Hacía días que no recibímos nada de Andrés. Hoy nos envía tres poemas con esta nota:
Amigos, tras andar malucho, los oncólogos no sé si me dan el alta o bien el alto, ya que me permiten proseguir con la quimio, un regalo envenenado pero reactivo. Por lo menos hemos descansado, aunque aquí van mis últimos tres poemillas, abrazotes.
Nosotros los ofrecemos a nuestros lectores, con un respeto imponente. AD
SESO Y SENSO
De la vida en el ángulo oscuro
olvidada tal vez de sí misma
silenciosa y quizás adormida
yacía mi amada.
Cuántos besos durmiendo en su cuerpo
como pábilo extinto en su seno
esperando que el alma despierte
para amanecerlos.
Ay, pensé, la vida es un dispendio
de recuerdos y huellas perdidas
de huellas y recuerdos prendidos
del alma en sus pliegues.
Despiértese el alma que aún dormita
e ignora su corazón tatuado
avivando con el seso el senso
que juntos palpitan.
De la vida en el ángulo oscuro
veía a la amada
ya despierta y mirando mi rastro
difuminado con la amanecida
cual rastro sin rostro.
(Yo me embozo de gozo furtivo).
ENTUMECIDO
(Todo para decir que ando regular
o, mejor dicho, irregular (AOO).
Solo
enhiesto
altivo
ligeramente mareado
por la marea ambiente
y el ruido de fondo
absorto pendiente
quedo
como una estatua al borde
del mar frío
tiritando entre dientes
bajo pájaros que revolotean
indecisos
en pie sufrido herido
absorbiendo el aire
de los viejos trigales insolados
trasmudando el corazón en alma
el alma en calma y la noche
en alba
desvelando el velo de Isis
mortecino
que vela su cuerpo femenino
lascivo ambiguo nítido
introyectando el aura de un sol
interior
que caliente mis vísceras
mi cuerpo entumecido
aherrojado solitario
solo acompañado por tus ecos
y mis presentimientos
absorto seco
junto al mar-madre
bajo tus párpados mojados
entre piedras rodadas del viejo
camino
cansado hirsuto melancólico tibio
atribulado
quieto como un cangrejo mustio
o una tortuga envarada
de pie y arrodillado
lo siento me asiento en el tiempo
ante la eternidad abierta
de par en par
estática y extática
excéntrica
como estancia barrida por el viento
me quedo estupefacto
me levanto levito me adormezco
mientas caliento un bol de manzanilla
silvestre
lento indómito escanciado
suelto y absuelto
resuelto a todo y nada
me retiro me canso me dispenso
me disperso en un sueño que me sueña
entero
ya dormito me esfumo
en silencio
arrebatado caído macilento
infirme informe mohíno
desvaído: ido.
LUDIBRIO DEL SER
Ser y no ser: es la doble cuestión
(AOO).
Nacer para pacer en este mundo
pacer para finalmente desnacer
desnacer para no ser lo que has sido
dejar de ser para ludibrio del ser.
Ludibrio que es engaño y desengaño
engañarse para desengañarse
y desengañarse para engañarse
de nuevo y siempre el rito repetido.
Repetir para allegarse lo mismo
lo mismo que era es y aún será
el abordaje al borde de la nada.
La nada que es el ser enfebrecido
enfebrecido y muerto y sepultado
en otro ser al fin resucitado.
(Ser es ser y transer al mismo tiempo
un ser transido por la nada ida
el ser transido por la nada huida).
Vayan por delante los mejores deseos de salud, de paz y de bien, Andrés. Tu primer poema, inspirado en Bécquer, me evocó uno mío en el que parto del de Rubén Darío: JUVENTUD, DIVINO TESORO/ TE VAS PARA NO VOLVER… Siempre me impresionó este comienzo tan brillante, genial, aunque en los versos siguientes no siga a la misma altura y decaiga… Por ello, un día intenté desarrollarlo a mi manera, en octosílabos, tratando de mantener un poco ese vuelo inicial… No sé si lo habré logrado. Me temo que no. Pero ahí va, aunque sea como un esfuerzo de volar… De volar y de trascender, porque la poesía lo intenta muchas veces…
¡Oh, Tú, divino tesoro!
Te vas para no volver…
¿Por qué te vas si te adoro
y te doy culto por ser
lo más bello que en la vida
pueda gozar y tener?
Sin ti yo doy por perdida
toda esperanza de ver
mi huerta siempre florida
o a punto de florecer…
Juventud, divo tesoro,
que vas para no volver…
¿Por qué te vas si te adoro
y no te quiero perder?
¿Por qué te vas y me dejas
desgastado e inseguro?
¿Por qué te vas y te alejas
sin prometerme un futuro,
que permita reencontrar
ese tesoro seguro,
que ya no pueda cambiar?
Juventud, divo tesoro,
si ya no vas a volver,
¿las cosas que más añoro
son apariencias sin ser;
son apariencia inestable,
caprichosa, caducable,
que no puedo retener?
Las cosas que yo más quiero
se me van de entre las manos,
y por mucho que me esmero
sólo trazo planes vanos,
que se quedan en el cuero
como si fueran ancianos.
Juventud, divo tesoro,
quiero saber la verdad:
¿Las cosas que más adoro
son sólo caducidad…?
¿Aprenderé las lecciones
de mirar lo pasajero
como si fueran cuestiones
de rango perecedero?
Cuando me libre del sueño
que me tiene anestesiado,
y me convierta en mi dueño,
me veré tan liberado
de ensoñación sin empeño,
que surgiré renovado,
con una mente ligera,
libre de pesos, que mire
la vida de tal manera
que sólo a lo estable aspire.
De la juventud que pasa
y no vuelve, sólo anhelo
no contaminar mi casa,
para levantar el vuelo,
que me lleva a más altura,
donde la vida se basa
y la juventud perdura.
¡Oh juventud, tesoro divino!
Te lo pregunto de nuevo:
¿Me sugieres un destino,
más allá de esta frontera
-si me cultivo y renuevo-,
que me lleve a otra ribera?
¿La juventud no termina,
se transforma en más madura,
pues la madurez combina
juventud con la hermosura
que quiere permanecer…?
Si es éste tu proceder,
juventud, divo tesoro,
por haberte ido no lloro,
pues sé que vas a volver.
Un abrazo muy fuerte.
Pensamientos que se cruzan
Sentimientos que confunden
Pesares que permanecen
Sombras que se demoran
Luces que se apartan
Anhelos que se despiertan
Silencios que se olvidan
Seguridades en fuga
Recuerdos que se esquivan
Todo va y viene a sus anchas
Estrechan mi realidad
Mi ser viviente
Perdiéndose en la nada
Cuando lo que soy habla.
Andrés, no estoy capacitada para contestarte con el lenguaje poético que tú utilizas y que dice tanto y tantas cosas.
Yo sólo puedo enviarte ánimo, mi solidaridad y mi cariño en tu situación.
Un abrazo
Hola!
Nos introduce A.D.:
– “Hacía días que no recibíamos nada de Andrés. Hoy nos envía tres poemas con esta nota:
-“Amigos, tras andar malucho, los oncólogos no sé si me dan el alta o bien el alto, ya que me permiten proseguir con la quimio, un regalo envenenado pero reactivo. Por lo menos hemos descansado, […]”-
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Hace un poquitín más que una semana, el 24 de mayo,
(AOO) cumplía un año en ATRIO,
donde su corazón viene latiendo ininterrumpidamente
cada una de las 48 semanas que tiene el año.
Esta es la semana 49.
Y nos viene a decir que poemiza su trabalenguas metafísico
“… al borde del mar frío”.
La velita de su Cumpleaños seguirá iluminándonos
desde el enredo paradojal y enigmático de su decir,
en última instancia siempre “entre-paréntesis”:
-“(Ser es ser y transer al mismo tiempo un ser transido por la nada ida el ser transido por la nada huida).”-
Ánimo y adelante.
Mientras sus pasos sigan…el camino se va haciendo.
Un abrazo entrañable.
Un abrazo afectuoso, con cercanía y deseos de recuperación, para Andrés.