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¿Dios personal? Un texto de Hans Küng

 Una aportación al debate sobre No-teismo y fe en Dios

Me alegro de que, a raíz de la publicación del libro Después de Dios. Otro modelo es posible, en ATRIO se haya lanzado esta reflexión en torno a teísmo y no-teísmo. En definitiva, un debate sobre Dios, Realidad fontal de todo lo real. Realidad indecible, sobre la que no podemos ni hablar adecuadamente, pues todas nuestras imágenes y palabras no son sino aquellas que nuestra capacidad cerebral (1.400 cm3) es capaz de producir, ni callar enteramente, pues en esa Realidad indecible “vivimos, nos movemos y somos”, como dijo Pablo en el Areópago ateniense, citando a un poeta estoico (Hechos de los Apóstoles 17,28).

El debate sobre la superación del teísmo se ha abierto en los días de la pascua o del paso a la Vida del admirado Profesor Hans Küng, fallecido el 6 de abril como “teólogo no católico”, pues fue condenado por Juan Pablo II en 1979 y no ha sido rehabilitado después ni por Benedicto XVI ni por el papa Francisco. Lógica terrible del sistema vaticano.

Para honrar la memoria de Küng y pensando que pueda contribuir a enriquecer nuestra reflexión, me permito copiar aquí dos páginas de su libro El cristianismo y las grandes religiones, que llevan como título:  “¿Concepción personal  a-personal de Dios?”. Dice:

“Tanto en el hinduismo como en el cristianismo hay una tensión entre lo a-personal y lo personal en la concepción de Dios.

Aunque las religiones hindúes aceptan desde la época de las Upanishads al Brahman envolvente como la realidad última, a la que el ser humano solo tiene acceso por el camino de la contemplación mística, sin embargo, esta fe permaneció unida a una multitud de mitos antropomórficos y personalistas. Y, aunque luego también en las religiones monoteístas del visnuismo, shivaísmo y saktismo Brahman tiene prioridad en la consideración ontológica sobre la esencia de Dios, sin embargo, precisamente estas religiones acentuaron la relación personal de Dios con el ser humano en el acontecimiento liberador.

A la inversa, la teología cristiana no reduce su lenguaje sobre Dios a los antropomorfismos de todo tipo, como los que aparecen abundantemente en la Biblia. También ella habla de Dios como del Dios oculto (latens deitas), habla de Dios como de la divinidad que se sustrae al ser humano (divinitas), del bien sumo (summum bonum), del ser mismo (ipsum ese), de la verdad, bondad y belleza misma (veritas, bonitas, pulchritudo ipsa). También ella tiene conciencia del Inefable (ineffabile), del misterio (mysterium), que trata de entender simbólicamente con ejemplos, metáforas, imágenes como mar, océano, desierto o sol, luz y fuego. También la teología cristiana responde al interrogante sobre la personalidad de Dios de manera totalmente dialéctica, para evitar burdas objetivaciones, y lo que voy a expresar aquí en tres puntos podría obtener, desde luego, el asentimiento de creyentes hindúes:

  1. El Dios uno no es ser masculino o femenino, no es persona del mismo modo que lo es el ser humano. Lo Uno, que todo lo envuelve y penetra, no es un objeto ‘sobre’ el que el ser humano podría hacer enunciados desde una distancia calculada. No hay un punto ‘más allá’ de Dios, desde el que el ser humano podría juzgar sobre lo Uno y envolvente. Lo que llamamos fundamento originario, sostén originario, meta originaria de toda realidad, no puede concebirse como ‘un dios’ o ’una diosa’ entre (o sobre) otros; no puede ser una persona individual entre otras personas, pero tampoco ningún super-hombre o super-yo. También el concepto de persona, también el concepto de padre o madre es simplemente una aproximación cifrada a la realidad suprema y más profunda, que de hecho es una no-dualidad.
  2. ¿Puede concebirse el Dios uno, que fundamenta la personalidad, de manera completamente a-personal? No, Dios tampoco es un ser neutro. Precisamente porque el fundamento y sentido de toda realidad no es una ‘cosa’, precisamente porque no es perceptible, disponible, manipulable, no puede ser im-personal, y menos aun sub-personal. Es decir, Dios hace saltar también el concepto de lo impersonal; pero tampoco es menos que persona. También según la concepción hindú, lo Uno inicial primigenio o Brahman es, al mismo tiempo, conciencia universal, a la que se atribuyen potencias: capacidad ilimitada de conocer (omnisciencia), de querer (libertad absoluta) y de obrar (omnipotencia).
  3. Dios, por ser la realidad originaria, abarca, por tanto, lo masculino, lo femenino y lo neutro, lo personal y lo apersonal. Es decir, todas las oposiciones de lo humano-mundano-creado están en él ‘elevadas’ en el triple sentido hegeliano: afirmadas (mantenidas), negadas (relativizadas) y ‘levantadas’, superadas (trascendidas). Así, pues, Dios es de hecho el Otro, y no el completamente Otro, como el mismo Barth reconoció cada vez más decididamente en su teología posterior, cuando comenzó a hablar más de la ‘humanidad de Dios’.

A mi juicio, el cristianismo (en su tradición de la teología negativa) y el hinduismo están de acuerdo en que esta realidad tiene que describirse ante todo negativamente, pero, desde luego, no solo negativamente. En efecto, se trata de la realidad divina que todo lo penetra y todo lo vivifica y, por tanto, de la realidad más real (satyasya satyam = ‘lo real de lo real’ = ens realissimum), que, también según la concepción india, se describe con razón como ser puro (sat), conciencia cognoscente (cit) y felicidad radiante (ananda) (tres predicados esenciales, no tres personas como en la doctrina posbíblica de la Trinidad); en pocas palabras: el Yo puro que habita nuestro yo individual y constituye en último término a todos los seres. Más que designar esta realidad sumamente real como personal o apersonal, como sexuada o asexuada, será preferible llamarla, con Paul Tillich –si se tiene interés en una palabra–, transpersonal o transexual, respectivamente. Dios es, en cierto modo, la ‘personificación’ de lo divino”.

(Hans Küng, en colaboración con Josef van Ess, Heinrich von Stietencron y Heinz Bechert, El cristiansimo y las grandes religiones, Libros Europa, Madrid 1987 [original alemán de 1984], pp. 255-257).

 

CUATRO NOTAS AL MARGEN:

  1. Doy por supuesto que Hans Küng no ha de constituir para nadie una meta a la hora de pensar o decir “Dios”, sino un mero punto de partida que suscita nuevas preguntas, nuevas imágenes y categorías guiadas por la pasión y el horizonte de lo Indecible. Tampoco estas páginas recogidas aquí, escritas en 1982, fueron para su autor una meta definitiva.
  2. Nadie que –en un marco religioso o enteramente laico– se haya dejado tocar por el Fuego se aferra a imágenes y palabras, ni divide el mundo en ortodoxos y heterodoxos.
  3. En el interior de todas las grandes tradiciones religiosas se han desarrollado y han convivido con más o menos conflictos las categorías e imágenes personalistas (teístas, duales) como las categorías e imágenes místicas (transteístas, no-duales, transpersonales). Tanto unas como otras son constructos humanos. Constructos neuro-culturales.
  4. Me pregunto qué serán todas nuestras “teologías” (nuestros cultos y oraciones) de hoy para unos seres del futuro (humanos, trans-humanos o post-humanos) con una capacidad cerebral mucho más grande que la nuestra y, por lo tanto, con una conciencia personal más amplia, una bondad más feliz, una espiritualidad” más honda, una palabra más inspirada por la llama de lo Real Inefable… Porque la vida sigue, la evolución también, y las religiones nacen y mueren, al igual que todas las imágenes de la Realidad última. Y el Espíritu que alienta en todo nos llama a ser más libres y humildes.

José Arregi

Aizarna, 9 de abril de 2021

49 comentarios

  • h.cadarso

    Cuando yo veo el nombre de Dios en los labios de Trump, en los del Opus Dei, en muchos pensadores de Altos vuelos, se me ocurre que algunos se están haciendo “pajas mentales” con este sagrado nombre y han borrado el segundo mancamiento de la tabla de Moisés: “No tomarás el nombre de Dios en vano”

    ¿Tan complicado resulta encontrar a Dios en el ser humano? Porque todos somos hijos de Dios, y en el relato evangélico del juicio final hay aquello de “Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed…” Y luego “Cuando hicisteis eso con otras personas, conmigo lo hicisteis”.

    Y con estas confusiones, resulta que en la India de los parias donde la gran masa de personas se muere de hambre y comen mejor las vacas que las personas, son muy teístas, y en la China de Xi Ping donde Confucio ha proclamado el principio sagrado de que el bien de la comunidad está por delante de los intereses de cualquier individuo dicen que Dios no existe, no lo conocen. Vamos, que no son teístas.

    El mundo al revés, mis queridos hermanos. No hay más dios que el dinero, el  becerro de oro. Tengo una tentación terrible de creer que los chinos son mucho más religiosos que todos los cristianos occidentales, Dios me persone…

    Y así el 99% de los indios se mueren de hambre, y de los africanos casi lo mismo, y del sudeste asiático lo mismo, y en Arabia Saudí le cortan las manos al que roba un pollo, y se pasan días y noches cantando desde las torres que Alá es Dios y hacen trabajar a los emigrantes gratis y nos montan los juegos mundiales del fútbol y de todos los deportes y tienen a millones de obreros fabricándoles armas para matar a malvados.

    Déjenme de cuentos, los cristianos y teístas que yo reconozco se sienten hermanos de todos los hombres, Y lo demás son cuentos chinos, pero no de los de Xi Ping.

     

    • Carmen

      Totalmente de acuerdo. Absolutamente.
      No utilizarás en nombre del innombrable, porque no sabemos qué es hasta el punto de desconocer su nombre. Y sin embargo se nos llena la boca al decir, dios quiere esto, a dios no le gusta lo otro, que si dios no acepta el divorcio, que si los homosexuales no son bien vistos por dios, que si a dios no le gusta lo que dices cuándo hablas, cuando escribes, cuando piensas, que si dios quiere que votes este partido, que si a la hoguera antes de fuego, ahora de silencio, que…
      Uuuuuufffffff.
      Increíble.
      Y es el segundo mandamiento, que si fuera el décimo podrías pensar, bueno, no han llegado hasta ahí, pero es que es el segundo. Justo después del de amarás a Dios. Eso a ver quién lo puede cuestionar, cada uno sabrá, pero lo de tomar el nombre de Dios en vano, ya lo creo que se puede analizar. Y es que no paran.
      Cuídate mucho.

  • Román Díaz Ayala

    En un comentario de hoy nuestra amiga Carmen expresa su preferencia por el segundo mandamiento de Moisés después de haber afirmado que no le gustaban los tres primeros.

    Es curioso, porque la tradición judeocristiana no se pone de acuerdo en numerar los mandamientos del Decálogo poniéndolos por un orden distinto. También en tiempos de Jesús existía una clara controversia por conocer cuál sería el  mandamiento más importante de la Ley.

    La Ley del Sinaí aparece dos veces en los textos. Más conocida por el Éxodo 20, 2-17, el Deuteronomio la recoge en Deut. 5, 6-21. No podemos olvidar otras citas del Deuteronomio, especialmente.

    Deute. 6,5 : (4)” Escucha, Israel: Yahvé nuestro Dios es el único Yahvé. (5) Amarás a Yahvé tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”. Otras formas parecidas se repiten:  4,24;10,12; 11,1; 13,3; 19,9; 30,6; 30,16: 30,20

    Volviendo al Decálogo (Éxodo) una tradición cristiana (los Padres griegos) entienden que el Mandamiento 1º está comprendido en los versículos 2-3, y el segundo comprende los versículos 4 al 6 y así el 10º será entero el 17º. Lo conservan así la Iglesia Ortodoxa y las Reformadas.

    Siguiendo a San Agustín, para él  los versículos 3 al 6 comprenden el 1º mandamiento, mientras que el segundo sería el 7º, y entonces para el décimo habría que desdoblar el versículo 17 de manera que la prohibición de codiciar los bienes ajenos sería el 9º y el deseo de la mujer ajena sería el 10º. Esta segunda división la sigue la Iglesia Católico-Romana y la Luterana. Parece un  intento de acomodo a la realidad eclesial, distinta a la anterior sinagogal.

    A Jesús en un primer momento al parecer no se le hacía mucho caso, al fin y al cabo, era uno del pueblo  y no tendría más que la educación primaria, mientras que ellos, los maestros de la Ley, serían los portantes de títulos académicos. Pero una y otra vez les fue mostrando  no sólo que sabía, sino que era el intérprete autorizado de la Ley de Moisés. En alguna ocasión se mostró “mayor que Moisés”, el máximo legislador.

    Sería interesante leer esta escena que recogen los Evangelios cada una con un contexto distinto, prueba de la tradición que había seguido la confección textual de los mismos: Marcos 12,28-31; Lucas 10,25-28; y Mateo 22, 34-40. Es una joya de su autenticidad histórica.

    Sigo la de Marcos:

    Acercóse uno de los escribas que les había oído discutir y, advirtiendo lo bien que les había respondido, le pregunto: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?” Jesús le contestó: “El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.”

    • Carmen

      Quería decir que no puedo amar a Dios con todas mis fuerzas,ni entiendo lo de santificar las fiestas, pero jamás, nunca en mi vida se me ocurrirá tomar el nombre de Dios en vano. Jamás.

      Como escribo tal cual pienso, me ha venido de repente a la cabeza que los tres mandamientos de Moisés van de Dios. Y luego he pensado, pero bueno, ya estoy otra vez pasándome algún pueblo. Pero si Dios es algo Sagrado para mí, aunque ni idea de lo que pueda ser…
      Pues por eso.
      Sorry.
      De teología, fatal, pero fatal estoy.

  • Carmen

    Una pregunta.

    Si puedo entender que haya personas que estén convencidos de ese Dios de Jesús. Y me alegro mucho por ellos porque tiene que dar una tranquilidad que no veas, por qué ellas no pueden entender que hay personas que no ven a dios padre por ningún sitio, que no saben qué es Dios? Es tan difícil de entender que no podemos creer en ese Dios?

    No lo entiendo.

    Lo prometo. No lo entiendo.

    Somos soberbios los que aceptamos nuestra limitación, nuestra ignorancia, nuestro desconcierto, o quizás es un acto de soberbia el pensar que de está en posesión de la verdad?

    Pregunto.

    Es un acto de soberbia el decir: mire, esto es imposible, no puedo aceptar esa idea o el acto de soberbia está en decir: te equivocas, fijo. Confías más en tu capacidad de razonamiento que…

    Qué en qué exactamente? En los que han razonado otros?

    No logro entender ya nada. Debo de ser la persona más soberbia de Murcia, de España, de Europa y del extranjero.

    Pues bueno.

    • Román Díaz Ayala

      No creo que la soberbia tenga que ver con todo eso. Por esa misma regla de tres se podría entender que las personas confesantes de creer en Dios andan de sobradas por la vida. La soberbia es una actitud de estar en la seguridad de la propia excelencia. Creer no me hace mejor persona. Yo diría más, me hace descubrir que soy peor persona, al adquirir más conciencia de mis propios actos y actitudes y de no poder cumplir las expectativas de lo que se me exige. Tengo que remitir mis acciones y hasta lo más íntimo de mi persona a una instancia superior.
      Sin Jesús nada sería posible, es el gran regalo de Dios al ser humano. Somos sus siervos inútiles.
      Me faltan palabras para explicarme mejor.

      • Carmen

        Por lo visto no me he explicado bien.
        Pero estoy cansadica. Voy con la luz. Cada día tengo más cosas de planta que de persona.
        Da igual.
        Es lo de siempre.
        Pero me cuesta mucho leer determinadas cosas y callar. Ves? Eso es algo que me debería pasar en mi transformación en planta. No hablar. Leo cosas y cosas en la línea de la soberbia del hombre desde el Renacimiento, que no desde la resurrección, de que si nos creemos muy listos porque pensamos, porque cuestionamos, que si no nos damos cuenta de la verdad porque nos creemos que la razón toooooooodo lo puede. En esa línea llevo leyendo un montón de comentarios y algún artículo que otro.
        Y ahora resulta que , soberbia? Quién ha dicho soberbia?

        Me rindo.

        Si puedo elegir, me gustaría convertirme en jazminero. Es la planta más bonita de la huerta de Murcia. Herencia de los árabes. Lo podas en febrero y no veas, eso sí que es una auténtica resurrección vegetal.

    • Asun Poudereux

      Querida Carmen, de esa inquietud participamos todas las personas, y seguro que no me equivoco, dadas nuestras raíces religiosas. Lo de soberbia es una salida rápida a los que cuestionan lo transmitido. También la oración de petición ha trastocado el fondo de las creencias de un Dios misericordioso y compasivo, por ser omnipotente.

      También es cierto, la lealtad y fidelidad ante tanto dolor que experimentó Jesús, al verse tan solo y hasta abandonado por el Padre. Y ahí ,¿Qué tuvo más fuerza en esa experiencia? Cada cual lleva una trayectoria en la vida, reflejándose en su vida personal y relacional, ya que la uniformación no parece ser la norma de la vida, aunque cueste un montón darse cuenta. Y es que el aprendizaje toma muchas formas en su despliegue. La capacidad de asombrarse está ahí para quedarse.

      El disfrute de la vida no se agarra a una manera concreta de concebirla, sino que va abriéndose, y, al abrirse se alinea a ella con todo lo inesperado que conlleva e implica.

      Como no nacemos sabiendo, aunque existan tendencias e inercias que nos sobrepasan entre ellas y a pesar de ellas, hay momentos de lucidez y una posibilidad de recomenzar de nuevo. La paciencia empieza hacia uno/a mismo/a. Y si no, aquí no estaríamos hablando. Creo yo.

      Besos y a seguir en la lucha diaria. Muchas personas antes que tú y yo, lo hicieron y bastante bien.

      P.D.- Ah, hasta toda España, no sólo Murcia, diciendo bien alto soberbia, soberbia y aún se quedan cortos para los de siempre. Hay que contar con eso y hacer un guiño en medio de la sonrisa. Faltaría más. Un fuerte abrazo.

  • Santiago

    El hecho que Dios sea transpersonal y que como Tomás de Aquino afirma esté “sobre toda definición”, NO implica que “El” se encuentre distanciado de Su Creación. Querer “enmudecerlo” y  “enmudecer” ante el Misterio puede ser una especie de excusa para ignorar la significación del Dios inmanente y providente con respecto a nosotros.

    Desde el Genésis sabemos que YAWEH es además del SER “per se”, no sólo EL PURO, sino ACTO PURO y además ES el “que ESTÁ” puesto que el verbo hebreo puede tener las 2 acepciones como: EL QUE ES y EL QUE ESTÁ.

    Pero el Dios de la Revelación NO es el frío “ente” de los filósofos griegos o el  d i o s   panteísta y panenteísta de los agnósticos pseudo científicos, sino el Dios que, no sólo es eros sino agapé. El Dios con nosotros y para nosotros. El Dios que da y se da porque es “eterna Su misericordia”…Es el Dios que se anonadó a Sí mismo y se hizo como “un esclavo” para permanecer tangible y visiblemente entre nosotros puesto que el Dios invisible se manifiesta visible y cabalmente en Jesucristo. El Dios que asumió nuestra humanidad por amor y sólo por amor.

    Por eso, el UNO singular es también TRINO plural. Nuestra fragmentada realidad personal sólo puede abarcar imágenes mediatas de la Trascendencia. La imagen del Padre es la preferida de Cristo por ser el Hijo unigénito de Dios… Y así Jesucristo humano y divino nos enseña cómo dirigirnos al Padre al orar…Dios es el Padre Nuestro al que hay que dirigirse a pesar de que se encuentra “en los cielos” y por encima de todo lo creado…Se nos pide que Su nombre sea santificado y adorado por nosotros, como hizo Tomás Apóstol al comprobar la divinidad de Cristo Resucitado ante el…Y oramos para que el Padre provea para lo que necesitemos y que nos ayude a permanecer en Su gracia que es prenda de nuestra salvación eterna. Esto es lo que nos quiso decir Jesús sobre nuestra relación con la inmanencia divina.

    un saludo cordial

    Santiago Hernández

    • Carmen

      Querido Santiago.
      No quiero entrar en esas discusiones eternas, porque está claro que usted se sabe la biblia de memoria. Enhorabuena.
      Solamente un apunte.
      A ver si ese Dios Padre que tanto nos quiere y cuida, nos echa una mano con esto del virus. Porque esto de morir asfixiado es de las peores muertes del mundo mundial.

      No sé si es que no nos conviene que el virus desaparezca. O a lo mejor es que no rezamos lo suficiente. Pero si ese dios puede hacer algo, por favor, ya está tardando.

      Estoy segura de que entiendo con esto que le he escrito el porqué de no poder aceptar ese Dios Padre Amor. Prefiero pensar: no entiendo nada, lo que me dicen que es, sencillamente no es. Y a pesar de todo creo, deseo que algo exista. Mi mérito tengo. Creo.

      Si usted cree que esta postura es soberbia o con falta o exceso de algo, a lo mejor tiene razón. Pero esta cabeza mía no me permite pensar que todo un Dios Superbueno nos está cuidando en este momento.

      El problema no es que sea mi persona. Eso sería un problema personal mío. Ustedes pregunten en sus iglesias. A ver qué les dicen.

      Espero que siga bien.
      Cuídese y vacúnese en cuanto pueda.

      • Santiago

        Muchas gracias…Claro que es estamos rodeados de misterios…Uno de los más evidentes es el misterio del Cosmos y el por qué vinimos nosotros a existir y poder comprender parte de la Realidad..Sólo la rasgamos pero a pesar de todo y de nuestra limitación nos damos cuenta que por alguna razón salimos de lo inconcebible puesto que antes de nuestra concepción sólo existíamos en el pensamiento divino. Nuestra existencia es un milagro y que podamos dialogar ahora es el otro y que seamos humanos es otro, puesto pudimos ser vegetal o piedra u hormiga..Por eso, en la balanza de la vida pesa más el amor que el odio, la vida que la muerte, la salud que la enfermedad, la rehabilitación que el deterioro, la verdad que la mentira, la alegría que la tristeza…Dios nos hizo con vida y para la vida, y para la vida eterna..Eso lo sabemos desde párvulos…y no necesita mucha demostración.

        Por eso el mal nos pesa mucho..puesto que estamos “en destino” a la felicidad suprema..Y el mal nos rompe todos nuestros planes..Sin embargo, la pregunta no es por qué Dios permite el mal físico y el mal moral sino por qué Dios decidió crear en libertad y concedernos a nosotros el don de ser libres y poder decidir…a pesar de que podemos fallarle..

        Si el mundo es libre, entonces habrá sitio para la imperfección y para que ciertas cosas fallen mientras otras llegarán a su destino perfecto y final. No se trata del fallo divino, sino de la íntima estructura de las cosas creadas que son libres y pueden existir o no existir, ser perfectas o imperfectas. No podemos entender quizás el por qué del sufrimiento pero sabemos que existe alivio, medicinas, compasión, cuidado y la promesa de los que creen en Cristo y la vida eterna, y que la muerte NO es la última palabra.
        Hay en el mundo más optimismo y buena voluntad que pesimismo y malicia. Hay más razones para alegrarnos que para entristecernos, hay mucho más deseo de ayudar que de destruir.

        Por otro lado nosotros sólo vemos las causas “próximas” con nuestra limitada experiencia de unos pocos años, pero Dios “ve” las “últimas causas” desde toda la eternidad, con todos sus matices y consecuencias. Nosotros vemos a corta distancia pero Dios contempla el final en su eterno presente en el que El se encuentra perennemente. Dios busca “siempre” nuestro bien aunque a nosotros nos parezca “lo contrario” y solo “permite” el mal por un bien que es mucho mayor proporcionalmente al mal pues el mal físico es temporal y pasajero, pero el bien espiritual es eterno y dura por siempre.

        Un saludo cordial
        Santiago Hernández

        • Carmen

          No. Si eso que llamamos Dios no es responsable de lo que pensemos nosotros. Ni de las religiones que ideémos ni nada. Dios está en otra dimensión. No sé si la cuarta o la quinta. Aaaaaaños me costó llegar a esa idea. Muuuuuuchos.
          Era plantear una pregunta clásica. Y usted , pues claro, ha dado la respuesta clásica.
          Pues fíjese el disparate que voy a decir. Para mí que Ignacio de Loyola hizo un flaco favor a nuestra religión cuando introdujo el concepto de Divina Providencia. Madre mía. Es como decir: no pienses, Él sabe. Déjate llevar por los acontecimientos. Obedece. Todo está en manos de Dios.

          Pero claro…a muchos nos gusta pensar y…

          En fin. Es más de lo mismo.
          Hacía mucho tiempo que no hablábamos. Me apetecía saludarlo. Usted sigue con sus cosas y yo con las mías. A nuestras edades es algo muy frecuente.
          Cuídese mucho.

          • Santiago

            Gracias, pues se que lo clásico nunca pasa de moda. Sin embargo. Ignacio de Loyola era más inteligente y más práctico, y también dice, según su biógrafo Ribadeneira:

            “Actúa como si todo dependiera de ti, sabiendo que todo depende de Dios” puesto que para los efectos fijos y pre-determinados Dios pone las causas necesarias e inmutables, pero para los efectos contingentes Dios crea las causas libres que están sujetas y dependen de la voluntad humana.

            Por eso Dios -en la libertad del ser humano- envía siempre Su gracia que permanece con nosotros si no la rechazamos. Dios es providente siempre , pero podemos NO cooperar con esa ayuda que El siempre brinda. Dios no fuerza a nadie, sòlo nos invita a aceptar un “yugo” que es “suave” y una “carga” que es “ligera”. Aceptar lo que El manda o permite que suceda en su divina sabiduría cuya profundidad es infinita y nos trasciende a todos los seres humanos. El “va” cuando nosotros “venimos”. A El nunca lo sorprendemos sin que El va siempre “por delante” y siempre “nos precede” en todo.

            Y si no estamos en Sus manos en medio del dolor y la tribulación amarga en donde nos encontramos entonces ¿Dònde nos encontramos? ¿En medio del caos del mundo, en medio de la cultura de la muerte, en medio de la veleidad e inconstancia que se encuentran a nuestro alrededor, en medio de la corrupción?
            Las cosas “que no son de Dios” no pueden satisfacer el corazón humano que sólo se sacia con las cosas del espíritu que tienen su origen cabalmente en el Espíritu purísimo de Dios y que es la fuente de todo nuestro ser interior.

            No cooperar con la gracia es el gran pecado del mundo pues nuestro corazón no puede llegar a descansar sino cuando hayamos encontrado el reposo de Dios. Sólo entonces descansaremos realmente, pues nuestro Dios es el único que nos da paz: “La paz os dejo, l a paz os doy”…no como la del mundo…sino solo la que da Dios.

            Un saludo cordial
            Santiago Hernández

          • Carmen

            No sé yo si eso que dicen de hacer caso a tu conciencia no es exactamente lo mismo que usted dice.
            Ay, Santiago.
            Cada persona siente a su manera, piensa, cuando lo hace honestamente, a su manera, y si en el decorado de fondo está Dios, pues está. Qué más da que lo creas o no? Si está, está para todo y para todas las personas. Y si no lo está, no lo está para nada y para nadie, independientemente de tus creencias personales.
            Aquí nadie rechaza nada.
            Lo único que se rechaza es el Modelo de Dios. El Modelo.
            Da igual lo que digan todas las religiones. Exactamente igual. Son caminos para tratar de explicar lo inexplicable. Y no voy a entrar en nada relacionado con el Poder. No es el momento.
            No me gusta la palabra pecado. No me gusta la palabra culpa. No me gustan los tres primeros mandamientos de Moisés y ninguno de los cinco de la iglesia.
            Y sin embargo no he parado de hacerme preguntas. Si las respuestas que me han dado no me encajan, exactamente qué tengo que hacer? Pues he seguido buscándolas, respuestas honestas conmigo misma.
            Realmente, no entiendo cómo no entiende algo tan sencillo.

            Tiene usted una visión muy negativa de la vida. Y sin embargo, para mí es un puro milagro, en el mejor sentido de la palabra. Y, si quisiéramos y supiéramos, el planeta sería eso que ustedes llaman El Paraíso. Depende de nosotros. Alguna vez saldrá alguien con un liderazgo de esos bestiales y nos convencerá. Pero claro,el peligro es que lo convirtamos en Dios. Y otra vez se repita la historia.

            Y si, inteligente lo era. A tope. Sin duda.
            Buen día.

          • Carmen

            Rectifico.
            El segundo mandamiento de Moisés, ya lo creo que me gusta. Y mucho.
            Sorry

    • Román Díaz Ayala

      El Dios que está siempre presente, siendo el Dios que se revela, que hace correr el velo de lo que decimos que es el Misterio, para darse a conocer. El profetismo nace en Israel, la primera de las tres religiones profética, las tres del Libro.
      ¿Qué podemos decir de Jesús, aparte de que es el Cristo de Dios, el Ungido, Su Enviado? No sólo que en Él se cumplen todas las profecías, la realización de las promesas, sino que Jesús nos ha dado a conocer a Dios.

      En Jesús no tenemos que ir a los absolutos, sino verlo en su entera humanidad. “Sólo Dios perdona pecados” “Para que sepais que el “Hijo del Hombre” también perdona pecados, levántate, toma tu camilla y vete”. “Todo poder se me ha dado en los cielos y en la tierra”.
      Jesús es la imagen de Dios. Conocer a Jesús es conocer a Dios.
      La lectura sosegada y continuada de los cuatro Evangelios nos lleva a la comprensión del Misterio.

      Un

      • Santiago

        Es cierto Román…Solo en Jesús podemos entender el Misterio divino y solo en El podemos llegar al Padre, y por Jesús y por seguirle nos salvaremos…Como dice Pablo, por El “todo fue hecho” e Isaías, “por Sus llagas fuimos sanados”. Es en los méritos de Cristo donde deben apoyarse todas nuestras obras buenas..puesto que todas “nuestras justicias” están manchadas de nuestro egoísmo. En Jesús, y sólo en Jesús, se encuentra nuestra salud y la salud del mundo. Sin El, nos precipitamos en el abismo pues El es la única razón por la que existimos y la entera razón universal del Cosmos…Todo se encuentra resumido y explicado en Jesús de Nazaret. Es por eso que su penúltima palabra en la Cruz fue la de:
        “Todo está consumado” pues todo el Misterio de la salvación se reveló y se cumplió en Cristo el Señor.

        Un abrazo
        Santiago Hernández

  • M.Luisa

    Me sorprende enormemente  que, con todo,  no se aluda a la ética, porque como decía anteriormente  lo  que critican los agnósticos  son  los contenidos predicativos en cuanto predicación doctrinal,  porque si lo son de decibles y explicables, los contenidos evangélicos, es porque   antes  son  contenidos de cosas reales y por tanto    de experimentación práctica, es decir, éticamente  y humanamente realizables.

    Pero no realizables  porque entre esas cosas y acciones  medie una moral que se predica,  sino porque  en ellas   viene implicada  esta inefable  realidad   que en su transversalidad atraviesa esos contenidos de las cosas, (lo cósmico se hace mundo)  tanto por la parte que  le compete  a las cosas con las que hacemos nuestra vida   como a  la realidad que nos compete a los humanos respectivamente.

    Lo indecible está    en esta realidad  formalmente abierta que las atraviesa a todas ellas en sus distintos niveles   y las constituye   en reales y por tanto  posibles de ser realizadas.

  • M.Luisa

    Sobre   una opinión otra, y   si se    me  permite con respecto a la inefabilidad ya  expresada  anteriormente   me cabe añadir  que    lejos de concebirla como  producto de una división  entre clásicos y románticos, sobre todo  se debería contar con los aportes científicos  de los últimos tiempos  aquellos sobre los cuales  si bien la filosofía no los tenía a mano ahora sin embargo  puede disponer de la ciencia para la  acreditación  y afianzamiento de sus conceptos.

    Por ejemplo, a partir del teorema de Gödel, el de la Incompletitud, puede proporcionar   una enorme luz para el problema de la inefabilidad filosófica la cual con seguridad, ciertamente,    daría para un mayor explayamiento del tema.

    Lo que sí se podría extraer, de momento, de esta aportación es  que el sentido de la inefabilidad se lo da la  realidad  misma, es decir, aquella que tanto puede ser postulada por las ciencias como por la filosofía.   Y por tanto    nada le compete aquí a lo que de indecible tiene el agnosticismo positivista.

    No nos engañemos los agnósticos  lo que hacen es criticar   los contenidos predicativos  de aquella realidad  que muy posiblemente no nieguen,  por eso cómo se va a negar que los contenidos evangélicos  son por antonomasia  los más decibles y explicables …

  • oscar varela

    [Sería una gesto de cortesía a los lectores de ATRIO señalar de dónde se ha “destilado” este texto. Supongo que será de Ortega. Pero nada cuesta señalar la cita. Y reproducir o destilar lo estrictamente necesario para iluminar el tema que se comenta. AD]

    Sobre INEFABLE (“destilado”)
     
    1- Eternamente se dividirán los hombres en dos grupos:
    – los que ven en la INEFABILIDAD un mal síntoma y hasta una objeción contra la verdad de un pensamiento
    (se llamarán a sí mismos «clásicos»), y
    – los que reconocerán en la mudez el cariz de todo lo sublime
    (y se llamarán «románticos»).
    – Lo más probable es que ni unos ni otros tengan razón.
     
    2- Ser o no INEFABLE es indiferente a la calidad de un conocimiento,
    – puesto que com­ete la suerte de indecible lo más elevado con lo más humilde.
    – Ni Dios ni el color de este papel pueden ser descritos con palabras.
     
    3- La INEFABILIDAD es una línea fortuita que marca los límites de la coincidencia entre el pensamiento y el lenguaje.
    – Esta línea deja fuera tal vez los grandes picachos de la intelección;
    – pero también elimina trozos mentales de ínfimo valor.
    ……………………………
     
    4- Más interesante que este género de inefabilidad es otro.
    – Cuando uno calla, porque su saber no puede expresarse con palabras, calla en rigor.
    CALLAR es dejar de decir lo que se puede decir.
    – Este el silencio fecundo —no mera ausencia de vocablos, sino acallamiento de ellos, el retenerlos, silenciarlos.
    – Muchas veces en la vida ejercitamos según el propio albedrío este activo silencio.
    – Por tal o cual motivo empírico o caprichoso dejamos de decir lo que podía­mos muy bien decir.
    – Tampoco en tales casos tiene gran interés teórico nuestra taciturnidad.
     
    5- Pero hay una sabiduría, sobremanera importante, que por su misma condición está condenada al silenciamiento.
    – La existencia de esa sabiduría y de su forzosa mudez es una averiguación que propiamente se hace sólo en cierta altura de la vida.
    – Claro está:
    – se trata de un saber sobre la vida humana, la de nuestros prójimos y nuestra.
    – No es un conocimiento puramente genérico,
    (como lo son, en uno u otro sentido, todos los científicos, incluso los históricos),
    – sino un concreto saber de éste y el otro y el otro individuo, que puede enriquecerse con reflexiones generales,
    – pero que en su base es individualísimo.
     
    6- Sí; es de usted, amigo mío, de quien yo sé muchas cosas —no hechos de su vida-,
    – sino de lo que usted es, de su ser individual.
    – Y de usted también, amiga mía, señora gentil, sé tanto, que podríamos hablar mucho, mucho tiempo sin agotarlo.
    – Y conste que en todo esto que yo sé de usted no hay nada que me haya sido contado por nadie.
    – El que sabe de los demás sólo o principalmente lo que le cuentan
    (en el mejor caso, los actos externo s de la persona),
    – no sabe nada de ellos.
    – Amiga mía, yo sé de usted incomparablemente más.
    – Sé precisamente casi todo lo que no se puede contar.
    – Para definir mi sabiduría de usted no encuentro otra calificación que la necesidad de silenciarla.
    – Es una cantidad de saber que se mide por la cantidad de mutismo a que obliga.
    – Y si yo fuese más perspicaz y supiese todavía más de usted, más hermético tendría que ser mi silencio.
     
    7- Sería trivializar el tema suponer que esa sabiduría tácita versa sobre acciones del prójimo
    – que vulgarmente se conside­ran vituperables, y, por tanto, propagarlas implicaría perjuicio social para él.
    – No, señora mía, no;
    – si usted y yo sobreviviésemos al resto de la sociedad y en soledad dual conversásemos sobre el planeta desierto,
    – yo tendría que callar mi conocimiento de usted, so pena de causarle grave daño, y de retroceso hacérmelo a mí,
    – porque nues­tra amistad se rompería.
    – No es dado a nadie quebrantar el esoterismo de este género de sabiduría,
    – porque el silencio hecho sobre ella es viejo de todos los siglos humanos,
    – y no estamos preparados para su ácido relente.
    – Sería menester educar poco a poco las generaciones siguientes si se quiere llegar
    – a aven­tar esta hermética ciencia que los unos tenemos de los otros y todos ocultamos.
     
    8- Este conocimiento del prójimo se produce muy lentamente, día a día.
    – Va precipitándose en finísimas capas, como un polvo impal­pable, sobre nuestro fondo.
    – La lentitud de esta adquisición hace que no reparemos en él conforme lo vamos adquiriendo.
    – Es preciso que se haya acumulado en gran cantidad,
    – que las finas capas super­puestas formen un estrato de grueso espesor,
    – para que un día, muy adelante en la vida, sintamos de pronto su peso.
    – Entonces volvemos la vista a ese tesoro subterráneo, tan imprevisto,
    – y su propia y súbita riqueza nos angustia más bien que nos complace.
    – Porque ¿cómo expresarlo?
    – Se trata de conocimientos individualísimos cuyo enun­ciado implicaría innúmeras palabras.
    – Aunque sólo fuese por esta razón, nos aniquila el simple proyecto de comunicarlo.
    – Nos sobre­coge una fatiga anticipada…, y preferimos callar.
    – De cuando en cuando, ahogados por la propia abundancia de saber humano, co­menzaríamos a comunicarlo
    – hablando con el mejor amigo, de quien menos malas inteligencias y confusiones tememos;
    – pero en seguida vuelve a dominarnos la fatiga, y reingresamos en nuestro silencio.
     
    9- Entre tanto ha seguido amontonándose nuevo saber, sin que el antiguo fuese ventilado;
    – aumenta la riqueza, y con ella la razón del silencio.
    – Además, la falta de exteriorización hace que esté la mayor parte de él informulado;
    – por tanto, sin las claras aristas que la palabra impone a la idea.
    – No trabajamos sobre su materia, espon­táneamente recibida;
    – no la ordenamos y sistematizamos.
    – Sólo de cuando en cuando, indeliberadamente, espumamos alguna generalización.
    – La psicología práctica que existe en la sociedad procede toda ella de estos mínimos y vagos escapes,
    – sobrevenidos al azar.
     
    9- Pero hay otra causa más grave y esencial que produce el silenciamiento automático de esta sabiduría.
    – Es evidente que para que este conocimiento de lo individual humano se inicie
    – es preciso que los prójimos posean cierto grado de individualización
    – y que la inteligencia se haya refinado hasta el punto de percibir lo individual.
    – Ni lo uno ni lo otro acontece en los pueblos salvajes, donde el ser humano apenas ha comenzado a diferenciarse;
    – antes bien, vive de una personalidad mostrenca, «standardizado».
    – Las condiciones para que este saber comience sólo se dan con la civilización.
    – Pero ésta, precisamente por serlo, va impidiendo la ingenua emisión de nuestros juicios sobre el prójimo;
    – nos enseña e induce a no herirnos los unos a los otros,
    – a tabuizar nuestras impresiones,
    – a reprimir, en suma, la opinión minuciosa que de los demás tenemos.
    – De esta suerte, el mismo clima social que la hace posible la condena automáticamente a represión,
    – a lo que un freudiano llamaría «censura».
     
    10- Nuestro saber de lo humano hincha y perhincha una enorme porción de nuestro espíritu,
    – que mantenemos bajo censura tácita, sin ventilación,
    – que arrastramos melancólicamente, tesoro secreto
    – sobre el cual una y otra vez inclinamos resignados la cabeza, renunciando a ostentarlo.
    «¡Más vale no hablar!», solemos decir cuando nos ahoga la garganta el borbotón de cosas difíciles de decir,
    – posibles de decir, que tendríamos ahora, ahora mismo, que decir al amigo, a la amiga.
     
    11- La censura que automáticamente ejercemos sobre nuestra mejor sabiduría, sobre nuestro saber del prójimo,
    – le impide llegar a su perfección.
    – La imposibilidad de comunicarlo hace que al recibir una “impresión” del prójimo no nos esforcemos en formularla.
    – Queda así tosca e impoluta.
    – Calcúlese a qué punto llegaría nuestro conocimiento del pró­jimo
    – si no nos contentásemos con esas «impresiones» que de él recibi­mos, sino que, reobrando sobre ellas,
    – las investigásemos con orden, continuidad y método.
    – Toda esta perfección de nuestra sabiduría «humana» queda fallida por la censura que sobre ella practicamos.
     
    12- ¿Por qué no iniciar una nueva cultura, una novísima «scienza»?
    – Lo primero sería meditar sobre qué forma de expresión fuera la más adecuada:
    – ¿El diálogo?
    – ¿Las Memorias?
    – O, por ventura, ¿la novela?
    – ¿Existirá acaso en el mundo la novela como lenguaje que necesitaba madurar en la escuela del arte
    – para poder ser un día la primera forma expresiva del gran brahmán?
    ……………….

  • M.Luisa

    Una consideración si se me permite:

    Pienso  que todo contenido puede ser explicado, lo que es inefable, es decir,  la inefabilidad concierne  no al contenido, sino a la forma,  a la forma de la realidad  que los atraviesa y que  es total obertura  y por tanto en contra de la lógica formalista  es  formalidad abierta,   de ahí que sea inefable…

  • Jorge Felip Fernández

    Si la conclusión a la que se llega racionalmente o mediante experiencia mística, espiritual, religiosa …, es que el contenido de Dios es inefable, es decir, agnóstica sobre lo cual nada podemos decir, la consecuencia es que cualquier actitud religiosa carece de fundamento o sentido. Desde el agnosticismo la religión no tiene cabida. Tampoco la tiene desde el ateísmo que niega otra realidad divina sea cual sea, no-dual más profunda, trina, plural, …, como origen y fundamento de cuanto existe. Desde el no-teísmo, que me parece entender que se trata de no considerar a Dios como personal y sus atributos (inteligencia, voluntad, …), tampoco cabe la religión pues no puede haber ninguna relación, aunque sí quizás contemplación no religiosa.
     
    Yo como los agnósticos nada digo del contenido de Dios y pienso que todo cuanto se dice y se ha dicho sobre Dios son constructos humanos improcedentes. Y como los ateos no utilizo a Dios para explicarme y explicar los orígenes y fundamentos sino más bien ciencia y filosofía. Y mi actitud y práctica religiosa no establece una relación directa con Dios-Theos personal como Misterio-Trascendente-Absoluto-Eterno …, sino siempre mediada por la Plenitud Humana. Pues creo que la Plenitud Humana es la condición necesaria y suficiente para el acceso a Dios al contenido de Dios, que aún permanece cerrado, oculto, velado, …, aunque no para siempre.

    Mi práctica religiosa se basa en la oración dirigida al Padre, por el Hijo, en el Espíritu, que son tres personas y como tales posibilitan una relación interpersonal, pero las tres están incluidas en la Plenitud Humana desde nuestro ámbito humano, no en el divino que no lo sé ni tengo acceso a él, puesto que aún no hemos alcanzado la Plenitud. Y es el contenido de la Plenitud Humana, que no el contenido de Dios, lo que ha revelado Jesús con su vida, palabra y obra, en orden a nuestra salvación, es decir, el modo o el camino de llegar a Dios, pero no el conocimiento. Y si la Plenitud Humana abre el acceso a Dios es porque puede pensarse razonablemente que en Dios existe al menos un componente humano y humanizador que Jesús nos ha revelado completamente, aunque el contenido divino de Dios permanezca oculto.

    • oscar varela

      Hola Jorge!
      Te leo:
      -“puede pensarse razonablemente que
      – en Dios existe al menos un componente humano”-
      …………..

      ¿Te animarías a la inversa (y mejorar la apuesta)?
      -“puede pensarse razonablemente que
      – en el humano existe al menos un componente divino”-

      • Jorge Felip Fernández

        Pues no Oscar, pensar en un componente divino en el ser humano me trae problemas, muchas preguntas que no sé resolver. En la Antropología científica, en la Psicología, en la Biología, …, la hipótesis de Dios es innecesaria, por lo cual no la utilizo en mis explicaciones. ¿Es razonable pensar en un componente divino en el ser humano? Pues a mí me parece que no lo es, pues concibo al ser humano como especie biológica en continuidad evolutiva natural con las demás sin añadidos sobrenaturales, sin alma, sin componente espiritual o divino, sin esa supuesta gota divina que anidaría en nuestro interior, … Y la implicación de Dios en el ser humano individual y colectivo no lleva en mi opinión a su divinización, aunque sí como promesa de futuro, en su proceso natural cultural y evolutivo hacia la Plenitud Humana, y con ella a su acceso a Dios. Incluso pensando que la Plenitud Humana no es algo que compete solamente al futuro, sino que está presente y realizándose aquí y ahora, no es algo divino, aún no, solo humana. Para que la Plenitud Humana entre en el ámbito divino requiere su transformación por la acción directa del Espíritu Santo, una vez alcanzada por toda la humanidad sin exclusiones.

      • Jorge Felip Fernández

        Sin embargo, sí me parece razonable plantear un componente humano en Dios, no como conocimiento sino como posibilidad propuesta como un “al menos” humano. Y esa posibilidad se abre precisamente por el desconocimiento que tenemos sobre Dios. La imposibilidad surgiría si tuviésemos el conocimiento de Dios de tal modo que fuese incompatible con lo humano. Y es que ese componente humano de Dios abre la esperanza de alcanzar lo Eterno.

  • Carmen

    Inefable.

    RAE

    Algo que no se puede definir con palabras.

    No sabía qué significa exactamente. Por lo menos ya entiendo cuando leo : Dios es inefable , lo que se quiere decir. Según la RAE, claro.

    Aunque luego lea descripciones, definiciones como que Dios es…

    Hay que ver lo que aprendo en este foro.

    • Carmen

      Efable.
      Que se puede decir con palabras.
      RAE

      Porque he pensado. Si existe la palabra inefable, tiene que existir la palabra efable.

      Y si existe, si.

      Pues miren. No sé si dios es uno, reino, dual, uniloquesea, theos o no theos. Para mí es inefable. Claro, no soy teóloga ni católica guay. Hubiese sido una buena alumna de Küng. Tampoco era demasiado guay como católico a lo nos del papado. El problema hubiese sido el idioma. Pero si no, habría sido como para matricularse en una de sus asignaturas. Presencial, claro.
      Menudo lujaaaaaazo hubiera sido.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Arregi (pareciera ser que se escribe sin “u”) y sus NOTAS:
     
    PRIMERA: dice que lo de Küng es solo un “punto de partida”
    No (se) da cuenta de decir que “es más de lo mismo” (no “otro modelo”)
     
    TERCERA: nos habla de “CONSTRUCTOS HUMANOS
    * dos aclaro-agregados:
    (uno) ¿qué hay -o pueda haber-, que no sea “constructo humano
    (dos) los “constructos” son “quehaceres” del “yo y su circunstancia”
    (no olvidar que a “circunstancia” es “acontecer temporal, e.d.: histórico –AXIAL)
    SEGUNDA y CUARTA: su “LENGUAJE” es el de la “emoción mística”; así:
    * de “los que se dejan tocar por el Fuego
    * el “Espíritu que alienta en todos”.
     
    A propósito (“destilo”);
    ……………
    1- Recordemos la impresión sincera que produce el trato con las obras místicas.
    – El autor nos invita a un viaje ma­ravilloso, el más maravilloso.
    – Nos dice que ha estado en el centro mismo del Universo, en la entraña de lo absoluto.
    – Nos propone que rehagamos con él la caminata.
    – Encantados, nos disponemos a partir y dócilmente seguir a nuestro guía.
     
    2- Desde luego, nos sor­prende un poco que
    – quien se ha sumergido en tan prodigioso lugar y elemento,
    – en tan decisivo abismo, como es Dios o lo Absoluto o lo Uno,
    – no haya quedado más descompuesto, más deshumani­zado, con nuevo acento
    (más distinto y otro de nosotros mismos).
     
    3- Pero es tanta la ilusión que nos ofrece el viaje propuesto
    – que acallamos esta momentánea extrañeza y caminamos resueltos jun­to al místico.
    – Sus palabras —sus lógoi— nos seducen.
    – Los místicos han solido ser los más formidables técnicos de la palabra,
    – los más exactos escritores.
    – En todos los lenguajes del mundo los clásicos del idioma, del verbo han sido los místicos.
    – Además de portentosos decidores, han tenido siempre un gran talento dramático.
     
    4- El dramatismo es la tensión sobre-normal de nuestra alma,
    – producida por algo que se nos anuncia para el futuro,
    – al que en cada instante nos aproximamos más, de suerte que
    – la curiosidad, el temor o el apetito sus­citado por ese algo futuro se multiplica por sí mismo,
    – acumulán­dose sobre cada nuevo instante.
    – Si la distancia que nos separa de ese futuro tan atractivo o tan temible es dividida en etapas,
    – la arri­bada a cada una de ellas renueva y aumenta nuestra tensión.
    – El más allá de la primera etapa interesa,
    – pero interesa mayormente el más allá de ese primer más allá, y así sucesivamente.
     
    5- Todo buen dramaturgo conoce el efecto de mecánica tensión
    – que produce esta segmentación del camino ha­cia un futuro anunciado.
    – Y por eso los místicos dividen siempre su itinerario hacia el éxtasis en virtuales etapas.
    (Unas veces se trata de un castillo dividido en moradas inclusas las unas en las otras, como esas cajas japonesas que tienen siempre dentro otra caja más —así Santa Teresa—; otras veces es la subida a un monte con altos en la ascensión, como en San Juan de la Cruz, o bien es una esca­lera donde cada peldaño nos promete una nueva visión y un nuevo paisaje —como en la Escala espiritual de San Juan Clímaco).
     
    6- Con­fesemos que al llegar a cada uno de estos estadios sentimos alguna desilusión:
    – lo que desde él divisamos no es cosa mayor.
    – Pero la es­peranza de que en el próximo se manifestará ya lo insólito y mag­nífico
    – nos mantiene alertas y animosos.
     
    – Mas he aquí que al llegar a la última morada, a la cima del Carmelo, el último escalón,
    – el mís­tico guía, que no ha parado de hablar durante un momento, nos dice:
    – «Ahora quédese usted ahí solo;
    – yo voy a sumergirme en el éxtasis.
    – A la vuelta le contaré a usted.»
     
    – Dócilmente esperamos ilusionados con la perspectiva de ver al místico retornar ante nuestros ojos di­rectamente del abismo, chorreando aún misterios, con el olor acre de los vientos de ultranza que guardan algún tiempo pegado las ropas del navegante.
     
    – Helo aquí que ya vuelve; se acerca y nos dice:
    – «Pues ¿sabe usted que no puedo contarle nada o poco menos,
    – por­que lo que he visto es en sí mismo incontable, indecible, inefable?»
     
    – Y el místico, tan locuaz antes, se torna taciturno en la hora decisiva,
    – o lo que es peor todavía y más frecuente,
    – nos co­munica del trasmundo noticias tan triviales, tan poco interesantes, que más bien desprestigian al más allá.
     
    7- Como dice el refrán tudesco:
    – «Cuando se hace un largo viaje se trae algo que contar.»
     
    – El mís­tico, de su travesía ultramundana, no trae nada o apenas que contar.
    – Hemos perdido nuestro tiempo.
    – El clásico del lenguaje se hace espe­cialista del silencio.

  • Isabel

    Antes de entrar a mi cuarto voy a decir una última cosa. Puestos a deconstruir, a ver si Arregui y sus compañeros se animan a deconstruir el brahmanismo, pero del todo sin dejar rastro. Con esa concepción tan superior de Dios, sin Amigos invisibles y ni rastro de justicia e igualdad, ha sumido a las personas en una vida de horrores de difícil salida. Y no se podrá decir que eso no era de los pueblos originarios sino cosas traídas por el colonialismo…

     

  • Asun Poudereux

    Querida Ana, estoy de acuerdo en lo que comentas, a partir del punto 4 que a mí también me dice mucho. 

    Darse cuenta de lo que ello implica, abre infinidad de puertas y modos de ver y comprender siempre en despliegue emergente. Estar en ese camino amplía horizontes que sin ser la meta ayuda y facilita a ser humildes y agradecer lo que se nos brinda, sin ánimo de imposición o lo que es lo mismo rechazo a lo diferente a lo establecido en creencias, normas y leyes. 

    Y no tengo mucho más que decir, pues los hechos hablan y testimonian de los riesgos y peligros de lo inmutable y sagrado, haciendo más antropomorfismo y antropocentrismo de lo que se es consciente y se proclama.

    Muy oportuno también, la parte final del comentario de Gonzalo. Venimos de donde venimos y que no se puede obviar. Si se ha llegado hasta aquí, algo tendrá que ver la evolución continua y la interrelación de todo con todo. Lo dejo abierto.

  • Carmen

    Es que este tema no va de cristianismo o de no cristianismo.

    Bueno, sí y no.

    Si un cristiano tiene que aceptar que Jesús es Dios mismo. O que el dios de Jesús es el auténtico, entonces lo que dice el señor Revuelta. Anda y cállate, estás mucho más guapa. No vean lo familiar que me resulta la frase. Jamás pensé esa idea fuese de Jesús. Más que nada porque el muchacho rompió con el Dios establecido, y no se callaba ni debajo del agua.

    Pero es que esto no va de Jesús. Va del modelo de Dios. Es que no es lo mismo. Salvo para los que he dicho antes, que no es el caso de todas las personas que pululan por la superficie de la tierra. Desde luego, el mío no lo es.

    • Carmen

      Es que esto del personaje histórico de Jesús es muy sorprendente. Y me voy a meter en un jaleo de esos en los que de vez en cuando me meto, acompañada de música de petenera.

      Vaya por delante que si hubiera grados de mitómanos y o mitómanas, seguramente puntuaría por arriba,arriba. Soy una mitómana Irredenta. Tengo motos a montoooones. Actores y actrices de cine, de teatro, personajes de novela, cantantes, científicos, científicas…No sé si nombrar a políticos, de alguna manera creo que ya he nombrado el grupo al que pertenecen.

      Pero lo de Jesús. Es que las personas, creo, me parece, una idea se está abriendo paso en esta cabeza mía, tan tan lenta. Pues hay personas que se enamoran de Jesús. O sea. Enamorados, enamoradas. Y contra eso no hay dios que valga, porque él mismo , además, es Dios. Y claro, quién puede salir de ahí?
      Entonces todo parece como un ataque personal al amado.
      Imposible. Porque además, la vida eterna entra en el terreno de la especulación. Porque si se cuestiona la divinidad, o sea, la resurrección, esa de resucitar, resucitar…pues también entra en el terreno de lo opinable.
      Y por ahí no se está dispuesto a pasar. Sencillamente no es cuestionable. Es un ataque a las convicciones y sentimientos más profundos.

      Y luego está la iglesia. A ver qué hace sin la resurrección, resurrección.
      Quiero decir que para hablar de teísmo o no teísmo se tendría que que hacer un ejercicio de abstracción y decir: vale. Si todavía no hubiera nacido Jesús, no seríamos cristianos. Cuál sería entonces mi pensamiento sobre Dios?

      Me dijeron el otro día que mi pensamiento era vetotestamentario. A lo mejor no entiendo bien la palabra, pero si significa lo que pienso que significa, se quedó corto. Mi cabeza está situada muuuuuucho antes de que hace cinco mil años se escribirse el primer libro que se escogió como sagrado para el pueblo judíos sissisi, vosotros los sacerdotes, los hechiceros, los estos que no encuentro la palabra, si, si, si,…de acuerdo, sé lo que tengo que hacer para que los dioses me sean benignos y sobre todo no enfadarlos…si, sí, si sí…
      Pero, que es Dios?
      Y de eso creo que va este tema. Pero ya digo, una ocurrencia de esas que de vez en cuando, en fin.
      Buen día.

      Uffffffff
      Me duele la cabeza. Mis neuronas están protestando

      • Carmen

        No. Moto no tengo.
        Tengo mitos, mitos , miiiitos.
        Este corrector va a acabar conmigo.

  • ana rodrigo

    En el punto 4, Arregui se plantea qué pensarán sobre nuestras teologías las nuevas generaciones porque la vida sigue y la evolución también. Pues ya estamos viendo que personas con otras capacidades cerebrales como H. Küng y otr@s se adelantaron a su época, pero muy poca gente ha caído en la cuenta de lo revolucionario de su pensamiento. El dogma produce seguridad, las preguntas producen dudas.

    Lo que plantea el libro DESPUÉS DE DIOS, otro modelo es posible de vari@autor@s, entre ellos Arregui, está causando bastante desconcierto y hasta escándalo en muchas personas con una fe muy arraigada en la teología tradicional. Otras muchas, sin hacerse planteamientos teológicos, abandonan todo lo relacionado con la religión, sin que las religiones tengan en cuenta que el problema no está en la sociedad, está en su dogmatismo inamovible de unas teologías inasumibles por la razón, razón simple, básica, sin grandes estudios de cualquier tipo. Yo creo que las religiones se la están jugando queriendo que cambie la sociedad, cuando el problema lo tienen ellas. La sociedad es dinámica, las religiones son estáticas e inamovibles. Dos líneas divergentes hacen imposible el encuentro.

  • Gonzalo Haya

    Muy oportuno este texto de Küng, aunque no añade nada nuevo. Agradezco a Arregi y Antonio por aportarlo en estos momentos, aunque comprendo que algunos lectores prefieran temas más concretos. Al edificar una casa, un geólogo tendrá que confirmar la estabilidad del terreno, y el grado de probabilidad de seísmos o inundaciones. Después vendrán los planos, y las facilidades de la urbanización.

  • Alberto Revuelta

    Dijo un campero de Montilla después de una charla en el centro de educación de adultos sobre el planeta Tierra que “luego a posterior la tierra es plana”. Me gusta leer teología y filosofía y artículos y libros sobre la Divinidad desde todos los frentes. Soy consciente de que un muro de oscuridad impide ir más allá de confiar en que ese muro no es la muralla China. Practico la recomendación de Jesús de Nazaret para relacionarme con la otra parte de la muralla: entra en tu cuarto, cierra la puerta y cállate.

    • Carmen

      Eso lo dijo Jesús?
      Jolín.

    • Román Díaz Ayala

      Querido amigo Alberto.
      Me decepcionas un poquito, aunque sólo muy poco y de forma marginal. Si realmente lo que aprecias es un muro infranqueable, comprendo que te acojas al recurso de la oración en silencio, en la intimidad de tu persona, y recurras a la “intercesión” ( la comunión de los santos ) Al fin y al cabo, ese tipo de oración privada fue la que recomendó Jesús frente a los alardes oracionales de los “sabios y entendidos”.
      ¿Pero no nos dejas un poquitín en la soledad del gran desafío presentado por Antonio Duato? Aunque reconozco que abordar estas cuestiones de frente ya se había hecho totalmente necesario. Máxime después de su comentario del 3/abril/2021, 15,40 pm en el hilo: “Las dos celebraciones del Viernes Santo en el Vaticano”
      Quizás nuestro Antonio Duato percibió que había llegado el momento. ¿Pero, tú, ¿Qué vas a hacer?

      ¿Realmente existe un muro infranqueable?

      • Alberto Revuelta

        Vivo en un mundo cuya oscuridad solo la rompe la intuición de la que habla muy bien Isidoro y la explica. Oscar hoy hace cáusticamente una velada crítica realista a las intuiciones místicas. Me fio, confío con otros que me han demostrado con su vida que puedo hacerlo, en el camino que hizo y dejó contado con hechos y recuerdos de amigos, Jesús de Nazaret. En esa práctica de vida he vivido desde niño y sigo viviendo de viejo. En el Eli, Eli, lama sabactani, del Señor en la cruz es en quien creo. Por eso cierro la puerta y guardo silencio. En el Tractatus, número 7, de Wittgenstein, se afirma “de lo que no se puede hablar, es mejor callar. Y, de paso, estoy totalmente de acuerdo con Isabel en su comentario arriba sobre el efecto diluyente de desconstrucciones que facilitan vivir bien a quiene viven sin ocuparse de quienes malviven. Que, por cierto, son el centro y la causa del grito del Señor que cito supra. Un cordial abrazo.

        • Román Díaz Ayala

          Gracias.
          Estamos en la noche oscura ¿Qué le vamos a hacer?
          Sólo me anima aquello de Levántate, tú, que habitas entre los muertos y te iluminará la luz de Cristo. Y espero con ansiedad que Jesús, nuestra luz, nos traiga la hora de la mañana.
          Todos los días cuando va a romper el día canto:
          La plegaria del amanecer
          elevemos al Padre
          y la luz que el sol nos anuncia
          nos regale la luz de su Hijo
          que con Él vive y reina
          en unión del Espíritu Santo.
          ¡Gloria a ti , luz de luz, Jesucristo
          eres digno por siempre de amor!
          Y me uno no solo a quienes miran ahora al cielo, sino también a aquellos que nos precedieron y cantaban este mismos himno en tiempos pasados muy difíciles.
          Otro abrazo para ti y los tuyos.

        • Carmen

          Posiblemente no entienda bien, pero detrás de todo esto, la intencionalidad de este tema y de otros que plantea el moderador, no es una mera especulación intelectual sobre teísmo o no teísmo, que la verdad a todos los de aquí, me refiero a los que comentan a su aire, a nuestro aire, nos da lo mismo lo que piensen los demás. A estas alturas no nos va a mover nadie.
          Lo que creo que se quiere hacer es que los que aquí entran a leer, que no a escribir porque sabemos de antemano lo que va a decir cada una de las personas, es que empiecen a plantearse que quizás haya que cambiar una serie de ideas para que las generaciones venideras, que ya están aquí, tengan margen de maniobra para empezar una renovación de la iglesia en profundidad. Porque como muy bien ha dicho Gonzalo Haya, primero hay que analizar el terreno y luego construir. Pues eso , tengo la impresión, que es lo que se persigue. Una nueva valoración del terreno.
          A lo mejor me equivoco, pero desde luego mi intención sí es esa. Por eso soy tan pesadica en estos temas. Creo que es mi manera de colaborar. Absurda? Probablemente. Pero no tengo otra.

          También es cierto que lo mejor es meterse en una habitación, cerrar la puerta y afianzarse en nuestros propios razonamientos. Sin pensar en nada. Ya está bien. Que actúen otros. No podemos más.

          Cuídese mucho.

          • Carmen

            Por fa
            Lea el comentario que acaba de hacer hace una hora don Ludovico al texto del señor Aradillas. A lo mejor entiende un poquito mejor por qué no me meto en un cuarto, cierro la puerta y me pongo a rezar .
            Pues nos sobran los motivos, no solamente a mí, a muchísimas personas nos sobran los motivos para no callar, para no aceptar según qué cosas de ese Dios padre bueno que nos acoge a todos , si pasamos por la iglesia y sus sacramentos. Claro. Porque ella tiene La Verdad. Como que no se puede aceptar la homosexualidad. Por ejemplo. Todo el mundo los tiene que anatematizar en nombre de ese Dios extraño. Porque son personas inmorales y éticamente corruptas, de costumbres sexuales insanas.
            Pues va a ser que no.

  • Isabel

    A veces le cuento a mi hijo algo de lo que aquí se escribe y me pregunta si esas personas no tienen nada que hacer… Y es que, Arregui, la mayoría de las personas no se dedican a hacerse nuevas preguntas, buscar nuevas imágenes y categorías. Todo lo más, se buscan razones a la fe, algunas reflexiones y experiencias de otros para reafirmarte, algo a la contra por eso de contrastar, y ya. No podemos por falta de capacidad, ganas, o vaya usted a saber, ser tan “fluidos” buscadores entre los cientos o miles de constructos neuro-culturales religiosos/espirituales.

    Alguien puede tomarse lo que dice en serio y sentirse un pobre y desdichado tontorrón.

    Dice una amiga atea ella, hay que ver de lo que es capaz la mente humana, años y más años de estudio, discusiones, reflexiones, elucubraciones, vueltas y más vueltas sobre algo que no existe, sobre Dios. Difícilmente superable por transhumano que se pueda inventar.

    (Está graciosa su elección del párrafo con la propuesta de llamar a Dios transexual. No sé si sabe que ya activistas transgénero andan diciendo, no de Dios, pero sí que Jesús era “trans”)

    • Carmen

      Pues es que de todo tiene que haber en la viña del señor. Hasta los que piensan que pensar es propio de personas que no Tienen nada que hacer. Como los carpinteros, por ejemplo. Mientras que clavan y lijan y tal, no sé debe de pensar. Ni mientras cocinas, ni mientras nada. Ya piensan otros por ti.

      Lo de Jesús trans, me parece una broma de esas que no se deben de seguir. No favorece nada al sector trans. Da la sensación de que no respetan a los personajes grandes.

      • Carmen

        Hans Küng dice lo de Un dios, dios, dios, no Jesús, no. Dice que quizá el concepto Dios no e debería de ser masculino ni femenino, en ese sentido utiliza el prefijo trans.
        Estas son palabras de Hans Küng, a medias con el otro señor que no sé quién es.

        Nada más que le faltaba al señor Arregi que la gente pensara que él sostiene que Jesús era una persona transexual. Ya sufre bastante campaña de desprestigio.

        El que consideró en una entrevista la posibilidad, entre bromas, de que Jesús fuese homosexual, fue , creo recordar en señor Spong. No veas la que se lió. Se manipuló lo que dijo hasta el límite de decir que sostenía que era gay. Cuando lo que dijo fue que , y si lo fuese…no veo el problema.

        Hay que tener mucho cuidado. Corren muchas fake news. También llamados bulos.
        Buen día.

      • Isabel

        Tus conclusiones, y no solo las tuyas, son una vez más la prueba de que, en contra de lo que se dice, hablando no se entiende la gente.
        Mejor intentaré hacer caso a la recomendación de Jesús y de Revuelta.

        • Asun Poudereux

          Sin dudarlo, querida Isabel, hablando se entiende la gente, pues dos no discuten,si uno /a no quiere llegar a la discusión como solución del encuentro, que posibilita el lenguaje.

          Me digo a mí misma, cuántas parejas y amistades hubieran permanecido unidas , si hubiesen hablado todo lo que habría hecho falta¿? Para hablar la escucha es necesaria por y de ambas partes. El silencio y el respeto van marcando las pautas a seguir. Esto que suena bien, se olvida fácilmente. Y ahí está el gran problema de las relaciones cercanas y no tan cercanas, sino lejanas.

          Jesús como ser humano en toda su plenitud, iba muy por delante, y creo que se daba cuenta de la pérdida de tiempo, cuando la situación en concreto lo insinuaba. Su omisión a hablar me dice mucho, porque a mí me puede el modo carretilla, lo que me causa, después, una vergüenza inmensa. De Jesús se aprende un montón como humano. Lo que está a nuestra altura y capacidad: haced lo que dicen, no lo que hacen. Por eso digo que iba muy por delante, cuesta poner eso en práctica. Otra cosa que se olvida con facilidad. Y si lo dijo, así como su silencio, sería por algo a aprender y retener.

          Un abrazo atriero. Besos par ti, Isabel.