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Voltaire y el volcán de La Palma

          Si para el dramaturgo alemán, G. Büchner en La muerte de Danton, el “sufrimiento es la roca del ateísmo”, François-Marie Aruet, Voltaire, estuvo a punto de ello por el terremoto de Lisboa de 1755. Un hombre creyente y esperanzador, donde los haya, y a partir de esa fecha la fe fue más amargura que esperanza; la amargura es la base del Poema sobre el terremoto y de Cándido. Y sus preguntas se multiplican ante el sufrimiento humano en la historia: “La historia es una cloaca de miseria y crueldad. Es una cadena ininterrumpida de sufrimientos, un cúmulo de crímenes e idioteces”. “¿Es posible creer en la bondad de Dios ante el espectáculo de un mundo sinsentido creado por él?”. “Dios se preocupa por la felicidad de los hombres tan poco como el capitán de un barco por el bienestar de las ratas que pululan por la bodega del barco”.

          El Voltaire creyente se derrumba, pero piensa que el mal es compatible con la providencia de Dios: “No estaría bien negar a Dios por un ataque de fiebre”. “Para Dios no existe el mal, sólo para nosotros”. De ahí su respuesta: “No quiero averiguar si el gran arquitecto de los mundos es bueno. Me basta con saber que existe”. Sólo le queda la resignación, pero desde la acción. Frase final de Cándido “Toda aquella pequeña sociedad se propuso este loable objetivo: cultivar su huerto. Y la pequeña porción de tierra produjo mucho fruto”.

          Con el volcán de La Palma más de uno ha visto resquebrajados los cimientos de su creencia, aunque los “volcanes” más devastadores y más mortíferos que el de La Palma abundan por doquier, disfrazados de injusticia, hambre, pobreza, patriarcado, capitalismo liberal…; cada día el sufrimiento está a flor de piel en los seres humanos. Para el ateo, tal vez, sea fácil asumir la realidad del sufrimiento, porque nuestro mundo está cimentado en la finitud y esto es lo que hay. La respuesta de Enrique Tierno Galván no puede ser más sabia: “yo estoy cómodamente establecido en la contingencia”. Para el creyente, en cambio, el problema del sufrimiento humano, con todo lo que conlleva de víctimas a su cargo, es más trágico, porque además cree en un Dios todopoderoso, que “puede” erradicar el sufrimiento humano, pero “parece” que vive de espaldas a esa realidad trágica de los seres humanos. El mismo Jesús, según el relato mateano (Mt. 27,46), gritaba en la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Es el grito de tantas víctimas a lo largo de la historia. Al creyente se le puede aplicar lo que escribe A. Malraux en su novela La esperanza, quien, por medio de una prosopopeya, pone en boca de Madrid, acorralada y destrozada por los bombardeos del rebelde ejército franquista, una queja profunda y angustiosa contra Miguel de Unamuno: “¿para qué puede servirme tu pensamiento, si tú no puedes pensar mi drama?” .

          Sin duda que muchos de los paradigmas teológicos han de cambiar y más en concreto el de la omnipotencia de Dios, pues, desde la teología feminista, se cuestiona D. Sölle, si puede darse una defensa de Dios sin que ésta sea satánica: ”Por qué vamos a adorar a un dios cuya cualidad más importante es el poder, cuyo interés es la sumisión…? ¿Por qué vamos a adorar y amar a un Ser que no sobrepasa el nivel moral de la cultura actual determinada por varones, sino que además la estabiliza?”. La omnipotencia de Dios viene de lejos y, al menos, en nuestra cultura religiosa ha sido el hilo conductor de la historia. Isidoro de Sevilla en las Etimologías propone 25 rasgos de Dios y sólo uno hace alusión a la bondad; resaltando que según la cultura cristiana antigua lo primero que se dice de Dios es que es fuerte, de donde se deduce que el nombre griego Théos equivale a timor. En esa misma línea se expresa la liturgia, donde se resalta que nuestro Dios es grande y todopoderoso. Tal vez es más sensato que nuestra creencia se fundamente más en la actitud de W. Bonhoeffer de mirar a “Dios impotente y débil en el mundo. Sólo el Dios sufriente puede ayudarnos”, como acontece en la figura de Jesús de Nazaret, un Dios que se hace humano y sufre como un humano y muere trágicamente en la cruz, víctima de los poderes económicos, políticos y religiosos. Tal vez desde la creencia la postura más sensata de este ser en finitud, con limitaciones por doquier, sea la de dirigirse a Dios más que preguntar sobre Dios. El lenguaje de la plegaria es mucho más radical; es un puro clamor, un grito de dolor, un suspiro liberador que impulsa a resistir y construir; un lenguaje que rechaza de plano la adaptación; no busca el consenso ni la aprobación de los hombres, y muchas veces acaba en un puro clamor, o también en un mudo suspiro de la criatura.

          Esto nos lleva, ante el gran misterio del sufrimiento humano y de su solución, a la actitud creyente de Voltaire: “No quiero averiguar si el gran arquitecto de los mundos es bueno. Me basta con saber que existe”, que implica una estrategia de silencio, pero no de olvido de la realidad trágica en que vivimos, y de confiar en que Dios es bondadoso y está a nuestro lado a pesar de su silencio.

          No se puede dar la espalda a esa realidad trágica humana. Nuestra tarea como hombres y mujeres, creyentes o no, es erradicar o aliviar el sufrimiento humano mediante la compasión y la solidaridad, pues es la vacuna apropiada para erradicar estas “enfermedades trágicas” y para vislumbrar “un cielo nuevo y una tierra nueva”, y, como sostiene A. Camus en su novela La Peste, el ser humano tiene derecho a ser feliz en una ciudad infestada por la peste sea del signo que sea. Para ello hay que erguirse, como nos invita la liturgia de este tiempo de Adviento, porque se acerca nuestra liberación. Y la liberación viene de la mano de la solidaridad y de la compasión, pues, nos advierte Epicuro: “Vana es la palabra del filósofo (léase hombre y mujer en general) que no alivia el sufrimiento humano de cada día”.

26 comentarios

  • M. Luisa

    El breve comentario que dejo a continuación no tiene ni por asomo pretensión ninguna de debate, expresa solo una reflexión   que por el hecho de escribirla  yo misma  voy entendiendo mejor  su contenido conforme lo voy exponiendo  la cual   cosa es fundamental  si quiero luego  exponer con fuerza las convicciones que defiendo.  Esta es mi única pretensión, algo que presiento que much@s aquí estarían de acuerdo si es que lo que queremos   es progresar en unanimidad hacia  el conocimiento (de las cosas concretas) y en este caso en el que nos ocupa estos días sobre el de no-teísmo

    Voy pues al  análisis reflexivo…

    ¿Si ahora paso al segundo punto en donde surge la pregunta?

    Y cuál es el comportamiento más deseable de cualquier ser? Me doy cuenta de esta insuficiencia  que tiene como tal el comportamiento  humano  respecto a la realización de valores  que le exige la ética. Una exigencia que no puede venir, como apuntaba el otro día,  de un mero deseo  porque si como se lee a continuación ese comportamiento ha de estar ajustado a lo que el Universo le ha marcado (es indiferente  como se entienda el término Universo, en eso coincido)  no es cuestión de deseo alguno sino de intelección, la cual cuyo acto  nos pone al descubierto   que no es lo mismo ajustar el comportamiento   a la naturaleza específica del  animal  que ajustarlo  a la especificidad de la naturaleza humana  cuyo fin último como apunté en mi anterior comentario no es enfrentarse con la naturaleza, sino con  ella hacer frente a la realización de valores. De ahí  el rango diferencial entre comportamiento y ética. …

    Deseo sinceramente que ayer el encuentro telemático fuera un éxito, yo como apunté por la mañana no me fue posible asistir, pero es que además creo que mi ordenador carece del dispositivo   de enlace.

    ¡Feliz fin de semana!

  • carmen

    Es que, sabes qué creo que sucede? Ninguno de los dos Papas podían apoyar a Hans Küng públicamente. Estoy convencida de que les dolerá el alma cuando piensen que lo dejaron sin su apoyo al final de su vida. Segura. Pero estaba todo el mundo católico pendiente de qué harían  al final. Y Pudo la Iglesia. Siempre puede La organización de la iglesia. Siempre.

    Según he leído, el Papa alemán de nombre difícil de escribir para mí, fue compañero o al menos compartió años en la universidad alemana en la que también estudió Küng. Y era , según he leído insisto, un teólogo progresista, en la línea de una tendencia de esa universidad a la que pertenecía El señor Küng, tampoco voy a escribir el nombre de la universidad porque seguro que no lo hago bien y tampoco hace falta.

    Pero, pero, pero…el futuro Benedicto XVI optó por la carrera eclesiástica y… llegó a Papá. Enhorabuena. Y qué pensaba exactamente? Nunca lo sabremos. Sencillamente defendía a muerte la teología oficial del Reino. Y no podía aceptar determinadas cosas oficialmente, aunque las pensara. No sé si me explico. Pero me resisto a pensar que un hombre con su inteligencia y preparación teológica no se hiciese algunas preguntas. Pero, era Papa aunque fuese emérito.

    En cuanto al Papa actual, pues no sé, es un señor que parece humano. Pero de  formacióne jesuítica . Disciplina mental, aunque luego puedas en tu vida privada pensar de otra manera.Y Cuando murió Hans Küng no  podía darle su respaldo en su lecho de muerte aunque pudiera estar de acuerdo en muchas cosas de las que hubiese escrito, dicho y defendido. No podía. Era el Papa.

    Estoy segura de que es algo que les pesará siempre, porque el señor Küng solamente pedía morir dentro de La iglesia.

    Aquello fue tremendo. Para mí lo fue. Pero la iglesia hasta que no cambie la teología que la sustenta, será presa de ella. Y los primeros, los Papas.

    Eso creo.

    No está solo. En absoluto. Qué va. Hay montooooones de personas que no entienden  nada y ya no les interesa el tema. De ahí que se consideren no catolicas. De ahí la crisis de la iglesia católica en Europa, que no en otros continentes.

    Pero claro. Soy Europea y a mucha honra. Y hablo desde el punto de vista de una persona europea.

    En fin.

    Buenas noches.

  • Antonio Rejas

    Carmen, agradezco su sintonía con mi pensamiento porque la compañía evita que me sienta un solitario en el camino, a pesar de que hace unos años leí “Lo que yo creo”, del para mí gran teólogo suizo Hans Küng, exiliado de la Iglesia por el anterior Papa Juan Pablo porque no enseñaba lo que él quería.

  • carmen

    Antonio Rejas.

    Tiene usted toda la razón. Desde que me convertí en joven, recién dejada atrás la adolescencia empecé a preguntarme lo mismo. Recuerdo que alguien me dijo : te estás enfrentando al problema de El Mal, con una media sonrisa , como diciendo, por ahí hemos pasado todos. Verás como al final lo aceptas.

    Y, la única solución que he encontrado ha sido pensar: vale, no interviene en nada relacionado con El Mal. Pero puede y no lo hace? Vaya un ser horrible, pensaba a mis escasos veinte años. Y a eso le añadía en no entender nada sobre como un padre podía permitir que su hijo sufriera de esa manera pudiendo evitarlo. O sea, no entendía nada. Estaba horrorizada  y eso que todavía no siquiera había cumplido veinte años y mi infancia, mi adolescencia fue entre algodones, pero como al que luego fue Buda, algo se filtraba. Fui creciendo y descubriendo lo que puede hacer el ser humano a sus semejantes. Y lo destructiva para el ser humano que puede tornarse la naturaleza. Se me rompía la cabeza.

    Has que pensé: vale, es imposible que pueda y no lo haga, imposible. Si así fuese sería un ser horrible y entonces eso de Dios no va conmigo.

    Y en otra fase, porque la vida da para mucho, pensé. No es eso. Lo que pasa es que no tiene nada que ver en este asunto.  Las cosas son como son y las personas podemos llegar a ser pura maldad, lo mismo que podemos llegar a sentir amor en estado puro. Así somos.

    Pero claro. Si no interviene para el mal, tampoco lo hace para las cosas que pedimos. Es decir. Si no interviene, no interviene.  Como consecuencia se me cayó la idea de Dios protector. Aunque como tampoco entendía su manera de proteger no me importó demasiado.

    Eso quiere decir que rechazo la Idea de Dios? Pues no, en absoluto. Eso quiere decir que libro a Dios de la responsabilidad de todo Mal. Y mi vida me la tendré que solucionar. Si pido fuerza interior, me llega, pero para hacer lo que creo que tengo que hacer para afrontar un problema, porque el problema no va a desaparecer.

    Y ese ha sido mi proceso de aaaaaños, décadas. Se lo digo por si le sirve de punto de partida. Su respuesta depende de usted y de nadie más. Porque, quién sabe?

    Buen día.

  • M. Luisa

    Me he leído el comentario de Isidoro de ayer y con todos mis respetos y sin salirme de lo que en él afirma ya en su primer punto   sobre la ética  lo que sigue se hace del todo insostenible.

    La ética tiene como objeto realizar valores obra de la voluntad como función superior del psiquismo humano lo cual  es lo que le confiere  carácter de ciencia a la ética.

    El mero comportamiento no se adscribe a ninguna ciencia y menos si se le adjetiva de deseable pues la arbitrariedad puede ser todo menos ciencia. Por tanto, desde mi punto de vista el cual pienso que lo puedo exponer libremente  como cualquier otra persona,  el expuesto aquí del comentario en cuestión ya desde su primer  punto de partida no se aguanta ni con pinzas lo cual  me viene bien para no alargarme.  Si se diera el caso de tener que dar alguna explicación  habría que esperar pues esta mañana tengo una visita médica pendiente.

    Un saludo,amigo! a pesar de tanta discrepancia

  • Antonio Rejas

    Quienes pasan por experiencias dolorosas están en su derecho de preguntarse ¿Por qué? y lo hacen con tristeza cuando una enfermedad o catástrofe de cualquier tipo se lleva a seres queridos, destruye sus casas (La Palma) o se producen sufrimientos terribles de diversas maneras. Y esto a pesar de que Dios se interesa por nosotros:“Confiadle todas vuestras preocupaciones, puesto que él se preocupa de vosotros” (1 Pedro 5:7).

    Hay quien piensa que el verdadero gobernante de este mundo es Satanás, apoyado en las palabras de Juan:“Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero  yace en poder del maligno” (1 Juan 5:19). Siguiendo con la Biblia, también leemos en el Apocalipsis:“Y el gran dragón, que es la antigua serpiente, que tiene por nombre Diablo y Satanás y anda seduciendo a todo el mundo, fue precipitado a la tierra junto con sus ángeles”.

    Aceptando lo que dice Juan y el Apocalipsis, está claro que la culpa de tanto dolor y sufrimiento la tiene el maligno. Pero si Dios es todo poderoso, no hay duda alguna que tiene poder para poner fin a la maldad de Satanás ¿Por qué no lo hace? Yo no tengo contestación a tal pregunta y tampoco me deja satisfecho la culpabilidad exclusiva del maligno, aceptando su existencia y actuación según la narración bíblica. Dudo de que ésta sea la realidad, pero no tengo explicación a la existencia de tanto sufrimiento.

    ¿Es posible creer en la bondad de Dios ante el espectáculo de un mundo sin sentido aparente creado por él? Tal vez, con el volcán de La Palma “más de uno ha visto resquebrajados los cimientos de su existencia…..”.

    Yo también me hago esta pregunta no desde ahora, sino desde que empecé a pensar en el sufrimiento que agobia a la Humanidad, pero no encontré respuesta convincente y no sé si alguien tiene alguna.

    El ser humano necesita conseguir que la fe esté basada en la esperanza y que ésta sea permanente hasta el final cuando la realidad la haga innecesaria.

     

  • Isidoro García

    ¿Qué es la ética?. La ciencia que trata sobre el comportamiento humano mas deseable.

    ¿Y cuál es el comportamiento mas deseable de cualquier ser?: el que le ha marcado el Universo, (o “Dios”, o quien sea), a través de su naturaleza específica.

    El comportamiento deseable de un perro no es que lea el periódico. Ese sería un deseo utópico irrealizable. Es que haga bien las cosas de perro.

    Pues el comportamiento humano ideal, consiste en hacer bien las cosas incluídas en la naturaleza humana.

    ¿Y cuál es la naturaleza humana?. De eso se encarga la Ciencia correspondiente, la Antropología, con sus ramas, la psicología, la medicina, etc.

    ¿Qué dicen los teólogos sobre la naturaleza humana?. Lo que se supone que ha dicho Dios sobre ese tema: ¿?.

    ¿Y qué dicen los filósofos sobre ese tema?. Los filósofos de antes, los filósofos naturales, que eran científicos, decían lo que decía la ciencia de su época.

    Los de ahora, (después de que la Antropología se ha secesionado de la Filosofía, y se ha constituido en rama de la Ciencia), dicen lo que se les ocurre, mezclando deseos utópicos y angélicos, con apriorismos, muchas veces sin base empírica alguna: especulación pura y dura. Mucho buenismo, mucho autobombo para la humanidad, que somos el sumun del Universo, los mas guapos y los ms listos, y que no nos besamos porque no nos llegamos.

    Pero por otra parte somos muy malos, e infectados de moralismo religioso y moderno, el humano es intrínsecamente malo, y entonces claro,  no se fían de la naturaleza humana.

    La Psicología moderna, ha demostrado ya hace cincuenta años, que la naturaleza de la humanidad es muy deficiente, cuando está sin acabar de desarrollar y madurar, pero que una vez maduros, somos una especie en la que se puede confiar, y que disponemos de una naturaleza muy interesante. Sin ser por ello ángeles, ni falta que hace.

    El humano naturalmente es bueno. Lo que falta, en muchos, es confianza en la humanidad.

  • Isabel

    Isidoro en lo suyo. Como si recurrir a la ciencia pudiera sacarnos de ciertos enredos.
    Dejar la ética en manos de los biólogos.. pero ¿de qué biólogos? ¿De los que teorizan como Wilson o como Lewontin?

  • Antonio Fernández Ruiz

    Quienes pasan por experiencias dolorosas está en su derecho de preguntarse ¿Por qué? y lo hacen con tristeza cuando una enfermedad o catástrofe de cualquier tipo se lleva a sus seres queridos, destruye sus casas (La Palma) o se producen sufrimientos terribles de diversa naturaleza. Y esto a pesar de que Dios se interesa por nosotros: “Confiadle todas vuestras preocupaciones, puesto que él se preocupa de vosotros” (1 Pedro 5:7). Pero lo que está claro es que el sufrimiento existe y mucho.

    Hay quien piensa que el verdadero gobernante de este mundo es Satanás porque se apoya en las palabras de Juan: “Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero yace en poder del maligno” (1 Juan 5:19). Siguiendo con la Biblia también leemos en el Apocalipsis: “Y el gran dragón, que es la antigua serpiente, que tiene por nombre Diablo y Satanás y anda seduciendo a todo el mundo, fue precipitado a la tierra junto con sus ángeles”.

    Aceptando lo que dice Juan y el Apocalipsis está claro que la culpa de tanto dolor y sufrimiento en general la tiene el maligno. Pero si Dios es todo poderoso, también está claro que tiene poder para poner fin a la maldad de Satanás. ¿Por qué no lo hace? Soy incapaz de responder a esta pregunta y tampoco me deja satisfecho la culpabilidad exclusiva del maligno, aceptando su existencia y actuación según la narración bíblica. Dudo de que ésta sea la realidad, pero no tengo explicación a la existencia de tanto sufrimiento. ¿Es posible creer en la bondad de Dios ante el espectáculo de un mundo sin sentido creado por él?

    Tal vez con el volcán de La Palma “más de uno ha visto resquebrajados los cimientos de su existencia…….”. Yo también me hago esta pregunta no desde ahora, sino desde que empecé a pensar en el sufrimiento que agobia a la Humanidad. Pero no encuentro respuesta convincente e ignoro si alguien conoce alguna.

    Pienso que el ser humano necesita conseguir que la fe esté basada en la esperanza y que ésta sea permanente hasta el final, cuando la realidad haga innecesaria esta virtud.

     

     

     

     

     

     

  • M. Luisa

    Globalmente, es insuficiente que la evolución se contemple solo desde el punto de vista de la naturaleza. Esto es lo que dio pie a la filosofía del pasado a definir la naturaleza humana como sustancia y ahí es una pena que tú Isidoro con el empuje que muestras te acojas al mismo presupuesto del amigo Santiago que al leerle esta mañana en el artículo de Benjamín Forcano casi me ha dado un patatús!!
    No habré repetido aquí hasta el cansancio que la realidad humana no es sustancia sino sistema y, por tanto, no es definible, es precisamente ahí por constituir sistema donde el hacer filosófico en la actualidad no puede sino ir de la mano de la ciencia.

  • Isidoro García

    (Perdón a Antonio Gil, por el abuso del hilo de  su buen artículo).

     

    (y 3.)

    Hoy día de la Inmaculada Concepción, es el día religioso de la miseria humana. Porque se conmemora que un humano, María, junto con su hijo, son los únicos que disponen de una naturaleza humana “perfecta”, ya desplegada y desarrollada.

    Esto confirmaría lo expuesto anteriormente, de que la grandeza innata y congénita, (la dignidad), de la especie humana, es muy relativa, y sobre todo tiene un carácter de potencial. Está larvada y necesita ser desarrollada. Es como la semilla de un árbol, que es una semilla, no un árbol.

    Su grandeza consiste en que dispone de los elementos necesarios para un buen desarrollo de ese potencial: disponemos de un mapa interior del despliegue, y de un fuerte impulso para llevarlo adelante, a través de la guía y de las energías psicológicas adscritas  en los arquetipos sapienciales.

    En ese sentido, el ser humano, puede llegar a la “gloria”, o quedarse en el “barro”. Lo malo es que ese destino, que marca dos estados tan diferentes, no es voluntario en las personas, sino que depende de las “circunstancias”, con lo que en general no somos responsables de no llegar, ni tampoco tenemos ningún mérito si se llega.

    Con una visión chata y miope puede parecer una situación injusta, lo que en sí, molesta mucho a nuestro ideal de justicia que nuestra guía interior nos proporciona.

    Pero si observamos la situación con una perspectiva evolutiva, ya no hay tanta injusticia. El objetivo supremo del homo sapiens, no es entrar en el Reino de un nirvana o un Cielo. Su objetivo, es mas modesto: conseguir que la especie se metamorfosee en una especie nueva: esta ya, sí, igualitaria y justa.

    Ahora estamos en el camino, en una guerra contra las dificultades y auto resistencias para evolucionar, y por eso se impone una moral de guerra, que es totalmente distinta que la moral de la victoria.

    Es como conquistar el Everest, Se forma una gran cordada, con mucho personal que solo va a cargar los bultos y la comida necesaria, y muchos de ello, se quedan en la base 1, que construyen, mientras los otros descansan.

    Muchos otros siguen y se quedan en la base 2, y al final, solo salen para arriba una cordada de 8-10 montañeros, que asumen la subida final, cada vez mas difícil, y a la que llegan dos o cuatro como mucho. Pero han llegado todos.

    Todos triunfamos y todos fracasamos, sean quien sea los que lo consiguen realmente. Ninguno va a tener un premio especial: todos serán “la cordada de setiembre 2020”.

    Pues igual nos sucede a nosotros en la gran escalada que tenemos por delante. Nuestra misión, es ir subiendo, colocando clavos y clavijas, y hasta tendiendo puentes estables, para que los que vienen detrás acaben subiendo. Y luego moriremos satisfechos y descansaremos todos en la nada de la que salimos: todos igual, como corresponde a que todos somos miembros de la misma especie.

    (Muchos se piensan que el humanismo es un progreso de la humanidad. Pero no hay mas que ver los documentales de animales, para ver que en el río de los fieros cocodrilos, muertos de hambre. Ellos ven a sus congéneres, como eso, como congéneres, y no se les ocurre comérselos, y las especies con canibalismo, se extinguen evolutivamente).

    El problema de la naturaleza humana es que hasta hace poco ha sido definida, por filósofos y teólogos, (hablando de lo que se imaginan o de lo que les gustaría), y no por los que de verdad estudian dicha naturaleza: los científicos. (E.O. Wilson hace ya cuarenta años: “Ha llegado la hora de que la ética deje de estar en manos de los filósofos y pase a la de los biólogos”).

     

    Pero nuestros tataranietos, los nuevos humanos, disfrutarán de lo que nosotros no hemos podido alcanzar. A Israel solo entraron los descendientes de los que iniciaron el Éxodo. El hecho de que en el mito, Moisés, muriera en las puertas de Israel, es un significado profético y anticipatorio de la realidad futura.

     

    Esta visión, es una visión evolucionista. No una visión estática, que dibuja un mundo parado. Si solo vamos mirando al suelo, lo único que encontraremos es algún euro que se le haya caído a alguien, pero perderemos fácilmente el camino, enredados en victimismos patológicos, rencores, rumias, y delirios persecutorios y grandes culpables, todo ello disfrazado de mucho amor y solidaridad por los pobres.

    El mejor amigo del hombre no es el perro… es el chivo expiatorio, porque simplifica mucho todo, y nos hace inteligible la situación mas compleja.

    (Se sabe por las investigaciones sobre primates, que el mecanismo del chivo expiatorio se da en los simios: en caso de situaciones confusas como rayos y truenos en el cielo, tienden a correr a la colina más cercana, agarrar un palo y amenazar al malvado que se encuentra en los cielos. Está claro que somos primates).

    • Alberto Revuelta Lucerga

      Te sigo con muchísimo interés, Isidoro. Pero me horroriza pensar que los biólogos decidan mi, nuestra, ética. Prefiero decidir la mia aunque siga amenazando al malvado del cielo y no me entere de que como prímate que soy me piden encerrar en Bethsm, en Carabanchel o el un Gulag. Hoy fiesta: Quién causa tanta alegria?. La Concepción de María! . Abrazo

  • carmen

    Hola Santiago.

    Si puede conectarse al canal de Movistar, hay un par de capítulos de un programa de Iñaki Gabilondo, un periodista muy respetado en España, de corte jesuítico o a mí me lo parece y que habla genial. Se llama el futuro de las religiones o algo así. Es muy interesante. Le gustará. Hay otros caminos. Estoy segura de que le va a gustar. El futuro del cristianismo según no se qué instituto de no sé dónde, no está nada mal. Porque aunque esté bajando en Europa , África va que vuelva. Y la media hace subir al cristianismo y se mantiene igual.

    Cada vez respeto más la cabeza de Benedicto XVI. Un figura. La tomó con África, con África y…una persona muy inteligente. Recuerdo que le decía a mis monjas, a África? Qué os vais para África? Pues anda que está Europa bonica… Se lo decía porque en toooooodos los claustros nos amenazaban con cerrar el colegio e irse a África a extender la creencia en el Dios verdadero. Era un mensaje fijo. Recuerdo que hasta le escribí a la responsable de Pastoral en Madrid. Qué risa, al año siguiente la hicieron máxima responsable de los negritos de África. Es que no doy una. Me parto.

    No entendía nada. Ahora entiendo. Madre mía y madre mía. Hay que ver lo importante que es tener una visión de futuro.

    Como especialista guay del catolicismo sacaron  oh, sorpresa, a un jesuita que pasa por ser muy guay, muy abierto , inteligente y tal, Pedro María Lamet o algo así. Ese le gusta, fijo. Lo recuerdo porque dejó plantado a señor Masiá Clavel en una presentación que iba a hacer de un libro. Masiá Clavel es un jesuita de familia murciana, profesor de ética o algo así de Madrid. El señor siempre que decía algo se la ganaba por todo lo alto. El libro lo iba a presentar este señor Lamet, pero lo pensó mejor y…eran tiempos de Juan Pablo II. Estoy segura de que entiende lo que digo.

    Ahora el señor  Masiá vive en Japón, más contento que unas pascuas. Allí van un poco a su aire . Debe de andar por los ochenta y algunos.

    Bueno, hasta la próxima.

    Un abrazo.

  • Santiago

    En realidad, las palabras de Jesús no implican falta total de esperanza en Su Padre en Su Palabra de la hora de nona..Hay que remontarse a la fe en el Hijo de Dios y en que Jesús no era un “malhechor” más,  sino que aceptaba en la Cruz todos los males, los sufrimientos, los horrores y las transgresiones de nosotros lo humanos asumiendo en “aquel momento” su misión como el Redentor..

    Jesús por tanto, en aquella hora crucial Cristo empezó a recitar el Salmo 22 que comienza con las exactas palabras:

    ”Dios mío , Dios mío! ¿Por qué me has abandonado? (Salmo 22, versículo 2). En esta hora de redención Jesús inicia el Salmo pero sabe que su final es de esperanza, no de destrucción o desaparición porque al final el Salmista termina con una nota positiva:

    ”Contigo será mi alabanza en la gran asamblea, cumpliré mis votos delante de los que le temen”…”Comerán los pobres y se saciarán y alabarán a Yavé los que le buscan “Viva vuestro corazón siempre” (vers 26-27 y sig)

    Jesús sabía que Su Pasión y Su muerte no iban a ser inútiles para los millones y millones que se salvarían por Sus méritos infinitos “antes, durante, y después de Su Advenimiento” a este mundo. Jesús derrotó al final el “aguijón” de la muerte y rescató y rescatara del hundimiento final a los que le sigan, consciente o inconscientemente, practicando el Bien en El y por El

    Solo Cristo puede dar sentido verdadero al Misterio insondable de la vida y del sufrimiento humano. Sabemos que recibimos la existencia “como” el “mejor” de los dones pues es mejor existir que quedarse en “nada” Solo Cristo nos transforma en algo coherente con los planes de Dios. Sólo El nos acerca a Dios y a Sus inescrutables designios. Y solo por El podemos llevar la Cruz de cada día sin desesperarnos. Nosotros descansamos en la esperanza cierta de la vida eterna con Cristo. No es cierto que el “creer” sea un martirio sino todo lo contrario es fuente de paz para los que están en paz. Para el no creyente la “no certeza” absoluta es fuente de una inseguridad constante a pesar de las protestas y negaciones. Porque somos hechos para Dios y sus planes y “nuestro corazón no descansará” hasta encontrarle a El

    Un saludo cordial

    Santiago Hernandez

  • carmen

    Da igual, Javier.

    Es que creo que tenemos mucha responsabilidad en muchas cosas. Bueno, en todo. Por lo visto somos la especie dominante ahora y además inteligente, y se inventó el lenguaje oral, luego la escritura que permitió acumular conocimientos de todo tipo y ahora estamos con todo esto de la globalización, con internet…a veces me pregunto de qué nos vale a nuestra especie lo listos que somos, caemos una y otra vez en los mismos errores…uffffff.  Espero que Dios se parezca entre poco y nada a nosotros, a nosotras.

    Un abrazo.

  • Javiierpelaez

    Carmen como dices que es un disparate construir en una isla volcánica en formación…Por eso digo lo que digo….

  • ana rodrigo

    (Con el permiso de Isidoro, comienzo con este párrafo suyo “Sé que lo que sigue puede herir la sensibilidad de muchos, pero si se quiere despertar, no hay nada mejor que un buen cubo de agua fría.”)

     

    “Dios mío, ¿Por qué me has abandonado”? Y el Padre, amantísimo de su propio hijo-Dios, lo abandonó, y el hijo sufrió y murió abandonado por su Padre. Su padre no le hizo ni caso. A posteriori para darle sentido a esta ausencia de ayuda, vino la resurrección de Jesucristo como premio, y para los humanos que le pedimos lo mismo, vino la culpa por nuestros pecados como causante de nuestros sufrimientos, ¡¡encima!!. ¡¡Terrible!! Al mismo tiempo que la fe en una vida impecable después de la muerte. Cosa que nadie ha podido constatar.

    La oración del Padre nuestro es la mejor evidencia de que durante dos mil años, l@s creyentes en el Dios-Padre cristiano, bondad y misericordia infinita, le pedimos “líbranos del mal”, pero ni caso. “Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. Y ¿cuál es su voluntad?. ¿Las leyes naturales de la contingencia humana, las leyes de la naturaleza, la derivaciones de la acción humana contra lo otro (ecología), l@s otr@s, las injusticias, la ausencia de participación nuestra en la causa de las enfermedades y un sin fin de etcéteras.? Por las alegrías le damos gracias a Dios, por el sufrimiento ponemos resignación, culpa o rebelión porque no tenemos otra opción. Y si, al final de muchas peticiones a dios, no nos escucha, pues es que “dios así lo ha querido”, Esto es así en la comunidad creyente y desconcertada ante un Dios omnipotente y misericordioso y ausente en nuestros malos momentos de sufrimiento.

    El crear a un dios personal a la medida de lo que necesitamos, y pedirle que nos conceda lo que le pedimos, con un silencio infinito por su parte, nos está indicando que algo no funciona en nuestra relación con la esperanza en los dioses.

    Ya en la antigüedad cada dios y cada diosa tenía adjudicada una función protectora de los seres humanos, pero nada, el mal, la injusticia y el sufrimiento has existido y persistido sin que los dioses nos echen una mano.

    Sé que estas ideas, personales, mías propias, no son la doctrina oficial de la iglesia y de muchas religiones, y suponen un auténtico terremoto en nuestra fe tradicional, que a tantísima gente le sirve de consuelo y a otra tantísima le supone el mayor de los escepticismos.

    Os deseo paz, las cosas seguirán igual tanto si nos ponemos nerviosos como si aceptamos esta otra realidad. Sobre nuestro mundo interior mandamos nosotros y nosotras. Esta es la ventaja de leer cosas así y las contrarias.

    Abrazos

  • Isidoro García

    (Yo sigo con lo mío).

    Dice el psiquiatra Manuel Almendro: “Soy un observador de la niebla. Construyo puentes entre lo decible, (material), y lo indecible, (espiritual), busco resquicios y tiendo escaleras”. Y yo a mi modesto nivel sigo su camino.

    Y Almendro señala las cada día mas abundantes crisis psicológicas, como oportunidades al conocimiento verdadero, a un nuevo encaje del mundo.

    Por eso diagnostica el doctor Almendro que “el caos se avecina” para generar otro paradigma: igual que hay cambio climático en la biosfera, así se anuncia otro paralelo en la psicoesfera. A ver si de esta forma, de una vez nos aclaramos, (yo el primero).

     

    El tema de la “dignidad” del humano, es un tema con un alto contenido de “autobombo”, y como tal hay que tratarlo con precaución. Cuando uno se dedica a cantar las loas a su familia, no deja de resultar un poco sospechoso.

    Hay personas buenas, que piensan que igual que hay que reprimir los insultos, no hay que escatimar en las alabanzas: nunca es demasiado.

    Cuando una madre nos cuenta lo guapo y listo que es su nene, o un enamorado nos describe lo guapa y cándida que es su amor, todos, callamos y sonreímos por lo bajinis. ¡Cosas de madre o de enamorado!.

    Pero eso, no es ninguna virtud, es mas bien una incitación al nepotismo y al amiguismo. En este aspecto hay que ser un poco niños, que junto con los locos, y los borrachos, son los depositarios de la verdad.

    (Un escritor contaba como en una firma de un libro infantil, llegó una señora con una niña muy mona, y el escritor le preguntó que le había parecido el libro: “Bien, pero un poco largo”. 

          La madre abochornada, le dió un pequeño codazo, y la niña nerviosa rectificó: “Bueno, en realidad no es tan largo. Sólo lo parece”).  

    El ser humano, necesita cariño, sí, y cuidados. Pero antes que nada necesita la verdad. Y la verdad a veces es como un buen par de coces. Y mira por donde, yo voy a ser quien se las va a dar.

    Si tú tienes un vino magnífico, y lo único que dices de él, es que la etiqueta de la botella es preciosa, le estás haciendo un flaco favor.

     

    El ser humano, es una especie más que ha aparecido en la evolución de la vida en este planeta, pero ni es el final de la evolución, ni es el no va más. O sea que de entrada: ¡menos lobos, Caperucita!.

    El ser humano, tiene un cerebro, bastante limitadito, con multitud de sesgos, y de pulsiones emocionales, y eso sin contar los traumas y heridas emocionales, que adquirimos a lo largo de nuestra biografía.

    Que hemos triunfado en la carrera por la supervivencia: sí, pero con eso no hemos demostrado más que somos los monos mas listos que han salido por ahora. ¿Tienen dignidad, (= grandeza) los monos?. No lo se muy bien.

    Pero si tenemos la dignidad en cuanto seres racionales, dotados de libertad y de responsabilidad, como dice la Wikipedia, la tenemos pero limitada.

    Podemos aducir que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, (que eso sí que es un puntazo), pero eso lo escribió un humano. ¿Sabemos si estaba sobrio, en esos momentos, o si era un poco el “fantasma” de la tribu?. Que la cerveza ya estaba inventada en esa época, y locatis ha habido siempre.

     

    Total que no lo veo yo muy claro, por los testimonios aportados. Ahora bien, yo me fío más de las capacidades innatas que tenemos, en cuanto a nuestra organización neuronal, y concretamente, a las capacidades del “espíritu”, que son auténticamente para maravillarse.

    Dice el Evangelio de Tomás, 29. Dijo Jesús: «El que la carne haya llegado a ser gracias al espíritu es un prodigio; pero el que el espíritu (haya llegado a ser) gracias al cuerpo, es prodigio [de prodigios]. Y yo me maravillo cómo esta gran riqueza ha venido a alojarse en esta pobreza».

    En este logión, al tiempo, califica de prodigio y maravilla, el “espíritu” que todos tenemos dentro, al tiempo que califica de “miseria”, el resto del ser humano.

    (Así y todo, una minoría humana, está capacitada para cambiar y reformar todas esas miserias y deficiencias, con la tecnología actual y sobre todo futura, si no nos asustamos del tema).

    En el “espíritu”, tenemos una auténtica maravilla, pero casi no la utilizamos, o porque no la escuchamos, o porque no la interpretamos bien, con nuestra escasa capacidad cognitiva.

    Así, el ser humano, está situado en medio de un riachuelo, con una pierna en la orilla animal, y la otra en la orilla de la inteligencia. Y ese carácter liminal, (en el quicio de la puerta), le hace tener una situación equívoca.

    Las últimas investigaciones paleontológicas, señalan que fue hacia el 60.000 a.C., cuando el homo sapiens, adquirió el segundo apellido “sapiens” en propiedad, y de repente inició una nueva comprensión cognitiva simbólica, quizás debido al aumento de complejidad del lenguaje.

    ¿Fue en ese momento cuando puso el pie en la segunda orilla del ser inteligente?. Quizás.

    Y quizás en ese momento, fue cuando aparecieron emergentemente en nuestra mente, los programas genético-neuronales, los programas sapienciales del inconsciente colectivo, que podemos denominar como el “espíritu”.

    A partir de ese momento, poco a poco el humano, fue auténticamente humano, y de repente dispuso de una brújula interior, con unos instintos naturales hacia el conocimiento, la bondad, y la belleza y el arte, todo ello mezclado, y en un totum revolutum, con su organización neuronal paleolítica y rupestre, que mezclaba suciedad natural, con el agua clara del espíritu.

    Un “espíritu”, que muchas religiones y filosofías perennes, definen como una “chispa” de divinidad, en medio y encarnada en la vida animal. Ahora sí que me creo lo de que estamos hechos a imagen y semejanza del Organizador del Universo.

    Logión 3, de Sto. Tomás: “Dijo Jesús: «Cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, entonces seréis conocidos, y caeréis en la cuenta de que sois hijos del Padre Viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza y sois la pobreza misma».

     

  • carmen

    Además no creo ni por un momento que antes de Jesús de Nazaret no se tuviese dentro del alma esa sensación de injusticia cuando una persona era maltratada. La sangre le herviría en el cuerpo aunque no conociese a Jesús, aunque hubiese nacido mil años antes de Jesús. Entre otras cosas porque los esclavos no tenían por qué haber sido siempre esclavos, podrían haber pasado de hombres libres a esclavos por haber perdido una batalla. Conocían muchos la libertad. Y serían compasivos, y lucharían contra la injusticia en la medida de sus posibilidades, porque eran seres humanos.

    Lo que hizo Jesús fue estallar. Y con toda la razón del mundo. Y fue un valiente. Y le costó la vida. Pero no descubrió al ser humano. La necesidad de ser libre es algo que nos viene de fábrica , otra cosa es que estés dispuesta a defenderla. El mundo de los valores cristianos no empezó con el Cristo Resucitado, empezó con Jesús de Nazaret, un ser humano. Porque los seres humanos empezaron a evolucionar desde que empezaron a reflexionar. Y ahí está Jesús evolucionado a tope. Pero la evolución es lenta, de repente no sale un ser evolucionado. Bueno, si es Dios, supongo que sí. Pero para mí no lo es.

    Y los valores cristianos son universales porque no son un invento de nadie, son universales porque todos los llevamos dentro. Esa es la grandeza de Jesús.  Conectar con la parte buena que todos llevamos dentro, porque si no la llevaremos, no habría nada que hacer.

    Jesús fue un maestro, como dice  este señor, un gran maestro. Y un gran ser humano.  Pero el cristianismo no inventó la humanidad.

    Y no me siento hecha a la imagen y semejanza de Dios, aunque solamente me tocase esa semejanza por una costilla, tampoco me siento hecha a su imagen. Y al varón que está hecho enterito, espero y deseo que tampoco estē hecho a imágen de Dios. Sólo nos faltaba ya…

    Somos seres vivos con capacidad de reflexión y por ello doy gracias a  La vida, pero, semejante a Dios?

    Voy a leer el cuento de La bella Durmiente. Me encanta

     

     

  • carmen

    De acuerdo, Javier. Pero los riesgos se asumen y no se culpa a Dios. No sé exactamente qué has querido decir con que los palmeros tienen todo tu apoyo. El tuyo y el mío y el de todos. No he comido más plátanos de Canarias en mi vida , creo que es lo único que puedo hacer.

    Y si todo es asunto de mala suerte y cosa del cielo, pues sigamos igual. Dios proveerá.

  • Javiierpelaez

    Yo creo que la gente tiene derecho a vivir donde nace…Es que ,si no,algunos islandeses donde vivían? De hecho llevan no sé cuánto tiempo estudiando los volcanes…Luego está el hecho de que mucha gente no puede vivir donde nace por guerras o porque no tiene que comer…Comparar tragedias es fácil cuando no te toca a tí….Mi máxima empatía para los palmeros…. Luego está la superpoblación en el mundo que no permite elegir los lugares óptimos….Y al paso que vamos nos van a pillar inclemencias naturales a todos….Mejor que la gente no se sienta culpable por cosas que no tiene la culpa….

  • carmen

    Es que yo diría que es un disparate construir en una isla volcánica en formación, porque el volcán habló por última vez a finales de los cuarenta. Es decir, hace minutos, segundos, décimas de segundo geológicos.

    Otro disparate es construir en cauces de aguas de escorrentía, Torres, cauces secos…y en las zonas de inundación de los ríos cuando tienen crecidas. De eso en Murcia sabemos mucho. Pero es que son tierras fértiles. Y a veces son baratas.

    Y lo de la zona de costas que están al ladico del mar, eso es de locos. Ahora se quejan de que la manga del mar menor se la tragará el mar, pues bueno, pero es que estaba en un equilibrio muy poco estable.

    Y los residuos de los ríos que los echan al mar sin depurar  . Y los cauces de los ríos que no se limpian…

    Quiero decir que no sé yo exactamente qué tiene que ver Dios en todo esto… tiene pinta de ser responsabilidad de los que dan permiso de obras y esas cosas. No sé.

    Y nos quejamos de un montonazo de cosas de las que el ser humano es responsable sin ninguna duda. Y luego están las cosas que suceden cuando la naturaleza se pone fastidiada. Pero la naturaleza es como es, no me veo a dios diciendo: y ahora vamos a por la variante ómicron del virus.

    No sé yo todo esto de El Mal.

    Ayer oí decir una frase que me encantó: si aceptamos nuestra finitud…

    Desde luego mi Dios nada tiene que ver en esto. Pero claro, tampoco lo tengo cuidándome todo el tiempo y eligiendo lo mejor para mí. Porque si aceptas eso a ver cómo explicas qué hace Dios cuando ocurren cosas tremendas. No sé.

    Y es que mi Dios es otro. Ni idea de lo que es, pero por ahí anda .

    Veremos.

  • Javiierpelaez

    De esto del volcán ya decía Santiago Alba Rico que ante los desastres naturales y los no naturales el ser humano tiene la necesidad de echar la culpa a alguien,lo decía a propósito de un palmero que se preguntaba que había perdido todo y se preguntaba que había hecho para aquello…Decía Santiago Alba que antes se echaba la culpa a Dios o al pecado de los hombres y tan pitos…Hoy la cosa no está tan fácil…Esta semana pasada murió una persona querida que desgraciadamente eligió no cuidarse ,ni dejar que le cuidaran…Tampoco voy a ser muy preciso por respeto….Era una persona impenetrable y difícil (no exenta de bondad y generosidad en la medida que yo le conocí) y francamente era difícil saber porque herida sangraba… Resultado la familia sufre y se siente culpable cuando eligió (o no?) una vida de autodestrucción…Es lógico que uno sienta amargura cuando no sabe que pudo hacer,que debió hacer o realmente si hizo todo lo que pudo…Pero yendo a lo más general porque hay me encuentro más cómodo tenemos tb que pensar que la naturaleza humana (no digamos la naturaleza cósmica y la vulcanológica) es bastante impenetrable…Vamos que no tenemos ni puta idea…Hablando del volcán no saben ni cuando se va a acabar…Por lo tanto,sentirse culpable cuando no tienes el conocimiento de los hechos en profundidad es una tarea que se nos escapa…Claro el afecto y el cariño ,me hace pensar,como creyente,que Dios es omnisciente,conoce que ocurrió,que ocurre…De todas maneras estoy de acuerdo con el artículo que enmedio de tanto sinsentido,la única actitud cristiana es intentar aliviar el sufrimiento…Tb el de la culpa de la gente….Hacerse cargo de tantas vidas heridas que pasan a nuestro lado…Comprender,ayudar y a veces callar…Esto último no se me da muy bien…

  • Alberto Revuelta Lucerga

    Ver, juzgar (reflexionar, meditar, con gato o sin él) y actuar es el método  – y la filosofía subyacente al mismo – en el que fui educado en la JOC. Como sigo practicando el sistema quería aportar alguna cosíca: 1) los sufrimientos y desastres en la historia cuentan, como hay que contar las alegrias, los gozos y las felicidades de los dignos seres humanos (lo que conviene no olvidar); 2) es imposible saber y dar razón del porqué nos encontramos todos y cada uno con ese panorama. Se puede y se debe dar explicación científica a los fenómenos que producen sufrimientos y alegrias. Es imposible que las teorías o hipótesis científicas, contrastadas o no, expliquen el porqué de las cosas desde el punto de vista inteligible a la inteligencia sentiente que los sufre y alegra; 3) No vale decir que la accion humana corrige esas derivas. No es cierto. Por el contrario, la accion humana es causa de la inmensa mayoría de las desgracias y sufrimientos. 4) De momento solo he encontrado razonablemente consistente la posición de nuestro padre Abraham que en medio del desierto y zascandileando de aquí para allá pudo imaginar que la vida era así de dura, pero que Alguien andaba a la vez que él haciéndole carantoñas de cuando en cuando. 5) Aceptar que la única forma de evitar la destrucción del volcán decla Palma es no haber sembrado casas y plátanos a su vera parece lo más acorde con la sensatez. 6) Con teísmo o sin el, la presencia del responsable de esta situación no querida por ninguno e imposible de arreglar seriamente, menos para los ricos y los locos, por los seres humanos, es, para servidor, lo único razonable con los conocimientos a mi alcance, ya que viendo la destrucción constante de estrellas, galaxias, sistemas solares, etc resulta fantasioso pensar que hay consistencia en el universo así que colocarse como don Enrique Tierno cómodamente en la contingencia esperando al Necesario, sigue pareciéndome lo más sensato. El artículo de ANTONIO un regalo inesperado en el día de la Constitución. Y la entrada de Isidoro con la ironía precisa para pensárselo con avidez. Buen día y gracias a los dos.

  • Gonzalo Haya

    Muy sensata la frase final de Cándido “Toda aquella pequeña sociedad se propuso este loable objetivo: cultivar su huerto. Y la pequeña porción de tierra produjo mucho fruto”.

    Sobre el problema del mal se ha escrito mucho; para mí, lo más convincente (aunque no sea muy persuasivo) es el respeto a la libertad y a la autonomía humana. Desde el punto de vista religioso, el libro de Job termina reconociendo: “Hablé de cosas que no sabía.. Te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos, por eso me retracto y me arrepiento”; y los musulmanes se autodefinen con el término “islam” que significa sumisión. Sé que esto contradice frontalmente nuestro orgullo, pero no creo que sea auténtico ni realista el ignorarlo.

  • Isidoro García

    (Comentario que sirve al presente hilo, y también al tema de la reunión del próximo día 10, con el tema “Fe y dignidad humana”).

     

    Evidentemente el Dios teísta que atiende todos nuestros ruegos, está en crisis. La contradicción de la teodicea, es el fruto lógico de una visión ontológica infantil y primitiva.

    (Sé que lo anterior, (y lo que sigue), puede herir la sensibilidad de muchos, pero si se quiere despertar, no hay nada mejor que un buen cubo de agua fría. Ahora bien, yo también muchas veces, me gustaría seguir dormido y no levantarme de la cama: lo comprendo).

     

    ¿Cómo puede ser que el Universo, y sus Leyes, nos traten tan mal, nada menos que a nosotros, los humanos?.

    (Usted no sabe con quién está hablando, se le va a caer el pelo. Porque yo tengo una grandeza intrínseca, una dignidad. Usted no sabe quien es mi Padre, pero cuando se muera se va a enterar).

    ¿Se puede ser más clasistas, patéticos y ridículos?.

     

    El Universo, está compuesto de entes o elementos, sujetos a las Leyes del mismo, y eso produce un conjunto maravilloso y asombroso, pero también trufado de una indiferencia por el bienestar concreto de cada uno de sus integrantes.

    Solo hay una excepción, a este paradigma cósmico: la “Inteligencia”, que es fruto de la naturaleza “divina”. Lo que está por debajo de la raya de la inteligencia, es materia, y lo que está por encima es “Divino”.

    Por eso son tan importante las menciones que se hacen en muchos textos sabios, a los “hijos de Dios”. Todo el Universo es hijo de Dios, pero hijos de verdad, hijos herederos, son los seres inteligentes.

    Los demás son criados, a los que se les paga, se les despide y se les olvida. Esto es lo que es. Al que no le guste, que se lea un cuento de Caperucita.

    Y entonces los filósofos y teólogos contemplan la condición humana. “Martin Heidegger, André Malraux, Hannah Arendt, Jean-Paul Sartre y José Ortega y Gasset han intentar determinar qué es la condición humana.

          El término se utiliza a veces en literatura para describir la alegría y el terror de ser y de la existencia”, dice la Wikipedia.

    Lógicamente, el ser humano, habla muy bien de sí mismo. Pero claro, en un manicomio, la mitad de los resientes, se creen Napoleón y la otra mitad, el Almirante Nelson. Nadie que dice haberse reencarnado, eran en su anterior vida un humilde esclavo, todo el mundo era princesa egipcia o general triunfante.

    Todos sabemos que el complejo de inferioridad, se resuelve muchas veces con una hiper megalomanía: la convicción de una grandeza congénita, intrínseca, como la de los hijos de los marqueses.

    Y aquí entra la “dignidad” humana, un constructo cultural humano, pero didáctico y muy útil para la convivencia.

    Sigue diciendo la Wikipedia, que “La dignidad, o «cualidad de digno» (del latín, grandeza»), hace referencia al valor inherente del ser humano por el simple hecho de serlo, en cuanto ser racional, dotado de libertad.

            No se trata de una cualidad otorgada por alguien, sino consustancial al ser humano. No depende de ningún tipo de condicionamiento, ni de diferencias étnicas, de sexo, de condición social o cualquier otro tipo”.

           “La idea de dignidad personal nace en el origen del cristianismo. El hombre, al considerarse «creado a imagen y semejanza de Dios», se considera un sujeto libre y por lo tanto responsable de sus actos. Los conceptos de libertad y responsabilidad aparecen indisolublemente unidos al de dignidad.

            Al ocupar un lugar central en la teología cristiana los conceptos de culpa, pecado, expiación y perdón, y al no poder existir culpa sin libertad de elección, la libertad y la dignidad son también ideas centrales del cristianismo.

             Antes del cristianismo existía la idea de libertad y conceptos similares al de dignidad, como el honor, pero estos últimos se ligaban a condiciones sociales particulares, no a todo ser humano. 

           El humanismo llegó a explicar filosóficamente el concepto de dignidad con argumentos racionales. Fundamentó la idea de dignidad en la ley natural. De esta manera, una idea que había tenido un origen religioso pasa a ocupar un lugar central en el pensamiento universal”.

     

    En resumen, que la noción de pleno libre albedrío y plena responsabilidad, trae consigo la noción cristiana de pecado y culpa, y al tiempo la noción de dignidad o grandeza congénita.

    Pero hoy, en muchos, ha desaparecido la rancia noción de pecado y culpa, para sustituirla por una moderna idea de error y equivocación, pero sus efectos, continúan.

    Esteve Humet, en un libro suyo, cuenta la historia de un gato:

    “Cuentan que cuando un maestro determinado se ponía a meditar con sus discípulos, aparecía un gato que los distraía, de tal manera que el maestro hizo que atasen al animal a su lado para que no corriese por la sala durante las meditaciones.

              Murió el maestro y los discípulos continuaron atando al gato mientras meditaban. Murió el gato y lo cambiaron por otro, porque su presencia se había vuelto imprescindible.

             Pasó el tiempo y los discípulos escribieron importantes tratados sobre la importancia de la presencia de un gato durante las meditaciones…” 

    (Continuará)