El corazón y el alma

QUERER Y AMAR

Sé muy bien que me quieres sin quererme
sé muy bien que te quiero sin quererte
y bien que nos queremos sin querernos
sacar el corazón del alma nuestra.

Sé muy bien que me quieres sin quererme
sajar el corazón del alma mía
sé muy bien que te quiero sin quererte
sajar el corazón del alma tuya.

El corazón sin alma es amor muermo
y alma sin corazón mera coraza
por eso nos queremos sin querernos

atrapar el espíritu en materia
reducir la afección a la infección
esclavizar lo psíquico a lo físico.

(Sé muy bien que querernos no es querernos
obstruir el amor por un querer
que sea obtuso, abstruso y desastroso).

NO ME DEJES

No me dejes amor que estoy perdido
si me dejas me perderé del todo
no te alejes amor que estoy hundido
si me dejas me hundiré del todo.

Hundido y reflotado al mismo tiempo
por el amor inmenso que te tengo
reflotado y hundido en el desierto
cuando de noche se lo lleva el viento.

La ventisca en invierno es frío helado
la ventisca en verano es fuego alado
entre ambos se sitúa mi tormento.

No me dejes amor que ando muy lento
no te alejes amor que ando muy loco
solamente tu amor me pone cuerdo.

(Contra las cuerdas quedo lastimado
junto a tus cuerdas quiero estar atado
alójame amor que estoy muy solo).

SI PUDIERA

Si pudiera escribir lo que yo siento
si pudiera expresar lo que consiento
si pudiera impresar lo que disiento
si pudiera decir lo que presiento.

Entonces te diría alma mía
que estás en mí más dentro que yo mismo
que estás en mí más dentro que en ti misma
que solo soy aliento de tu aliento.

Entonces te diría en dulce encuentro
que siento mucho el bien y mucho el mal
aunque disiento siempre la maldad
porque consiento solo la bondad.

Lo que presiento es estremecimiento
del alma sensible ante lo insensible
del alma ingrávida ante el cuerpo grávido.

(Si pudiera decir lo que yo siento
te diría sincero que lo siento:
no puedo sentir más que lo que siento).

NADA DE NADA
(A M.Molinos y su quietismo)

Lo bueno es no hacer nada de nada
dejar pasar el tiempo en el espacio
primero plano y luego curvado
de un devenir adormecido y tibio
vagando por regiones estelares.

Tengo un rasguño nihilista y fláccido
un rasgo de carácter aún más plácido
capaz de cultivar rosas al viento
capaz de reflotar en pleamar
y suspenderme ingrávido en el aire.

Me gusta no hacer nada en absoluto
hacer algo es hacer algo obsoleto
y luego rendir cuentas al gobierno:
la mejor inquietud es estar quieto.

El italiano dulce no hacer nada
se une entre nosotros al sosiego
que es nuestra siesta tras la fiesta abierta
el llamado por Cela yoga hispano.

(Nuestra mejor terapia es aburrirse
la terapia del listo macilento
quien sabe que la inspiración es esto:
filtrar el ser al través de la nada).