Artículo aparecido hoy en El Diario Vasco 11.X.2021
Puede ayudar a perimetrar el incendio en la Iglesia y a concretar responsabilidades. En España solo los jesuitas han hecho un informe semejante al de la Iglesia francesa. AD.
Con este título, hago mío el deseo de Vèronique Garnier, una de las víctimas -en su adolescencia- de la pederastia eclesial, ante la publicación del Informe al respecto. Vèronique Garnier se pregunta si la Iglesia francesa, ante el escándalo desvelado por dicho Informe, será capaz de pasar “de la humillación a la humildad”. “Rezo por ello desde hace meses”.
El texto -encargado hace tres años, por los obispos franceses y la Conferencia de religiosos y religiosas de Francia a una comisión independiente, liderada por Jean-Marc Sauvé, exvicepresidente del Consejo de Estado- fue entregado el 5 de octubre a Mons. Éric de Moulins – Beaufort y a sor Véronique Margron. Es el resultado de 30 meses de investigación y 26.000 horas de trabajo realizadas por 22 comisarios, todos de manera voluntaria. En él se notifica -a partir de una encuesta realizada por el IFOP y el INSERM- que el número de víctimas abusadas por, entre 2.900 y 3.200, sacerdotes y religiosos asciende a 216.000, alcanzando tal cifra las 330.000 si se suman las provocadas por laicos al servicio de la Iglesia. Estos 330.000 niños, se recuerda, son el 1,2 % de los 5,5 millones de niños franceses que han sido víctimas de abusos durante los últimos 70 años, principalmente en el entorno familiar. E, igualmente, que esos más de 3.000 sacerdotes y religiosos son el 3 % del total de los 115.000 que lo han sido desde 1950. El Informe consta de 485 páginas, a las que hay que añadir otras más de 2.500 en anexos. Los obispos franceses lo estudiarán y debatirán en su próxima Asamblea. Retengo, de entre las muchas consideraciones, las siguientes.
En la primera se recuerda que si la existencia de una sola victima ya es motivo de horror, no hay palabras para referirse a los infiernos a los que se ha arrojado a todos y a cada uno de estos más de 300.000 niños y niñas; infiernos de los que todavía no han salido muchos de ellos. Por más que disguste, hay que asomarse a sus relatos y testimonios, “el hilo conductor”, en palabras de J. – M. Sauvé, de la verdad que se recoge en el Informe. Solo así, escuchándolos, habrá que intentar salir de ellos. Y habrá que hacerlo asumiendo la consternación y la desolación de las víctimas. No nos liberaremos de la tragedia de la pederastia, sostiene, por su parte, Dominique Grenier, editor jefe del diario “La Croix”, mientras no nos percatemos de todos los errores de la Iglesia, de la responsabilidad de cada uno y sin haber eliminado, antes, todas las consecuencias de la misma. “La verdad es, a menudo, crucificante. Pero es un camino necesario para salir de la oscuridad”.
En la segunda de las consideraciones, constatan, sorprendidos, algunos sociólogos y los mismos redactores del Informe, vendrían a ser -según la muestra de la encuesta, realizada entre 28.000 franceses- en torno a más de 70 los niños y niñas abusados por cada sacerdote o religioso; una cifra que se antoja difícilmente creíble, sin diluir, por ello, de ninguna manera, la gravedad de este horror.
Ha habido quienes, en tercer lugar, han llamado la atención sobre la importancia de tomarse en serio la recomendación nº 24 cuando indica que este mal -más allá de la exactitud de los porcentajes- es “sistémico”, sobre todo, entre 1950 y 1970 y, en menor medida, hasta el año 2000: a la luz de los hechos, no se puede decir que esta violencia haya sido organizada o admitida por la institución, sino, más bien, que la Iglesia no ha sabido cómo prevenirla, cómo detectarla y, menos todavía, tratarla con la determinación requerida. Si lo entiendo bien, creo que eso significa que, si no se toman decisiones radicales es una inmensa desgracia que puede volver a suceder.
En la cuarta y, de momento, última de las consideraciones, hay quien se pregunta si no ha llegado la hora de que los obispos españoles abran las puertas a una investigación similar sobre nuestro pasado. Y se lo preguntan porque tienen dificultades para ver otro camino que permita hacernos una idea global sobre lo que ha pasado estos últimos años y, de esta manera, aparcar la tentación de echar la culpa a los demás o incurrir en la trampa del “vosotros, mucho más”. Sospecho que se lo preguntan porque creen que así es posible desterrar la corrosiva indiferencia que puede estar rondando a algunos con el “cuentagotas” de casos que van apareciendo un día sí y otro también. Y porque solo así es posible comprobar la consistencia de la tesis según la cual ya sabemos, sobre este asunto, toda la verdad; una tesis, por cierto, compartida, en algún momento, por la iglesia francesa antes de este Informe.
Entiendo que una Iglesia que lleve a cabo una revisión exhaustiva de su pasado, acabará reconocida como la institución que más esfuerzos ha dedicado en los últimos años al estudio y prevención del problema. Y que solo así será posible recuperar la credibilidad que está perdiendo a borbotones estos últimos años. Pero confieso que me cuesta percibir un mínimo del coraje requerido para ponerse en marcha en esta o parecida dirección. ¡Ojalá me equivocara!
Dato de la policía es que el 84% de las prostituidas en España provienen de trata. Si sumas las nacionales en situación de pobreza a ver cuántas voluntarias te quedan. Y hay tantas de trata porque lo que abunda es la demanda. España no es un país de putas sino de puteros, las mujeres no quieren ser putas aunque todo se andará con la promoción que se hace de ese “trabajo empoderante” incluso por mujeres del ministerio de igualdad, mujeres que saben que ellas no tendrán que hacerlo, que eso como siempre para las desgraciadas.
Este también es un problema de hombres que afecta a las mujeres.
Y sí, las sanciones sí han servido para disminuir la prostitución en Suecia y en Francia. Por supuesto que no para eliminarla como no se elimina ningún delito pese a leyes y sanciones. Pero es curioso, este argumento de que la sanción no sirve solo se utiliza con la prostitución, a nadie se le ocurre decir que siempre habrá robos, para qué penarlos.
Y para lo que sirve la legalización es para que aumente la trata, es a donde se dirige más, a países como Alemania y Holanda, con la dificultad que supone para la policía perseguir ese delito, la trata, al estar inserta en negocios legales.
Javier, me equivoqué de sitio
Hay que probar diversos sistemas.El de Finlandia es mixto sanciona la prostitución proviniente de trata.No soy especialista en el tema.Evidentemente hay que hacer algo porque España es el tercer país del mundo en consumición de prostitución.Consumición por llamarlo de alguna manera….Yo no soy especialista ,debate con los de Hetaria..
No sé qué tiene que ver esto con la pedofilia salvo por la comparación absurda de Faus…
Hetaria se disolvió…he visto
Pero qué dices, Javier. La trata es delito en toda Europa. ¿Cómo va a ser mixto el sistema que prohíbe la prostitución proveniente de trata?
Esto ha salido como consecuencia de la mala interpretación que has hecho de lo escrito por GF. Lo que a ti te parece aberrante a mí me parece bien traído cuando una víctima hace alusión a lo poco con que la han indemnizado (no como en USA que han pagado más) dando a entender que un buen pago resuelve el hecho de la violación.
Que no eres especialista no hace falta que lo digas. Pero hay más carencias en ti cuando sueltas algo tan indignante como que España es un país de putas. Tan ajeno y desentendido, tan alejado de la realidad de las mujeres como si fuesen cosas de otro mundo de las que no entiendes.
Por qué será que nos pasa todo lo que nos pasa!
Sanciones administrativas a los que van de putas con mujeres de la trata… porque aunque sea delito,existir ,existe….Ese es el modelo de Finlandia…Yo he dicho que España es un país de putas? Hay 300.000 personas que se dedican a eso .Miramos vamos a dejarlo…Las comparaciones de Faus son aberrantes moral e intelectualmente…
No me resisto a comentar el vergonzoso artículo que escribe González Faus en religión digital.En primer lugar comparar la pedofilia con la prostitución a propósito del titular “Mi violación vale 7500 euros” porque muchas prostitutas se sienten violadas,no sólo es un comentario de un vasto varón si no desconocer los rudimentos básicos del derecho…Yo que estudié derecho penal en los años 80 ya una profesora de derecho penal nos dijo que sin consentimiento se puede violar a una prostituta…y tb obviamente en el matrimonio (y probablemente las concepciones católicas del sexo en el matrimonio hayan hecho mucho daño a la libertad sexual dentro del matrimonio).Aparte de que prostituir a menores es un delito…La comparación es aberrante moral e intelectualmente…En segundo lugar ,llamar “Casanovas” aunque sea entre comillas a los curas pedófilos o a cualquier pedófilo es una aberración intelectual inclasificable…Esto lo dice porque cada cura se habría cepillado a 111 víctimas…Está archidemostrado que los pedófilos profesionales son unos depredadores, se dedican a acosar a víctimas como los animales en la naturaleza comen todos los días ..En tercer lugar,nadie ha dicho que a los pedófilos se les cuelgue…Yo ,cuando tenía que llevar a mi hija en Ciudad Lineal al colegio,rondando el pederasta de Ciudad Lineal y con policía a la puerta del colegio porque en un jardín de al lado había abusado de una oriental,ya le dije a un padre:”el estado si le pilla le tiene que proteger porque los presos tienen sus reglas con este tipo de delincuentes,ahora lo pillo en acción y lo mato con mis propias manos”.Se quedó estupefacto,me miraba como si estuviera chalao..Aquello desató una paranoia en el barrio que ya mirábamos con recelo a todo el mundo…En cuarto lugar,lo que diga la izda francesa sobre la pedofilia que por cierto tb lo dijo de la prostitución (” no toquéis a mi puta” fue el lema,nos da igual…En quinto lugar,nadie ataca a la iglesia católica aunque razones hay sobradas en nuestra historia para ponerla a parir…. Simplemente si la iglesia no se autorregula habrá que regularla…Esto lo decimos de la iglesia,de la publicidad,de la empresa,de las eléctricas…En beneficio de las víctimas…En quinto lugar,pensar que un pedófilo se va a regenerar por la buena acción de un cura en confesión,es mucho pensar….En sexto lugar,nadie está pidiendo que sepamos a golpe de móvil donde residen los pedófilos condenados(como cuentan en algunas películas que ocurre en algunos Estados de EEUU). En séptimo lugar,decir que hay tanta pedofilia en la iglesia como en otros ambientes es una cuestión huérfana de prueba…En octavo lugar,eso de lavar los trapos sucios dentro de casa pugna con el afán de transparencia de la sociedad en que vivimos y con el hecho de que las víctimas de estos desmanes son ciudadanos de nuestro país…La transparencia llega a tal punto que yo no entiendo porque una persona que usa de la educación privada católica va a ser privada de la información de qué órdenes educativas tienen más o menos pedófilos en sus filas…Si al final,va a ser una cuestión de pasta,como casi todo…En definitiva,que el artículo es infumable….y ya citar a Simone Weil en un artículo sobre pedofilia hiede aunque sea de forma colateral…. Perdón que desbarro de pura indignación…
Casto varón en la cuarta…
No encuentro nada reprochable en el artículo que comentas, “Justicia injusta”.
Más extraño me parece tu confuso comentario.
– Es una víctima quien dice “mi violación vale solo 7.500..” dando lugar a suponer que con más dinero el asunto estaría solucionado y en ningún caso es así. A las prostituidas se les paga, y se sientan o no, son violadas.
– Lo que te enseñaron en los 80 está caduco. Hoy existe el delito de violación tanto dentro del matrimonio como siendo prostituta, por más que sea bien difícil en estos casos que a la mujer se le haga caso.
– “Prostituir menores es un delito”. Y los burdeles están llenos de menores sin que importe a hombres de toda condición.
González Faus: “Que la pederastia clerical es algo monstruoso no se cuestiona”. A la par que habla de perdonar al pecador, algo comprensible en un cura cristiano. Y absolutamente comprensible para él que las víctimas no consigan integrar los derechos del victimario. Un abismo entre estas consideraciones y las de Arregui, víctimas y victimarios todos heridos sin apreciar diferencias.
Soy partidaria de que la Iglesia deje de contar con el privilegio de poder juzgar la pederastia, todos los delincuentes a la jurisdicción civil. Así como quienes los encubran.
Respecto a las consideraciones que hace de “La institución” estoy bastante de acuerdo. Si lo que queremos es enfrentar esa lacra de la pederastia, se debe tener en cuenta y analizar en todos los ámbitos, a no ser que se pretenda utilizar este gran torpedo a la línea de flotación de la Iglesia, como en muchos casos parece.
Lo del 7500 euros es el titular del artículo de EL PAIS.Me parece muy bien que pienses que la prostitución es una violación.No lo es legalmente,ni lo va a ser con la reforma del PSOE que es la sueca y que son sanciones administrativas a los que van de putas,nunca una sanción penal de violación…Yo no soy partidario de esta reforma…Dicho esto no voy a comentar más…
No voy a comentar más porque es inútil y tengo que pasear el perro…
Me parece muy bien, pobre perrillo.
No me parece, sino que es una aberración moral el enjuiciar un hecho según sea legal o no.
En cuanto a la ley de que habla el PSOE no te preocupes, el PSOE es abolicionista desde que lo conozco. Y hasta hoy.
España seguirá siendo un país de puteros con total impunidad.
Yo no voy de putas,ni he ido en mi vida,no creo que puedan decir lo mismo el conjunto de los militantes del PSOE…Proclamar que una ley de sanciones es abolicionismo es pura demagogia
Excusa no pedida..
Todas las sanciones van en sentido de llegar a conseguir la abolición de delitos.
No las sanciones administrativas no van a servir para nada…Por no hablar del “volquete de putas” de Andalucía y algunas otras cosas…Yo quisiera que España no siga siendo un país de putas,pero creo que ese no es el camino… Simplemente dije que no voy de putas porque a mí no me importa lo más mínimo que sancionen porque es imposible que esa sanción me la pongan…Creo sinceramente que es pura demagogia hablar de abolicionismo con las sanciones..
Hay otro artículo muy bueno de GF de mayo de este año: “ Libertad, consentimiento, pederastia”
https://www.religiondigital.org/miradas_cristianas/Libertad-consentimiento-pederastia_7_2341935796.html
Sabes qué pienso? Que el tema de la pederastia en la iglesia es tan tan tremendo que hay personas que por su compromiso personal a lo largo de su vida con la institución de la iglesia, sencillamente no lo pueden aceptar , su cabeza, su alma, no les deja. Se llama fase de negación. Creo que las siguientes fases las tendrá que afrontar otra generación.
Además, se ha cometido un error de bulto , las dos iglesias enfrentadas lo están utilizando en su guerra. Unos culpan a determinados Papas de encubrimiento y defienden a los suyos. Otros dicen lo mismo de los que están en el campo de batalla contrario.
Eso es lo que para mí resulta verdaderamente indignante. Se vuelven a utilizar a las víctimas. Porque no importan. Importa La iglesia. Justo la que la sentencia de Francia dice que es la responsable: la organización, el sistema. Ese sistema está al menos desde Juan XXIII, lo he leído con mis ojos. Lo busqué en internet cuando estalló todo esto en Atrio hace años. Lo encontré. No creía lo que leía. Por supuesto me lo negaron y puse la manera de encontrar el documento firmado por su santidad el Papa. Era sobre el método a seguir en caso de una denuncia de abuso.
Esa ley o recomendaciones o lo que sea, ha sido anulada por Francisco I,en el año 2019. Posteriormente a muchos escándalos. Boston, por ejemplo. Y aquí en Atrio se ha tratado el tema de la pederastia en algún país de América Latina. Lo recuerdo perfectamente. Y recuerdo también lo que dije entonces. Y sigo manteniendo. Y recuerdo algún testimonio personal que me mató.
El trato que se está dando ahora a este tema en la iglesia, que por lo menos se puede nombrar, no es debido a ningún Papa, ni a nadie de arriba, sino a la presión social que ya se ha hecho insostenible.
Esa es la realidad.
Y sigo pensando que todo aquel que sabía de casos , o sospechaba, lo único que podía hacer era decírselo a su superior, pero el superior tenía unas órdenes determinadas. Y con el voto de obediencia estaba obligado a hacer lo que le decían
O abandonar la iglesia.
Eso también se podía hacer. Por eso escribí aquello y me la gané por todo lo alto. También creo que nosotros, nosotras, todos, todas, tenemos nuestra parte de responsabilidad si creemos que somos iglesia. En menor medida. Supongo. Pero saber, sabíamos. No casos concretos, pero las noticias ahí estaban.
Sabes qué? Estoy muy satisfecha de decir a voz en grito que me gusta el mensaje de Jesús de Nazaret. Siempre me ha gustado. Para mí es un personaje fascinante. Un referente. Me encanta. Pero nada tengo que ver con la iglesia como institución. Respeto profundamente a las personas que se sienten miembros de una iglesia que perciben diferente a la que percibo. Porque nada me une a ella. Eso no impide que entienda a muchas personas, muchos sacerdotes que lo son en la actualidad o lo fueron en su momento. Los entiendo perfectamente. Hay cosas que no podrán aceptar.
En fin
Solamente quiero que sepas que no dices nada extraño. Al menos no para mí.
No me gusta hablar de esto, pero he leído lo que has dicho y el comentario de Isabel y no puedo callar.
Lo que tengo que hacer es no entrar. Lo conseguiré.
Un abrazo
En este “tema”, Carmen, comparto tu análisis, denuncia y exigencias. Tal cual. Incluido lo de “sistémico” y que “se podía saber, poniendo algún interés, por todos”. Lo he pensado a fondo. Lo asumo sin rodeos que desenfoquen mi valoración. Creo que estás diciendo lo que debe ser dicho. (Sí soy más optimista que tú sobre las posibilidades de nuestra generación, todavía; veremos). Saludos. Buen descanso.
Gracias.
Os he cogido cariño a muchas personas que escribís aquí. Sé que sois buena gente. Siempre he tenido jaleos por mi forma de decir las cosas. Me gusta analizar y cuando llego a una conclusión soy como un burrico de esos que se paran y no hay quien los mueva. Hasta que cambia de opinión. En mi caso no es porque me den una zanahoria, sino porque con mis orejas de borricote oye cosas nuevas o con lo poco que permiten ver las orejeras lee algo nuevo.
Pero todo lo que durante años he leído va en la misma dirección. Y además soy una maestra sin solución. Me he pasado cuarenta años con adolescentes. Y es un tema que me llega al alma y más allá.
En fin.
Hoy nos ha dado a todos por madrugar o por acostarnos tarde. Me he tomado un café con leche y ahora me vuelvo a dormir un ratito.
Buen día.
Yo no, de ninguna manera tengo responsabilidad en esto.
Que tú consideres que la tienes no te da ningún derecho a repartir a todos y todas. Primero porque es falso y segundo porque tanto reparto se puede acercar mucho a una responsabilidad diluida que no es de nadie.
Y ser maestra tampoco te hace una persona especial, no hace falta serlo para que este tema llegue al alma..
No reparto nada. Sencillamente digo lo que pienso. Se puede compartir o no. Y que la justicia siga su camino. Precisamente no pido que se diluya nada.
Y fíjate creo, que la profesión de maestro, de maestra , tiene su aquel.
Estoy absolutamente orgullosa de mi profesión. Y de mis críos.
En fin.
Me alegro de saludarte.
No voy a hablar más de esto. Ya he dicho suficiente.
Yo estoy de acuerdo con el editorial de EL PAIs si la Iglesia española no se aviene a investigar,tendrá que ser el Estado, así ha sido en otros países y la iglesia ha recibido mucho dinero del erario público para tolerar la chulería de la Conferencia Episcopal….porque es difícil calificarlo de otra manera….Y el editorial de marras es muy moderado…Ya advierte que el daño no es resarcible….por incalculable….Los obispos españoles.ciertamente no tienen una actitud humilde ante la verdad…
Dice Antonio Llaguno, sobre los casos de pederastia en la Iglesia: “¿Por qué en la Iglesia se producen estos abusos con mucha más frecuencia que en la sociedad civil?”.
Y yo creo que ese no es el debate. Lo primero, es que yo no creo que se produzcan mas abusos en la Iglesia, que en otras circunstancias donde hay autoridad, y se puede dar abuso de poder.
Pero el tema no es ese. El tema a reflexionar por la Iglesia es: ¿La fe y la práctica religiosa son buenos métodos para un perfeccionamiento humano, para proseguir la maduración humana?.
Y aquí he recordado la graciosa anécdota que narra Machado, en su “Juan de Mairena”:
“Oiga usted, amigo Tórtolez, lo que se contaba de un confitero andaluz, muy descreído, a quien quiso convertir, un filósofo creyente pragmatista.
Escuche lo que le decía el filósofo: “Si usted creyera en Dios, en un Juez Supremo que había de pedirle a usted cuenta de sus actos, haría usted unos confites mucho mejores que esos que usted vende, y los daría usted más baratos, y ganaría usted mucho dinero, porque aumentaría usted considerablemente su clientela. Le conviene a usted creer en Dios”.
-“¿Pero Dios existe, señor doctor?” -preguntó el confitero-. -“Eso es cuestión baladí -replicó el filósofo-. Lo importante es que usted crea en Dios”.
-“Pero ¿y si no puedo?” -volvió a preguntar el confitero-.
-“Tampoco eso tiene demasiada importancia. Basta con que usted quiera creer. Porque de ese modo, una de tres:
-o usted acaba por creer,
-o por creer que cree, lo que viene a ser aproximadamente lo mismo,
-o en último caso, trabaja usted en sus confituras como si creyera.
Y siempre vendrá a resultar que usted mejora el género que vende, en beneficio de su clientela y en el suyo propio”.
El confitero, no fue del todo insensible a las razones del filósofo. -“Vuelva usted por aquí -le dijo- dentro de unos días”.
Cuando volvió el filósofo encontró cambiada la muestra del confitero, que rezaba así: “Confitería de Angel Martínez, proveedor de su Divina Majestad”.
-Está bien. Pero conviene saber amigo Mairena, si la calidad de los confites…
-La calidad de los confites, en efecto, no había mejorado. Pero lo que decía el confitero a su amigo el filósofo:
-“Lo importante es que usted crea que ha mejorado,
-o quiera usted creerlo,
-o en último caso, que usted se coma esos confites y me los pague como si se lo creyera”.
Con la fe y la práctica religiosa, tal y como ahora está planteada, según Machado, todo se fía a la acción psicológica de la “gracia”, la acción directa del Dios teísta, en la mente humana.
Pero si no fuera así, al menos existe la autosugestión: No importa si actúa la “gracia” de verdad, basta con que nos sugestionemos y lo creamos: efecto placebo, que es muy útil y real.
Pero claro, cuando por lo que sea falla la fe, y la autosugestión ya no funciona; todo ese tinglado psicológico se desmorona.
O sea que el método ascético de perfeccionamiento cristiano, funciona, mientras la fe, es lo suficientemente fuerte. Pero cuando se atraviesan crisis de fe, ya nada funciona como debía.
Desde la apologética se dirá que Dios no ayuda si no hay fe y por tanto autosugestión: Jesús les pedía a los enfermos que tuvieran fe en Él.
Pero eso se lo tienen que decir a los enfermos a Lourdes, en el viaje de vuelta: no te has curado porque no has tenido fe suficiente. Un poco fuerte, ¿no?.
Ahí es donde se precisa una conversión de la Iglesia hacia una Iglesia humilde, o sea que conozca bien la realidad humana, y la realidad de un Dios, que no interviene directamente en la realidad humana, más que indirectamente a través de la chispa divina que tenemos todos en nuestro interior.
Hay que jubilar al Dios providente que hace llover cada gota de agua que cae, concepto que no hace más que dejarle mal. ¡Hay halagos que son puñaladas!.
Hay que reconvertir una Iglesia, que piense que Dios lo que desea es que el humano, por si mismo, desarrolle y despliegue todo el potencial de su naturaleza y se haga “humano perfecto”.
Que maduremos de una vez, y nos hagamos mayores, y al fin, nos vayamos a vivir a nuestra propia casa.
Con ser muy pertinente la reflexión de Isidoro García, me reitero en la pregunta.
“¿Por qué en la Iglesia se producen estos abusos con mucha más frecuencia que en la sociedad civil?”.
Porque si lo vemos en términos relativos (porcentaje de varones que cometen esos abusos en un colectivo y en otro. Tengan en cuenta que la base es mucho más grande cuando se evalúa a toda la Humanidad) el % de personas con problemas de abusos es mucho mayor en la Iglesia.
Y me reitero, porque la falta de fe es algo que, en cualquier caso, cada quien tendrá que dilucidar con Dios cuando se enfrente con Él (en caso de que se tenga que enfrentar a Él en algún momento). Yo no soy ni quien, ni se cómo juzgar eso en cada persona. Soy mucho más modesto.
Pero sí soy quién para exigir a la Iglesia que tome medidas para evitar estas cosas, que reconozca que tiene un problema producto de sus propias normas de convivencia y que lo resuelva e indemnice a las víctimas de estos abusos que se han producido en personas que estaban bajo el poder de la Iglesia.
Y si no es así, tal como dice Javier Peláez, será la sociedad civil quien entre y entonces (haciendo yo también una cita culta) “será el llanto y el crujir de dientes”
Y esta vez no voy a dejar pasar lo dicho por Isidoro, que una también tiene su corazoncito, si bien normalmente controlado en sus indignaciones.
Nos ofrece la solución que vale para cualquier asunto.
“ Hay que reconvertir una Iglesia, (pásmense ustedes) que piense que Dios lo que desea es que el humano, por si mismo, desarrolle y despliegue todo el potencial de su naturaleza y se haga “humano perfecto”.
Que maduremos de una vez, y nos hagamos mayores, y al fin, nos vayamos a vivir a nuestra propia casa.”
¡Ele! Y se queda tan a gusto reposando en su sofá, lo imagino.
No sé de qué podemos preocuparnos con tanta sabiduría al alcance para ser perfectos.
(A veces me pregunto si lo de Isidoro no será un experimento tomadura de pelo de un señor jubilado con la vida resuelta que se aburre, por ver hasta que punto la gente traga con lo que le echen siempre que esté bien envuelto de apariencia intelectual a la par que espiritual moderna guay sin Dios.)
Isabel, creo que la Iglesia la hacemos nosotros, incluso los más heterodoxos (como yo mismo me reconozco)
Hace años escribí una fábula en la que un orangután muy cómodo que vivía en las ramas de un banano daba “enseñanzas”· a todo el mundo sobre como vivir mientras que un pobre babuino, que no tenía rama donde dejarse caer decía: “¡No te jode! Si yo viviera en ese banano ya podría pensar como tú”
Quiero decir que es muy fácil, desde el sillón de nuestra casa, ponernos a discernir sobre lo que tiene que ser o no la Iglesia,
Sesudos teólogos, teólogas y añadidos (como yo) discutiendo con vehemencia sobre Dios y la Iglesia, mientras millones de nuestros hermanos se mueren de hambre, miseria u opresión.
Y eso mismo reza sobre los abusos a menores.
Salgamos a la calle a hacer bienaventurados a quienes deben ser objeto de nuestro cariño, a los mansos , a los limpios de corazón, a los sufrientes, a los que lloran a los que luchan por la justicia.
Porque sin nosotros, Dios no va a salir ha hacerlo. Nosotros somos las herramientas que Dios tiene para construir su Reino.
Sin Él no seríamos pero sin nosotros, su Reino no será.
Esto es lo que hace tan maravilloso ser cristiano, del equipo que uno sea.
Comparto tu reflexión, Jesús. Seguimos.
Y Ahora la esperanza.
Las noticias que nos llegan desde hace algún tiempo acerca de la Iglesia Católica y que no sólo abarcan nuestros habituales medios de comunicación de carácter confesional sino también y con gran profusión en los medios tanto nacionales como internacionales son de tal naturaleza que están produciendo una gran conmoción como la erupción del volcán de la isla de la Palma en Canarias y no poco estupor en nuestros círculos, los de quienes mantenemos nuestra fidelidad a la fe heredada, y que cuidamos con grandísimo celo. Los escándalos sexuales, abusos y violaciones perpetrados contra menores por miembros del clero y otros miembros de organizaciones de la Iglesia.
Más recientemente el Informe Sauvé acerca de los abusos sexuales sobre menores en la Iglesia de Francia nos ha llegado geográficamente más cerca de nosotros, los setenta años analizados (un período que abarca desde 1950), el silencio de la Jerarquía, el ocultismo, y la creciente sospecha de las dimensiones que tales abusos habrán podido alcanzar en España, han provocado una ola de manifestaciones de indignación, de acusaciones y de reproches contra nuestros pastores, contra el sistema eclesial y contra la política de la Curia del Vaticano por parte de los elementos llamados “progresistas” españoles a través de sus medios habituales.
En foros españoles, como por ejemplo el medio Atrio org, están protagonizando un gran debate al respecto. Un comentarista remató su queja con la siguiente frase: “Y Ahora la desesperanza”. Parece condensar lapidariamente las conclusiones y opción vital de gran parte de los comentaristas, y no pocos columnistas: “¿Y ahora qué?
La Iglesia a lo largo de la historia ha sufrido inmensas, profundas, crisis internas, y en amplios territorios un cristianismo floreciente ha colapsado menguando hasta casi desaparecer y lo mismo podemos decir de su nivel moral comparativamente de un siglo tras otro. La Reforma de Lutero que dio origen al protestantismo no fue un mero capricho histórico, uno de esos avatares imponderables, sino que obedeció a la crisis de conciencia religiosa compañera de viaje para alumbrar la Edad Moderna.
Es dificil en estos momentos y en estas circunstancias proponer un análisis sereno, pero se hace necesario, porque podemos estar perdidos y faltos de perspectiva. Ya hay quien ve en todo esto el final de la Iglesia, la necesidad de una espiritualidad sin religión y hasta dar el supremo salto a los cielos despojando a Dios de todos sus atributos, cuando no de su existencia. El debate es tal que se ha enquistado por el camino dentro de elucubraciones filosóficas y metafísicas. Si lo que prometían sus promotores era dar una respuesta clara a los anhelos angustiosos de aquellas comunidades y grupos cristianos que abiertos a la modernidad buscaban un apoyo firme a su fe, los han dejado en suspenso, pues una base científica no puede dar razón de Dios ni de su existencia.
Tendríamos que volver a la perspectiva de los Evangelios. En ellos encontramos a Jesús, el Profeta que habría de venir. Sus palabras recogidas en los textos son profecías para nosotros, es decir, que tienen valor y actualidad también para los momentos que corren. ¿Dijo Jesús que las puertas del Hades no prevalecerían contra su Iglesia? Sí, por supuesto.
Jesús, sin embargo, no negó, sino que afirmó la existencia y la presencia del Demonio, aun dentro del grupo de sus seguidores. De sus Doce, los más íntimos, uno le salió Diablo. Y tal fue la constante de la Iglesia desde entonces. En aquel mismo encuentro, según Mateo, tuvo que reprender a Pedro: “¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Sólo me sirves de escándalo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!
Ningún fiel cristiano fiel cristiano tiene garantizada la impecabilidad y mucho menos la gracia alcanza a que tengamos en todo momento los pensamientos de Dios, más bien obramos con nuestros propios pensamientos y en todo momento estamos al alcance del Tentador. La vida cristiana es un camino, lo dice la Didaché, instruyendo en el catecumenado. Jesús nos ilustra con la enseñanza de los dos caminos.
El colectivo católico, allí en esas sociedades donde resida, es un reflejo de esa misma sociedad a la que pertenece, con sus valores y sus vicios. Es tarea de la Pastoral instruir en esos valores claros y seguros del Reino. Al clero y a sus aspirantes también. Sería una impostura por mi parte incluir aquí que esos horrendos crímenes mencionados al principio los practica la sociedad en la intimidad de muchas familias y que las estadísticas son alarmantes y también sufren de la clandestinidad y el ocultamiento. Pero me sirve para ilustrar tal situación, que la Iglesia en las personas de su clero y su Jerarquía no ha sabido, no ha podido o no ha querido erradicarlos de manera eficaz.
Hay quienes afirman que el error de base está en el celibato porque tal cosa va contra natura. La Iglesia no puede imponerlo en ninguno de sus miembros, y que además esto obedece a unos prejuicios repugnantes contra la sexualidad.
Yo lo veo de otra manera. Los valores seguros y estables del Reino son de tal naturaleza que no se pueden imponer, porque son dones, y el celibato es uno de ellos, así como también el matrimonio es otro don. Mateo 19,12: Jesús hace una invitación al celibato para aquellos que quieran consagrase exclusivamente al Reino de los Cielos.
Desde la Institución se repite que a los candidatos al sacerdocio o a la vida consagrada se ofrece un período de varios años para que maduren su decisión, como si esto bastara. En realidad, las ascesis, la instrucción y formación espiritual en la que éstas se envuelven están ofrecidas con un cuerpo de doctrina sobre la “perfección cristiana” como una carrera de méritos. La de una santidad que se hace meritoria, con el valor del propio esfuerzo personal y no como una gracia, un don de Dios. No puede resultar extraño que una persona con unas ideas pocos claras sobre la sexualidad, o incluso de sus tendencias, vean en el celibato eclesiástico la única solución a sus problemas, una salida cómoda y acompañada a sus traumas ante un ideal de perfección que se le brinda por su propio esfuerzo. La Institución del Seminario al parecer ha fracasado en este tipo de candidatos, que por fortuna son sólo algunos entre un gran número de aspirantes.