Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

7445 Artículos. - 113034 Comentarios.

Meditación de la técnica, y 12/12

 Curso-taller basado en libro del mismo nombre de José Ortega y Gasset (1933). Ver Índice y entradas anteriores

 

XII

EL TECNICISMO MODERNO- LOS RELOJES DE CARLOS V — CIENCIA Y TALLER — EL PRODIGIO DEL PRESENTE

Destilado: El tecnicismo moderno es completamente distinto del que ha actuado en todas las técnicas anteriores.

A partir del siglo XVI, el nuevo técnico va a proceder como la «nueva ciencia».

La unión entre el nuevo tecnicismo y la ciencia da a la técnica moderna independencia y seguridad en sí misma.

Ya no es azar o magia, sino «método», que requiere aprender del trato con los objetos materiales:

  • Análisis racional y experimento son las bases de la nueva técnica, siguiendo el ejemplo de la ciencia física.
  • Ciencia y técnica parecen desde entonces unidas.
  • Como prueba de su eficacia tenemos el increíble desarrollo que han experimentado en los últimos tiempos,

que dan prueba de la casi ilimitación de posibilidades en la técnica material contemporánea.

El tecnicismo de la técnica moderna se diferencia radicalmente del que ha inspirado todas las anteriores. Surge en las mismas fechas que la ciencia física y es hijo de la misma matriz histórica. Hemos visto cómo hasta aquí el técnico, obseso por el resultado final que es el apetecido, no se siente libre ante él y busca medios que de un golpe y en totalidad consiga producirlo. El medio, he dicho, imita a su finalidad.

      En el siglo XVI llega a madurez una nueva manera de funcionar las cabezas que se manifiesta a la par en la técnica y en la más pura teoría. Más aún, es característico de esta nueva manera de pensar que no pueda decirse dónde empieza; si en la solución de problemas prácticos o en la construcción de meras ideas. Vinci fue en ambos órdenes el precursor. Es hombre de taller, no sólo ni siquiera principalmente de taller de pintura, sino de taller mecánico. Se pasa la vida inventando «artificios».

      En la carta donde solicita empleo de Ludovico Moro, adelanta una larga lista de invenciones bélicas e hidráulicas. Lo mismo que en la época helenística los grandes poliorcetas dieron ocasión a los grandes avances de la mecánica que terminan prodigiosamente en el prodigioso Arquímedes, en estas guerras de fines del siglo XV comienzos del XV se prepara el crecimiento decisivo del nuevo tecnicismo. Nota bene: unas y otras guerras eran guerras falsas, quiero decir, no eran guerras de pueblos, guerras férvidas, peleas de sentimientos enemigos, sino guerras de militares contra militares, guerras frígidas, guerras de cabeza y puño, no de víscera cordial. Por lo mismo guerras… técnicas.

      Ello es que hacia 1540 están de moda en el mundo las «mecá­nicas». Esta palabra, conste, no significa entonces la ciencia que hoy ha absorbido ese término que aún no existía: significa las máquinas y el arte de ellas. Tal es el sentido que tiene todavía en 1600 para Galileo, padre de la ciencia mecánica. Todo el mundo quiere tener aparatos, grandes y chicos, útiles o simplemente divertidos. Nuestro enorme Carlos, el V, el de Mülhberg, cuando se retira a Yuste, en la más ilustre bajamar que registra la historia, se lleva en su for­midable resaca hacia la nada sólo estos dos elementos del mundo que abandona; relojes y Juanelo Turriano. Éste era un flamenco, verdadero mago de los inventos mecánicos, el que construye lo mismo el artificio para subir aguas a Toledo —de que aún quedan restos— que un pájaro semoviente que vuela con sus alas de metal por el vasto vacío de la estancia donde Carlos, ausente de la vida, reposa.

      Importa mucho subrayar este hecho de primer orden: que la maravilla máxima de la mente humana, la ciencia física, nace en la técnica. Galileo joven no está en la Universidad, sino en los arsena­les de Venecia, entre grúas y cabrestantes. Allí se forma su mente.

      El nuevo tecnicismo, en efecto, procede exactamente como va a proceder la nuova scienza. No va sin más de la imagen del resultado que se quiere obtener a la busca de medios que lo logran. No. Se detiene ante el propósito y opera sobre él. Lo analiza. Es decir, des­compone el resultado total —que es el único primeramente deseado— en los resultados parciales de que surge, en el proceso de su génesis. Por tanto, en sus «causas» o fenómenos ingredientes.

      Exactamente esto es lo que va a hacer en su ciencia Galileo, que fue a la par, como es sabido, un gigantesco «inventor». El aristotélico no descomponía el fenómeno natural, sino que a su conjunto le buscaba una causa también conjunta, a la modorra que produce la infusión de amapolas una virtus dormitiva. Galileo cuando ve moverse un cuerpo hace todo lo contrario: se pregunta de qué movimientos elementales y, por tanto, generales, se compone aquel movimiento concreto. Esto es el nuevo modo de operar con el intelecto: «análisis de la naturaleza».

      Tal es la unión inicial —y de raíz— entre el nuevo tecnicismo y la ciencia. Unión como se ve nada externa, sino de idéntico método intelectual. Esto da a la técnica moderna independencia y plena seguridad en sí misma. No es una inspiración como mágica ni puro azar, sino «método», camino preestablecido, firme, consciente de sus fundamentos.

      ¡Gran lección! Conviene que el intelectual maneje las cosas, que esté cerca de ellas; de las cosas materiales si es físico, de las cosas humanas si es historiador. Si los historiadores alemanes del siglo XIX hubiesen sido más hombres políticos, o siquiera más «hombres de mundo», acaso la historia fuese hoy ya una ciencia y junto a ella existiese una técnica realmente eficaz para actuar sobre los grandes fenómenos colectivos, ante los cuales, sea dicho con vergüenza, el actual hombre se encuentra como el paleolítico ante el rayo.

      El llamado «espíritu» es una potencia demasiado etérea que se pierde en el laberinto de sí misma, de sus propias infinitas posibili­dades. ¡Es demasiado fácil pensar! La mente en su vuelo apenas si encuentra resistencia. Por eso es tan importante para el intelectual palpar los objetos materiales y aprender en su trato con ellos una disci­plina de contención. Los cuerpos han sido los maestros del espíritu, como el centauro Quirón fue el maestro de los griegos. Sin las cosas que se ven y se tocan, el presuntuoso «espíritu» no sería más que demencia. El cuerpo es el gendarme y el pedagogo del espíritu.

      De aquí la ejemplaridad del pensamiento físico frente a todos los demás usos intelectuales. La física, como ha notado Nicolai Hartmann, debe su sin par virtud a ser hasta ahora la única ciencia donde la verdad se establece mediante el acuerdo de dos instancias independientes que no se dejan sobornar la una por la otra. El puro pensar a priori de la mecánica racional y el puro mirar las cosas con los ojos de la cara: análisis y experimento.

      Todos los creadores de la nueva ciencia se dieron cuenta de su consustancialidad con la técnica. Lo mismo Bacon que Galileo, Gilbert que Descartes, Huygens que Hooke o Newton.

      De entonces acá el desarrollo —en sólo tres siglos— ha sido fabu­loso: lo mismo el de la teoría que el de la técnica. Vea el lector en el librito de Allen Raymond, ¿Qué es la tecnocracia?, traducido en las ediciones de la Revista de Occidente, algunos datos sobre lo que hoy puede hacer aquel técnico. Por ejemplo:

      «El motor humano, en una jornada de ocho horas, es capaz de rendir trabajo, aproximadamente, en la proporción de un décimo de caballo. Hoy día poseemos máquinas que trabajan con 300.000 caballos de potencia, capaces de funcionar durante veinticuatro horas del día por mucho tiempo.

      » La primera máquina de conversión de energía distinta del meca­nismo humano fue la tosca máquina de vapor atmosférico de Newcomen, en 1712. La primera máquina de esa marca desarrolla 5,5 ca­ballos de fuerza, calculada por la cantidad de agua que eleva en un tiempo determinado. Esta máquina alcanzó su máximo tamaño hacia 1780, con gigantescos cilindros y 16 a 20 recorridos de émbolo por minuto. Tenía una potencia de 50 caballos, o sea, 500 veces la del motor humano. Pero la eficiencia de la máquina Newcomen era un décimo de la máquina humana y requería 15,8 libras de carbón por caballo. Tenía otros defectos, tanto en energía como en la parte mecánica, que impidieron su adopción general.

      » La introducción de la turbina trajo un nuevo tipo de conver­sión de energía. Mientras las primeras turbinas construidas poseían menos de 700 caballos y la primera turbina que se instaló en una estación central era de 5.000 caballos, las turbinas modernas llegan a alcanzar 300.000 caballos, o sea, 3.000.000 de veces el rendi­miento de un ser humano en jornada de ocho horas. Calculada sobre la base de veinticuatro horas de funcionamiento, la turbina tiene nueve millones de veces el rendimiento del cuerpo humano.

      » La primera turbina montada en una estación central consu­mía 6,88 libras de carbón por kilovatio hora en 1903.

      » Ha habido un descenso en consumo de carbón de 6,88 libras a 0,84 libras en un período de 30 años, lo que indica la variación del rendimiento al efectuar el trabajo humano por medio de las máquinas.

      » E1 rendimiento máximo de civilización en el antiguo Egipto nunca excedió de 150.000 caballos en jornada de ocho horas, su­poniéndole 3.000.000 de habitantes. Grecia, Roma, los pequeños Estados e Imperios de la Edad Media y las naciones modernas tuvieron el mismo índice de rendimiento hasta la época de Jaime Watt. Cambios cada vez más rápidos ocurrieron desde entonces. El progreso social, desconocido hasta ahora, avanzó lentamente al prin­cipio, después dio una carrera, tomó vuelo y avanzó con la rapidez de un cohete. Serie tras serie de desarrollos técnicos han barrido los procesos industriales de cada década, desde 1800, para dejarlos redu­cidos a métodos anticuados del pasado.

      » La primera máquina, la de Newcomen, no sobrevivió a su siglo. El segundo cambio en la conversión de energía, la máquina de Watt, no sobrevivió un siglo para ser reemplazada por. una nueva máquina de mayor rendimiento. De los 9.000.000 de veces por los que hemos multiplicado la energía del cuerpo humano para obtener las unidades modernas de energía mecánica alcanzadas, un aumento de 8.766.000 veces ha ocurrido en los últimos veinticinco años.

      » Sobre disminución de horas de trabajo humano desde 1840, notemos que, en acero, el grado de disminución ha sido la inversa de la cuarta potencia del tiempo; en automóviles, aún mayor; en producción de lingotes de hierro, una hora de trabajo humano con­sigue hoy día lo que seiscientas horas del mismo trabajo hace cien años. En agricultura, sólo 1/3.000.000 de horas de trabajo humano por unidad de producto se necesitan comparadas con 1840. En la fabri­cación de lámparas incandescentes, una hora de trabajo humano realiza tanto como nueve mil horas del mismo trabajo en 1914.

      » E1 grado de disminución en horas de trabajo humano por uni­dad de producción, tomadas en conjunto, es, pues, aproximada­mente un tresmilésimo.

      » Los fabricantes de ladrillos durante más de cinco mil años, nunca lograron por término medio más de 450 ladrillos por día y por individuo, en jornada de más de diez horas.

      » Una fábrica moderna de fabricación continua de ladrillos pro­ducirá 400.000 ladrillos por día y por hombre.»

      No respondo de la exactitud de estas cifras. Los «tecnócratas» de quienes proceden, son demagogos y, por tanto, gente sin exac­titud, poco escrupulosa y atropellada. Pero lo que tenga ese cuadro numérico de caricatura y exageración, no hace sino poner de mani­fiesto un fondo verdadero e incuestionable: la casi ilimitación de posibilidades en la técnica material contemporánea.

      Pero la vida humana no es sólo lucha con la materia, sino tam­bién lucha del hombre con su alma. ¿Qué cuadro puede Euramérica oponer a ése como repertorio de técnicas del alma? ¿No ha sido, en este orden, muy superior el Asia profunda? Desde hace años sueño con un posible curso en que se muestren frente a frente las técnicas de Occidente y las técnicas del Asia.

21 comentarios

  • Jose Antonio Pastor M.

    Cita de Ortega y Gasset reveladora ya en aquellos tiempos de su vida.

    “Empezando por la monarquía y siguiendo por la Iglesia, ningún poder nacional ha pensado más que en si mismo” Jose Ortega y Gasset. Filosofo, periodista y diputado con amplia formación técnica e intelectual, formación de la que carecían los advenedizos noveles que se incorporaron a sus escaños durante la II República Española.

  • Honorio Cadarso

    Amigo Varela, nos has puesto al día al gran filósofo español de los tiempos de la República. Duato y otros han apostillado a tus comentarios y a los tgextos del filósofo los aspectos de signo social que yo creo que él no tuvo en cuenta y limitan sus visiones y razonamientos.

    No, no podemos ponerlo en la banda de García Lorca, o Manuel de Falla, o Picasso, o tantos otros que intentaron una España menos franquista que la que todavía estamos padeciendo.

    En mi opinión, no cabe una ciencia y unos avances tecnológicos que no nos acerquen a una fraternidad y solidaridad universala entre todos los humanos.

    • Jose Antonio Pastor M.

      Jose Antonio Primo de Rivera (creo que en algún articulo en internet he visto que admiraba a Ortega y Gasset) dijo ” Afirmar que España es una unidad de destino en lo Universal, es querer…”.

  • M. Luisa

    Naturalmente que la ontología tradicional ya ha hecho su camino pues con su lógica del ser  ha logrado entificar la realidad idealizándola.

    El “es” de la intelección ha consistido en un “es” afirmativo y por tanto aquel  “es” inteligido previamente, sería, ha sido, se le ha supuesto de carácter entitativo, con lo cual  esta equívoca convergencia entre uno y otro “es” ha sido la que  ha trazado, en buena medida, el cauce de la ontología tradicional y con ella toda su filosofía europea.

    La reforma radical vendría dada no tanto, creo, por la noción de “ser” sino dejar   de referirlo  al ente y contrariamente   dejar  que sea la realidad sentida la que nos abra a él, a este “ser”. La cual cosa nos lleva a considerar que la primera función del decir del logos no es  la afirmativa.

    El término formal del inteligir  no es el “es” sino la realidad. Como tantas veces he expresado,  lo que está siendo es la realidad, no lo que afirma un logos de ella y por tanto es la realidad actualizada la que da sentido a este ser que la afirma, es decir fundamentándolo.

    Por otro lado quiero aclarar que   hablo del acto de  “inteligir” y no del acto de pensar porque precisamente así como la intelección es un hecho no así el acto de pensar que siendo ulterior  es más propio de un  razonamiento.

    En resumen pienso que la ontología tradicional nos ha de llevar  a una metafísica contemporánea  que atienda a la realidad  estructural de los sistemas físicos de la ciencia y los incluya.

    También quiero expresar  mi agradecimiento por el Curso.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Últimas preguntas después del Curso
     
    La llamada Filosofía se asienta en 3 postulados:
    1- el ser es
    2- el no-ser no es
    3- ambos no pueden coexistir
     
    ¿Cómo pensar este “ser humano”:
    – que se nos presenta “siendo y no-siendo”?
    – ¿Por qué no lo dejamos en su desnudez de puro hecho sin fundamento y razón?
    – ¿Por qué le suponemos esa razón que prima facie no tiene?
    – a esto se lo llamó “ser CONTINGENTE”.
     
    En esa tra­dición, donde el ente es autárquico, suficiente y logro
    –  resulta incomprensible un modo de ser
    – que consista en mero ensayo o conato de ser,
    – el cual no incluye garantía alguna de que no se malogre.
     
    Declarar problemática y cuestionable, que
    – “un ser pueda no-ser”
    – supondría invitar a una reforma radical de la noción misma de ser, y
    – trastornar de arriba abajo la ontología tradicional.
    …………………….

  • oscar varela

    Hola!
     
    Preguntaba:
    – ¿es “POSIBLE” el “proyecto-humano”?
    ………………………
     
    En el Curso se fue viendo que
     
    (Lección I)
    – los seres naturales coinciden con las condiciones que la Naturaleza le impone,
    – es decir se adaptan a su mundo circundante;
    – ese “adaptarse” es lo que da el “sentido” a su existir.
     
    (Lección II)
     – el ser humano no se adapta; pretende “otro mundo”, el suyo: “extra-natural”;
    – se tiene que afanar en lograr ser lo que no es.
     
    (Lección VI-VII)
    Pregunta: “qué ser es ese que tiene que ser”
    Respuesta:
    – no la hay
    – solo hay ensayos y conatos históricos.
     
    (Lección XI-XII)
    – el ser humano de la modernidad ha sido nuestro conato
    – su ciencia y su técnica lógica,
    Preguntas:
    – ¿logrará su pretensión? ¿de qué manera? ¿a qué costo?
    – y aunque lo logre ¿Por cuánto tiempo?
    ……………………..

    • Jose Antonio Pastor M.

      Es posible y ademas no puede desprenderse de ello, puede intentarlo pero lo humano es su esencia…lo humano no puede despojarse de lo humano…y la técnica creadora del transhumanismo por ejemplo no puede negar lo humano, puesto que lo transhumano ya no es humano, sino su propio proyecto transhumano. Seguramente coexistirán hasta que quede una especie, como ocurrió con el Neandertal y el Homo Sapiens Sapiens…eso ES ya una historia que esta escribiéndose.

  • oscar varela

    Hola!
     
    En torno al vocablo “aceptar
    ……………………
     
    Aceptamos” vivir; o sino …
    Y ahí, desde ese origen, empezamos a sentir las “NECESIDADES”.
    ……………………
     
    El Curso no nos agrega nada; solo invita a “darnos cuenta”
    – de que “no solo de pan”,
    – sino del “proyecto” que somos.
     
    Pero (y hundo hasta el hueso):
    – ¿es “POSIBLE” el “proyecto-humano”?
    ……………………
     
    Esta Meditación-Curso no lo trata;
    más bien va concluyendo que la Técnica contemporánea:
    – “pone de mani­fiesto un fondo verdadero e incuestionable:
    – la casi ILIMITACIÓN DE POSIBILIDADES en la técnica material.”
     
    Y deja en el aire un “pero”:
    – “Pero la vida humana no es sólo lucha con la materia,
    – sino tam­bién lucha del hombre con su alma.”

  • ELOY

    Hola Oscar.

    Aunque últimamente no he participado mucho en ATRIO, ni tampoco en este curso-taller sobre la técnica basado en el trabajo de Ortega (sí lo hice al principio)  no he dejado de seguirlo.

    Te agradezco tu esfuerzo al plantearlo y realizarlo y he de reconocer que me dio ocasión a plantear y replantear conceptos y percepciones que pareciendo muchas veces muy simples y sencillas, tienen mas enjundia de lo que a primera vista parece.

    Gracias. Un abrazo

  • Asun Poudereux

    En este tema como en tantos otros referidos a personas concretas, se pone el acento y discusión en lo que se ha hecho y han hecho,  y su porqué, dejando olvidado lo que no se ha hecho y no han hecho y sigue pendiente de hacerse. Y sigue siendo así, si el objetivo continuo y constante No es el bien común, dicho más claramente, el bien de todas las personas sin excepción, ni exclusión.  Cuánto hubiese avanzado el ser humano en humanidad, si la técnica y la ciencia se hubiesen enfocado en mejorar las condiciones y relaciones humanas en todos los sentidos, sin ningún ánimo de lucro, ni personal, ni nacional, ni estatal y hasta incluso continental.
    Ejemplos contrarios a esto los tenemos, hemos tenido y seguimos teniéndolos vergonzosamente en España desde el más alto  representante del país hacia abajo.                             Muchas gracias al creador del curso. Oscar, tu trabajo concienzudo es admirable. Mueves a los comentaristas a dar lo mejor de ellos. Enhorabuena. 

  • oscar varela

    Hola!
     
    La vida humana es una ecuación de “equilibrio inestable” entre:
    – lo que NECESITAMOS (y)
    – lo que PODEMOS
    ……………………
     
    En la Lección II Ortega nos ofreció distinción y claridad
    acerca del concepto fundamental del Curso:
    ¿qué se ha de entender por “NECESIDAD HUMANA
    Decía:
     
    “…el concepto de «NECESIDAD HUMANA» abarca indiferen­temente
    – lo OBJETIVAMENTE NECESARIO y
    – lo SUPERFLUO.
     
    – Si distinguiéramos cuáles de entre nuestras necesidades son
    NECESARIAS-INELUDIBLES, y cuáles
    SUPERFLUAS,
    – nos encontraríamos:
     
    1.° Con que ante las necesidades que pensando a priori parecen más elementales e INELUDIBLES —alimento, calor, por ejemplo—, tiene el hombre una elasticidad increíble. No sólo por fuerza sino hasta por gusto reduce a límites increíbles la cantidad de alimento y se adiestra a sufrir fríos de una intensidad superlativa.
     
    2.° En cambio, le cuesta mucho o sencillamente no logra prescindir de ciertas cosas SUPERFLUAS y cuando le faltan prefiere morir.
     
    3.° De donde se deduce que el empeño del hombre por vivir, por estar en el mundo, es inseparable de su empeño de estar bien. Más aún: que vida significa para él no simple estar, sino bienestar, y que sólo siente como necesidades las condicio­nes objetivas del estar, porque éste, a su vez, es supuesto del bienestar. El hombre que se convence a fondo y por completo de que no puede lograr lo que él llama bienestar, por lo menos una aproxima­ción a ello, y que tendría que contentarse con el simple y nudo estar, se suicida.
     
    EL BIENESTAR Y NO EL ESTAR ES LA NECESIDAD FUNDAMENTAL
    – la necesidad de las necesidades.
    …………………………………….
     
    NOTA: Acá Ortega va a mostrar los bíceps de su pedagogía (se trata de un Curso):
    – partió en la Lección I de un concepto vulgar del vocablo “NECESIDAD”;
    – ahora pide a los cursantes un esfuerzo para avanzar sobre ese mismo vocablo;
    (toda auténtica pedagogía es un esfuercito para ‘DARNOS CUENTA’ de lo que ya sabíamos)
    Dice:
    – “Con lo cual llegamos a un concepto de necesidades humanas completamente distinto del que en el artículo anterior topamos, y además opuesto al que, por insuficiente análisis y descuidada meditación, suele adoptarse.”
    …………………………
     
    MEDITACIÓN de la NECESIDAD
     
    1- Decimos que hemos encontrado una verdad
    – cuando hallamos un pensamiento que satisface una necesidad intelectual
    – previamente sentida por nosotros.
    – Si no nos sentimos menesterosos de ese pensamiento,
    – éste no será para nosotros una verdad.
    – Verdad es aquello que aquieta una inquietud de nuestra inteligencia.
    – Sin esta inquietud no cabe aquel aquietamiento.
     
    2- Una verdad no existe propiamente sino para quien la ha menester;
    – que una ciencia no es tal ciencia sino
    – para quien la busca, afanoso;
    – para quien la necesita.
     
    3- Para quien no la necesita, para quien no la busca,
    – la ciencia es una serie de palabras, o de ideas, que,
    – aunque se crea haberlas entendido una a una,
    – carecen, en definitiva, de sentido.
     
    4- Para entender verdaderamente algo
    – no hace falta tener eso que se llama talento
    – ni poseer grandes sabidurías previas;
    – lo que hace falta es una condición elemental, pero fundamental:
    – lo que hace falta es necesitarlo.
    ………………………………….
     
    5- Mas hay formas diversas de necesidad, de menesterosidad.
    – Si alguien me obliga inexorablemente a hacer algo,
    – yo lo haré necesariamente, y, sin embargo,
    – la necesidad de este hacer mío no es mía, no ha surgido en mí.
    – sino que me es impuesta desde fuera.
     
    (Yo siento, por ejemplo, la necesidad de pasear, y esta necesidad es mía, brota en mí, me es impuesta desde dentro de mi ser; la siento, en efecto, como necesidad mía.
    Mas cuando al salir yo de paseo el guardia de la circulación me obliga a seguir una cierta ruta, me encuentro con otra necesidad, pero que ya no es mía, sino que me viene impuesta del exterior, y ante ello lo más que puedo hacer es convencerme por reflexión de sus ventajas, y en vista de ello aceptarla.)
     
    6- Cuando el hombre se ve obligado a aceptar una necesidad externa, mediata,
    – se encuentra en una situación equívoca, bivalente:
    – porque equivale a que se le invitase a hacer suya (esto significa aceptar)
    – una necesidad que no es suya.
    – Tiene, quiera o no, que comportarse como si fuese suya,
    – se le invita, pues, a una ficción, a una falsedad.
     
    – Y aunque ponga toda su buena voluntad para lograr sentirla como suya,
    – no está dicho que lo logre, no es ni siquiera probable.

    • mª pilar

      ¿No hay otra manera de expresarlo?

      Una cosa es “aceptar” una imposición, porque en ese momento puede ser necesario por alguna causa que desconocemos, (como el ejemplo del guardia) puede que nos desvíe de nuestro itinerario… pero lo asumo porque en ese momento puede ser necesario por…¿Un accidente, una rotura de algo en la calle etc. etc.?

      Hay momento en nuestra vida, que ante lo “impuesto o mandado” tengamos que optar lo que cada persona crea necesario para su vivir.

      Es solo una pregunta ante una duda que me brota al leer este texto.

      Gracias, y disculpa mi ignorancia…si es posible…dime algo por favor.

  • ana rodrigo

    Querido Oscar, aunque yo no haya participado, te agradezco y te reconozco el trabajo tan sistemático y tan concienzudo que has hecho tan generosamente. Un abrazo

  • Juan A. Vinagre Oviedo

    Hola, Oscar: Tiene mérito esta exposición de las reflexiones de Ortega sobre la técnica, donde además exhibe una vastísima cultura, que ayuda a hacernos con una visión global del proceso histórico seguido en este tema. La ciencia y la técnica van cada vez más asociadas, y progresan cada vez más, dándonos sorpresas casi inimaginables hace unas pocas décadas… El progreso técnico es evidente, y en muchos aspectos beneficiosos para la humanidad.

    El problema puede surgir cuando ese progreso se desvía de lo que debe ser: Servir para el bienestar y el desarrollo del ser humano, no para utilizarlo o reemplazarlo o marginarlo… Un progreso sin ética es más bien pseudoprogreso (o miniprogreso), si es que no simple y triste barbarie… Este es el gran riesgo: El desarrollo técnico -y sus artefactos- convertidos en los nuevos ídolos a los que hay que rendirles culto y sacrificios…   Crecer en tecnología y no en humanidad mide nuestro bajo desarrollo humano y nuestra inmadurez.

    Esta puede ser la gran lección a aprender y reflexionar, a propósito de las reflexiones de Ortega.

    En suma, el progreso es bueno si sirve para promocionar al hombre, para humanizarlo, no para robotizarlo o sustituirlo o para retrasar su humanización. La promoción del hombre debe ser el objetivo fundamental, si partimos de una buena jerarquía de valores, de los que la tecnología no entiende ni se ocupa.

    Enhorabuena, Oscar.

     

  • Antonio Duato

    Es curioso que al final de su reflexión de doce capítulos -todos extremadamente interesantes. ¡Me he quedado con ganas de comentar más! Pero ya lo habéis hecho otros por mí y mejor-, Ortega se entretenga con los datos sobre los enormes adelantos de su tiempo en ciencia-tecnología, fijándose en la producción de fuerza que reemplaza la humana y animal.

    La fuerza era medida en caballos o caballos de vapor, que corresponde en media a la energía que podían producir diez hombres con diez horas de trabajo. Y habla de los caballos de fuerza que pueden generar las máquinas y las turbinas de vapor (el adelanto del momento). El trasporte de energía por medio de la electricidad ya existía. La automatización de procesos en las fábricas también se iba imponiendo.

    Pero en esa visión del posible desarrollo de la ciencia-técnica ni podían sospechar los avances de la informática en el sustituir al hombre como productor de trabajo  manual complementario de las máquinas (robotización) y, sobre todo, de trabajo intelectual (transferencia y computación de datos e información) de manera insospechada como está presentándose en crecimiento exponencial.

    Lo interesante, tras este curso-taller sería discutir sobre lo que en el proyecto de regeneración que expusimos a principio de año en ATRIO, el sensato progreso científico-técnico. Personalmente opino que aunque hoy el Planeta y la Humanidad sufre de exceso cientifico-técnico, la salvación sigue estando en más progreso pero más sensatamente empleado para bien común.

    • mª pilar

      Antonio, comparto todo este comentario, todo.

      El curso muy interesante.

      ¿Sabrá esta humanidad mejorar para el bien común, o seguirá siendo el trampolín para que las grandes fortunas sigan creciendo?

      Gracias a los dos.
      Abrazos

  • Jose Antonio Pastor M.

    Yo voy a poner el ejemplo de un científico  y el de una científica Españoles.

    El investigador y microbiólogo Francisco Juan Martinez Mojica fue el primero en descubrir las secuencias CRISPR  tras investigar una arquea “Haloferax mediterranei”. Luego llegaron los Norteamericanos y se agregaron el resultado por ser técnicos y buscarle las aplicaciones contra el cáncer y otras muchas cosas que se van descubriendo y ahí comenzó la guerra de patentes. Actualmente se esta experimentando con esta técnica para encontrar un test superápido con biotecnología CRISPR-Cas9 para detectar el SARS-CoV-2. Pero como digo hay muchas más aplicaciones, cada día que pasa. Aquí mi humilde homenaje a este gran científico, humilde y sencillo. Gracias, espero algún día coincidir y poder saludarte y darte las gracias.

    Y ahora hablo de la tristemente fallecida y desde aquí mi homenaje y mis palabras de cariño y respeto a pesar de no conocerla en persona, para esta mujer pionera y científica en tiempos donde no era muy corriente la presencia femenina en esta disciplina… Margarita Salas.

    ¿Y que estudio Margarita Salas? Pues un virus, pero un virus que infecta bacterias, y que no es patógeno para las personas. El fago phi 29 es un virus que infecta a la bacteria Bacillus Subtilis y que es inocuo para el ser humano. Por eso, ha sido un excelente modelo para estudiar como los fagos infectan a una bacteria y se reproducen en su interior. Y podemos preguntarnos ¿Y para que sirve esto? Pues esto que aparentemente parece que no tiene importancia, ha permitido desentrañar mecanismos que ahora se están utilizando a través de técnicas biotecnologías para combatir infecciones de bacterias resistentes a antibióticos como son las nosocomiales, una espada de Damocles que amenaza a la humanidad. Aquí vemos como la ciencia básica tiene aplicaciones para resolver los problemas que se le plantean al ser humano. Pero no solo descubrió estas cosas, sino que Margarita Salas descubrió la ADN polimerasa (lo que se utiliza para realizar la PCR de la que tanto se habla en estos días). Esta patente ademas de ser utilizada para amplificar ADN y ser una técnica ahora rutinaria para cualquier análisis genético, ha supuesto la patente mas rentable de la historia de la ciencia Española. Gracias Margarita allí donde estés. Su biografía es increíble…En este caso la ciencia nos lleva a la técnica.

    En el y en ella están esa impronta o ese espíritu de inquietud y de búsqueda.

    P.D.- Margarita Salas fue alumna de otro famoso científico de la diáspora Española…Severo Ochoa.    

     

     

          

    • Jose Antonio Pastor M.

      Aunque también es verdad que esta ciencia y sus descubrimientos, para poder desarrollarla estaba sustentada en otras técnicas…técnica que nos lleva a la ciencia y esta a su vez a desarrollar la técnica…y así en un bucle recurrente.

      • Jose Antonio Pastor M.

        Y para finalizar solo decir que Ortega pues demostró ser un hombre de su tiempo, ya que se dio cuenta de los cambios que estaban operando en la época que le toco vivir, el artesano desaparecía, siendo remplazado por los técnicos. Ortega tuvo esa intuición y utilizo su teoría de la técnica no solo para sus teorías filosóficas sino para un debate futuro como el que hemos estado desarrollando aquí, y muchos que vendrán en otros ámbitos. Gracias Oscar por darnos estos meses de confinamiento un espacio virtual de aprendizaje y de compartir. Para mi ha sido muy positivo. Gracias.

  • oscar varela

    Hola!

    Dos frases:

    UNA:

    -“Conviene que el intelectual maneje las cosas,

    -que esté cerca de ellas”

     

    OTRA:

    – El llamado «espíritu» es una potencia demasiado etérea

    -que se pierde en el laberinto de sí misma,

    -de sus propias infinitas posibili­dades.”