Este es un libro, escrito por los seis autores que aparecen en la portada.
El libro es totalmente gratis para quien quiera leerlo o imprimirlo y está accesible aquí.
La salida del libro dio origen a un debate en Atrio sobre No-teísmo y fe en Dios, iniciado el 6 de abril. Desde hace más de 40 días se han ido sucediendo en ATRIO 10 intervenciones relacionadas con el tema: Ver aquí.
Lo que ATRIO cree que debe ser objeto de un sincero y fraterno debate entre cristianos, lo despachó José María Castillo en su blog Teología sin censura de RD con una rápida descalificación -“escapatorias de sabiondos”– refiriéndose al título original, pero equivocando la autoría.
José Arregi y José Mª Vigil, dos de los autores, le han contestado en RD, pero creo que ese par de breves textos que nos han enviado deben constar aquí, sumándose a los otros diez ya recibidos. Personalmente estoy empeñado en hacer mi sincera y matizada intervención en el tema, tras leer y reflexionar bien sobre el texto, cosa nada fácil. Y, cuando esté maduro, tengo pensado organizar un debate público en Atrio. AD.
Escribe José Arregi:
Amigo y admirado José María Castillo:
El pasado día 24 de abril publicaste en tu blog de RELIGIÓN DIGITAL un artículo en el que comentas nuestro libro ‘Después de Dios. Otro modelo es posible’ que (por simple desliz, suponemos) atribuyes a Roger Lenaers. En él viertes algunas expresiones que me parecen inadecuadas y que quiero comentar (dejando de lado el calificativo de “sabiondos” que nos aplicas –otro desliz, suponemos–).
1. Somos seis autores/autoras distintas (por orden alfabético: José Arregi, Carmen Magallón, Jacques Musset, Mary Judith Ress, José María Vigil, Santiago Villamayor) con sensibilidades y perspectivas propias, no siempre coincidentes, y que no admiten fácilmente los juicios en bloque que viertes.
2. Coincidimos, sin embargo, en que el teísmo entendido como afirmación de un “Dios” representado tradicionalmente como el Ente supremo y causal, omnipotente y omnisciente, diferente o separado del mundo y dotado de atributos demasiado antropomórficos, hoy resulta incompatible con la visión científica de un universo sin límite espacio-temporal, evolutivo y en constante proceso de autocreación, del que esta especie humana que somos y a la que pertenece Jesús de Nazaret no constituye ni el centro ni el fin.
3. Pensamos, por ello, que nos hallamos en una encrucijada histórica en la que se nos abren tres alternativas: a) Seguir aferrados a esa imagen de Dios concebida básicamente en Sumeria hace unos 7000 años y todavía vigente en el magisterio oficial y en el imaginario popular, así como en la teología predominante; b) Dejar de utilizar el término “Dios”, al menos hasta que dicho imaginario común persista; c) Superar radicalmente el imaginario tradicional y pasar de la imagen teísta de “Dios” a la afirmación de Dios como Misterio fontal y eterno de todo. Nosotras solo descartamos la primera opción, que por lo demás consideramos contraria no solo a la cultura actual, sino a la inspiración de fondo de la Biblia y de las enseñanzas expresas de las grandes místicas y místicos de la tradición cristiana y de otras tradiciones religiosas.
4. Nuestra posición tal vez sea “ambigua”, como dices. Pero todo lenguaje sobre Dios lo es, lo ha sido siempre. Y, sea como fuere, no se trata en nuestro caso de una posición de “abandono o incluso negación de Dios”, ni es nuestra intención buscar “escapatorias” ni “maquillar” ningún ateísmo, sino más bien pasar de “Dios” a Dios o dejar a “Dios” por Dios, ya le asignemos este nombre u otro o ninguno.
5. Reivindicas como “imprescindible para poder ser cristiano hoy” el binomio “trascendencia-inmanencia”. Nosotras pensamos, más bien, que Dios, Misterio o Presencia o Realidad fontal, es más allá de la oposición expresada por los términos “transcendente” / “inmanente”, más allá, por lo tanto, del monismo panteísta y del dualismo teísta. Por ejemplo: aquello de “en El vivimos, nos movemos y existimos” que los Hechos de los Apóstoles ponen en boca de Pablo en el Areópago de Atenas (Hch 17,28) ¿expresa transcendencia o inmanencia? O cuando San Juan de la Cruz afirma que “Dios es la sustancia del alma” ¿significa transcendencia o inmanencia? Los ejemplos son innumerables, como sabes. Las palabras y sus significados no agotan a Dios ni nos atan a nosotros.
6. Por eso, afirmamos que Dios es “no-teísta” o “transteísta” en el sentido señalado, de manera similar a como tú, desde tus años jóvenes, has reivindicado que el “Dios de Jesús” (solo él, según tú) es “no-religioso” o “transreligioso”, para escándalo de muchos tanto ayer como todavía hoy.
7. Nos reafirmamos como discípulas y discípulos de Jesús, y queremos vivir en el siglo XXI su Evangelio liberador, su espíritu viviente más allá de la letra y de las instituciones religiosas católicas que ahogan la vida. E intentamos decirlo –sabiendo que nunca lo conseguiremos– con palabras y en paradigmas coherentes con la cosmovisión, las ciencias, la cultura de hoy. Como lo has hecho tú, José María, en tu larga y fecunda vida, en medio de incomprensiones y condenas dolorosas por parte de los tuyos, de la institución eclesiástica.
Caminamos por una teología libre, gozosa y en paz.
José Arregi
Escribe José Mª Vigil:
Carta abierta a José María Castillo
El pasado día 24 de abril publicaste en tu blog un artículo, en el que en su primer párrafo dices:
«…Como hacerse “ateo” descaradamente es asumir una postura más bien fea, en amplios sectores de la opinión pública, los “sabiondos” en cosas de religión buscan escapatorias, que les pueden venir estupendamente para maquillar sus posiciones ambiguas de abandono o incluso negación de Dios. Un ejemplo – quizá pertinente en este delicado asunto – pueda ser el reciente libro, de Roger Leaners, “Después de Dios. Otro modelo es posible».
Castillo: ¿De verdad crees que nuestro libro «Después de Dios», puede ser un ejemplo de “las escapatorias de que se sirven los sabiondos en cosas de religión para maquillar sus posiciones ambiguas de abandono o incluso de negación de Dios, para disimular vergonzantemente su ateísmo”? Nos resulta gravemente ofensivo, y muy serio, además de gratuito. Varios de nosotros creemos que no has «leído», de verdad, el libro.
¿Crees que el paradigma filosófico griego de trascendencia/inmanencia en el que se asentó el cristianismo al helenizarse es, según dices, imprescindible para poder ser cristiano hoy? ¿Se puede invocar un versículo de Juan para proclamar solemnemente una visión filosófica como imprescindible para vivir el Evangelio? Es un punto efectivamente grave. ¿Por qué no lo explicas y te abres a debatirlo?
Saludos.
José María Vigil.
Aquí está la respuesta de José María Castillo, a la que se refiere Ana
https://www.religiondigital.org/teologia_sin_censura/tema-Dios-rebasa-supera-alcance-Castillo-Arregi_7_2341935786.html
Varias cosas notables:
Reconoce que quizá no fue la mejor forma de decir lo que quería decir.
Reitera cariño y admiración por Arregi
Elabora en su visión de que cualquier cosa que se diga de Dios es una objetivización y que a Dios no se le puede objetivar. Claro, eso funciona si se cree (como cree Castillo) que Dios tiene realidad en sí mismo. Si Dios fuera una idea o una construcción cultural humana, entonces tal idea sería objetivable como cualquier otra idea o producto cultural humano.
Pero no aborda que acusó una intencionalidad de maquillar una supuesta postura atea; mucho menos aborda el insulto de sabiondos.
La respuesta es únicamente a Arregi. No responde a la carta de Vigil.
Da la impresión de que el cariño por uno de los autores le lleva a tender puente, pero sólo con tal autor, no con el resto de autoras y autores. También da la impresión de que lo agresivo e insultante de su publicación original tiene que ver con que pensaba -equivocadamente – que el autor era Lenaers. ¿Será que el insulto tiene que ver con algún resentimiento personal contra Lenaers?
Yo no sé hacerlo, pero sería conveniente poner el enlace de la respuesta de Castillo publicada en RD, para tener una visión completa de estas discrepancias.
Gracias, Ana, has sido muy oportuna.
Coincido en que todo lo que podamos pensar sobre Dios es sólo una “representación”, como dice José María. Podemos cambiar una representación por otra sin acercarnos al Misterio ( palabra que uso siempre en sentido bíblico: verdad revelada, algo que Dios ofrece a nuestra reflexión).
Entonces el Misterio de Jesús, el Cristo de Dios, se nos hace inteligible. Él es su imagen. A Dkios se llega por la humanidad de Jesús.
José María Castillo es teólogo y hace teología, y la hace sobre su herencia cristiana sujeta a la revelación divina.
No es extraño que venga coincidir en que los planteamientos de este libro, del cual hemos tenido un anticipo mediante el artículo de José Mª Vigil y el extracto-resumen de Oscar Varela. Gonzalo Haya también nos enriqueció con otros dos artículos.
Yo saco dos observaciones. La primera es que los autores del libro no pueden ser calificados de “pensadores”, sino de seguidores de una corriente de pensamiento (“teológico”) que . ahonda en la “inmanencia”. En ese sentido la figura de Lenaers está bien traído, aunque se hace visible el lapsus textual.
En segundo lugar: la inmanencia y la trascendencia por definición son dos términos excluyentes que no admiten ´términos medios, salvo con explicaciones a bases de eufemismos. Pasa lo mismo con “lo espiritual” y la “material”, que son explicativos por sí mismo cada cual en su ámbito.
Que podemos tener una idea equivocada sobre Dios, no sólo es posible, sino constatable y hasta demostrable, ¿Pero desde qué punto de partida? ¿Lo que Dios nos explica de sí mismo? ¿Con la negación de que Dios nos haya mostrado su rostro?
José María Castillo hace teología sobre lo primero. Eso no le impide criticar lo que hemos hecho sobre Dios.
Nada.
No hay manera. No entiendo. He leído varias veces al señor castillo y las dos cartas abiertas.
Exactamente, cuál es el problema? Dios o el Dios de Jesús? Porque si Jesús era un ser humano normal, pues lógicamente tendría Su idea de Dios.
Y tiene que valer para siempre, para todas las edades del universo? Por qué? Porque estaba en contacto directo con el mismo Dios? Porque era su hijo y también tenía una naturaleza divina? Es decir, porque es Dios hecho hombre?
Es que no entiendo. De qué están hablando exactamente? De Dios? Pero si los tres dicen que nadie lo conoce. Por qué entonces se acusa de ateísmo, bueno, acusar, se les dice que quieren esconder o disfrazar su ateísmo porque resulta feo decir abiertamente que no creen en Dios? Pero si no han dicho eso, si el libro tiene más preguntas que respuestas. Sencillamente dicen lo que creen. Y piensan que el modelo de Dios que tenemos ya no se vale. No veo la novedad tampoco. Pero si las iglesias están vacías es porque las personas normales, sin conocimientos teølogicos no aceptan esa idea de Dios.
No entiendo nada. Pero está clarísimo que la palabra Dios todo lo enreda.
Se está hablando de Dios? O de la idea que tenía Jesús acerca de Dios? O de la propia divinidad de Jesús aunque no se haya hecho alusión a esta cuestión?
Mira que son complicados los teølogos.
Y ya me callo.
Ya está bien por hoy.
El libro es genial.
Hola Antonio
No he querido comentar sobre todo este arco del no-teísmo, porque aún tengo impresiones muy preliminares (que van muy a contracorriente de la mayoría de comentarios que se han hecho acá).
Castillo – que bien dices, equivoca al autor del libro, pero además altera el título poniendo dos signos de interrogación para interpretar como duda lo que en el título real es una afirmación: otro modelo es posible- resume el sentido de la propuesta en que “como hacerse ‘ateo’ descaradamente es asumir una postura más bienfea (sic), en amplios sectores … buscan escapatorias, que les pueden venir estupendamente para maquillar sus posiciones ambiguas o incluso negación de Dios” [ intencionalmente me niego a reproducir el insulto ad hominem de Castillo contra los autores].
Y curiosamente, mi impresión preliminar desde la primer publicación de no-teísmo fue justamente la contraria: como en el mundo contemporáneo ya resulta más bien feo seguir creyendo en un Dios antropomorfo, varón, apasionado, interventor, milagrero, etc.; se pretende que en la “divinidad” hay un elemento cultural “theos” pero otro sustancial “lo absoluto” o “lo trascendente”. Con esta novedosa división, es posible rechazar lo que ya es inaceptable de Dios (el elemento theos) sin renunciar a seguir creyendo en Dios. Para usar la expresión que tanto le gusta a Oscar, gatopardismo para no descartar del todo y de manera definitiva la creencia en dios.
Abrazos y esperanzas.
Es que el problema está en la palabra Dios. Demasiadas cosas asociadas a ella. Habría que buscar otra. Pero claro…
Porque tienes razón en lo que dices. Sería como buscar otro Dios. Uno nuevo. Como si no hubiese ya bastantes. Hay que buscar otra idea, pero si lo seguimos denominando con la misma palabra, o sea, imposible. Porque para cualquier persona de una determinada religión, la palabra Dios le trae a la cabeza la idea de ese Dios. Cómo se puede decir que crees en Dios y a la vez decir que no crees?
Es un problema semántico en primer lugar.
Menudo jaleeeeeeo
Pues aquí ha debido de haber una confusión. No creo que el señor castillo llame sabiondos a ninguno de los autores y autoras.
Es posible que se refiera a Leaners?
Algo no entiendo. Porque es que Castillo se ha quedado afónico defendiendo la humanidad de Jesús. Luego eso traía consigo , pues que era un ser humano. Pero también es cierto que no recuerdo haber leído nada sobre la naturaleza divina de Jesús escrito por el señor Castillo. A lo mejor lo daba por hecho y al ver que de alguna manera se cuestiona, no lo comparte porque sigue pensando que es verdadero Dios. Entonces la iglesia tendría pleno sentido tal y como está. Y eso encaja con su alegría por el Papa actual. Cosa que no entendí en su momento. Ni ahora.
No sé.
No entiendo. Sé de sus problemas. Los contó en una entrevista cuyo video está en internet. Algo no encaja. Si su idea es la que dice en este artículo, entiendo su desesperación con Benedicto XVI. Pero claro, es un enemigo muy inteligente, de los que juegan al ajedrez y piensan en varias jugadas posteriores . A lo mejor pensó, este camino llevaría a negar la naturaleza divina de Jesús, y por ahí no estaba dispuesto a pasar. Su papel era defender la fe cristiana. Y cortó por lo sano. No por lo que dijera Castillo, sino por lo que podría suceder si se siguiese esa línea de pensamiento.
Es lo único que se me ocurre. Porque el artículo de Castillo no lo entiendo. Parece que contradice toda su obra.
Tiene que haber una explicación.
Si la encuentran, por fa…
Seremos en el fondo todos unos intransigentes con este asunto de Dios? Es decir. Llegó hasta donde quiero llegar , porque tengo La Verdad. Y quien no coincida conmigo es un sabiondo? Porque claro, que eso nos lo digan a personas que no tenemos ni idea de teología, pues vale. Pero entre teølogos digo yo que se debería de argumentar. Y no deberían de caber descalificaciones de ese tipo.
Pero claro, como nosotros no existimos, pues tampoco es necesario descalificarnos.
Uf. No entiendo nada.
Lee el artículo de Castillo. Seguirás sin entender, yo también me pierdo en razonamientos teológicos, o no estarás de acuerdo con él, pero desde luego no se limita a llamarlos sabiondos.
Lo he leído.
Y no entiendo.
Es como otra persona.
O quizás no lo entendía bien cuando lo leía. Entonces sería un problema mío.
Pero bueno.
Es un mundo muy complejo este de la teología.