Curso-taller basado en libro del mismo nombre de José Ortega y Gasset (1933). Ver Índice y entradas anteriores
II
EL ESTAR Y EL BIENESTAR—LA «NECESIDAD» DE LA
EMBRIAGUEZ—LO SUPERFLUO COMO NECESARIO—
RELATIVIDAD DE LA TÉCNICA
Destilado: La técnica es la adaptación del medio al sujeto. Se trata, pues, de un movimiento en dirección inversa a todos los biológicos. Podríamos decir, por ello, que un hombre sin técnica no es un hombre.
- Si el ser humano desea controlar la satisfacción de las necesidades puramente biológicas es para poder dar satisfacción a otras que van más allá de ellas.
- El empeño del hombre por vivir, por estar en el mundo, es inseparable de su empeño de estar bien.
- Vida significa para él no simple estar, sino bienestar.
- A diferencia del hombre, el animal es atécnico: se contenta con vivir y con lo objetivamente necesario para, simplemente, existir.
- El hombre es hombre porque para él existir significa bienestar, y por ello es técnico: creador de lo superfluo.
Enhebremos con la lección anterior.
Actos técnicos —decíamos— no son aquellos en que el hombre procura satisfacer directamente las necesidades que la circunstancia o naturaleza le hace sentir, sino precisamente aquellos que llevan a reformar esa circunstancia eliminando en lo posible de ella esas necesidades, suprimiendo o menguando el azar y el esfuerzo que exige satisfacerlas.
Mientras el animal, por ser atécnico, tiene que arreglárselas con lo que encuentra dado ahí y fastidiarse o morir cuando no encuentra lo que necesita, el hombre, merced a su don técnico, hace que se encuentre siempre en su derredor lo que ha menester —crea, pues, una circunstancia nueva más favorable, segrega, por decirlo así, una sobrenaturaleza adaptando la naturaleza a sus necesidades. La técnica es lo contrario de la adaptación del sujeto al medio, puesto que es la adaptación del medio al sujeto. Ya esto bastaría para hacernos sospechar que se trata de un movimiento en dirección inversa a todos los biológicos.
Esta reacción contra su contorno, este no resignarse contentándose con lo que el mundo es, es lo específico del hombre. Por eso, aun estudiado zoológicamente, se reconoce su presencia cuando se encuentra la naturaleza deformada, por ejemplo, cuando se encuentran piedras labradas, con pulimento o sin él, es decir, utensilios. Un hombre sin técnica, es decir, sin reacción contra el medio, no es un hombre.
Pero hasta ahora se nos presentaba la técnica como una reacción a las necesidades orgánicas o biológicas. Recuerden ustedes que insistí en precisar el sentido del término «necesidad». Alimentarse era necesidad porque era condición sine qua non de la vida, es decir, del poder estar en el mundo. Y el hombre tiene, por lo visto, un gran empeño en estar en el mundo. Vivir, perdurar, era la necesidad de las necesidades.
Pero es el caso que la técnica no se reduce a facilitar la satisfacción de necesidades de ese género. Tan antiguos como los inventos de utensilios y procedimientos para calentarse, alimentarse, etc., son muchos otros cuya finalidad consiste en proporcionar al hombre cosas y situaciones innecesarias en ese sentido. Por ejemplo, tan viejo y tan extendido como el hacer fuego es el embriagarse… —quiero decir, el uso de procedimientos o sustancias que ponen al hombre en estado psicofisiológico de exaltación deliciosa o bien de delicioso estupor. La droga, el estupefaciente, es un invento tan primitivo como el que más. Tanto, que no es cosa clara, por ejemplo, si el fuego se inventó primero para evitar el frío —necesidad orgánica y condición sine qua non— o más bien para embriagarse. Los pueblos más primitivos usan las cuevas para encender en ellas fuego y ponerse a sudar en forma tal que entre el humo y el exceso de temperatura caen en trance de cuasi embriaguez. Es lo que se ha llamado las «casas de sudar».
Resulta inacabable la lista de procedimientos hipnóticos, fantásticos —es decir, productores de imágenes deliciosas, de excitantes que dan placer al ejercitar un esfuerzo. Así, entre estos últimos, el «Kat» del Yemen y Etiopía, que hace grato el andar cuanto más se anda por los efectos de aquella sustancia en la próstata. Entre los «fantásticos» recuérdese la coca del Perú, el beleño, el estramonio o datura, etc. Parejamente discuten los etnólogos si es el arco de caza y guerra o el arco musical la forma primigenia del arco. La solución del debate no es cosa que ahora nos importe. El simple hecho de que quepa discutirlo demuestra que, sea o no el musical el arco originario, aparece entre los instrumentos más primitivos. Y esto nos basta.
Porque ello nos revela que el primitivo no sentía menos como necesidad el proporcionarse ciertos estados placenteros que el satisfacer sus necesidades mínimas para no morir; por lo tanto, que desde el principio, el concepto de «necesidad humana» abarca indiferentemente lo objetivamente necesario y lo superfluo. Si nosotros nos comprometiésemos a distinguir cuáles de entre nuestras necesidades son rigorosamente necesarias, ineludibles, y cuáles superfluas, nos veríamos en el mayor aprieto. Pues nos encontraríamos:
- 1.° Con que ante las necesidades que pensando a priori parecen más elementales e ineludibles —alimento, calor, por ejemplo—, tiene el hombre una elasticidad increíble. No sólo por fuerza sino hasta por gusto reduce a límites increíbles la cantidad de alimento y se adiestra a sufrir fríos de una intensidad superlativa.
- 2.° En cambio, le cuesta mucho o sencillamente no logra prescindir de ciertas cosas superfluas y cuando le faltan prefiere morir.
- 3.° De donde se deduce que el empeño del hombre por vivir, por estar en el mundo, es inseparable de su empeño de estar bien. Más aún: que vida significa para él no simple estar, sino bienestar, y que sólo siente como necesidades las condiciones objetivas del estar, porque éste, a su vez, es supuesto del bienestar. El hombre que se convence a fondo y por completo de que no puede lograr lo que él llama bienestar, por lo menos una aproximación a ello, y que tendría que contentarse con el simple y nudo estar, se suicida.
El bienestar y no el estar es la necesidad fundamental para el hombre, la necesidad de las necesidades. Con lo cual llegamos a un concepto de necesidades humanas completamente distinto del que en el artículo anterior topamos, y además opuesto al que, por insuficiente análisis y descuidada meditación, suele adoptarse.
Los libros sobre técnica que he leído —todos indignos, por cierto, de su enorme tema (Nota: El único libro que, insuficiente también en lo que se refiere al problema general de la técnica, he podido aprovechar en uno o dos puntos, es el Gotl-Lilienfeld Wirtschaft und Technik) —comienzan por no hacerse cargo de que el concepto de «necesidades humanas» es el más importante para aclarar lo que es la técnica. Todos esos libros, como no podía menos de ser, hacen uso de la idea de esas necesidades, pero como no ven su decisiva importancia, lo toman según está en la tópica ambiente.
Precisemos, antes de proseguir, la situación a que hemos llegado: en la lección anterior considerábamos el calentarse y el alimentarse como necesidades humanas, por ser condiciones objetivas del vivir, en el sentido de mero existir y simple estar en el mundo. Son, pues, necesarias en la medida en que sea al hombre necesario vivir. Y notábamos que, en efecto, el hombre mostraba un raro y obstinado empeño en vivir. Pero esta expresión, ahora lo advertimos, era equívoca.
El hombre no tiene empeño alguno por estar en el mundo. En lo que tiene empeño es en estar bien. Sólo esto le parece necesario y todo lo demás es necesidad soló en la medida en que haga posible el bienestar. Por lo tanto, para el hombre sólo es necesario lo objetivamente superfluo. Esto se juzgará paradójico, pero es la pura verdad. Las necesidades biológicamente objetivas no son, por sí, necesidades para él. Cuando se encuentra atenido a ellas se niega a satisfacerlas y prefiere sucumbir. Sólo se convierten en necesidades cuando aparecen como condiciones del «estar en el mundo», que a su vez sólo es necesario en forma subjetiva; a saber, porque hace posibles el «bienestar en el mundo» y la superfluidad.
De donde resulta que hasta lo que es objetivamente necesario sólo lo es para el hombre cuando es referido a la superfluidad. No tiene duda: el hombre es un animal para el cual sólo lo superfluo es necesario. Al pronto parecerá a ustedes esto un poco extraño y sin más valor que el de una frase, pero si repiensan ustedes la cuestión verán cómo por sí mismo, inevitablemente, llegan a ella. Y esto es esencial para entender la técnica.
La técnica es la producción de lo superfluo: hoy y en la época paleolítica. Es, ciertamente, el medio para satisfacer las necesidades humanas. Ahora podemos aceptar esta fórmula que ayer rechazábamos, porque ahora sabemos que las necesidades humanas son objetivamente superfluas y que sólo se convierten en necesidades para quien necesita el bienestar y para quien vivir es esencialmente vivir bien.
He aquí por qué el animal es atécnico: se contenta con vivir y con lo objetivamente necesario para el simple existir. Desde el punto de vista del simple existir el animal es insuperable y no necesita la técnica. Pero el hombre es hombre porque para él existir significa desde luego y siempre bienestar; por eso es a nativitate técnico creador de lo superfluo. Hombre, técnica y bienestar son, en última instancia, sinónimos. Otra cosa lleva a desconocer el tremendo sentido de la técnica: su significación como hecho absoluto en el universo.
Si la técnica consistiese sólo en una de sus partes —en resolver más cómodamente las mismas necesidades que integran la vida del animal y en el mismo sentido que puedan serlo para éste—, tendríamos un doblete extraño en el universo: tendríamos dos sistemas de actos —los instintivos del animal y los técnicos del hombre—, que siendo tan heterogéneos servirían, no obstante, la misma finalidad: sostener en el mundo al ser orgánico. Porque el caso es que el animal se las arregla perfectamente con su sistema, esto es, que no se trata de un sistema defectuoso, en principio. No es ni más ni menos defectuoso que el del hombre.
Todo se aclara en cambio si se advierte que las finalidades son distintas: de un lado servir a la vida orgánica, que es adaptación del sujeto al medio, simple estar en la naturaleza. De otro, servir a la buena vida, al bienestar, que implica adaptación del medio a la voluntad del sujeto.
Quedamos, pues, en que las necesidades humanas lo son sólo en función del bienestar. Sólo podremos entonces averiguar cuáles son aquéllas si averiguamos qué es lo que el hombre entiende por su bienestar. Y esto complica formidablemente las cosas. Porque… vaya usted a saber todo lo que el hombre ha entendido, entiende o entenderá por bienestar, por necesidad de las necesidades, por la sola cosa necesaria de que hablaba Jesús a Marta y María. (María, la verdadera técnica para Jesús).
Para Pompeyo no era necesario vivir, pero era necesario navegar, con lo cual renovaba el lema de la sociedad milesia de los aeinautai —los eternos navegantes—, a que Tales perteneció, creadores de un nuevo comercio audaz, una nueva política audaz, un nuevo conocimiento audaz —la ciencia occidental.
Hay el faquir, el asceta, de un lado; el sensual, el glotón, por otro.
Tenemos, pues, que mientras el simple vivir, el vivir en sentido biológico, es una magnitud fija que para cada especie está definida de una vez para siempre, eso que el hombre llama vivir, el buen vivir o bienestar es un término siempre móvil, ilimitadamente variable. Y como el repertorio de necesidades humanas es función de él, resultan éstas no menos variables, y como la técnica es el repertorio de actos provocados, suscitados por e inspirados en el sistema de esas necesidades, será también una realidad proteiforme, en constante mutación.
De aquí que sea vano querer estudiar la técnica como una entidad independiente o como si estuviera dirigida por un vector único y de antemano conocido. La idea del progreso, funesta en todos los órdenes, cuando se la empleó sin críticas, ha sido aquí también fatal. Supone ella que el hombre ha querido, quiere y querrá siempre lo mismo, que los anhelos vitales han sido siempre idénticos y la única variación a través de los tiempos ha consistido en el avance progresivo hacia el logro de aquel único desideratum.
Pero la verdad es todo lo contrario: la idea de la vida, el perfil del bienestar se ha transformado innumerables veces, en ocasiones tan radicalmente, que los llamados progresos técnicos eran abandonados y su rastro perdido. Otras veces —conste—, y es casi lo más frecuente en la historia, el inventor y la invención eran perseguidos como si se tratase de un crimen. El que hoy sintamos en forma extrema el prurito opuesto, el afán de invenciones, no debe hacernos suponer que siempre ha sido así. Al contrario, la humanidad ha solido sentir un misterioso terror cósmico hacia los descubrimientos, como si en éstos, junto a sus beneficios, latiese un terrible peligro. Y en medio de nuestro entusiasmo por los inventos técnicos, ¿no empezamos a sentir algo parecido?
Sería de enorme y dramática enseñanza hacer una historia de las técnicas que, una vez logradas y pareciendo «adquisiciones eternas» —ktesis eis aéi—, se volatilizaron, se perdieron por completo.
Muy frecuentemente aquí se tiende a huir de la complejidad, de lo complejo, nos es más cómodo acogernos a lo sencillo, a lo simple y aunque no siempre esto es posible una de las cosas que nos lo permite es el definir algo siempre comenzando por lo que tiene de positivo nunca por lo negativo de ello.
Siguiendo este principio entonces por qué comenzar definiendo el acto técnico por su negatividad, diciendo que “no es aquel que le procura al hombre satisfacción”.
Si el acto técnico es aquel que reforma eliminando las necesidades naturales ¿no puede suceder tal vez que ejecutándolo se nos lleve por delante lo más esencial de ellas? Que se nos lleve junto con el agua también el niño de la bañera.
¿Si los humanos sentimos, por qué hemos de pensar que sea algo a superar? ¿Por qué de entrada esa división? ¿Por qué no pensar más bien que si los órganos sensitivos están ahí será por y para algo?
Entonces, pues, ¿si de entrada sabemos que tenemos estos dos elementos, sentir y pensar por qué no empezar por definir el acto humano que nos permitirá siempre hacerlo en positivo? Y lo positivo de ese acto es definirlo como el acto que nos conecta con la realidad. Y esto precisamente porque los humanos la sentimos liberados de nuestros propios estímulos. Los estímulos, los humanos no los independizamos como les ocurre a los animales, pero tampoco los suprimimos y en su lugar nos ponemos a pensar sino que contando con ellos los sistematizamos corticalmente dejando que cumplan su plena función orgánica.
Yo no estoy en contra de la técnica, estoy totalmente a favor de ella, lo que con lo expuesto he querido decir es que para que la técnica no se convierta en una adicción siempre el acto humano ha de preceder al acto técnico.
Ciencia y Tecnología de estos días en Argentina
frente a la Pandemia covid-19
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El “NEOKIT-COVID-19” permite obtener El “NEOKIT-COVID-19” permite obtener resultados en menos de 2 horas
(muchísimo más BARATITOS – 98% de efectividad)
Coronavirus: nuevo test argentino para detectar el virus El presidente Alberto Fernández encabezó esta tarde en la residencia de Olivos la presentación de un test de diagnóstico rápido y económico desarrollado por científicos argentinos para detectar el SARS-CoV-2. https://youtu.be/KdIlE5ZLrQc
https://www.pagina12.com.ar/266176-coronavirus-nuevo-test-argentino-para-detectar-el-virus
Coronavirus: nuevo test argentino para detectar el virus
El presidente Alberto Fernández encabezó esta tarde en la residencia de Olivos la presentación de un test de diagnóstico rápido y económico desarrollado por científicos argentinos para detectar el SARS-CoV-2. https://youtu.be/KdIlE5ZLrQc
https://www.pagina12.com.ar/266176-coronavirus-nuevo-test-argentino-para-detectar-el-virus
El siguiente enlace muestra como se juega con la tecnología, los intereses y el dinero; más allá de las disquisiciones que podamos hacer de todo tipo.
Se refiere a los supuestos intentos de acuerdo entre una compañía farmacéutica y el Gobierno de Estados Unidos , para potencias la distribución de un producto contra el coronavirus que no está suficientemente testado.
Testigo de excepción el científico que fue cesado y testificó ante la Congreso de los Estados Unidos.
Porque al lado de la tecnología correcta para cada caso, también existe la tecnología “inútil” al caso pero convertida en “mercancía” que puede ser objeto de comercio.
Los titulares de la noticia en “eldiario.es”, son estos:
“La historia de Rick Bright, el hombre que trató de impedir que Trump “inundara” EEUU de pastillas contra el virus
Rick Bright, alto cargo del Departamento de Sanidad, fue cesado por el Gobierno tras intentar frenar su intento de “inundar” el país con pastillas no testadas”
ENLACE:
https://www.eldiario.es/internacional/Sanidad-despedido-inundacion-peligrosas-COVID_0_1027148090.html
La tecnología no es mas que el resultado concreto y natural de la creatividad de nuestra mente. Visto así, podría ser un tema sin mas interés, como el del lenguaje humano o la capacidad de llegar a correr la Maratón.
Lo que sucede es que al igual que la práctica del ejercicio físico, desarrolla nuestra musculatura y hasta nuestra apariencia física, la práctica de la mente, mediante la realización cotidiana de tecnologías varias, genera a su vez una “hipermusculación” de nuestra mente, generando unas subrutinas mentales, que se unen a todas las que ya tenemos.
Para Nicholas Carr, en “Superficiales”, el valor de una herramienta —y un smartphone lo es tanto, como una guadaña bien afilada— no es solamente lo que es capaz de producir “para” nosotros, sino lo que produce “en” nosotros.
Si una persona habla dos o mas idiomas, su estructura mental, cambia. Y esas nuevas subrutinas, pueden interaccionar inconscientemente con las antiguas, (como un sistema dinámico), generando la emergencia de cambios en nuestra estructura mental, que poco a poco, primero por aprendizaje, luego por epigenética, y por último, quizás por mutaciones genéticas naturales, puede variar la naturaleza del humano. (Y ya al final, mediante tecnología genómica, podrá realizar cambios genéticos artificiales).
Por eso la tecnología es un fenómeno que acelera y propicia la evolución humana. Eso ya lo vió Julian Huxley: “Dentro de la evolución total, un nuevo paso capacitará al tipo humano a realizarse a sí mismo relacionado con sus posibilidades inherentes, y posibilitará en suma la total humanización del hombre”.
Para que nos hagamos una idea de los cambios en la conciencia humana y en la organización social de la tecnología, pensemos, que la acumulación de capital y la organización social vigente, proviene del inicio del Neolítico.
En el paleolítico, la sociedades eran mas igualitarias, primero porque las hordas eran familiares, pero principalmente, porque la comida, no se conservaba, y había que comérsela rápidamente o se pudría. Y eso hacía que se repartiera y había que volver a cazar al día siguiente.
En el Neolítico, lo fundamental es que con la agricultura del cereal, y la domesticación de animales, la comida se podía almacenar o mantener vivos los animales, y eso produjo dos cosas: el ansia de acumulación, y por otra parte según algunos, evolutivamente, “la selección natural favoreció a la gente, (rara entonces), a la que le gustaba trabajar, aunque hubiera suficiente para comer. Probablemente de aquí venga nuestra obsesión por trabajar cada vez más para vivir totalmente estresados.
Así la agricultura propició la aparición de diferencias de clase, acumulación de riquezas y la aparición de unas élites, entendiendo élites como aquella gente que vive del trabajo productivo de otros.
Aparecieron también sistemas de gobierno más sofisticados y una jerarquía más marcada mientras que, antes, las sociedades de cazadores recolectores eran más igualitarias”. (Pablo Malo).
Por eso me río yo, de los que dicen que el espíritu capitalista acumulador de capital, es de hace 30 años.
Amigo Iñaki: Me he debido expresar mal. Yo no relaciono directamente la tentación del odio, que a todos nos adviene, con el bienestar-felicidad. (Reconozco que me disperso mucho a veces, y es difícil seguir mis vericuetos mentales).
Yo lo que digo es que esa tentación, (que creo que está creciendo en la sociedad actual), proviene de la necesidad subconsciente de energía vital en la persona, causada por las contradicciones internas de nuestras cosmovisiones personales, por unas creencias que no se corresponden con la realidad.
Los errores, no salen gratis, cuestan muy caro. La realidad se acaba imponiendo, y uno puede creer cualquier cosa que le hayan adoctrinado en la infancia y adolescencia, o lo que le adoctrinen los medios de comunicación, y uno puede acumular errores por falta de esfuerzo en la búsqueda de la verdad. Es muy humano.
Pero eso no sale gratis, tiene unos efectos psíquicos que sufrimos pero no asociamos a su verdadera causa, porque suele pasar que un fenómeno es causa de otro, este a su vez de otro, y este a su vez de otro, y el último es el que nos lleva al síntoma, que es el que vemos.
Y vamos al médico a que nos de pastillas para dormir, o a para la ansiedad, o simplemente para levantarse de la cama. O vamos al psiquiatra, porque estamos en crisis, o vamos al abogado para divorciarnos, porque el matrimonio no nos arregla los problemas que tenemos, que al final es que no somos felices.
Como muy bien decía Ortega, nos pasa que no sabemos lo que nos pasa, o mejor dicho, sí sabemos lo que nos pasa, pero no sabemos por qué nos pasa.
La realidad es un viento muy poderoso, y no se puede escupir contra él.
(Si tengo una cierta obsesión por la tentación del odio, es porque los viejos, somos por nuestra menor vitalidad natural, sufrimos de una mayor falta de libido, (en el sentido freudiano de energía vital), por lo que somos mas propicios a esas tentaciones revitalizadoras negativas.
Y por eso es muy típico y tópico, el viejo gruñón y malhumorado, y el viejo verde, que es otra variante del mismo proceso energético-psicológico).
Y pretendo estar alerta para no caer en ellos. Y según la proyección psicológica, uno habla especialmente de aquello que mas sufre personalmente.
Hola Isidoro
Todo aclarado. Agradecido por el tiempo que has dedicado a desenredar mis ideas.
Un saludo cordial
Pensar en Ortega como un pensador superado por otras corrientes del pensamiento de entonces, o por la distancia de tiempo que media entre 1928 ( los inicios de sus pensamientos sobre la técnica) y 1952, cuando retoma el tema con dos estupendos trabajos, nos impediría entrar al fondo del problema tal como lo plantea.
Hasta muy entrado el siglo XX el problema radicaba en saber de que manera el humano puede dominar la naturaleza, y Ortega le dio un giro que es el cómo podemos saber de qué manera somos conscientes de que la tecnología no sólo transforma la naturaleza, sino que también transforma la sociedad, y, a veces, no para bien.
Desde un principio, y para eso pone varios ejemplos, el acto de necesidad humano abarca indiferentemente lo necesario y lo superfluo ( aquello que carece de una necesidad inmediata, pues va por delante el estar bien).
En todo esto no hay un discurrir ético, pero tendrá que surgir en su momento.
Que me defina superfluo
Lo que él cree que lo es?
Yo leo lo que aquí se escribe. La técnica es un logro humano, a mí modo de ver . Un logro. La utilización que de ella se haga es otra historia.
Por supuesto que se modifica la naturaleza. Cualquier especie modifica su nicho. Claro que sí. A ver la invasión de algas que se están cargando a la poseidonia mediterránea. A ver si no modifica el medio. Claro que lo modifica. Nosotros también. Compensa? Depende del uso que se haga de la tecnología. De su utilización. Esa es la cuestión.
Y mi opinión. La mía. No quiero convencer a nadie ni denostar a nadie. Quiero decir lo que pienso.
Nada más.
Cuídate mucho.
Y creo que es un debate ético en toda línea.
Y me parece muy bien que haya modificado su pensamiento. Me parece genial. Ni idea. Solamente se lo que leo. Saco conclusiones, seguramente equivocadas. Pero eso de pensar es estupendo. Y analizar lo que lees, también. Que te equivocas? Y quién no?
Esto es hablar por hablar. No es un juicio a este señor Ortega. Que por cierto pasa por ser un gran pensador del la primera mitad del siglo XX. Me alegro por él. Pero eso de pensar se ha democratizado mucho. Se siente.
Porque me ha parecido leer que este curso se está haciendo por la actualidad del tema. Es decir, que sigue vigente todo lo que plantea. Y claro, lo leo desde la actualidad. Porque creo que es la finalidad del curso. Pero a lo mejor estoy equivocada. A lo mejor es sencillamente dar a conocer el pensamiento de Ortega y Gasset. Si fuera así, una vez más me he equivocado. Y nada que añadir. Cada cual piensa lo que puede y quiere , sobre todo en el tiempo físico en el que vive.
Genial.
Y claro, es que esto de la tecnología lleva muy poco tiempo. Apenas cien años o quizás unos cuantos más. No es una pregunta de esas eternas de , pero, qué hago aquí?
Esta es otra historia. Analizar algo concreto.
Pero bueno. A lo mejor no.
Creo que Ortega lo define, y lo hace muy bien.El humano, hasta el más primitivo tiene las necesidades mínimas para no morir, pero también experimenta otra necesidad, la de proporcionarse ciertos estados placenteros, lo que él llama superfluos.Al conjunto de las dos lo llama en su conjunto “necesidad humana”.
Tenemos que tener en cuenta el uso del lenguaje. En matemáticas, por ejemplo, empleamos un lenguaje convenido, ad hoc, donde los términos expresan los aspectos formales de la realidad con la que trabajamos.
El lenguaje filosófico nace de la idea que se quiere expresar, y no cualquier idea, sino aquella que pretende responder a un porqué, un problema al que se quiere ensayar una respuesta. La palabra es como el hierro incandescente del herrero que moldea a golpes para darle la forma que pretende. Y así el lenguaje “teológico” es una posible versión de una “respuesta dada” en forma de verdad.
Pero nos movemos en un lenguaje filosófico buscando conocimientos de nosotros mismos y de nuestro entorno, haciéndonos preguntas que tengan a bien el que podamos aventurar alguna respuesta.
En cuanto a lo de la ética, el autor no es ajeno a ella, e incluso llega a afirmar aquí en esta entrega que es vano estudiar la técnica como una entidad independiente. Pero aún no ha entrado en materia, aunque nosotros los lectores/comentaristas ya estemos formulando nuestros discursos éticos. Además, no es que él haya cambiado su discurso o cambiado de idea a lo largo de su vida, sino todo lo contrario, que lo fue haciendo más asequible, incluso para nuestra comprensión actual.
Vale.
De acuerdo.
No me interesa el lenguaje filosófico.
Tampoco es para mí una cuestión personal.
Sencillamente he opinado.
A lo mejor no he debido hacerlo. Sorry.
Sigue cuidándote. No te confíes.
Hola Román!
Voy leyéndote con aquiescente concordancia!
Gracias!
………..
Otra cosa:
¿Se ha notado LA TEMÁTICA donde ATRIO ha insertado este Curso-Taller?
Tema: 4. PROGRESO CIENTÍFICO SENSATO
…………
Uno de los estudios más suculentos de Julián Marías
lo hizo sobre el clásico Tema de LA INSENSATEZ,
en su caso lo desmenuza sobre el gran tipo que fue el Padre Graty.
Román. Perdona un momento.
Cuando no se discrepa, nunca hay problemas. Estoy segura de que a lo largo de tu vida te habrás dado cuenta.
A mí me encanta discrepar, muchas, muchas, muchas veces me han dicho que lo que soy es una insensata.
Y me parto de la risa. Porque es cierto. Lo mío es una osadía continua. Pero es divertido.
Nos encontraremos en otro hilo. Este es para personas sensatas , sensatas, sensatas. Demasiado para mí.
Gracias por aguantarme.
Perdóname que insista, pero cada vez que plantees el tema tanto como una cuestión de niveles o , bien de distintos círculos, nos empobreces, pues Atrio carece de compartimentos estancos. Así faltamos a la verdad tanto de nosotros mismos como de los asuntos que tratamos, portal abierto a las personas y a las ideas.
Véngase a cocinar el nuevo día, pero si falta Usted no habrá milagro.
Perdona.
Perdona
Perdona
Admito todo , menos que se me diga que empobrezco un debate.
Puedo resultar desquiciante, absurda, ingenua, ignorante… pero por eso mismo no empobrezco un debate.
Conceptos distintos de lo que es debatir.
Además, doy a los sabios la oportunidad de demostrar su sabiduría, eso es estupendo. Para el sabio, digo. Personalmente no se qué es la sabiduría. Tiro más a socrática. Al final siempre acabo haciéndome preguntas. Pero al final.
Un abrazo.
Ten cuidado con los nietos. Tienes que protegerte. Somos de riesgo.
Cuídate.
Aunque se le de muchas vueltas al tema marchando en paralelo con lo que hasta aquí nos dice el autor, aunque ya veremos más adelante, Ortega empieza por hacer un uso restrictivo de la técnica, lejos del concepto de los naturalistas, como veíamos en la entrega anterior. La define describiéndola con bastante complejidad como un acto meramente humano y como tal así la define. En ese contexto, o con tales premisas si las objeciones que se formulan nacen de otros considerandos filosóficos, es un acto que no está limitado a satisfacer necesidades inmediatas.
La sobrenaturalidad de la que habla es la naturalización de la técnica realizada por el humano, pues éste crea una sobrenaturaleza adaptando la naturaleza a sus necesidades y adaptando el medio al sujeto para tenerlas todas satisfechas. Así el acto técnico del hombre ya no es un acto biológico. La sobrenaturaleza es lo añadido de artificial a lo puramente natural.
Da otro paso en su pensamiento: lo específico del humano es su modo de comportamiento, lo que realiza con su entorno. Llega a decir que “lo define”. La arqueología y l paleontología, lo saben aunque no lo verbalizan, pues le sirve para rastrear nuestro pasado de especie.
Aquí lo que se está analizando es un modelo económico que crea necesidades por medio de la propaganda para que nos creamos que sin todo lo que nos dicen que tenemos que tener no lo tenemos, nos sentimos mal. Y si para obtenerlo tenemos que esiquilmar el planeta, se esquilma. Y no nos damos cuenta de que en realidad lo que hacemos es que veinte familias acumulen casi toda la riqueza del planeta. Eso es lo que se va a discutir aquí.
Y claro, nos vamos a como empezó todo. Con eso que le llaman máquinas. Con el desarrollo industrial, con el trabajo como explotación. Y se culpa a la tecnica. Es alucinante.
Quien sea partidario de volver atrás en el tiempo, como en la película de El planeta de los simios, adelante. A la edad Media en la que se plantaron los simios. Pero los simios no son de la especie humana. Eran otra especie diferente.
Estoy orgullosa de ser humana, pese a todos los pesares. Estoy convencida de que nuestra especie, con tiempo suficiente será capaz de asimilar lo que como especie es capaz de hacer. De lograr. Estoy convencida, porque la alternativa es la extinción. Y si nos extinguimos nos lo habremos ganado a pulso. Pero no culpemos a los logros, culpemosnos por hacer una utilización equivocada de ellos.
Y el problema o la cuestión o como usted lo quiera llamar de qué puñetas estamos haciendo aquí y por qué nacimos si el final es la muerte y todas esas cosas, nos viene de nuestra capacidad de reflexión. Capacidad. Algo positivo.
Y que cada cual encuentre su respuesta.
Eso, a mí juicio, es lo que se está analizando aquí. Técnica o no técnica? La técnica humaniza o deshumaniza?
Por favor. Me parece increíble cuando en este momento depende la especie entera de que unos técnicos encuentren una vacuna. Y las pandemias que vendrán.
Quizás, me parece, opino, creo que habría que replantearse infinidad de cosas. Pero la tecnología? Me parece increíble. Es un logro. Si no sabemos gestionarlo no es porque la tecnología deshumanice, es porque nos ha desbordado. Llevamos un siglo quizás, va más deprisa que nuestra cabeza y esto ha empezado ahora. No vamos a ser capaces de asimilarla?
Ustedes creen en un Dios, en un modelo económico que todo lo arreglará, yo creo en mi especie.
Sorry.
Cuídese. Esto va para largo.
Es un comentario al de Santiago.
Seguiré desarrollando un poco mi reflexión de ayer… Ya bastantes días atrás a propósito de lo que entonces se debía estar hablando, no recuerdo ahora, salió el tema generalizado por muchos autores de finales del siglo XIX y principio del XX sobre el “puesto de los seres humanos en el mundo”.
Salieron aquí varios nombres, como: Gehlen, Huxley, Scheler, etc., cada uno con sus aportaciones al respecto. Pues bien, desde la antropobiología de J. von Uexküll, se empieza a poner en duda algunas de ellas. Por supuesto que se acepta sin discusión que el animal vive en un “medio” cuya característica principal de ese medio es la de ser cerrado y por tanto le exige al animal un tipo de respuestas muy definidas y ajustadas a él.
El medio es siempre específico, determinado y concreto. Por el contrario el ser humano, como apuntaba ayer, se caracteriza por su inespecificidad, indeterminación y apertura. Basa su propio progreso no en la estabilidad sino en la inestabilidad, no en el cierre sino en la apertura, no en el equilibrio sino en el desequilibrio.
En el ser humano el equilibrio en vez de venir dado por la naturaleza se convierte en tarea propia. El humano es el animal que tiene que hacer su propio equilibrio y describir esa viabilidad, ese diseño, es el objeto de la antropobiología, que es por tanto, una ciencia descriptiva y no causal/productiva.
La antropobiología permite superar prejuicios ancestrales, elaborando una biología auténticamente humana y una antropología rigurosamente biológica. Ni la ciencia antropológica de Huxley ni la decantación de Scheler por las ciencias del espíritu, como otros tantos autores que a ellas se aplicaron en épocas pasadas, fueron suficientes. El puesto del ser humano no está en la naturaleza, ni en el cosmos sino en el mundo. Al ser humano hay que entenderlo como una totalidad y no como una superposición de estratos. Todo un reto, tanto para la biología como para la filosofía.
Hola amigos: Muy interesante. Ortega amplía la idea sobre el mecanismo detrás de la evolución. Una idea era la de adaptación al medio, que se realizaba a traves de la transformación de la estructura del ser vivo, para lograr su ciclo de replicación y así lograr la meta de vivir eternamente, pero el otro mecanismo es transformar el paisaje. de modo que al transito por la vida, y a la replicación, se le agrega el bienestar del ser vivo.
Y este bienestar en el Ser Humano, no solo es comer, dormir y funcionar biologicamente, Va mucho más allá de eso.
En la Naturaleza tambien hay animales que modifican el paísaje, como los castores, que talan árboles para construir represas, donde viven, cazan y construyen sus casas. Y se les ve nadando y jugueteando . Pero la multiplicidad y complejidad de lo que constituye el bienestar para el Ser Humano parece que supera cualquier cosa del Reino Animal.
El problema actual parece radicar en que las técnicas desarrolladas para obtener nuestro bienestar, nos tienen atrapados. Pero eso debe ser otro capítulo de Ortega, me figuro
¡Vamos todavía!
https://www.youtube.com/watch?v=t3L6Ko0a66Y
EL ARCO
¿Qué fue primero:
– de Violín
o
– de Caza?
¡¡¡Hermoso!!!
Gracias Óscar.
Hola!
¿No es llamativo que “todavía” a ningún atriero se le haya ocurrido pensar,
pensar que algunas técnicas hayan sido “im-portadas” por EXTRA-TERRESTRES?
1- Sin embargo, el primer relato de la creación lo avalaría
con su perspectiva de Arquitecto constructor
(diseña en el Vacío los Espacios que luego Ocupará)
“En el principio los dioses crearon la Tierra y el Cielo”-
Con Resultado: ¡TODO OK!
2- El segundo relato creador es mucho más antiguo
y propio de un Alfarero, conocedor de tierras y destrezas manuales.
Al diseño “artesanal” se lo reconoce por “defectos” (huellas de estilo)
Con Resultado: “MÁS o MENOS” (Bien y después Mal).
……………………
El ser humano del que tenemos experiencia y conocimiento
es el del segundo relato; somos nosotros, cualquiera de nosotros.
Somos unos “caídos” (o “colgados”) del primer relato.
Añoramos aquel “¡Todo Ok!”
y pujamos desde el “MÁS O MENOS” hacia el “TODO OK”
…………………..
Es posible que en algún momento, los Cumpas de Atrio
puedan enterarse y asumir que ese Programa, ese PROYECTO
es la base de sustentación de la Comunidad de amor y fidelidad
que el Prólogo del evangelio de Juan se escribió para ella:
“sin necesidad de divinidad alguna a la vista” (Jn 1,18).
…………………..
Hasta esta Lección 2 vemos una tensión originaria (BIEN y MAL ESTAR)
Otras nos aguardan más adelante acerca de los “DISEÑOS” ensayados,
sus características y condiciones.
Aquí se plantea la cuestión de que el ser humano “está hecho” para el bienestar. El ser racional e inteligente no se propone solamente “vivir”, pero vivir bien. Puede “adaptarse” como en este tiempo pandémico, pero su plan es “salir” del “stress” vital, ya sea el ordinario o el extraordinario, para alcanzar la felicidad que no se nos presenta como “algo temporal” sino “permanente”. Queremos siempre construir algo “que permanezca”, un legado que “quede”, algo que perpetúe nuestro nombre familiar, nuestra fortuna etc etc
Es este deseo de permanecer lo que nos indica nuestra capacidad de trascendencia. Y que nos distingue del resto de la Creación. Porque “No tenemos aquí ciudad permanente, antes buscamos la futura” (Hebr. 9:14). De manera que todos los seres humanos, sin excepción, tienden natural, necesaria e irresistiblemente a su propia felicidad. Lo que varía es “la manera” de como nos dirigimos a esa “suprema e ineludible felicidad perpetua” puesto que no todos coincidimos en la licitud y eficacia de los medios que usamos para ello.Nadie puede renunciar a su felicidad como último fin( relativo)de la vida, y ES lo que constituye el blanco y fin de toda la esperanza y de todo el anhelo humano.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Hola!
Vengo leyendo los Comentarios de Ana Rodrigo y de ELOY.
1- Ana considera su reiteración (des-usar el término “hombre”) como una “IMPERTINENCIA”.
2- ELOY se explaya por las implicancias de la idea y realidad del “TRABAJO”.
Uno podría preguntarse:
– ¿qué tienen que ver (IMPERTINENCIA y TRABAJO) con el BIEN-ESTAR de esta Lección 2ª?
– ¿no son más bien malestares de la convivencia y del disfrute?
Me encuentro respondiendo-me:
1- la IMPERTINENCIA, precisamente es no-pertenecer a una IDENTIDAD;
En este caso se está afirmando que el DNI del ser humano
no pertenece al “Conjunto” Naturaleza, pero “Intersecta” con Ella.
En diversas teorías evolutivas se ha ido constatando que el paradigma de
“la Naturaleza no anda a los saltos” (natura non facit saltum) no se verifica,
sino más bien lo contrario, que desde los infusorios no hace más que brincar!
Hablamos de “mutaciones”.
En el orden de la vida humana, Ortega hablara seriamente de “Generaciones”
como verdaderas “clases nuevas” de seres humanos;
modos diferentes de sentirse instalados en el tiempo vital.
Por lo tanto, la IMPERTINENCIA de Ana Rodrigo queda enhebrada en el orden evolutivo,
Cuánto más en las trans-formaciones de las Sociedades humanas, o Historia.
2- el TRABAJO visto como ALIENACIÓN y MERCANCÍA es una cara del MAL-ESTAR.
Comenté que “no me voy a meter”, pero ahora metido al calificarlo.
Agrego que está la otra cara positiva, la de la Producción,
que es lo propio del Capital(ismo):
-Ahorro acumulado para FABRICAR ÚTILES AHORRANTES
de ESFUERZOS para satisfacer NECESIDADES-
Acuerdo con lo que ELOY presenta (y que estudió con Alonso Olea).
Me interesa agregar que el Capitalismo está HOY absorbido (utilizado)
como herramienta para dominar el EMPRENDIMIENTO (Empresario y Empresa).
Los “Dueños-Propietarios” que “invertían” en la Fabricación de Productos y Servicios
Han tenido que rendirse a los INTERESES del Capital ahorrado.
Se trata de las FINANZAS.
El TRABAJO produciendo CAPITAL (Economía) ha producido FINANZA – USURA
(dinero produciendo dinero) cada vez a más velocidad,
por eso al Dinero se lo llama “circulante” (cuanto más rápido mayor GANANCIA).
…………………
El libro el origen de las especies por medio de la selección natural, fácil de leer no es. Precisamente por la de datos que contiene. Recuerdo que cuando me dió por ese tema tuve que recurrir a un libro de estos que te explican en qué se basa su teoría. Un libro de biología de no sé qué autor, sé que se recomendaba su lectura en la facultad de química, aquí, en Murcia. Por entonces no había facultad de Biología. Tenías que ir fuera a estudiarla. Pero en primero de químicas, no sé si ustedes recuerdan, el primer curso era selectivo. Suena fatal. Pero así se llamaba y tenías que aprobarlo entero para pasar a segundo de cualquier carrera de ciencias.
Jamás se me hubiera ocurrido pensar en Darwin como algo más que un hombre de ciencia. Pero claro, puedo estar equivocada. Otra cosa son las implicaciones filosóficas y teológicas que pueda haber traído su libro. Bueno, no es el único evolucionista del mundo. He leído por ahí que han nombrado a Lamark. Claro. Otra tendencia distinta, pero evolucionistas las dos.
Y ya pues todos los descubrimientos genéticos y el estudio de las mutaciones y la epigenética y tal, por supuesto que ha ampliado el campo de visión de Darwin. Claro. Y más que se va a complicar. No veas en los laboratorios y , pero vamos a ver, si hay mapas de genomas. Pues claro que la ciencia avanza. Y en este momento deseo con todas mis fuerzas que tiren de toda la tecnología de la que disponen para conseguir una vacuna lo más pronto posible. Nos va la vida en ello a muchos. Y desde luego el mundo tal y como lo conocemos. Porque es supercontagioso. Porque no se sabe el daño real que puede hacer. Esto si que es una circunstancia de la humanidad. Pequeñica, pero tremenda.
Creo que no he entendido bien de lo que se está hablando. No sería la primera vez.
Fin
Lo que se cuestiona es si la aparición de la especie humana ha sido o no por evolución?
Estoy sorprendida. O quizás no lo estoy entendiendo.
También se que Darwin era naturalista, más o menos equivalente a un biólogo actual, que vivió en el siglo diecinueve. Exactamente su libro el origen de las especies creo que se publicó en 1859. Creo recordar. Pero no fue un libro de juventud. En su juventud lo que hizo fue el viaje aquel en el Beagle. Le llamó la atención la enorme diversidad de especies que observó y , bueno, estuvo años tomando apuntes, dibujos y tal. Cuando volvió a su pueblo, creo que eran Londres, empezó a clasificarlos, estudiarlos despacio y después de muchos años publicó su libro. Pero ese libro diría que de filosófico no tenía gran cosa. Era un libro de ciencia natural. A lo mejor estoy confundida, la verdad, estoy preocupada porque para mí este señor es uno de los enormes grandes de las ciencias naturales. Luego diversificada en varias categorías.
No sé.
Otras cosa es la que se armó con esa idea. El ser humano no viene del barro por la modelacion directa del mismo Dios de Abrahan. Se lío una buena. Me estoy preguntando si colea hasta ahora. Creacionismo entonces? Quizás diseño inteligente? En EEUU pega muy fuerte esta teoría . Llevo dos años discutiendo con Santiago sobre esto. Le encantará leer esto que estoy leyendo.
También es posible que no haya entendido bien lo que se plantea. Y es que de filosofía, pues prácticamente no entiendo nada. He de reconocer que me llama mucho la atención cosas que estoy leyendo.
Buena tarde.
Cuídense mucho todos.
En una primera lectura encuentros puntos muy interesantes en el comentario de Juan Antonio que albergan dentro de sí, precisamente, ideas expresadas anteriormente en algunos de los míos. Por ejemplo, héroe es un término que a mi manera de ver resulta del todo improcedente darle cabida ahí.
Pienso que no es por la inadaptación al medio sino por la in – especificidad de la naturaleza humana a él. Si nos quedamos con lo primero es cuando se nos puede colar el concepto de héroe, pero si esta in – especificidad obedece a que atendemos a la propia estructura humana entonces no hay héroes que valga. Además a Darwin como científico no se detenía en los valores.
Adjunto mi reflexión a las que preceden (en el tiempo), convencido de que al contemplar el tema desde distintas perspectivas se complementan y enriquecen. De entrada, me parece que hay que reconocer que en el tema de la técnica o tecnología, Ortega es hoy tan actual -o más- que hace ochenta o cien años. Sus reflexiones, aún siendo algunas a veces retocables o matizables, siguen vigentes y estimulantes: obligan a pensar y repensar cosas de hoy. En mi reflexión me voy a detener breve y esquemáticamente en estos tres aspectos: 1) Necesidades, tendencias y carencias 2) Darwin y su principio de adaptación al medio como recurso de supervivencia 3) La técnica como progreso, seducción, ídolo y peligro.
1. Tendencias, necesidades y carencias: El hombre y sus circunstancias.
–A primera vista, el hombre es él y su circunstancia inevitable. Circunstancia que lo nutre, lo arropa, lo modela y lo limita… Esta afirmación es también hoy -y probablemente será siempre- válida, al menos en muchos aspectos.
–Pero aún dependiendo e incluso identificándose mucho de-con sus circunstancias, el ser humano es más que sus circunstancias. Su necesidad de satisfacer necesidades, de alcanzar cierto bienestar, (de plenitud?), le lleva a desarrollar una fuerza de SUPERACIÓN de sus circunstancias -o de liberarse de ellas-, que impulsa a crear sucesivamente una nueva situación más satisfactoria. Aunque no pueda vivir fuera del medio, su necesidad-tendencia más profunda le lleva a superarlo. Ahora bien, ¿por qué esta tendencia?
–Porque -reitero- el ser humano es más que su circunstancia, o dicho con otras palabras, porque quiere cambiar su circunstancia, cuando siente que lo limita, que lo estanca o empobrece. Porque siente la necesidad de ir más allá, de avanzar, de explorar… Sí, el ser-yo humano -aunque no siempre lo logre, pues se equivoca mucho-, es más poderoso que su circunstancia, tanto que es capaz de modificarla y hasta de crear una circunstancia, un medio, nuevos. El hombre no puede vivir sin una circunstancia, pero puede dominarla y hasta crearla.
–Mas esto no lo puede hacer adecuadamente sin valores que lo guíen, como referencia. Lo que requiere tomar conciencia y elaborar una jerarquía de valores…, que puede estar equivocada, mal planteada… Cuando el hombre “se define” o se concibe dentro de o con sus circunstancias tiene que jerarquizar, y en este caso, si quiere ser fiel a sí mismo, considera “la circunstancia para el hombre, no -nunca- el hombre para la circunstancia…” Y esto nos lleva a la segunda reflexión:
2. La técnica es lo contrario a adaptación del hombre al medio. La técnica es transformación, en parte, del medio y convertirlo en instrumento al servicio del ser humano, nos viene a decir Ortega.
–Esta reflexión de Ortega me recuerda a Darwin y su principio de que sobrevive el que mejor se adapta al medio. Este principio de Darwin es válido a nivel funcional, de superficie, pero no explica las necesidades y tendencias de fondo que impulsan al hombre; tendencias que van más allá de la mera satisfacción de necesidades básicas de mera supervivencia biológica. El principio de Darwin no puede generalizarse, porque sería empobrecer al ser humano…
–Por eso, Ortega en su “Meditación del Quijote” llegó a afirmar contundente: “Darwin barre los héroes de sobre la faz de la tierra”. Es decir, barre al innovador y al creativo. En efecto, el héroe, el creativo, el divergente, el que quiere liberarse de las limitaciones del medio y superarse no acepta pasivamente la adaptación a su medio, porque es un sometimiento a su circunstancia empobrecedora. Sin héroes, sin creativos no habría progreso.
–Esto quiere decir que Darwin no entra en el fondo; se queda a nivel funcional, de puro utilitarismo-pragmatismo. Pura visión de superficie, que sería devaluadora, si con ese principio se quiere explicar todo. Cuando se trata de generalizar, ese principio favorece la aparición del llamado “darwinismo social”: “Progresan” sólo los más fuertes. Los demás se adaptan a su circunstancia o no sobreviven. Lo que es científica y éticamente insostenible.
3. La técnica como progreso, seducción, ídolo… y peligro. La técnica -y esto lo vemos mejor hoy- lleva en sí un peligro real de vaciamiento personal, alienante, del ser humano. Peligro de crear dependencias, que debilitan y someten. Por eso, la necesidad de SENTIDO CRÍTICO, como observa Ortega, y de tener clara una auténtica jerarquía de valores humanizadores. La idolización de la técnica conduce al empobrecimiento humano, a la banalización del hombre-mujer. En este caso, el darwinismo social encuentra el campo abonado (previamente abonado por él mismo.) El darwinismo social busca sometidos acríticos.
Muy de acuerdo!
Gracias!
Comprendo que estamos un poco atrapados en algo que ofrece alguna dificultad y que por su importancia días atrás me referí en un comentario. Y es que, decía allí, que me parecía que Ortega no apreciaba nítidamente la alteridad entre sujeto y objeto. Y de ahí que esta mañana me entretuviera en buscar unos apuntes de antropología que recordaba guardé con gran esmero tras unos estudios realizados hace ya bastantes años.
De la carpeta de estos estudios resalto un parágrafo de Ortega en “El Hombre y la Gente” que, el filósofo Alberto del Campo subraya en su trabajo “El hombre y el animal” en el que al final del mismo, en su análisis dice del Campo: “En el texto que acabamos de citar Ortega y Gasset no percibe la doble condición en que nos es dado lo real.
Dejo transcrito el párrafo en cuestión, dice Ortega: (…) “no son las cosas sino colores y las figuras que los colores forman” El texto que comienza con esta frase continúa enumerando las once clases de “presencias sensibles” que nos son dadas inmediatamente a nuestro sentir. Tal sería a su criterio, dice A. del Campo, la verdad primaria de lo dado al sentir. Y siguiendo el escrito orteguiano, unos párrafos más abajo añade “la existencia de las cosas llamadas sensibles no es la verdad primaria e incuestionable que sobre nuestro contorno hay que decir, no enuncia el carácter primario que todas las cosas nos presentan o, dicho de otro modo, que esas cosas nos son. Pues al llamarlas “cosas” y decir que están ahí en nuestro derredor, subentendemos que no tienen nada que ver con nosotros y que si nosotros no existiéramos, ellas seguirían lo mismo. Ahora bien, esto es ya más o menos suposición. La verdad primaria y firme es esta: todas esas figuras de color, de claroscuro , de ruido, son y rumor, de dureza y blandura son todo eso refiriéndose a nosotros y para nosotros en forma activa.”
Ortega no percibe la doble condición en que nos es dado lo real, atiende sólo al contenido como lo único que captásemos los humanos al igual que los animales.
De ahí que del instinto salte a la intuición despegándose de lo sensible y comience su camino por un acto de querer y por tanto de pura cognición.
Contrariamente desde el evolucionismo no se puede despreciar el momento del instinto, no hay ruptura porque en los humanos el instinto es a la vez intuitivo y por tanto en virtud de la inteligencia es la intelección misma. Cuando una realidad concreta se nos presenta en el sentir intelectivo, la mente queda “presa” en lo propio de la cosa, atrapada por de pronto en el sistema de cualidades propias en y con que se nos presenta la cosa real. Obsérvese que hasta incluso el lenguaje es lento en desprenderse del que estrictamente hace referencia al animal.
Todo esto es fundamental e importantísimo para entender muchas cosas en las que tradicionalmente se han ido colando cuestiones muy dañinas y que con el paso del tiempo se ha perdido ya la noción y las ganas de ir a sus orígenes y a sus razones.
Amigo Iñaki: ¿Cómo te voy a desenredar, si estamos todos enredados en la inmensa maraña de datos, memes, ideas, creencias, sesgos, manías, prejuicios, supersticiones…?.
Vivimos un tiempo en que cada vez sabemos más, pero cada vez estamos más liados, porque vemos la complejidad de todo. Nada es lo que parece a primera vista. El que tiene un reloj, tiene hora, (buena o mala), el que tiene mil relojes, tiene mil horas, que es lo mismo que no tener ninguna.
Esta incertidumbre y perplejidad, nos deprime e inmoviliza, y nos aplana y nos chupa esa energía que precisamos para vivir. Y en estos tiempos depresivos la vida, es una loca carrera por la energía personal, (sobre todo los mayores), Y no hay nada más energizante que un buen odio. Necesitamos odiar a alguien para vivir: es una droga natural. Y llevamos programados para odiar a los otros, muchos millones de años: Es una fuente de cohesión tribal, defender nuestra tribu, de las tribus vecinas.
(Hay otros energizantes, como el amor, la alegría, (el humor), la música, el ejercicio físico, el sexo, el chocolate, los estimulantes…, pero el que es más barato, legal y poderoso, (y no engorda), y que tenemos más a mano, es el odio, en todas sus variantes, desde el desprecio moral hasta la venganza y el rencor).
¿No te ha extrañado nunca que abunden tanto, las personas que aman a toda la humanidad, son benéficos y benefactores, rezumando solidaridad por todos sus poros, pero con un discurso de odio y descalificación hacia los que opinan distinto a ellos?.
La discrepancia ideológica irrita, y esa irritación provoca una primera descalificación y agresión verbal o mental. Luego uno interiormente siente que quizás se ha pasado uno, y eso nos produce una contradicción interna muy grande:
“¿Cómo una persona buena como yo, (todos necesitamos creernos muy buenos, para mantener la autoestima), puede haber hecho esto?”. Y rápidamente nos echamos la crema balsámica justificadora:
“Es que (el otro) tiene que ser muy malo, utiliza malas artes y tiene muy malas intenciones, y saca de mí mi ansia justiciera. Se lo merecía, y más aún: la próxima vez le voy a atizar más”. Y se cierra el círculo vicioso.
Es lo que se llama en psicología el “efecto Franklin”, (pues Franklin lo describió). https://evolucionyneurociencias.blogspot.com/2015/03/el-efecto-benjamin-franklin.html
Franklin descubrió que cuando quieras ganarte el favor o la simpatía de alguien mejor que hacerle un favor, es conseguir que te lo haga él. Él pensará: “Si le he hecho un favor, es porque se lo merece“, e inmediatamente, te apuntará en la lista de “los suyos”.
Y lo mismo pasa al contrario.
Explica que estamos muy programados para ser “coherentes”, lineales, unidimensionales, y que por ello caemos muy fácilmente en los círculos viciosos y virtuosos.
Ese es el proceso psicológico de la demonización ideológica del “otro”. No hay nada mejor que un enemigo perverso y malo, todo vestidito de negro como Dark Vader, contrastando con el blanco resplandeciente de nuestro impoluto uniforme.
(Somos como niños. Es claro que hay gente deshonesta, pero la hay en todos los bandos, y no tienen porqué serlo, por el hecho de que opinen distinto a nosotros.
La paranoia, no es creer que hay gente que persigue a otra, sino creer que todos los que desconocemos, nos persiguen a nosotros).
¿Otro nudo más en el enredo general?. (Perdón por la digresión matutina).
Hola Isidoro
Mi amigo el mesotelioma, con su empeño para llevarme por cuarta vez al quirófano, me ha robado tiempo y por eso he tardado en leer tu siempre ameno e ilustrativo comentario.
Aunque no creo haber llegado a experimentarto personalmente, he tenido ocasión de tropezar con odios energizantes y demonizaciones del otro.
Si que he vivido situaciones en las que el hacer favores te crea enemigos y por el contrario, el aceptar favores te hace ganar amigos. Creo que esta realidad va ligada a que, en demasiadas ocasiones, los favores resultan humillantes. El buenismo te ciega a veces y te impide cantar el “mea culpa”.
Lo que no acabo de ver es la relación entre el odio energizante y el binomio bienestar-felicidad. Yo el odio lo ligo más bien e la envidia y esta si que es veneno, una desgracia que te corroe el alma.
De acuerdo también en la abundancia de paranóicos.
Un cordial saludo
La” técnica” como mercancía.
1) ¿Se ha convertido “la técnica” en mercancía, es decir, en objeto de comercio? . Sí desde luego, además de otras consideraciones .
2) Ya sabemos que el esfuerzo humano, el trabajo en general, sí es, en muchas circunstancias “mercancía”, objeto de comercio, pero “la técnica” fruto del trabajo, ha adquirido un “valor especial” .como “mercancía”
3) El Derecho Laboral entendemos que regula las relaciones de trabajo, pero las relaciones con la técnica, la “propiedad” y “uso” de la técnica, alcanza su regulación especialmente en otras normas jurídicas y significativamente en el Derecho mercantil con la regulación de patentes, transferencias de tecnología etc.
4) Al respecto el catedrático de Derecho Mercantil José Antonio Gómez Segade en un trabajo titulado “Modificación de las normas españolas sobre la transferencia de tecnología”, publicado en 1982, hace referencia a la problemática que está detrás de dichas transferencias y dice:
< La implicaciones económicas, sociales y políticas de la dependencia tecnológica, ha provocado que los países menos desarrollados intenten controlar el aflujo de tecnología extranjera, limitándola estrictamente a la que sea imprescindible para salir del círculo de la pobreza. Así se explican las disposiciones legislativas de numerosos países en desarrollo, iniciadas por los países latinoamericanos en 1970, con la Comisión del Acuerdo de Cartagena. //
En Europa solo Portugal y España disponen de una normativa específica sobre control de transferencias de tecnología. (…) >> Recordemos que el texto es de 1982, en cuanto a su contextualización.
(El Acuerdo de Cartagena fue firmado en Cartagena de Indias (Colombia) el 26 de mayo de 1969, como instrumento jurídico por el que se crea la Comunidad Andina. Participaron: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, )
Recordemos también los enfrentamientos internacionales que existen hoy sobre transferencia y uso de tecnología, entre diversos gobiernos del mundo, entre ellos, EE.UU. y China
5) Otro aspecto a considerar es el pago de royalties, es decir los derechos que cobran los autores, propietarios, poseedores o detentadores de una técnica, por consentir a terceros su uso o utilización total o parcial
Es lo bueno de la realidad lo que hace que el ser humano por estar instalado en ella viva sintiéndose bien entre las cosas que la habitan.
No es cuestión de ideologizar el bien y crearse después una necesidad y un concepto del bienestar. Lo bueno deviene por sí mismo, es una condición de las cosas cuando consideramos su naturaleza y las valoramos en lo que son y por tanto ellas serán las que nos manifiesten este su carácter de necesidad.
Es una necesidad que como tal lleva implícita su “técnica”, su funcionalidad intrínseca, en definitiva el dinamismo propio de las cosas pero en cuanto estas las consideramos reales (no sólo en tanto que están sino en cuanto que son)
Leo:“He aquí por qué el animal es atécnico: se contenta con vivir y con lo objetivamente necesario para el simple existir”.
Es falso que el animal se contente con vivir. El animal no se siente contento. Si de alguna cosa carece el animal es de este sentirse. Está contento porque tal vez lo veo yo contento pero él no se siente contento, en manera alguna. Ese “se” reflexivo no le compete. El animal se ajusta al medio no necesita más.
El sentirse bien o mal sólo es competencia humana, lo que ocurre es que por nuestra intelección los humanos no nos contentamos sólo con sentirnos de una manera o de otra, queremos saber el por qué de este sentir y lo que es en realidad y aquí es cuando nos enfrentamos con ella al tratar con las cosas.
La técnica en este caso será el esbozo o el esquema que estructuremos de partida con el fin de conocer la razón de aquel sentir…
La funcionalidad interna de las cosas es su propio dinamismo, en ella no opera ningún efecto causal como sí lo produce la técnica.
SUPERFLUIDAD: ELOGIO DE LO INÚTIL
1- Darwin cree haber conseguido aprisionar lo vital dentro de la necesidad física.
– La vida desciende a no más que materia.
– La fisiología a mecánica.
– El organismo, que parecía una unidad independiente, capaz de obrar por sí mismo,
– es inserto en el medio físico, como una figura en un tapiz.
– Ya no es él quien se mueve, sino el medio en él.
– Nuestras acciones no pasan de reacciones.
No hay libertad, originalidad.
– Vivir es adaptarse; adaptarse es
– dejar que el contenido material penetre en nosotros, nos desaloje de nosotros mismos.
– Adaptación es sumisión y renuncia.
– Darwin barre los héroes de sobre el haz de la tierra.
2- Si la vida no es adaptación mecánica al medio,
– forzada determinísticamente por la ley del máximo aprovechamiento o utilidad,
– ¿qué ha de ser sino espontaneidad, imprevisibilidad, inutilidad, afán lírico de expresión?
– Una nueva matriz prolifica en una manada de conceptos:
– lujo, deporte, expresión, superfluidad, inutilismo, juego, gratuidad, desinterés…
3-Difíciles problemas fueron ahogados con la palabra adaptación.
– El contorno exterior fue considerado como un producto de las fuerzas inorgánicas,
– a que se ha adaptado el ser vivo capaz de variación,
– en la lucha por la existencia,
– mediante una selección, siempre repetida, de los adaptados.
4- En Ortega, el carácter espontáneo, imprevisible de la vida,
– se vio poderosamente reforzado por la teoría de las mutaciones y el mendelismo,
– que venían a susurrar al oído afín de Ortega:
– en la vida se producen imprevistas mutaciones;
– la vida procede por saltos, a brincos.
– La vida se rige por un principio lírico,
– no por un principio adaptativo.
5- Mirada desde sus resultados, la vida vagabunda e inadaptada es una cantidad negativa.
– Pero mírese a ella misma, al movimiento interior del espíritu, indócil, inquieto, arisco, exigente,
– que no se deja moldear por las imposiciones del medio,
– que prefiere ser fiel a su individual destino,
– aunque esto le cueste renunciar al triunfo en la sociedad.
– notamos la nobleza, la dignidad que hay en esa manera de enfrentarse con la vida.
– nos parece haber mayor dinamicidad en la figura vagabunda que en la normal y adaptada.
– bajo esta nueva perspectiva, la adaptación toma los caracteres
– de una caída,
– de una inercia,
– de una vil sumisión a la esclavitud.
6- La biología de la adaptación propende a considerar la vitalidad como
– la suma de funciones singulares relativamente independientes;
– esta propensión hacía olvidar o cegarse para todos aquellos fenómenos
– que presentan al ser vivo funcionando integralmente
– la vida, más bien que una adaptación, es un ataque al medio.
7- La existencia de órganos y funciones inútiles
– es la más grave objeción contra el darwinismo,
– pues la inutilidad es el escándalo biológico,
– como la contradicción es el escándalo lógico.
– ¿Cómo se explica que la reacción primera del hombre sea imaginar las cosas mejores de lo que son? ¿Qué se ha propuesto la Naturaleza al dotarnos de esas potencias generosas?
– Mal problema para una biología utilitaria
– que se obstina en definir la vida como mecanismo de adaptación.
8- La finalidad a que tienden los Instintos en el animal es el servir a la vida orgánica,
– que es adaptación del sujeto al medio, simple estar en la naturaleza;
– En la selección sexual eran elegidos, preferidos, los mejor adaptados.
– Esta idea de la adaptación es la rueda que sobra,
– se trata de un pensamiento vago, impreciso.
– ¿Cuándo un organismo está especialmente bien adaptado?
– no es abominar del principio de adaptación, sin el cual no es posible manejarse en biología,
– pero es preciso darle formas mucho más complejas y sinuosas que las que le dio Darwin, y
– es preciso dejarlo en un puesto secundario.
– Porque es falso definir la vida como adaptación.
– Sin un mínimum de ésta no es posible vivir;
– pero lo sorprendente de la vida es que
– crea formas audaces, atrevidísimas, primariamente inadaptadas,
– las cuales, no obstante, se las arreglan
– para acomodarse a un mínimum de condiciones y lograr sobrevivir.
– Diríase que la vida en cada especie se plantea un problema de aspecto insoluble
– para darse el gusto de resolverlo, generalmente con riqueza y elegancia.
9- En los conceptos con los que Ortega identifica la adaptación
– utilitarismo, mera reacción a estímulos exteriores-
– descubriríamos raíces de su ética y de su teoría política.
– En reverencia del ideal moral, es preciso que combatamos sus mayores enemigos;
– lo son todas las morales utilitarias.
– no limpia a una moral del vicio utilitario dar un sesgo de rigidez a sus prescripciones;
– no deja de ser utilitaria una moral porque ella no lo sea,
– si el individuo que la adopta la maneja utilitariamente
– para hacerse más cómoda y fácil la existencia.
– Según el pragmatismo: la esencia de la verdad se halla en lo útil, en lo práctico.
– El pensamiento se reduce a buscar medios para los fines, sin preocuparse de éstos.
– Mientras tomemos lo útil como útil, nada hay que objetar,
– pero si esta preocupación por lo útil llega a constituir el hábito central de nuestra personalidad,
– cuando se trate de buscar lo verdadero tenderemos a confundirlo con lo útil.
– Y esto, hacer de la utilidad la verdad, es la definición de la mentira.
– El modo de querer utilitario, convierte nuestra morada íntima en una casa de contratación.
10- El villano desconoce aquel estrato de la vida
– en que ésta ejercita solamente actividades suntuarias, superfluas.
– Ignora el rebosar y el sobrar de la vitalidad.
– Vive atenido a lo necesario y lo que hace lo hace por fuerza.
– Obra siempre empujado; sus acciones son reacciones.
– No le cabe en la cabeza que alguien se meta en andanzas por lo que no le va ni le viene;
– le parece un poco orate todo el que tenga la voluntad de aventura.
Buenísimo, Oscar, buenísimo.
Gracias Oscar: Me encanta este curso sobre Ortega y Gasset.
Gracias abrazos.
El trabajo humano, ¡qué gran tema!. Yo me creo especialmente dotado para abordarlo, por mi confesa calidad de “vago”: se me presupone el espíritu “crítico”.
Lo primero sería diferenciar entre “trabajo” y “actividad humana. El ser humano tiene en su naturaleza ser creativo, curioso por saber, viajero, y todo eso requiere un esfuerzo físico e intelectual. Pero ese esfuerzo se ve compensado de sobra por una satisfacción personal, por una curiosa e íntima sensación de ser.
Ahora bien muchos de los trabajos, y especialmente los que requieren mas fuerza física y menos trabajo intelectual, cansan a veces hasta la extenuación, (laborare stanca), y nos proporcionan muy poca satisfacción personal, aparte la de malganarse la vida.
Ese es el origen de la técnica: el conseguir mas satisfacción del puro trabajo físico. Por eso la técnica es algo consustancial a la inteligencia humana, y el desconfiar de ella es tirarse un tiro en el pie.
El tema del trabajo, se queda muy cojo, si no contemplamos las complejas necesidades del humano para su autorrealización que nos enseñó Maslow. Y aquí topamos con la heterogeneidad de la humanidad.
-Hay gente que no tiene ni para comer,
-hay gente que solo puede comer,
-hay gente que tiene asegurada la comida básica, pero está peleando con necesidades como educación, salud, vivienda básica, traslados, algunos lujillos…
-hay gente que tiene problemas afectivos, psicológicos y de relaciones personales,
– hay gente que tiene necesidad de sentirse bien consigo mismo, (confianza, respeto, éxito), y
-hay gente que quiere llegar a la maduración personal cuasi plena: ecuanimidad, tolerancia, alegría personal, simpatía universal, lucidez…, lo que podríamos denominar “budeidad” natural.
Es claro que depende de en qué nivel estemos, un mismo trabajo, como estar picando piedra al sol, con un pico en una cantera, puede ser una bendición o una maldición bíblica.
Hola Isidoro
Me he enganchado a lo de la heterogeneidad de la humanidad y la complejidad de las necesidades de los humanos, desde el comer, hasta la “budeidad natural”.
Total que dándole vueltas a lo diversas que somos las personas, me enredo en conceptos comos el bienestar y la felicidad. Cuando veo esas cuadrillas de buena gente, vendiendo cualquier cosa por las calles, me digo algo así como….que felicidad creería poder atrapar, cualquiera de estas personas, si llegara a TENER un poquito de mi normalito bienestar material. Seguro que no se imaginan lo escurridiza que es la tal felicidad. Con los años se tiene el “trasero pelado” de conocer a demasiadas personas que parecen tenerlo todo y resulta que les falta, precisamente, esa…”curiosa e íntima sensación de SER, que quizá unos cuantos de ellos no están tan lejos de poseer.
A ver si me desenredas un poquito.
Un cordial saludo
Leo con interés cada comentario; y sigo viendo un desarreglo profundo en algunas personas, ante lo que les mueve en su manera de proporcionarse su propio bienestar.
Y ahí, es donde a perdido el norte; porque se convierten en “depredadores” de las otras personas de su entorno, por el deseo de poseer a cualquier precio.
Y mientras crecen en su propia ventaja, con un desorden creciente, dejan de mirar al ser humano como igual y con los mismos derechos; (no en todos los casos) solo le impulsa su amasar personal, su crecer en posesiones y riquezas, comprando voluntades, buscando resquicios, que le permitan su personal “bien estar” a costa de su dignidad personal.
Y hemos llegado, a lo que tristemente tenemos sembrado por todo el mundo; una injusticia social cruel, donde las “clases” son su manera de ser y comportarse sin preocuparse lo que lleva consigo de dolor para los de su propia comunidad humana.
Poseer, crecer, sin mirar más allá de mi propio interés, cueste lo que cueste; esta actitud a creado un monstruo dentro del espíritu que puede “recrear” en su entorno, una manera de mejorar la vida de los sres humanos, sin necesidad de undirlos en la miseria humana en que los convierte, ese deseo insaciable del:
¡Poder y el poseer!
Convierten al ser humano, en un mero instrumento para si mismos, dado que sin su “trabajo” no podrían conseguirlo. Y en lugar de mejorar el entorno, lo convierten en una manera de “esclavitud” alineando a quienes trabajan para ese entorno que el poder y el dinero han creado.
Este es, un pequeño bosquejo de la realidad que nos redea; cuántos menos derechos se reconozcan en las personas que mueven de verdad, el entramado que nos “parece” llevarnos hacia un mejor “vivir”, vamos perdiendo por el camino la mesura, la dignidad que el el ser humano puede llegar a conseguir, si no pierde la “mirada” que mejore a la humanidad en general.
Siempre habrá diferencias en las capacidades personales; no todas las personas son capaces de …ver e inventar… cómo mejorar el vivir de toda la raza humana, ha donde van llegando las nuevas ideas de mejorar nuestra manera de vivir. Por eso, es fundamental una educación pronta y real para todas las personas; porque es ahí, donde se descubrirán las distintas capacidades que nos brindas las mentes mumanas.
Pero si perdemos la mirada global, y solo nos centramos en el yo personal…a cualquier precio… los frutos son diferentes, funestos, injustos.
Es un gozo leer todas vuestras aportaciones, pero toda sabiduría sin humana justicia y solidaridad… concentrado en si misma… en detrimento del bien común.
Solo es mi…”mirada”.
Eloy.Lo mismo sale esto tres veces. Algo he tocado que no me reconoce el blog.
Que no, que qué va. No va por nadie. Va por mí misma
Cuando veo esas colas de montones y montones de personas para ir a coger alimentos, de verdad. Uf. Me siento horrrriblemente mal. Creo que todos tenemos derecho a tener un trabajo que nos permita vivir a nosotros y a nuestros hijos menores con dignidad.
No puedo pensar en otro aspecto del concepto de trabajo en este momento.
Buenas noches.
Intento comprender, pero está claro que la cabeza como que se niega. Es como un rechazo inconsciente. Me sale del alma.
Con la cantidad de gente que ha perdido el trabajo, con la cantidad de gente que lo va a perder. Con la cantidad de gente que daría lo que fuera por poder ir a una obra a trabajar, o que lo contratasen de camarero, o poder abrir su propio bar, con la que está cayendo y la que nos va a caer…
No sé.
Debe de ser que no entiendo de qué va esto. Sorry.
Hola Carmen. No sé si te refieres a mi comentario último.
Por si así fuera, vayamos a la conclusión:
Es muy importante el tener trabajo. Es obligación de la sociedad facilitarlo para todos.
Y el trabajo, el realizar una tarea que ayude a las personas a “realizarse” no puede suplirse con una simple “ayuda económica” sin más. (aunque debe darse siempre que sea necesario)
Porque todas las personas, necesitamos además de sobrevivir (alimentarnos y otros medios de subsistencia) REALIZAR UNA ACTIVIDAD, que nos ayude a sentirnos bien con nosotros mismos.
SIGO MI COMENTARIO ANTERIOR
Mi hipótesis personal, (siguiendo a Hegel y Marx, de la mano de Alonso Olea) es la siguiente:
1) El ser humano nace de y en la naturaleza.
2) Íntimamente unido a su familia y a su contexto, está como mimetizado con ellos.
3) Pero poco a poco va tomando conciencia de sí mismo. De su singularidad; y entonces se va “percibiendo” a sí mismo como “externo“, “extraño” a ese contexto del que había surgido.
Estaríamos ante una primera “alienación” o separación.
4) Pero asumida esa conciencia de singularidad, de personalidad propia, el ser humano vuelve a centrar su atención en la naturaleza de la que procede: en su contexto de origen.
Esta es una segunda separación o alienación, sale de sí mismo, de su “ensimismamiento” para volver , desde su propia singularidad a relacionarse con la naturaleza
Se relaciona, desde su singularidad, con su contexto, con la naturaleza, para comprenderlo utilizarla, para modificarla .. etc.
5) Esa relación segunda (alienación de sí mismo y vuelta a la naturaleza) del hombre con la naturaleza requiere un esfuerzo, que es “el trabajo“. Así pues esa relación se lleva a cabo mediante “el trabajo“. .
6) La técnica es fruto y parte de ese esfuerzo, de ese trabajo. No para trabajar menos, sino para trabajar mejor y para realizare mejor como ser humano.
Hemos de considerar:
1) En Hegel y en Marx, el trabajo se nos presenta no solo como el medio de satisfacer las necesidades del ser humano, en el sentido fisiológico, sino como medio a través del cual la persona se realiza o desrealiza, es decir se “aliena” de sí mismo.
2) Hegel considera el trabajo en su naturaleza originaria como realizador del ser humano. Marx considera la situación “real” de las condiciones del trabajo ” y en tales condiciones, considera el trabajo como desrealizador de la persona, sin por ello negar de plano, que en su naturaleza originaria el trabajo pueda ser realizador del ser humano.
3) Para Marx la no realización del ser humano en el trabajo se presenta como una de las consecuencias , o de las manifestaciones, de la alienación
4) Alienación y realización del ser humano no se confunden. Son dos realidades distintas pero complementarias. En Hegel la alienación supone realización de la persona. En Marx, partiendo de la realidad de su época, la enajenación supone precisamente desrealización de la persona.
5) En base a lo anterior el derecho al trabajo ha de configurarse como un derecho independiente del derecho a la vida, o del derecho a la satisfacción de las necesidades fisiológicas humanas (a la metra subsistencia).
6) De modo que el derecho al trabajo, en su totalidad, es el derecho de la persona a realizarse como tal; y por consiguiente a realizar su trabajo en condiciones cada vez más cercanas a aquellas que posibilitan su mejor y máxima realización humana. .
7) Nuestra Constitución proclama el derecho al trabajo en el artículo 35 y el derecho a la vida en el artículo 15. El articulo 35 habla tambien de “remuneración”
CONSECUENCIAS PRÁCTICAS:
8) No basta con subvencionar para poder tener alimento y techo, aunque esto es indispensable.
hay que ayudar y propiciar desde las acciones de Gobierno y sociales, las condiciones para que todas las personas, no sólo tengas medios indispensables de vida, sino también oportunidades para desarrollar su personalidad.
MI CUADERNO DE CLASE- TEMA II.
1)Tengo la impresión y es solo una impresión, de que el estilo, en ocasiones “cautivador”, de Ortega me lleva, escalón tras escalón, a un lugar que él previamente ha encontrado; a su solución o interpretación de una realidad.
Su explicación puede ser clara , cautivadora, . pero quizá lo que presenta como logro final, no pasa de ser una hipótesis, cuya prevalencia – es decir cuyo valor universal – está (tengo la impresión), por demostrar.
Nos “relata” Ortega como entiende él que funciona la relación “naturaleza – ser humano – técnica”, pero me extraño de no encontrar referencias técnicas o científicas que susutentenla veacidad de susu afirmaciones en ocasiones contundentes.
2) La relación hombre-trabajo es una relación fundamental en el ser humano.
El hombre puede trabajar por mil necesidades y razones. Y ese esfuerzo, en mi hipótesis puede contribuir o no, a la “realización” de la persona, en función de determinados elementos y circunstancias en que se produzca.
El problema suscitado por el uso del término hombre tiene su origen no en el orden antropológico sino en el sociológico. Aquí es donde hay que incidir y mucho. En antropología el término hombre es lo que explica la contraposición al animal.
Podría haberse llevado a cabo de otra manera, por supuesto, pero así ha pervivido en Occidente. En la negatividad de esta deriva también ha puesto su influencia la filosofía occidental al conceder prioridad al “ser” frente a la realidad, es decir, en este caso a la realidad personal que en cuanto realidad tanto lo es hombre como la mujer. Es, pues, de esta estructura de la que ha de partir el orden sociológico
Mira M. Luisa, esto obedece al genio del Castellano y lenguas afines.Se forma el femenino mediante un cambio en la desinencia, y lo más corriente es cambiar la o normalmente para el masculino, por una a. Pero en el vocablo hombre existe una forma distinta para el femenino: mujer. Esto se repite en otras ocasiones ( caballo/yegua etc) También si el genérico tiene forma femenina ( la ballena, la jirafa etc) tenemos para explicar el género que utilizar la especificación, y así una jirafa macho, una jirafa hembra…
En el jerga científica, insistir en el lenguaje inclusivo, resulta a veces muy comprometido, máxime cuando utilizamos textos anteriores a esta corriente que nos invade.
Todo se hace con paciencia.
Muy interesante este nuevo enfoque.Se parece un poco a la palabra de la serpiente a Eva en el paraíso, cuando comió la manzana y se la ofreció a Adán: “Seréis como dioses”. Es como si el ser humano (tienes toda la razón, Ana, se ve que Ortega y Gasset no llegó a pensar en ese nuevo enfoque…) estuviésemos obsesionados por ese sueño que nos ofreció la culebra en el Paraíso. Nada nuevo, desde este punto de vista, señor Ortega y Gasset.
Y efectivamente ese afán de competir con Dios, que bien entendido deberíamos entenderlo como un afán de colaborar con Dios, formar con El como una gran familia, en la que El es el Padre y nosotros los hijos, nos condiciona y nos divide.
Aquí habría que poner en relieve, partiendo de ese concepto de familia que nos da el Padre nuestro, sustituir de una vez por todas el verbo COMPARTIR por el verbo de la culebra COMPETIR.
Y vuelvo a mi otra obsesión: el ideal de HOMBRE (perdón, Ana, SER HUMANO) está más cerca delos prohombres del Tercer Mundo, Mandela, Gandhi, Mao, el Che, que de Trump, Aznar, Bolsonaro y demás bestias salvajes.
Leo
“Mientras el animal, por ser atécnico, tiene que arreglárselas con lo que encuentra dado ahí y fastidiarse o morir cuando no encuentra lo que necesita, el hombre, merced a su don técnico, hace que se encuentre siempre en su derredor lo que ha menester —crea, pues, una circunstancia nueva más favorable, segrega, por decirlo así, una sobrenaturaleza adaptando la naturaleza a sus necesidades. La técnica es lo contrario de la adaptación del sujeto al medio, puesto que es la adaptación del medio al sujeto. Ya esto bastaría para hacernos sospechar que se trata de un movimiento en dirección inversa a todos los biológicos”.
En la actualidad, en distintos lugares y continentes de la tierra algunos seres humanos tienen que arreglárselas con lo que encuentran , y existe la técnica que soluciona sus problemas pero en otro lugar. Por lo tanto en el momento que existe una excepción ya no es una regla general o que podamos aplicar al total. Comparto que el sujeto (INTENTA) adaptar el medio al sujeto mediante la técnica, a corto plazo. Ese medio cambiante debido a la técnica esta produciendo constante adaptación “homeostasis” no deja de producir adaptación a corto y a largo plazo en el individuo (epigenetica). ¿Que fue primero la gallina o el huevo? ¿Fue primero el instrumento, la técnica y su uso que modifico y aumento el cerebro humano, o la evolución del cerebro humano aumento y pudo ver la utilidad del medio a través de la técnica? Pues no fue ninguna de las dos, sino las relaciones entre seres humanos, y el cuidado mutuo lo que permitió la supervivencia y el aumento del cerebro del homo sapiens sapiens.
El hombre busca el bienestar, la felicidad y el placer, ya lo decían los Epicureos, creo que eso no se puede negar, que sucede así en una gran mayoría, pero existen las excepciones por tanto ya no se puede aplicar al ser humano, sino al yo humano. Me acuerdo en este momento de místicos, santos y otros personajes históricos que renunciaron a todo, como Diógenes y San Francisco de Asis por poner un par de ejemplos.
Constantemente el hombre se encuentra en encrucijadas, o por lo menos hay ciclos que no dependen de el como son los geológicos y seguimos, y seguimos, (algunos se suicidan si) pero la mayoría sigue y sigue. Miren, la crisis de la década pasada en España, acabo con el bienestar y la gente se adapto, y no fue buscando más técnica como las familias subsistieron, si no arrimando el hombro y esto se amortiguo o se soluciono, no por la técnica que es la que trajo esa desigualdad, la concentración en pocas manos de la riqueza del país, como digo no fue la técnica la que soluciono o remedio las carencias de miles de familias, sino el cuidado y el bien común de las familias cuando los abuelos con sus pensiones se arremangaron y con su paga alimentaron a hijos y nietos.
Y ahora viene un virus, una entidad que cabalga entre lo inerte y lo vivo y nos paraliza, no hay técnica que lo pare, de momento, hasta que haya una terapia. Por tanto aquí opera la adaptación del sujeto al medio. Y el virus no entiende de ricos o pobres, por tanto el bienestar aquí no fija la supervivencia, ademas la técnica aquí en unos casos funciona y en otros no, y si no vean desgraciadamente los respiradores, lo que han provocado, que en los momentos difíciles no ha habido para todos, y los que han tenido acceso a ellos, unos enfermos se han recuperado pero otros no. Ahí la técnica no funciona para todos, porque aun en la igualdad de derecho (supuestamente, ya digo que no todos han tenido acceso a uno) somos todos diferentes de hecho. Pero vendrán más virus y pandemias y el hombre tendrá que adaptarse con la técnica o sin ella. Miren en esta pandemia hay mucha gente que ya ha pasado el coronavirus sin medicación, sin nada, solo han tenido síntomas leves y ya esta. Pero ademas nos encontramos con el ser humano encerrado por la alarma y la indefension y el miedo que provoca que un gobierno paralice la actividad y hace que la gente se quede encerrada en su casa, con una estrategia medieval llamada cuarentena. En estos momento el ser humano se siente indefenso, y no tiene interés por el bienestar mas absoluto, se conforma con tener los alimentos básicos, energía , agua, calor en el hogar, vigilando su salud, unas mascarillas y un poco de gel-alconol, y que no falte la nueva droga social, internet para mandar vídeos graciosos y fake news, y eso si …que no nos falte papel higiénico (la técnica mas fina y sutil y porque no, la más representativa del bienestar y si no recuerden con que se limpiaba uno cuando no tenia papel de periódico en medio de la viña cuando uno se iba a vendimiar para coger unas pesetillas para pagarse los estudios).
Leo
La técnica es lo contrario de la adaptación del sujeto al medio, puesto que es la adaptación del medio al sujeto.
El coronavirus desmonta esta afirmación. Me explico. Si no afirman otra cosa los microbiologos, el virus salta de un animal, el murciélago al pangolin y de este al hombre provocandole una infección que le puede llevar a la muerte. Todo ello fruto de la perdida de ecosistemas producidos por la técnica, extracción de petroleo, minerales y otros recursos madereros, y la supuesta perdida de ecosistemas por la acción del hombre. La técnica aquí seria del medio al sujeto en un primer momento pero no es así a la larga pues ese medio cambia debido a su manipulación y el ser humano tiene que volver a adaptarse puesto que puede enfermar y morir. La búsqueda de un medicamento, una terapia, una vacuna. ¿no es un intento de adaptación del hombre por medio de la técnica a un nuevo ambiente o circunstancia cambiante? Utiliza la técnica para la supervivencia, ese es el primer impulso, la protección de la vida, luego ya si ademas se encuentra un poquito de bien-estar, de estar bien pues bienvenido sea.
Lo que queda claro es que el hombre tiene un afán de supervivencia y ha visto una posibilidad un bote salvavidas en la técnica, pero no puede escapar a la muerte. Puede alargar más o menos su vida pero la muerte es una condición de todo ser vivo.
P.D.- Asistimos a un florecimiento de la técnica que produce bienestar a corto plazo pero que se esta viendo que los efectos a largo plazo serán nefastos. Contaminación, colapso energético, cambio climático, perdida de biodiversidad y el ser humano, no se adapta debido al tiempo que necesita su estructura molecular, bioquímica y genética, para esta adaptación a estos cambios tan rápidos y que ponen en riesgo su vida. La sociedad lo sabe, algunos científicos, personalidades y la sociedad más consciente de lo que se le avecina, lo esta denunciando, entonces ¿asistimos a la derrota de la técnica por medio de la autodestrucción?.
Nota impertinente: la palabra hombre se refiere al varón, la expresión ser humano, persona, humanidad etc., según el texto y el contexto, se refiere a hombres y mujeres, que también existimos, aunque no se nos nombre. Reivindico nuestra existencia y nuestra presencia real a través del lenguaje que es el testimonio de la existencia de cada ser existente en el cosmos. Lo que no se nombra, no existe. Si preguntamos ¿qué es esto? y respondemos, nada, pues eso, nada
Este texto y las decenas de veces que se refiere al hombre, me produce un rechazo visceral inevitable a mí personalmente y en solidaridad con todas las mujeres. El lenguaje no es palabra de Dios, está al servicio del seres humanos que somos quienes lo construimos y lo hacemos evolucionar.
Perdón si mi impertinencia molesta a alguien, pero yo seguiré recordándolo.
No ha sido mi intención dejar al margen a la mujer de este texto. Simplemente que he utilizado el termino hombre, cuando a lo mejor tendría que utilizar, hombre-mujer, o el ser humano y el ser humana o utilizar las ‘homines feminae’ (seres humanos femeninos) en algún momento del texto. Pido disculpas si alguien se ha sentido ofendido u ofendida.
Perdón por el uso tan frecuente que he hecho del termino hombre cuando en realidad lo correcto seria el ser humano en todo el texto. Desde aquí corrijo en todo momento en el texto, me refiero al ser humano…hombre y mujer. Saludos.
El término persona es muy cómodo. Y además es femenino.
Es que no sé de qué año es esto, pero si es de los años treinta, pues aquí el término hombre de refería al varón y a algunas mujeres que por su inteligencia y status social se comportan como varones. Pensaban. Era algo chocante entonces. Incluso para Ortega.
Pero los tiempos cambian. A mí también me ha gustado trabajo acostumbrarme a que la palabra Hombre no es genérica. Tienen razón las personas que lo dicen.
Y sin embargo, si conoce el poema If, me sentí totalmente aludida.
Qué cosas.
Si es verdad que me he ceñido al texto donde se utiliza hombre y ser humano constantemente. Pero como esto es un curso-taller pues estoy para aprender todos los días y aquí no va a ser diferente. Hoy he aprendido algo importante, cuando me ciña a un texto sea de Aristoteles, Nietzche u Ortega aunque en ellos se utilice ese termino con una intención, no olvidare tratarlo desde las circunstancias actuales, llamando al hombre genérico como ser humano.
P.D.-He visto esto en Internet (la técnica)…La Nueva Gramática de la Lengua Española (NGLE)1 señala:
“es habitual en las lenguas románicas, y también en las de otras familias lingüísticas, usar los sustantivos masculinos de persona para designar todos los individuos de la clase que se mencione, sean varones o mujeres.
Salud y paz.
Si.
Si habitual si es.
Pero menuda lucha hay con eso. A mí también me cuesta. Pero en ello estoy. Muchas veces se me olvida
Salud y paz.
Hola!
¿Se ha pensado la relación que puede haber entre:
IMPERTINENCIA
y
TÉCNICA?
…………
en cuanto me haga un tiempito
lo voy a intentar!
Me declino por dos características:
UNA: Ana “está” en este Mundo, pero “está-mal” si no se cambian algunos “usos”.
DOS: el surgimiento del “ser humano” ¿no habrá sido una IMPERTINENCIA de la Evolución?
¡Nos vemos!
Se nos dice que la técnica es la adaptación del medio al sujeto.
Depende de si el sujeto en cuestión es un animal o un hombre.
El animal ya está específicamente determinado y por tanto se ajusta al medio en el que vive, en cambio la inespecificidad del hombre le fuerza a trascender lo que de signitivamente y suficiente le ha servido al animal en su adaptación.
En cambio, decía, el hombre no está sujeto al medio, sino que por su inteligencia está abierto a constituir un mundo. Es decir, hace del medio un mundo.
Pienso, pues, que no se trata de un movimiento en dirección inversa a lo biológico sino que con lo propiamente biológico mismo, es decir, contando con aquello que se dispone, que ya se “tiene”, producir un movimiento hacia adelante en el que consista no solamente en “apresar” contenido animalmente/signitivamente, sino “aprehen – derlo” rebasándolo quedando aquel contenido abierto “en” la inteligencia de una forma o de otra.
Pienso que este es el paso previo para darle luego posteriormente a la técnica todo su sentido.
En resumen, el ser humano en su devenir (ontológico) no está sujeto ni al medio ni a la técnica aunque sí se sirve de ella.
Esta es mi reflexión
Sigo leyendo y reflexionando.
“Si el ser humano desea controlar la satisfacción de las necesidades puramente biológicas es para poder dar satisfacción a otras que van más allá de ellas”.
La necesidad que impele a los humanos a ir más allá de su propia satisfacción no viene condicionada por un deseo ni por ningún control sino por una imposición biológica.
El control no va con la naturaleza, pero en la humana, para serlo realmente, hay en ella un momento impelente hacia delante que emerge por el dominio de lo psíquico frente a lo fisiológico y el dominio de lo fisiológico frente a lo químico. Pienso que no se trata de control sino de dominancia.
Hasta la próxima reflexión, pues
Madre mía.