Te mando esto por si pudiera ser un tema para abrir. Tanto Elzo, tanta filosofía y teología de altos vuelos, me siento analfabeto. Yo no estudié en Comillas para esto. De todos modos, prometo esforzarme un poco más. Pero es que mi Moncloa aldeana extremeña me está poniendo a la altura del barro… HC.
Hoy mismo, ha sido dictada la ley que sitúa el salario mínimo en 1.000 euros; hace unos días una votación rocambolesca del Congreso ratificó la otra ley de reforma de la reglamentación laboral y disparó las alarmas de la derecha que parece tenía bien atado el fracaso de la propuesta.
Bajo el impulso de un gobierno y una viceministra de trabajo, secundada por su propio partido de Podemos y el PSOE de Pedro Sánchez, parece que se acelera el proceso de reformas y a la derecha le toca aceptar dos derrotas que quizá no esperaba.
Por supuesto, los privilegios del gran capital, las subidas espectaculares de la electricidad, dan fe de la enorme dificultad de equilibrar las economías y el bienestar mínimo de las clases trabajadoras. Pero inoculan entre los españoles que desean vivir el evangelio un soplo de esperanza. No todo está perdido, hemos iniciado una marcha más alegre y audaz, más eficaz de la que llevábamos años largos padeciendo.
Tengo la impresión, y perdónenme si me equivoco, de que Atrio. org está dando a este proceso una importancia y atención muy escasa. De que nuestras plumas se deslizan como sin querer hacia temas ultrafilosóficos y ultrateológicos.
Nos toca quizá remover las aguas y empujar nuestras reflexiones hacia esta nueva corriente, sin descuidar, por supuesto, los que nos ocupan en los úiltimos capítulos que venimos desarrollando. Amigo Olvera, os toca a los del otro lado del océano diagnosticar y recetar las medidas a aplicar para escapar de la bota de hierro del poder norteamericano.
Recuerdo a mis contertulios de Ario que mi banda de compañía que hemos llamado La Moncloa en versión aldeana también resbala hacia grandes principios como la revolución comunista, Mao, China, Ucrania, lo que nos ponen en la boca los grandes medios informativos que nos proporcionan los mass media bajo la batuta de Washington, Londres, los Rockefeller y demás todopoderosos.
La palabra del evangelio, la palabra de Jesús de Nazaret, estaba siempre muy cerca de los pobres y analfabetos. “Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, serpientes, sepulcros blanqueados, doctores de la ley”… O de aquellos consejos de Pablo de Tarso: “las mujeres, en la iglesia, que estén calladas”.
¿Cómo podemos progresar en nuestras audacias? ¿Qué perspectivas nos abren las leyes que nos llueven del cielo desde un gobierno que conquistamos por la puerta de atrás, esquivando los trucos de la ley controlada por el gran capital y la derecha conservadora?
Y pido perdón si me extralimito, si me paso de optimista. No sé quién dijo una vez que “audaces fortuna iuvat”.
Quien se aburre es porque quiere, porque entre la filosofía, la religión y la política, estamos bien entretenidos, en el buen sentido de la palabra. Hay mucho sobre lo que reflexionar a elección de lo que cada cual elija.
Un abrazo fuertote, querido Honorio.
Hola Honorio, me admira tu gozo ante esta ley, conseguida de chiripa. Esta mañana en la SER, han presentado un estudio, sobre porque la ultra derecha, se está “colando” por todos los resquicios que le dejan; lo más triste es, que parece que es nuestra juventud…y los mayores…los que la nutren.
Y con ellos al frente, poco o nada mejoraremos; nuestra izquierda esta muy dispersa en pequeños núcleos y son incapaces de ponerse de acuerdo.
Por encima de esta triste noticia; me alegro que esta ley haya salido adelante, las “pequeñas” mejoras, creo que no nos durarán mucho.
Hay tigres hambrientos, que anhelan subir al poder de cualquier manera.
Gracias Honorio por compartir tu alegría, esa de alguna manera, siempre se contagia.
Un abrazo entrañable.
Querido Honorio:
He puesto en la entradilla el texto del correo con el que enviabas tu artículo. Ya veo que te abruma el exceso de sociología que nos está introduciendo Elzo. Y sin embargo lo creo necesario para entender “lo que nos está pasando”. En la sociedad y en nuestras comunidades incluyendo las cristianas.
Haces referencia a Comillas. Allí había intelectuales y “manitas”, distinción que hacía Gonzalo ayer. Desde entonces hasta ahora yo no he sido un intelectual, un especulador de ideas. Pero sí que he sido una persona reflexiva, que ha buscado con frecuencia luz en otros para que me ayudasen a reflexionar sobre mis propias experiencias, sobre lo que vivía. La he encontrado en algunas personas y algunos libros, en otros muy famosos sinceramente no. La vida me ha llevado a ser manager de intelectuales, amanuense que digo yo de importantes revistas como Iglesia Viva y de modestos blogs como ATRIO. Es decir, he tenido que inivitar a escribir, he tenido que valorar, he editado y publicado mucho a grandes pensadores e intelectuales.
Y, poco a poco, se me afina más el sentido, para quedarme no con lo más famoso (he dejado por ejemplo de intentar entender a Zubiri y por qué a Ellacuría le decía tanto, de entender a Apel y por qué a Adela Cortina le atrajo tanto, etc…) sino con lo que a mí me diga algo y me ilumine mi experiencia, dándole sentido: meta y ánimo para seguir adelante.
Y resulta que aquí y ahora, en este momento de mi vida, de mi sociedad y de mi Iglesia, de mi aldea global y mi comunidad de buscadores de humanidad, Javier Elzo y el autor que él está presentando y sobre el que más escribe, Hans Joas, me están proporcionando mucha luz.
Te escribo esto hoy porque mañana pienso publicar un texto muy largo de este filósofo y sociólogo alemán, nacido en barrio de trabajadores alemanes que formaron una cooperativa y que ha mantenido el mismo sentido de partir de la real para reflexionar sobre ello y encontrar acciones personales y comunitarias concretas que fueran después objeto de nuevas experiencias sobre las que reflexionar y emprender ulteriores acciones.
¿Te suena? Pues eso en definitiva, es la obra de Hans Joas, que Elzo me ha descubierto y que me aclara lo que es una sociología o ciencia social que no parta de teorías sino que se vaya formando a partir de experiencias personales y comunitarias sobre las que se reflexione a fondo, no para encontrar bellas contruccciones teóricas sino los mejores planes de acción y de tranformación de la realidad.
Continuaremos. Tal vez mi estilo esté emjor en ser comentarista que no autor de piezas. Ahora me reducía a ser mero introductor y escribidor de entradillas, donde no puedo expresar todo lo que pienso y todo lo que relaciono. Mañana pienso presentar un largo documento sobre Hans Joas que he traducido de una revista americana e intentaré llenar un pimer comentario en donde resuma mi propia lectura del mismo. Ojalá así consigamos un método de diálogo en profundidad, muy personal y comunitario, que es lo que siempre he deseado para ATRIO. ¡Qué sigas tan buena persona, Honorio, con tu Moncloilla de sabios jubilados y tu acompañamiento a inmigrantes africanos!