Desde MOCEOP (Movimiento por el celibato opcional) celebramos con gran satisfacción las conclusiones del Documento final del Sínodo de la Amazonía celebrado recientemente en Roma.
Un acontecimiento histórico sin duda. La Amazonía pertenece a nueve países diversos donde viven más de treinta y tres millones de personas y con una extensión de ocho millones de km2
Nos parece muy positiva la novedad y riqueza que lleva el documento final, con una visión, lenguaje y estilo totalmente nuevos en los escritos eclesiales y vaticanos.
Es un llamado a la conversión integral, ecológica, social, pastoral y sinodal con propuestas muy concretas en cada uno de sus apartados.
Es muy importante que el documento recoja el clamor de la tierra herida y el grito de los pobres con propuestas valientes, como ninguna nación, ni políticos, ni gobiernos, ni instituciones internacionales han sido capaces de exponerlos de modo tan abierto y claro. Se denuncia la privatización de los bienes naturales, la deforestación (17%), el cambio climático, el narcotráfico, el alcoholismo, la trata, la criminalización de los líderes, los grupos armados ilegales, el extractivismo, latifundios, … y se proponen nuevos modos de desarrollo sostenibles apostando, en línea con la Laudato SI, por una ecología integral como único camino para salvar a la Región del extractivismo depredador que arrasa con todo.
Se insiste en la necesidad de inculturarse con los pueblos indígenas y aprender de ellos denunciando también los atentados contra ellos y contra proyectos de desarrollo depredador y la criminalización de los movimientos sociales. La iglesia promoverá campañas de desinversión de empresas que atenten contra los derechos humanos, sociales y ecológicos.
En la conversión pastoral de la Iglesia, se puede hablar de que plantea una renovación nueva iglesia,muy distinta de la actual. Alegra comprobar que se habla de iglesia sinodal con alta participación de todos, también del laicado y, sobre todo de las mujeres: “la presencia y la hora de la mujer”, dice. Se propone el diaconado femenino y ya Francisco ha dicho que volverá a reunir a la Comisión, que creó en 2016, renovándola con nuevos miembros. Aquí pensamos que se queda corto el Sínodo pues la mujer en la Iglesia debe tener los mismos derechos que los hombres y poder desempeñar las mismas responsabilidades eclesiales que ellos.
Se quiere una iglesia inculturizada en su teología, en su liturgia, en su estructura. Una iglesia con una ministerialidad nueva e indígena: ministerios de hombres casados de modo estable, nombrados de las propias comunidades,. Se habla de la creación de “ministerios especiales para el cuidado de la casa común, del territorio y de las aguas” , de la descentralizazión de los ministerios haciéndolos a veces rotativos,etc…
En fin, mucha riqueza, mucha novedad, mucha fe nueva, de una iglesia nueva con muchas ganas de hacer el mundo amazónico un poco más humano aprovechando “toda su potencialidad humanizadora y liberadora”.
Se insiste mucho en el diálogo ecuménico e interreligioso y acercamiento a las religiones indígenas.
Nunca más una evangelización al estilo colonial ni con proselitismo…
La Iglesia debe eliminar el clericalismo y las imposiciones arbitrarias. Se debe potenciar a los laicos. Se debe cambiar la formación de los sacerdotes, que sean cercanos al Evangelio, que escuchen a la gente, los sanen, los consuelen…
Nosotros creemos que estos cambios son necesarios también en muchos otros lugares del Mundo, no sólo en la Amazonía, pues el celibato debe ser opcional, como venimos demandando desde hace ya muchos años. En este sentido el Sínodo ha venido a darnos la razón: no es necesario ser célibe para poder ser sacerdote.
Somos conscientes de la envergadura de este proyecto y de las dificultades que entraña, sobre todo,teniendo en frente toda una parte conservadora y de luces cortas que hay en la estructura vaticana y eclesial,.que va a condicionar la decisión final de Francisco. Esperamos y deseamos que el papa no se eche atrás y ratifique todo lo acordado y votado, porque, a pesar de todo, creemos que se abre una esperanza grande y que apoyamos con todas nuestras fuerzas este gran proyecto de iglesia nueva, que, aunque no es perfecto, apoyamos para que se pueda realizar y que deseamos que tenga un efecto contagio para la iglesia universal.
La estructura eclesial está así donde el diácono está como a cargo del obispo y si una mujer lo asume se vería como recibiendo órdenes. Son estructuras a cambiar pero recuperar el diaconado femenino es ya un cambio a la estructura patriarcal machista.
La lectura de las conclusiones sinodales, nos proponen más buenos propósitos y cierta esperanza que soluciones. Pero el hecho de poner sobre la mesa los problemas y reconocerlos, ya es un paso importante, entre otras razones, porque se reconoce su existencia.
Las mujeres somos una cruz para la gerontocracia masculina vaticana, pero repito, por lo menos se ha hablado de nosotras. Aunque yo tampoco hubiese firmado ningún documento sobre el diaconado femenino, porque sería como decir, ahora seguís siendo nuestras subalternas y servidoras (¡a sus órdenes!), pero, tituladas, con rango. No, señores obispos y demás adláteres, las mujeres somos personas con la misma dignidad y derechos que los hombres. Y, si el pretexto es la tradición, léanse en el NT lo relativo a las primeras comunidades cristianas y las mujeres. No les recomiendo que lean los evangelios para encontrar razones para el sacerdocio, porque Jesús fue laico y no creó ningún sacerdocio, pero vean cómo trataba a las mujeres en aquellos tiempos en los que las mujeres eran unas nadie.
Vamos p´lante, aunque sea tan poquito a poco
Hola!
El MOCEOP no es ajeno a este fermentado Sínodo.
Tiene, en el mundo, una trayectoria de más de medio siglo.
Sus integrantes “activistas” (lo estimo en un 0,3% del Conjunto)
ya fallecidos o requete-viejitos no recibirán
ni las migajas de los beneficios (parquísimos).
Mi reconocimiento y felicitación!
Una de las feministas católicas más conocedoras de este tema sobre la “ordenación” de la mujer, Elisabeth Schussler Fiorenza, durante mucho tiempo ha luchado con energía a favor de la ordenación de la mujer, pero ahora ha concluido que eso era un objetivo equivocado. La experiencia de sacerdotes femeninos en la iglesia anglicana ha dado como resultado que la ordenación no es la solución. Ha dicho “no es la que buscábamos, la ordenación es subordinación, adaptación, sometimiento. El objeto de nuestra lucha no debe ser la ordenación de la mujer, sería una equivocación; nuestro objetivo ha de ser, suspender TOTALMENTE las ordenaciones y conseguir que la Iglesia sea una sociedad igualitaria.”
La señora Elisabeth se ha dado cuenta de que las razones por las que estaba luchando en favor de la ordenación de la mujer era, en realidad, la liberación hacia el “sometimiento”. En eso tiene toda la razón del mundo.”
Tres puntos:
Uno, tiene toda la razón Schussler, que se elimine el sacerdocio tal como existe, que es igual de rancio que todos los sacerdocios de todas las religiones de la historia, centrado en el poder sagrado sobre todo lo que dicen y hacen.
Dos, que, a las mujeres que quieran ser sacerdotes, no se les debe negar ningún derecho. Y con la misma rotundidad digo que deberían ser ellas las que lo rechazasen, pero una vez que no se las ha discriminado en su poder de elección.
Tres, como ya he dicho, lo último que desearía sería el diaconado femenino porque, eso sí, es una humillación para cualquier mujer, convertirlas en subalternas totales al servicio de los sacerdotes-hombres que son los que les ponen el límite de hasta dónde pueden llegar.
Gracias, Alberto, por esta cita de la teóloga feminista más importante hasta ahora, Elisabeth Schussler
El hecho de que el Sínodo y el Papa hayan formulado y bendecido este documento ya supone un cambio de mentalidad, un desplazamiento del centro de gravedad de la Iglesia desde el clero y la teología hacia el sentir del Pueblo de Dios. Ahora bien, en nuestro mundo occidental se ha creado una costra de pasividad que va a ser difícil superar, y tendremos que buscar nuevos caminos de evangelio en el siglo XXI; por eso la Amazonía será un primer ejemplo de búsqueda sin prejuicios.
Hola Gonzalo!
1- “tendremos que buscar nuevos caminos de evangelio”
¡De acuerdo!
…………….
2- “búsqueda sin prejuicios”
a) Conviene “tener prejuicios”
b) es imposible no-tenerlos
c) sin ellos no podríamos tener juicios.
d) lo que no conviene es que
– “los prejuicios nos tengan a nosotros”.
…………….
3- ¿no será “Dios-Teología-Iglesia” un prejuicio?
Abrazo!
Como nadie se ha atrevido? Pero si es un clamor popular… Por qué cree que han hecho estas declaraciones? Porque han investigado por su cuenta y han descubierto que hay un problema en la Amazonía? Porque han descubierto el problema con el ozono , que por cierto parece ser que dicen que va mejor ese tema, pero vaya usted a saber…
Con todos mis respetos, la iglesia va a rebufo, como siempre. Y si ,me alegro de que vaya, pero estoy segura de que las bases de por allá han empujado con todas sus fuerzas. Y los tiempos han cambiado y si no se espabilan , se quedarán muy disminuidos y otros grupos religiosos ocuparán el lugar de la iglesia católica. Luego es un ejercicio de supervivencia. Inteligente, porque inteligencia no les falta. A ver si no como aguantan dos mil años. Tienen auténticos cerebros dentro, al menos los jesuitas siempre han tenido fama de eso. Aunque no todos, de eso doy fe.
Y la amazonía tiene un problema, creo, grande con eso del celibato , porque nada más que les falta a los pobres curas no tener compañía, no poder enamorarse. Pues harán lo que quieran, y lo saben. Pues a normalizar la situación.
En cuanto a las mujeres, no sé dónde he leído que esas conclusiones las firmaron todas las personas, excepto las mujeres. La verdad, me sorprendió porque no entiendo qué podía hacer una mujer o dos o tres ahí dentro . Seguramente leí mal. Pero vamos, entiendo perfectamente que no firmaran, porque estamos de miguicas hasta el gorro. Pero claro, a lo mejor ha sido una protección de la mismísima virgen María. Para que ninguna mujer se metiera en un fregado de semejante envergadura, ya fregamos bastante en casa. Uf.
Y claro, la Amazonía queda tan, tan lejos de Europa y tan lejos de las naciones fuertes no europeas, quiero decir, americanas o australianas, o canadienses… que quizás sea un buen sitio para empezar. Pero tocar el celibato por aquí, no sé yo…la de dinero que supone eso…no sé yo. Porque tampoco me creo que sea una cuestión de que si Jesús o no Jesús, que si dedicación absoluta porque no tienes familia…no sé yo eso. Y más con la que está cayendo sobre los sacerdotes católicos con lo de la pederastia, no sé. La verdad es que creo que en algunos casos podrá estar relacionado el celibato con esa actividad tan despreciable, pero no creo que sea la causa principal. Porque entonces el problema sería muchísimo mayor y se de un montonazo de personas célibes que no tienen nada de pederastas. Pederastia cero.
Pero usted sabe mucho más que mi persona de todo esto.
Me alegro de que estén felices.
Los que ya no nos consideramos católicos, aunque lo seamos de papeles, todo esto lo vemos cómo cómo una especie de espectáculo interesante. Pero espectáculo. Pero si, interesante si lo es. Ya lo creo que lo es.
Un saludo cordial.