El Evangelio según el Partido Comunista Chino
El 1 de septiembre pasado en un simposio presidido por Wang Yang, uno de los siete miembros del comité permanente del Politburo, el Partido comunista chino, ha decidido un control más estricto de las religiones en China. El Nuevo Testamento, el Corán y las sutras budistas deberán pasar por una “chinizacion” para adaptarse a la ideología política de la era del presidente Xi Jinping cuyo pensamiento está recogido en la Constitución de 2018 tras la aprobación en un congreso sin fisuras y hecho a la medida del nuevo hombre fuerte del partido comunista.
El PCRPC hizo su conversion al capitalismo económico con las precisiones y precauciones necesarias para mantener el control del país, su ejército, su policía y su funcionariado en manos del propio PC y de sus cuadros y nomenclatura. Sin duda la decisión ha beneficiado al país, ha mejorado la vida de buena parte de sus ciudadanos y ha sido un éxito en el control de la clase dirigente.
Le toca el turno ahora a las confesiones religiosas unas de obediencia occidental y otras nacidas en la propia China. El objetivo es el mismo. Mantener el control de los creyentes en los distintos accesos a la Divinidad, exista o no, en manos de la misma clase dirigente.
Ya lo hizo Moisés con Aaron. Lo ensayaron con éxito los romanos con sus cuerpos sacerdotales de los diversos dioses y manes. Lo mantuvo Constantino gobernando los concilios y haciendo de los obispos poderosos ciudadanos con dominio sobre pueblos, dineros y espíritus.
Lutero, Calvino y los reformadores lograron que los electores alemanes, los reyes luteranos y anglicanos hicieran lo mismo que Xi Jinping en sus respectivos tiempos y hasta hoy siguen.
Las denominaciones evangélicas, pentecostales, adventistas y otras están haciendo lo propio en latinoamerica para sus dueños de Estados Unidos, con un Jesús el Galileo traspuesto en sanador y garante de que el que trabaje, se controle y triunfe llegará al reino de los cielos con la bendición del Dios bíblico.
Así que el PC chino está en la línea de todos los poderosos que en el mundo han sido, cuyo desiderátum es dominar el afán de búsqueda de los seres humanos.
Buscar y, por tanto, pensar ha sido peligroso para tirios y troyanos, y sigue siendolo para los ciudadanos de países o regímenes comunistas o liberales.
El problema lo tiene ahora la dirección del aparato de la Iglesia Católica que está pactando con el actual poder chino. Pero ya lo hizo en el Sacro Imperio Romano Germánico. Lo hizo con Musolini y con Franco.
Al Eterno solo se accede en espíritu y en verdad desde la intimidad de cada uno. Cómo decía Salvador Rueda, un anarquista murciano, fallecido en los sesenta del siglo pasado: “En los treinta centímetros de mi circunferencia, no manda ni Dios”. Ni el Papa, Xi Jiping, Trump o el maharaja de Capurtala o el Preste Juan.
Tienes razón, Xi Jinping está haciendo exactamente lo que todo Estado que se precie de organizado hace. Controlar los desvaríos ideologicos provenientes de fuentes imaginarias, obtenidos por revelaciones selectivas a algunos escogidos y que encienden la imaginación de las masas.
Constantino lo hizo, los Papas y emperadores del Sacro Imperio lo hicieron, y los chinos que no creen ni en Dios ni en dioses , tienen que andar con cuidado.
En Chile se les escaparon las cosas de las manos y esto se vio cuando un Pastor Evangélico, sector al cual los políticos comenzaron a adular, en un Te Deum ecuménico, se subió al púlpito y comenzó a reprender a la ex Presidenta por alguna ley tolerante con los homosexuales, ley querida por todo el pueblo.
También pudimos ver Nuncios que entraban en el Senado sin ser invitdos a dar sus opiniones sobre la discusión de ciertas leyes.
Manejar multitudes no es un juego de salón y si se hace mal, termina a balazos.
PS Feliz Navidad, Buena Suerte para la zagalica, y no sabes la de recuerdos casi perdidos que me ha traído la mención del Maharaja de Kapurtala, muy famoso en los casinos europeos por ahí por los años 30 del pasado siglo.
El poder, para mantenerse, va cerrando todos los portillos a la libertad personal; por métodos más blandos o más violentos; desde las fake new hasta cortar cabezas. Ante cortar cabezas se responde con el martirio, que puede convertirse en “semilla de cristianos”; ante la propaganda o el acoso económico es más difícil reaccionar, sobre todo porque cuenta con el apoyo de nuestra propia ambición. Como subraya Óscar, los principales enemigos del evangelio son el poder y el dinero, y la Iglesia debería deshacerse de ambos.
Amigo Gonzalo: Aunque la Iglesia Católica, o cualquier otra organización religiosa, consiguiera evitar la tentación del poder político o el dinero, seguirá prisionera de su necesidad de control ideológico de sus miembros, so pena de convertirse en una banda ingobernable.
Groucho decía que nunca pertenecería a una institución que cometiera el error de admitirle como miembro. Parafraseándolo habría que huir de una organización que te exija para entrar aceptar sus requisitos y sus reglas. Claro que también decía que el matrimonio es una buena institución. Y es muy bueno si te gusta vivir en una institución.
Y también Frank Zappa, dijo que el jazz no está muerto, simplemente huele de un modo sospechoso. Pues eso mismo es lo que les pasa a todas las instituciones religiosas.
Felicidades por su nuevo nieto. Que la vida lo bendiga.
Mil gracias, Carmen, es una zagalica.
Siiii…
¡¡¡Muchas felicidades por esa nitica, que tiene un abuelo excelente!!!
¡Disfrutenla!
Los poderes políticos se disputan et control de las religiones, sabiendo bien el poder que pueden tener sobre los pueblos. En el caso de la Iglesia católica, el control del Estado del Vaticano esta entre las manos del poder politico de Estados Unidos. Lo tiene como si fuera una cosa natural.
La pregunta que se plantea es ?como los poderes religiosos podrían recuperar su independencia y libertad que le viene del reino del Padre? Parece que no hay otro camino que deshacerse de todo poder politico y económico. Como dicen muchos comentaristas, entre otros, Pikaza, es importante que el papa y todos los de la Iglesia salgan del poder del Vaticano, como estado y poder politico. Su bandera no puede ser otra que la de la verdad, de la justicia y de la solidaridad con los pueblos pobres y humildes.
Feliz Navidad a todos y todas