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Para entender y revivir este 1º de Mayo

A falta de manifestaciones callejeras para unirse a todos los trabajadores del mundo, ATRIO sugiere una serie de vídeos para unirse a este acto:

Uno: El Himno de La internacional, para ser cantado y meditado en el confinamiento de cada uno:

Dos. Dos pasajes de películas en momentos de de revolución obrera:

  • La revolución rusa en 1917 en la película Rojos (1981):

  • Las luchas revolucionarias de agricultores en Italia. Película Novecento de Bertolucci:

Tres. Una Manifestación virtual hoy en Madrid. CNT: Orgullo de clase trabajadora

 

Cuatro: En su capilla privada de Santa Marta, el papa Francisco hablaba del trabajo humano como continuación del trabajo de Dios y ha dicho que la esclavitud continúa hoy degradando a las personas. Se encuentra las palabras del papa a partir del minuto 13. O se puede leer el texto completo en  en la nueva web del Grup Cristià del Dissabte, que a primera hora de hoy ya la había publicado:

2 comentarios

  • oscar varela

    Hola!

    ¿Qué le vamos a hacer, no?

    Yo aspiro a superar estos “Esfuerzos”

    hoy lloriqueos anacrónicos.

    ………………….

    Por otra parte, felicito a ATRIO

    por posibilitar la aspirada superación

    en la idea que LA TÉCNICA como

    ESFUERZO PARA AHORRAR ESFUERZO.

    ………………..
     La cultura del “TRABAJO” está signada por el DOLOR del ESFUERZO OBLIGADO.
    (ver: Biblia; Etymología: trabajo = tripalitum / los 3 palos de estaquear)
     
    ¿No hay un nuevo modo de sentir la existencia,
    como el sentido deportivo y festival de la vida?
     
    El progresismo cultural, que ha sido la religión de las dos últimas centurias, no podía estimar las actividades del hombre sino en vista de sus resultados. La necesidad y el deber de cultura imponen a la humanidad la ejecución de ciertas obras. El esfuerzo que se emplea para darles cima es, pues, obligado. Este esfuerzo obligado, impuesto por determinadas finalidades, es el trabajo.
     
    El siglo XIX, consecuen­temente, ha divinizado el trabajo como un esfuerzo no cualificado, sin prestigios propios, que recibe toda su dignidad de la necesidad a que sirve. Por esta razón tiene un carácter homogéneo y meramente cuantitativo que permite medirlo por horas y remunerarlo matemáticamente.
     
    Al trabajo se contrapone otro tipo de esfuerzo que no nace de una imposición, sino que es impulso libérrimo y generoso de la potencia vital: es el deporte (amateur).
     
    Si en el trabajo es la vitalidad de la obra quien da sentido y valor al esfuerzo, en el deporte es el esfuerzo espontáneo quien dignifica el resultado. Se trata de un esfuerzo lujoso, que se entrega a manos llenas sin esperanzas de recompensa, como un rebose de íntimas energías.
     
    De aquí que la calidad del esfuerzo deportivo sea siempre egregia, exquisita. No es posible someterla a la unidad de peso y medida que rige la usual remuneración del trabajo. A las obras verdaderamente valiosas sólo se llega por mediación de este antieconómico esfuerzo:
    – la creación científica y artística,
    – el heroísmo político y moral,
    – la santidad religiosa
    son los sublimes resultados del deporte.
     
    Pero adviértase que a ellos no se va de una manera preconcebida. Nadie ha descubierto una ley física simplemente por habérselo propuesto; más bien la ha hallado como un regalo impre­visto que se desprendía de su ocupación gozosa y desinteresada con los fenómenos de la naturaleza.
     
    Pues bien: una vida que encuentra más interesante y valioso su propio ejercicio que esas finalidades antaño ceñidas de simpar pres­tigio, dará a su esfuerzo el aire jovial, generoso y algo burlón que es propio al deporte.
     
    Disminuirá en lo posible el gesto triste del trabajo que pretende justificarse con patéticas consideraciones sobre los deberes humanos y la sagrada labor de la cultura.
     
    Hará sus esplén­didas creaciones como en broma y sin darles grande importancia. El poeta tratará su propio arte con la punta del pie, como un buen futbolista.
     
    El siglo XIX tiene de extremo a extremo un amargo gesto de día laborioso.
     
    Hoy, la gente joven parece dispuesta a dar a la vida un aspecto imperturbable de día feriado.
     

    • ELOY

      Gracias Oscar. Como sabes en griego el trabajo se decía “ponos” trabajo, pena, ejercicio fatigoso y similares significados; también, curiosamente, el fruto y recompensa del trabajo, e incluso “combate”, que eso viene a ser a la postre la interrelación entre el trabajador y su tarea a través del esfuerzo.
      Así que te deseo mucha ventura y suerte en este esfuerzo que inicias. En este combate que ya tendrás preparado para resumir, aclarar, analizar, escribir y hacernos llegar de forma comprensible, el resultado del esfuerzo de tu “ponos”, de tu trabajo. Verdadero combate al que te enfrentas.
      Un saludo.