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Pepe Sala, una columna de ATRIO

Pepe Sala frente a la estatua de Fray Juan de Zumárraga, primer arzobispo de México, en Durango, Foto tomada por Rodrigo Olvera.

Cuando concluía mi editorial anteayer, dudé si completarlo con el último apartado, 7. UN NUEVO CIELO. Pensé entonces en que si ATRIO ha podido recorrer este camino de casi 20 años y ofrecerse como nueva plataforma de encuentro para los próximos años es en gran parte porque se sostiene en un grupo de columnas que han fraguado en unas vidas llegadas a su plenitud. Pensaba en Josema Sarriondía, Antonio Vicedo, Juan Luis Herrero del Pozo y algún otro tal vez. No sabía que a esa lista tenía ya que agregarse el nombre de Pepe Sala Miguel.

     En agosto pasado llegamos a conectar con Pepe y nos quedamos a la espera de que esas “novedades médicas” mejoraran. Publicamos esta entrada:  Apareció Pepe Sala. Después un largo silencio. Y hasta ayer que nos enteramos por su hija y Rodrigo Olvera que “el jabalin lebaniegu” había fallecido el 30 de octubre de 2019.

Cada uno se fabrica su nuevo cielo con sus sueños, su fe secreta o herética, su esperanza, sus amores y sus actos de generosidad.

Mentxu envió a Rodrigo Olvera, para su posible publicación en ATRIO, el texto con que la hija de Pepe despidió a su padre en el funeral. En el expresa cómo fue su vida y cómo debe ser hoy su paraíso, creado y forjado por él, que vive en memoria de los suyos:

A José Sala Miguel, por su hija

Erase una vez un hombre que desde niño inventaba cuentos y así se rebelaba contra la insuficiencia de la vida. Con él los bosques estaban poblados de duendes y trolls, allí vivía Juanito el oso y su amigo el indio con el que se ausentaba largas temporadas.

Erase una vez un hombre que hizo de la generosidad su bandera, que nos enseñó que ser generoso no es dar lo que te sobra, sino dar aunque a tí también te falte.

Erase una vez un hombre que vivió su vida como un acto subversivo, siguiendo sus propias normas, las que dictaba su conciencia. No aceptando más autoridad que la de su sentido de la justicia.

Aquel hombre tenía muchos nombres: Jose, Pepe, Pepín, Lato, Tochu, tio Pipa, papá, buelu… y a todos respondía con un amor desbordante. No supo hacer nada con medida, ni siquiera amar, y se le derramaba el amor en la mirada.

Érase una vez un hombre que hizo trampas a La Parca en una larga partida de ajedrez, escapando de sus garras con los movimientos esquivos del caballo. Y mientras la muerte ganaba la partida, él inventaba historias. Porque aquel hombre no estaba enfermo, no, luchaba contra un bisonte como los personajes de sus cuentos y por cada batalla ganada se alegraba como un niño y lo celebrábamos juntos. Y cuando llegó la última embestida aceptó la derrota como un héroe de La Iliada: se fue sin miedo, sin rabia, sin angustia. Se sumergió en su último cuento, el definitivo, del que ya no despertaría.

Si cerráis los ojos y aguzáis el oído escucharéis el sonido de la armónica y de su risa. Se ha sentado en el tronco de un árbol y talla una vara de avellano. Mañana se irá a buscar el mar. – ¡Tal vez este mundo de cuento esté repleto de percebes! piensa con alegría. Y planea una comilona con su amigo el indio.

Solo espera que los que nos quedamos aquí entendamos la moraleja de su último cuento, que dejemos de llorarle algún día, que cuando le recordemos sea con alegría y que sigamos celebrando, hasta nuestro último suspiro, esta gran fiesta que es la vida.

 

Así le recordaremos siempre contigo. En Atrio, conservamos muchos de sus escritos: todos los artículos están accesible, para quien quiera recordarle y conocerle en estos enlaces: Años 2005 a 2009, Años 2010 A 2012. Pero tal vez los escritos y relatos más importantes está entre los más de 2.000 comentarios que se conservan del periodo 2010 a 2014. Estos no están accesibles si no es a través de las entradas que comentaba. Pero si alguien quiere estudiar y resucitar la vida de Pepe en ATRIO, podría enviárselos en un .doc o PDF.

16 comentarios

  • pepe blanco

    Lo recordaremos, siempre.

  • Carmen Hernández Rey

    Aihnoa gracias por mostrarnos la realidad de tu padre, realmente su legado sigue tal cual: valiente y nunca sometido a

    directrices de ningún estamento de cualquier índole que no sea el humano y el pundonor hacia él. Siempre permanecerá su voz y su forma de decir que la vida se vive de pie y no de rodillas ni delante de sagrarios que no fuesen la boca con hambre.

    besos a toda la familia. Almendralejo os espera para cuando gusten venir.

     

  • Olga Larrazabal Saitua

    Hola Pepe: Que tiempos éstos que estamos pasando.  Recuerdo tu vida, tan adolorida y trabajada, de niño sin padre humillado por la historia. Nos perdimos de vista contigo y con Javier.Que feliz me hubiera sentido de poder compartir una cena en Getxo con todos ustedes.  Pero no se dieron las cosas.

    Un abrazo grande para tí y  tu familia que te ha querido mucho, desde este país convulsionado, deseando

    que el viaje haya sido placentero, y la llegada gloriosa.

    Olga

  • Ainhoa Sala

     
    Soy Ainhoa, la hija de Pepe. Os agradezco profundamente este homenaje a mi padre y estoy convencida de que él se emociona también con vuestras palabras de cariño. Las grandes personas dejan un vacío inmenso cuando se van, dejan huérfanos no sólo a sus hijos sino a muchos que como él son seres humanos bondadosos, valientes, generosos y con principios. Somos pocos y nos reconocemos mirándonos a los ojos y arrastramos esa soledad de los que se sienten extraños en un mundo donde triunfa el cinismo y la superficialidad. Cuando uno de los nuestros muere la soledad se vuelve aún más insoportable. Ese es el dolor que compartimos lo que le conocimos y amamos.
     
    Pero mi padre ha dejado su legado a través de sus hijos, nos ha educado en la generosidad, el amor, la dignidad y a seguir el dictado de nuestra conciencia aunque eso signifique pagar el precio del aislamiento o del rechazo. Así he educado a mis hijas y así educarán ellas a sus descendientes y de esta forma la bondad de mi padre se multiplicará en generaciones venideras. Es la única eternidad en la que creo y es para mí la más hermosa forma de perpetuidad.
     
    Un cariñoso saludo
     
    Ainhoa Sala
     

    • m* pilar

      Gracias Ainhoa, mi abrazo entrañable y muy agradecido, fue para mí, una persona extraordinaria.
      Gracias, por tanto como nos entregó.

  • Carmen Hernández Rey

    Mi querido Pepe… me fue imposible hablar contigo pues tu tlf o no era o no estabais cuando llamaba.

    Siempre recordaré tu firma de expresarte, tan igüalina a la de mis antepasados, la casa de tus ancestros, la fiesta donde los políticos seguían (aunque) sin latas de anchoas con el mismo boato y esperando las pleitesías de la plebe. Nunca te mordiste la lengua, y nunca fuisteis cobarde delante de nada y nadie. Creo que en otra vida tuvimos algún que otra munición compartida, que las trincheras quizás eran muy leves para tanta Libertad cómo llevamos a cuesta.

    y sí, creo que ahora sin fronteras terrenales ni celestiales aúllas por los cerros donde mi vida siempre anduvo, andará hasta que algún parco me lleve para seguir caminando en la energia de alguna Estrella.
    Dicen que en el espacio se conservan las voces de todos los habitantes de la tierra, ¡bueno!yo como tú diría ¡hostias pedrín, no me jodas! No no te jodo solo estaremos quienes no esperamos en resucitar siendo más buenos sino más mosca cojonera.

    Mentxu e hijos. Mi más sentido pésame y mis mas sentida enhorabuena por haber disfrutado tantos años de Pepe.

    Y a ti, Pepe me debes una vuelta a Almendralejo ¡tú verás cómo te las arreglas! No importa el tiempo ni la forma.

    gracias amigas y amigos que tuvimos la gran suerte de estar en Madrid y Bilbao, imperdible esos grandes momentos.

    P.D: Pepe me reí cuando vi los manotazos que este tipo llamado Francisco Bergolio le dio a una pobre ilusa. Al final ellos mismos se tratarán y no pueden evitar mostrar la patita. No de lobo sino de demonios

  • ana rodrigo

    Ufff, qué emoción he sentido al leer la carta de su hija, ha hecho un retrato perfecto de Pepe, su padre, porque, Pepe era transparente y dejó constancia en atrio  cómo era y de todo lo que dice su hija.

    Mis mejores sentimientos con su familia y empatía con su dolor.

  • Asun Poudereux

    Maravilloso todo él, este canto a la vida. No deseaba ni desea a nadie lo que él mismo sufrió. Muchas gracias, a quienes convivieron con Pepe y sigue en ellos, y quienes le conocieron lo suficiente.

    Un abrazo atriero fuerte y entrañable.

  • m* pilar

    ¡Que hermosa despedida!

    Y si, asi era él, pleno, generoso, amante, fiel hasta su adiós a esas ideas tan fuertemente arraigadas y vividas.

    Y el amor a los suyos, en  eso era ¡Especial! Conque fuerza lo manifestaba; y el cariño a quienes sentía como amigos…pude disfrutar de ese regalo, y lo gocé plenamente… Y ahora que no volveremos a escucharle…me siento extraña…desde sus últimas noticias, esperaba con ilusión el reencuentro, y nuestro querido Antonio, nos lo pone en bandeja ¡Gracias una vez más!

    Yo sí, acepto tu ofrecimiento con gratitud Antonio.

    Pepe, siempre seguirá formando parte viva en mi pensamiento agradecido por tanto como nos entregó de si mismo, y pienso en su muy querida Menchú, en su hija…en toda la familia y en esa otra parte de él, que éramos sus amistades, y aunque duele su ausencia, cada vez que le recordemos, volveremos a traerlo a nuestro lado, y como muy bien nos recuerda su hija…escucharemos la fuerza de su: ¡Ser!

    Hasta nuestro encuentro en las estrellas…o donde quiera que vayamos.

  • Honorio Cadarso

    Una aclaración, para Renovales, para Antonio y para todos. Yo echo de menos la firma de Pepe, su calor, sus pelendengues, sus pensamientos y espiritualidad. Pero también valoro los contenidods y las firmas de hoy. Lo que pasa es que me gustaaría que aquellos aires de Pepe siguiesen soplando y oxigenándonos a una con estos de ahora: alas sí, y volando, pero pies también, muy agarrados al suelo, con arañazos y orceduras y tobillos maltratados…

  • Rodrigo Olvera

    Una pequeña aclaración. Mentxu con quien se comunicó fue con Javier Renobales; el amigo Javier fue quien me trasmitió la noticia y el texto de la hija de Pepe.

     

    Guardo como grandes tesoros las pláticas y las fotos de ese viaje: en Madrid, con Carmen L; en Bilbao y Durango, con Mentxu, Pepe, Honorio y Javier R; con Asún y Antonio, en Valencia; y finalmente en la Universidad de Lisboa. Tengo una foto de Honorio, también con el puño en alto frente a Fray Juan de Zumárraga.

    Este año iré a dar una conferencia a Londres, en Marzo. Estoy viendo si me alcanza la vida y el dinero, para bajar a Bilbao y dar un abrazo a tanta gente tan querida, a la que considero mi familia. Esta vez no podré bajar hasta Valencia. Ya les avisaré si se concreta. Me daría mucha alegría.

    • ana rodrigo

      Querido Rodrigo, aunque sea de forma virtual, bájate aunque sea de vez en cuando, por atrio. Sabes que te queremos y que siempre has aportado mucho a estos encuentros atrienses. Un fuerte abrazo.

    • mª pilar

      Eso, eso digo yo también Rodrigo… o me sentiré responsable de tus silencios…¡Por favor amigo!

    • Rodrigo Olvera

      Queridas Ana y Pili

      Gracias por su cariño; en momentos duros personales que vivo, es un gran aliento. Les quiero tanto!

      Pili, ¿cómo puedes creer que tengas responsabilidad alguna en mi silencio? Nada de éso, amiga.

      • Alberto Revuelta

        Tenia Mis pendiente almorzar con isobremesa de tertulia en Abades, orilla izquierda del Guadalquivir, frente a la Torre del Oro, galeón de Indias por medio. No lo olvides.

  • Honorio Cadarso

    Hola, hermana hija de “Jabalín Lebaniegu”. Gracias por este reggaalo de su biografía. Tengo un libro quje él me regaló sobre la guerrilla. En mis tiempos de estudiante en la universidad dee Comillas seguro que me tropecé con la banda de Juanín y Bedoya por los caminos de Ruiloba, San Vikcente ded la Baruera, Potes y todos aquellos alrededores.  Con él de la mano he recorrido la ría de Bilbao en una gabarra ondeando la bandera de la República y la de la Cuba de Fidel Castro, he comido a su mesa en el hogar del jubilado que gestionaban tu padres…A ti te ha dejado un poco huérfana, a mí algo parecido. Y a Atrio un poco perdido en grandes teorías y teologías, soñando que vuela con alas y que los pies lle han quedado inservibles…Y a tu madre, nuestra madre de todos Menchu, tan desamparada…