Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

7446 Artículos. - 113037 Comentarios.

Pendemos de un hilo

 Meditación del virus

    Nuestra existencia pende de un hilo, del hilo de la vida tejido por las Parcas o hadas del destino, que lo acaban segando. Una mota en el ojo no nos deja ver, una partícula extraña en la boca no nos deja comer y una piedrecita en el zapato nos impide caminar. Un simple virus como el coronavirus deshila el hilo o hilado de nuestra urdimbre vital, y retuerce su trama existencial hasta convertirla en trauma o drama. Nuestra coexistencia es una hilatura regida por las hilanderas de nuestra buena y mala suerte o fortuna, que son también las que asignan su lote o lotería a mujeres y hombres.

     La vida humana es una hilatura que se compone, descompone y recompone entre todos los humanos, como si de un tapiz conjunto y barroco se tratara. Soñamos cada uno o cada grupo el propio sueño heroico y dominador, hasta que despertamos arrojados al suelo por un simple virus. Pero la propia vida del hombre sobre la tierra es “virulencia”, y está infectada víricamente por el virus de una virilidad desaforada. Caemos, nos levantamos y volvemos a luchar entre nosotros, en lugar de ayudarnos mutuamente a cohilar el destino interhumano; hasta que finalmente sucumbimos estultamente.

     Nietzsche pensaba que la vida humana era como una enfermedad tóxica, y el hombre como un animal enfermo, una enfermedad por orgullo y desmesura de la que acabará muriendo paradójicamente el propio Nietzsche. Pues, en efecto, el problema del hombre es su hombría descomunal o chulería, su arrogancia fatídica y soberbia, su orgullo radical y tontoide, incapaz de apiadarse de sí mismo y del otro/otra. Una arrogancia que lleva a una autodivinización entre ridícula y macabra. El hombre es un virus para el hombre y una turbulencia para la mujer.

     Impostamos la vida con truculencia identificándonos con ella frente a la muerte, considerada como un mero accidente insustancial, hasta que se acaba vengando y desustanciando nuestra vida. Afirmamos la vida como propia o apropiada y defenestramos la transvida y su solución disolutoria como si no fuera con nosotros. Ignorando que nuestra vida es volátil y menesterosa, y la muerte segura y sólida. Obviando que la vida es un relámpago en medio de la noche mortal. Intentando superar masculina y musculosamente todo obstáculo e inconveniencia, en lugar de “supurarlo” femeninamente. Olvidando que la vulnerabilidad asumida nos hace fuertes, tal y como comparece en el amor y la fortaleza de su debilidad. Perdiendo el hilo de la comunicación internacional, hasta que tenemos que recuperarlo deprisa y corriendo por la crisis advenida sin previo aviso.

     Hay una vieja película americana de R.Brooks, Muerde la bala, en la que se narra nuestra loca carrera de seguir adelante a pesar y a través de todas las dificultades. Ahora bien, ello puede hacerse viriloidemente por autoafirmación o bien femeninamente por asunción e interafirmación mutua. Curiosamente en dicho film, el héroe se lo toma heroicamente, mientras que la heroína se lo toma antiheroicamente, quizás porque el varón suele ser más consuntivo y demoledor, y la fémina más asuntiva o implicativa.

     El virus del coronavirus que padecemos es un tóxico o veneno que nos podría herir y regenerar como sociedad. De momento se constata nuestra fragilidad e interdependencia mundial, así como el miedo supersticioso a la muerte, la cual por cierto parece amenazarnos más bien a los viejos como una especie de adelanto. El covid-19 nos ha devuelto de momento el hilo de la comunicación internacional, que habíamos abandonado recelosa y belicosamente. Y nos ha puesto ante el espejo de la gran Parca que tarde o temprano nos acabará aparcando al borde del camino, pues que la muerte no es un mero accidente sino la sustancia final de nuestra vida. Por eso acaba relativizando desde su gruta oscura el grotesco poder desorbitado que otorgamos a nuestro existir, olvidando que se trata de un ex-sistir, así pues de una insistencia inconsistente.

16 comentarios

  • Santiago

    Tiene razón Don Andrés en que “pendemos de un hilo”…el hilo de nuestra vida, que sin duda podemos disfrutarla en el telar adonde fuimos asignados por esa misma forma de existir, única y específica para cada uno…ES lo mismo que presenta el hermoso video con el bello poema musical que representa para mi el canto a la vida…Es esta armonía vital la que se encuentra en la verdad, la honestidad, la belleza y el bien puesto que todo es una identidad hacia la felicidad…

    Es por eso que muchos pensamos que como dice Alberto R en su profunda cita litúrgica, que tantas veces yo  he repetido,…. que la “vita mutator non tolitur”  y ¿por qué ha de desaparecer la vida, si lleva dentro el germen de la eternidad?      Es menos probable que tanta armonía y tanta belleza y tantos valores y tantos proyectos desaparezcan en la nada de la nada, en el naufragio del olvido de la muerte…Sin embargo, como dice la cita de Alberto que habla del Evangelio del rico y del mendigo, y que éste ni siquiera podía alcanzar de lo “que caía de la mesa del rico”….Sin embargo, Jesús nos habla allí enseñando claramente que existe la justicia junto con la misericordia después de la muerte…puesto que no siempre la hay en este mundo y muchas veces somos nosotros y muchos mas víctimas de la injusticia….y que lo mas importante ES que si no tenemos humildad suficiente para aceptar Su Palabra, que es la esencia de la predicación de “Moisés y los Profetas”,  tampoco creeremos, y nos resistiremos a creer,  “aunque uno resucite de entre los muertos”….como dicen en mi tierra: “mas claro, ni el agua”…

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

    • oscar varela

      Audio recibido por amigo argentino
      Informe desde Madrid

      Cliqueando el Link hay que lanzarlo
      picando en el autorizado que aparece debajo de todo
      como si fuera recibir un Archivo en la Compu.
      Suerte!

  • Carmen

    Pues mucha arpa y mucha guitarra pero aquí lo que corren no son las notas musicales sino las balas.

    Es muy estretenido leerles.

    A mi me gusta mas el piano. Tengo suerte porque es un instrumento musical relativamente moderno. Tres o cuatro siglos como mucho, no recuerdo bien. Así que no lo pudo tocar ni David, ni Nerón ni ninguno de sus progenitores.

    De todas maneras les recuerdo que una buena orquesta tiene cabida para todo tipo de instrumentos. Al menos en la actualidad. Hasta el saxofón he visto en orquestas…y es que los tiempos cambian.

    Buena tarde.

     

  • Rodrigo Olvera

    Con frecuencia, leer a Andrés me deja con un sinsabor de pesimismo en la boca.

    Estoy seguro de que hay mucha sabiduría cargada de años y experiencias detrás de su forma de estar en el mundo y expresarse.

    Sin duda, en comparación, estoy a años-luz en años, experiencias y sabiduría.

     

    Y sin embargo, si se trata del tejer, yo prefiero tomar el telar en nuestras propias manos colectivas (no creerlo  en dioses, diosas ni parcas) y cantar con pasión:

     

    Viene a ser momento de que juntos

    combinemos los colores

    para dibujar la tarde

    en una urdimbre de sueños

    tejiendo en el viento

    hilando en el mar

    una urdimbre que vuela

    buscando madejas

    en tu rojo corazón y mi rojo corazón

    JUNTOS

    aprendiendo a tramar.

     

     

    Abrazos, esperanzas y buenas madejas

     

    • mª pilar

      Es muy hermoso verlas trabajar en los telares.

      Pude verlas cuando estuve en Lago Agrio Ecuador, es fantástico lo que logran crear con sus manos y su paciencia.

      ¡¡¡Hermoso!!!

      Gracias Rodrigo, estoy de acuerdo con tu pensar amigo.
      Abrazo entrañable, lleno de esperanzas

  • Carmen

    Asi que preparense.  Voy a dar una lata… Porque aburrida soy tremenda.

    Tendrán noticias mías, fijo . Y cuando Antonio me diga que pare, parare.

    UF

    De verdad que…

  • oscar varela

    Hola!

    Percibiéndome

    mas cerca del Arpa que de la Guitarra,

    me percibo

    más cerca de Ana que de Alberto.

    • Alberto Revuelta

      Nunca lo he dudado admirados arpistas. Con buen humor os recuerdo que el arpa es instrumento de arpegios arcangelicos y por ende celestiales. Y no olvidemos que el arpa era tocada por el tercero de los hermanos Marx, el mudo. La guitarra la tocan pilluelos, granujas, pícaros del mercadeo, ciegos con lazarillo y otras gentes del común que necesitamos confiar en el seno de Abraham para lamerse las yagas pues al perro el alcalde le ha puesto un chip. Un abrazo a cada uno.

      • Rodrigo Olvera

        Querido Alberto, con tu bondad que es muy superior a la mía, seguramente me tolerarás que recuerde que el arpa la tocaba cierto rey judío, mientras esperaba que sus soldados asesinaran a un general para poder forzar sexualmente a la viuda. No sonaba tan angelical ese arpegio.

        Eso sí, sigamos cuidándonos mutuamente las llagas, en lo que llega (o no) el reposo en el seno de Abraham.

      • Alberto Revuelta

        Por supuesto que David tocaba el arpa, como dicen que hacía Nerón durante el incendió de Roma, sin Cardenales dentro, pero en el cuarto de mis hijos cuando era chicos había tres o cuatro angeles y un arcangel que aparecían tocando el arpa, quizá por la cercanía afectiva se me ha ido el santo (Bethsabe me perdone) al cielo. Bienvenida tu apostilla, querido amigo. No obstante Oscar y Ana si tocan, y bien, el arpa. Son davidicos. Servidor anda subido en la burra de Balaam esperando encontrar al ángel invisible.

  • Alberto Revuelta

    He cantado con convicción, gusto y esperanza muchas veces en compañía, y desde hace años solo debido a la forzada desaparición del latín en las ceremonias de la Iglesia, que vita mutatur non tolitur et disoluta terrestris huius incollatus domo aeterna in caelis habitacio comparatur (la vida muta, no se destruye y disuelta esta casa de ahora, hay habitación reservada e el hotel celestial, más o menos). Espero confiado en la profunda verdad que encierra el prefacio de la misa de réquiem y aunque vivo y he vivido anclado  en la realidad diaria y a menudo difícil , nunca he dudado seriamente de la acogida del Eterno cuando el mutatur sea una realidad para mí. El evangelio de hoy avisa que aunque resucite un muerto los hermanos del hombre rico que baqueteaba a diario, buena parte de la sociedad occidental incluidas personas cristianas y jerarcas clericales, no se creerían lo del seno de Abraham. Se que para algunas de esas personas que escriben aquí, lo único realmente importante es vivir y construir aquí. Pero nos agrade o no, la muerte está en esa vida a la que pone término. Servidor espera seguir cantando en gregoriano con bits de la computadora cuyos algoritmos mantiene el Eterno alejados de  hakeres y otros villarejos celestiales el vita mutatur y disfrutar de la mutación como disfruta de la vita que non tolitur.

    • Carmen

      Y yo espero irme a mí estrella. El latín no me va.

      Aquí me han secuestrado mis hijos. Eso si, a distancia.
      De verdad que…

    • mª pilar

      Creo …para mí… que el quitar el latín de las reuniones eclesiásticas, fue una bueníiiisima idea; así, toda persona que asiste, comprende lo que está celebrando, sintiendo, compartiendo.

      Lo del “cielo seno de Abraham” prefiero sentir:

      ¡Que cada cual, piense, lo que crea más conveniente!

  • ana rodrigo

    Se dice en el texto, supongo que es de Andrés (pone la foto, pero no el nombre): “Por eso acaba relativizando desde su gruta oscura el grotesco poder desorbitado que otorgamos a nuestro existir” Y, por contraposición yo expongo mi “filosofía de vida”, es decir, vivirla, porque es lo único seguro que tenemos. Vivir pensando en la muerte, creo que resta posibilidades de vivir la vida. Eso sí, cada cual organiza su vivir según su decisión muy personal en cuestión de valores o contravalores. Pero es eso lo que tenemos, la vida, en sí misma, no en relación a la muerte. Pensar en el cielo, es una evasión  de una realidad no demostrada, sería lo que Marx llamaba el opio del pueblo.

    Hay una frase que no la entiendo y es la siguiente: “Ahora bien, ello puede hacerse viriloidemente por autoafirmación o bien femeninamente por asunción e interafirmación mutua.”

    Y esta expresión enlaza con el lenguaje no inclusivo del texto cuando dice:

    de una virilidad desaforada.

     

    y el hombre

     

    del hombre es su hombría descomunal

     

    El hombre es un virus para el hombre y una turbulencia para la mujer.”

     

    Intentando superar masculina y musculosamente.

    Todo esto me suena raro y ya anacrónico, estamos en el momento del lenguaje inclusivo y de la igualdad entre personas a la hora de afrontar la vida, dependiendo exclusivamente de la variabilidad personal, pero no por ser hombre o mujer.

     

     

  • Santiago

    “Por eso la muerte no es un mero accidente sino la sustancia final de nuestra vida”

    Muy buena definición existencial de nuestra transición a la otra vida que nos ofrece Don Andrés. Porque es esta esencia la que participa del momento más trascendente -el trascendente- de nuestra existencia terrenal. Por tanto, como todo acontecimiento importante de nuestra vida es necesario prepararnos de modo que podamos enfrentarlo en paz.

    Saludos cordiales

    Santiago Hernández