Nuestra querida Pilar me ha recordado que me envió un vídeo sobre el gran seguidor del Galileo, Gonzalo López Marañón. Helo aquí, antes de acabe este último sábado de julio. Y si alguien tiene tiempo en este fin de semana o en vacaciones, que repase todo lo que sobre Sucumbios hemos publicado en ATRIO. https://www.atrio.org/?s=sucumbios Este es el cristianismo como seguimiento de Cristo, hecho carne en un hombre como Gonzalo y una comunidad como Sucumbios. Esto seguirá persistiendo en el mundo postsecular. AD.
Una pregunta: el ser teísta, fraile carmelita y obispo ¿le separaba a Gonzalo de todos los problema reales de la vida que se cuece acá abajo?
¡Gracias Antonio!
Esto poquito que sale en este vídeo, es una pequeña anécdota, casi sin valor. La obra que realizó junto al pueblo y unos compañeros que se sumaron a su ímpetu es:
¡Magnífica, casi, increíble!
Y que la iglesia poder, se esmero por convertirla en cenizas.
Lo que queda de aquella hermosa labor, está sembrada en el corazón de sus gentes…porque sus magníficas obras, destinadas a cualquier persona que las necesitara…fueron destrozadas brutalmente, por los Legionarios de Cristo, que fue a quienes el Vaticano envió para esa tremenda acción.
Lo que ahora perdura, como digo, está en el corazón de las personas que siguen adelante en su lucha:
¡No desde la iglesia!
Sino como movimientos civiles; su fe personal, ell@s deciden como llevarla a cabo; sus trabajos, especialmente llevados por mujeres, como antes he comentado, en organismos civiles.
En el vídeo comenta con alegría su decisión de no ordenarse, aunque luego, con gran sentido de la capacidad de trabajar por el bien de toda persona que pase a su lado, accedió:
Una anécdota; es algo que me sucedió a mí. Cuando decidí entrar como hermana en la congregación que elegí; no tube su capacidad de razonamiento…y por ese deseo de mejorar el trato a las HH…una vez dentro…al acabar el periodo de prueba, casi tres años…no me admitieron.
Me llena de gozo experimentar, un pequeño y sencillo parecido, con este gran hombre.
No acabaría nunca de comentar la hermosa labor que llevaron a cabo, cuantas personas, codo con codo, se pusieron a trabajar, es una gran labor, y:
¡¡¡Admirable!!!
Si quieren conocer más, solo pongan su nombre, y encontrarán cuanto puedan desear; y nunca llegarán a comprender la labor que junto al pueblo llevaron ha cabo.
¡Yo, estuve allá y pude verlo y vivirlo en persona!
Nunca podré agradecer aquel regalo, que empezando por mi familia, mi compañero de camino y mis 5 hij@s que quedaban en casa…mi hija mayor, estaba en la misión y paso allá más de 9 años…pude realizar durante más de un mes.
Y a la pregunta que haces Antonio, te respondo con claridad y rotundidad:
¡¡¡No, nunca, y con ninguna persona fuere de la religión que fuere, o de su manera de pensar!!!
Un abrazo entrañable y agradecido por todo Antonio.