- UNA IMPORTANTE DECISIÓN DE LA TELEVISIÓN CANARIA SOBRE EL TRATAMIENTO INFORMATIVO.
- TRAS UNA SEMANA DE ERPCIÓN, SEGUIMOS EN DIRECTO CON LA SEÑAL QUE TRASMUTE LA TELEVISIÓN CANARIA…
Se puede ir atrás y adelante, usando el cursor en la línea del tiempo. La cámara de la TV Canaria se mueve de vez en cuando, buscando novedades. Parece que quiere también enfocar el momento en que la colada de lava llegue al mar.
Más información de actualidad en los comentarios…
A mí el sábado por la noche me dió una pena más negra que la lava…En la televisión (digamos la Sexta están empeñados con su campaña,tb con el coronavirus,de que la ciencia lo resuelve todo porque Atremedia sigue con aquello del 2 por ciento para la ciencia;en parte, cierto).Vi un documental antiguo sobre La Palma y viven sobre un polvorín…La verdad que uno no sabe qué decir….Ya se sabe el mundo informativo/televisivo en qué vivimos: hace nada Afganistán,ahora La Palma….Mundo líquido…. Aquí opinando y mejor me callo porque hoy no tengo un buen día… Simplemente yo suelo adoptar la actitud cínica de tirar por elevación…En Filipinas tb hay terremotos….Claro son compatriotas nuestros y de fondo Puigdemont como siempre haciendo el gilipollas…(y el TS claro).En fin….
Puede parecer extraño que un problema tan inmenso como el volcán de La Palma y sus consecuencias no haya tenido comentarios en atrio. Pienso que no ha sido por falta de interés, pues nuestros corazones están con todas las personas y la población, en general, de la La Palma.
Y, como esto es obvio, yo personalmente no he dicho nada por no repetir lo que se está diciendo en todos los medios de comunicación que nos solidarizan continuamente ante tal catástrofe.
Por otra parte, se siente impotencia ante un hecho natural contra el que no podemos hacer nada a nivel personal y sí lo están haciendo, creo que muy bien, las instituciones públicas para evitar males mayores salvando vidas.
Empatía, solidaridad y ayudar en la medida de nuestras posibilidades a remediar en alguna medida el sufrimiento de tanta gente que lo está pasando muy, muy mal.
También veo a menudo las noticias, y mis lágrimas me han acompañado. Ahora es momento sobre todo de los gobiernos, porque los canarios se han volcado, en todos los sentidos.
No puedo ponerme en su lugar…eso sería un insulto…estoy a su lado, pero algo que de verdad sea de ayuda, ha nivel personal poco, ha no ser, una llamada general de ayuda concreta, dirigida con responsabilidad y gran afecto; como sucedió con las tremendas riadas de Valencia, era niña, pero aún lo recuerdo.
Entonces ¡Tod@s a una!
Lo deseo de corazón.
Me pregunto. Tras una semana desde el inicio de la actividad del volcán que está en el rigen de la isla de La Palma, en Canarias, ¿por qué no ha habido ningún comentario en esta entrada, en la que me reduje a mantener abierta la ventana al volcán, día y noche, tal como nos lo ofrece la Televisión Canaria?
La verdad es que yo me he asomado a esa ventana varias veces cada día. No por curiosidad, sino para hacerme presente a ese acontecimiento tan natural e inevitable como trágico para quien ha perdido su tierra, sus casas, todo… Con la ayuda de la ciencia, se pudo prever la necesaria evacuación de personas y no ha habido víctimas humanas. En realidad estamos asistiendo a restos de esa enorme actividad telúrica con que se formaron casi todas la tierras y montañas. Entonces no había vida en la tierra. Tendría que pasar mucho tiempo para que la vida, nacida en los mares, fuera colonizando las áridas tierras vomitadas por los volcanes.
En estos días, mientras miro, la noche sobre todo, esas tremendas explosiones y llamaradas, me acuerdo de los palmeños que conozco o he conocido. Con los vivos he conectado. Pero me acuerdo de aquel gran palmeño que fue Elías Yanes, a quien conocí y traté mucho sobre todo antes de que fuera obispo. Su equilibrio, su elegancia, su finura, me dijeron después que eran características de los nacidos en esa isla.
Y, revisando mi memoria sobre La Palma, recuerdo a otro insigne palmeño, Luis Cobiella Cuevas, que nos envío un artículo en 2007 para Atrio sobre Dios Padre, de quien publicamos después un libro en ATRIO Libros y que murió a los 88 años en 2013. Él vivió la erupción del volcán en 1971, pero ya no este de ahora. ¡Descanse en paz!