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Sobre lo divino

     No distingas a Dios
de la felicidad (A.Gide).

     Hemos separado laicalmente a Dios del mundo, incluso lo hemos contrapuesto en un dualismo de tipo maniqueo. Pero al mismo tiempo hemos manipulado clericalmente a Dios o al menos a su nombre, usándolo en vano o vanamente. La verdad es que Dios se ha retirado invisiblemente ante nuestra pretensión de ser dioses en lugar del Dios, lo que no estaría mal si fuera posible y plausible y no una quimera que echa meramente humo. Entre Dios y el hombre hay hoy una escisión o fractura que nos pasará factura, por cuanto resulta insostenible e insalvable tal y como se presenta.

     Por eso proponemos aquí recuperar, más acá del nombre de Dios, su adjetivo “divino”, como una cualidad o calificación de la realidad natural o cultural, humana y extrahumana. Lo divino atañe a una persona o a una situación, a una obra de arte o a una vianda o bebida espirituosa, especialmente a la experiencia estética o religiosa, así como a la vivencia de la belleza y la bondad. Lo divino atañe al sentido de lo sublime como sublimación o trasfiguración, elevación y metamorfosis de nuestra realidad en su evolución. Una evolución que va de la materia al espíritu, pasando por la mediación anímica o del alma como ámbito más propio y propicio del amor y su afección o afecto.

     Porque lo divino comparece específicamente en el amor, lo sabe todo el mundo y es un secreto a voces por pudor, y también por temor al desamor, así que comparece como algo sagrado aunque a menudo degradado. Ya Sócrates y Platón consideran el amor como divino con algún reparo, ya que es una especie de duende semidivino y revoltoso, simbolizado por el niño Cupido; por ello el amor es la deconstrucción y reconstrucción del mundo. Será el cristianismo el que radicalice lo divino como amor y el amor como divino, al menos si involucra o incluye la caridad, tal y como se muestra en la figura divina de Jesús de Nazaret. En donde su divinidad resplandece en su humanidad, cuando resume o condensa la fe y la esperanza humanas en el amor de compasión por el otro; pues el amor radical al otro significa ya creer y esperar en la otredad radical. De este modo, la idea platónica del bien o bondad se encarna en el Dios cristiano de Jesús.

     El amor es una esfera inmanente o humana pero trascendente o divina, por cuanto remediadora de nuestra finitud abierta al infinito. El tiempo del amor se abre al espacio de la eternidad, elevando el cuerpo sensual al espíritu celeste a través del alma afectiva. Por eso el amor simboliza el cielo de nuestra felicidad encarnada dolorosa o dolosamente en la tierra, la apertura no hacia abajo de signo nihilista, sino hacia el horizonte del sentido en cuanto destilación o sutilización de lo sentido. Esta operación simbólica o alquímica requiere una vivencia estética o religiosa, en todo caso amorosa. Se trata de una experiencia que no detiene el tiempo, sino que lo contiene extática o místicamente, salvaguardándolo morosa y amorosamente. Yo diría que en esta situación-límite se da un intento de redimir o salvar a nuestros propios démones o pasiones, así traspuestos simbólicamente, al modo como la pasión, padecimiento o sufrimiento nos hace supurar y superar lo sentido en el sentido.

     El simbolismo nos abre el horizonte de lo divino a través del sentido del amor explícito o implícito. Lo sabemos bien en su contraposición al infierno cohabitado por el odio y el desamor, un odio demoníaco que atenta contra lo divino y su humanidad o humanización. Porque el amor es religador e implicativo, mientras que el odio es desligador y disolutor. El mismísimo André Gide se dio buena cuenta de ello cuando promulgó su religión siquiera laical del amor así: no distingas a Dios de la felicidad. Pues esa distinción resulta peligrosa para nuestra psique humana, y en esta peligrosidad está recayendo errónea e infelizmente el hombre contemporáneo.

14 comentarios

  • carmen

    Pues mi alumna aquella que he nombrado ya cien veces dijo un día en una discusión con un compañero: dios está en todo lo bonito. Curioso. Algo muy parecido a lo que dijo este señor André Gide, que no se quien es pero voy a ver si me entero  .  Y es que no vean todo lo que aprendí con mis niños y niñas. Fue una especie de intercambio.

    • Un pensamiento que es de lo mismo de lo que los filosofos llamaban los cuatro transcendentales: lo bueno, lo bonito, la verdad, el ser. Cada uno de los cuatros se pueden entender con todo lo que representan los tres otros. Pienso que Dios es cada uno de ellos: bueno, bonito, verdadero y el ser por excelencia.

      Buen dia

  • Santiago

    Como apunta Don Andrés el amor “es religador e implicativo” y el odio es ” desligador  y disoluto”..En el amor es por donde nos salvaremos y es por eso que el amor implica la gloria y el odio nos convierte en infelices. El amor es el camino ascendente hacia lo divino. El odio siempre nos hace descender al abismo de la infelicidad y la incomodidad.

    El amor es un reflejo del que ES amor en Si mismo y del que procede. Por eso el discípulo amado de Jesús decía que debemos amarnos unos a otros porque “el amor procede  de Dios..

    Es solo por amor que Dios existe y solo por amor existimos nosotros junto con el Cosmos. Pablo de Tarso y Teresa de Lisieux basan toda su filosofía de la vida en el Amor. Es la única virtud teologal que sobrevivirá la tumba.

    Saludos cordiales

    Santiago Hernández

    • carmen

      Perdone, Santiago. No se enfade, por fa. Por qué no intenta dejar un poquito tranquilo a Dios y se centra más en las personas?. A ver, No me entienda mal. No digo que no piense usted en las personas. Digo que a lo mejor le vendría bien centrarse un poco más en la parte humana de Jesús . Porque, querido amigo, a dios no hay quien lo entienda. Ni santa Teresa de Jesús ni de Lisieux. Y Pablo de Tarso a lo mejor se creía él que entendía algo a Dios no lo se, pero lo que sí se es que de la parte humana de Jesús no entendió nada.Y de verdad que merece la pena como hombre. Solamente como hombre.

      Buenas noches.

      • Santiago

        Nada nos diría la parte humana de Jesús si no estuviera ligada al amor…Pero en este artículo de Don Andrés estamos hablando del amor, que era lo atractivo de su humanidad…Por amor vino Jesús a este mundo, por amor se ofreció voluntariamente en la Cruz, por amor se ofrece diariamente en el sacramento del altar. Pero el amor no es de nuestra exclusiva creacion…procede de lo divino, como nuestra existencia que no fue producto de “la materia que piensa” sino que necesitó de “Otro” para venir a existir. Sin El nunca hubiéramos venido a ser “algo” y permaneceríamos todavía en la profundidad de “la nada” pues solo venimos a existir en y por Dios, con letra mayúscula..

        Pablo de Tarso y Teresa de Jesus conocieron la humanidad de Jesús profundamente. Ambos se ofrecieron por amor a la humanidad de Jesús que no puede separarse de su divinidad amorosa.
        La humanidad nuestra solo tiene sentido en el amor, y este a su vez procede de Dios. La relevancia de Jesús solo se encuentra en Su amor trascendente que se plasmó en Su humanidad. De otra manera no quedaría de Jesús sino una mínima memoria histórica totalmente irrelevante para el mundo actual. Sin embargo, Jesús se encuentra en un momento crucial en la historia y sigue estando en un presente cósmico y universal. La identidad sobre su origen subáistirá más allá de nuestra muerte. Allí quedara totalmente definida y desvelada.

        Sin ninguna razón para enfados. No hay por qué. Es irrelevante al tema que tocamos sobre el amor.

        Saludos cordiales

        Santiago Hernández

      • carmen

        Perdone, querido,sería irrelevante para usted. A mí lo que me agobia es eso de que sea dios. Pues vaya. Así cualquiera. Eso no se vale. A mí me gusta ese señor porque me gusta como piensa , lo que dice y lo que hace. Me atengo a ,o que cuentan los evangelios, dándolos por ciertos, claro.Pero si es porque es dios, pues bueno, pues no me vale.
        Y entiendo perfectamente que a usted le valga, lo que no entiendo es el porqué no puede haber un grupo de cristianos que pensemos que Jesús no tiene por que ser hijo de dios, ni dios ni nada de eso ¿Por qué no puedo ser cristiana? No seré católica apostólica y romana. Pero cristiana, ¿por qué no?

        Sabe usted en qué puede acabar todo esto? Pues en otro cisma de esos sonados. Y El catolicismo se verá reducido otra vez, eso sí, seguirán con la verdad absoluta. Madre mía , verdad absoluta…estamos perdiendo la cabeza todos. En este tiempo en que que no sabemos ni como se originó el universo, si se está extendiendo o concentrándose, si hubo un big bang o incontables explosiones que originaron incontables universos, si en la actualidad existe un solo universo o doce Branas de esas que llaman,si existe una materia oscura o una energía oscura o es una leyenda científica, que no existe el arriba ni el abajo desde que la tierra es esférica, que no paran de descubrirse exoplanetas continuamente, que ahí está la inteligencia artificial, que cuando te mandan un correo puede esta lleeeeeeeeno de virus, que la gente que quiere se cuela en los móviles, que hay delincuentes cibernéticos que son capaces de provocar un apagón de luz de ciudades enteras, que un dron puede provocar que un avión de pasajeros se estrelle, que no sabemos en realidad como funciona el cerebro, ni nada, sino por aproximación, que un virus pequeñito con corona ha puesto en jaque a una de las tres potencias mundiales , en este tiempo de descubrimientos absolutamente desconcertantes ¿ todavía hay quien piensa que tiene la verdad absoluta? ¿hasta cuando se va a poder mantener esa postura?

        Y lo único cierto es que el amor es lo que puede salvar a la humanidad. Al menos eso me gusta creer. A lo mejor no es cierto es una ingenuidad de esas gordas. Vamos a defender de verdad verdades absolutas? ¿Sabe el mal rollo que trae eso? Conoce a Machado? pues eso, venga conmigo a buscarla…

        Un abrazo.

      • Santiago

        Claro que uno puede llamarse “como se quiera”. El papel lo aguanta todo. Sin embargo, si uno piensa que sin seguir y creer lo que dice el Corán puede considerarse asimismo como seguidor del Mahoma verdadero, pues, cualquier musulmán le diría obviamente que lo que se pretende es una falsedad. En el Coran se definen las verdades de la religión musulmana. El que no lo sigue podrá llamarse muchas veces musulmán pero en realidad NO lo es y será fácilmente conocido cuando se intente manifestar como tal.

        Sin querer excluir a nadie, la enseñanza básica del cristianismo es Cristo. Y Cristo es la manifestación visible del único Hijo de Dios que asumió nuestra naturaleza en la Encarnación. Esa es la Persona en la que se basa el cristianismo y su esencia. Se es libre aceptarlo como tal o rechazarlo. Si lo aceptamos como tal entonces seguiremos lo que dice y lo que ES..ya que El es el camino, la verdad y la vida…para los que creen en El..Claro que los que no creen tienen otra idea de esa Realidad histórico-teológica que es puramente evangélica pues los escritores paganos y judíos hablaron de Jesús sin creer en su divinidad PERO nunca se consideraron seguidores de Cristo Jesús ni se les llamó cristianos.

        Nuestra realidad, por otro lado, es parte de una mucho mayor trascendente. No es posible para seres finitos como nosotros los del planeta tierra abarcar la totalidad de la que se encuentra muy por encima de nosotros. Solo rasgamos muy poco esa Realidad ya que está fragmentada
        Por eso la Verdad Absoluta nos trasciende y solo se encuentra en Dios que quiso traernos aquí, mantenernos y sustentarnos y revelársenos en el Cosmos, en Jesús visible y en nuestro interior.

        Somos nosotros los que tendemos a la Verdad absoluta cuando queremos conocer las cosas “tal y como son”. Esa aspiración del ser humano es UNIVERSAL -ya que odiamos la falsedad y buscamos la verdad- y es una prueba de que existe la Verdad pura porque de otra manera el mundo quedaría reducido al absurdo y nuestra racionalidad sería inútil y sin sentido.PERO todos -consciente o inconscientemente- de alguna manera queremos encontrar la Verdad. Aquí en la tierra solo podremos vislumbrar “lo poco”..En la otra vida “veremos” con claridad con una visión total y perpetua esa misma Verdad que solo atisbamos en la tierra.

        Siento la extensión. Un saludo cordial

        Santiago Hernández

      • carmen

        Pues no soy cristiana.
        Y menos aún musulmana. No me gusta Mahoma, nada. Alá, si. Es como al revés. Aquí, en el cristianismo, me gusta Jesús y Dios padre no.No como lo presentan. Para que usted vea.
        Y si, el papel lo aguanta todo. Hasta los dogmas de fe.
        Buen día.

      • Santiago

        Claro que es cristiana en la práctica, tratando de hacer el bien, amando a su familia y mostrando interés por todos los que sufren a su alrededor. A veces la boca dice cosas que no corresponden a nuestro corazón. Tenemos amigos que se confiesan ateos pero que son los que más lloran en los funerales, los que más sufren..por los demás. Su ateísmo solo es un grito de dolor al no poder aceptar y querer suprimir el Holocausto donde fueron exterminados sus padres y toda su familia en Polonia. Solo la fe puede iluminar la mente y sanar las heridas incomprensibles a la mente puramente biológica. Hay que remontarse a un nivel superior propio de nuestra dignidad de llegar a ser hijos De Dios. Y rendirse ante la Misericordia que nos acompaña diariamente sin que la tomemos en cuenta.

        Saludos cordiales
        Santiago Hernández

      • carmen

        Anda que sí. Yo no tengo solución, pero usted, tampoco.
        Es usted incansable. Su pensamiento es totalmente circular. Lo tiene todo clarísimo. Tan claro que no me lo creo. Pero bueno, el autoengaño salva vidas continuamente.

        Feliz día

  • oscar varela

    Sobre lo divino
    ESTÁ LO HUMANO

  • Esa reflexión me recuerda las palabras de Pablo (acto, 17,26-31) en que nos dice que somos de la raza de Dios:Por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia, por aquel varón al cual determinó; dando fe á todos con haberle levantado de los muertos.

    Con el hombre Jesus resucitado, hijo querido del padre, es toda la humanidad que se ve  compartiendo la divinidad y la humanidad de Jesus. Es la manera como lo entiendo.