Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

septiembre 2021
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
27282930  
7445 Artículos. - 113034 Comentarios.

El debate también en Italia

Debate sobre el post-teísmo. Padre, Hijo y Espíritu Santo

Edmondo Cesarini 09/09/2021, 13:13

Tomado de: Adista SegniNuovin°32 de 18/09/2021

En el contexto de la reflexión sobre el “posteísmo” en curso en Adista escribí un breve artículo en el que argumentaba que para un cristiano el término “Dios” corre el riesgo de no tener sentido, porque se refiere a una Persona, mientras que el Dios cristiano es “Trinidad”, “relación subsistente” entre tres Personas. Me gustaría retomar y continuar ese artículo, ofreciendo algunas reflexiones adicionales.

Tal vez no deba ni pueda hablarse de la Trinidad, como dice Dante:

Necio es quien espera que nuestra razón / pueda recorrer el camino infinito / que encierra una naturaleza en tres Personas… (Purgatorio, III, 34-36). E incluso su contemporáneo Meister Eckhart afirmó que no es el caso de hablar tanto de Dios, porque “lo que se diga de él nunca será la verdad”.

Pero quizás con extrema precaución, concreción en la argumentación, consideración con el lector y cuidado de no generar fáciles malentendidos mitopoéticos y antropomórficos, se pueden intentar algunas reflexiones. Más que “afirmar”, “no decir”, como hace la llamada teología apofática.

El misterio de la Trinidad es esencial, estructural, constitutivo del cristianismo. Me llamó la atención una afirmación del P. Carlo Molari (en un encuentro con Raimon Panikkar hace 30 años) según la cual si el Dios cristiano no fuera la Trinidad, el cristianismo sería otra cosa totalmente distinta, incluso…

Pero parece que no se ha tenido mucho en cuenta en la reflexión teológica y, sobre todo, en la práctica pastoral (se ha observado que el 90% de los textos religiosos no cambiarían si no se hubiera dogmatizado la Trinidad…).

A menudo hay confusión –incluso en expresiones litúrgicas y por parte de agentes de pastoral muy cualificados– en el uso de los términos Dios, Padre, Señor. Decimos Dios como lo dicen los judíos y los ismaelitas, pero ellos no tienen la Trinidad (ni la Encarnación); decimos Señor, a veces para referirnos al Padre, a veces a Cristo; nunca está claro con quién nos relacionamos; a menudo confundimos a Dios con el Padre: un “Eso de ahí arriba” no identificado…

En realidad, no se puede entrar en relación con el Padre, que en sí mismo es indefinido, distinto de todo, incognoscible, inaccesible, inefable, encerrado en su “Nube de Desconocimiento” (como decía un místico inglés anónimo del siglo XIV): nadie puede verlo (1 Tim 6,16), nadie lo conoce (Mt 1,27), nadie lo ha visto nunca (Jn 1,18).

Sólo a través del Hijo se puede acceder al Padre (Jn 14,6), sólo quien ve al Hijo ve al Padre (Jn 12,44; Jn 14,9); quien recibe al Hijo recibe al Padre y nadie sabe quién es el Padre sino el Hijo (Lc 10,22): el Hijo es la imagen del Padre invisible (Cs 1,15). A Felipe, que le pidió que le mostrara al Padre, Jesús le respondió: “Quien me ha visto a mí ha visto al Padre” (Jn 14,9).

El hombre no puede dirigirse al Padre individualmente: nadie puede decir “Padre mío”: sólo junto con el Hijo podemos decir “Padre nuestro“.

Muchos místicos afirman que la única definición posible del Padre es: “Nada”. Así es como San Agustín interpretó Hechos 9:6: “Saulus, apertis oculis, Nihil videbat” (Hechos 9:6).

“La Nada” no significa la “Nada” (que es la inexistencia), sino que indica una Realidad tan Infinita y Otra que no puede ser definida, imaginada, descrita (un poco como decir “no tengo palabras…” ante un hecho extraordinario). En la Nada está la potencialidad de toda la realidad, así como en el silencio están todas las palabras, en el blanco todos los colores… “El Padre es la Nada de la que todo se origina”, dice Eckhart, y la Qabbalah lo llamaba: Ain Soph, la Nada Infinita, de la que todo procede.

Del Padre sólo podemos decir que es la Necesidad de que el Amor sea, la Fuente de la relacionalidad, la Voluntad que llamó al universo desde la nada, el Fundamento de la realidad, el Origen de todo, la Fuente del Ser.

Pero la Fuente del Ser no es el Ser (de lo contrario no podría ser la fuente, véase Jean Luc Marion, Dieu sans être); el Padre en sí mismo no “es”: es un punto en el infinito, más allá de todo, al que todas las cosas tienden (Panikkar), del que todas las cosas son atraídas (Teilhard de Chardin). Del Espíritu sólo se puede decir -recitando el Credo- “qui procedit ex Patre Filioque“. De hecho, Molari afirma que apenas podemos hablar del Espíritu, simplemente no tenemos las categorías conceptuales para entenderlo. Como afirma Pavel Aleksandrovic Florenskij (y también la filosofía moderna de la identidad intersubjetiva) podemos decir que es el Tercero el que funda y estructura la relación entre los Dos, Padre e Hijo, que no podría existir sin el “Tercero”. Al igual que debe haber materia oscura para equilibrar las fuerzas gravitatorias en el cosmos, pero no sabemos lo que es, el Espíritu debe estar ahí para que haya una relación entre el Padre y el Hijo, pero no sabemos lo que es. Sólo “al final”, cuando “conozcamos toda la verdad” (Jn 16,13), podremos comprender -y quizá entrar en relación- con el Espíritu. Hoy, por el contrario, el Espíritu es casi un “comodín espiritual”, bueno para todas las funciones y todas las metáforas (como la más bien banal y pueril del “rocío del Espíritu”).

Sólo podemos conocer y, por tanto, hablar y relacionarnos con el Hijo, porque es encarnado, por lo tanto (también) un ser humano: “Lo que se dijo a los padres lo hemos visto y tocado…” (1 Jn 1,1). (1 Jn 1:1). Y sobre todo que veamos y toquemos en nuestro prójimo (“lo que hacéis a los demás me lo hacéis a mí”). El Hijo es Cristo, y Cristo es realizado por la humanidad a través de todos los actos de amor -de relacionalidad creativa- que los humanos pueden realizar (1 Cor 12,27) en Él, que de la Iglesia recibe su plenitud total y universal (Ef 1,23). Todos los hombres de la historia constituyen las “células” del único Cuerpo de Cristo: el Cuerpo de Cristo es la Iglesia (Rm 12,5) que es la humanidad unida por los lazos de la caridad y que forma la plenitud de Él (Ef 1,23); de hecho, todo el Cuerpo de Él crece por la actividad de cada uno y se edifica en la caridad (Ef 4,16).

En efecto, al constituir la Iglesia como su Cuerpo, el Hijo – “en el que habita corporativamente toda la plenitud de la Divinidad” (Cs, 21,9)- da a todos no sólo la posibilidad de conocerlo, sino de participar, incluso de completar su crecimiento “hasta ser todo en todos…”. (1 Cor, 15, 28).

El crecimiento (Teilhard hablaba del Cristo Evolutivo) del Cuerpo de Cristo es la verdadera realidad sobre la que se puede actuar, con la relación amorosa entre las personas humanas.

En realidad, en el Dios trinitario cristiano también nosotros somos de alguna manera, como partícipes de la humanidad del Hijo, como “Hijos”, precisamente porque somos objetos del amor del Padre. Y respondiendo a este amor que nos hace Hijos, estamos llamados a participar en la perichoresis trinitaria.

Es una dimensión -espiritual y psicológica- totalmente diferente de relacionarse con la Trascendencia. Al final, la única forma seria de entrar en relación con Dios es esforzarse por llevarse un poco mejor con los que nos rodean (el Próximo), que ya es la suma del compromiso ético… Esto no pretende ser un ensayo de alta teología, sino sólo unos apuntes en la lógica del “Hijo Encarnado”, me atrevo a decir que una teología “con los pies en el suelo” (lo que me parece muy teilhardiano, dada la importancia que tiene la materia en el proceso evolutivo hacia la cristósfera…).

Edmondo Cesarini es y miembro de la AsociaciónItaliana Teilhard de Chardin – sección romana

 

 

22 comentarios

  • Santiago

    Se trata del Amor.Creo que el Misterio de la Trinidad que Jesús nos dio a conocer  en el Evangelio es la revelación de la íntima vida del Amor de Dios en “Si mismo”, es la dinámica del Amor que se desbordaría hasta llegar a la Creación del Kosmos y la vida en El,ya que “todo fue bueno” y producto del amor trinitario.

    Se trata de la primacía del Amor divino  del que nosotros recibimos una chispa al venir a existir y un Dios con una sola naturaleza divina en la que participan tres Personas que se distinguen en cuanto a la función pero unidas en esa misma naturaleza y que trabajan en armónica sincronía…

    El Amor del Padre -ya que Jesús nos manda a llamarle así en la oración dominical- es de una ternura infinita. Podemos pues relacionarnos con el Padre a pesar que no le veamos, aunque la mejor manera de descubrirle es en el Hijo reflejo perfecto de la faz y del Amor del Padre que El nos legó para que tuviéramos primero que conocer quién era Su Hijo, Jesucristo. Porque nadie va al Padre sino a través del Hijo y todo fue hecho en el Hijo, y en Sus méritos TODO fue recapitulado.

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

     

     

     

    un saludo cordial

    Santiago Hernandez

  • Jaume PATUEL PUIG

    Entiendo que hay que poner en la mesa no solo lo cognitivo sino també lo emocional y no solo lo consciente sino sobre todo lo inconsciente tanto freudiano como junguiano y expresa Grof sin confundirlo con lo subconsciente que aquí puede trabajar la reflexión introspectiva, o la filosofía.
    Un camino nuevo, pero del siglo pasado y con tintes en la antigüedad, es la PSICOLOGIA TRANSPERSONAL, sería mejor, denominarla TEORIA TRANSPERSONAL. En el campo psiquista, aún joven en occidente, no así en Oriente, hay mucho no aceptado por los estamentos públicos. El mundo inconsciente existe y lo cognitivo no trabaja en ello, lo cual no quita el trabajo que debe ejercer el ego en lo que conoce conscientemente.
    De aquí la reflexión junto al silencio personal que contagia toda relación. Esto entra en el mundo nuevo global. Mundo de supuestos más que de creencias.

    Ahora bien, hagamos lo que hagamos que debemos hacerlo, la FUERZA DINAMICA FUNDAMENTO o en términos cristianos EL ESPÍRITU SANTO continúan inspirando, pero no conduciendo la HUMANIDAD. Esta debe tomar sus propias riendas a través de cada Ser Humano en concreto.
    Somos una red interconectada sin ningún ser supremo. Todo en todo. ¿Vale aquí la palabra panenteismo”.

  • Isidoro Garcia

    Dice el amigo Jaume, en el último párrafo de su comentario: “Un debate que se abre a muchos lugares, pero no sé si va a generar algo en el nuevo MUNDO GLOBAL….”.

    Y esto liga también con la frase de Luis Troyano, que a mi frase “la tecnología nos arrastra,,,”, contesta, “no se puede estar vencido de antemano. Es mucho lo que nos jugamos”.

    En resumen, ¿podemos hacer algo más que “rezar”, ante la situación de grave crisis a la que la globalización y la tecnología nos arrastran?.

     

    Un proceso contínuo de autocorrección y modificaciones de nuestros conceptos cognitivos, y de nuestras categorías mentales, y una flexibilización de nuestras perspectivas de visión de la realidad, nos acerca a una comprensión mayor de la Realidad y de su misterio.

    Y eso, ¿cómo se consigue?.

    -Primero, mediante un continuo esfuerzo de aprendizaje y conocimiento de nuevos elementos de la realidad, que desconocíamos o conocíamos erróneamente.

    –    Segundo, mediante una clasificación e interpretación de dichos nuevos conocimientos, en unas categorías mentales quizás más adecuadas y modernas que las que nos enseñaron.

    –    Y Tercero, mediante una recolocación de los nuevos elementos conocidos, en relación con el resto de nuestra cosmovisión. Eso supone hallar unas nuevas perspectivas, que se consiguen encontrando nuevas relaciones entre todos los elementos cognitivos de los que disponemos.

    Todo esto ya está inventado, es el camino de búsqueda de la Sabiduría, y sirve además para ayudarnos a resolver problemas personales, y usado mayoritariamente, serviría para resolver los problemas globales.

    Y supone una reestructuración cognitiva.

     

    (Lo que sigue, sigue el artículo “Reestructuración cognitiva: el método más efectivo para cuidar la salud mental tras la pandemia”, de Enrique Zamorano, de “El Confidencial”).

    Existe en terapia individual una terapia llamada “reestructuración cognitiva”, que en estudios recientes, se ha demostrado como la más efectiva, y que también puede usarse para prevenir; es decir, todos podemos desarrollarlo antes de que nuestro trastorno mental se vuelva patológico y precise la ayuda de un profesional.

    Según explica la psicóloga Loreto Barrios, “reconstruir un pensamiento es tratar de interiorizarlo de una manera mucho más positiva o constructiva, para así modificar la emoción negativa que nos está haciendo daño, y con ello, actuar de forma diferente.

          Tan solo tienes que trabajar las resistencias que tienen las personas a pensar y actuar de otra manera, y es algo que puede hacer cualquiera por sí mismo”.

    Esas resistencias son fundamentalmente subconscientes, y se derivan la inmensa mayoría en las contradicciones internas que nos producen los errores cognitivos que hemos incorporados, por la educación: colegio, padres, cultura ambiente. Y también por nuestros errores propios de discernimiento.

    ¿Cómo se venden esas resistencias?. Con un mayor acierto en nuestro conocimiento de la realidad, con lo que muchas contradicciones internas que nos generan angustia y ansiedad se disuelven como un azucarillo en el café.

    Todos hemos de comprender que cada uno de nuestros pensamientos, es como una hipótesis que necesita ser refutada, o al menos puesta en cuestión. Pero para ello, necesitamos nuevos conocimientos sobre la cuestión.

    Y especialmente hay que replantearse aquellos pensamientos que solo ponen más palos en la rueda, para desenvolverse en su vida correctamente, y nos desequilibran.

    Dice Loreto Barrios: “Hay que desechar los pensamientos desadaptativos, y cambiar el enfoque o mirar la situación desde otra perspectiva que no sea tan dolorosa o amarga, pues “todo al final tiene un punto positivo.

             Si reconocemos que la situación no es nada óptima, primero hay que aceptarlo y después mirarlo desde otra perspectiva”.

    Pero no se trata de una visión positivista infantil, de cerrar los ojos a la realidad. O de adoptar acríticamente diagnósticos y soluciones ideológicas, (religiosas o políticas), que pueden estar anticuadas o directamente equivocadas.

    Al revés. Los problemas se solucionan, no ignorando la realidad, o aplicando automáticamente recetas de catecismos, sino con más realidad, con un mayor y mejor conocimiento de la realidad, lo que suele abrir nuevas vías de comprensión de los problemas, que hacen más llevadera la situación, y sobre todo facilita su resolución.

     

    Perdón por el rollo sabatino. Saludos y buen fin de semana.

  • M.Luisa

    Quiero llamar la atención en algo que considero muy importante  me refiero al papel que juega el concepto de capacidad dentro de la estructura del conocimiento.  Como antes he señalado la capacidad es una cualidad, un carácter de la estructura misma, no es una propiedad de un sujeto  que pueda luego predicarse, como por ejemplo en la frase de antes ” tienes que ser capaz” sino que la capacidad es una nota estructural  del  propio sistematismo interno. El contexto de las propiedades es la sustancia, en cambio el de las notas sistemáticas es la autosuficiencia.

    • M.Luisa

      …podemos dejar todas estas cuestiones de lado faltaría más! y seguir con el mundo imaginativo y metafórico, pero por favor entonces dejemos de referirnos tanto a la tan recurrente complejidad, en fin al pensamiento complejo etc.,

  • El último párrafo hay una frase incompleta:
    “Toda otra dimensión-espiritual o psicológica- de relación con la Transcendencia”. Interpreto que toda dimensión humana puede llevar a la relación de “trans-ascendere”.
    Lo digo por la continuación del texto: “al final…..la relación humana”.
    Todos los discursos “religiosos” si no llevan a una posibilidad de relación humana madura integral (punto de partida) no cumplen con su “telos”.
    La transformación humana integral tiene que tener en cuenta todas las aportaciones de las ciencias, sean duras o blandas, para ser  “dialogantes”. El Ser Humano, en y con toda su complejidad, es relacional. Y todo “discurso” que genere, empuje a esa relación es “cristológica y trinitaria” y puede ser expresado en otros discursos.
    Pero ningún discurso es absoluto, puesto que son culturales.
    Y hablar “de Dios” no puede ser puesto que nadie lo ha visto, Y hablar “sobre Dios” no es tan difícil puesto que si somos sinceros “no es más que hablar del hondón y fundamento del Ser Humano”.
    No es más que mi pensamiento personal.
    Un debate que se abre a muchos lugares, pero no sé si va a generar algo en el nuevo MUNDO GLOBAL….

     

    • Equipo Atrio

      De acuerdo, Jaume, era un error de traducción que he corregido: “Es una dimensión -espiritual y psicológica- totalmente diferente de relacionarse con la Trascendencia”. En definitiva este es el sentido de la Trinidad: Dios es amor y acoger el Misterio es hacer el bien a los seres que nos rodean. ¿Simple, no? No es un koan o problema sin resolver nunca. La Trinidad es lo mismo que decir “Dios encarnado” o Dios-Amor. Paniker estudió mucho el Misterio trinitario en el hinduísmo más auténtico y encontró gran sintonía con lo más profundo del cristianismo.

  • M.Luisa

    Nos dice Isidoro:  Señala Leandro Posadas que todos formamos parte de una cultura y de una tradición (hasta aquí estoy de acuerdo). Ahora bien,  no sé si lo que sigue es del mismo autor  o algo que opina el propio Isidoro, y sigue:  pero debemos ser capaces de ir más allá de nuestras estructuras mentales para percibir(…)   En este párrafo conviven varias ideas.

    Esta idea de  que todos formamos parte de una cultura y de una tradición, como digo,  la suscribo. Ahora bien, las que siguen merecen ser ordenadas. Porque no se vaya a confundir la estructura del conocimiento humano con la que nosotros de él nos  formamos.

    ¿Por qué me interesa remarcar  esto? Porque la capacidad, término que se menciona,  es un carácter, una cualidad de la  estructura misma del conocimiento humano que como tal todos compartimos.

    Entonces será de esta estructura  a su nivel de  percepción  cuando en ella  se darán  las distinciones culturales  y los diferentes modos  de expresar la facticidad del primer momento cognitivo y universal al que antes me he referido.   En esto de “tener que ser capaces de ir más allá”  no se ve ninguna  novedad fuera de la tradicional metafísica ontológica. Pero este ya no es nuestro  actual horizonte.

  • Isidoro Garcia

        En el artículo de Leandro Posadas, “Jesucristo: Una posibilidad de comprensión sabia de la realidad», https://teandrico.wordpress.com/2017/07/29/jesucristo-como-una…, Leandro Posadas indica que “existen varias maneras de explorar el Misterio de la Experiencia Humana, y alcanzar un grado de paz, libertad y total emancipación espiritual”.
     
          Señala Leandro Posadas que todos formamos parte de una cultura y de una tradición, pero debemos ser capaces de ir más allá de nuestras estructuras mentales para percibir, que el Misterio no se deja aprisionar por tradiciones e instituciones históricas, por ideas o concepciones humanas acerca del mismo mundo, e incluso del mismo misterio.
     
       Y cita a Ana María Schülter: “Todo ser humano por estar marcado por una determinada tradición religiosa tiene una especial perspectiva de la Realidad.
          Sin embargo, y gracias a la vez a la misma diversidad en nuestras formas colectivas y personales en la experiencia del mundo, todos vivimos en una Realidad común”.
     
         Ana María Schlüter considera que “si bien el lenguaje cristiano y el lenguaje budista son claramente diferentes, para quien «habla» ambos de verdad, no resultan excluyentes…
            Cada uno de ellos enfatiza una experiencia humana fundamental diferente, y la una no excluye a la otra, sino que la presupone, bien como raíz y origen, para ser auténtica, bien como manifestación de la propia experiencia para ser verdadera”.
     
        Y aquí donde decimos cristiano y budista, vale igual para cristiano teísta y cristiano no-teísta o posteísta.
     
         Por ello hay que hacer un esfuerzo mental y convivencial, de llegar a comprendernos mutuamente, aunque cada uno seguirá con su perspectiva y sus categorías, al final estas habrán convergido y se habrán acercado algo más, al conocimiento de la Realidad, (de Dios).
     
     
           Concretamente narra Posadas, como el monje budista Ajahn Amaro intenta encontrar una interpretación moderna, budista e interreligiosa del pasaje: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie va al Padre sino por mí”, (Jn 14, 6)
     
            Los budistas llaman el Dhamma, al Misterio de la realidad. Y Amaro señala que uno de sus maestros, que tradujo la Biblia al tailandés, tradujo la palabra «Dios», justo como «Dhamma», pues dichos términos tienen en común varias características: ‘inmortalidad’, ‘eternidad’.
     
       Aunque el «Dhamma», no puede ser personificado de ningún modo, no puede ser interpretado como una clase de ser separado, es algo impersonal. Es la Realidad trascendental y la fuente y el origen de todos los campos mentales y físicos.
     
       “Si «Padre» es entendido como la eternidad, como la no-muerte (Deathless), y Jesús es entendido como «ser sabiamente consciente de la Realidad», realmente despierto (sati – appamâda) de toda ilusión y prejuicio, y arraigado en una profunda y genuina sabiduría, entonces tomar la vía de Jesús es la posibilidad de ir al Padre, de ir a la no-muerte (Deathless).
     
        Y cita el versículo 21 del Dhammapada: La consciencia sabia y plena de la Realidad (mindfulness), es el camino hacia la inmortalidad (deathless); la distracción -la comprensión errónea de la Realidad-, (heedlessness), es el sendero hacia la muerte. Los sabios no mueren nunca; los insensatos viven como si ya hubiesen muerto”.
     
          Volviendo al texto del Evangelio de Juan y leyéndolo desde un modo no personalizante, podemos entrever que Jesús nos está indicando, que una profunda consciencia (wakefulness) de la Realidad, es la Vía, la Verdad y la Vida.
     
      Pero los humanos tendemos a querer encuadrarlo todo dentro de nuestras categorías, por ello los oyentes de Jesús, personalizaron ese concepto de Misterio, del que Jesús había alcanzado la consciencia,  y lo personalizaron en el Abba, el Padre.
     
       Esa conciencia del Misterio de la Realidad, (Dhamma = “Dios”), que Jesús alcanzó, es el “Camino, la Verdad y la Vida”.

  • M.Luisa

    … Solo añadiré unas pocas cosas a mi comentario de ayer  y esto no porque la cuestión  no  requiera   de más, sino porque  mi experiencia interpretativa  del conocimiento humano   es algo que salpicadamente me vengo refiriendo a lo largo de la gran variación de  mis  intervenciones.

    Primero me gustaría manifestar mi disentimiento  con   algo que he leído en alguna parte  y es  que la evolución no tiene nada de compleja, la evolución sigue su curso, la complejidad hace su entrada  cuando en ese curso emerge la inteligencia.

    Bien, pues la referencia a la Nuda Realidad  como decía ayer no indica dualidad sino compactación  que es lo que ahí de cara al conocimiento lo que  sobresale es su  carácter formalmente aprehensivo. En esta inmediatez  forma y contenido están dados de modo compacto, tanto es así que los contenidos no aparecen más que tras la ruptura de esta compactación, cuando el logos, nuestro decir humano se esfuerza por describirlos. Esto, dicho tan brevemente, ya de entrada nos muestra la diferencia que existe  entre las dos concepciones de origen: “La Nada”  que sin poder ser definida ya su intuición  nos muestra la dualidad señalada ayer que envuelve el término y “la Nuda Realidad” de aprehensión directa y unitaria  con sus dos momentos estructurales. Puede apreciarse ahí  la gran diferencia, no hay dualidad en la exterioridad del conocimiento, sino despliegue en su  estructura interna.

  • Estoy con Ana Rodrigo. “manma mía”.

    Hago una pregunta: “Post-teismo, ¿es después del Dios bíblico?. O que alguien amable me aclare por favor que significado se le da.

    Sea como sea son “calenturas mentales”. Porque Dios no se deja atrapar por nadie nadie… si crees que lo tienes lo que tienes es “una mariposa pinchada”. El “Tao” es inatrapable.
    Así caben mil “dogmas”. Para quien se los crea.

    • “Posteísmo
      El Post-teísmo propone que el teísmo es una creencia no tanto rechazable, como puramente obsoleta. Se trata de una variante del No teísmo. En esta postura el concepto de dios pertenece a una época del desarrollo humano hoy en día histórica y superada. Dentro del no-teísmo, el post-teísmo contrasta con el antiteísmo. Wikipedia”

      Se lo he preguntado a “san Google”. El antiteismo ilustrado era contra el Dios bíblico. Y ahora cada cual cree lo que quiere, y si acaso se fabrica un Dios personal. como yo que invoco a Wakan Tanka (Gran Misterio) y “converso” con el sin palabras, cuando fumo mi pipa de tabaco de negro ébano.

  • M.Luisa

    Se lee en un párrafo lo siguiente“La Nada” no significa la “Nada” (que es la inexistencia), sino que indica una Realidad tan Infinita y Otra que no puede ser definida, imaginada, descrita…” pienso que a lo que se ha de aludir no es a la Nada (en otro hilo Antonio Llaguno, esto de la nada lo explica muy bien)   sino que en mi opinión a lo que hay que aludir es a la ”Nuda Realidad”, pues    en cuanto realidad  sí que al menos se la puede describir, es más si aquella, si aquella expresión  se dice, indica una realidad tan infinita y Otra que no puede ser definida lo que sí erróneamente se le hace de entrada es considerarla dual por lo que  así no salimos de los condicionamientos tradicionales y por tanto   seguimos en las mismas… a ver si puedo más adelante terminar mi planteamiento…

  • ana rodrigo

    Mamma mía, qué calentón de cabeza tengo. Quien quiera hacerse cristiano y lea esto como catequesis, echa a correr sin parar. Como dice la anécdota que relata Gonzalo, “es que a mí me bastaba con uno”.

    Fuera de bromas, hay temas teológicos tan bien elaborados y argumentados que se han llevado hasta el dogma y con ello se cierran la preguntas, o lo crees así tal cual o no lo crees. No hay lógica racional que un Dios sea tres personas sin dejar de ser Uno.

    Que estas reflexiones nos ayuden, sin crearnos excesiva inquietud y desasosiego. Si Dios existe, debe ser PAZ, no tormento. Lo que no nos impide que cada cual encuentre o busque o se quede en su camino.

    Abrazos de paz

  • Gonzalo Haya

    Un profesor de teología de la facultad de Granada, siguiendo el consejo ignaciano, bajaba cada semana a dar catequesis a los obreros del barrio. Un día les estuvo explicando el misterio de la Trinidad. Al final alguno de los catequizados le dijo: “la verdad, padre, es que a mí me bastaba con uno”. Creo que eso mismo sentimos muchos cristianos y aun teólogos, aunque no lo digamos. La Trinidad puede abrir un mundo de sugerencias filosóficas y espirituales, pero todas esas explicaciones tienen que violentar los textos bíblicos para que encajen en el puzzle. ¡Ya la idea de Dios es un misterio que complicamos al tratar de explicarlo¡

  • Román Díaz Ayala

    Este artículo tiene un valor especial dentro de la dinámica impulsada por Antonio Duato  el pasado 6 de abril. En esas mismas fecha Leandro Sequeiros, e introduciendo un largo comentario en aquel hilo, postulaba por otra opción a la que calificó de panenteísmo, la filosofía del  krausismo, que fue un sistema filosófico importado de Alemania en el siglo XIX muy transformado por su aplicación a la realidad española. Entiendo que el panenteísmo se da en un momento de crisis religiosa y cultural. Pero, que duda cabe que es “otra” opción a las propuestas de los promotores del no-teísmo, aunque se mantenga dentro de sus coordenadas filosóficas.

    Edmondo Cesarini, a mi entender, y espero que  no me equivoque, viene a llenar los flecos que dejaron los intercambios de opiniones entre Jose Arregi y Jesús Martínez Pozo, y es que el debate propuesto por Antonio Duato se tiene que dilucidar dentro de los términos estrictamente teológicos. De las personas cristianas para la sociedad, y no de la sociedad para el cristianismo.

    Ese criterio me parece que lo cumple el autor, pues teología es saber descubrir el mensaje que encierran las Escrituras. Lo que hay detrás de cada palabra. Jesús dijo . “Escudriñad las Escrituras, pues ellas hablan de mí.”

    Edmondo Cesarini escribe desde la revelación  y ésta  desde nosotros empieza en Jesús.

    • Román Díaz Ayala

      Perdón: Entiéndase Jesús Martínez Gordo.

    • “Y es que el debate propuesto por Antonio Duato se tiene que dilucidar dentro de los términos estrictamente teológicos. De las personas cristianas para la sociedad, y no de la sociedad para el cristianismo.”

      ¿Porque? Roman. Como decía A.Machado. “La verdad es la verdad, la diga Agamenon o su porquero”. Si tu estas encerrado en determinada teología. No quieras condicionar a tus correligionarios, déjalos que piensen…

      • Román Díaz Ayala

        Tienes razón en cuanto al medio. Atrio es un medio “humanista” y nada humano le es ajena. Caben todos los posicionamientos. Pero hago la salvedad en cuanto a los promotores. Son teólogos y teólogas ( eso espero) de la Iglesia Católica y tienen como propósito acercar al pueblo cristiano a los supuestos del mundo moderno. Consideran que hace falta un esfuerzo previo de purificación de nuestro catolicismo.

        No es lo mismo la convocatoria de Antonio Duato en Atrio (medio no confesional) y la de Redes Cristianas? Cada uno a lo suyo

        • Sacas mucho el nombre de Antonio Duato. ¿Quieres su cabeza?. Estamos en Atrio y escribiendo en Atrio. Ahora resulta que te referías a Redes Cristianas.

          (De Google.)
          “La palabra teología es de origen griego, etimológicamente es un término compuesto por el genitivo θεος o theos que significa “dios” y el nominativo λογος o logos que expresa “estudio” “razonamiento” o “discurso”. Etimológicamente podemos definir la teología como discurso o tratado de Dios.”

          Deja también a los teólogos que ellos mismos se definan y digan sus estudiadas palabras en libertad. Y la raya entre católicos o no, la tienes tu en tu cabeza, no quieras imponerla.

          • Román Díaz Ayala

            Perdona, no te entiendo si me haces una pregunta o simplemente das tu opinión, pues entonces este escrito mío sobra, porque cada quien tiene sus propias opiniones.
            En todo caso acepto lo que me digas. En mi comentario anterior sobra un signo de puntuación, pero ya lo habrás notado.