En 2021 sigue muy vivo el interés de los “poderes fácticos”, que ya han conseguido que ni se les nombre así, para que los jóvenes, como han proclamado para tranquilizarnos este aniversario del 23F, ni sepan que Tejero no era un futbolista. Y, por supuesto, han conseguido convencer a casi todos de que -gracias al rey- el 23F 1981 fue sólo un ”intento”, no un rotundo golpe de Estado, todavía oculto en gran parte como “secretos oficiales”, a partir del cual fueron disminuyendo o incluso desapareciendo muchos de nuestros, entonces todavía débiles, recuperados derechos y libertades.
Hoy como entonces, con sus características propias, por supuesto, tenemos un gravísimo problema territorial; una gravísima crisis económica e incluso sanitaria; un Gobierno denunciado cada día por los poderes fácticos como ”socialcomunista, y por lo tanto ilegítimo”, como entonces Fraga consideraba que el triunfo de F. González sería como una nueva invasión de los moros; padecemos de unos altos militares que opinan que habría que fusilar a media España, sin ser ni investigados por esas amenazas golpistas… porque están jubilados y hay, dicho sea con perdón, “libertad de expresión”; e incluso existe un partido con más de cincuenta diputados que promueve a su manera un “salvar España”, sin que falte otro partido, con más poder aún y del que proviene, que debilita al Gobierno en cuanto debe y en cuanto puede también.
Sin duda no sufriremos un nuevo golpe cuartelero tipo “clásico”, ni quizá un parecido “intento”, pero hay demasiadas circunstancias juntas para excluir un posible cambio político brusco, poco democrático, en el siglo XXI.
Pues si todo fue una puesta en escena, desde finales del 75 hasta febrero del 81, el guión es merecedor de un Óscar.
A mí me encanta el cine.
Y como soy tontica, creo que vivo en un país democrático y también creo que le debo muchas cosas a muchas personas de aquel entonces. Pero ya saben de mis limitaciones y de la facilidad con la que se puede manipular mi pensamiento….
Gracias
Carmencita, es que los guionistas no tenían, ni tienen, un pelo de tontos. Y nadie ha dicho que esto no sea una democracia, plena o mejorable, tanto da. Lo que triunfó de verdad fue el capitalismo y sus sostenedores, y esos siempre son demócratas, salvo que se ponga en cuestión sus privilegias. Siempre me acuerdo de Allende y quienes lo mataron.
Por lo demás, sigue escribiendo, que tienes un lector seguro. Un beso
Sabes de qué estoy convencida? De que la riqueza engendra riqueza. Convencida. Como los elefantes engendran elefantitos. Eso le da derecho al elefante y al elefantito a tratar a los demás a trompazo limpió? Ni hablar.
Entonces? Pues entonces habría que hablar con los elefantes. Convencerlos de que hay que hacer un reparto más justo del pasto, de la riqueza. Que hay para todos. Y si ellos como son los más grandes, necesitan más hierba, de acuerdo. Pero toda, o sea, de eso nada.
El dinero siempre ha existido de un modo u otro y la riqueza nunca desaparecerá. Podrá cambiar de forma, el papel moneda desaparecerá o no. Se pagará con el móvil o no. Aparecerán patrones de riqueza nuevos, pero nunca desaparecerá. Al menos así pienso.
Haría falta cabezas nuevas que reorganizaran la economía global de otra forma, que no tengo ni idea de la que pueda ser. No hay otra salida. Lo que se llama capitalismo o como se le quiera llamar creo que está tocado de muerte. Porque el planeta no es sostenible. No creo que nadie quiera destrozar nuestra casa. No lo creo. Sorry.
Lo veremos? Probablemente no. Pero eso no quiere decir que no pueda ocurrir. Tengo fe en el ser humano. Cada uno cree en lo que puede.
Un abrazo
Yo también te leo.
Es que no fue un intento fallido. Fue un golpe de estado que triunfó con todas las de Veri. El rey quedó como un rey, la derecha aseguró sus posiciones y la izquierda de verdad desapareció como un azucarillo en un vaso de agua. ¿No fue un éxito?
La izquierda de verdad desapareció, se diluyó por obra y gracia de los poderes fácticos, ¡qué cosas! Y yo, que soy otra tonta, creyendo que ha sido por no conseguir adeptos ni votos, pues anda que no había partidos de extrema izquierda, de la de verdad, en la Transición. Pero mire usted, no los votaban. Y es que somos tan tontos y tan manipulables… Como ahora, mira que no votar a ese gran partido de izquierda verdadera de PI luchando por romper el Estado constitucional!
Y digo yo, ¿cómo es que la “izquierda de verdad” está desaparecida en toda Europa y parte del extranjero si ahí no hubo “autogolpes”?