Twitter es una máquina muy eficaz para atacar al contrario, y casi perfecta para arruinar la propia imagen
Esto es Twitter.
En cuestión de segundos, un usuario cualquiera puede leer en su móvil un tuit de alguien a quien no sigue, que a su vez ha dejado una noticia sin datar y sin confirmar para arremeter contra el ministro de Consumo a cuenta de sus polémicas declaraciones a The Guardian. Y, de propina, la reacción de un tuitero anónimo que aprovecha el nombre del tal Sergio Ramos Acosta —que así se llama el autor del primer tuit— para meterse con él y con el exjugador del Real Madrid, y obtener con el chiste 60 retuits y más de 600 “me gusta”, que a fin de cuentas de eso trata este invento extraño donde el ego y la bilis importan más que la verdad o la mentira.
Pero hay más. Twitter no trae un manual de uso, aunque tal vez debiera. Uno de esos prospectos que acompañan a los medicamentos y que previenen de los posibles efectos adversos. De manera que cada uno se las apaña como puede en este mar de los sargazos. Al que suscribe, que nada como un pato en un medio tan hostil, le gusta seguir el hilo de los tuits en sentido inverso. Será por deformación profesional, o simplemente por curiosidad, no se termina de fiar de la fotografía del tuitero en cuestión o de la leyenda que la acompaña —a los anónimos no les hace ni caso, nunca le gustaron las capuchas—, y prefiere hacerse una idea del carácter o del talante de este o aquel repasando sus tuits anteriores, contra quién arremetió, en qué tono… Por ejemplo, ¿quién es Sergio Ramos Acosta?
[Ver mejor la trascripción de lo que dijo Garzon el 14 de a The Guardian en Huffingpost]
Llama la atención el tono, el braceo, esa forma de buscarle la cara… Tal vez solo fue un mal día. Veamos algo más reciente, a cuenta por ejemplo de las declaraciones de Alberto Garzón. La sorpresa es aún mayor. Sergio Ramos parece no haber hecho otra cosa en los dos últimos días que arremeter contra el ministro de Consumo por esa habilidad tan suya de meterse en charcos. Sigue llamando la atención la beligerancia del senador —”tienes que irte a tu casa, no sirves para nada. Deja a los ganaderos en paz, mequetrefe”—, pero sobre todo la imagen que proyecta de sí mismo. Un senador del Reino de España buceando en la cuenta de un ministro para ver qué comió en su boda en 2017 o rescatando un tuit de 2015 en el que Garzón celebra algo con sus amigos frente a un plato de croquetas y otro de jamón.
Twitter es una máquina muy eficaz para atacar al contrario, y casi perfecta para arruinar la imagen de uno mismo.
Pues estoy viendo a Garzón.
Pues no entiendo. Nadie dice que el tema de las macrogranjas no haya que abordarlo. Pero cómo se va a decir eso sí el Gobierno de Europa ha dicho que cuidado. Y no entro en nada más que en lo que estoy diciendo.
Pero es que el problema es la Oportunidad, la forma , el porqué se mete en camisa de otro ministerio . No entiende este muchacho. Es un problema político. Político. Da igual la razón que tenga o no en lo que dice. Es un problema de política. Dice que esa entrevista se hizo antes de la convocatoria de elecciones. Y qué? Pero no te das cuenta de que lo sacarán cuando interese?
Es que quizás no ha entendido de qué va eso de ser ministro de un gobierno de coalición, que a su vez su partido está en coalición con podemos. Es un asunto muy delicado eso del gobierno de coalición, el primero en España, en el que antes dijo el mismo Pedro Sánchez que ni le pasaba por la cabeza llegar a un acuerdo. Costó muchísimo tiempo, muchas negociaciones, muchas historias. Y todo todo se va a aprovechar para atacar al gobierno. Todo.
Yo no sé . No entiendo. Pero ya no entiendo nada, ni de religión, ni de política, ni a mis hijos…
Y ya, el Teodoro García Egea… Les prometo, les aseguro que en Murcia no somos todos como este señor, o como Bárbara Rey, o como ese señor de Cartagena , el del avión, ya saben…
Hay otro tipo de personas . Lo prometo
Que va, que no le acuso de nada, pero si leo todo lo que escribe y me gusta porque se nota que sabe de lo que habla , sin duda alguna. Lo que sucede es que siempre acabamos igual. Últimamente se dice que para mantener la paz en un grupo no hay que hablar ni de religión ni de política. Y vaya dos que nos hemos juntado, yo no paro con la religión, me he mosqueado mil veces y a usted le pasa lo mismo con la política.
Recuerdo perfectamente aquello de ‘ es un bichito tan pequeño,tan pequeño, que si se cae al suelo, se mata. Vaya una caída que tuvo el señor ministro y sin embargo él no se mató. Aquello fue terrible. Le hablo desde el punto de vista de lectora de periódicos. No se sabía cuál era la causa de tanta gente envenenada. Y todavía quedan personas con secuelas. Tremendo. Investigar? A eso justo me refiero, ahí no entro. Ni el lo del chapapote , aquel hilo fino que salía del barco y luego, pues acuérdese. Se pudo hacer mejor? Supongo.
He visto envejecer a muchísimas personas por el lugar que ocupo en mi familia y el que ocupa el que fue mi marido durante 35 años y cinco de noviazgo. El octavo de once. Le aseguro que la década de los setenta es espectacular para las cabezas, espectacular. Y los ochenta. Así que claro que la cabeza le funciona muy bien. Por supuesto. Diría que mejor que nunca porque se tiene mucho más tiempo para reflexionar, los conocimientos, las ideas, los sentimientos como que se asientan. Y luego están los ataques de ira, de genio y esas cosas que también disminuyen.
Gracias por su respuesta. Y cuando le apetezca, cuente más cosas. Desde luego le voy a leer.
Un abrazo
Mi querida Carmen,
Antes de evanescerme, merece usted una explicación. Usted me acusa de mezclar ciencia y política. La verdad es que la política menuda me interesa muy poco. Por deformación profesional miro las cosas casi sub specie aeternitatis, que es como hay que mirar la ciencia y el conocimiento en general, es decir, en su universalidad. Pero sí me interesa, y muy mucho, la repercusión de que la violación de la ciencia pueda entrañar en los ciudadanos.
Le explicaré resumidamente el ejemplo de la colza, al que aludo de refilón, y que sirve de paradigma. Recordará que el aceite contaminado de colza, las famosas anilinas, fue la tea que esgrimió el PSOE en el 82 para llegar al poder. Y lo consiguió por abrumadora mayoría. Sancho Rof había metido la pata con el famoso “bichito que si se cae se mata”. Andaba el gobierno a ciegas. No entraré en si la gestión de la venta municipal recaía en Tierno Galván o en el gobierno central. Con gallardía, UCD gobernante la hizo suya.
No se sabía cuál era el agente que dejaba paralíticas o lisiadas, si no mataba, a muchas personas. UCD, doy fe, repartió millones a cuantos quisieran investigarlo: citólogos, fisiólogos, mirobiólogos, bioquímico. No hubo tiempo de recopilar toda la información aportada, porque el PSOE, en el ínterim, había llegado al poder.
Desde la revista que un servidor dirigía, y al margen de toda política, nos percatamos que estábamos delante de un episodio de proporciones épicas en la historia de las epidemias y envenenamientos. Llamamos a varios catedráticos e investigadores para que recopilaran la información fragmentariamente aportada por los numerosos equipos investigadores que había trabajado desde distintos flancos. No falto a la verdad si le digo que elegantemente, uno tras otro fue excusándose. Habían visto el marrón y no querían enemistarse con el gobierno socialista. A falta de ayuda externa, decidimos hacerlo nosotros. Se trataba de un envenamiento monumental y el derecho de los ciudadanos era conocer la causa y de una revista de ciencia descubrirla. ¿Política? No Carmen. Le juro que allí no había más política que el beneficio de la polis, de la ciudadanía en el sentido platónico y aristótelico. En sentido clásico, casi de Tucídedes, el primer historiador de epidemias, era politeia.
¿En qué consistía el marrón? En que las autoridades del ministerio de sanidad y de interior se negaban a entregar la documentación. Comprobamos que, en muchos casos, sencillamente había desaparecido, como una suerte de trituradora avant la lettre. Y lo peor de todo: no estaban las garrafas del aceite. No había ni una prueba. Por supuesto que en Madrid nos dieron muchas veces con la puerta en las narices.
Un caso de sanidad nacional que pudiera haber servido de ejemplo para ulteriores envenenamientos y prevenir errores, le importaba un bledo al PSOE ya en el poder. Por mi parte no era política Carmen, era ciencia.
Como era obligado, al escribir el artículo se reseñaron los pasos dados. Nunca he tenido miedo a los totalitarios. No poseíamos ninguna cátedra que esperase recibir subvenciones. Tan poco dependíamos de ellos, y de nadie, que por una fecha más o menos contemporánea Miguel Angel Aguilar, un socialista de pro entre los fontaneros de la Moncloa, me invitó a Granada… a aplaudir al ministro Maravall. No fui. Para entonces uno ya tenía muy claro que la ola sólo se la hago a Dios Nuestro Señor.
Otro día, si se tercia, le explicaré qué ha ocurrido con otra plaga, que se ha llevado por delante a más de cien mil personas. Pero ya no estoy en activo y las fuerzas me flaquean, aunque la claridad mental no parece haber mermado mucho. No es política, Carmen, es ciencia y politeia.
Un saludo cordial
Le debía esta explicación.
Además que lo que dices Eduardo debería ser matizado analizando que producen las macrogranjas para la exportación y para el consumo interno…
Comentando lo de Eduardo creo que depende de donde vivan los españoles… Todavía hay sitios en España donde se come carne de ganadería extensiva a buen precio…Creo tb que los dirigentes políticos pueden incidir más en el mercado de lo que se cree…Tb creo que es cierto lo que dice el ministro alemán verde y vegetariano que habla de “precios basura de la carne”:”los alemanes prefieren un buen coche a comer bien”.Vaya mierdas que comí en Alemania…En España podríamos decir que la gente prefiere en gastarse en cosas del fútbol (televisiones de pago….)que en comer bien…Tb puede ocurrir que haya algún empresario inteligente que cambie los gustos alimenticios y abaratar las cosas…Este partido acaba de empezar…Tb puede ocurrir que los salarios mínimos crezcan…Esto no está escrito…
Tengo un amigo que me envia lo siguiente
Los españoles se dividen en dos clases:
1 Los partidarios de las macrogranjas que comen carne de las granjas extensivas
2 Los defensores de las granjas extensivas y que generalmente se ven obligados a consumir la carne de las macrogranjas.
Cuando se tocan los intereses de los grandes siempren saltan chispas.
Carmen puso las declaraciones íntegras en Twitter después de que se montara este cipote…Pongo cipote porque más abajo puse coño…Yo estás expresiones no las utilizo para designar ninguna parte del cuerpo…Hay sinónimos claro,los utilizaré de aquí en adelante…
Lo sé. Por eso es manipulación. Creo que no es un acierto el no dejar clarísimo lo que se quiere decir en un Twit o en una entrevista, no puedes hacer eso, te expones a que una palabra sea mal traducida o que falte una coma que cambie todo el sentido. No sé
Sí. Es agua pasada. Te quería decir que me gusta.El que no me gustaba era Pablo Iglesias. Ves? Hay que dejarlo todo muy claro. Y si eres ministro y ya se ha liado una vez, no se puede liar otra porque aquí tienes las consecuencias. Si lo que dice es una obviedad no se debe dar lugar a una malinterpretación porque los ganaderos no van a ir a leer la entrevista original. No lo sé explicar mejor.
En fin.
Cosas…
Carmen manipulan deliberadamente lo que dice…En cuanto a unirse con Podemos,eso es agua pasada…Yo le voté cuando se presentó solo,pero unirse fue una necesidad…Ahora toca unirse a los que están a la izda del PSOE…No hay otra…
Sabes qué sucede? Que un político en los tiempos que corren tiene que medir cada una de sus palabras porque todas y cada una se pueden sacar de contexto. Y una expresión entera ya ni te cuento. Menudo revuelo se armó.
A mí me gusta cómo piensa Garzón. Pero no sé si a veces se equivoca en cómo dice las cosas y a quienes se las dice. No sé si es un buen político de esos de primera línea, o quizás sea uno de esos buenos de despacho. No lo sé.
Creo que fue un error unirse a Podemos. Y no lo digo ahora que a Podemos no le va bien, lo digo porque no pude votar a la izquierda del PSOE en las elecciones de hace unos años porque se unió a Podemos. Me gusta como piensa pero no sé, algo no encaja. No sé si es ingenuidad, no lo conozco. Es un personaje que me resulta hermético. Y m da pena que no haya un partido de izquierda al PSOE. Estaría bien votarlo para meter presión . Pero…
Carmen , Garzón no dijo que no hay que comer carne,dijo que hay que comer menos carne… Cuestión bastante distinta…En España se come demasiada carne,yo el primero,eh…Y dicho esto me voy a comer un chuletón…
Esto dice hoy el titular del EL PAÍS:
El Gobierno y al menos cuatro autonomías han anunciado o aprobado medidas contra las macrogranjas.
“Castilla-La Mancha, Aragón, Cataluña y Navarra prohíben o limitan la construcción de nuevas explotaciones de ganadería intensiva”
Enlace:
https://elpais.com/espana/2022-01-08/el-gobierno-y-al-menos-cuatro-autonomias-han-anunciado-o-aprobado-medidas-contra-las-macrogranjas.html
Ay , señor Valderas, con lo listo que es usted y no ha aprendido el juego del diálogo. Es una pena que no escriba aquí, es usted un peso pesado en según qué asuntos de eso que llaman ciencia, se nota al vuelo, pero no lo debe de mezclar nunca jamás con Política, aunque todo sea política.
Creo que Garzón se equivocó y no es la primera vez que lo hace en este tema porque hay todo un sector ganadero, carnicero y demás que se siente profundamente ofendido e injustamente tratado por el ministro. Aunque tengar razón en lo que dice. No se puede negar que habría que cambiar el sistema de la crianza y la vida de los animales que , además, nos entregan hasta su última gota de sangre. Y tampoco se puede negar que hacen daño al ecosistema en el que viven por una serie de razones que usted conoce mejor que yo. Pero no es camino el que un ministro asegure con toda la autoridad de su cargo que lo que tenemos que hacer es no comer carne y demonizar a las granjas que cumplen todos los requisitos legales. Lleve usted esa idea al consejo de ministros, luche por lo que crea oportuno y vaya soltando globos sonda para que la población vaya entendiendo un montón de cosas sobre alimentación. Por eso creo que es el segundo error que comete. Porque un ministro de un gobierno no puede ser a la vez un activista, eso pertenece a otro plano.
Coincido con usted en que la ecología se está utilizando como si fuese una moda o un proyecto religioso. De eso nada, pero también se utiliza así. Todo es utilizable en política.
Pero ya somos todos mayores, tenemos que verlas venir y saber jugar. Y es algo que se le resiste. Las cosas no son blancas o negras. Hay toda una gama de grises con las que hay personas que han logrado hacer obras de arte como por ejemplo la película ciudadano Kane. Toda es en tonos grises. Y ocasionalmente tb aparece el color blanco o el negro.
La vida real no va de socialismo absoluto como fue en la URSS ni de una extrema derecha como lo fue el movimiento del fascismo en los años treinta. En absoluto. Los dos fracasaron. Quizás el arte de la política sea el de dominar los tonos de gris. No sé
No sabía que Suárez tuvo de ministro al autor del artículo , qué error, qué inmenso error. Me ha hecho gracia saberlo. La vida da unas vueltas increíbles. Leí ese artículo. Fue en julio del 76. No sabía quién lo firmó
En fin, no sé enfade conmigo. No merezco la pena, pero hágame caso. No mezcle la política en todo, aunque todo sea política.
Un abrazo
Amigo Duato,
En su libro sobre Suárez, Fernando Onega pondera que el presidente no sabía guardar rencor. Hasta el punto de que nombró ministro a De la Cierva, quien había escrito la mayor descalificación personal, el famoso artículo “Qué error, qué inmenso error”. Me gustaría imitarle.
Llamo mentecato a lo que en inglés se llama nonsense y en latin mente captus. Lo escribo juntos para que no admita dudas. ¿Un tic? Más bien recuerdo de la enseñanza de mis maestros norteamericanos en la exposición de los textos: llaneza, Sancho, que decía Don Alonso o la “claridad es la cortesía del filósofo” que alumbró Ortega.
El ecologismo no tiene nada que aportar a la ecología y, menos, enmendarla. Si quiere entrar en el campo científico tendrá que conocer el comportamiento de los ecosistemas y crear modelos, desde numéricos a informáticos, pasando por la física de sistemas. Lo demás, pamplinas.
Una de las expresiones que producen en el sector particular sarpullido es lo de “ecología integral”, que los jesuitas han erigido en motto de una gran aportación a la “humanización” de la ecología. Es desconocer la naturaleza de la ecología. Claro, que viniendo de quien viene, se ha tomado como una doctrina feliz, cuando, en la más optimista de las interpretaciones, no es más que pura tautología. Toda ecología es integral en la que intervenga el hombre, sea como especie crucial sea como una especie más, es integral. Dejemos a la ciencia en paz. O conozcámosla bien.
Vayamos al socialismo. Dice usted que el socialismo quiere transformar la sociedad. No me cabe la menor duda, viendo lo que estamos viendo en España. Jope, si quiere cambiarla. El honor a las víctimas, el esfuerzo escolar, el respeto a la familia natural, la igualdad de oportunidades… todo eso lo anula. Cuando no lo conculca por activa o por pasiva. Claro que quiere cambiar la sociedad.
Tiene usted especial empeño en asociarme con Trump y todos los impresentables. ¿Qué quiere que le diga? He cometido muchísimos errores en mi vida. Muchísimos. Muchos pecados infames. Muchos. Pero nunca he cobrado un euro robándoselo a otro. Por eso ahora sólo tengo la pensión, tras cuarenta y pico años de cotización. He procurado no engañar a nadie, y menos al débil. ¿Sabe que me saqué el doctorado trabajando? Es decir, quitando horas al sueño y a la familia. Porque los socialistas se habían empeñado en no concederme una beca. Un amigo suyo ahora en Barcelona, que usted conoce muy bien, me preguntó retóricamente por qué nos había quitado un anuncio oficial cuando ya estaba comprometido. ¿No será por el artículo sobre la colza? ¿Qué se decía en el artículo sobre la colza? Que los socialistas quitaron todas las pruebas, muestras incluidas y negaron la investigación. ¿Le suena con la pandemia? No le cansaré con otros episodios.
Para mí, muchos son mala gente. Y le rogaría que, en vez de a Trump o cualquier otro impresentable, me asocie, en la intención, por lo menos, a la buena gente de Iglesia, seguidora de Cristo.
Una vez más, señor Duato, “he relliscat” (he patinado) al entrar en su blog.
Hola, amigo Valderas!
Me he alegrado mucho de verte de nuevo por aquí. El otro día te referías a lo que había dicho en otro hilo, a propósito de la crueldad con que trata la iglesia real a quienes le han servido, si se atreven a poner por delante su libertad y derechos fundamentales. Gracias por solidazarte conmigo y otros muchos en esto.
Y hoy vuelves en este hilo, pero con tus viejos tics. Perdona que te conteste pero que conste que lo hago como uno más, sin utilizar ninguna de la prerrogativas que me dan el ser moderador del blog.
En primer lugar, no me gusta nada que dentro de un contexto clarísimo llames mentecato a una persona por la que yo he mostrado mi estima en la entradilla. No es escusa lo nebuloso en que dejas a quién diriges el insulto ni tu aclaración etimológica que lo agrava aún más.
La equiparación entre ecologista y socialista con que empiezas tu comentario no es ofensiva, si se parte de que se refieren a personas que no solo quieren concer la realidad sino transformarla. Para ello se requiere no solo ciencia (ecología y sociología) sino establecimiento de proyectos de mejora de sendas realidades básicas existentes (ecositema y sociedad). Y en esos planes de acción entran las opciones políticas. Puede haber ecologistas por sostenibilidad del sistema para para lo mejor del planeta y la humanidad y ecologistas cortesanos del capitalismo y del neliberalismo como el primo de Rajoy o algunos asesores de Trump.
En definitiva busquemos proyectos de mejora, realistas y transformadores, sin poner por delante opciones ideológicas indefendibles. Y respecto al término “socialismo” que tilizas como desprecio, yo prefiero mil veces el socialismo democrático que el nacionalsocialismo.
Y yendo al fondo del problema, aconsejo dedicar menos de un cuarto de hora a seguir este vídeo. Hay otros más breves y direcyos que me han lelgado por WhatsApp y no cnsigo trasladarlos aquí. Pero otros los aportaréis. El caso suscitado por Alberto Garzón y la hipócrita campaña con que quiere el PP sacar provecho en el tema se merece que hagamos todo lo posible para aclarar la cuestión:
Las macrogranjas en Navarra
Purines,coño
Los Pirineos tb tienen nitratos…No ha criminalizados a nadie…
Javier, la eutrofización de las aguas es un problema grave de las explotaciones agrícolas… y de las centrales nucleares. Almaraz, por ejemplo, necesitaba, cuando estaba yo activo, una revisión periódica. En España la desertización galopante hace que el nivel freático esté sobreexplotado y se contamine más fácilmente. Y la culpa no es sólo de la contaminación agroipecuaria, sino también de la acción humana directa, de la escasez de agua y el crecimiento de las poblaciones, las segundas residencias, etcétera.
No por ese motivo vamos a suprimir las segundas residencias, los nuevos barrios o las centrales nucleares. Bueno, algunos sí querrían acabar con todo, salvo que se trate de su casoplón.
Compete al gobierno, pues al gobierno de España se le cita, dictar y vigilar las medidas tomadas. Pero criminalizar a un determinado sector es un brindis a la galería, un populismo barato, impropio de un país que debería ser serio. Mas, para eso, hace falta ser competente.
Mejor dicho la Comisión Europea ha llevado a España al TJUE por incumplimiento de la Directiva de nitratos como consecuencia de sus actividades agropecuarias…Esto es más correcto..
Jose María ,será por lo que dices por lo que la Unión Europea le ha abierto un expediente sancionador a España al respecto…
Si sirve de ayuda: En las clases de ecología impartidas directamente por el introductor de la disciplina en España y ganador del considerado Nobel de la materia, Ramón Margalef, explicaba éste en clase su aforismo que alguna vez he citado: el ecologismo es a la ecología lo que el socialismo a la sociedad. Con otras palabras, la degradación de la ecología –que es una disciplina científica—es el ecologismo, que es un movimiento político.
Hombre de profundos saberes naturalistas, Margalef, cuyo nombre lleva el barco oceanográfico español, era un maestro en el sentido pleno de la palabra. Para Miguel Delibes, el mejor libro escrito en español fetén era la “Ecología”, un tomazo de mil páginas en torno a la termodinámica de los procesos irreversibles, que eso es la ecología.
Zumbón, decía en clase, que el mayor contaminante era la ventosidad de las vacas. Luego, obviamente, detallaba más. Los purines de los cerdos tampoco se quedan atrás.
El naturalista es incapaz de matar una mosca, pero conoce suficientemente la biología para entender el comportamiento de las especies, la llamada carrera de armamentos en la pugna depredador-presa y el impulso de la evolución.
Es la suya una mirada distinta de la del economista, interesado honradamente por el crecimiento del producto interior bruto, la balanza de pagos y el incremento del comercio exterior con el aumento de las exportaciones. Por citar un ejemplo, Gerona exporta cerdos y derivados a China y a Corea, entre muchos países. El control veterinario es exhaustivo y meticuloso, obviamente. (Un sobrino mío es representante del sector en esos países asiáticos.) Sólo un mentecato –un mente captus—, sea ministro, periodista o lo que sea, puede poner en aprietos al comercio exterior con un exabrupto ecologista. En Gerona los cursos fluviales están densamente poblados, lo mismo el Fluviá que el Ter. Echar purines a esos ríos es un atentado contra la salud de las personas y de la fauna. Por eso se evitan o se intenta evitar en lo posible. (Tengo otro sobrino que tiene una agencia de asesoría medioambiental cuyos informes, presentados a la Generalidad, sobre los riesgos de ese y otros contaminantes son imprescindibles para abrir una granja, micro o macro.)
Sólo un mentecato, un mente captus, sea ministro, periodista o lo que sea, habla frívolamente de un mundo que desconoce.
Es evidente que si fuésemos menos, si la gente no quisiera vivir mejor, si nos conformáramos con una comida al día, si dejáramos el pollo para las fiestas (como en mi infancia), si viviéramos en casas donde tuviéramos corral, con gallinas, conejos y un lechón (hablo otra vez de mi infancia), no necesitaríamos estabular tantos animales. Con la matanza, tendríamos para el año entero o casi.
De todas manera Antonio en Twitter no te dan al like o al retweet si no entras en la confrontación…salvo que seas personaje conocido…pero si te leen que se puede mirar cuántos te leen…(la audiencia).Yo sacudo a los de VOX,a Marhuenda y a Inda(antes,ahora no,que me aburre),a veces estoy de puro cachondeo y otras expreso pensamientos complejos,muy leídos,y con pocos likes o retweets…Complejos dentro de los caracteres limitados ..A mí me importa una higa que me den un like o me retwiteen…
Lo de Tamayo era sobre la ambigüedad todo intento de superar la ambigüedad conduce a la “disolución de lo humano”,Joan Carles Melich.En un problema tan complejo como el consumo de carne y los hábitos alimenticios de un político (menos en una boda que la comida es para los demás y no para los contrayentes),no conviene pasarse de exigente…Más vale que los políticos no sean tan chorizos,con independencia de que coman chorizo salvo que sean musulmanes y practiquen ese tabú alimenticio o lo que quiera que sea(llamó tabú porque así lo llamaría Marvin Harris)…. Garzón ha expresado una idea buena para el bien común que yo no practico mucho por cierto…
Mª Pilar, dices: “Y lo más triste es, que las personas se lo creen ¿porqué será?” Esta es la gran pregunta, ¿qué le pasa a la sociedad que se cree todo aquello que le interesa creer sin tomarse la molestia de informarse? Yo estoy asustada porque no pasa en España, pasa en EEUU, en Francia, en Hungría, en Brasil, en Polonia, etc. con la ultraderecha.
En ocasiones son cosas tan evidentes como lo que dice Garzón, sólo hay que ver una foto de una macrogranja por dentro y ver en qué condiciones malviven los pobres animales, además del tema de la contaminación que es difícil contra argumentar este hecho.
Me preocupan los políticos de la oposición que tenemos en este momento en España que sólo saben decir que no a todo, sea lo que sea.
Un fuerte abrazo, Mª Pilar, te leo siempre.
Garzón tiene toda la razón:1.Tenemos que comer menos carne.2.Las megagranjas producen carne barata que es lo que nos gusta comer a los urbanitas,unos porque no tienen pasta,otros porque comemos lo que nos pongan…Yo,que no soy vegetariano,leía a Harari en esto bastante brillante y me daba cuenta que la ganadería industrial es una de las productoras de malestar animal más grande que tenemos en el mundo… Twitter te informa de muchas cosas(del problema ecológico,animalístico y de fijación de la población rural que supone la ganadería industrial),pero Twitter por su propia velocidad y la escasez de caracteres no permite expresar ideas complejas,por ejemplo,que un líder político,como cualquier ser humano,puede ser contradictorio en sus comportamientos personales cuando fórmula una idea general que es buena para el bien común…Ahora leyendo el libro de Tamayo(La compasión…) veo que suprimir la contradicción y la ambigüedad del ser humano,es suprimir directamente al ser humano..(no encuentro la frase exacta).Los políticos deben ser ejemplares, pero tampoco conviene que nos pasemos porque alguien tendrá que dedicarse a la política…Pero Garzón expresa una idea que es buena para el bien común:para el medioambiente,para los ganaderos que producen carne de calidad,para los consumidores,para la salud pública,para el bienestar de los animales,para la imagen de nuestro país en Europa que tienen otro concepto sobre el bienestar animal…Y esto por encima y más allá de sus contradicciones personales…Por qué además quién esté libre de este pecado que tire la primera piedra?
Personalmente:
¡Me gusta este hombre, por su rostro sereno, tranquilo, y creo que no busca para nada subir su “fama” política!
He escuchado su verdadera intervención y estoy:
Totalmente de acuerdo como lo analiza.
Para nada arremete contra las granjas bien tratadas, cuidadas; él arremete y con toda razón…que apoyan totalmente los granjeros…son:
¡¡¡Las MACRO GRANJAS, porque son letales no solo para los animales, sino especialmente para las tierras y el agua de sus ríos por su alta contaminación!!!
Y el presidente de mi ciudad, ha metido la “pata” al decir lo que ha dicho, parece que no se entera de nada.
Como siempre la derecha y su ultra:
¡Miente!
Y lo más triste es, que las personas se lo creen ¿porqué será?
Ante una información incierta ¿no sería necesario acudir a una fuente que sabemos que trata con respeto aquello que comenta?
Gracias por la información.