Los profesionales de los oficios religiosos, cuyas economías dependen de tales ritos y propiedades para mantenerse, han desarrollado un culto a sus superiores profesionales desde obispos al papado rayano en la estulticia idolatría. Así ha ocurrido con el cardenal arzobispo de Madrid que fue aupado a las nubes del olor de oveja cual otro Bergoglio pero cántabro el de aquí. Aclamado por la prensa confesional católica como el hombre de Francisco en España para llevar a todos a la salida de la iglesia en salida perfumada con estiércol de oveja. Bien pues el tal cardenal es estos días protagonista, por activa actuación, o por mala elección de sus funcionarios laicos y eclesiásticos en materia económica, de un pelotazo inmobiliario en Madrid que ronda los 150 millones de euros y ha decido expulsar de sus viviendas alquiladas a varias decenas de familias y pretende hacer lo mismo con 140 ancianos de una residencia de su propiedad y una parroquia. Pues qué bien. La revista Religión digital que publicitó al actual jefe de tales profesionales haciendo de él un nuevo poverello serafico, no ha dicho ni mu de la trapallada. Derecho a la información que tienen los creyentes católicos de la capital del Reino.
Alberto Revuelta
Pues esto es muy grave…llegue a confiar hace un tiempo en el con su implicación en la ecología integral pero si tienes tanto poder y vives en un palacio la distancia con el pueblo y con los pobres es enorme. Me entristece enormemente pero a estas alturas y con todo lo que se está publicando de las inmatriculaciones pues llega un momento en que ya nada me sorprende.
Como cantaban aquel gran grupo de los 80 Golpes Bajos “Malos tiempos para la lírica”
Inmatriculaciones de la iglesia en las distintas diócesis donde se ha dado este hecho…quería decir.
Pues he leído que es para hacer un gran colegio de educación concertada.
Pobres niños. Sé lo que les espera. Un buen profesorado, un buen centro y una buena manipulación ideológica.
Pobres los que se quedan tirados, sin casa. Y en pleno pandemia. Bueno, y sin pandemia.
Entienden por qué la iglesia no tiene solución? Es muy sencillo. Porque tiene muchísimo dinero. Quién dijo que no se puede servir al dinero y a Dios a la vez, que tienes que elegir?
Diría que fue Jesús, ese señor de por allá, de por Galilea. Pero a lo mejor es que el señor obispo no lo conoce. Estaría bien que leyese algo sobre Jesús. Si me dan su correo, le mando alguna explicación de esas de Salvador Santos.
Lo digo por el bien de su alma. Vaya a ser que se condene por desconocimiento y…
Estoy pensando que si es cierto lo que he leído, porque ya se sabe que la gente se las inventa al vuelo, pues como sea cierto que esos edificios los quiere alguien para hacer un centro concertado, digo yo que posiblemente sea uno centro católico, o no. Pero cabe la posibilidad.
Resulta que hay una compañía muy muy muy fuerte dentro de la organización de la iglesia católica que desde sus orígenes se ha dedicado a la enseñanza.
A lo mejor, a lo mejor, que digo que , a lo mejor, si es cierto lo que he leído, pues es dicha compañía la que construiría ese gran centro de enseñanza concertado.
No lo sé. Me lo estoy inventando.
Pero como sea así yo me parto.
Y es que soy muyyyyy mal pensada, por eso de vez en cuando, acierto.
Antes de cerrarlos, copio aquí los dos artículos que me han explicado el pelotazo al que se refiere Alberto:
La Iglesia Facilita un pelotazo urbanístico en Chamartín
La Iglesia vende 14 edificios en el centro de Madrid: inquilinos a la calle
Es curioso que tanto Osoro como Alberto y yo mismo hemos estado en el mismo Colegio del Salvador de Salamanca, el seminario de vocaciones tardías que se perfilaba como una institución nueva para formar los sacerdotes de una Iglesia renovada…
Es que el Espíritu no para tratando de hacer comprender al pueblo fiel que una cosa es la fe en Jesús y otra bien distinta la fe en los obispos, por muchas tragaderas que se tengan.
¡¡¡Que barbaridad!!!
¿Qué se puede esperar de a quienes nada les falta, y tiene el “poder” en sus manos sin que nadie les frene?
Este es el estilo de la iglesia “poder” que nada le frena, ni el dolor, ni mucho menos las injusticias.
Terrible.
Gracias como siempre Alberto.