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DADA CUENTA del domingo 11/04/2021

UNO. Mare Frigoris. El 16 de marzo pasado un barco de salvamento desembarcó en Arguineguin, en Gran Canaria, a una niñita de dos años en parada cardiaca. Lograron hacerla reaccionar en el hospital pero murió a los pocos días. “Yo que nunca supe de los hombres”, novela de Jacqueline Hapman que acaba de aparecer en Alianza aborda una historia que, según opina Jesús Ferrero, parece discurrir en un mundo con seres vivientes, ajenos a su propia humanidad y a su sistema emocional y sentimental. En los dos últimos meses han aparecido en la costa de Melilla los cadáveres de siete emigrantes ahogados y empujados por la mar a la arena de la orilla. El séptimo ha sido uno de los menores tutelados por la Ciudad Autónoma que, al cumplir los 18 años, fue expulsado del centro, sin documentos. Intentó el risky (colarse en uno de los ferrys que van de Melilla a la península) y le salió mal. Nueve compañeros de la patera que trajo a la niña muerta, a la que he recordado supra, murieron también en el mismo viaje; tres eran menores.

Un juez está investigando una de esas muertes de un niño chico al que, según su madre, estando muy débil el patrón de la embarcación se lo quitó a ella y lo arrojó al mar. El juez pretende averiguar lo ocurrido para acusarlo de asesinato si confirma con testimonios de quienes viajaban en la embarcación, lo declarado por la madre. El barquero Caronte cobraba un óbolo por atravesar el lago Aqueronte, llevando en su barca a los que iban al lugar de las sombras. Los carontes marroquíes que atraviesan el atlántico en la ruta hacia Canarias, cobran miles de euros por la travesía. Entre 2007 y 2014 llevé ante el órgano correspondiente de la Convención contra la Tortura y tratos inhumanos, en Ginebra,  un pleito contra el Reino de España por el ahogamiento de un hombre senegalés de 25 años al que una patrullera de la Guardia Civil, al devolverlo una madrugada a Marruecos, le hizo tirarse al mar cerca de la costa marroquí de Belones, en Ceuta, pese a que avisó que no sabía nadar. Cuando los tres guardias que iban a bordo se dieron cuenta que era verdad su afirmación, uno de ellos, con uniforme completo, se arrojó a la mar para salvarlo. Ya era tarde. Al cabo de siete años de peripecias procesales que no cuento para no aburrir, conseguimos que se reconocieran los hechos. Todavía colean algunas decisiones sobre indemnizaciones y demás. Y desde enero de 2014 participé con otros colegas letrados –entre ellos Gonzalo Boye– en el pleito por los ahogamientos en la playas cercanas a Ceuta de seis subsaharianos. Aún andamos recurriendo providencias y autos de toda clase y condición.

Mare Serenitatis. Esta misma semana ha golpeado en pleno telediario el video de un niño de 10 años pidiendo ayuda a un agente de la patrulla de fronteras USA, porque estaba perdido en el desierto separado, o empujado a separarse, del grupo de emigrantes con quienes sus padres lo habían hecho pasar por la frontera mejicana hacia Canaan, donde hay leche y miel. El habla entrecortada, por el llanto, del niño, ya un hombre después de estar tres días perdido en la caravana que regresaba a Galilea, partía el corazón. En la carretera que Luis XIV hizo construir desde el parque de Versalles a Paris, trabajaron 36.000 hombres. La zona y el trabajo eran tan insanos e inhumanos que muchos morían por la noche y sus cadáveres eran llevados en carretas a la mañana siguiente a enterrar en los osarios. La mujer de un noble de la corte que contempló esa escena un amanecer dejó dicho y así lo recoge la memoria de un escritor cercano a ella que “esas muertes son un inconveniente, pero no parece digno de poner mayor atención en ello, visto el feliz estado de tranquilidad de que gozamos”. Entre 1451 y 1475 arribaron a las costas del sur de España, golfo de Cádiz y Algarbe portugués unos 15.000 esclavos africanos; 18.500 entre los años 1476 y 1500 y entre 1501 y 1525 no menos de 48.000, en datos de Philip Curtis, quien calcula que a finales del siglo XVI había unos 57.582 esclavos africanos en España, un 0,73% de su población. Solo en la ciudad de Cádiz, entre 1650 y 1695 se vendieron y compraron 3.233 esclavos negros. La Compañía de Jesús comerció durante más de un siglo con esclavos para sostener sus finanzas y para mantener las necesidades de iglesias y escuelas, incluida, por ejemplo, la Universidad de Georgetown, la primera universidad católica de los Estados Unidos. Los duques de Medina Sidonia construyeron parte de su fortuna sobre el cobro de la alcábala, el tributo sobre las ventas que se produjeron en su jurisdicción territorial de esa costa de la que hablo durante los siglos XVI a XVIII cuando el Guadalquivir, en Sanlucar de Barrameda, era uno de los puntos centrales del comercio mundial de esclavos. Puede consultarse la tesis doctoral del historiador vasco Javier Ortiz “La comunidad vasca en Sevilla y la trata de esclavos” (en el siglo XVI). Dedicaré (Deo volente) alguna de estas columnas a dar cuenta de los vascos, cántabros, astures y catalanes involucrados en el comercio de esclavos cuyos descendientes aun sacan la cabeza entre nosotros, y algunos dan clases de ética cristiana. Hay un aspecto de la inmigración africana del que no se habla ni por políticos, ni por académicos, ni por eclesiásticos de las diversas confesiones en nuestro país: la existencia de la actividad depredadora de los ricos o los poderosos y los que intentan serlo sobre los pobres. Y menos todavía de lo que en moral de séptimo se estudiaba en la Ponti salmantina: la oculta compensación. Claro que los ricos que pagan las ideas y su difusión han logrado que desaparezca el Juicio Final y el Señor de la historia que reequilibre las crueldades y opresiones sobre oprimidos y desgraciados varios. La sustancia expansiva que todo lo sostiene y no es personal y así no se entera de nada es mejor concepto y da más tranquilidad que el Eterno que me conoce cuando me acuesto y levanto. Servidor, que es memo, sigue creyendo en Mateo 25, 31-46.

 

DOS. Aquí sigue un elenco de desconciertos: según la señora De Bleeker, secretaria de Estado de Presupuestos de Bélgica, la dosis de la vacuna de Astrazeneca la ha comprado a 2,9 euros. Como la UE se hace cargo del 38,6% del coste de cada vacuna y el resto lo paga el país adquirente, España compra la dosis de Astrazeneca a 1,12€, la de Pfizer a 7,55€ y la de Moderna a 9,26€. El CSN pone en funcionamiento estas semanas la renovación de una central nuclear, por más allá de los 40 años para lo que fue autorizada. Ferrovial se ha adjudicado la reconstrucción de una autopista en USA por valor inicial de 192 millones de dólares. El 15 de marzo el total de fallecidos, estadísticamente correcto y comprobado, era de 72.424 personas en España. Pero Finalbión alcanzó hasta 1.600 millones de euros de financiación a las midcaps (empresas con rango de cotización media en bolsa) españolas en el mismo año de la COVID, 2020. Y no sólo esa noticia es compatible con nuestros muertos, sino que respecto a fusiones y adquisiciones de empresas en enero y febrero de 2021, Allen&Ovey Spain ha llegado a los 8.625 millones €; EY España con 9 operaciones ha llegado a los 7.759 millones de euros y AZ capital con tres operaciones lo hizo a 6.766 milones €. El mercado de transacciones con 156 operaciones ha crecido en los primeros meses de 2021 un 224,99%. Alguna noticia más: USA ha invertido 8.039 millones de euros, el Reino Unido 919, Francia 330 y Alemania 274. Pero el ICO ha lanzado un SOS al Ministerio de Hacienda pues no se ve capaz de gestionar con los ejecutivos que tiene los préstamos que lo desbordan y que alcanza el millón de expedientes. Parados tras un año de pandemia hay 401.000 más de los que había en marzo de 2020 y añadamos los 750.000 españoles que están en ERTE. Estemos atentos: Mister Thomas Piketty, economista liberal, listo y de fama, defiende hoy el socialismo y acaba de publicar un libro alabándolo, que, suponemos, alcanzará cifras récord de ventas. Y, por favor, por favor, no olvidemos un hecho de repique y que anuncia cambios históricos de vuelta al zar Nicolas II, el señor Putin, antiguo coronel del KGB, acaba de aprobar, democráticamente como es natural, la nueva constitución rusa que le permite presentarse a elecciones hasta 2036 y, (suena el órgano en la catedral del Divino Salvador) Dios entra como tal en el texto fundante de la República, con patriarca de velo blanco y barba blanca y alma blanca. La constitución define el matrimonio como la relación estable y comprometida entre un hombre y una mujer. Los grilletes de Skeffington era un aparato de tortura, empleado por la Inquisición inglesa y luego por los bondadosos anglicanos ingleses que nunca han roto un plato en esas lides, que sujetaba a la víctima hecha un ovillo y el cuerpo se partía por efecto de la compresión.

 

CODA. El pasado domingo día 4, Pascua de Resurrección, celebraba la Iglesia la festividad de san Agatópodo que, pese a su nombre, era diácono en Tesálónica de Macedonia y que en tiempo del emperador Maximiano, en pleno siglo IV, por mandato del prefecto Faustino y al negarse a abjurar de la fe, fue arrojado al mar con una piedra atada al cuello. Con él fue martirizado de igual modo Teódulo que era lector, de los que explica Salvador Santos que deben estar atentos a las inflexiones y explicaciones de los textos al leer. El 18 de marzo ha muerto en Perú don Luis Bambaren, quien fuera obispo de Chimbote, a los 93 años y uno de los prelados combatientes por las poblaciones originarias y sus derechos en las tierras en que le tocó vivir. Estudió en Granada, que siempre influye en ese modo de vivir. “Dale limosna, mujer, que no hay desgracia mayor, que ser, ciego en Granada”. Para él y para el cardenal Tumi de quien escribí hace unos días aquí a propósito de Camerun, que ha fallecido estos días, suena la música militar de pompa y circunstancia “la despedida de los cazadores a caballo de la Guardia Imperial Napoleónica a los valientes lanceros polacos”.

 Alberto Revuelta.

8 comentarios

  • Isidoro

    A propósito del punto 1, regocíjate Alberto, sobre Mateo, 25, 31-46:
     
       Nietzsche, en su “La genealogía de la moral”, cita como Santo Tomás de Aquino, en su “Summa Teologica”, siguiendo a Tertuliano afirmaba que:
     
    “Los bienaventurados verán en el reino celestial las penas de los condenados, para que sus bienaventuranzas les satisfagan más. Y para que por ello den gracias más rendidas a Dios, se les concede que vean perfectamente la pena de los impíos”.       
     
         Tertuliano, que era más “directo”, ya había escrito:
     
    “¡De cuantas cosas me reiré!. ¡Allí gozaré!. ¡Allí me regocijaré contemplando como tantos y tan grandes reyes, gimen en profundas tinieblas; viendo además como aquellos sabios filósofos se llenan de rubor ante sus discípulos, que con ellos se queman, a los cuales convencían de que nada pertenece a Dios!…”.
     
    Y esta postura tiene una coherencia interna. El mismo Nietzsche, dice:
     
    “El cristianismo, imaginó a los seres humanos “libres”, para que pudieran ser juzgados, para que pudieran ser culpables… El cristianismo es una metafísica (justificadora) del verdugo”.
     

    Para los justicieros: Al final será el reir,,,, y el freir.

     

    • Alberto Revuelta

      No conocía las aportaciones de los amigos que citas. No soy justiciero. Pero me duele en las entrañas y las asauras tanta crueldad, tortura, destrucción humana y masacres como la historia enseña y en mi vida he visto y compadecido. No creo que a sus autores les salga gratis la maldad cumplida. Tampoco creo que el sinsentido rija nuestro devenir. Confío, con toda mi alma, en el Señor de la historia. Gracias por tu entrada

      • Isidoro

        Amigo Alberto, perdona si he sido un poco brusco, y créeme que te comprendo.
        Pero el Señor de la historia humana, dijo esta a frase, que como no podía ser de otro modo, citaré:

        “¡Perdónales porque no saben lo que hacen!”.

        El sentido de este aparente sinsentido, es la justicia, y la justicia es castigar al culpable. ¿No te parece suficiente argumento para comprender que en el fondo, no somos culpables de nuestras miserias humanas?

        • Alberto Revuelta

          Pues no se que decirte….En los años de abogado, en los de cura en sitios calamitosos he visto la maldad humana de cara y en acción. Es verdad que el Señor disculpo y quito hierro a su historia personal de tormento y muerte. Pero el como víctima perdonó. Conozco otras muchas que no han podido ni han querido ofrecer ese perdón. Gracias otra vez

  • mª pilar

    Uffff… No hay un Dios, que arregle el duro corazón de los poderosos y ricos.

    Solo Jesús, expresó la manera, de poder salir de esta rueda sin sentido, llena de esclavitudes, y despropósitos sin fin.

    O lo logramos los seres humanos…si es que quedan…con corazón bueno, y buen sentido, que haga posible que:

    Los siempre ninguneados se levanten haciendo posible:

    ¡Otro mundo mejor, justo, sereno, y digno para todo ser nacido!

    Si confiamos en un “dios” que arregle lo que nosotros mismos dañamos:

    ¡Esto no tiene remedio posible!

    Dado que la fuerza reside en las personas que han obtenido poder y riqueza, y siguen haciéndolo a costa del resto, que ellos/as han dominado desde siempre.

    Una vez más…me ha impresionado…y estoy agradecida por ello, y más, comprobando en cada una de sus entregas, como incansablemente lucha por corregir este mal endémico en este mundo perdido.

    Precisamente, por el deseo desmesurado e injusto de poseer sin límites.

    Gracias Alberto de corazón.

     

  • Ludovico

    Alberto mi admiración por su trabajo tenaz en favor de los realmente abandonados por el sistema. No he podido seguir más allá de la mitad de la esclavitud entre nosotros. Dios le ayude. Muchas familias ignoran ese trabajo que usted hace en su favor. Eso sí es que tu mano derecha no sepa lo que haga tu izquierda.

  • Juan García Caselles

    Abreviando: “Los ricos cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres” Carlos Marx, no daba una, el hombre,

    Y a la coda, una pequeña rectificación:

    Dale limosna, mujer,

    que no hay en el mundo nada

    como la pena de se

    ciego en Granada.