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Coronavirus: ¿reacción y represalia de Gaia?

La publicación de este artículo de nuestro colaborador habitual no supone que ni el moderador ni las personas que más participan en ATRIO estén acuerdo con su contenido. AD.

Todo está relacionado con todo: es hoy un dato de la conciencia colectiva de los que cultivan una ecología integral, como Brian Swimme y tantos otros científicos y el Papa Francisco en su encíclica “Sobre el cuidado de la Casa Común”. Todos los seres del universo y de la Tierra, también nosotros, los seres humanos, estamos envueltos en intrincadas redes de relaciones en todas las direcciones, de suerte que no existe nada fuera de la relación. Esta es también la tesis básica de la física cuántica de Werner Heisenberg y de Niels Bohr.

Eso lo sabían los pueblos originarios, como lo expresan las sabias palabras del cacique Seattle en 1856: “De una cosa estamos seguros: la Tierra no pertenece al hombre. Es el  hombre quien pertenece  a la Tierra. Todas las cosas están interligadas como la sangre que une a una familia; todo está relacionado entre sí. Lo que hiere a la Tierra hiere también a los hijos e hijas de la Tierra. No fue el hombre quien tejió la trama de la vida: él es meramente un hilo de la misma. Todo lo que haga a la trama, se lo hará a sí mismo”. Es decir, hay una íntima conexión entre la Tierra y el ser humano. Si agredimos a la Tierra, nos agredimos también a nosotros mismos y viceversa.

Es la misma percepción que tuvieron los astronautas desde sus naves espaciales y desde la Luna: Tierra y humanidad son una misma y única entidad. Bien lo declaró Isaac Asimov en 1982 cuando, a petición del New York Times, hizo un balance de los 25 años de la era espacial: “El legado es la constatación de que, en la perspectiva de las naves espaciales, la Tierra y la humanidad forman una única entidad (New York Times, 9 de octubre de 1982)”. Nosotros somos Tierra. Hombre viene de húmus, tierra fértil, el Adán bíblico significa hijo e hija de la Tierra fecunda. Después de esta constatación, nunca más ha apartado de nuestra conciencia que el destino de la Tierra y el de la humanidad están indisociablemente unidos.

Desafortunadamente ocurre aquello que el Papa lamenta en su encíclica ecológica: “nunca maltratamos y herimos a nuestra Casa Común como en los dos últimos siglos” (n.53). La voracidad del modo de acumulación de la riqueza es tan devastadora que hemos inaugurado, dicen algunos científicos, una nueva era geológica: la del antropoceno. Es decir, quien amenaza la vida y acelera la sexta extinción masiva, dentro de la cual estamos ya, es el mismo ser humano. La agresión es tan violenta que más de mil especies de seres vivos desaparecen cada año, dando paso a algo peor que el antropoceno, el necroceno: la era de la producción en masa de la muerte. Como la Tierra y la humanidad están interconectadas, la muerte se produce masivamente no solo en la naturaleza sino también en la humanidad misma. Millones de personas mueren de hambre, de sed, víctimas de la guerra o de la violencia social en todas partes del mundo. E insensibles, no hacemos nada.

No sin razón James Lovelock, el formulador de la teoría de la Tierra como un superorganismo vivo que se autorregula, Gaia, escribió un libro titulado La venganza de Gaia (Planeta 2006). Calculo que las enfermedades actuales como el dengue, el chikungunya, el virus zica, el sars, el ébola, el sarampión, el coronavirus actual y la degradación generalizada en las relaciones humanas, marcadas por una profunda desigualdad/injusticia social y la falta de una solidaridad mínima, son una represalia de Gaia por las ofensas que le infligimos continuamente. No diría como J. Lovelock que es “la venganza de Gaia”, ya que ella, como Gran Madre que es, no se venga, sino que nos da graves señales de que está enferma (tifones, derretimiento de casquetes polares, sequías e inundaciones, etc.) y, al límite, porque no aprendemos la lección, toma represalias como las enfermedades mencionadas.

Recuerdo el libro-testamento de Théodore Monod, tal vez el único gran naturalista contemporáneo, Y si la aventura humana fallase (París, Grasset 2000): «somos capaces de una conducta insensata y demente; a partir de ahora se puede temer todo, realmente todo, inclusive la aniquilación de la raza humana; sería el precio justo de nuestras locuras y crueldades» (p.246).

Esto no significa que los gobiernos de todo el mundo, resignados, dejen de combatir el coronavirus y de proteger a las poblaciones ni de buscar urgentemente una vacuna para combatirlo, a pesar de sus constantes mutaciones. Además de un desastre económico-financiero puede significar una tragedia humana, con un número incalculable de víctimas. Pero la Tierra no se contentará con estas pequeñas contrapartidas. Suplica una actitud diferente hacia ella: de respeto a sus ritmos y límites, de cuidado a su sostenibilidad y de sentirnos, más que hijos e hijas de la Madre Tierra, la Tierra misma que siente, piensa, ama, venera y cuida. Así como nos cuidamos, debemos cuidar de ella. La Tierra no nos necesita. Nosotros la necesitamos. Puede que ya no nos quiera sobre su faz y siga girando por el espacio sideral pero sin nosotros porque fuimos ecocidas y geocidas.

Como somos seres de inteligencia y amantes de la vida podemos cambiar el rumbo de nuestro destino. Que el Espíritu Creador nos fortalezca en este propósito.

*Leonardo Boff escribió Cuidar la Tierra-proteger la vida: cómo evitar el fin del mundo, Record, Rio de Janeiro 2010.

Traducción de Mª José Gavito Milano

62 comentarios

  • Isidoro García

         La amiga Carmen, en uno de sus muchos comentarios a todo lo que se menea, le dice a Santiago: “Resumiendo. Es necesario que exista la trascendencia porque usted y personas como usted la necesitan”.
           Y esa frase me ha hecho reflexionar, sobre un artículo que leí recientemente, sobre la naturaleza profunda de las creencias, ya religiosas, ya políticas, o ya de cualquier cosa.
       El artículo es “Creencias e identidad”, del psiquiatra Pablo Malo. https://evolucionyneurociencias.blogspot.com/search?updated-max=2013-10-10T06:19:00-07:00&max-results=7
        Viene a decir, que todos sentimos una fuerte nostalgia de la tribu, en la que hemos vivido, millones y millones de años, y que nos proporcionaba, seguridad, identidad y supervivencia, que era todo lo que significaba el triunfo para una especie primitiva como nosotros.
         Los miembros de la tribu eran mi familia, compartiendo los mismos genes.
        Ahora somos mas individuales, mas libres, pero sentimos fuertemente esa carencia, que se traduce en un fuerte instinto de pertenencia.
        Conservamos un fuerte instinto ancestral y telúrico de solidaridad con la familia, con los nuestros. Los nuestros no solo tenían mis mismos genes, sino que tenían también mis mismas ideas.
          Pero hoy día que estamos tan dispersos e individualizados, y nos relacionamos con una inmensa mayoría de personas que no son familiares, que los lazos genéticos, (aún existiendo y teniendo su importancia), pierden importancia respecto al otro “marcador” de familiaridad: las ideas y creencias.
        “En tiempos ancestrales los que compartían genes con nosotros también compartían mitos y creencias. Por eso, ahora pensamos que los que comparten ideas son de nuestra familia o tribu”.
         Por eso, las ideas y creencias que mantenemos, (sean las que sean) son algo más que unas simples creencias, sino que son una insignia, un uniforme, un distintivo de pertenencia a un grupo-tribu. Y por eso, las creencias, no son solo un conocimiento, sino una parte de nuestra identidad, de nuestra persona. “las ideas sirven para generar identidad grupal”.
        Y por eso “Resulta muy difícil atacar las ideas de una persona sin descalificar a la vez a la persona que las sustenta. Y resulta también muy difícil no sentirse criticado y atacado personalmente cuando cuestionan nuestras ideas.
          Esto sugiere que existe una relación o vínculo muy estrecho entre nosotros y nuestras ideas”.
          El ser humano es libre, relativamente. Tiene dentro de sí unos esquemas, unos “patterns”, unos modelos, unos esquemas, que luego puede elegir uno u otro, pero casi siempre vamos por uno de ellos. Es como cuando sales con bicicleta todoterreno a andar. Puedes ir por donde quieras, pero el 99 % del camino será por un camino o carretera.
        Y este mecanismo natural explica también por qué la Iglesia se resiste a modificar sus creencias. Para que tengan ese efecto cohesionador de pertenencia, las ideas deben ser estables, y no ir cambiando mucho.
        Por esos mecanismos internos existen mecanismos que nos impidan cambiar de creencias con facilidad. Y existen sesgos cognitivos diseñados para hacernos difícil cambiar de opinión.
          Estos mecanismos podrían ser tanto sociales, (ostracismo, presión del grupo, discriminación de los no-conformistas), como psicológicos individuales. (Pablo Malo).    

    • Santiago

      De necesitar la trascendencia pues todos la necesitamos. Está dentro de cada ser humano y la buscamos consciente o inconscientemente. Esta búsqueda es universal y no se limita a unos cuantos porque las cosas de esta vida no constituyen la felicidad y aunque las tuviéramos todas juntas tampoco nos llenarían puesto que el objeto último de nuestra vida es la felicidad trascendente.

      Saludos cordiales

      Santiago Hernández

  • Juan García Caselles

    Carmen:

    Desde hace unos cuantos años me declaro ateo de todos los dioses conocidos, pero no me opongo a los desconocidos y en concreto me declaro creyente en el Padre amoroso de Jesús el Galileo y si me aprietan mucho no tengo inconveniente en admitir que puede tener tres personas distintas, como si quisiera tener más, que está en su derecho, digo yo. Y poniéndome de ejemplo, fui primero hijo y sigo siéndolo de mis padres que hace tiempo que dejaron este mundo, y he sido Padre-madre de mis hijos y el espíritu sigue alentando en mis pulmones.

    Quiero decir, deja que los muertos entierren a los muertos y que los teólogos se rompan el coco imaginando como puede ser dios, cosa que no lleva a ninguna parte. Ama todo lo que puedas que eso sí que es vivir y vivir para siempre. Perdona el consejo que no me has pedido.

  • Isidoro García

    Creo que no me he explicado bien. Yo no he querido decir que “el hecho de no poder abarcar totalmente el concepto  De Dios no quiere decir que tenemos que suprimirlo o silenciarlo”.

    Lo que pienso es que la tendencia natural de la mente humana, (por el cableado de su naturaleza), es a utilizar metáforas antropomórficas de todo aquello que o desconocemos o presentimos de naturaleza muy compleja.

    De ahí que el hombre primitivo, pronto empezó a antropomorfizar los fenómenos naturales, “deificándoles”.

    Ese fenómeno, en sí, no es malo, y nos ayuda a “entender” mejor el mundo, (es un paso hacia adelante). Dar un nombre a las cosas es una de las formas de conocer. Pero entraña mucho peligro de equívoco.

    Primero porque muchas veces creemos que simplemente por ponerle una etiqueta-nombre a algo, ya conocemos su naturaleza y funcionamiento, (nominalismo).

    Otras veces porque damos a algo un nombre que no le corresponde en función de su naturaleza real. Así o cosificamos personas o personificamos cosas o funciones, y eso produce malos entendidos sobre todo en la comunicación con otras personas.

    Antropomorfizar a Dios, considerarlo una persona, es bueno e imprescindible para la fe religiosa. Dice Martin Buber: “Un principio abstracto jamás puede ser el contenido de la fe, porque en el sentido más exacto del término, creer significa creer en un tú. La fe es la ‘decisión personal’ por el tú”.

    Nuestra naturaleza no sabe relacionarnos con un “ello”, sino solo con un “tú”. Y por eso “el eclipse de Dios es pues, la ausencia de la relación con Él. Esta es la enfermedad espiritual básica de nuestro tiempo”, según Buber.

    Ahora bien, ese atajo o truco cognitivo, que utilizamos con “Dios”, debido a la particular naturaleza de nuestra mente, inevitablemente genera consecuencias secundarias “perniciosas”.

    Cuando hablamos de algo que en realidad no conocemos, cuanto más hables más yerras. Es como si un ciego entra en una cacharrería. No importa que no vea los cacharros, sino lo que importa es que no se mueva mucho por ahí, pues acabará haciendo un estropicio.

    Nombramos a Dios como una persona, creemos que es una persona, y le atribuímos características de persona, en su caso le aplicamos el arquetipo de nuestros padres.

    Un Dios personal, no puede ser otra cosa, que un Dios Padre o Madre. Y la relación religiosa, así es una extensión en el tiempo de la relación paterno filial de nuestra primera infancia, con unos padres que asisten todas nuestras necesidades, y nos otorgan todo el amor que necesitamos para nuestro buen desarrollo.

    Eso psicológicamente parece ideal. Es como garantizarse una infancia perpetua: el sueño de todo lactante. (No dejo de admirarme, en los documentales de animales, ver a potrazos, o terneros  más grandes que la madre, que siguen mamando de ella, mientras esta se deja –dan vergüenza ajena).

    Porque claro, todo tiene su tiempo, y también la infancia debería tener su fin, y en la naturaleza se produce la crisis del destete, ante el asombro y la indignación de la cría que ve que es rechazado y se le acabó el chollo.

    La maduración personal de cualquier ser vivo, es más trabajosa, pero exige cerrar ciertas etapas, y pasar a la siguiente.

    La personificación de Dios, conlleva el providencialismo, la idea de que El estará atento a ayudarnos en todo lo que pueda, (y Dios puede mucho, por definición).

    Pero luego viene la dura realidad: el problema de la teodicea. Siguen existiendo el dolor, la enfermedad, el hambre, la angustia y la muerte.

    Y eso conlleva que la religión del Dios personal, el teísmo, a muchos los instala toda la vida, en una infancia espiritual, (que lógicamente es muy alabada por las instituciones religiosas teístas), y a los más desarrollados, en una fuerte contradicción interna, generadora de muchas crisis personales, o sometida férreamente, mediante técnicas ascéticas autorepresivas.

    Claro que también es verdad, que a estas alturas, no nos vamos a escandalizar por una contradicción interna más, de las muchas que todos arrastramos.

     

    • oscar varela

      ¡Bien Isidoro!

      Estimo conveniente penetrar en esta frase tuya:
      -“Nuestra naturaleza no sabe relacionarnos con un “ello”, sino solo con un “tú”.-

      Para mí, ese “no saber relacionarnos con un ‘ello'”-
      es lo que llamamos AZAR (SUERTE – LOTERÍA – FORTUNA)
      por eso nos es permanente DUDA (dual, dualidad), e.d. IN-SEGURIDAD,
      que hace de la vida humana un permanente ¡ALERTA!
      (con signos de admiración = ojos des-orbitados).

      La “Religión” es una “técnica” lograda
      para no sucumbir en el intento de seguir viviendo.

      Hubo y hay otras “técnicas”: el CONOCIMIENTO, la CIENCIA MODERNA (RAZÓN)
      por no hablar de la MAGIA y de MITOS.

      Gracias!

      • Carmen

        Resumiendo. Es necesario que exista la trascendencia porque usted y personas como usted la necesitan.

        Pues está la humanidad en este momento como para creer en un dios trascendente, verdadero, único, espléndido, creador, que hace al hombre a su imagen y semejanza, al que hay que tratar de explicar mediante un modelo antropomórfico porque somos incapaces de imaginar otra cosa que no seamos nosotros mismos.

        Si, si,

        Ya

        Y que cuando quiere nos manda un virus tal cual una plaga de Egipto para que agachemos la cabeza un poco más y lo adoremos como dios del universo. Porque tenemos que tomar conciencia de que cuando se le van los cables lo tenemos claro.

        Si, si.

        Está en este momento la especie humana como para este tipo de consideraciones.

        Viven ustedes es Matrix. Dicho esto con el mayor de los respetos.

        Cuídense mucho.

      • Carmen

        Esto es para Santiago y para todos en general.
        Sorry. Para todos los habitantes de Matrix, que hay a montones, pero a montones.

    • Santiago

      Porque no es solo que no podemos silenciar a Dios, sino tampoco ignorarlo…como tampoco podemos ignorar al Cosmos puesto que vino a existir y nosotros en el…Podemos pues pensar a Dios no como exactamente nos pensamos…puesto que fundamentalmente tiene cualidades y atributos que difieren bastante de la naturaleza nuestra..Sin embargo, el lenguaje humano no tiene una traducción divina…y por eso cuando hablamos de Dios como pura trascendencia usamos un lenguaje referido a El que se asemeja o es análogo con nuestra humanidad y forma de pensar…Dios no es un ser mitológico como los dioses greco-romanos a quienes se les podía atribuir cualidades totalmente humanas…Dios es la realidad suprema

      Pero el Dios de los filósofos es algo más…ES el Dios de Abraham, Jacob y Moisés…No es un concepto infantil sino que podemos pensarle dado que la materia no puede entenderse a si misma, por tanto la materia no puede ser la última realidad. Nosotros si podemos pensar a Dios de manera que las cosas constituyen el ser pensado por una conciencia libre y creadora que sostiene todas las cosas y que les ha dado libertad en si mismas como existencia independiente. Por tanto el modelo de la Creación NO es simplemente el del alfarero, sino el que procede de una mente creadora y libre. Por eso no existe el monismo de la sustancia sino que El es inteligencia creadora libre que da lugar a mas entes libres…

      El Pensamiento original y primario -que como ser pensado esta representado por el mundo- no es pues anónimo y tampoco una conciencia neutra, sino que es libertad, amor creador y por tanto personal… ya que éstas son las característica de la persona…Por tanto nuestra fe es una opción por la primacía de lo particular contra lo universal. No solamente se conoce El a si mismo, sino todo su pensamiento y esencia, y además ama y que crea porque ama y porque puede amar y pensar nos ha dado la libertad de su propia existencia en seres diferentes a El, como nosotros…Por eso el factor primario del Universo es libertad, no determinismo cósmico..Y en la libertad y en los seres libres no solo hay salud, sino enfermedad, no solo alegría sino tristeza, no solo vida sino muerte terrestre…ES necesario pues que exista la trascendencia a la que tendemos naturalmente en la búsqueda incesante de la felicidad que un sentimiento que todos los humanos compartimos.

      Un saludo cordial
      Santiago Hernández

  • Santiago

    El hecho de no poder abarcar totalmente el concepto  De Dios no quiere decir que tenemos que suprimirlo o silenciarlo..De la misma manera como los humanos no suprimimos investigar los problemas de la física cuántica y los problemas existenciales fillosóficas. La capacidad de conceptualizar y de la abstracción es exclusivamente nuestra y nos lleva poder pensar la trascendencia, cosa imposible totalmente en los seres irracionales. De ahí que Tomas de Aquino explora este concepto por medio de 4 vías: negativa, positiva, creativa y transformative, todavía válidas en el siglo xxi

    Saludos cordiales

    Santiago Hernández

    • M. Luisa

      Hola Santiago, no me parece una buena argumentación la que haces sobre el problema en cuestión pues estimas de igual modo la aportación de la física cuántica con lo que en el pasado supuso las cinco vías de Tomás de Aquino y que añadas además que en el siglo XXI éstas todavía son válidas.

      Aquí, el problema, pienso, como ya expresé en mi primer comentario que con la idea de “relación” L. Boff parece que nos instale en igualdad de condiciones entre la naturaleza y nosotros los humanos por lo que así – cosa que no creo defienda – no habría diferencia entre el ser humano y cualquier otra realidad cósmica. Esta idea fue de la que se valió Tomas de Aquino fundamentando en ella la existencia de Dios con argumentos tomados de los hechos cósmicos, pero esto hoy día es insostenible.

      Las cosas antes de ser “relación lógica” están entre sí conectadas (teoría cuántica) no es que haya vinculación entre ellas, es que si la hay o la puede haber, es porque previamente son respectivas unas con otras. No se trata, por tanto de una relación causal y lineal sino funcional lo cual quiere decir que en este sentido es la realidad humana la que por su inteligencia ejerce dominancia sobre el cosmos pero no actuando sobre él sino obrando cuidadosamente sobre el mismo. Es mi interpretación de lo que pienso nos quiere decir L. Boff.

      • M. Luisa

        …de ahí que la diferencia entre actuar y obrar sea similar a la de mirar y admirar y estas son cualidades intrínsecamente humanas.

      • M. Luisa

        Me doy cuenta, Santiago, que quizá para que me interpretes mejor debería retocar esta frase. “es la realidad humana la que por su inteligencia ejerce dominancia pero no actuando sobre él sino obrando cuidadosamente sobre el mismo”

        mejor así:

        ” es la realidad humana frente al cosmos la que por su inteligencia ejerce dominancia pero no actuando sobre él sino obrando “en” él”

        La partícula “en” por sutil que nos parezca es la diferencia que se establece entre el concepto de Panteísmo y el de Panenteísmo

      • Santiago

        Muchas gracias por tus comentarios y aclaraciones. Aunque Tomas de Aquino se vale a veces de argumentos “cósmicos” su teología está basada en la filosofía perenne aristotélica. Leo el interesante libro de Mathew Fox Sheer Joy o Puro Gozo en la que el hace la pregunta a Sto. Tomás. Las respuestas están basadas en la Escritura explicadas racionalmente filosóficamente, y así Dios “que está por encima de todo discurso y definición” es inmanente y trascendente a su Creación pero NO es el UNIVERSO en evolución, ni depende del Cosmos para existir. Ni panteismo ni panenteísmo en este sentido.
        Claro que para el existencialismo moderno la filosofía perenne de Tomás de Aquino es inválida porque ellos suprimen a priori toda posibilidad de espiritualidad real y asignan a la materia-energía los atributos d e Dios como eternidad y trascendencia.

        La inteligencia humana obra en el Cosmos limitadamente puesto que el ser humano es finito, recibió el ser y depende de Otro para existir pues no posee la existencia en si mismo. Actuamos sobre materia pre-existente y esta es incapaz de entenderse a sí misma excepto si la materia recibe la información de otro, no de si misma, sino que depende de Otro para existir y evolucionar.

        Un saludo cordial
        Santiago Hernández

  • Isidoro García

        Leonardo Boff, enfocaba la actual pandemia, con el enfoque ecologista, de Gaia. Esa metáfora-perspectiva, ha tenido bastante impacto cultural, dado que la mente del ser humano, está estructurada para comprender y relacionarse con otros individuos, con otras personas, y por eso tenemos una tendencia irrefrenable a antropomorfizar las cosas.
     
       Cuando no podemos hacernos una idea concreta de algo, tendemos a expulsarlo de nuestra mente. Ese es el origen del concepto de Dios como persona, y de ahí el éxito cultural de las religiones: hace muy entendible, cosas muy complejas.
     
        Similarmente esa es la razón también de la tendencia irrefrenable a moralizar “la Naturaleza”. Esta cuando hace algo, lo haría porque quiere, y sus fenómenos pueden ser moralmente buenos o malos. (Naturalmente, suele ser bueno lo que nos beneficia y malo lo que nos perjudica).
     
        Desgraciadamente, nuestra cortedad mental, nos obliga al uso habitual de las metáforas, que indudablemente facilitan la comprensión de muchas cosas, solo que deformándolas y desnaturalizándolas.
       Dice Steven Pinker: “Construimos las metáforas con elementos concretos y las empleamos para representar conceptos abstractos.
            Cuando juntamos el poder de las metáforas, con la naturaleza combinatoria del lenguaje y el pensamiento, somos capaces de crear un número prácticamente infinito de ideas, incluso aunque estemos equipados con un inventario finito de conceptos y relaciones.
            Yo creo que ese es el mecanismo que usa la mente para razonar sobre conceptos abstractos”.
     
        El éxito cultural de ciertas metáforas, como la de Gaia, se debe a que “resuenan” en nuestro interior profundo. Dice José Luis Vázquez Borau:
         La Inteligencia Racional (IR) se nutre de ideas y se expresa en raciocinios. Intenta conocer la realidad mediante leyes exactas que puedan expresarse con el lenguaje matemático, para poder así cuantificar y manipular las cosas.
          La Inteligencia Emocional (IE) se nutre de emociones y se expresa en gestos; y 
    la Inteligencia Espiritual (IES) se nutre de silencio para encontrar el sentido de la realidad de las cosas y se expresa utilizando mitos, ritos y símbolos.
         El mito es la narración de hechos fundamentales; el rito es la reproducción por analogía de esos hechos; y el símbolo provoca en nosotros un conocimiento emotivo.
          El símbolo al ser contemplado despierta en el interior de la persona un conocimiento que estaba ahí latente en nuestro subconsciente colectivo, que está formado de arquetipos, (imágenes primordiales que todos llevamos en nuestro interior en el momento de nacer y que serían como los instintos de la imaginación).
              Por eso, cuando vemos conscientemente un símbolo que encaja con el arquetipo interior, lo subimos a nuestra consciencia”.
     
       Decía Nils Bohr, que “al llegar a la descripción de los átomos, el lenguaje debe ser usado como en la poesía: como al poeta, al científico no le interesa tanto describir hechos, como crear imágenes, (símbolos)”.
     
          Por eso el uso de Boff de la metáfora de Gaia, con motivo de la actual pandemia, no hay que tomárselo como una explicación científica, del origen de la cuestión, sino como un intento de comprender algo que confuso y complejo. Es como un poeta que con su estilo y lenguaje propios, intenta explicar el teorema de Pitágoras.
     
        Lo malo es que todos caemos en al menos un pequeño, (o gran) delirio cada día. Y el lenguaje es tan poderoso psíquicamente y tan seductor, que muchas veces nos acaba engañando hasta al mismo que lo expresa.

    • Román Díaz Ayala

      Extraordinario análisis el que haces que es como introspección sicológica del autor. los expertos tendrán la palabra.
      Me quiero quedar tan sólo con una de las consideraciones que te sirven para introducirte en el asunto de lleno. Aquello de que cuando no podemos tener una idea concreta de algo tenemos la tendencia de expulsarlo de nuestra mente y ahí sitúas la idea de Dios como persona. Entiendo que por expulsión quieres decir extrospección, una proyección fuera de nosotros mismos, dándole existencia y de ahí personalidad. De ahí que sea sólo un acto mental y que sabemos expresar porque los humanos estamos dotados del llamado “lenguaje simbólico”, que es lo que nos caracteriza como seres únicos en la naturaleza.
      Ya me explicarás si es lo que has querido decir.

      • Isidoro García

        No, Román, cuando hablo de expulsión, me refiero a ignorarlo, a no incorporarlo a nuestra cosmovisión, como cuando se oye llover. ¿Quién se preocupaba de lo que mascullaba, cuando repetíamos las contestaciones al cura en latín, cuando éramos monaguillos?.

        Yo a lo que me refería es a algo mas sencillo aún. La capacidad mental del ser humano es muy limitada, y exige mucho esfuerzo y energía, y eso supone un freno al pensamiento, (esa es la razón por lo que se piensa poco, porque es cansado y difícil).

        Es verdad, que tenemos la capacidad del lenguaje simbólico. Pero ese lenguaje simbólico es claro, y concreto. Cuando yo pronuncio o escribo las letras de la palabra manzana, tengo asociado en mi interior, un “diccionario” de sonidos-logogramas-conceptos, y enseguida entiendo e imagino el fruto del manzano.

        Todos los teólogos de la incognoscibilidad de Dios, hablan de que sería mejor no mentarlo, pues esa palabra nos induce a error. Como dice Simone Weil: “No depende de un alma creer en la realidad de Dios, si Dios no le revela esa realidad. O ponemos el nombre de Dios como etiqueta sobre otra cosa y caemos entonces en la idolatría, o la creencia en Dios queda como algo abstracto y verbal”.

        Por eso Tillich dice: “Deberíamos estar cien años sin hablar de Dios para poder volver a pronunciar palabras nuevas sobre él”. Lo que ya había dicho San Agustín: “Se comprende mejor a la Divinidad, ignorándola”.

        Yo he hecho la prueba de intentar despersonalizar a Dios, con el sistema del paréntesis vacío: ( ), para denotar que no sabemos lo que hay dentro del paréntesis. Pero eso sirve para una frase, pero en un razonamiento o en una oración, eso nos acaba agotando el entendimiento.

        Por eso antropomorfizamos a Dios, para entendernos. Y las disquisiciones apofáticas de los teólogos profundos, solo son eso: disquisiciones filosóficas, que es bueno tener presente, pero que no son nada prácticas. Muchas de las propuestas de cambios de las religiones para hacerlas más “auténticas”, son disquisiciones académicas, válidas para una tesis doctoral, pero sin ninguna utilidad pastoral, y peor aún, son contraproducentes, para el “humano normal”, que somos la mayoría, pues huirá de lo que no entienda.

    • oscar varela

      ¡Bien Isidoro!

    • mª pilar

      Totalmente de acuerdo Isidoro.

      Gracias de corazón; a veces, es complicado comprender ciertos pensamientos.
      Gracias,

  • m* pilar

    ¿Y si fuera un ataque humano?

    Parece que hay sospechas.

    Y quizá, hay que dejar de meter en todas nuestras fechorías a “dios” y examinar nuestras maneras de comportarnos con las demás personas, dado el resultado que estamos viviendo de insolidaridad y desinterés ante el dolor humano.

    Solo…para pensar.

     

  • Ludovico

    Querida Carmen, con permiso del señor Duato, pues la web es suya.
    Veo que me emplaza usted. He dudado mucho si responderla dada mi voluntad manifestada de abstenerme. Pero, para que no lo tome como desconsideración, haré una excepción. ¿Cómo hacerle frente? Con los medios que le están ofreciendo. Cuanto mayor confinamiento, tanto mejor. Si es posible, que le traigan la compra y las medicinas a casa, se las dejen en la puerta y ya las recogerá usted. Eso en lo que respecta a usted y a mí mismo. Con las medidas higiénicas repetidas por todos los medios. Permítame que no me pronuncie sobre lo que dice El PAIS. Tiene ahora un redactor de ciencia muy bueno, Javier Sampedro, pero que en este asunto, es mi opinión aliquando dormitat. En general los periódicos gubernamentales están cerrando filas y silenciando auténticos dislates del ejecutivo, que los de la oposición no aciertan a desvelar y se empeñan en la vertiente política. A mí, lo único que me interesa es la vertiente social. Y estos que dicen que no dejan atrás a nadie se están llevando a muchos por delante.
    ¿Cómo hacerle frente? Le daré el ejemplo de Corea, con una población semejante a la nuestra. Están  aplanando la curva. Han hecho la prueba a más de 270.000 ciudadanos, es decir a más de 5200 individuos por millón. Es una medida clave para controlar la propagación. Aprendieron del pasado. En 2015 sufrieron un brote importante de MERS, un síndrome respiratorio que puede convertirse en epidémico. Se estableció la cadena de infección. Se decretó cuarentena. Y en pocos meses lo habían atajado. Aprendieron la lección. Y hoy está en los manuales de epidemiología y de salud pública. Aquí estábamos avisados desde instancias europeas. ¿Por qué no se hizo? Que la Virgen de la Fuensanta le proteja.

    • Carmen

      Gracias.
      Se lo que piensa en lo que ahora no se quiere manifestar. Lo leí en el otro artículo. Mire, demasiado prudente es usted. Porque si yo veo las cosas tan claras como usted las ve, me meten en la cárcel por la que lío. Fijo.
      Y es que es un tema muy complejo. A mí desde luego me supera porque ni idea de epidemiología. Ni idea. Pero por lo que estoy leyendo hay como dos estrategias para afrontar esto.
      Ayer hablé con mi hijo mayor. No es médico ni nada deceso, es inspector de trabajo, pero dice exactamente lo mismo que usted.
      Bueno, no exactamente, dice que Pedro Sánchez empezó con una estrategia tipo reino Unido o Alemania y ahora se ha pasado a la de China y Corea del sur. Está que trina. Tiene dos hijos pequeñicos y eso ahora tensiona mucho.

      En fin.
      Gracias otra vez.
      Siga escribiendo, por fa. Usted sabe de esto. Es lógico que en este momento se cierren filas, tenemos que tener fe en que vamos a salir de esta. Ya veremos después. Según cómo salgamos rodarán cabezas o no .
      Mi virgen de la Fuensanta me encanta, pero si alguien me proteje , si pudiese, sería mi madre.
      Un abrazo

    • Carmen

      Hola.
      Me ha costado un montón saber dónde había usted hablado. Hay un jaleo en Atrio que me pierdo. Pero lo he encontrado.
      Una pregunta.
      Por qué se piensa, si no he entendido mal, que quizás los medicamentos contra la malaria pueden ser relativamente efectivos?
      Le digo lo que pienso y usted me dice.
      Opino, creo, me parece que no hay nada tan eficaz contra las enfermedades infecciosas como los antibióticos. Pero, claro, únicamente sobre las bacterias. Pueden detener su capacidad reproductiva, los bacteriostáticos o cargarse a las las bacterias, los bactericidas
      Dicho esto de una manera muy general.
      Pero claro, ni los virus ni el plasmodium son bacterias. Porque el plasmodium creo recordar que es un protozoo.
      Mi pregunta es: en realidad se están dando palos de ciego o de bizcos ? Porque todo esto de los retrovirales, a ver, no se cómo decir…no lo veo muy efectivo. No como los antibióticos.
      Y esto del tratamiento contra el paludismo, los medicamentos y tal mezclados con los retrovirales, no se cómo decir. Quizás sean palos de bizco.
      No sé si me entiende.

      A mí me da exactamente igual que usted sea un ultraortodoxo católico o un progresista propapa Francisco. Se lo prometo. Me da lo mismo
      Creo que la ciencia está por encima del Papa, de la iglesia, de las mezquitas y del muro de las lamentaciones.
      Me encantó lo último que dijo: hay que ser honesto, de provocada la infección, nada
      Aunque se haya usted equivocado. Aunque sea absolutamente provocada, usted ganó en mi cabeza todos los puntos del universo.

      Si llega a leer esto, que no lo sé. Si tiene usted un ratito, le agradecería que fuese usted tan amable conmigo como la última vez. Porque a mí sí me interesa el tema del coronavirus y la opinión de personas que saben de esto de microbiología.
      Gracias.
      Si no tiene tiempo
      Si lo le apetece.
      Si sencillamente no quiere, no sabe hasta qué punto lo voy a entender. Los y las, por supuesto las también, las y los raritos tenemos una ventaja sobre los que se consideran dentro de la norma. A base de escobazos y preguntarnos el porqué del escobazo hemos aprendido a entender.
      Cuídese.

  • Gonzalo Haya

    Lo de Todo está relacionado y lo del Efecto mariposa está muy bien, pero no tenemos ni idea de cómo sucede ni de sus efectos. La tierra o Gaia no se venga, simplemente reacciona ante la explotación excesiva, pero de ahí a que produzca virus por esa explotación es imaginación y no ciencia; menos aún religión. Los que sí podemos reaccionar ante el virus somos nosotros, no desmantelando la sanidad en tiempos de recortes y poniéndonos al servicios de los más necesitados en estos momentos de crisis.

  • Antonio Duato

    Ayer a estas horas me decidí a publicar este post de Boff con el que personalmente no estaba de acuerdo, resaltando esto en una breve entradilla y un primer comentario. 31 comentarios en menos de 24 horas es el mejor indicativo de la atención que ha suscitado el tema del sentido que hay que darle a esta pandemia. Aquí se han expresado hipótesis científicas, creencias, teología y/o visiones religiosas y finalmente la cuestión de la fe personal, en la que han insistido, sobre todo Alberto y Honorio con claridad.

    Es necesario que yo exprese mi opinión personal aquí, sin esperar hacerlo en otros artículos que tengo en telar y que la realidad me obliga a procrastinar. Intentaré hacerlo con la mayor brevedad y claridad.

    En mi artículo de la semana pasada ponía en relación el realismo crítico (en el que la ciencia se ha manifestado control insustituible si es auténtica y está libre de apriorismos mecanicistas) y las decisiones, que deben tomar personas (o instituciones y algoritmos siempre creados por personas).

    La ciencia debe tener la primacía en la explicación de cómo y por qué suceden las cosas. Pero no serán capaces de encontrar el sentido o para qué de los acontecimientos. Esto lo deben encontrar las personas, apropiándose en su interior de todos los datos de la ciencia, todos los acontecimientos individuales o globales sean del tipo que sean y puestos en la realidad por la causa que sea (enfermedades, accidentes, desastres…) para encontrar la respuesta personal o promover la respuesta colectiva: decisiones personales o colectivas que hay que tomar.

    Si el “para qué” de lo que pasa nos lo aportara el mismo acontecimiento (una enfermedad como cruz que nos da Dios, una pandemia como  reacción o venganza del sistema tierra), el encontrar sentido y responder al acontecimiento, la ciencia ayuda a encontrar sentido y tomar decisiones. A veces lo hace descubriendo relación causal: el fumar y la contaminación provocan cáncer, por ejemplo. Pero, hasta ahora, no he visto que la verdadera ciencia apoye esta hipótesis: “la explotación de la tierra o los avances de la ciencia han producido esta pandemia de coronavirus ahora”.

    Entonces, ¿cómo encontrar sentido personal y colectivo a este como a otros acontecimientos? Eso solo lo puede hacer personas conscientes que rumien en su interior todo lo que le pasa a uno y a la comunidad. Y ese trabajo interior, a partir de la conciencia y el realismo crítico de lo que pasa, puede incrementarse con una razonable fe personal en el misterio último (que puede vivirse laica o espinocianamente) e incluso en el Dios de Jesús que muchos aquí parece compartimos. Pero no será con una concepción en un Dios teísta o todopoderoso al microscopio o el microevento cuántico, sino en un Dios-Amor o llamada universal a la igualdad, justicia y solidaridad.

    Este sentido, fe y misión personal es el que debe guiarnos en cualquier acontecimiento, sea el que sea, incluso en esta inesperada cuarentena y guerra sanitaria y económica a la que nos conduce esta aún esta enigmática enfermedad.

    Hoy es un día de San José muy especial. Ha sido en mi vida, en mi familia y en mi ciudad una fecha muy importante. Hace 62 años, en Roma, recibí la orden sagrada del sacerdocio, en un ambiente y un clima cultural muy distante. Pero había allí algo que hoy ha crecido y orienta mi vida: la respuesta a una conciencia de mi misión concebida como actitud de servicio a los demás. Tantas cosas han cambiado. Pero la sustancia de aquel momento y acto de fe-entrega, muy conscientemente vivido, doy testimonio de que continúa viva, con la consciencia personal muy enriquecida y habiéndome apropiado desde el trabajo interior de todos los acontecimientos vividos, hasta este último de la pandemia.

    Y ese testimonio de fe viva y oferta de servicio es el que renuevo a todos desde este sitio de Atrio. Tenemos mucho que hacer para encontrar sentido y esperanza. Os iré presentando objetivos personales y colectivos mientras pueda. Y eso es lo que nos debe caracterizar y unir, más que las diferencias en concepciones científicas o creencias, en el sentido de expresiones culturales de la fe.

    • Carmen

      Me gusta lo que has escrito.
      No veo ningún problema en que aquí cada uno diga lo que piensa y siente. Más lo que piensa que lo que siento. A mí me encanta. Es una pena que no escriba más gente . Pero bueno, cada uno y una es libre.
      Creo que tienes derecho a sentirte orgulloso.
      Un abrazo fuerte y feliz día.

      Y felicidades a los que se llaman José. Solamente se me ocurre de aquí Pepe blanco. Pero supongo que habrá más.

  • M. Luisa

    L.Boff, con esto de la “relación”, con esto de que todo está relacionado con todo  nos deja, en la idea del Panteísmo aunque  pienso  que en el fondo  él no transita por esta línea trazada por Spinoza y más si tenemos en cuenta  la mención que hace de la física cuántica.

    La visión externa de las cosas es la que nos induce a colocarlas dentro de un todo y entonces es  cuando hablamos de relación, de que las cosas están todas interrelacionadas entre sí. Sin embarco,  esta consideración  no es a la que se refieren los físicos cuánticos. La consideración que ellos hacen va en sentido inverso, es decir,  hay relación en efecto pero se da como  un hecho posterior posibilitado por lo que primero sucede en el campo energético en el que están inmersas. No es que haya un Todo que lógicamente lo podamos describir  en términos relacionales, es que el Todo lo forma la propia realidad de las  cosas estando en conexión entre ellas. De ahí viene la urgente necesidad  de un nuevo modo de pensar.

    • M. Luisa

      Refiriéndome ahora a este nuevo modo de pensar, es cierto que L. Bof nos habla siempre de una razón sensible que vendría planteada en contraposición del consabido racionalismo, pero ahí también tal concepto de razón sensible me resulta insuficiente porque parece, o bien que se le otorgue a la razón la condición de sensible o bien su objeto pensante. Aunque tampoco creo que L. Bof parta de este supuesto porque, por ejemplo, cuando tantas veces nos habla del “cuidado” también en esta ocasión al hacer referencia al cuidado de la Casa Común, siempre he pensado que le da a ese término un sentido metafísico ya que el cuidar las cosas va más allá de su mero actuar con ellas. En la relación con las cosas(primer nivel) no dejamos de actuar con ellas más que cósmicamente, si se me permite la expresión, en cambio, el tener cuidado de ellas nos sitúa a otro nivel: el nivel no de la actuación ni el de la mera relación sino el de la responsabilidad (segundo nivel) la relación entonces se convierte en un modo de respecto mutuo (la previa conexión de la que antes hablaba) entre las cosas y nosotros y esto sucede cuando en la marcha de la razón buscando el fundamento de las cosas son ellas, las cosas las que nos piden ser cuidadas capacitando así de sentido nuestra razón.
      La razón humana no es sensible sino que está capacitada plenamente para sentir la realidad de las cosas.

  • Santiago

    Un punto positivo para L. Boff es que es cierto que “todas las cosas están interligadas…todo está relacionado entre sí” que curiosamente concuerda con la filosofía zubiriana de que “todas las cosas, para ser, necesitan vincularse una con otras y por tanto son respectivas” y que por otra parte, la “religación” ES el vínculo personal con esta realidad cósmica…

    Sin embargo, la aparente auto-regulación del Universo que se demuestra en sus “constantes cósmicas y vitales” no son ilimitadas y absolutas, están sujetas a error y a  disolución,  y obedecen a una información extrínseca al mundo ya que la materia es incapaz de darse a si misma su propia información incluso si admitimos una información eterna en un mundo eterno, incluso si admitimos seres pensantes vivos en el mundo…El mundo no es una máquina. El universo es un proceso evolutivo, e irreversible, objetivamente creador, o sea, una “evolución en proceso” de realización desde hace millones de años que no puede ser explicado por si solo, sin caer en una absurda contradicción. Por eso no puede ser el único ser o el ser considerado como absoluto, ya que existe una compleja organización junto con la información manifiesta en los seres vivos y pensantes. Este principio de información NO es inherente al mundo físico pues lo trasciende totalmente.

    Claro que tenemos que ocuparnos de la “Casa Común y de la “Madre Naturaleza”…Estamos “ligados” a ellas porque forman parte de nuestra existencia…pero no es posible atribuirle propiedades que no poseen en su misma naturaleza…El mundo fue creado en libertad total y nuestra prerrogativa principal es el ser libres…Con el don que constituye esta libertad es posible que existan defectos, plagas, males…junto con grandes bienes… Por eso concuerdo con Boff de que “somos seres de inteligencia y amantes de la vida” y “podemos cambiar el rumbo de nuestro destino”…si no abusamos del don de nuestra libertad porque según el propio Monod “somos capaces de una conducta insensatas y demente; a partir de ahora se puede temer todo, realmente todo, inclusive la aniquilación de la raza humana; sería el precio de nuestras locuras y crueldades”..Pero esto debe aplicarse al Homo Sapiens y de su conducta inordinada, y no a la Madre Tierra…La prosperidad sucede a la miseria, la alegría a la tribulación, la salud a la enfermedad….Enfrentemos esta plaga con fortaleza y hagamos todo lo posible por librarnos de ella…pero en paz.

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

     

     

    • Carmen

      Pero en paz. Si. De acuerdo.
      Estoy muy orgullosa de los ciudadanos de mi país. Salvo excepciones, claro. No sé si las medidas para afrontar esta crisis han sido las adecuadas o no. Supongo que habrá habido errores, porque algunos hasta soy capaz de verlos solica y no entiendo nada en absoluto de epidemiología, es decir, ni siquiera sabía que existía esta ciencia, si es que lo es, que no lo se tampoco. Me parece superinteresante.

      Deseo con todas mis fuerzas que el gobierno acierte con sus medidas.

      Y , por favor, que nadie meta a Dios en esto.
      Bien día.
      Cuídese.

      • Santiago

        No es que metamos a Dios, es que ya El está metido totalmente ya que Su realidad lo penetra todo, inexplicablemente para nosotros, pero perfectamente posible para el que posee la vida “en si mismo” y en grado infinito vs nosotros que solo vemos una ínfima partícula del TODO y en grado finito.
        Solo en este fragmento en que vivimos podemos entender parte de la Verdad como para tener fe y esperanza. Sólo esto, puesto que la “visión” queda reservada post-mortem. Pero los datos que tenemos nos inclinan más a la posibilidad de trascendencia que a tener que descartarla en absoluto.

        Por otro lado, la epidimiología es una especialidad médica que pertenece a la salud pública. Yo creo
        que es correcta la cuarentena. Este virus es de la misma cepa del SARS pero con un comportamiento un poco menos severo pero que se expresa erráticamente y por ser una forma nueva existen muchas incógnitas.

        Existen muchas variantes en cuanto a su grado de manifestarse pues hay pacientes sin apenas síntomas pero que son contagiosos y una gama que va de la enfermedad leve o moderada a lo más grave con hipertermia, dificultad al respirar e invasion viral del tejido broncopulmonar en forma de una pneumonia atípica. De ahí que las personas con enfermedades cronicas previas y con defectos de inmunidad y los mayores de 60 son los más vulnerables. Y ahora en USA son afectados en más de un 30% los que se encuentran entre 20 y 49 años.
        Hoy surgió un rayo de esperanza pues se ha permitido usar el fármaco hidroxicloroquina, normalmente para la malaria y probablemente junto con el antibiótico azitromicina para tratar con éxito este insidioso patógeno.

        Ya que el COVID-19 SARS 2 es muy contagioso directa o indirectamente y es capaz de ocasionar un gravísimo síndrome de insuficiencia respiratoria con invasión del pulmón, a pesar de la relativa moderada mortalidad, es correcta la decisión de los gobiernos de tratar de bajar la curva infecciosa y aislar a la población en lo posible especialmente a los más vulnerables. Es algo necesario a pesar de la grave inconveniencia

        Otra cosa es que los políticos del “orden mundial” quieran utilizar el coronavirus como un arma capaz de afectar la estructura de la sociedad para imponer una sola ideología y una sola forma de gobierno. Pero existe una causa cierta de origen médico y es inmoral salirse de la misión del gobierno que es promover el bienestar social y la libertad de expresión. No se puede obligar al pueblo a pagar quid pro quo por algo que pertenece al deber gubernamental.

        Un saludo cordial
        Santiago Hernández

      • Carmen

        Gracias.
        Es que eso de los medicamentos retrovirales, si, sin duda son efectivos puesto que el sida prácticamente se ha convertido en una enfermedad crónica, si se trata, claro. Pero no sé. Tengo la impresión de que todavía no hay medicamentos que tengan un efecto similar al que tienen los antibióticos contra las bacterias. Eso me preocupa mucho. A lo mejor son manías mías.
        Y claro, como estos jodíos virus de ADN y de ARN cambian de forma como de camisa, pues cada año tenemos la misma historia.
        De todas maneras, tengo la impresión de que el problema de este en concreto no es su mortalidad que no es muy alta como su capacidad de contagio . Es brutal. Y no logro entender el porqué. No paro de preguntar a todas las personas que conozco y que de alguna manera están relacionadas con la biología: pero, mantiene su virulencia en el aire,sobre todo en espacios cerrados durante tres horas como dicen? Es cierto o no? Y claro, nadie tiene respuesta. Hay un montón de información pero no sabemos cuál es la cierta y cual no. Uno de mis hijos me dijo ayer, mamá, protegete todo lo que puedas, ya nos enteraremos dentro de unos meses.
        Pero es que eso explicaría muchas cosas. Supongo que tendré que esperar.
        Porque claro, entonces daría un poco igual la distancia de un metro o dos dentro de un espacio cerrado. Porque ya sabemos cómo se comporta un gas . Sería indispensable el uso de mascarillas para todos. Pero claro, es que no hay.

        En fin.
        Cuídese. Y hágame caso. No meta a Dios en esto. No es justo. No es un acto de su voluntad. No lo es. Sencillamente este virus ha encontrado la manera de vivir en humanos. Va a su bola. Y ya está.
        Gracias.
        Un abrazo
        Cuídese mucho

      • Santiago

        No, no se trata de una provocación divina, ni mucho menos. Dios no puede querer un mal. Lo que pasa en la libertad que El mismo creó, va a ocurrir de acuerdo a la naturaleza de las cosas siguiendo el curso ordinario vital. Solo Dios sabe las últimas causas pues El, creó en libertad, pero para el bien, no para el mal. Nosotros juzgamos con mirada temporal, del tiempo que pasa pero Dios mira desde Su eternidad, desde el panorama completo de todos los siglos. Nosotros solo vemos “las causas próximas y sus efectos inmediatos” pero Dios ve todo “en sus causas más lejanas y profundas” y en sus más lejanos efectos. No podemos comprender nunca en esta vida porque existe el mal. Sólo sabemos que exist e el bien junto con el y que reside en la sabiduría misteriosa de Dios y que tendemos a El.

        Por otro lado, coincido en que el quid del COVID-19 está en la contagiosidad además de la severidad de los casos extremos. La mayoría de las personas se contagia directamente a través de las gotitas del aerosol del que tose o de la saliva o secreción nasal cuando nos acercamos a un portador o a traves de la contaminación de las manos etc Es posible que el genoma ARN del virus permanezca largo tiempo donde los fluidos se posaron. Lo que no sabemos es que “actividad” contagiosa poseen una vez que caen fuera del cuerpo del enfermo. Sabemos que es mayor que la de la influenza o gripa ordinaria pero, por supuesto, es el contacto directo lo que es más peligroso. Pero es mejor presuponer que el virus permanece potencialmente contagioso “en las superficies” y en el “aerosol” que se posa en las superficies, sea horizontal o vertical ésta. De ahí desinfectar las áreas involucradas con un antiviral ordinario es una buena medida, como usar guantes y a veces mascarillas, para evitar contagiar y ser contagiados y a ser posible aislarnos.

        Gracis por sus buenos deseos que es recíproco

        Saludos cordiales
        Santiago Hernández

      • Carmen

        Pero mi pregunta es otra y Nadie me la responde. A lo mejor es que de momento no hay respuesta o que no se quiere dar. Lo entendería. Creo que es momento de protección y cortar esta locura. Y luego ya se verá.
        Si es cierto, como he oído por varios sitios de estos que informan con autorización del ministerio, que el virus que se expulsa con esas microgotitas al estornudar o toser o lo que sea,se mantiene activo en el aire durante tres horas, vicosa que no sé si es cierto o no, pero si lo fuera…
        Entonces en los sitios cerrados, farmacias, supermercados, autobuses, trenes, lugares de trabajo, hospitales… entonces de alguna manera la distancia de un metro o dos no sería efectiva. Bueno, un poco si, porque no es lo mismo que te entren de golpe un montonazo de virus que unos pocos. Creo que a eso se le llama carga viral, pero a lo mejor no.
        La única solución entonces sería todos con mascarilla. Pero no hay para todos. Espero que cuando llegue a su zona si las haya. Entonces por eso las recomendaciones son, no salgas,y que los infectados se pongan mascarilla.
        Porque las moléculas de un gas se expanden por todo el recipiente, como usted sabe, luego se expanderia por todo el recinto cerrado con sus gotitas en suspensión.
        Espero que entienda lo que quiero decir. Lo que pienso. Lo que me preocupa. Porque ya sabe usted que el problema de un virus es la manera de transmisión y las bestias negras son el aire y el agua.
        Pero nadie me contesta. Acaban diciendome. Tú en casa y ya está. Pero no está, porque el mundo va mucho más allá de mi persona y porque me gusta entender las cosas que me interesan y esto me interesa un montonazo.

        No digo que me conteste, seguramente usted tampoco tenga respuesta, solamente quiero que entienda lo que digo. Aunque no tenga razón. Solamente pido que se escuche mi razonamiento hasta el final. Si usted ha llegado hasta aquí. Gracias.
        Cuídese mucho. No vea la de cosas que se oyen por aquí. Algunas son indignantes. No vea cómo se está jugando con las palabras de los expertos. Te llegan mensajes con tres verdades y una mala interpretación a conciencia para crear desconcierto y miedo. Y claro, estamos encerrados en casa , con miedo o al menos inquietud, es el medio ideal para que se propague el virus de las fake news. Y para eso no hay más mascarilla que tu cabeza.

        Cuídese mucho.

  • Ludovico

    Sin entrar. Román, la tierra tiene 4500 millones de años. Hace 500 millones de años empezó la maravilla del Cámbrico. Las extinciones en masa se deben a factores ajenos a los organismos: meteoritos, vulcanismo, etcétera. Homo sapiens no es sólo el hombre moderno, etcétera.

    Si le molesta, tómelo por deformación profesional. Me hubiera gustado ir detallando más aspectos de otras aportaciones, por la misma razón. Pero no debo. Gracias por su atención.

    • Román Díaz Ayala

      Gracias por su observacion, por demás bien acertada.
      No ignoraba lo que que acaba de puntualizar. Al no ser un especialista ni un experto hablaba en términos genéricos de forma coloquial. Tengo bien repasada la lección de escuela, pues tengo hasta cuatro nietos, en quinto, en sexto, en 1º de ESo a quienes apoyo en sus estudios. ¡Hay que ver lo mucho que se ha avanzado en estos temas desde mis años de estudiante! Por otro lado, no quería separarme de mi cita de Amelia Vácarcel (Seminario Construyendo el Humanismo del Siglo XXI, parte 2ª, sin querer puntualizarla, incluso el porcentaje que hace del 60 por ciento de la biomasa)
      Es extraordinario que contemos en Atrio con un comentarista tan experto con como Ud, es casi un regalo inmerecido. Le deseo que se asome más a menudo por aquí.

    • Carmen

      Es que usted podría explicar cosas científicas de esto de los coronavirus. Y que cada uno llegase a la conclusión que quiera en el tema de que si Dios, que si intencionado, que si una fuga…todo eso es muy complicado y pienso que opinable, porque certezas no hay.

      Por ejemplo. Acabo de leer en el país un artículo fantástico que de un señor que no conozco que plantea las dos maneras diferentes de afrontar este virus por los distintos países.

      Parece que usted sabe de estas cosas. Por cuál se decantaría usted?

      No soy nadie importante. Soy una ciudadana media que ni se qué hago aquí dentro. No tiene porqué contestarme, pero si puede de una manera u otra decir lo que piensa de este dilema.
      A mí me gustaría.
      Un saludo cordial.

  • Román Diáz Ayala

    Es decir, que estamos solos  y en un mundo limitado, como dice Amelia Valcarcel.

    • Carmen

      Ay Román.
      Si. Estamos solos en un universo infinito. Sería estupendo que en vez de echar la culpa a todo lo que nos rodea, entendiaramos que la fuerza está en nosotros. No en cada uno de nosotros, ni en cada familia. No. En todos juntos.
      A ver si lo entendiesemos de una vez.
      Ese es el mensaje de Jesús. Déjate de que si es Dios en persona. Menuda locura. Padre nuestro, amaos los unos a los otros, la venganza no se vale, compartid, trata a los demás como…no sé de cuántas maneras distintas lo dijo.

      Pero bueno.
      Cada uno con su religión, con su dios. A ver qué dios explica esta pandemia. Un dios caprichoso? Vengativo quizás? Que desea nuestro sufrimiento?
      Por favor, por favor, por favor.
      Dios tiene que ser otra cosa. O no existe, que es otra posibilidad.
      En fin.

    • Alberto Revuelta

      Servidor, en este follon, me encuadro en el binomio Juan García Caselles y Honorio Cadarso, para cantar con el trío calaveras.

    • Carmen

      La mayoría está en la onda de Honorio y Juan. No puede ser de otra manera. Tienen ustedes unas convicciones profundas, envidiables.
      Así que me temo que en trio calavera se convertiría en todo un Orfeón.

      • Alberto Revuelta

        Honorio que es riojano puede dirigirnos para cantar a tres voces, lo que se cantaba en Labastida cuando siendo un crio pasábamos algunos días de vacaciones en la casa de la fámilia de mi padre. Dice así: “El obispo le dijo al alcalde “ ¡viva Cristo, viva Cristo!. El alcalde le dijo al obispo ¡viva Cristóbal Colón!”.

  • Román Diáz Ayala

    Las referencias a Dios se hacen inevitables por razon del autor quien es una autoridad teológica  de la Iglesia Catolica.

    Sus trabajos, incluso los de índole  política,  se enjuician desde esa óptica

    ¿ personaliza Boff a Gaia hasta hacerla una sustituta  de otra instancia superior o trascendente?

    ¿Tiene algún  rasgo panteísta  lo mismo que Spinoza? ¿Como arregi?

    Prefiero sacar mis propias conclusiones, desde lo más  racional posible, es decir, en  aquel espacio común  en que no caben más  especulaciones que las adecuadas para valorar los hechos

    En primer  lugar, que aunque el virus hubiese salido  de un laboratorio, teoria muy marginal y sospechosamente inducida, ha salido de la naturaleza, integrada en Gaia, o sea , nuestro planeta tierra, la casa común.

    La Tierra tiene una existencia  de 500 millones de años. Las edades  geológicas  situan al  ser  humano, con sus 200.000 años, en un recien llegado  Me refiero  a nuestra única  especie de homo sapiens, u hombre moderno.Apenas abarcamos  un puñado de años,  3 generaciones, en nuestros estados de consciencia y nuestro sentir.

    Pero esta humanidad tiene la novedad  de ser una única  especie que no tiene otra competencia  que los individuos de ella misma

    en dominación  de todas las otras firmas de vid

    a  . Se dice que representa el 60 por ciento de toda la biomasa de la totalidad del planeta.

    Solo  nuestra existencia por si misma puede ser causa  del colapso biologico vital.

    Desde un punto de vista geologico ya han existido varias extinciones masivas   Es como si la naturaleza (Gaia) se defendiese a si misma Todo un sistema  autorregulado por unas fuerzas  endógenas  que no somos capaces de comprender,  pero que han existido y nada nos hace creer que ni puedan seguir sucediendo.

    Desde este punto de vista tenemos que reconocer que estamos dolis y en un mundo limitado

    Para pensárselo .

     

  • No sin razón James Lovelock, el formulador de la teoría de la Tierra como un superorganismo vivo que se autorregula, Gaia, escribió un libro titulado La venganza de Gaia (Planeta 2006). Calculo que las enfermedades actuales como el dengue, el chikungunya, el virus zica, el sars, el ébola, el sarampión, el coronavirus actual y la degradación generalizada en las relaciones humanas, marcadas por una profunda desigualdad/injusticia social y la falta de una solidaridad mínima, son una represalia de Gaia por las ofensas que le infligimos continuamente.
     
    Sea que Dios y los Ángeles son partes de la tierra o sea que nos vienen de otro mundo. Recién, estoy leyendo Apocalipsis 16
     
    (Y OI una gran voz del templo, que decía á los siete ángeles: Id, y derramadlas siete copas de la ira de Dios sobre la tierra.)
     
    Yo pregunto a Leonardo Boff ?Que relación tienen esos siete ángeles con la Gaia y que tiene que ver ella con las siete copas de la ira de Dios sobre la tierra?
     
    Mi punto de vista es que el Universo tiene sus reglas inscritas en su ADN y que los seres humanos, calificados de inteligentes, pueden actuar tanto en contra de la Humanidad como en contra de las reglas que rigen el Universo. Si hay que buscar un culpable del desorden del mundo hay que buscarlo en los que ambicionan tomar el control del mundo. En cuanto a los siete ángeles uno puede creerlo otros no. Yo lo creo.  
    Me disculpo por la présentation, es que tengo un nuevo teclado que no es lo mismo del anterior.

  • Honorio Cadarso

    Bueno, todo esto que está apasando tiene una lógica y una matemática, el comportamiento huimano influye en esa lógica como una parte qque somos del universo. Y Esa lógica y esa matgemática son la expresión de los designios de Dios, como los panes y peces que llevaron los apóstoles para alimentar a la muchedumbre eran parte del resultado de alimentarlos a todos con casi nada…

    Los milagros son una versión simbólica de la presencia de Dios y de las leyes que El imprimió e imprime constantemente en este mundo. Yo no veo que nos armemos tanto lío con esta presencia y esa ausencia de Dios en la historia humana…No seamos hombres de poca fe…

  • Asun Poudereux

    La vida es la que es. Se la ha querido atrapar.  Si ella nos ha hecho posibles, cómo se explica ir en contra de ella¿?                                      El antropocentrismo positivo y negativo sigue actuando, por más que quede camuflado. Y lo peor es no darse cuenta.                       
    Si venimos de la vida. seamos vida alineándonos a ella y dejemos de una vez de mirarnos el ombligo.  Somos una mota de polvo en un inmenso espacio que  nos ha ido y va dando millones de vueltas. Aprendamos de y con la vida.  Es la que es.  
    Si era la reflexión, lo que el autor pretendía, gracias.

  • Juan García Caselles

    A ver si nos aclaramos. El universo no es un todo acabado, sino un conjunto en constante movimiento, en equilibrio inestable, y Dios puede que juegue a los dados ¿por qué no?.

    Si en ese conjunto (que no entiendo ni puedo ni quiero definir) se altera una de las fuerzas, de las sinergias, de los equilibrios, de las relaciones, todo el tinglado reacciona. No hace falta Gaia, por muy mona que resulte.

    Si los humanos, o quien sea, cualquier elemento móvil o ser vivo más o menos consciente, modifica el equilibrio para obtener ventaja o por simple capricho o por puro azar, no cabe duda que se producirán las correspondientes reacciones. Si a esas reacciones, buenas o malas para el que las provoca, se las quiere llamar Gaia, pues bueno, pues bien. Como si le quieren llamar Pepe o el yin y el yan.

    Lo que reacciona no es una persona, ni un diosecillo más o menos salvaje, sino la propia física o química o lo que sea, lo energético del mecanismo, del que sabemos cada vez más, pero que sigue siendo poco como para entenderlo.

    Lo único cierto es que la creación no ha acabado, todo lo contrario, sigue en marcha. El séptimo día aún está por venir

    • Carmen

      Es que la teoría de Gaia dice lo que tú acabas de decir.
      Y si, resulta mona.
      A mí me gusta.

      • Juan García Caselles

        Sí, pero yo digo que se autoregule (como la “mano invisible” con el mercado), digo que reacciona. y esta reacción puede ser la autodestrucción, como en un agujero negro. O puede ser un éxito. como el nuestro como especie. Y todo esto, que yo sepa, no tienen nada que ver con Dios, o el dios que cada uno cree que sabe lo que es. Yo no tengo ni idea de como es dios, pero creo en el Padre amoroso.

  • Asun Poudereux

    No diría como J. Lovelock que es “la venganza de Gaia”, ya que ella, como Gran Madre que es, no se venga, sino que nos da graves señales de que está enferma (tifones, derretimiento de casquetes polares, sequías e inundaciones, etc.) y, al límite, porque no aprendemos la lección, toma represalias como las enfermedades mencionadas.
    Recuerdo el libro-testamento de Théodore Monod, tal vez el único gran naturalista contemporáneo, Y si la aventura humana fallase (París, Grasset 2000): «somos capaces de una conducta insensata y demente; a partir de ahora se puede temer todo, realmente todo, inclusive la aniquilación de la raza humana; sería el precio justo de nuestras locuras y crueldades» (p.246).
    Aquí podría centrarse la acusación activa a señalar como castigo por vivir como vivimos. Independientemente de que se esté o no de acuerdo que el planeta funcione como un organismo vivo. Me gusta más como ser vivo que se interrelaciona con el universo entero.

    • Carmen

      Es que eso es lo que es. Se comporta COMO un organismo vivo. COMO. Ni padre , ni madre, ni perrito que le ladre.

      Y si le hacemos daño, por ejemplo a la atmósfera, pondrá en funcionamiento su defensa planetaria. Pero no con un virus. Por favor.
      Ni con terremotos ni con catástrofes. Por favor.

      Porque somos parte de ella. Parte. Una parte pequeña de ella. Nos seguimos creyendo el centro del universo. Eso es lo que sucede. Toooooooodo gira a nuestro alrededor.
      Por favor.

      Y me encanta esta teoría aunque científicamente , ni caso. Pero es bonita. Asimov ya lo trató en su trilogía de las fundaciones. Año 64 o por ahí. Me gusta pensar que formo parte de algo que se comporta así. Es más. A veces me veo como una especie de planeta y mis células serían como todos los componentes de la tierra. Que en realidad estamos hechos de los mismos átomos. Somos parte de la tierra.
      Es una teoría como poética sobre la tierra. Desde luego no es científica. No sé a qué viene mezclarla con la teoría cuántica que es pura ciencia.

      Ahora, que me digan que mi planeta me manda un virus…mire usted.

      Si sale, sale. Y aquí está. Pero mandarlo? Por favor.
      Es que no se puede mezclar todo y banalizar todo a nuestro antojo. Sobre todo las personas de renombre. Porque que yo diga las tonterías que digo como la que acabo de decir que a veces me siento como un planeta, no importa a nadie.
      Pero otras personas si influyen en el pensamiento de otros. Ya lo creo que influyen.

  • Carmen

    Me gustaría a mí saber todos esas personas que mezclan todo , qué saben en concreto de la teoría cuántica . Porque sencilla no es. Porque no es aceptada por todos los científicos del mundo mundial. Porque creeo que Dios no juega a los dados.

    Y qué tiene que ver exactamente con la teoria de que la tierra se comporta como un organismo vivo. Teoría que por supuestisimo no está aceptada por casi nadie.

    Pero bueno.

  • Alberto Revuelta

    Pues si no he entendido mal al leer, estoy de acuerdo. El autor no personaliza a Gays como diosa tronante en el Sinaí. Se limita a constatar las reacciones de la sustancia de Spinoza, la Natura naturans ante agravios y deterioros provocados por los seres humanos. Sí, me basta con mirar el mar en Los Alcázares para estar de acuerdo.

    • Carmen

      Lea algo sobre la teoría de Gaia. Superbonita. No sé debería de utilizar al antojo de nadie.
      Es mi opinión.

  • oscar varela

    Hola!
    1- Este Artículo me llegó ayer noche con fecha de 2015.
    No entendí el porqué.
    ¡Pregunté, pero ya era tarde!
    …………………………………………..
    2- Leo los Comentarios de:
     
    a) Antonio. Se fundamenta en una noción de “persona”,
    que descarta ser compatible con “lo demás” (cosas).
    Para mí, esa es una Antropología deficiente.
     
    b) Ana: No veo en Boff lo que le acusa de un “Dios castigador”.
     
    c) Asun: suponen los de Antonio y de Ana
    atendiendo el lado de “culpa”.

    • ana rodrigo

      Oscar, he dicho: “De aquí a decir que Dios nos castiga por malos, hay un paso”. No pongo en boca de Boff a idea de Dios castigador, y quería decir que si el coronavirus puede ser una represalia o venganza de Gaia, como causa-efecto, podríamos estar a un paso del Dios castigador. A Boff lo considero mucho más inteligente como para hacer tal afirmación.

      No sé lo que dice la ciencia de dónde habrá salido el virus o tantos otros virus que ya conocíamos, sólo que éste no lo conocíamos y nos a pillado desprevenidos. Hay tantas causas de muerte que por eso un@ tras otr@ iremos muriendo por distintos motivos sin que podamos evitarlo, aunque ya podemos curarnos de muchas enfermedades que antes no era posible, pero el final de la vida siempre es el mismo, la muerte, por una razón u otra.

      Otra cosa es que la acción humana esté maltratando el Planeta tierra y estemos alterando el clima, las corrientes de aire, el calentamiento, etc. Aquí sí se ve causa-efecto y lógica, pero el coronavirus yo no lo sé, al igual que no sé de dónde o como ha evolucionado la vida desde una célula hasta seres tan complejos como existen. No sé absolutamente nada de ciencia, pero tampoco me atrevo con determinadas teorías que lo expliquen todo. Sí sé de la existencia de las mutaciones, pero hasta aquí llego, nada más.

  • Carmen

    Se ha mandado solo.

    Que digo que es una pena que una teoría tan preciosa cómo la de Gaia se utilice de esta manera.

    Si se aburren busquenla en la wiki. Supongo que estara.

  • Carmen

    Espero que no sea una respuesta de Gaia.

    Es una pena que una teoría tan preciosa cómo la de Gaia

    • oscar varela

      Recomendaría
      penetrar en el concepto de “RESPUESTA”
      Boff empieza con eso mismo usando el campo de conceptos
      “RELACIONALES” “RELATIVOS”, etc.
      (por eso recurre a la Teoría Física de los Quantum)

  • Asun Poudereux

    Esta tendencia a buscar culpabilidades parece que haya marcado al ser humano desde siempre y especialmente a la mentalidad mítica, que sin duda, querámoslo o no hiberna en el inconsciente colectivo.
    En este tiempo de mayor consciencia y conocimientos tecnológicos y científicos parece más apropiado  que cada cual se haga responsable y tome medidas en lo que le toque más cerca, teniendo presente lo que su actuación pueda evitar el máximo de consecuencias no deseadas  a los demás, mayores y pequeños,  aquellas y estas nuevas y siguientes generaciones.
     Asignatura pendiente y cambiante por demás.  Enredarnos en un círculo de acusaciones en  este tema, ni creo que en ninguno,  nos lleva a superar y trascender esta eterna situación querida por poderes y  medios que suscitan miedos y dependencias.
    Me gustaría que los participantes de Atrio con formación científica nos expusieran una visión más ajustada y lo bastante precisa, si es que es posible,  para una mayor toma de conciencia de todos y toma de responsabilidades lúcidas y solidarias.
    Muchas gracias.   

  • Antonio Duato

    Por respeto a Leonardo Boff como teólogo y en agradecimiento a los muchos años con que tanto él como su traductora nos han enviado desinteresadamente sus columnas semanales, publicamos esta de hoy sobre las causas de la pandemia que estamos sufriendo globalmente a pesar de que el moderador y la mayor parte de los que intervienen en ATRIO no esté absolutamente de acuerdo con interpretación que del hecho da aquí Leonardo. Personalizar el sistema Tierra como capaz de tener reacciones humanas -represalia- y atribuirle a esta afirmación carácter científico por las autoridades que cita y relacionar todo con la física cuántica, no es aceptable. Otra cosa sería usar esa personalización como una alegoría para mostrar la fragilidad de la especie humana y la mala gestión con que se emplea la ciencia y la técnica para cuidar de la tierra y de la vida humana.

    • ana rodrigo

      Antonio, estoy de acuerdo contigo. El mensaje ecológico es una cosa y los acontecimientos que perjudican a la humanidad es otra. Si esto no fuese así, cómo nos explicaríamos las pestes que han azotado a la humanidad a lo largo de la historia, cuando aún el Planeta no estaba maltratado por la acción humana. Y los mismo podríamos decir de los terremotos o tsunamis o las glaciaciones prehistóricas, que son fenómenos naturales al margen de la acción humana.
      De aquí a decir que Dios nos castiga por malos, hay un paso.
      No estoy de acuerdo con Boff en esto que dice como represalia de Gaia.