Hay que comenzar con algo que es obvio pero que parece olvidarse a veces en escritos y comentarios. El cristianismo aparece a partir de acontecimientos, no de doctrina. Pero naturalmente se trata de hechos que son reflexionados y que pronto se convierten en teología.
No puede ser de otro modo. Todo acontecimiento, para ser significativo, ha de ser interpretado y así lo hacemos en nuestra vida cotidiana. No nos enfrentamos a hechos brutos que nada nos dicen sino a las interpretaciones que de ellos vamos haciendo.
Así es en el caso de la Trinidad. No es una formulación imaginada por san Pablo o por los Padres del concilio de Constantinopla. Cuando éstos y aquél hablan de un Dios Padre, Hijo y Espíritu están hablando de lo que han experimentado. ¿Y cuáles son las experiencias que están a la base de esa formulación?
El pueblo judío sabe de un Dios misterio absoluto, a quien nadie puede ver sin morir, al que no se puede nombrar. Su gran reto y su gran dificultad fue adorar a ese Dios sin figura, sin nombre, cuando los pueblos cercanos tenían dioses cercanos, visibles y tangibles.
Como es sabido, en la historia de los discípulos de Jesús hay un momento inusitado y sorprendente: muerto Jesús, abandonado por un Padre en el que decía confiar, aquellos hombres toscos, analfabetos, derrotados y temerosos, en un momento determinado salen a la calle, adquieren el don de la palabra, se enfrenten a las autoridades, lanzan un mensaje y convencen a muchos. Hacen la experiencia de una fuerza que sale de ellos pero que los supera y la identifican con el aliento de Dios, con el espíritu que al comienzo de la creación sobrevolaba las sombras. Es el Espíritu que Jesús les ha prometido.
Esta experiencia coincide con la de ver vivo al Jesús a cuya muerte habían asistido. Jesús no ha muerto para siempre, vive una vida nueva y los discípulos hacen suya la exclamación del centurión: “verdaderamente éste era Hijo de Dios.
Y entonces recuerdan que Jesús les había hablado del Padre, mayor que él y a la ver uno con él. Es el Dios de Israel, el misterio absoluto en el que siempre habían creído.
Estas tres experiencias interpretadas llevan a la primera comunidad cristiana a decir: Dios es Padre, Hijo y Espíritu.
Naturalmente, esta formulación tiene sus dificultades y poco a poco va dando lugar a afirmaciones a veces difíciles, a veces condicionadas por la época en que se escriben. Pero no es eso lo importante sino la pregunta por el significado vital de esa creencia. ¿Para qué sirve decir que Dios es uno y trino? Los verdaderos adoradores han renovado siempre en la Iglesia la experiencia trinitaria. Se han puesto en marcha en seguimiento de Jesús, han ido a recorriendo un camino imprevisto, han realizado las mismas obras que El y han recibido de él palabras de vida eterna.
Todo eso ha sido una experiencia del Espíritu, esa fuerza personal y sin embargo ajena, que sopla donde quiere y que les va llevando a donde no esperaban.
Y finalmente han tenido siempre ene el horizonte al Padre, a quien ningún ojo ha visto pero que al final, cono dice Juan, veremos tal cual es porque seremos semejantes a Él.
A la vez los teólogos han ido afinando conceptos, han matizado formulaciones, han perseguido siempre que su fe trinitaria buscara la inteligencia. Pero han sido conscientes de que en todo se trata de una experiencia. Sin ella no queda más que un trabalenguas sin sentido que es mejor abandonar. Pero con ella es una invitación a dar a la vida, ahora y en el futuro, una profundidad y un horizonte insospechados.
Alguien, alguna vez, en algún sitio experimentó que la trinidad era Dios. O fue un grupo.? No se sabe…..Lástima que no nos transmitiera esa experiencia, ¿venida de su propia cabeza, o tuvo que subir al cuarto cielo, (recordemos que Saulo subio al tercero) y le sirvió para ver a Jesucristo en la gloria, como Sumo Sacerdote……cuando el propio Jesús, en tierra nunca se le ocurrió set sacerdote y menos Sumo…..Su experiencia le decía que habían convertido,el templo de Jerusalen ” en una cueva de ladrones”….Vamos, que por ahí la cosa era poco plausible.
Y sin embargo, se nos asegura que NUNCA NADIE HA VISTO A DIOS.¿Y a la trinidad sí?.Está visto que cuando más grande es la trola, más fácil es de creer. Pues no dijo alguien aquello de .”Creo, porque es absurdo”. Cosa que a mi no me convence, porque aunque no llego, ni con mucho a esas alturas, miro una pequeñísima flor de un prado y todavía no he visto a nadie que sea capaz de crearla. Parece fácil y es algo que todavía no ha llegado el tiempo en que eso se pueda hacer. Pero eso sí,convertir a Dios en tres PERSONAS, y UN SOLO DIOS, lo han hecho; misteriosamente, pero sin revelar el sebelçen creto, eso sí¡¡¡¡ Pero lo que hay es un buen creador de fantásticas ideas. Nuestro conocido Saulo cuando habla de su Cristo, y nos dice que Dios se ANONADÓ, para hacerlo , Dios y hombre, a la vez. ¿No es verdad que de la nada, nada se hace?. ¿Hasta que punto se anonadó. ¿La mitad, tres cuartos, o cuarto y mitad?. ¿Dios se puede hacer, tan pequeño tan pequeño en su anonadamiento que, en su pueblo,Nazaret, nadie se hubiera enterado que aquel vecino de toda la vida, era el mismo que que había nacido en Belén,en un pesebre, y le adoraron guiados por una estrella tres reyes magos, y le llevaron, oro, incienso, y mirra, y le adoraron también unos pastores?.
Aquellos pobres aldeanos de Nazaret, vivieron con un DIOS HECHO HOMBRE y no se enteraron de nada. Pero algo sí sabían. Que “era hijo de María” o sea que no tenía padre conocido. Acabáramos. Claro, ahí está la clave. Y de misterio no tiene nada. Ha sido esa iglesia que fundó Saulo la que necesitaba ese HIJO DE DIOS, para su propio medro, para su propia glorificación, para vivir COMO DIOS, su PANTOCRATOR¡¡¡¡¡
Comparto tu opinión y lamento que en este Foro con tanto teólogo oficialmente erudito en Teología se ignore algo tan sencillo como el hecho de que el dogma trinitario definido en Nicea, fue impuesto a una mayoría de obispos que al que consideraban hereje era a Atanasio y su pequeño grupo de seguidores. Varios concilios posteriores (que naturalmente el Denzinger no considera ecuménicos) volvieron a retablecer el monoteismo, sobre todo por influencia de la escuela a Antioquía, en lucha paralela a la de los generales herederos de Alejandro, y donde siempre se subrayó que Jesú fue un Hombre al que por así decirlo adoptó como Hijo un buen Dios Padre. Los orígenes egipto-gnósticos del dogma estan claramente en la linea gnóstica, como en el Tratado del Ente Tripartito que tradujo García Bazan, y publicó conjuntamente con Piñero y Torrente. Ningún Padre de la Iglesia siguió dichas ideas antes de Nicea.
En realidad, como señala el gran egiptólogo Jan Assmann (cuya obra Exodus debería ser traducida pues muestra las raices más profundas de un factor esencial en la compresnsión religiosa occidental), en lugar de seguir la tesis de Carl Schmitt sobre el origen teológico de muchas ideas políticas, habría que entender obras religiosas, como todo el Pentateuco en clave de busca de una justificación religiosa para una orientación política. Taubes ya diagnosticó que la Carta a los Romanos debía entenderse como el programa (una especie de Mi Lucha de hace dos mil años) político de un judio cives romanus que quería extender la sinagoga por el Imperio. Constantino tenía suficiente olfato político para ver que la religión cristiana en desbordante crecimiento si sustituía al Olimpo que le permitía considerarse como Filius Dei imperator, no podía tener un fundador simplemente hombre querido por su Dios. Y la linea constantiniana triunfó luego implantando aquella curiosa pareja del Cristo Pantocrator y Emperador coronado por los obispos, como sobre todo se conservó luego en la coronación de los zares rusos – vean el Ivan el Terrible de Eisenstein o la opera de Mussorgski.
De Igleseia de los pobres, y de un Nazareno ejecutado como rebelde precisamente al poder imperial
hay abismos.
Después de haber estudiado teología, y de haber aceptado la Trinidad como misterio incomprensible, y de haber leído autores no solo católicos sobre el tema, redacté mi experiencia cristiana en la siguiente confesión de fe. Quizás haya algún teólogo que me excomulgue, pero me da igual, ya que esto es lo que he descubierto personalmente e intento vivir.
MI EXPERIENCIA DE FE CRISTIANA
A la hora de expresar la vivencia que tengo de mi fe cristiana, hoy la podría sintetizar de la siguiente manera:
-Creo en Dios, en el Dios de Jesús de Nazaret, a quien también tengo como Padre-Madre, todo Amor y Misericordia. Y es desde el amor donde Dios está actuando siempre. Creo, por tanto, en un único Dios, que es puro Amor. Este único Dios toma diversos nombres según las diversas religiones: Alá, Yahveh, Espíritu, etc.
-Creo en el Espíritu Santo que es la Fuerza, la Savia, o la Vida de Dios, que está presente en toda la creación, especialmente en el hombre. Dios invade con su Espíritu a todas las personas que se dejan llenar de ese Espíritu o Fuerza de Dios. No es, por tanto, una persona distinta del Padre, sino que es el mismo y único Dios en cuanto que está actuando y llevando su acción vivificadora a todas las personas y al mundo entero.
-Es ese Espíritu el que invadió la persona de Jesús, y él se dejó llenar plenamente de su Vida y Plenitud hasta identificarse totalmente con el proyecto del Reino o Reinado de Dios. Y desde esa identificación con la Vida y Voluntad de Dios, orientó toda su existencia, hasta hacerle decir “el Padre y yo somos una misma cosa” o “quien me ha visto a mí, ha visto al Padre”. Jesús es la encarnación del Proyecto de Dios para los hombres. Por eso puede decir: “yo soy el camino, la verdad y la vida”. Por eso es la encarnación de Dios. Por eso, se dice que Jesús nació del Espíritu Santo, no que no viniera como todos nosotros, de la unión sexual de un hombre y una mujer, sino que Dios invadió la persona de Jesús, y él se dejó llenar plenamente del Espíritu de Dios, tomando conciencia de ello en su bautismo en el Jordán. Después, todo lo realizó desde Dios para ver al mundo entero y a las personas con el mismo amor y verdad que Dios las veía, Y el realizar esa voluntad del Padre de proclamar y realizar el Reino o Reinado de Dios, le acarrea la incomprensión y persecución hasta la muerte de cruz por los que detentaban el poder político y religioso.
-Creo en la Resurrección de Jesús, es decir, creo que al morir Jesús está plenamente en Dios, Ascendió a Dios, está en él, como vamos a estar nosotros cuando muramos. Creo, por tanto, en la Vida Eterna viviendo en Dios.
-Creo que los que intentamos seguir a Jesús de Nazaret formamos la Iglesia con el fin ser signo y camino, de ir haciendo realidad el Proyecto de Dios que es su Reino o Reinado, es decir de ir creando una sociedad donde los hombres vivan con dignidad y se vayan queriendo y amando como Dios mismo nos ama.
Julián Díaz Lucio
Verano de 2015
Amén.
En qué sentido se dice que es una experiencia. El acto de razonar y conocer tambien tiene el valor de experiencia; la experiencia cognitiva. Es lo que hace el profesor de religión de una clase de jóvenes intentando racionalizar un aspeco doctrinal, un punto del catecismo cristiano. Tambien los Evangelios pueden ser estudiados, razonados sacando de los mismos conclusiones que nos ilustren o que llenen de algún valor nuestras vidas, con la misma dedicación, ardor y esfuerzo con que buscamos verdades en las diferentes disciplinas.
Pro, he aquí que ninguna de estas cosas tienen el valor de relación sino el encuentro, el descubrimiento de Jesús. La fe es antes que nada y por delante de cualquiera otra cosa, incluso el desmenuzar mentalmente categorías mentales, un encuentro con el Dios que se nos ofrece en Jesús y nos insta a una relación íntima y personal con Él.
La experiencia, es, por tanto, una relación. De ella emana la oración y la búsqueda de una limpieza interior que nos permita ese grado de amistad y comunicación con Dios Creador, Jesús Salvador y Espíritu Santificador.
Pues adoraba a don Juan. Porque claro, mucha química,mucha física, matemáticas a tope, biologįa…uf. Las clases de religión y de filosofía eso era un descanso para la cabeza absoluto. Porque mi profesor nos metió en la cabeza a lo tonto tonto, lo que nos quiso comunicar. Kant y Descartes. Y ahora entiendo el porqué. Y por supuesto a Tomás de Aquino, pero se dio cuenta de que no nos gustaba mucho y por lo visto pensó, pues tomad Descartes. Un hombre muy inteligente. Le iba la discusión, en el fondo se reía con todas nosotras.
Y te dejaba decir todo lo que te pasaba por la cabeza. Luego te lo rebatįa, hasta que se cansaba.
Un gran profesor. Creo que tuvimos mucha suerte con él. Estoy hablando de dos cursos o tres. Finales de los sesenta , creo que salí del colegio en el 70.
No todo el mundo puede decir lo mismo que estoy diciendo ahora
Y menos estudiando en un colegio religioso.
Y es que, creo, me parece, diría que el concilio Vaticano hizo mucho bien, incluso a personas conservadoras, como mi don Juan
Porque aunque Pablo VI echase un poco hacia atrás, o bastante, la iglesia era otra cosa.
Y luego cambió todo. El papa santo.
Eso lo viví también dentro de mi colegio, pero ya como profesora. Fue un cambio brutal.
Porque, querido, estamos en manos del Papa, que es el sector de la iglesia que manda en esa etapa.
Por eso, en fin, gente que en los años ochenta tenía clarísimo que el problema era el papado, ahora , como le gusta lo que dice este señor, está encantada.
Pero el problema sigue siendo el mismo.
Porque ahora que pienso. Pasó de puntillas en todo lo de religión, menos en las pruebas de que Jesús era hijo de Dios y la santísima trinidad.
A ver si no lo tenía claro el señor. Trinitarios y seguidores de Cristo, hijo de Dios vivo.
Jolín con don Juan. Si me ve desde algún sitio estará muerto de la risa: pero qué lenta has sido siempre, pensará.
Cierto:
¡Es una experiencia!
Pero personalmente no encuentro sentido al decir…tres personas…
El Misterio insondable… desde donde Jesús se siente Hijo, amado y llamado a proclamarlo… Padre-Abba; y siente que le inunda su fortaleza, su manera de Ser y Sentir; es, como viento que “empuja” envía, y le hace seguir adelante .
El espíritu para mí, no es otra persona, es la fuerza que emana, de ese Misterio que nos inunda y anima a seguir por los caminos que Jesús proclamó…en nuestro caso.
¿Por qué seguimos diciendo que Jesús se sintió abandonado, por aquel que él más quería, y por el cual se puso en el punto de mira de las autoridades de su pueblo?
Pienso, como siempre digo, es mi mirada, mi experiencia:
Jesús, un ser humano, sabía a lo que se estaba enfrentado…y sintió pánico… y pidió con gran fuerza que su Abba lo sacara de aquel trance, que lo reconociera como enviado, su hijo… y no sucedió.
Tuvo que tomar él la decisión, de seguir adelante con lo que él creía justo; o podía haber huido antes de que lo apresaran, podía haber buscado otros caminos otros lugares.
Pero decidió seguir adelante y asumir toda la dureza e injusticia que iba a caer sobre sus hombros.
Desde mi experiencia personal y muy profunda…Jesús no le gritó al que sentía como su Abba… que le había abandonado; sencillamente, recito un salmo, quizá para ayudar a los suyos que desde ese momento iban a ser perseguidos.
Siento que:
¡No se quejó de sentirse abandonado!
Comprobó la dureza del ser humano, cuando le amenazas en aquello que le duele en extremo…su poder, su riqueza.
¿Y si se refería a sus amigos, que en ese momento lo dejaron totalmente solo?
El montaje de la Biblia, no se tiene de pie.
Y siempre se enseña como:
¡Palabra de “Dios”!
El Misterio insondable, nunca habla con palabras, es una fuerza interior, grabada en nuestra entraña, quién la quiere y la sigue, escucha; se le va abriendo el camino, en nuestro caso desde Jesús; pero habrá muchas personas, que lo siguen por distintos derroteros ¡no somos únicos ni mejores!
Es mi manera de sentir, experimentar, ver.
Dice el autor: “El cristianismo aparece a partir de acontecimientos, no de doctrina. El problema está en que esta teoría se ha revertido, y la teología ha convertido en acontecimientos la teoría. De ahí a la interpretación literal de y convertir las figuras literarias en hechos o la mentalidad de otros tiempos como auténtica y válida, ha sido y es un hecho inevitable. Solamente hay que escuchar cualquiera de las homilías que se predican en los templos a diario.
Y esto ha hecho mucho daño a la sustancia auténtica del mensaje evangélico. Si en el evangelio se lee una frase, la interpretación es que eso ocurrió así.
El tema de la Trinidad es un buen ejemplo, hay que tener fe en la cuadratura del círculo, como hecho cierto e indiscutible, con el pretexto de que es un misterio. A eso llamo yo desprecio a la inteligencia humana, es decir, tratarnos de tot@s. Se cree en Dios Padre en clave antropomórfica (1), se cree que Jesús es Dios porque fue Dios el que inseminó a su madre, mera receptora pasiva; y se hace persona, también antropomórfica a un concepto inmaterial como es el espíritu. Todo en masculino.
No aparece ningún elemento femenino, porque a María la des-hacen como mujer, la convierte en receptáculo del semen, en plan muy machista, porque esa era la teoría de aquel tiempo, que la mujer solamente era un recipiente ya que el semen llevaba el ser humano completo. El otro día leía, creo que a Siri Hustvedt , premio Princesa de Asturias de este año que “a las mujeres se nos ha considerado siempre como jarrones vacíos al servicio de los hombres”.
Otra reflexión: habrá que valorar los criterios de la sociedad actual en sí mismos y/o apoyados en el desarrollo de las ciencias sociales y de las ciencias en general. Y muchos de nuestros criterios pueden ser igual o más válidos que los del tiempo de Jesús. Independientemente de que la Trinidad se la ha inventado la Iglesia, puesto que en los evangelios nunca se habla de Dios uno y trino.
(1) Tenía que ser masculino porque eran los hombres los únicos portadores del semen para engendrar un hijo, en este caso, Jesús, eran los que tenía poder y el poder (Dios todopoderoso, omnipotente), creadores de leyes, normas, ética, religiones, monumentos para reafirmarse en que se evidenciara que ellos eran los poderosos. La mujer, cero a la izquierda para todo lo adjudicado a los hombres. Para ellas, la reproducción y el cuidado, las esclavas del señor.
Perdón si mi heterodoxia molesta a alguien.
Si. Lo dijo también en su discurso. Un discurso precioso, como dirigido a las chicas, porque la princesa de Asturias es una chica.
Me encantó.
En realidad, creo, pienso, opino desde lo poquito que logro entender, todo arranca de lo mismo: Jesús es Dios. Y ahí ya se lía todo. Porque claro, entonces desde cuándo existe? Si dios es eterno, pues desde siempre. Y ya el jaleo. Hasta llegar a decir, pues esto es así y quien sostenga lo contrario, hereje. Porque claro, si no es dios, pues nos quedamos sin religión con todo lo que conlleva eso. Y no veas si encima hay un emperador que piensa: menudo tándem vamos a hacer, un solo emperador, una sola religión. Claro, pues es dios si o sí.
A mí me gusta Arriano. Y por lo visto a Constantino también. Porque he leído cosas alucinantes.
Alguien sabe si queda algún arriano por algún sitio, o los quemaron a todos? Me gustaría ponerme en contacto con alguno o alguna de ellos o ellas. A ver qué cuentan.
Mea culpa. En otro hilo llamé “Arriano” al fundador del arrianismo, por error. Su nombre exacto es Arrio.Eñ arrianismo, o sea, la naturaleza del Hijo, era una corriente propia del siglo IV, que explicaba que tal Hijo tenía origen creado ( de la nada) y Arrio se hizo heredero de tal corriente de opinión. Aquello dió lugar al Concilio.
Hoy puedes encontrar el arrianismo en los testigos de Jehová, y trazas de ellos en algunas sensibilidades cercanas a los adventistas por los escritos de su fundadora que identificaba a Jesús con el Arcángel San Miguel.
Uf.
Menos todavía.
No, no.
Esos están a la caza. No me gustan un pelo. Y tienen una biblia rarísima.
Pues recuerdo mis clases de religión del colegio. Salí de él cuando acabé preuniversitario. Años totalmente mágicos y divertidos. Solamente tenías que aprobar todo en junio y no tenías un solo problema importante ni en casa ni en el colegio.
Pues teníamos de profesor de religión a un señor que se llamaba don Juan. Muy listo, canónico penitenciario de la Santa iglesia catedral de Murcia y capellán de este colegio. Mayorcisimo , con una paciencia de nobel y un sentido del humor que había que saberlo descubrir entre la maraña de cosas raras que decia. Estaba convencido de que no teníamos solución. Nosotras también, o sea, imposible hacerle razonar.
Pues tenía dos o tres o cuatro o cinco temas fantásticos. Uno de ellos era las pruebas irrefutables de que Jesús era hijo de Dios y otro verdaderamente alucinante era la explicación del misterio de la trinidad. Absolutamente apasionante. Divertido. Las de ciencias, que a esa edad nos creíamos que todo lo sabíamos y nos creíamos a pies juntillas todo lo que leíamos en los libros de texto, teníamos una cosa clarísima. O uno. O tres. Porque tres no es uno , ni uno es tres.
Bueno. Nos pusieron una monja vigilante porque , en fin, nosotras pensábamos que tenían miedo de que un día se muriese don Juan de un infarto, porque el jaleo en clase era monumental cuando se tocaba un tema que nos gustaba.
Entonces, un día de estos de la trinidad, recuerdo que me levanté y dije: si don Juan, lo entiendo perfectamente. Dios es uno y tres a la vez. No les haga caso, no todo el mundo lo puede entender…
Uf,ni una declaración de guerra formal ni desenterrar el hacha aquella de la guerra de las películas de indios se puede comparar a la que se lio.
Que mis compañeras me quisieran matar, lo entiendo, pero que don Juan me dijese: carmen, mira, tienen razón, entenderlo … no lo puedes entender. Es un misterio. Un misterio no se puede entender, se puede creer o no, pero entender no. Anda, calla, calla…
El muy traidor.
Todavía hay quien me dice: anda, anda, que todo te lo creías, y aquello del misterio de la trinidad, anda que…
Esto fue , creo que en 1970. Colegio de monjas.
Pues eso.
Un saludo cordial y acuérdense de votar mañana. Se lo recordaré a todos.
Participo en la reflexión sobre un tema tan imposible de entender que al final me digo y digo cuando rezo: Creo en Ti, Dios Padre-Madre, y en ti, Jesús, hijo especial, muy especial del Padre, enviado para anunciarnos el Reino, y en el Espíritu, que no sé entender, pero sí de alguna manera experienciar íntimamente, -como diría Pilar-. Y como no puedo entender más (en algún concilio se dijo que a Dios y lo Divino no lo podemos entender bien nunca, y cuando hablamos de Él no lo aprehendemos bien; por eso siempre es oportuno revisar nuestras formulaciones humanas sobre Dios) Y como no puedo entender, repito, me limito a decir: Creo en todo lo que se relaciona con Dios Padre-Madre TAL COMO ESTÉN LAS COSAS DELANTE DI DIOS.
Sólo añado que estoy convencido que Dios se manifiesta unas veces en forma de Padre-Madre-Amor, otras a través de Jesús, el Hijo preferido, con el que se identifica plenamente (y al que dio todo poder en el cielo), y otras en forma de Espíritu que enseña, enriquece y consuela… (¿Es esto “modalismo”? Creo que no. Jesús es persona que no se diluye en el seno del Padre…) No sé si me he explicado bien, pero yo me entiendo.
Por lo mismo, no me meto en la naturaleza íntima de cada uno, porque me parece un atrevimiento excesivo -y por mi parte tontito- pues se presta a malentendidos y a decir torpezas… CREO TAL COMO ESTÉN LAS COSAS DELANTE DE DIOS. Y no necesito saber más, si de verdad me hago una idea medianamente adecuada de lo que es LO DIVINO, DIOS, EL TRASCENDENTE, y de lo que soy yo, con una capacidad muy limitada a lo inmanente. Y si en lo inmanente se yerra tanto… Un cordial saludo y buenas noticias, razonables y realistas, para esta noche de recuento…
la Trinidad de tres personas distinguibles en Dios es un misterio que anida en el corazón de la persona creyente y que la conduce a dirigirse en oración a ese Dios único. Sin duda es un hecho experiencial propia de quien a visto en Jesús el rostro de Dios.