieron públicamente cambios radicales en ciertas enseñanzas y prácticas de la Iglesia
- – Un obispo del norte de Italia admitió que cometió un error al acoger a un sacerdote estadounidense al que el Vaticano había eximido de cargos de abuso sexual por un tecnicismo legal
- – El gobierno español anunció que iba a iniciar una importante investigación sobre los abusos sexuales relacionados con la Iglesia porque los obispos católicos del país se han negado a hacerlo
- – Y dos símbolos del anacrónico paradigma del antiguo régimen de la Iglesia romana -la Orden de Malta y Benedicto XVI- lucharon por salvar sus respectivos legados
¿Por dónde empezar?
Los llamamientos a la abolición del celibato sacerdotal obligatorio
Quizás sea mejor empezar por los últimos comentarios del cardenal Reinhard Marx, de Múnich, uno de los ayudantes de mayor confianza del Papa.
El cardenal, de 68 años, causó un gran revuelo la semana pasada cuando dijo que el celibato clerical debería ser opcional. Marx dijo que sería mejor para algunos sacerdotes si se les permitiera casarse.
Y sus palabras tienen mucho peso. El corpulento alemán es miembro del pequeño grupo de asesores principales del Papa, el Consejo de Cardenales, y coordinador del Consejo de Economía del Vaticano. Obviamente, Francisco confía mucho en él, ya que rechazó su oferta de dimitir como arzobispo de Múnich el verano pasado por formar parte del mal manejo sistemático de la Iglesia de los casos de abuso sexual.
Unos días antes de que Marx diera su visto bueno a los sacerdotes casados, el arzobispo de Berlín, Heiner Koch, también instó a poner fin al celibato sacerdotal obligatorio. Lo que llama la atención de este arzobispo de 67 años que pide cambios tan importantes es que fue ordenado al episcopado por el cardenal Joachim Meisner para ser durante siete años su obispo auxiliar. Y Meisner, cardenal de Colonia, fue un ultraconservador muy cercano a Benedicto XVI.
Si Meisner viviera hoy, probablemente estaría muy sorprendido por las opiniones de Koch.
Cambiar la doctrina sobre la homosexualidad
También está el cardenal Jean-Claude Hollerich de Luxemburgo, que ha pedido un cambio en la enseñanza católica sobre la homosexualidad.
“Creo que los fundamentos sociológico-científicos de esta enseñanza ya no son ciertos”, dijo sin rodeos en una entrevista publicada el 1 de febrero en Alemania: “Creo que es hora de hacer una revisión fundamental de la doctrina”, continuó el cardenal de 63 años.
Jesuita como Francisco, es sin duda el obispo católico más importante de Europa en este momento, al menos por los cargos electivos de alto nivel que ocupa actualmente: es presidente de la COMECE (Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea) y vicepresidente del CCEE (Consejo de Conferencias Episcopales Europeas). Muchos medios de comunicación le llaman “cardenal liberal”, pero cuando Benedicto XVI le nombró para Luxemburgo en 2011 esa no era esa su reputación. De hecho, el hombre al que Hollerich pidió que le ordenara al episcopado fue el cardenal Meisner. Si entonces era realmente un progresista de armario, es evidente que las opiniones de Hollerich han sufrido una “revisión fundamental”. En un reciente artículo publicado por La Croix, Hollerich explica cómo ha evolucionado su fe a lo largo de estos años.
El Vaticano sigue “destapando la basura”
Mientras tanto, la crisis de abusos sexuales del clero, que parece no tener fin, sigue sacudiendo las jaulas del estamento eclesiástico en varias partes del mundo.
Uno de los últimos ejemplos procede del norte de Italia, donde el obispo de Bolzano, Ivo Muser, admitió públicamente la semana pasada que había cometido un error al permitir que un sacerdote estadounidense se incardinara en su diócesis hace tres años sin informar a la junta de revisión diocesana de que el clérigo había confesado haber mantenido relaciones sexuales con un chico de 17 años.
El padre Timothy Meehan, antiguo legionario de Cristo, fue denunciado en 2013 por mantener relaciones sexuales con el joven a mediados de los años noventa. Meehan, que era de “vocación tardía” y aún no se había ordenado en ese momento, era formador adjunto en el noviciado de la congregación en Estados Unidos.
Ya tenía unos 30 años cuando finalmente se ordenó para los Legionarios en el año 2000 en Roma. Los Legionarios dijeron que informaron a la diócesis de Bolzano del incidente de abuso sexual en 2017, cuando el sacerdote trató de incardinarse.
Pero cuando el obispo Muser consultó a la Congregación para la Doctrina de la Fe, la oficina del Vaticano que se ocupa de los casos de abuso, se le dijo que, “según el derecho canónico”, Meehan no era culpable porque la edad de consentimiento en ese momento era de 16 años. (Se cambió a 18 años en 2001).
Los obispos se resisten a abrir investigaciones de envergadura
Muser apartó al ex legionario del ministerio hace varios meses, pero el obispo admitió esta semana pasada que manejó muy mal todo el asunto, en medio de los llamamientos a una investigación más amplia sobre los abusos en la Iglesia.
Eso es algo que las conferencias episcopales nacionales de Italia y España se han mostrado reacias a hacer.
Los prelados españoles se han negado rotundamente a crear el tipo de comisión independiente que investigó los abusos sexuales relacionados con la Iglesia en Francia, por ejemplo. Los obispos italianos, por su parte, han decidido hacer lo que siempre hacen cuando se trata de hacer algo que realmente no quieren hacer: ¡dar largas y no hacer nada! Ese ha sido básicamente el modus inoperandi de la conferencia episcopal en lo que respecta a los abusos sexuales en la Iglesia. Pero la semana pasada decidieron repentinamente que probablemente sería mejor que hicieran algo después de que varias organizaciones católicas y civiles anunciaran que iban a tomar las riendas de la situación y a desvelar sus planes para descubrir los abusos en la Iglesia, durante una videoconferencia el 15 de febrero titulada Oltre il Grande Silenzio (Más allá del gran silencio). Los obispos italianos dicen ahora que están “considerando” la creación de una comisión nacional.
Si realmente llevan a cabo una investigación, la mayoría de los italianos probablemente la verán como una forma de control de daños, a menos que sea llevada a cabo de forma verdadera y verificable por personas honradas y prominentes que no tengan vínculos con la jerarquía católica del país.
El paradigma actual de la Iglesia continúa derrumbándose
Todo el mundo sabe exactamente lo que los informes independientes encontrarían tanto en España como en Italia. Lo mismo que todas las investigaciones serias nos han mostrado: que en una diócesis tras otra, en un país tras otro, los funcionarios católicos -empezando por los obispos- hicieron exactamente lo mismo.
El problema, como ha venido exclamando el cardenal Marx, es ¡s-i-s-t-é-m-i-c-o! Desgraciadamente, el sistema forma parte del paradigma actual de la Iglesia, pero que se está desmoronando, que es el último pilar del antiguo régimen europeo.
La Iglesia romana, a pesar de los grandes cambios doctrinales que se produjeron en el Concilio Vaticano II, sigue lastrada por la estructura anacrónica y el ethos del monarquismo, que ya no se puede disimular, pues son pocas las monarquías absolutas que aún existen.
Pero como todas las estructuras anacrónicas, la Iglesia monárquica y todos sus adornos acabarán por derrumbarse si no se reforman.
Símbolos empañados del “antiguo régimen” eclesiástico
Dos símbolos de este antiguo régimen eclesiástico, uno personal y otro institucional, han visto su legado cuestionado en los últimos días: la vida y la obra de Benedicto XVI/Joseph Ratzinger, la figura más influyente de la Iglesia católica romana en el periodo posterior al Vaticano II (al menos desde finales de los años setenta), se ha vuelto a mirar con ojos mucho más críticos que antes.
En gran parte, esto se debe a que se ha revelado que el antiguo Papa había hecho juicios erróneos y algunas declaraciones bastante extrañas sobre los abusos sexuales en un testimonio de 82 páginas que dio al bufete de abogados bávaro que redactó el recientemente publicado Informe de Múnich (por ejemplo, dijo que un sacerdote que se exponía y se complacía delante de un niño no cometía abusos sexuales ni merecía ser apartado del ministerio). Benedicto cumplirá 95 años en un par de meses y está bastante débil. Tal vez fue un ayudante, y no él, quien escribió ese largo testimonio. El legado de Joseph Ratzinger como gran teólogo de referencia para el desarrollo de la Iglesia corre el riesgo de quedar reducido a una mera nota a pie de página en el Annuario Pontificio — *El primer pontífice romano que renuncia voluntariamente desde 1294.
Una orden militar soberana sin ejército
El otro símbolo del antiguo régimen europeo que se encuentra en crisis es la Soberana Orden Militar de Malta, que existe en un paradigma monárquico que abarca tanto el ámbito temporal como el espiritual.
Conocida más comúnmente como los Caballeros de Malta, esta orden religiosa laica del siglo XII realiza una generosa y muy necesaria labor a través de una amplia red de hospitales y clínicas. Pero también tiene una estructura anacrónica, gobernada por un pequeño grupo de ancianos aristócratas europeos que hacen votos religiosos.
La Orden es una entidad soberana sin Estado en virtud del derecho internacional (aunque estrechamente vinculada a la Santa Sede) y goza del derecho a mantener relaciones diplomáticas plenas a nivel de embajadores con naciones e instituciones gubernamentales.
Pero ha estado sumida en la confusión en los últimos años y el Papa Francisco ha tomado una serie de medidas invasivas para reformar la organización dirigida por los hermanos azulados.
Sus esfuerzos, supervisados por delegados, sólo han exacerbado las tensiones internas. Aunque esta orden “militar” no tiene un ejército permanente, sus nobles están actualmente en guerra entre sí.
Así que el Papa detuvo la semana pasada el trabajo de su actual delegado, el cardenal Silvano Tomasi, y ha decidido intervenir para resolver el conflicto y completar la reforma por sí mismo.
Uno se pregunta si eso es lo que hará finalmente Francisco con el largo e interminable proceso de redacción de la nueva constitución -que aún no está a la vista- para una Curia Romana reformada, que también conserva aún demasiados vestigios de una corte real.
Si ese es el plan, podría ser el primer monarca absoluto de la historia en abolir voluntariamente su monarquía antes de que se derrumbe.
Es que lo que he aprendido, además de lo que me ha tocado estudiar en la universidad y en los cursos esos relacionados con mi profesión, todo lo demás, salvo la segunda guerra mundial y la española, lo he aprendido a través de la novela y el cine. Supongo que muchas personas sonreían pero porque no saben el alcance de una buena novela o una buena película. Y en casi cincuenta años o incluso más, pues caben muchas cosas.
Bueno, pues adoro a Poe, o sea, devoción. Adoro al personaje de Drácula. Me ha gustado siempre las películas de serie B de ese estilo. Creo que a Corman no se le ha hecho justicia como director.
Vale. Pero los tiempos cambiaron. Jamás se me olvidará la tarde que vi en el cine la noche de los muertos vivientes. Qué cosa tan horrible, qué falta de poesía, qué horror. y además, a la salida me presentaron a un chaval con la boca absolutamente llena de dientes. Jolín, menudo susto. De verdad, uf. Menos mal que años después salió el vídeo de Mikel Jackson. Siempre que se habla de algo de eso pienso en ese vídeo. Me quita el miedo.
Y es que el tema de la resurrección de los muertos me aterroriza. Sencillamente, no quiero resucitar. Si me ofrecen no morir como creo que fue a Elías y el carro aquel de fuego, pues a lo mejor me pensaría dar una vuelta por ahí y luego seguir mi camino . Pero una vez muerta, por favor, que me dejen tranquila, en Paz. Y si mi espíritu vuelta lejos, me iré encantada, pero resucitar, por favor. No.
Ven como soy un poco rarita?
Perdón por el comentario, para muchos será una tontería, pero para mí no lo es. Me ha impresionado mucho el capítulo 15 de este señor profeta.
Es que cada día que pasa me siento menos cristiana. Y mira que me gusta Jesús de Nazaret, pero todo tiene un límite.
Buenas noches.
Madre mía Román.
Uuuuuufffffff.
Me he equivocado y me he leído el quince. Menudo miedo. Y luego el 35. Y he pensado, esto no puede ser. He mirado lo que me has dicho y es el 37.
Pues a mí no me gusta nada este señor Ezequiel. Ni el 15, ni el 35 ni el 37 y no pienso leer ni uno más.
Me ha parecido que eso va más por la resurrección de los muertos. A no ser que sea por el final, eso que dice Dios que soplará sobre ellos.
Mira. A mí el antiguo testamento no me gusta. Algunas historias sí, pero esto de los profetas no sé yo. A lo mejor es que tengo mala suerte con lo que leo , pero es que ese Dios me aterroriza. Alguno habrá que tenga otro registro. No sé. Dicen que Isaías es estupendo. Pero a mí es que no me va el Dios de los judíos. Nada. Posiblemente porque no entiendo nada y no quiero entender. Me asusta.
Mi es La nueva Biblia Española. Había un montón en mi colegio y no sé cómo una acabó en mi biblioteca.
Lo único que digo es que el espíritu Santo vuestro para mí es El Espíritu de Dios. No Dios, sino su espíritu, si eso es posible en teología o en filosofía. No sé. Pero me gusta esa idea del espíritu de Dios dándose vueltas por la tierra.
Nada más. No sé eso del espíritu Santo y las lenguas de fuego y los dones y mil cosas más. Lo único que digo es que me gusta esa imagen de Dios vagando por encima de las aguas.
A mí eso de los tendones los músculos y todo eso, es que no me gusta nada. Dios Santo, con el trabajo que cuesta morir, que lo he visto con mis ojos. Luego va y te resucita? Mira, no sé yo eso sí es correcto o no.
En fin.
Gracias. Como ves, sigo como un grillo, con mi canto.
Un abrazo
Ahora, dentro de un ratito o a lo largo del día lo haré. La verdad que ni idea quien pueda ser ese profeta, no sé mucho de profetas. Pero ya te adelanto que diría que de judía tengo poco, y mucho de sangre mora. Creo que bien, bien no se han llevado nunca.
Ya te diré.
Buen día.
Sabes Román?
En lo único que creo es en eso que vosotros llamáis espíritu Santo. Yo le llamo el Espíritu de Dios, ese que en el Génesis cuenta que vagaba sobre las aguas antes de la creación. O algo así. Y si no lo dice el Génesis pues lo pienso yo. Me parece una metáfora superbonita.
Y todos llevamos un trocito de ese Dios dentro, de ese Dios que no te puedo decir nada más allá de que vagaba sobre las aguas. Sé que es algo que construye y algo que no produce daño queriendo, otra cosa es que nosotros sintamos daño porque somos eso que vosotros decís con tanta frecuencia, somos seres finitos. Y no nos gusta nada eso de finiquitar. Demasiado hemos evolucionado , y lo que nos queda. No te puedo decir que creo que Dios es Amor, el Amor es un sentimiento humano, el mejor que tenemos. A lo sumo podría aceptar que Dios es semejante al Amor, pero tampoco. Al menos no lo que soy capaz de sentir. Quizás se asemeje más a la Energía, que tampoco he logrado entender qué es, a lo sumo puedo entender cómo se comporta a veces. Pero no sé lo que es.
Pero sí sé que en el fondo, al final del fin, somos Energía. Toda? No, qué va. Una partícula pequeñiiiiisima. O una onda, o un quark, o un corpúsculo híbrido entre materia y energía, o un cuánto de energía, ahora que muchos filósofo tienen la osadía de decir que Einstein está superado porque tiene otra visión de, pues de todo. Elige lo que más te guste.
Y como somos una parte pequeñiiiiisima de él, pues tenemos capacidades para desarrollar a mantas.
Si eso es un humanismo ateo, soy atea. Y, desde luego, humanista. Si eso es no ser cristiana, pues no soy, no me importa, pero mi Dios, mi idea de Dios no cabe en un ser humano, imposible. Ni nada ni nadie puede saber lo que Es y mucho menos lo que quiere o deja de querer.
Y cuando muera? Pues como dice Virginia Wolf, si es que se escribe así, volveremos al lugar de donde procedemos.
Eso es creer el el Espíritu Santo?
Creo que no. Porque el Espíritu Santo te guía intencionadamente. Y lo que creo es que nosotros mismos somos capaces de guiarnos solos, precisamente por ese trocito de Dios que te digo que llevamos dentro. Cuidado. Todos. En comunidad. Todos nos necesitamos a todos. Altos, bajos, mujeres, varones, blancos, negros y azules. Y ahí está la historia para aprender de ella. Porque hemos sido capaces de desarrollar la escritura precisamente para eso, para guardar nuestras experiencias de todo tipo.
Pues buenas noches y un abrazo
Hola, buenos dias. Aqui esperando el amanecer.
Abundando en lo que expones y ya que tanto te gusta la literatura. Toma tu biblia y lee el capitulo 37 del profeta EZEQUIEL
Lo mismo que sientes respecto al Espiritu ya lo experimentaba en forma de espera el pueblo judío.
Amigo Román, dices en tu respuesta a la amiga Carmen, que “la cuestión es mucho más sencilla dejándonos de desconfianzas: Hay que saberse que uno es libre para pensar, no por el valor de mi razón, sino porque el Espíritu del Señor nos hizo libres (nos liberó)”.
Tú sabes que para mí el tema de comprender bien el Espíritu y su modus operandi, es vital y crucial para afrontar el cristianismo.
Y ya no solo la diversidad y pluralidad interpretativa entre los protestantes, el asunto proviene desde los primeros tiempos de los primeros seguidores de Jesús. La pluralidad interpretativa es algo connatural en el humano, y ya se sabe que tres humanos, cuatro opiniones distintas.
La formación histórica de la Tradición, es el fruto de muchas podas consecutivas, dejando solo un criterio prevalente, el del Papa-Emperador, o el Emperador-Papa. La Historia de la Iglesia es abrumadora en este sentido.
Pensar que solo la rama que dispuso del poder eclesial-temporal, es la que dispuso de la inspiración del Espíritu Santo, es de un peloterismo al poder, casi diría que clamoroso.
El Espíritu sopla para todos y en todas partes, y luego nosotros debemos oírlo, comprenderlo e interpretarlo según nuestra cosmovisión personal. Y de ahí las mil flores del Espíritu, todas ellas válidas y preciosas, aunque cada una sean distintas.
Aquí lo que cuenta es la categoría “flor”, no la categoría “especie concreta”. (El dedo y la luna).
Esa es la teología de la diversidad y el pluralismo religioso. Eso puede parecer difícil de admitir, y entra en el tema de la conciliación de opuestos. Porque en religión todo vale, siempre que se haga con buena voluntad, vocación de aprender y de perfeccionar nuestra cosmovisión personal.
El Opus, vale, los Quicos, valen, la teología de la liberación, vale, los carismáticos, valen. Todo vale, solo que valdrán mejor o peor para cada uno, en función de nuestra cosmovisión personal, de nuestro nivel de comprensión de lo humano y de su situación en el Universo, que es lo que en realidad es “la trascendencia”, y de nuestro nivel de maduración personal.
Se habla mucho de que estamos al inicio de una nueva era axial. Y hay que comprender que es eso en realidad.
Flaubert escribió una famosa frase, refiriéndose a los primeros siglos del cristianismo: “Los viejos dioses habían muerto y los nuevos no habían llegado todavía. Hubo un momento en que el hombre estuvo solo”.
Y se inauguró una era de narcisismo generalizado, (tanto a nivel individual como colectivo), que ha culminado con la modernidad.
(Y hago hincapié en el narcisismo grupal, porque la postura de creerse en posesión únicos de la inspiración del Espíritu, no es más que una evidente manifestación de dicho narcisismo grupal, que parece menos malo que el individual, pero que es el mismo perro con distinto collar).
Pero el conocimiento funciona circularmente, y parece que ahora empezamos a estar en condiciones de casar lo incasable, conciliar los opuestos, y diferenciar lo que parece “cinismo”, del conocimiento complejo.
Ahora es el momento de la sospecha. No se arreglan las cosas con confianza ciega al líder, sino que como muy bien dices Román, “uno es libre para pensar, no por el valor de mi razón, sino porque el Espíritu del Señor nos hizo libres (nos liberó)”.
Por eso, confiando en nuestra razón para interpretar bien las inspiraciones del Espíritu, y sabiendo de antemano que nos equivocaremos, debemos dejar de ir de la mano del Papa, y de nadie, y caminar solos, como hacen los niños cuando crecen. (Y se caen, y nos caeremos, y se levantan, y nos levantaremos).
Estamos en un momento en que nos estamos resituando en el Universo, y pronto descubriremos que no estamos solos en él, y que tenemos que comprender que ser seres inteligentes del Universo, tiene unas ventajas y unas obligaciones que deberemos aprovechar y asumir.
(En resumidas cuentas, que lo de aquello de que “Todo el mundo es güeno”, vale y debería aplicarse a la religión también).
Totalmente de acuerdo con su “mirada”…o entendimiento…de la cuestión conque nos invita ha reflexionar.
Gracias de corazón.
Creo que empezar por preguntarte por el Espíritu y su modus operandi es emprender un camino que seguro que te dará la respuesta. Para ser honesto contigo no las tengo todas conmigo, dado que ya encontrarás tú alguna forma de identificar todos los contenidos del lenguaje a un sicologismo o siquismo, o quién sabe qué para convertirlo en algo manipulable con tus ideas transhumanistas. Así que vamos directamente al fondo del asunto. Te habrás alguna veces preguntas de este estilo: Si hay Espíritu Santo, ¿ por qué a mí se me hace imposible identificarlo, reconocerlo? Y si puedo explicar racionalmente como hechos naturales todo lo que se me explica, ¿Por qué tengo que creer? ¿No sería una fe ciega? Yo la única respuesta que se me ocurre para tu pregunta es que las personas sanas no necesitan que les visite el médico. A Dios se llega por la conciencia. Si consideras que el mal moral que nos aflige obedece sólo a la natural naturaleza humana perfectible, que esa perfectibilidad es producto de la evolución y es tan inmanente que nos espera un futuro prometedor y nuestros esfuerzos se cifran un una internacional de la esperanza, entonces todo lo que yo te diga sobre el Espíritu Santo no te servirá más que de entretenimiento. Me conforme con que por lo menos me aceptes, quizás y
o tenga algo de razón, y que vale la pena un nuevo esfuerzo.
Dices que el tema viene desde los primeros tiempos de los seguidores de Jesús y te quedas muy corto, pues viene del propio Jesús, y todavía más anterior: del Antiguo Testamento. Está en los Profetas, en los Salmos y en el Pentateuco (Génesis). Juan el Bautista, el más grande nacido de mujer, según palabras de Jesús, fue su precursor anunciando un bautismo de penitencia: “Yo os bautizo clon agua en señal de conversión, pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego”.
Así que Dios interviene en nuestras vidas humanas, nuestras historias individuales, con la intervención de su Espíritu Santo para la purificación de nuestras conciencias. Nos llegaba en Jesús en cumplimiento de unos orígenes y de unas promesas. En el principio creó Dios el cielo y a tierra. Tal es el principio creador de Dios, con el viento (espíritu) de su acción que salía de su Palabra.
Ezequiel 36,25ss: Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados; os purificaré de todas vuestras inmundicias y de todas vuestras basuras. Os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.. Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos y observéis y practiquéis mis normas.
Pedro en su primera predicación tras la efusión de Pentecostés citó a Joel 3 como explicación del hecho. Aquel suceso era la primicia de este don del Espíritu.(nota Biblia Jerusalén para Hechos 2,16)
Gracias Román por aclarar 1 Corintios…Se entiende mejor si leemos todo el conjunto de la lucha de Pablo por mantener a los Corintios en la verdadera fe de Cristo.. Y como siempre decimos, “hoy como ayer”…
Sobre lo que escribes de la libertad al expresar nuestra fe teológica hay que considerar que individualmente podemos equivocarnos si no nos guiamos por la Revelación..Por eso sólo somos libres cuando accedemos a la Verdad..Es esta aceptación la que nos “hace libres” en la verdad y NO en la mentira y en el equívoco de nuestro propio juicio…
De hecho Jesús vino para ser la LUZ e iluminar la tiniebla de nuestros “errores de juicio” e interpretativos..
Por eso el Vaticano II nos dice que “Cuando el Romano Pontífice o con el, el cuerpo episcopal definen una doctrina, lo hacen siempre de acuerdo con la Revelación, a la que deben sujetarse y conformarse todos, y la cual…se nos transmite íntegra, y en la Iglesia se conserva y se expone con religiosa fidelidad, gracias a la luz del Espíritu de la verdad” ( Vat II, Lumen Gentium, Cap 3, 25 (45)
Es por nuestra limitación humana para encontrar la Verdad y sostenerla por lo que Cristo envía a Su Iglesia magisterial y laical, el Espíritu Santo, el Paráclito, que siempre nos guía para esquivar el error y dirigirnos al Sumo Bien objeto de nuestra felicidad.
Un abrazo
Santiago Hernández
Déjame que te diga algo. Lo que se plantea ahora, me refiero al grupo adamita de Arregi y compañía, no es exactamente lo mismo que en el sigloXVI, creo que fue a mitad de ese siglo, pero a lo mejor no es así y fue en el siguiente. No me apetece buscar ahora la fecha, pero si Enrique VIII estuvo casado con una hija de los reyes católicos y la lío buena para separarse de ella , tiene toda la pinta de ser del siglo XVI. Da igual. Ahora lo que se plantea no es si los 7 sacramentos se valen o no. Si únicamente valen dos o siete. O si la virgen era Virgen o no lo era, o si las indulgencias previo pago sacaban a las almas del purgatorio…en fin, ya sabes. Y por supuesto la figura del Papa. Lo que ahora se propone es algo mucho más profundo. Es considerar a Jesús como un maestro, pero que su Dios a mucha gente ya no le vale. En esas estoy yo. Y fíjate la que se lió en Europa. La de hogueras que se encendieron en un bando y en otro, porque los que llamaban protestantes no se fueron a un rincón a llorar. Y la respuesta brutal de la contrarreforma liderada por el mismo grupo de Poder que ahora domina la iglesia. Es absurdo pensar que esta idea pueda abrirse paso. Y a mí juicio es un error enorme que ni siquiera se escuche. Pero tienes razón. El cristianismo es una religión y hay que considerar todo bajo la mirada de la Fe, no sé exactamente qué es la Fe, seguramente lo que dice el credo que se reza actualmente en las iglesias. Y, francamente, me es imposible.
En fin.
Esto es hablar por hablar.
Gracias y buenas noches.
Ok , Román.
Posiblemente tengas razón. Gracias por la información.
A mí me gustaría, creo que sería algo estupendo para el futuro del cristianismo, aunque seguramente lo que deseo es que no fuese una religión, pero lo que no puede ser, es imposible. Pues sí, seguramente tienes razón.
Un abrazo.
Román.
Una pregunta, pero contéstame lo que tú piensas. Sin citas bíblicas ni nada. Por fa.
Crees que es posible que alguna vez podremos compartir el nombre de cristianos aquellas personas que creen en la Resurrección tal y como cuentan los evangelios y lo que nos ha llegado a nosotros, y los que creemos que la Resurrección de los muertos es algo figurado y que en realidad lo que importa es Resucitar en esta vida a otro tipo de concepción de la vida y luego Dios dirá? O eso te parece imposible?
Ya sé lo que significa la palabra Cristo. También han pasado dos mil años y esa palabra podría tener otras acepciones en caso de que sea necesario. No es cuestión de semántica lo que planteo.
Por mi parte no habría ningún inconveniente. Me parece genial y hasta envidio al que está convencido de eso. Te imaginas que pudiera pensar que voy a volver a ver tal cual a un montón de gente? Me encantaría poder creerlo. Crees que alguna vez eso será posible?
Creo, pienso, opino que si alguna vez se diese esa circunstancia, el cristianismo subiría como la espuma. Porque de ahí se derivan una serie de dogmas y de cosas raras que a muchas personas nos ha alejado del cristianismo. Y es una pena.
Al margen de los problemas del comportamiento de determinadas personas de iglesia. Eso con una buena aplicación de la ley, en unas décadas, arreglado.
Eso sí. El Poder de la iglesia pues fíjate lo que sucedería con él.
Espero que entiendas la pregunta y me contestes con toda la sinceridad de la que seas capaz. Si quieres, claro. Y si no, pues silencio por respuesta. Lo entenderé perfectamente.
Un abrazo
Interesante…Buscaré un tiempito esta tarde-noche.
Si de lo que se trata tan sólo es lo de compartir el nombre de cristiano, de tal cosa que se ocupan las otras culturas y las otras grandes civilizaciones históricas, que son distintas a de nuestra civilización europea occidental y que ya nos nombran adjetivándonos así. La civilización moderna surgida en la Europa Occidental ha ido permeando las restantes culturas y civilizaciones que han tomado de lo nuestro lo que les ha parecido conveniente; los avances científicos, los tecnológicos, elementos del Derecho y hasta de la religión (el cristianismo), han hechos suyos algunos principios y valores. Y no siempre por un mero proceso de colonización política o de ocupación territorial (migraciones)
Pero, claro, tu pregunta no va por ahí, que estás planteando un asunto de convivencia . Si es meramente territorial, ya existe. Las democracias modernas siguiendo los principios del liberalismo, uno de ellos es el laicismo y en las sociedades que anteriormente eran casi plenamente confesionales, ahora el colectivo cristiano puede llegar a ser una minoría. Y no pasa nada.
pero apuremos más la intencionalidad de la pregunta: ¿Pueden dos colectivos ambos nominalmente cristianos, pero con distintas doctrinas (interpretativas) entenderse, aceptarse y hasta convivir en unas mismas comunidades ? Existen, y son lo normal en las sociedades “mixtas” de norte y centro-europa, allí donde arraigó el protestantismo. Pero aquí estoy usando el término comunidad en un sentido civil ( la sociedad civil)
Pero, claro, yo respondo con otra pregunta. ¿Si son dos colectivos distintos. cómo se puede hablar de una misma comunidad de fe? El problema de fondo tiene que ver con la “Autoridad”, y me remito a un antecedente histórico.
Una vez oficializada la Reforma de Lutero y con el principio de “sola scriptura” queda establecido que no existe ninguna otra autoridad que no sean las Escrituras (Ni el pontífice, ni la Jerarquía ni la Tradición) quedando establecido por tanto el de la libre interpretación individual.
Surgió la cuestión en forma de problema. Lutero, Melanchthon, Zwinglio, Calvino…los anabaptistas… ¿Quién puede garantizar una correcta interpretación bíblica? Tal problema de una correcta interpretación no se ha resuelto todavía entre los hijos de la Reforma. Iría contra la matriz de su existencia. Los primeros reformadores se apresuraron a producir sus propios catecismos y editar sus propios comentarios, es decir, construyéndose una nueva “Tradición” que diera forma a su conjunto de creencias
Construirse una Iglesia laica, sin ninguna vinculación con la trascendencia, dándole un valor absoluto a todo lo humano, sin ninguna referencia, más bien rechazo, a que Dios ha hablado (lo digo en términos cristianos) no es más que la nostalgia de un pasado que no se hace ya presente, o de algo que se ha perdido y parece irrecuperable.
Existe un malentendido que asoma muchas veces por aquí. “Para hacer teología hay que pensar por libre”. “Un teólogo sujeto al Magisterio, a la Tradición, a la interpretación “oficial” de la Biblia no está libre para pensar correctamente”. Pero la cuestión es mucho más sencilla dejándonos de desconfianzas: Hay que saberse que uno es libre para pensar, no por el valor de mi razón, sino porque el Espíritu del Señor nos hizo libres (nos liberó). No es un tema de ortodoxia o heterodoxia, sino de la ciencia como un don (sentido carismático) y discernimiento (obra del Espíritu)
Si lo que se nos ha transmitido de los evangelios está clarísimo. La verdad es que no sabía lo de los quinientos, pensaba que había sido algo más íntimo.
Que a la primera persona a la que se apareció fue a María Magdalena, eso lo sabe todo el mundo. Una mujer superarrepentida por lo malísima que había sido, y sin embargo… qué cosas, va y la elige. O no fue él en persona y fue un ángel que le dijo, no lo busques aquí, ha resucitado o algo así? No recuerdo bien. Y ni caso, claro. Hasta que no se le apareció a un varón nadie hizo ni caso. Ya se sabe, las mujeres somos unas histéricas y…
Pero lo que ahora se cuestiona es la traducción de esos evangelios. Y la forma literaria o el estilo o como le quieran llamar de los textos. Y lo que querían decir los textos…en fin. De todo eso saben más que yo.
Y ese tema, el de las apariciones y tal, ese es el tema principal del cristianismo. Porque si no se hubiera aparecido, pues no hubiese habido cristianismo. Al menos eso dice mucha gente. Qué Jesús hubiese pasado sin pena ni gloria porque si no es Dios, pues no se vale nada . Y yo me echo las manos a la cabeza. Porque lo importante para mí, para mí, ser extraño donde los haya, es lo que hizo como persona normal. Lo que trató de comunicar, su pensamiento más profundo acerca de que todo podía ser de otra forma. Pero por lo visto eso carece de importancia, lo guay es la resurrección. Y, francamente, no lo entiendo.
Pero oye, que cada cual piense o actúe como crea conveniente. Solamente digo que ahora algunos exegetas están haciendo otras interpretaciones de los evangelios que van más allá de su literalidad. Por ejemplo, cuando he leído que se apareció a más de quinientos, a lo mejor el autor quiso decir que el tema de las apariciones no iba de escogidos, sino de más de quinientos y todos sabemos el jaleo que se traen los judíos con el significado de los números. No sé.
En fin. Un tema interesante ese de la resurrección.
A mí me gusta mucho ese otro concepto de resurrección que leí hace unos años a alguien que sabe mucho de teología, dios me libre de citar su nombre o parentesco con alguien, pues leí que la resurrección se podría entender cómo , bueno, pues a una nueva forma de entender la vida. La resurrección por tanto se daba en esta vida y si hay otra , Dios dirá. Eso dicen algunas personas. Pero claro, la iglesia jamás lo va a aceptar. Ella necesita una resurrección , resurrección.
No sé.
Buen día.
El “ahora” que contrapones al “antes”, sólo es válido en términos reales para un grupo, no sé si nutrido o no, pero muy cercanos a estos círculos nuestros en España, de teólogos y exégetas católicos, era muy antiguo. Ha sido siempre una objeción presentada contra el cristianismo su doctrina – nuestra profesión de fe – que se registró luego en los credos, sobre la resurrección. El primer rechazo fuerte en tierras de gentiles lo registra Luca en el Libro de Hechos a propósito del discurso de Pablo en el Areópago ateniense. “Al oír que mencionaba la resurrección de los muertos, algunos se burlaron de él, y otros dijeron: “Sobre esto ya te oiremos después”: (Hechos 17,32)
Pero ya dentro de la disciplina moderna tenemos que remontarnos al siglo XVII, aunque de manera sucesivamente sistemática, pasó cuando algunos teólogos no católicos se ocuparon del asunto. Al catolicismo católico español llegó muy tardíamente a mediados del siglo pasado.
Sobre “las esencias” y el testimonio de San Pablo que cita Alberto quiero comentar que 1 Cor 17,3-8) no contradice las apariciones en la tumba primero “a las mujeres”…No se trata aquí de un orden cronológico de la experiencia de la Resurrección que fue la de la Iglesia representada por los Apóstoles, discípulos y discípulas mas cercanos a Jesús…Ya San Juan dice que “no todos” los detalles de la vida de Jesús se encuentran “escritos” en el Evangelio…Por tanto, hubo apariciones a María Magdalena en la tumba, a Cefas (Pedro), a todos los Apóstoles, y a “más de quinientos”discípulos a la vez” y a San Pablo…
Es curioso que el “modo” en que Pablo habla de las apariciones nos indican que éstas no han sido simples “visiones” fantasmagóricas subjetivas…El verbo griego “-ophze” con el dativo “kefa” se traduce como apareció, no que meramente “fué visto”..Esto significa que NO fueron Kefas, los Once y “los otros” los que “vieron” al Señor, sino que fué Jesús que “apareció” a ellos o “se hizo ver” por ellos. No se trató de una pura expereincia subjetiva sino de una experiencia que ellos experimentaron después de una “aparición” objetiva, real, no imaginaria de Jesús.Kefas y los otros han visto NO una creación de su fantasía sino “el cuerpo real del Señor”..Pero un cuerpo que, aunque real, tiene una forma de existencia diversa de la de un cuerpo terreno. (Marcos 16,12)..Porque el cuerpo de Jesús resucitado es un cuerpo espiritual es decir lleno y animado enteramente por el Espíritu…por eso la experiencia de los que “vieron” la aparición de Jesús en su “nuevo modo de existir” fue una gracia dada por Jesús a sus discípulos más cercanos…Se les aparece a ellos, como le responde Jesús a Judas Tadeo, porque ellos le aman a El ya que “si alguno me amare, guardará Mi palabra y mi Padre le amará y vendremos a el, y en el haremos mansión” (Juan 14:23)
Muchas gracias por vuestros comentarios.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Santiago, has querido escribir 1ª Corintios 15, 3-8 según la cita de Alberto más abajo,. lo digo por precisión, pues supongo que algún lector tenga la buena costumbre de ir directamente a los textos, porque se entiende claramente que estamos hablando de la misma perícopa, uno de esos que citamos y se lee con alguna frecuencia en la liturgia.
Introducidos en esta carta de Pablo a sus queridos de Corintos, comunidad formada por él, vemos que el apóstol estaba sufriendo algunas dificultades, no solo por las cuestiones que le habían plantado y que él quería resolver dando respuesta por escrito, sino también por los problemas que sufría la comunidad. Uno de ellos eran los bandos, y el cuestionamiento de su autoridad de apóstol. ¿Acaso Pablo es más importante ( como padre y maestro) que Cefas (Pedro) que siendo uno de los Doce vio a Jesús resucitado ( se le apareció Jesús, como muy bien precisas)? Se cita a Pedro por su autoridad reconocida por todos, y uno de los partidos en que estaba dividida aquella Iglesia (¿os suena a algo?) apostaba firmemente por Pedro. Ver en esta misma carta 1ª Cor. 1,12 y lo bien que Pablo dirime la cuestión que le lleva hasta el final del capítulo 4.
En el 15, cita a Cefas (Pedro) de firme destacándolo del colegio de los Doce dentro de una nutrida nube de testigos a los que se le apareció Cristo señalándose él mismo como el último en el tiempo de esa larga lista.
Sobre el machismo judío y de las sociedades de entonces y en qué grado Pablo sería un deudor, tendríamos que hablar en otros contextos.
Y claro que siguió la teología de liberación en América Latina. Por supuesto. Anda que no he leído cosas y conozco a personalidades… claro. Todo a partir finales de septiembre de 2010 , cuando , accidentalmente leí un texto de Miquel Sunyol. Entonces entendí en un momento que había algo que no había descubierto dentro de mi propia religión. Trabajando en un colegio de monjas. Y empecé a entender que no era tan rara.
En fin
Historias. Pero te aseguro que no hablo por impulsos y sin saber de lo que hablo. Tengo rebotes, es cierto. Pero sé de lo que hablo.
En fin
Historias.
Ana. No me has entendido. Da igual.
Claro que existió. Hará unos cinco años, una muy amiga mía me llevó a casa de una señora mayor, mayor, vivía por vistabella, un barrio de Murcia, río abajo. Gente humilde. Bueno, ya no tanto. Ahora es un barrio normal. Todo evoluciona. . Y me llevó a su casa. Y estuvimos hablando. De comunidades de esa época. Bueno, no veas la de cosas que me contó. Me hablaba , me hablaba y le dije al final. Y cómo no me he enterado de esto?
Pero si te acabo de decir que fui a una reunión en Espinardo hace unos años. Pero si me han dicho varias personas que me presente y que diga que voy de parte de .. claro que existieron y existe. Gente Postconciliar. Pero eso ya no me vale. Con todos mis respetos. Ya no.
Esa es mi pregunta. Mi eterna pregunta. Ella al menos la entendió. Por lo visto no es fácil de entender. Pero la pregunta, cómo no me enteré de que había otra iglesia dentro de la iglesia , esa pregunta morirá conmigo. Y si no se entiende, pues que no se entienda. De verdad, me da igual ya la respuesta. Lo cierto es que no me enteré. Y como yo, miles de miles de personas que hacen millones. Justo las que ya no vamos a las iglesias. Y nosotros no vamos a volver. Quizás nuestros nietos encuentren algunas respuestas en una nueva iglesia. O sus hijos. O los hijos de sus hijos. No sé. El tiempo dirá. Que cada cual, resuelva. A lo mejor lo que no hace falta para nada es una iglesia. Yo qué sé…
Y ya está.
Gracias por contestar.
De esos años te hablo yo.
Soy murciana. Mi abuela vivía en santo Domingo. Y luego viví en el mismo lugar, tiraron la casa e hicieron pisos, desde que me casé en El 76 hasta el 84 que me cambié de casa.
Conozco la universidad, soy vecina, mucha gente ha estudiado ahí. Créeme, la conozco bien. Incluso por familia. Y jamás oí nada de eso. Y he trabajado en un colegio de monjas progres. Nada. Cero. Conozco a algún profesor de la facultad de teología de Granada. Y no uno del montón, no. Nada. Cero. Por lo visto la gente normal no dábamos la talla para entender el evangelio. Es el mismo error que se está cometiendo ahora. El mismo. El mismísimo. Te lo aseguro. Sé cómo se piensa en la intimidad de un sector grande de la iglesia, pero les falta confianza en las ovejas. Es la historia de siempre. Y como siempre no la entiendo, porque los evangelios están dedicados a nosotros, a nosotras.
Pero algo tan sencillo no se entiende. Cuando alguien habla en público lo hace con pinzas. Ese es el error. No se confía en nosotros. Y quizás ahora hacen bien. Ya nadie se cree nada. El momento fue en los años ochenta. Ese fue el momento. Pero llegó Juan Pablo II. Y se replegaron. Supongo que por miedo y porque empezó a dar guantazos sin manos. Con Ratzinger detrás, un gran teølogo que se las sabía todas. Y eligió hacer carrera eclesiástica. Y por Dios que la hizo al lado de su Papa . Y durante muuuuuchos años. Y la gente que podía mover todo se echó para atrás.
Y ahora hablan del concilio como la tierra prometida, pero el concilio se ha quedado ya corto. Han pasado sesenta años. Ahora demandamos otras cosas y la iglesia, de golpe, como tú dices muy bien , no lo puede dar. Se han perdido muchos años. De momento no veo salida. Muy poca gente , poquísima , se atreve a hablar de otro modelo de Dios. No cuestionan abiertamente la divinidad de Jesús, cuando al hablar en grupos pequeños , callan, lo cuestionan o te dicen: tú puedes decirlo abiertamente. No sabes la de personas que me han dicho eso, supongo que tú conocerás a bastantes. Pero como tú dices: quién se va a atrever a cuestionar a San Pablo? Pues mucha gente que sabe de esto cuestiona alguna cosa. No todo, en absoluto. Lo que cuestiona es ese convencimiento que tenía al principio de la Divinidad de Jesús. No entendió bien al principio, dicen. Pero al final, al final fue cuando cayó del caballo. Al final. Y tuvo mucho que ver Pedro.
En fin. Parece que ataco a algo y no es cierto. Me encantaría que la iglesia fuese abierta a todo el mundo, sea cual sea su Dios, pero si tenemos uno concreto, es imposible. Bueno, no imposible porque Dios es Uno, pero si únicamente se pueden emplear determinadas palabras para hablar sobre lo que pueda o no pueda ser, no hay diálogo posible, porque hay quienes saben lo que Es. Alucinante.
Ese es el gran problema de la iglesia. Mira la que se lía cuando se roza al Papa actual. Como si fuera una herejía. Y ya estamos cansados, muy cansados de oír tantas cosas desagradables. Y no me refiero precisamente en Atrio. Que, a veces, también. Ahora si sacas el tema de Dios o de algo de esto , la gente te mira como si fueras un dinosaurio. Verás los años que cuesta recuperar todo ésto. Y mientras, las cosas raras se adueñan de la espiritualidad del mundo mundial. Es tremendo esto.
Encontré mi camino, solica. Y solamente he tratado de echar una mano a otros que estén como yo estuve. Pero no soy teóloga, ni filósofa. Quién me va a escuchar? Te digo quienes? Aquellos que ahora están solos luchando contra toda una iglesia. A esos sí les gusta lo que digo. Viene bien que una persona normal piense así. Eso es lo que es. No se dan cuenta de que personas como yo hay a montooooones. Pero a montones. Y cuando confíen en nosotros, entonces, quizás entonces se pueda hacer algo. Porque Nosotros Somos la Iglesia. Y mucho cuidado, los quicos también lo son. Y están ganando a tope. Porque ellos sí confían en sus bases.
Así pienso. Lo siento.
Un saludo.
Carmen, desconozco el porqué no conociste este movimiento de comunidades de Murcia. Eso no quiere decir que no existiese.
El creador de este movimiento se llamaba Gabriel Sánchez, Atrio publicó un artículo suyo en 1913 (puedes verlo), escrito dos años antes, y A. Duato dio una semana de convivencia en verano no hace muchos años, cuando ya había decaído mucho este movimiento comunitario, ahora creo desaparecido.
Cuando dices que no se hablaba muy bien de la Teología de la Liberación, tienes razón, dicha teología se condenaba desde el Vaticano y desde el Papa, creo que era Juan Pablo II, que sancionó a teólogos muy importantes, como Jon Sobrino, pero en las comunidades de base , especialmente en Hispanoamérica, siguió adelante.
Ahora estamos en otro momento. Si yo he relatado este hecho, era para traer al diálogo el que ya hace muchos años que el “pueblo creyente”, no las élites, buscábamos nuevos caminos y pedíamos reformas.
Hace un par de años fui a una reunión de comunidades de ese tipo en Espinardo. Daba una conferencia el señor JJ Tamayo, que tiene la amabilidad la persona que le lleve todo este asunto de comunicación de sus conferencias y tal, de mandarme sus artículos y avísame sus conferencias. No pienso volver. Hay como un cierto convencimiento de estar en posesión de la verdad y ser un grupo bastante cerrado. Y lo entiendo. Es gente mayor y han vivido su religión a su manera.
También fui a una reunión de la asociación de teølogos Juan XXIII a Madrid. Expresamente a las reuniones.
Y , todo se me está quedando pequeño, porque si nadie se atreve a cuestionar a Pablo de Tarso, a qué estamos jugando? Si nadie va a cuestionar lo fundamental, pues la iglesia seguirá sin acoger a muchas , muchas muchas personas que ya pensamos diferente. Y me parece genial. La iglesia es lo que es. Y su fundador fue Pablo de Tarso. En eso hay acuerdo, me parece. Luego no se puede cuestionar al fundador, como hace muy poco me recordaron. Lo único que se puede hacer es empezar de nuevo, de otra forma, con otros planteamientos, pero entonces ya no sería esta iglesia. Sería otra historia.
Quién se encuentre con fuerza, adelante.
Éxito arrollador para los que conocían que existía ese movimiento, porque los murcianos en general, ni idea.
Algo se oía sobre la teología de liberación y no bueno exactamente. Ahora, si estaba destinado a personas que se reunía en el salón de actos de la universidad, pues ahí se quedó y duró lo que duró. Y la gente normal no nos enteramos. Y nos fuimos. Y nadie vino a decirnos nada. Y de aquel polvo, este lodo. Porque las iglesias no las llenan los teølogos y los profesores de universidad, la llenamos nosotros, nosotras.
Y los que pueden ayudar a que todo esto cambie son los que en Murcia llamamos curas Pelaos, es decir, curas, sin más.
He de decir que mi iglesia de referencia en Murcia, cuando la frecuentaba es Santo Domingo, en la zona del puro centro de una ciudad muy pequeñica y dirigida por jesuitas. A unos cien metros o quizás 150 de la universidad que únicamente existía entonces, con tres facultades, letras,es decir, filología , químicas y derecho. Ahora hay un montón de facultades en el campus de Espinardo.
No me enteré de nada. Y no andaba lejos. A ver si ahora está sucediendo lo mismo. Pero bueno, da igual. Hace muchos años que mi comunidad está en manos de la derecha, ayudada por la extrema derecha y las iglesias básicamente las llenan los quicos. Y en su derecho están. Se han dirigido desde el minuto uno a hacer labor en las parroquias y sin duda alguna han triunfado. Pero en aquel tiempo no era así y por ello se daban esas reuniones…en la universidad.
Así que no tengo otra que ir a mi aire, como todos, como siempre. He tratado de decir esto por todos los medios posibles, nosotros, as, somos en realidad la iglesia. Pero es inútil. Todo se quiere resolver entre los que se creen más o menos entendidos cuando justamente hay que hacer llegar todo eso que saben a los que no tienen ni idea. Si lo contasen, si dijeran lo que en realidad pensais, barreríais. Esa frase seguro que más de diez personas que leen Atrio me lo han oído decir alguna vez. Y ya, al ver que Murcia ha sido un lugar de referencia ya, o sea, no sé cómo decir . Con razón, con razón todo. Nadie se enteró de nada. Y, cuidado, que de otras cosas sí nos enterábamos.
En fin.
Mucha suerte y que cada uno se defienda como pueda. Como siempre.
Carmen, te hablo de los años 80 y 90 y, como salían de las parroquias y los obispos de entonces no les gustaba nada, pues sólo se enteraban las parroquias en las que los párrocos les parecía bien. Después ya se fueron fuera de las parroquias. Pero no era una cruzada con afán de conquistar el mundo.
Otra vez más:
¡Gracias Atrio, por ofrecernos estas noticias tal cual son!
Si la iglesia corporación, no la cambia, el mundo que la rodea:
¡La cambiará, o la hará desaparecer como está ahora montada!
Estudiando cuanto este art. nos relata, es como debería de ser; reconozco que voluntariamente renunciar al poder y la riqueza…que esta iglesia “poder” tiene; en nada se parece con:
“La nueva alternativa de ¡Vida! que proclamó Jesús”
Y está sigue viva en aquellos lugares, donde hay personas que la hacen vida, para que los hombres y mujeres:
¡Vivan!
Cierto que en este mundo tal cual está “montado” no será la mayoría quien la siga; tampoco Jesús habló de mayoría o totalidad, habló:
De opción personal y la decisión de hacerla propia en su vivir.
Jamás hablo de riqueza, de organización montada en el poder y la fantasía de un vestuario de Prada, en una cadena de mando, cada vez más extensa.
Habló de:
¡¡¡Servir…Yo he venido a servir!!!
¿En que se le parece la iglesia poder, a lo que entendemos por:
¿Comunidad cristiana?
En nada de nada, ni siquiera lo que enseña y defiende. Cuando se está acostumbrada ha escuchar “La Palabra” desde su verdadero significado; nos chirría de manera escandalosa lo que ahora…como nunca...dentro de los años vividos por mí, hemos visto. En mis tiempos, al menos encontrabas grandes personas que seguían siendo llamadas por ea hermosa ¡Palabra! que salió de Jesús de su manera de vivir, y también de su entrega…aunque era totalmente injusta…de morir; con ello nos enseñó:
¡Que ninguna persona… es mayor…a otra!
Si estos cambios se realizan desde dentro: ¡¡¡Bienvenidos sean estos cambio!!!
Si no sucede así, la misma sociedad, ayudará a que lo haga.
Como nos dijo Paola en una conferencia ante la pregunta:
¿Tiene solución la iglesia tal cual está?
Esto hace ya muchos años, más o menos cuando lanzó su hermoso libro:
“Jesús” Aproximación histórica.
Su respuesta fue:
“La iglesia, tiene que empeorar, y de sus cenizas, nacerá una nueva iglesia donde quepamos todas las personas de buena voluntad”.
Quise decir en el sexto párrafo:
Y si esta sigue…
Quería decir;
José A. Pagola
Yo considero tres momentos. El primero es el abandono de la Iglesia progresivo pero constante de gran parte de las sociedad creyente, y aún más significativa de la juventud.
Dos, las inquietudes y reivindicaciones de cambio de otra parte de la comunidad creyente, concretada en las comunidades de base que, automáticamente quedaron marginadas de la Iglesia oficial y han tenido que vivir su cristianismo de forma paralela a la Institución. Hubo un intento por parte de un párroco, en Murcia, de que estas comunidades saliesen de las mismas parroquias con un éxito arrollador al principio, pero terminaron en la calle como todas las demás. Conozco este caso personalmente porque estuve muy implicada en esa experiencia. Los meses de julio y agosto, cada semana se reunían grupos aproximadamente de 30 cada semana en una convivencia con teólogos pioneros como Juan Mateos o Tamayo; varias veces al año llenaban a tope el salón actos de la universidad de Murcia donde yo conocí, entre otro muchos a Ignacio Ellacuría. Más los 40 congresos de teología Juan XXIII en Madrid.
Y, por fin, que sea parte de la jerarquía y parte del clero la que ya se estén dando cuenta que algo falla, de que algo hay que cambiar, es importante.
Y, como en cualquier grupo social aparecen dos grupos, los inmovilistas contumaces y radicales, para quienes cualquier cambio les parece una agresión a la Iglesia y una catástrofe.
Y por otro lado el grupo que aceptan, piden y proponen cambios. Dentro de este grupo, tendríamos dos subgrupos: quienes se conforman con algunos retoques estéticos, y quienes piden cuestiones que afectarían a la teología, y esto, en este momento, no va a llegar muy lejos, por no decir que es imposible.
Yo no soy adivina, pero tengo poca confianza en que los cambios se queden en retoques superficiales y que la nueva exégesis se quede ausente.
En la cita que nos pone Alberto Revuelta de Pablo, ya vemos que, como dice Pablo, la mayor parte de los testigos vivían cuando él escribe, y, sin embargo Pablo dice que Jesús resucitado primero se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce, olvidándose ya, tan pronto, de que a las primeras que se le apareció fue a las mujeres. No sé si consciente o inconscientemente ya está sentando las bases de la jerarquización y del clericalismo y de la marginación de la mujer. Y, a pesar de que Pablo es un hombre, hijo de su tiempo y de su religión y que, según él, la vida terrenal de Jesús, no le importaba, su palabra, como la de toda la Biblia se convirtió en palabra de Dios. ¡A ver quién se atreve a contradecir a Pablo! O a otros concilios que han dejado su sello como intocable.
Nota: donde dice “tengo poca confianza en que los” debe decir tengo poca confianza, y que los
La situación actual tiene elementos que la hacen distinta a los años de nuestra juventud. Entonces la crisis dentro de la Iglesia Española principió en la pastoral El Cardenal Tarancón hablaba mucho de estas cosas y las dejó reflejadas en sus Memorias. Los centros urbanos se llenaban de nuevos vecinos que dejaban el campo y las parroquias de barrio luchaban contra el desarraigo de “sus fieles”. La búsqueda de autenticidad se añadía las reivindicaciones laborales y la concienciación política. La primavera de la renovación conciliar duró lo que duró su mandato en la Conferencia Episcopal con una efímera mayoría progre en los obispados. Aquel sector del clero bajo, cuyo perfil era la cura de almas en la parroquias de los barrios fueron víctimas de la secularización, la militancia política o la búsqueda de las fuentes teológicas y exegéticas de fuera del Catolicismo, así que también sufrieron las interpretaciones muy sesgadas del fenómeno conciliar, lo mismo que los tradicionales que animados desde Roma se pusieron al frente de un movimiento restaurador.
Sin una orientación hacia la búsqueda de “los signos de los tiempos” la secularización entró de rondón en las comunidades y grupos de cristianos. Por eso no me extraña lo que explicas de tus experiencias vividas con otras muchas que se pueden contar.
La cuestión ahora es esta: ¿Basta con dirigirnos a la Comisión del Sínodo de Roma para expresarles un rosario de nuestras quejas? ¿No será más productivo que emprendamos un diálogo abierto y honesto donde se ponga en evidencia cómo y en qué nos hemos equivocado, si estaos recorriendo vías muertas que no llevan a ninguna parte?
Me hubiera gustado haberte contestado con lo de Pedro, y Corintios 15 pero he considerado que lo anterior es mucho más importante.
No se trata de volver a ningún pasado. Cada época y momento histórico tiene sus servidumbres.
Pero me quedo con el diagnóstico que emana de la presentación del Sínodo sobre una de las causas que dan lugar a mucho de los males que nos aquejan a los creyentes del catolicismo: el clericalismo, que se puede ver como una herencia histórica en forma de anacronismo, como una mentalidad muy arraigada y como una enfermedad que aqueja tanto al clero (ministerios ordenados) como a todo el laicado. Tal cosa explica muchos de los desórdenes incluso morales que nos son causa de escándalo.
El año 476 con la caída del Imperio Romano de Occidente, aquello fue para la sociedad latina la prueba de que se estaban viviendo desde hacía ya muchos años atrás tiempos apocalípticos, con la llegada de los reinos de los bárbaros, que ocupaban tierras y haciendas y carecían de administración, que encontraron casi como única institución en una sociedad ya ruralizada de por sí, a la Iglesia. Muchos hombres de Iglesia ya ocupaban cargos en la Administración Romana, y gozaban de prestigio ante la población. Lo mismo podemos decir del mundo cultural, aunque decadente, de entonces. Desde el siglo VI, la Alta Edad Medio o la Edad Antigua Tardía, según la historiografía, en un mundo inculto, analfabeto, con una economía agrícola y de subsistencia, aislado, con un comercio casi nulo y con una nobleza guerrera e iletrada la sociedad se estratificó en tres estamentos. los Bellatores o nobleza guerrera, los Orantes o clero dedicado al culto divino y a la enseñanza religiosa y civil, y los Laboratores, el gran pueblo sumiso carente e derechos frente a las otras clases privilegiadas. Los cargos de la alta jerarquía de la Iglesia se nutría de elementos de la nobleza. por ese sistema la Iglesia jerárquica se enriqueció y hasta el Primado de Roma se convirtió en un rey temporal con Estados propios, dirigiendo, influyendo, condicionando la política con sus dos poderes político-militar y espiritual. Ese monarquismo del papado se extendía todavía cuando llegó el siglo XVI y la Europa Renacentista había entrado en el paradigma del a Edad Moderna tras el Renacimiento.. Todavía arrastramos mucho de tal anacronismo, y hemos adquirido la plena consciencia de que no se puede sostener más en esta nueva época post-secular, especialmente cuando el Postconcilio hizo caso omiso de los documentos conciliares.
Pero existe el problema de que dentro del Pueblo de Dios ha quedado esa mentalidad que se cifra en muchas cosas, tal como los roles de la autoridad y la obediencia, los privilegios y la ausencia de los mismos, los maestros e instruidos y quienes son eternos aprendices y sumisos a la autoridad y al Magisterio. Algo que ya no encaja en nuestra visión de las cosas, y por ello se nos exige corresponsabilidad. Los abusos, los privilegios, la autoridad-poder conduce a situaciones aparentemente inmune de inmoralidad. A los escándalos que provocan la posesión y el uso de los bienes materiales, se unen vidas más o menos ocultas de otros tipos de inmoralidades.
Me he alargado demasiado, perdón. Ya habrá alguna otra ocasión de abordar otros contextos.
Hola , Santiago y Román.
No os preocupéis. Nadie quiere ni puede cambiar nada importante. Os lo vengo diciendo desde el minuto uno, porque tiene Razón Santiago, entonces sería otra cosa, no la iglesia católica. Se lo he dicho siempre, Santiago, no sé si lo recuerda, pero se lo he dicho setenta veces siete.
En cuanto a lo que dices, Román, de que en realidad esto es volver a los tiempos de Lutero, en parte creo que tienes razón, digo en parte. Lo que quieren los reformadores ahora es ir más allá de la reforma protestante, mucho más allá. Y sucederá lo mismo, y si se separan de la iglesia católica, volvemos a lo que dice Santiago, será otra iglesia cristiana, pero no la iglesia católica.
Ese es mi análisis. Supongo que casi nadie lo compartirá, pero es el mío. No tengáis temor a nada.
Ayer, dándome una vuelta por una librería vi el libro Caín, de Saramago. Leí hace unos años su Evangelio. Me quedé fascinada. Estaba en mi línea de pensamiento, pero claro, no tengo su cabeza, no soy premio Nobel. Esta noche he tenido un sueño de esos extraños, gracias a Dios duermo muy bien, pero de vez en cuando algún temor de esos profundos se escapa de mi zona consciente y, uf, un jaleo monumental porque todo se mezcla y fatal. Ha sido de esos sueños tan reales y tan kafkianos que dentro de él dices: tiene que ser una pesadilla. Y se hizo la luz, y ha entrado por mi ventana, me encanta despertarme con la luz. Y, aturdida me he sentado he mirado a mí alrededor y he visto el libro amarillo y Rojo: Caín. Y de esas cosas que me pasan que de repente algo me dice al oído: qué tontica eres, ahí tienes a todo un premio nobel con el mismo desconcierto que tú, tampoco entendía nada.
Así que creo que no merece la pena mi preocupación, las cosas son como son. La iglesia es lo que es. Si te gusta, dentro. Y si no, fuera. Tampoco hay problema, como me dijo Jaume el otro día, tampoco le hablé a mis hijos de Dios, que cada cual encuentre su camino. Y tiene toda la razón. Ya no ejerzo de maestra. Ya no tengo que educar y entrar en conflictos personales entre postura oficial y lo que pienso. Esa parte acabó.
Así que no os preocupéis. A lo mejor dejan que alguna mujer entre a formar parte de ese mundo de hombres, a lo mejor permiten que esos varones santos o como se llamen , puedan ejercer de una manera parcial el sacerdocio aunque estén casados,o que los obispos sean elegidos haciendo un sondeo entre los fieles de su diócesis y una vez oídas las opiniones su santidad elegirá, como en el franquismo: una vez oídas las cortes… porque no hay que olvidar que éramos entonces una ‘democracia orgánica’ , en fin. Algo de ese estilo y entonces se dirá: un pequeño paso en la iglesia pero abre las puertas para un futuro mejor.
No tengáis temor alguno. Ganaréis.
Y los lectores de los Saramago de este mundo nos iremos a la playa, al campo o a la terracica de nuestra casa a leer sus libros. Pero ya sabemos lo que son los libros: literatura.
Un abrazo a los dos.
Si de esencias hablamos : 1ª Corintios 15. Escribe Pablo de Tarso.
“ Porque yo os transmití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales vive todavía, otros han muerto; después se apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí. Pues bien; tanto yo como ellos predicamos así, y así lo creísteis vosotros”.
Muchas gracias Román por tu oportuno e interesante comentario..Siguiendo con tu terminología, “la implosión” se refiere a los cambios esenciales en la Iglesia de Jesucristo… Pero si cambiamos la “esencia” de una entidad sabemos que esta entidad pierde a su vez su identidad como tal…
Pero la Iglesia lleva la promesa de su permanencia e indefectibilidad dada a Ella por el mismo Cristo hasta el final: el Espíritu Santo “que enviará el Padre en Mi nombre, El os enseñará todas las cosas y os recordará todas las cosas que os dije Yo” (Juan 14:25) y lo de que: “Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos” (Mateo 28:20)
Por tanto, la Verdad evangélica definida por Cristo en el Evangelio y mantenida constantemente por la Iglesia Católica a través de los siglos NO es susceptible de cambio esencial..Si esta implosión ocurriera dentro de las filas del clericalismo,…. la Verdad evangélica definida y definitiva como tal, NO se destruiría en la Iglesia de Jesucristo pues es imposible acabar con Su esencia.
Cualquier maniobra de este tipo -obviamente- sería inválida y “los pseudo-pastores” de la grey quedarían automáticamente excluidos de la comunión eclesiástica del Cuerpo Místico de la Iglesia…Se formaría indudablemente “otra entidad religiosa” pero no sería ya la Iglesia Católica iniciada por Jesucristo en el siglo I de nuestra era..La Verdad de Cristo no fue “inventada” por sus seguidores sino que fue revelada a ellos durante Su vida pública.
Por otra parte, si leemos detenidamente los decretos del Vaticano II vemos que no hubo “cambio” en la doctrina esencial ya que Juan XXIII afirmó la permanencia de la esencia doctrinal pero que la “expresión” de esa Verdad podía ser “ajustada” con el aggiornamiento según la mentalidad de la “época” para que su verdadero sentido fuera más inteligible y mejor entendido en los tiempos actuales..
Las abundantes citas del NT y del magisterio de la Iglesia y la clara exposición de la doctrina validan al Vaticano II como uno de los más importantes Concilios de la Iglesia de Jesucristo, a pesar de algunos de sus puntos controversiales. Todavía estamos a tiempo para aplicar el Vaticano II, no según la comisión post-conciliar, sino según el deseo de los Padres del Concilio del año 1963.
Abrazos
Santiago Hernández
Atrio tiene una faceta atractiva de hacernos llegar la información pura, el acontecimiento, el hecho noticioso. Los medios de información buscan siempre estar al filo de la noticia, pero carecen de una tribuna de análisis como no sea el conjunto de los articulistas asociados que se vinculan a las novedades del día y a los editoriales.
El caso de Atrio es único porque se vincula a la reflexión y al análisis mediante un grupo abierto, y muchas veces espontáneo, aunque con sus subjetividades propias, la de cada individuo con las pequeñas verdades de sus opiniones. Rara vez se llega a un consenso que es una verdad más amplia y compartida, más fiable.
Aquí se habla de la implosión en curso de la Iglesia Católica Romana. Implosión tiene un antónimo: explosión, pero es muy difícil que tenga algún sinónimo menos agresivo. En el siglo XVI la Cristiandad europea occidental sufrió una explosión, pero la implosión ( una reforma radical desde dentro de la Iglesia) resultó imposible. no es momento para análisis ni de comparaciones históricas. Hoy, sin embargo, muchas de aquellas reivindicaciones de los reformadores de dentro y de fuera del Catolicismo están dentro de su nueva eclesiología que llevan el sello del Vaticano II. Son las actuales, y no otras, las que están contribuyendo a su puesta al día dentro el actual paradigma histórico.