Hace tiempo que me pregunto si el cristianismo es un humanismo. Hoy concreto el tema y me pregunto si el evangelio es un humanismo.
- Cristianismo y Evangelio
Qué cristianismo. Solemos identificar cristianismo y evangelio, porque el evangelio es (debería ser) la esencia del cristianismo. Lamentablemente existe mucha distancia. “Cristianismo” ha pasado a ser un término sociológico, medible por los registros parroquiales de bautismo. Cristianos se denominó en sus orígenes a los seguidores de Jesús de Nazaret; pero el seguimiento de Jesús se mide por el amor desinteresado, y de este no hay termómetros ni registros. Actualmente “cristianismo” es un término muy ambiguo y podemos aplicarle aquello de “ni son todos los que están, ni están todos los que son”.
Para mí, cristiano puede considerarse el que trata de seguir a Jesús, y lo interpreta dentro de la variedad de interpretaciones que ofrecen los libros del Nuevo Testamento; pero prefiero evitar el término “cristiano” y referirme directamente al evangelio. ¿Qué importa si Gandhi o Simone Weil se hicireron cristianos o no? Ellos siguieron el mismo Proyecto que Jesús, aunque con distinto nombre; su dedo apuntó a la misma luna.
Qué evangelio. El evangelio es la buena noticia que trajo Jesús, y que se plasma en el mismo Jesús. Conservamos cuatro evangelios reconocidos por las primeras comunidades cristianas, que relatan e interpretan con bastantes divergencias la vida de Jesús. Estas divergencias evitan que tomemos cada evangelio al pie de la letra, y nos invitan a escuchar el eco que suscitan en nuestra conciencia.
- Evangelio y Humanismo
Ha habido épocas en las que se ha acentuado mucho las diferencias entre evangelio y humanismo, entre lo sobrenatural y lo natural. Ha habido otras épocas en que se ha reaccionado contra esta tendencia y se ha acentuado las coincidencias. El mismo Dios que nos “eleva” con su “gracia” es el que creó al hombre y a toda la naturaleza, “y vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno” (Génesis 1,31).
La Historia es testigo del mucho egoísmo humano, que provoca guerras, crímenes, expoliaciones, esclavitud, injusticias…. En cambio, se ha historiado menos, pero todos somos testigos de que también existe mucha bondad, compasión, generosidad silenciosa, deseo de justicia. El Psicólogo Carl Rogers basaba sus terapias en suscitar el fondo bueno del corazón humano. Generosidad y egoísmo se entremezclan en nuestra vida, en diversas proporciones, como tendencia expansiva y fuerza de cohesión de nuestra identidad.
En el evangelio tenemos expresiones que acentúan el contraste con lo humano; contrastan incluso con lo mejor de lo humano.
– Cuando Pedro trató de disuadir a Jesús de que fuera a Jerusalén, Jesús le reprochó “porque no piensas como Dios sino como los hombres”; pero lo mantuvo como discípulo y le confió cohesionar a todo el grupo.
– A un humanista le cuesta entender que “los últimos serán los primeros, y los primeros serán los últimos”, que las prostitutas precederían a los sacerdotes en el reino de Dios, que el publicano (recaudador de impuestos para el Imperio invasor) preceda al fariseo (religioso cumplidor de la Ley), y sobre todo que el jornalero que empezó a trabajar al atardecer cobre lo mismo que el que comenzó a primeras horas de la mañana.
– Examinando estos textos más a fondo vemos que contrastan con algunos principios éticos, con nuestras prácticas religiosas habituales, con nuestra justicia distributiva; pero corresponden a un amor desinteresado, que no actúa coaccionado por cumplir o quedar bien, que no espera consideración ni premios: “aunque no hubiera cielo, yo te amara; y aunque no hubiera infierno, te temiera”.
Una madre siempre sabrá disculpar y perdonar a su hijo. Es que el amor es más profundamente humano que la justicia. La justicia es algo transitorio; con la justicia apenas se contienen los desmanes de una sociedad. El amor es la materia divina de la que estamos tejidos, y es (será cuando lo logremos) la única manera de que una sociedad viva libremente, sin coacciones, en hermandad universal.
Creo que el evangelio, la buena nueva, el Reino de Dios, está ya en nuestra conciencia desde su primer instante; por eso todas las religiones, toda sabiduría laica, son pedagogías (más o menos acertadas) para descubrir y cultivar esta semilla del amor fraterno.
Jesús fue tan profundamente humano que lo consideramos la encarnación de Dios, “el rostro humano de Dios”.
Vea que que vea con total claridad un telescopio no puede contradecir el heliocentrismo bíblico…..Hoy sonreimos con indulgencia ante el empecinamiento ciego contra Galileo que para los cardenales romanos del siglo XVII era una “evidencia”. Dentro de medio siglo -¡nunca aprendemos de la Historia-! hasta los cristianos más conservadores se sonrojarán a causa de la ridícula dela creencia habitual dela “suprema potestas”de la infalibilidad del Pontífice Romano proclamadas por el Vaticano I De igul modo que no serán muchos los creyentes residuales que sigan adorando una blanca hostia tramsformada en el cuerpo de Cristo.Aún en el supuesto de que Dios hubiera hablado a los seres humanos -solo podríamos ENTENDER EL SENTIDO de sus palabras dentro que el receptor único de que él mismo nos ha dotado, la mente inteligente.No tiene sentido asegurar que las palabras reveladas son como una cápsula (inteligible) que encierra un contenido misterioso totalmente inaccesible para la mente (al menos en los estrictos misterios estrictos, el propio hecho de la revelación, la trinidad, laa divinidad de JesúsPRESENCIA REAL EN LA EUCARISTICA?…De ser esto así en definitiva, no sabríamos de qué se nos esta hablando en la supuesta revelación -Los OJOS DE LA LA FE de la que han hablado los teólogos no pueden significar hoy ni una fuente ni una, ni una capacidad nuevas, sobrenaturales, ni de percepción No es que se niegue la existencia de cualquier realidad trascendente más allá de la capacidad del conocimiento humano pero si, tal realidad es en absoluto indescifrable para la inteligencia, no nos sirve de nada, no es operativa no ES INSERVIBLE, no es REVELABLE ¿Negaremos en este supuesto cualquier posibilidad de acceso a lo trascendente?. No, pero este es accesible e inteligible no en SÍ mismo sino sólo en la medida en que lo trascendente da razón, “explicación ” que etimológicamente significa “despliegue” o “desenvolvimiento” de lo inmanente , es decir, nos permite desentrañar o al menos, atisbar la riqueza y profundidad de toda la realidad.Que es tanto como decir que Dios es la hondura de lo humano Todo lo que podemos saber de Dios se encuentra IMPLICADO, es decir, oculto en los pliegues de lo humano y es preciso descubrirlo. Ningún conocimiento nos llega de las afueras de la realdad,Al apostar por la existencia de Dios solo estamos diciendo que lo humano está dotado de razón de ser y de sentido último, es decir, no cerrar a lo humano sobre sí mismo porque, con ello, la maravillosa evolución cósmica encontraría en su culminación el tope, cierre y perdida de sentido. ….Más allá del ser humano …la nada..¡¡¡Estéril evolución ¡¡¡maravilla sin sentido!!!A partir de ahí, es mejor guardar silencio … No profanemos prometéicamente el nombre de Dios, el Inefable. ……Texto de mi amigo JUAL LUIS HERRERO, de su Libro, Páginas 63-64. “Religión sin magia”-/Testimonio de un cristiano Libre.).
Hace ya muchos años que dejé a un lado al cristo o jesucristo de Saúlo. Y es éste mismo el que dice que fue en Antioquía donde se empezó a hablar de “los cristianos”. ¿Qué otra cosa podían llamar a los seguidores “del evangelio de Saulo”, que lo repetía una y mil veces?. Pero se estaba sembrando una mentira. Digo sí, una mentira, porque la misma procedía del judaísmo de este fariseo,no seguidor del galileo,QUE NO CONOCIÓ, sino de su “visión”, de su cosecha, donde lo ve, como Sumo Sacerdote , y que según el recto proceder de ese judaísmo, tenía que acabar como acabó, sentenciado por el dios de la Torá, para que una vez más, SE CUMPLIERA LO QUE ESTABA ESCRITO…..(Un pecado original cometido por dos humanos, que había de ser un castigo sobre ese cristo-hijo de dios) Un pecado humano, que ¡¡ERA PRECISO UN CASTIGO DIVINO!!! Ese cristo divino.¡¡¡Lamentablemente los siglos han repetido con aquella iglesia paulina, aquellos cantos que aún recuerdo….¡¡¡Perdona a tu pueblo señor,perdona a tu pueblo, perdonale señor. no estes ETERNAMENTE ENOJADO, NO ESTÉS ETERNAMENTE ENOJADO, PERDONALE SEÑOR”””” (continuaré).
RELATO del hombre contemporáneo
-“Un joven arquitecto se paseaba melancólico por la Ciudad bombardeada.
De pronto se detuvo a observar los restos de un edificio.
Al derrumbarse la fachada moderna
había quedado descubierta la estructura de una capilla renacentista, antes escondida.
Consiguió permiso para restaurarla.
A poco de comenzar advirtió que la capilla renacentista, a su vez, encerraba un templete gótico.
Desprendió, pues, lo renacentista para salvar lo gótico.
Pero, tras unos golpes de piqueta, vio asomar, por debajo de lo gótico, una cripta románica.
Destruyó lo gótico para sacar a luz lo románico.
Ya no confiaba más en lo que veía.
Febrilmente siguió sus trabajos de demolición, y se quedó entre escombros, sobre la tierra pelada.
Lloró.
Después de arrancar una tras otra las capas de la cebolla,
no le encontró corazón: la cebolla,
el mundo era una nada muy envuelta.”
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* La REALIDAD es una NADA, pero muy envuelta.
No hay más que: ENVOLTORIO.
* No hay una COSA Primera ni Última.
No hay SUBSTACIA.
Hay HISTORIA: (Horizonte migratorio).
* Toda COSA es RELATIVA al HOMBRE MIGRANTE.
El siglo XX fue esa averiguación:
* Nada está Quieto ni Seguro,
– ni es “De una vez por todas”.
* Las COSAS son JEROGLÍFÍCO.
“NO SABEMOS QUÉ ES EL HOMBRE:
– ¿Qué le pasa?
– ¿Qué está haciendo?
– ¿Qué va a hacer?”
La vida en sí misma no es suficiente? Porque morimos? Pues esas son las reglas del juego.
No sabemos qué es el ser humano o no nos gusta pensar que no somos inmortales, ni dioses, ni todopoderosos…?
Creo que jamás una especie ha sido estudiada con tanto detenimiento. Si sabemos lo que somos. Seres vivos con un ciclo vital y que somos capaces de reflexionar. Pero no nos gustan las conclusiones a las que llegamos. Somos una especie más del las que ha proporcionado el proceso evolutivo de la vida en el planeta Tierra. Precioso por cierto.
A ver si va a tener razón el Génesis y lo que nos pasa es que queremos ser como dios… Un dios inventado por nosotros, por cierto.
Qué manía con la inmortalidad. No lo puedo entender.
Toda religión no puede ser otra cosa que una explicación esotérica de lo desconocido, del “Misterio”, que es esa zona del Universo, que no está aún al alcance de nuestros sentidos.
Por eso la Religión que huya del esoterismo, (el conocimiento de lo desconocido, valga la contradicción), no puede ser más que un humanismo, muy respetable, pero algo perteneciente a las ciencias humanísticas.
El ser humano dispone de unos sentidos exteriores, que proporcionan una serie de detalles del mundo exterior, con los que el cerebro realiza un cuadro-síntesis de la realidad exterior y su significado, mediante la creación de unos relatos = “historias coherentes, y sin lagunas”.
Pero, muy posiblemente, además de esos sentidos exteriores, dispongamos en nuestra mente subconsciente, de una especie de “radar” de mucho más alcance que los sentidos, que como el radar, no proporciona una fotografía de la realidad, sino una “simbolización” de la misma, (una foto muy distorsionada, que en el caso del radar es una manchita en una pantalla), que un especialista bien entrenado, puede interpretar bastante adecuadamente.
Los descubrimientos de ese radar subconsciente, afloran a la mente consciente, en forma de proyección, en sueños, en intuiciones en vigilia, o en episodios psicóticos más o menos complejos.
Este puede ser el origen de muchos, (si no de todos), los casos de las denominadas revelaciones religiosas. Y estas “revelaciones”, se unen a la información obtenida por los sentidos, para la elaboración de relatos de sentido más amplios y profundos de la realidad.
Y este proceso predispone a los seres humanos al pensamiento religioso. Y esto quizás explique la tendencia a la creación de “grandes relatos” en la cultura humana, la mayoría de ellos, científicos y utilitarios, aunque una minoría han acabado tomando la forma de “revelaciones” religiosas.
El neurobiólogo David Linden señala como “ante la realidad subconsciente que tenemos, (y que desconocemos), cargada de símbolos, carente de lógica, y acausal, e incluso ante una realidad consciente que no siempre tiene una causalidad clara, la corteza del hemisferio izquierdo patentiza la predisposición de la especie, al pensamiento religioso, dado el caos irrazonable y a-cognitivo de la herencia evolutiva que compartimos como seres humanos”.
En la línea de pensamiento anterior, señala Tomas Campo, como Scholem “plantea la Revelación no tanto como algo que tiene un sentido en sí, sino más bien como (una herramienta, una plantilla, un libro de claves), lo que “da sentido”.
“La Revelación se reactualiza de forma permanente en el devenir humano, y en ese proceso no hay sólo transmisión, sino también, una progresiva incorporación de elementos creativos surgidos de la propia experiencia de la Revelación, y que pasarán a formar parte de las Tradiciones”.
Los especialistas “radaristas”, consiguen interpretar esas manchitas en la pantalla, de un tamaño, y un aspecto determinado, en una aproximación más real y menos simbólica de la realidad.
Y así es como cada hermeneuta-radarista, con su pantalla-radar-revelación local, crea un relato-interpretación distinto, que da origen a las distintas tradiciones religiosas, la judía, la cristiana, la islámica, etc., sobre una única realidad no conocida.
O sea que los hermeneutas de las sucesivas revelaciones, realizan un despliegue progresivo de lo que, desde el principio mismo está implícitamente contenido en cada revelación. Y este despliegue se realiza en la historia, y está por ello sujeto a sus avatares.
Por ello todas las tradiciones religiosas, como sigue diciendo Tomás Campo, “viven en una perpetua ambivalencia, que les da su riqueza y que es también su peligro: si su origen es “divino”, su desarrollo es, sin embargo, en cierto sentido al menos, plenamente humano”.
Por ello si se pretende formalizar una nueva “tradición” o cosmovisión, que resuene en el interior del hombre moderno de los tiempos actuales, o sea del tercer milenio, necesitaríamos buscar, reordenar y reinterpretar creativamente todas las intuiciones-revelaciones que ha habido en la humanidad, desde el principio de la historia.
Y dentro de estas “revelaciones”, además de las canónicas, hay que incluir todas las revelaciones que están incrustadas y deformadas en todas las mitologías escritas, u orales de los pueblos primitivos, que han llegado hasta nosotros.
Desde el convencimiento de que todas esas “revelaciones”, son visiones simbólicas diversas de una misma realidad misteriosa, hay que compilar las diferentes expresiones simbólicas y muchas veces deformadas de la realidad, con múltiples fuentes históricas, para obtener creativamente el denominador común a todas ellas.
Y eliminando en el camino, todos aquellos elementos que se nos aparezcan como falsificaciones, errores de transcripción, o las más de las veces simplemente elementos literarios creativos de los redactores y escribas de esas revelaciones.
La historia de las religiones, como la etnografía en general, ha hecho una ardua labor compiladora y analítica, pero se echa de menos que rematara con la labor final, la sintetizadora, que nos proporcione un sentido a la realidad misteriosa, labor mucho más difícil y arriesgada.
Porque esta labor hermenéutica, como toda labor humana, es susceptible de errores, y por eso esta nueva cosmovisión no puede dejar de ser más que una hipótesis de trabajo, siempre mejorable, y hasta completamente sustituible por una nueva, más certera, si se producen circunstancias que nos aconsejen la conveniencia de ello.
En la actualidad, como señala José Antonio Marina, “dicen que ha pasado la hora de los grandes relatos, pero quizás sea porque no hay quien sepa contarlos”.
Y ese nuevo gran relato, que no será contrario a los anteriores, sino superador de ellos, nos situará en este campo también, en la Edad actual, superando el relato greco-latino que aún impera actualmente y que está claramente anticuado.
Superinteresante.
Pero a lo mejor ese nuevo gran relato que dice es casi imposible encontrar a alguien que lo escriba. A lo mejor sucede como en la novela. En la actualidad hay grandes novelistas, dicen, pero no se pueden comparar a los del siglo XIX y la primera mitad del XX.
Todo arte tiene una época de esplendor. Quizá el de los grandes relatos ya haya pasado. No sé.
Me ha gustado un montonazo.
La RESURRECCIÓN es un PROYECTO de VIDA (“o logos” en Jn.)
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MARÍA LA MAGDALENA
CAPITULO II: UNA MUJER DE ROMPE Y RASGA
(Items 10 a su conclusión en el 14)
10- El arma más poderosa: libertad y seguimiento
María Magdalena empezó a darse cuenta de su error. No es con la violencia como se derrota al sistema que aplasta a los pueblos. La ideología inmunda que desgastaba su existencia resultaba inútil. Y optó por hacerla retroceder hasta el lugar que le es propio: los cerdos. Su decisión le abrió el camino a la libertad. Ahora podría elegir. Y descubrió que el sistema, imperturbable ante la violencia, sí temía la libertad. Porque la libertad, el arma más poderosa, le resulta desconocida y le desconcierta.
El proyecto de sociedad alternativa superaba el poder del sistema. El temor que a este le producía era síntoma inequívoco de su debilidad. El objetivo que ella pretendía lo tenía a la mano. Ponía a punto todas sus capacidades. Notaba los efectos de la libertad. Se había revestido de dignidad y había recobrado la plenitud de su talento. Y resolvió irse con el Galileo. Así que puso todo su vigor y valentía al servicio del proyecto.
Cuando en el evangelio de Lucas se cuenta que el Galileo recorría aldeas y pueblos de la región anunciando la llegada del reinado de Dios: “A continuación fue también él caminando de pueblo en pueblo y de aldea en aldea, proclamando la Buena Noticia del reinado de Dios” (Lc 8,1), caminan junto a él dos grupos: “lo acompañaban los Doce y algunas mujeres…”. (8,1b-2a).
En el texto original se lee literalmente: “…y los Doce con él y algunas mujeres…”. La preposición griega σύν:‘con’, ‘junto con’ seguida del pronombre ‘él’, indica vinculación entre las personas y coincidencia en sus objetivos y sus modos de actuar. La Magdalena se unió al grupo del Galileo. Una vez abandonada su estrategia auto-destructora se aferró a su proyecto sin cortapisas y con denuedo. Lo siguió de principio a fin. Es muy probable que su iniciativa, se llevara por delante reticencias y miedos de no pocas mujeres, y calara en ellas tan profundamente que, sin importarles el qué dirán, se adhirieron felices al colectivo de seguidores. Cuando se nombra a ese grupo femenino, se menciona siempre a la Magdalena en primer lugar. Ningún evangelio osó poner en entredicho su capacidad de liderazgo. Según el texto de Lucas, todos solían conocerla y llamarla por el gentilicio: “…María, la llamada Magdalena…” (8,2b).
Lucas aporta el nombre de otras dos mujeres de las muchas que acompañaban al Galileo: “…María, la llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, la mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana, y otras muchas…” (Lc 8,2-3)
La forma de nombrarlas advierte que ninguna de las tres encajaba en los moldes tradicionales. A la mujer, dependiente toda su vida de hombres (padre, marido, hijos), se la mencionaba siempre siguiendo la norma de asociarla a un varón. En este caso, la tercera de las citadas: Susana, aparece aislada de todo referente. Se trata de una mujer liberada de atadura a un hombre. Ha soltado su amarre al muelle de la tradición y se ha emancipado. Con capacidad para decidir por ella misma, ha optado por la propuesta del Galileo.
La que encabeza el grupo, ella, la Magdalena, tampoco está vinculada a hombre alguno. No lo necesita. Vive siguiendo sus propias ideas. Se la reconoce por ellas y por el lugar de donde procede.
Respecto a la segunda de esas mujeres, Juana, sí se da cuenta de un sujeto con quien está casada. Se llama Cusa. También se apunta el trabajo que este realiza. Es intendente de Herodes. Ambos detalles se registran con intencionalidad. Si ya resultaba extraño que unas mujeres caminaran agrupadas a un colectivo de hombres, era impensable que lo hiciera una mujer casada. Y, en especial, perteneciendo a la corte. Pero Juana ha seguido el ejemplo de la Magdalena. Ha abandonado su esclavitud al poder y se ha aferrado a la inseguridad de la vida que ofrece el Galileo.
11- Lealtad de mujer
La de Magdala nunca se acobardó. Mientras los discípulos recularon una y otra vez, ella no dio un paso atrás. Si ellos ocultaron sus intereses y ambiciones de poder, ella mantuvo su lealtad con la energía que le caracterizaba. Los Doce necesitaban a las masas para sus fines de rebelión, quisieron ir a Jerusalén buscando la fecha apropiada para ponerla en marcha. La Magdalena dejó atrás los ideales de revolución armada y puso el corazón y sus agallas al servicio de la alternativa propuesta por aquel hombre de Galilea.
Prestó absoluta lealtad al hombre que le abrió el camino a la libertad. Le respondió hasta su final. Y en ese instante crucial no le falló. Los discípulos se quitaron de en medio a toda carrera, pero allí estuvo ella durante su ejecución. De lejos, eso sí, pero solo porque los romanos no dejaban absolutamente a nadie acercarse a los crucificados: “Había también una mujeres observando aquello de lejos, entre ellas María Magdalena, María la madre de Santiago el Pequeño y de José, y Salomé” (Mc 15,40).
No eran únicamente esas. El paso dado por la Magdalena alentó a otras muchas a ignorar las costumbres y leyes que estrechaban sus vidas. Y cundió su ejemplo. Y se agruparon con el Galileo hasta su muerte. Marcos no las olvidó. Atestigua que se trataba de un colectivo numeroso: “… y además otras muchas que habían subido con él a Jerusalén” (Mc 15,41).
Los nombres de las mujeres citadas en la etapa final de la vida del Galileo y tras su muerte varían de un evangelio a otro. Solo uno se repite en todas las ocasiones en los cuatro textos, el de la Magdalena. Respecto a ella, ninguno de los evangelistas tuvo dudas.
12- Los miedosos que bajaron los brazos
Era lógico que en la fecha temprana en que se escribió el evangelio de Marcos, el grupo de adheridos al proyecto siguiera hundido. Ellos ni siquiera habían compartido al cien por cien la propuesta del Galileo. Aunque confiaban en su tirón popular para alcanzar el resurgir de Israel y su dominio sobre el resto de pueblos, sus esperanzas se fueron al traste tras ver cómo ejecutaban a
aquel amigo de Nazaret. Su muerte confirmaba el fracaso de los ideales que el colectivo de seguidores defendió durante su vida.
Además del desencanto y la tristeza, también entraba dentro de lo normal que estuvieran bloqueados por el miedo. A fin de cuentas el Galileo había sido condenado a la pena máxima como cualquier otro rebelde al imperio dominante. Salir a la palestra como seguidores suponía un gran riesgo que podría acarrearles muy graves consecuencias. Con su líder desaparecido al grupo no le llegaba la camisa al cuerpo. Achicados por el terror, los discípulos permanecían encogidos al abrigo de la inmovilidad.
13- Asumiendo el liderazgo
Sin embargo, la Magdalena no se detendrá ante el fracaso. Fue muy grande el cambio que tuvo que dar y muy honda la experiencia vivida con el Galileo para echarlos en el olvido. Al igual que cuando lo conoció, ella tomará la iniciativa. Será ella, liderando al grupo de mujeres, quien sembrará la inquietud, las primeras dudas y un atisbo de luz en los estancados seguidores. La Magdalena no se achantó. A partir de la muerte del Galileo asumió todo el protagonismo.
Pero, ¿qué pensar?, ¿adónde acudir? El hecho de que los romanos tuvieran por norma enterrar los despojos de los crucificados en fosas comunes eliminaba toda referencia respecto a ellos. No hay cadáver. Sin cadáver desaparecen las conexiones a un lugar. La Magdalena atará cabos. Recorre experiencias. Indaga en sus pensamientos. Salen a flote sus recuerdos. La muerte no eliminará la presencia del Galileo en su vida.
¿Qué camino tomar? Nadie se hubiera extrañado si el desánimo hubiera hecho mella por fin en la Magdalena. Pero no flaqueó. El desaliento no logró debilitar su fuerte carácter. Su reflexión no se rendirá al inmovilismo. Y se figuró vacío un imaginario sepulcro. Un lugar deshabitado también aviva el pensamiento. Una tumba vacía da que pensar. Aporta alguna explicación. Tal vez la primera orientación. De la ausencia también surgen preguntas y nacen referencias.
Los primeros pasos del colectivo de mujeres encabezado por la Magdalena están recogidos en los tres sinópticos con algunas variaciones en los nombres. En Marcos, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé (Mc 16,1). En Mateo, María Magdalena y “la otra María” en alusión a María la madre de Santiago y José (Mt 28,1). En Lucas, María Magdalena, Juana y María, la de Santiago (Lc 24,10). En el evangelio de Juan solo la Magdalena (Jn 20,1).
14- Una tumba vacía, soporte de la reflexión
Su movimiento se tradujo en el texto de los evangelios a partir del recurso literario de una tumba vacía. En torno a dicho punto de partida encontramos en los cuatro evangelios suficientes datos válidos para saber de qué modo la Magdalena consiguió movilizar al grupo de los Once y reavivar el proyecto.
De entrada, la Magdalena puso todas las ganas en superar la tristeza. El ambiente que se respiraba resultaba insoportable. Ella aceptó el final del Galileo, pero buscaba la manera de dulcificar esa idea. Da pasos para encubrir el hedor de su muerte. Desea mantener vivo su recuerdo; que todo lo que quede de él destile la fragancia que emanó de su vida: “María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamarlo” (Mc 16,1). “fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado” (Lc 24,1)
Lo hace marcada por la tradición judía, atravesando momentos constreñidos: “Transcurrido el día de precepto” (Mc 16,1).
Aunque ella apuesta por un tiempo nuevo: “El primer día de la semana” (Mc 16,2a).
Desea dejar atrás la oscuridad. Que se atisbe algo de luz. Al despuntar el día. Los cuatro evangelistas subrayan el importante apunte que anticipa optimismo: “…muy de mañana, fueron al sepulcro ya salido el sol” (Mc 16,2b). “Pasado el sábado, al clarear el primer día de la semana” (Mt 28,1). “El día de precepto observaron el sábado, según el mandamiento, pero el primer día de la semana, de madrugada, fueron al sepulcro…” (Lc 23,56b-24,1). “El primer día de la semana, por la mañana, temprano, todavía en tinieblas fue María Magdalena al sepulcro” (Jn 20,1)
Su acción se circunscribe entonces a la idea de un cadáver. La muerte presenta su lado más amargo y acerado: su carácter definitivo. A la Magdalena, y con ella a algunas mujeres, no les pasa por la imaginación que pueda derrumbarse el muro infranqueable que separa la vida de la muerte. Pero ella no ceja en su idea de encontrar algún resquicio. Su empuje no tiene freno: “Se decían unas a otras: ¿Quién nos correrá la losa de la entrada del sepulcro?” (Mc 16,3).
La losa que clausura el sepulcro es un elemento central en este proceso. Cierra herméticamente el paso de un espacio a otro. A quien ha entrado en el mundo de los muertos les resulta imposible regresar. Quienes se mantienen con vida tienen vedado el acceso al lugar de la muerte. Pero el coraje de la Magdalena ha roto el abatimiento de otras mujeres. Tenían el ánimo hecho añicos. Iban con la mirada caída, pero han superado la desesperanza y han recobrado algo de la moral que arrastraban por los suelos. Marcos, haciendo gala de su inteligencia habitual, describió este cambio de actitud de las mujeres usando un solo verbo: “Al levantar la vista” (Mc 16,4).
Al elevar el pensamiento, entregado a la desesperación, descubren algo insólito. La losa insalvable ya no cierra el paso. La ingente mole que ponía límite a la vida ha sido descolocada. Esa barrera insuperable ha dejado de serlo. La vida a la que invitó el Galileo ofrece una nueva perspectiva. Los cuatro evangelios notifican el dato extraordinario: “…observaron que la losa estaba corrida (y era muy grande)” (Mc 16,4).
En Mateo, el mismo que anunció al nacimiento del Galileo (Mt 1,20ss.) es quien ha retirado la losa y la domina: “…el ángel del Señor bajó del cielo y se acercó, corrió la losa y se sentó encima” (Mt 28,2).
Lucas se limita a ofrecer la información con sobriedad: “Encontraron corrida la losa” (Lc 24,2).
Juan, por su parte, da cuenta que fue solo la Magdalena la que descubrió la losa fuera de sitio: “…fue María Magdalena al sepulcro y vio la losa quitada” (Jn 20,1).
La losa quitada abre un nuevo espacio aún por descubrir. Invita a entrar. Ha abierto un lugar inexplorado. Avanzar despertará nuevas ideas. El desierto lugar de la muerte posee su lenguaje. No quedará callado. Habla. Escuchar sus noticias abrirá caminos. Reflexionar romperá la inacción.
Gracias Oscar, por “refrescarnos” la memoria, y poder leer cuantas veces sea necesario, estos temas…sin “divinización”… y poder hacerlos vida.
Gracias.
Y sigo con la mía.
Y dale Perico al torno
Y toca la misma, Manué.
Dice Román que el cristianismo se basa en la resurrección. Toda la razón. Que si eso se cuestiona, todo caería.
Todo? No. Nos quedaríamos con Jesús como persona humana, y como dice Isidoro, como unos de los referentes mayores de la historia de la humanidad. Válido para cirios y troyanos, es decir, para deístas y no deístas.
Y qué haríamos entonces con la iglesia? Pues menuda ONG saldría. Sin ánimo de lucro
Fantástico.
Y si resulta que después de la muerte se sigue viendo, pues ya haremos una fiesta. O no. La verdad, me asusta esa idea, porque como no me guste lo que hay, verás tú que risa…
Te leo:
– “el cristianismo se basa en la resurrección.
si eso se cuestiona, todo caería”-
De acuerdo!
Y ¿qué es la resurrección?
Ja, ja jaaaaaaaaa
Aquí cada uno dice una cosa. Pt la que a mí me transmitieron es que resucitó de entre los muertos. Tal cual. Es decir, de muerto a vivo. No sé si me explico.
Al menos eso entendí.
Luego he leído mil cosas, usted las sabrá mucho mejor que aquí, la que escribe.
Si me pregunta lo que creo, para mí , tal y como la entiendo, como mi cabeza no me permite aceptarlo porque la vida en la tierra es como es, la entiendo como que su legado, por decirlo de alguna manera, no murió porque es y será eterno.
Pero claro, eso también lo pienso de mi madre y no era hija de dios ni nada. Pero mientras que sus seis hijos vivan, la consideraremos inmortal.
Y eso es lo que pienso.
Luego están los teólogos.
Un saludo.
Perdón. Mientras alguno de sus seis hijos vivan…
Sorry. Quizás si era hija de dios. Era una persona distinta y, salvo una de sus tres nueras, la gente la adoraba. No por nada en concreto, sino por toda ella en su conjunto. Era luminosa.
Cuántas personas serán hijas de dios? O hijos de dios, que también habrá alguno?
Qué es ser hijo de dios?
Qué es resucitar?
Para resucitar hay que morir ? O quizás la resurrección es vivir en los demás?
Si resucitó de entre los muertos, era el mismo de antes o solamente resucitó su parte divina?
La verdad. No me importa en absoluto este tema. Pero entiendo que a milloooooooones de personas les va la vida en ello.
Otro saludo.
Y ya que estamos, que sepa tooooodo el mundo mundial, que eso de noli me tangere, me sentó como un trueno. No sé de qué evangelio es, pero ugggffff.
Porque si llego a ser la que está en el lugar de María de magdala o de donde fuera la señora, el abrazo no se lo quita nadie. Y el bofetón a continuación, tampoco.
Dicho esto con todos mis respetos.
Amigo Román: Yo, mis planteamientos, los hago laicos, universales, no religiosos, que serían útiles a un sector parcial de la población. Todos los creyentes deístas son humanos, pero no todos los humanos son creyentes deístas.
Como buen pelagiano, (¡fíjate tú, lo que acaba uno descubriendo a estas altas alturas de la vida!), y humanista, (en psicología), no creo que se necesite directamente la ayuda de Dios a través de alguna de sus Iglesias, para conseguir caminar hacia la autorrealización, la bonhomía y hacia un poco de sabiduría, (o al menos a ser lo menos necio posible).
Las iglesias, (y me vuelve a salir la vena anticlerical, lo siento), no solo venden la salvación post- mortem, (de la que nadie sabe nada a ciencia cierta, y que cada vez asusta menos a la gente), sino que para subsistir, han ampliado el negocio, intentando hacer la competencia a los psicólogos.
Con la hipermoralización de la vida, de la que todos somos víctimas, (incluso ya fuera de la Iglesia), intentan transformar los trastornos de la personalidad, y los errores conductuales en pecados, de tal manera que para ser buenos y actuar adecuadamente, lo que hay que hacer es pedirle consejo al párroco de la parroquia, contándole nuestros secretos, y rezar la penitencia impuesta.
Esa actitud, hace cientos de años, cuando la psicología estaba en mantillas, y era aún una pequeña rama interna de la filosofía, podía tener un cierto pase.
En los tiempos actuales, cuando la psicología ya se ha desgajado del tronco de la filosofía general, y es uno de los sectores de vanguardia en la investigación mundial en el campo antropológico, es una actitud propia de la mujer de Lot.
La psicología-psiquiatría inicial, era una ciencia de médicos. Freud, Jung, y todos sus colegas lo eran, y se dedicaban a tratar casos patológicos. Hoy día la psiquiatría se dedica a las patologías más graves y señaladas y casi todos los psicólogos son antropólogos – filósofos, y se dedican a los avatares y cuestiones del comportamiento del humano común.
Yo no sé muy bien, si en los seminarios se imparte algún tipo de formación en psicología, a los futuros sacerdotes, pero me temo que será mucho menor que en latín, teología, y canonismos eclesiales.
Pero la creencia religiosa y la práctica eclesial, no tienen por qué ser un freno en el desarrollo personal de cada uno, aunque puede serlo en algunos casos, si damos autoridad al clero en temas que no son de su especialidad. (Ningún devoto en su sano juicio si tiene un niño hiperactivo, lo lleva al párroco en vez de al psicólogo).
Más aún, también puede ser en parte una ayuda, en el sentido de que una cierta creencia escatológica y esotérica en una tutela Superior, para un futuro tan incierto y peligroso como parece que se nos avecina, (¡¡La que se avecina…!!), puede ser positiva en cuanto nos proporcione un cierto nivel de autoconfianza antiangustiante y antiestresante.
Me imagino que mi adscripción a la Nueva Era, que tú me achacas, viene de ahí, de que yo en cierto sentido, a veces me agarro como náufrago en el agua, a ese madero de esperanza de que al final, cuando todo esté más feo, nos ayudará a no hundirnos.
(Sin embargo, para mí, lo de la subsistencia después de la muerte, no se bien por qué, es algo que no me preocupa mucho. Yo creo que eso es cosa de los jóvenes, que quieren vivir siempre. Yo creo que los viejos, ya estamos bastante cansados de vivir, y eso de vivir diez millones de años, o más aún, no nos ilusiona mucho). (Por eso si al final sale, bien, y si no sale, también).
Para mí, Jesús, lo primero, es un gran sabio humano, quizás el mejor o uno de los mejores, que nos ayuda con sus ideas en esta vida nuestra. Pero si además fuera el humano intermediario, para que Alguien, (o Alguienes), de la Trascendencia, hipotéticamente, ayude/n, en caso extremo a la humanidad, pues mejor que mejor.
Pero como creo que es la norma ignaciana, y de Bonhoeffer, hay que actuar como si Dios no existiese. Y dar a Dios lo que es de Dios, y al psicólogo lo que es del psicólogo.
Amigo Román: No es que haya olvidado que existen muchos carismas, sensibilidades y teologías, distintos, dentro de la Iglesia.
Lo que sucede es que yo, personalmente, y muy posiblemente estoy equivocado, puedo llegar a creer en Dios, especialmente porque se sabe muy poco de Él. Pero no creo nada en la Iglesia, porque se sabe mucho de ella.
Y sucede que la existencia de ese enorme pluralismo entre los pensamientos y sentimientos de todos los humanos, es algo natural, y fruto de la infinidad de estados de desarrollo personal de cada individuo y de las circunstancias accidentales en las que se ha desarrollado dicho proceso de desarrollo.
Por eso todo eso de los carismas y los dones del Espíritu Santo, me da la impresión de que es una construcción a posteriori, fruto del deseo bienintencionado del culto a la personalidad de Dios y de sus integrantes.
Es como si te toca la lotería y crees que ha sido Dios quien te ha hecho comprar ese número. O es como en el chiste del mal escultor: “Si sale con barba, San Antón, y si no, la Purísima Concepción”. Todo es bueno para el convento.
Y entonces cada vez tengo mas claro que la supuesta guía del Espíritu a la Iglesia, es un argumento propagandístico de la institución para asegurar su subsistencia, y reafirmar la autoridad y mando de sus dirigentes.
Y de ahí las muy probables interpolaciones en los escritos evangélicos, como lo de las llaves a San Pedro, o las admoniciones a la retirada de las manos del arado, etc.
Y de ahí, la venta a los fieles de seguridades de salvación eterna, en contraposición del castigo eterno de los incrédulos. ¿Qué eso deja a los pies de los caballos a Dios, como un ser inmisericorde y vengativo?. Ah, se siente. Los teólogos ya se encargarán de vender la burra coja, sofisteando aquí y allá. Todo sea por la supervivencia del chiringuito. (¡Que ahora ya no hay infierno, y no es de recibo que mil millones de chinos estén excluídos por Dios de sus planes, pues ya se nos ocurrirá algo!).
La primera ley de cualquier institución humana que se precie, es sobrevivir, y a fe que la Iglesia ha sido un modelo de éxito en este sentido.
Y cuando la posición oficial de la Iglesia oficial sea insostenible, siempre quedará el recurso de señalar la existencia de monjitas abnegadas, y la indudable existencia de muchos creyentes que personalmente han llegado al estado de cuasi santidad.
Pero la idea base de mis anteriores comentarios era, que esa indudable cuasi perfección de muchos cristianos, no es debida a los métodos de ascesis y creencias impulsados por la institución, sino a la indudable fuerza interior de despliegue y desarrollo de la naturaleza humana que como dice Maslow es “deiforme”. Es esa poderosa fuerza interna de actualización de la que habla Rogers.
Y la ascesis cristiana, muchas veces contraria a la personalidad humana innata, sirve de freno de esa fuerza de desarrollo personal. Así la excesiva obediencia ciega a la institución, es contraria a la creatividad y a la autonomía de pensamiento individual. Y el excesivo antihedonismo, genera múltiples patologías mentales y trastornos de la personalidad, que asolan a todos los institutos religiosos y clero en general.
Ahora bien, esa fuerza interna es tan poderosa que en muchos creyentes les hace caer en cierta heterodoxia orgánica, que les sirve para minorar unas contradicciones, que serían quizás insuperables, sin esa licencia personal y doctrinal.
Eso la organización lo sabe muy bien, y lo consiente, pues una ley básica de supervivencia en cualquier organización es ser fuerte pero al tiempo flexible, para no matar al pajarito en la mano.
Eso lo hacen igual organizaciones teóricamente muy rígidas, como Testigos, mormones, etc, que si viéramos su interior, veríamos que son conscientes de que hay que mirar hacia otro lado muchas veces, y hacerse el tonto, (“Échame pan, y llámame tonto”).
Te contaré una anécdota personal. Yo tuve una hermana bastante mayor que yo, que fue numeraria del Opus muchos años, y murió en el Opus. La pobre, soportó estoicamente y sufriendo, muchas brometas que yo le hacía, en mi época mas inmadura, (de las que estoy muy arrepentido).
Pero yo notaba en algunos detalles, que no cumplía todo lo que se supone que le decían, y a pesar de que no era mujer de mucha iniciativa, (según mi parecer), tenía un instinto interno que le guiaba, quizás a pequeñas heterodoxias, respecto a sus estrictas normas internas.
De todas maneras todo lo anterior, no dejan de ser especulaciones muy posiblemente disparatadas mías, y desde luego quede asegurado mi pleno respeto hacia todas las posturas, y el reconocimiento del mucho mérito de los que son coherentes con sus convicciones.
En esto de la religión, al igual que en la política, somos como los seguidores de los distintos equipos de fútbol, que cada uno tiene sus colores, pero a todos les gusta el fútbol, y no se pierden un partido. Y admiran a las figuras del equipo contrario. Yo soy del Madrid, pero creo que Messi es el mejor sin duda alguna.
Ok
No me extraña nada que te muestres muy crítico con la religión familiar que hemos recibido por herencia, o que consideres que tal cosa, para quien se sienta con inclinación hacia la religiosidad, ésta sea, me refiero a la religión o al hecho religioso, algo de muy libre elección. Al fin y al cabo, dentro de esa perspectiva, todas ellas son constructos humanos, y la nuestra también. Además, que Dios, llegando a creer en Él, sería alguien ajeno a toda elaboración humana.
Pero con esa brillantez de palabras con la que nos tienes acostumbrados (¡Que fluidez de exposición!)me quieres colar, como si fuera un símil, eso de la “heterodoxia orgánica”, haciéndola pasar por la “pluralidad” de pensamientos y sensibilidades dentro de la Iglesia.
Te prometo que volveré sobre el tema.
Parece que puedo continuar.
No es que te estuviera reprochando que eludieras la cuestión con un falso eufemismo, sino que lo que dices e ilustras sobre lo que denominas heterodoxia-orgánica, y que yo te he entendí perfectamente, y que además puedo añadir muchísimos ejemplos, báste con observar el comportamiento social en círculos muy cerrados, son cosas distintas a lo que yo expresaba. A pesar de que en un sentido amplio se puedan catalogar como pequeñas transgresiones a las normas, o escapadas del discurso dominante.
Vamos al grano;
Tu sensibilidad que yo califico de “religiosa” ( que busca un fundamento religioso en la New Age) no carece de alguna “soteriología” (El humano es capaz de salvarse a si mismo, como producto de la evolución, –en el plano individual mediante el autodesarrollo y en el colectivo o histórico por el desarrollo de sus capacidades de especie—. No tiene que ver nada con la soteriología de los antiguos griegos. Así para Platón la salvación consistía en la liberación del espíritu de su envoltura corporal y del contexto cósmico. Este concepto de los griegos todavía persiste en nuestra civilización occidental e incluso salpica los postulados de la New Age.
Pero no es el concepto de salvación, y está enfrentado con el mensaje cristiano que se fundamenta en la fe en la resurrección.
Te doy esta nueva noticia: La salvación en el cristianismo tiene como dato esencial la superación de la muerte corporal. El centro de nuestra fe está iluminado por la Resurrección de Cristo Jesús.
Si desmontas ese hecho esencial entonces todos los Evangelios caerán bajo sospecha(Construcción posterior, mito, leyenda, interpolaciones, datos espurios, falsificación histórica, etc.)
Dejé pendiente este escrito, pues llevo algún tiempo que no me encuentro en plena forma, es decir, bien. Me dirigía a nuestra querida Carmen, sobre lo que creo entendiste por optar en el escrito anterior de Isidoro, al que agradezco enormemente su reaparición, ¡ojalá fuera así!
Lo de optar, a mi parecer, a lo que apunta nuestro amigo atriero Isidoro, va más por el camino de la síntesis de la mano de la experiencia, siempre, aunque parezca hablar a través de otros autores. No veo en ello ninguna disyuntiva, sino más bien lo contrario, si se puede decir así.
La vida va dando el sentido ajustado, aunque mayormente no lo entendamos. El dicho de que todos los caminos llevan a Roma, no está exento de dificultades, estancamientos y retrocesos, que finalmente pueden no serlo, al ayudar a despertar y comprender lo que no somos.
Luego está lo que para cada persona supone Roma. Si es un hito más del recorrido y no el fin del mismo con todo lo que implica de seguimiento a lo externo a su propia consciencia en su despliegue íntimo, ya que la consciencia- conciencia no para de desplegarse en el sí misma ante, en, durante y con la vida.
Por otra parte el testimonio de Alberto, parece excepcional y minoritario, no coincide con la norma y experiencias más comunes hoy día con lo que se entiende y hemos entendido, más bien visto, en lo que entraña la religión de muy puertas adentro.
Os agradezco un montón vuestras aportaciones.
Un abrazo.
Quizás no entendí bien. Solamente quería señal que , a mí manera de ver, no es posible partir de la idea de que el ser humano es intrínsecamente tan malvado que hace falta que todo un dios se sacrifique a sí mismo para salvarnos, que partir de la idea de que la solución a todos los problemas lo tiene el ser humano dentro de sí mismo. Bueno,no sé si la solución, pero básicamente su terapia se basa en que el individuo tiene que encontrar su propia solución, nadie te la puede encontrar salvo tú mismo. En eso consiste básicamente su teoría. Y se basa en eso porque está convencido de que el ser humano es básicamente bueno. Tiende al bien. Y cuando se desvía del camino correcto, que dicen los americanos, entonces aparecen los problemas. Porque sabe en su fuero interno que no está de acuerdo consigo mismo. Por eso, los psicólogos que siguen su línea, jamás te dan soluciones. Se limitan a dejarte hablar y a reconducir la conversación cuando es necesario, porque se desvía demasiado o aparecen silencios prolongados, mediante preguntas de lo que la misma persona ha contado. Nunca aconseja, te intenta guiar para que tú encuentres la solución.
Me encanta.
En la iglesia es justamente lo contrario. El sacerdote te dice lo que tienes que hacer, porque somos intrínsecamente malos.
Se llegará al mismo sitio, pero cuando te des cuenta de que la solución no viene del cielo, sino de dentro de ti mismo. Porque todos llevamos un trocito de dios dentro. Pero cuesta un montonazo.
Eso quise decir.
Perdón si me extiendo demasiado z pero no lo sé explicar de otra manera.
Besos.
Gracias, Carmen. Siempre se aprende,si hay apertura. Y claro, si no se parte de que ya se sabe todo y la razón está de nuestra parte. Te expresas bien, no lo dudes. Ver la botella medio llena, deja de lado las culpas, sí digo el sentimiento y acusación de culpabilidad, ya que en realidad no lo son, mientras la libertad de la que tanto se habla aquí en sentido religioso, no existe realmente. Sin amor la libertad está ausente. Los condicionamientos pesan fuerte y la merman.
Besos. Me alegra que estés y seas luz en Atrio.
Gracias por tu aportación, Asun, y por tu gran sentido de la oportunidad, “aunque no estés de muy ánimo”. El tema que tú indicas, y que Carmen tomó al vuelo, tiene bastante de delicado.
Aprovechando eso que dices tú de que para Roma se pueden tomar diversos caminos y que no todo el mundo tiene el mismo sentido de lo que Roma pueda significar, quizás me de pie para poder abordarlo con algo de menos torpeza.
La religión católica se había estado viviendo ( principalmente en España, o que aquí se manifestaba de manera más fuerte) en medio de una patología muy aguda.
Patología que se había introducido con el trascurso de los tiempo en la vida de la Iglesia y que se dejaba sentir en la teología (en el Concilio se decía que abstracta, nominalista y angelista) en la moral dominada por la casuística, la vida religiosa ceñida por una espiritualidad clerical y ésta por modelos monacales. La denuncia profética se había ausentado de la predicación.
En España nuestro nacional-catolicismo, la forma de vivir la religión católica, tenía por origen una mentalidad de cruzada (la fe contra todas las formas de increencias) la identidad católica que nos identificaba como Estado y su sociedad (confesionalismo). No la Iglesia, por si sola y en un sentido espiritual, sino La Nación Española como Pueblo de Dios.
Pero la herejía más anticristiana era aquella negadora de la gracia instalada profundamente en estas formas de cristianismo, un intento de manipulación de Dios. En otras palabras, que se había normalizado la búsqueda de Dios por medio del esfuerzo humano en una carrera de méritos (yo hago buenas obras para alcanzar la perfección y así ganarme la gracia de la salvación, o sea, el cielo de los bienaventurados) Una vuelta al Antiguo Testamento en cuya Economía se alcanzaba a Yahvé mediante la Ley.
Jesús, entonces, aunque lo deificamos, lo teníamos sólo como modelo.
Si la gracia (santificante) hay que merecerla, Jesús no tiene la categoría de Redentor, el “Viviente”, dentro de su humanidad.
Las personas que hemos estado dentro, o muy cercanos a estos círculos de profesión religiosa hemos tenido que sufrir hondas crisis de conciencia, salvo quienes hayan estado agraciados con personalidades muy maduras o recibido una buena orientación en su día.
El Pelagianismo, del que he estado hablando, tiene una historia muy antigua.
Muchas gracias, amigo Román, por dirigirte a mí. Y siento de veras que no llegue a captar lo que quieres decir al final del recorrido. Román, perdona, pero a veces no alcanzo a canalizar diferentes conceptos en tan pocas frases.
Y por otra parte, yendo más arriba en tus comentarios, a mi modo de ver, no creo que nada esencial se desmonte, si realmente se confía en Lo Que Es, que todo es ya dado, que somos canal por el que la vida va haciendo, dejándose ser, estar.
Ni tú, ni yo, ni nadie, puede demostrar que el Amor que salva se exprese únicamente de esta u otra manera.
Un abrazo amistoso, de compresión y respeto.
Perdón.
No lo tomé al vuelo. Llevo manteniéndolo como quince años por lo menos. No sabes el trabajo que me costó. Llegué solica. No conocía a Pelagio y solamente leí que existía ese señor aquí.
En los ochenta, a mediados , leí un artículo de Miret Magdalena en El país, lo tengo recortado y guardado por ahí. Decía que nadie con una mente ligeramente crítica y reflexiva podía creer en el siglo XX en un dios antropomórfico como el que nos habían transmitido. Nombró a un tal Spinoza, desconocido absolutamente para mí, dijo que este señor concebía a Dios como ‘ fuerza de mi fuerza’ no se me olvidará jamás ese artículo. Jamás.
Y Eché a volar.
Pero esto no lo he cogido al vuelo, sino treinta y tantos años después, cuando ya he podido tomar tierra. Ya descanso porque he hecho las paces conmigo misma y con mi idea de eso que llaman Dios. Y que no es el tuyo. Es otro
Te aseguro que mi intención no es hacer proselitismo, nada más lejos de mi intención. Digo lo que pienso porque me costó tantísimo trabajo romper con todos mis esquemas que me encantaría abrir la ventana a alguien y pudiese echar a volar, en la dirección que quiera.
No te olvides que soy maestra. Me encanta abrir puertas y ventanas y …a pensar.
Siempre digo lo mismo. Pero como casi nadie me lee, y hacen muy bien, a veces leo con estupor como se dicen cosas que he repetido hasta la saciedad ante el silencio de todos y todas, y que se aplauden como si jamás se hubiesen dicho.
De coger al vuelo, nada de nada.
Pero vamos, en absoluto.
Un abrazo
En unas veinticuatro horas este tema ha tomado nuevas dimensiones y una mayor concurrencia de comentaristas He sentido la tentación de trabar mis reflexiones con las más nuevas aportaciones, pero se me resiste aceptar que algunas cosas queden en una nebulosa. Ya anticipaba que es algo difícil y torpe condensar ciertas ideas claves en el formato de un comentario. No es que se busque una complicidad, pues no habría diálogo, sino que los enjuiciamientos propios y ajenos estén mediatizados por malentendidos. De ahí mi sensación de torpeza.
Entre el Evangelio y el Humanismo que adornan el texto de Gonzalo Haya ha surgido el tema de Dios y luego el de la Iglesia, ese colectivo de personas cristianas que viven o interpretan la fe y los Evangelios a su manera, pero que aquí en este foro y más concretamente en este hilo se está haciendo de manera testimonial desde aquellos dos primeros comentarios-testimonios de Ana y de Carmen ese primer día 19.
El tema es delicado porque en la búsqueda de amparo de las personales posiciones doctrinales,pues confieso que las tengo y no renuncio a ellas, podía parecer que yo y otros estábamos rechazando críticas tan severas y al mismo tiempo cargadas de razón como las que lanzó en un primer momento Isidoro (cifraba el modelo de “perfección eclesial” en tres fundamentos: a) obediencia ciega a la jerarquía acompañada del ritualismo y el sacramentalismo, b)su ascética y c) represión). Y todo ello en base a otras experiencias que hubiésemos tenido y así quedó manifestado por otros comentaristas.
Quise dejar constancia de que hay tanta variedad en la llamada ortodoxia católica que las críticas tienen que ir mejor orientadas. La Iglesia de Roma no es tan monolítica como muchos de sus propios fieles nos quieren dar a entender (corrientes de espiritualidad, órdenes religiosas, escuelas teológicas…)
Asimismo, como en cualquier cuerpo social, somos susceptibles de heredar o de aquirir varias patologías y que el Concilio Vaticano II fue un vivo ejemplo de un esfuerzo por conjurar esos males que asediaban y que aún perduran en la Iglesia.
La más extendida ayer y hoy es el pelagianismo en muchas de sus formas, y que tiene adquirido el marchamo de la normalidad en todo su cuerpo social. Hasta en la gente más humilde porque cifran la perfección cristiana en una carrera de méritos para “ganarse el cielo después de la muerte”. En la clase más cultivada porque es el intento de incluir a Dios dentro de las más hondas exigencias de la filosofía y de la ciencia.
Por la cultura ( en la base de nuestra civilización greco-latina) apunté el peligro de dar valor de realidad a lo espiritual despreciando lo material. Un antagonismo que en nuestra herencia bíblica no es de recibo, sino la salvación integral de la persona. Jesús le dió valor sobrenatural a lo profano, resucitando en su cuerpo humano.
Otro punto que deseo enfatizar y nunca sería suficiente es nuestra particular situación de la historia reciente de España que hace del catolicismo español algo muy característico. Sin una mentalidad de cruzada y el integrismo propio del siglo XIX, no habría prosperado el Opus Dei.
Asimismo, que hemos sido educados desde nuestra niñez en la teología abstracta del catecismo, y la lejanía a los textos bíblicos, por lo que todas aquellas personas que se iniciaron en hacerse preguntas sobre Dios y a pensar por su cuenta se han ido fabricando una imagen de Dios e incluso de Jesús más acorde con sus inclinaciones.
Las tendencias panteístas afloran
Y por último, la New Age, no es un cuerpo de doctrina que tengan una serie de adeptos señalados, sino una atmósfera que reúne todas esas corrientes espiritualistas y cientificistas y que impregna incluso a las religiones organizadas de Occidente cristiano. Caben espiritualidades sin religión, religiones y filosofías humanistas, las nuevas formas de panteísmo y hasta las versiones más inmanentes (despojadas de todo sobrenaturalismo) del cristianismo.
Hablas de la iglesia católica de tal manera que siento como si oyese lo que es por primera vez. El concepto que tienes de la iglesia no sé, no parece muy real, aunque lo más probable es que la que no tenga ni idea de lo que es sea mi persona, por aquello que dices de que la iglesia católica en España ha sido distinta. No sé yo eso. Diría que aquí durante la preguerra, la guerra y el franquismo se manifestó en toda su grandeza.
De todas maneras no me gusta un pelo. Y me refiero en este momento a su intransigencia. Es depositaria de la verdad, según ella. Nada más y nada menos.
Pertenezco al grupo de personas menos cultivadas, a las más sencillas. Pero la fuerza a una iglesia no la dan los teólogos sino el número de fieles a ella. Y el problema que tiene la iglesia católica en este momento es que su verdad absoluta no nos convence a los que deberíamos este domingo llenar las iglesias.
A lo mejor tiene razón Isidoro y es que los relatos construidos a lo largo de la historia ya no se valen porque hemos evolucionado. Lo que nos hace falta es otro relator, y no me refiero a una persona, sino a una sociedad entera.
Pero con en tiempo ese nuevo relato quedará también obsoleto. Porque las cosas que no tienen solución es imposible solucionarlas. Hay preguntas que si te las tomas en serio, nadie las puede responder por ti. Ese es a mí juicio el problema de una religión reglada. Por eso hay quien dice que la época de las religiones tal y como las conocemos está empezando a pasar. Y lo dicen personas cultivadas.
Buen día.
Pues:
Yo también debo ser una personas “disparatada” porque apoyo su postura, su mirada.
¡Gracias!
Detrás de la disyuntiva entre evangelio y humanismo, se encuentra dos concepciones distintas de perfeccionamiento humano: el religioso y el laico.
El humano culturalmente cristiano que está inmerso en su proceso personal de maduración y desarrollo de su conciencia, (que en términos eclesiológicos se denomina de “santificación”), busca en Jesús su modelo a seguir. Y para ello debe buscar en los evangelios, que son la descripción de la vida, pensamiento y obras del mismo.
Pero de entrada, si vive en el mundo moderno, se encuentra dos modelos muy diversos de camino hacia la “perfección” humana. Uno el que rige tradicionalmente en la Iglesia, y el laico.
El modelo de perfección eclesial, se basa, en tres líneas fundamentales: la obediencia ciega a la jerarquía eclesial, con una hiperpráctica de ritos y sacramentos religiosos, en la ascética corporal y en el antihedonismo personal, y en el fomento de las virtudes humanas, (prudencia, justicia, fortaleza y templanza), con una bonhomía personal social, y una contención de los “demonios” personales.
La importancia relativa de cada una de estas líneas en la búsqueda de la perfección personal, es lo que hace que haya una cierta pluralidad de perfecciones cristianas, dentro de sus estrechos límites.
Lo malo es que estas líneas eclesiales, especialmente las dos primeras, son bastante incompatibles, con las líneas laicas de perfección humana, que viene señalando la psicología humanista.
La psicología y especialmente su rama la psiquiatría, inicialmente, se dedicaron al estudio, conocimiento y curación de las mentes humanas que sufrían alguna patología que producía en el individuo una grave dificultad de adecuación social.
Posteriormente en los sesenta, se inició la psicología humanista, con Maslow, Rogers y muchos otros, que se dedicaron a la psicología del humano “normal”, o sea el que encaraba su proceso de maduración, sin graves trastornos patológicos.
Y de sus experiencias clínicas sacaron un modelo de humano maduro o medianamente autorrealizado.
Maslow, (según la Wikipedia), dedujo de las biografías, escritos y actividades de una serie de personas que estimó como maduras, una serie de cualidades similares.
Estimaba que eran personas:
+ Centradas en la realidad, que sabían diferenciar lo falso o ficticio de lo real y genuino.
+ Centradas en los problemas, que enfrentan los problemas en virtud de sus soluciones.
+ Con una percepción diferente de los significados y los fines.
+ En sus relaciones con los demás, eran personas:
– Con necesidad de privacidad, sintiéndose cómodos en esta situación.
– Independientes de la cultura y el entorno dominante, basándose más en experiencias y juicios propios.
– Resistentes a la enculturación, pues no eran susceptibles a la presión social; eran inconformistas.
– Con sentido del humor no hostil, prefiriendo bromas de sí mismos o de la condición humana.
– Buena aceptación de sí mismos y de los demás, tal como eran, no pretenciosos ni artificiales.
– Con frescura en la apreciación, creativos, inventivos y originales.
– Con tendencia a vivir con más intensidad las experiencias que el resto de la humanidad.
El origen filosófico-antropológico de la diferencia fundamental entre las dos vías de perfección, la eclesial y la laica, reside en que la Iglesia, siguiendo a San Agustín, considera que el humano es de naturaleza original mala, y precisa necesariamente de la acción salvífica divina, (la gracia), para poder seguir adelante en su camino de perfección.
La psicología humanista laica, junto con cierta teología moderna, (y no tan moderna, como Pelagio), considera que el humano, dispone dentro de sus circuitos genéticos-neuronales congénitos, de una guía interior que regula el despliegue de su naturaleza humana.
Ya Pelagio, contemporáneo de Agustín, hablaba de un tipo de gracia interior, algo así como una iluminación de la mente, con lo que tuvo la pre-intuición de un “algo”, (una luz), que iluminaba la mente. Y muy lúcidamente advertía que esta “gracia interior” no sirve para que ella haga obras que salven, sino sólo para facilitar su realización.
La moderna psicología humanista dice lo mismo. Es lo que Carl Rogers llamaba una fuerza interior o tendencia actualizante, (o valor organísmico), impulsora del despliegue de la naturaleza humana, desde el inicio del feto hasta la muerte, que no solo impulsa este despliegue sino que además marca el camino con sus muchos hitos intermedios.
Por eso Rogers considera a las personas como básicamente buenas o saludables, o por lo menos no malas ni enfermas. En otras palabras, considera la salud mental como la progresión normal de la vida, y entiende la enfermedad mental, los trastornos de la personalidad, la criminalidad y otros problemas humanos, como distorsiones de la tendencia natural.
Y la perfección humana, sería el estado final de un correcto despliegue de esa naturaleza humana que recibimos genéticamente empaquetada, plegada y cifrada, y que necesita un proceso de despliegue e implementación plena.
Se dice que todos los caminos conducen a Roma, y tanto la vía eclesial como la laica pueden ser válidas en el camino de maduración personal. Y es la propia persona individual, la que en ese proceso debe saber evaluar, que consejos eclesiales son facilitadores, y cuales son un fuerte freno en ese camino de maduración.
Gracias Isidoro:
¡¡¡Genial!!! Profundo,veraz, para caer en la cuenta y…optar… Un abrazo entrañable
Con todos mis respetos. Si una vía es la adecuada, la otra no lo puede ser. Habrá que elegir
A mí me encanta Carl Rogers. Que cada cual elija la suya.
Pero vamos. No sé cómo se como pueden llegar al mismo sitio partiendo de la base de Agustín de Hipona , que entre otras cosas, nociones de psicología humana de hace mil quinientos años no sé, pero de ahora cero, con dos psicõlogos del siglo XX. Desde luego Carl Rogers parte de la premisa contraria a la del señor de Hipona. Y si llegan al mismo lugar por la vía eclesial que los que llegan por la normal, los que llegan a Roma tienen un mérito indescriptible. Llegaran al mismo sitio, no sé, pero claro, no es lo mismo la travesía de Ulises para llegar a Ítaca que un crucero por el mar Egeo en el siglo XX. O XXI, en el que ya estamos .
A lo mejor es que soy muy cómoda.. No sé. La verdad es que el sacrificio me va poco. Y estoy convencida de que el ser humano no es malo por naturaleza. Ya me pueden decir .
Un saludo cordial
Tenía leído ayer la interesante aportación de Isidoro. Hago hoy un entradilla a su explicación inicial de la vía eclesial frente a la laica. Me he criado y vivo en la comunidad de creyentes del montón – quiero decir pecadores y santos a la misma vez – y en los miles de días de mi larga vida nadie me ha exigido el rigorismo conductual que se dice pide como obediencia la Iglesia. Me pidieron y enseñaron que tratara de seguir al Señor imitando su camino. Y eso he tratado de hacer, y sigo en ello. Te aseguro mi querido amigo, sin balandronadas, que he hecho,casi siempre, lo que mi conciencia me ha permitido hacer. Y he tenido el gozo de sentirme feliz la mayor parte de los días de mi vida. Buena parte de esa sensación se la debo a los creyentes y no creyentes con quienes comparto el vivir, pero el fondo y el trasfondo se lo debo a la manera de entender la vida que aprendí en la JOC siendo adolescente. Y la JOC estaba en y era la Iglesia. Se por experiencia que muchos otros viven lo mismo y entre la gente joven del voluntariado que trabaja conmigo una buena parte cree a Jesús, lee el evangelio,ora y medita y parte de su vida la tiene con personas que necesitan de su ayuda. Hay continuidad. Por eso la Iglesia está viva. Se ve poco, pero estar estamos, mientras el cuerpo aguante que decía Luis Sandrini, paisano de Oscar.
El evangelio está vivo.
Por los siglos de los siglos.
Amén
… L A M E N T A B L E M E N TE …
https://www.pagina12.com.ar/232941-caso-provolo-condenaron-a-45-y-42-anos-de-prision-a-los-cura
Después de una semana larga de silencio, por tareas y divertimentos, adjunto esta reflexión hecha al hilo del artículo de G. Haya y de los comentarios que siempre hacen pensar.
El tema, Evangelio y humanismo, es muy actual, tan actual que reclama, en muchos casos, una revisión de posiciones “cristianas” de hoy y del pasado, con el fin de al menos refrescar la memoria acerca de muchas deformaciones históricas, en las que se ha utilizado o marginado el Evangelio, sea en nombre de un progreso -a veces mal entendido, a mi juicio- o en nombre de un Dios también mal entendido -por culpa sobre todo de malos servidores y docentes “cristianos”-, que con sus enseñanzas y testimonio sometían e infravaloraban al hombre (y más a la mujer). Infravaloración que se advertía especialmente en la jerarquización tan destacada -dualismo puro-, así como en teología moral y en espiritualidad, que muchas veces no sólo infravaloraban al ser humano, sino que también, queriendo ensalzarlo, dejaban mal la imagen de Dios Padre. No detallo más. Cada cual puede ir sugiriendo cosas y casos.
Tal enseñanza dio pie a Feuerbach para decir que en religión enseñan cosas que llevan a la conclusión de que “para que Dios sea TODO, el hombre debe ser NADA”. Lo que equivale o puede interpretarse como puro contra-humanismo. (El ateísmo que entonces se extendía tiene mucho que ver con este autor. Para muchos la reivindicación del hombre -puro humanismo- exigía la negación de ese dios, y por tanto negaba la base humanista del cristianismo.) De modo que puede afirmarse -desde nuestro mejor conocimiento del Evangelio de Jesús de Nazaret- que ese ateísmo, que reivindicaba al hombre, estaba, sin ellos saberlo, más cerca del Evangelio que muchos supuestos creyentes, de ayer y de hoy… La vida y la conducta de Jesús está llena de testimonios a favor del ser humano. Esto lo vamos entendiendo cada vez mejor… Algunas parábolas son en este sentido clamorosas e increíblemente innovadoras, revolucionarias para aquel tiempo y aún para hoy…
Una segunda reflexión, que no pretende objetar -quede claro-, sino aportar algo, por si sirve para ampliarla, ha surgido a partir de los comentarios que hacéis y que leo con interés:
–Iglesia ONG… (con lo que implica la capacidad de interesarse por los demás sinceramente, con altruismo) Esto mismo pienso también yo: Una Iglesia gran ONG, que se manifiesta en muchas ONGs menores… Así concibo que deberían ser las órdenes e instituciones religiosas de hoy y del futuro (la enseñanza solidaria también es una ONG) Dar más testimonio que prédica convence y arrastra más… y ayuda más al necesitado.
–Procuro distinguir -no confundir- la Iglesia histórica humana, que han rehecho e institucionalizado los hombres -malos servidores, más influidos por el medio cultural, y por el poder social, que por el Evangelio- con la Iglesia fraternidad fundada por Jesús de Nazaret. Por eso deseo que esta Iglesia, demasiado humana, se convierta y transforme y revise… Quiero una Iglesia unida en el AMOR, no por cánones, doctrinas revisables, estructuras, capisayos… ni por jerarquías dualistas…, que someten (aquí se halla una sutil manifestación de la versión no humanista del cristianismo mal entendido…) Pero también pienso que en esa Iglesia demasiado humana se encuentra, pese a todo, Jesús, el Señor, como lo estaba con los discípulos que le vendieron o abandonaron…
–Pienso que en los Evangelios hay contradicciones reales, como en algunas epístolas de Pablo, pero a mi juicio son atribuibles al autor -o interpolador- influido, de buena fe, por una mentalidad viejo-testamentaria, incapaz de entender la novedad del Reino. (Los apóstoles que seguían y escuchaban al Señor tampoco le entendían bien). Por eso cada autor transcribía e interpretaba según su formación, muy sacralizada además. De ahí que yo prefiera centrarme en la ESENCIA del mensaje de Jesús, que es lo que de verdad importa.
–Los milagros… Pienso que Jesús tenía un extraordinario poder mental, que le permitía curar a distancia… Su poder mental era el mejor fármaco… (Sé que esto es mucho pensar, pero quien haya comprobado-presenciado algo acerca del poder de la mente de algunas personas, tal vez no se sorprenda con lo que digo y dicen algunos, incluso muy documentados…) Nuestra mente es todavía poco conocida, y quizá -es muy probable- que en el futuro su poder sea mucho mayor de lo que es hoy. Quizá entonces entendamos mejor esos “signos” Por otra parte, pienso que el llamado “milagro” tal vez no deba interpretarse como un acto que va contra las leyes de la naturaleza, sino como ser capaz de llevar las leyes naturales hasta sus últimas posibilidades… (No lo sé, pero a lo mejor la física cuántica nos puede dar algunas pistas… Creo que no estoy levitando al hablar así.)
–La Resurrección de Jesús: No me gusta esta palabra. Me parece más correcto hablar de transformación. Muere el cuerpo biológico, material, no el espíritu; nuestra autoconsciencia, nuestro yo, que se autoafirma… no son materia. La expresión del credo: “al tercer día resucitó de entre los muertos” no se compagina con las palabras de Jesús al buen crucificado con él: “HOY estarás conmigo en el paraíso”. La llamada “resurrección” es la manifestación de que seguía vivo, y que por ello, su Proyecto de transformación, personal y social, seguía adelante… (A lo mejor, alguien me diría, como a Pablo en el areópago: Te escucharemos otro día…)
–La naturaleza divina de Jesús: No entro en el tema. Lo dejo para quien pueda entenderlo y explicarlo, si le es posible (?) -no sólo negarlo-. Yo me contento con decir y creer que Jesús es alguien muy especial, el Hijo preferido que el Padre envió para anunciar el Reino y el sentido de la vida, centrado en el amor solidario. Profundizar en más…? Yo creo en Jesús de Nazaret tal como estén las cosas delante de Dios. Mientras tanto, yo creo en la esperanza (Díez Alegría), que es la humanización del hombre y mujer llevada a su plenitud.
Nada más y perdón por meterme en estos berenjenales. Saludos
Al leer ahora este artículo y sobre todo lo que dice en el último parágrafo:
“La buena nueva, el Reino de Dios, está ya en nuestra conciencia (…)”
No acabo, entonces, de comprender cómo si se admite que el Reino de Dios está ya en nuestra conciencia cueste tanto admitir la sugerencia a la que recurro tantas veces según la cual en dónde primero nos encontramos, antes de tener conciencia de Dios, por nuestra inteligencia es en la realidad, es decir, en la realidad de las cosas no sólo sentidas como tales cosas sino pensadas como reales.
No sólo vinculad@s a ellas sino religados a ellas. Creo que esa experiencia es la que vivió Jesús.
Una experiencia que está a nuestro alcance, habrá quienes luego les dará en última instancia en sentido religioso y pondrán a Dios por testigo pero tal experiencia se manifiesta en parámetros tan solo testimoniales y estrictamente humanos
Las supuestas contradicciones en los Evangelios son solamente aparentes puesto que corresponden a la verdadera identidad de Jesus que predicó la humildad contra la soberbia, la pobreza de espíritu contra la ambición de riquezas, el perdón de las injurias en contra de la Ley del talión…A los ojos de aquel mundo y este mundo Jesús se presentaba como un pobre rabí que “no tenía dónde reclinar la cabeza”..Sin embargo ha sido el personaje más famoso de toda la Historia capaz de transformar la sociedad y CREAR una nueva era hasta el final de los siglos….
Por eso su humanismo no es simple humanidad sino la humanidad trascendente que va por encima de nuestro pensamiento y de nuestra naturaleza..Por eso solo el que tiene FE en el Hijo del hombre en su verdadera identidad divina puede entender Sus palabras que son “de vida eterna”
El entonces es el verdadero rostro de Dios viviente, el Encarnado realmente en la humanidad y no una “realidad simbólica”…Por eso preguntado e inquirido por sus contemporáneos, hombres de su época, Jesus repite:
Todo lo que hace el Padre lo hace igual el Hijo
Mi Padre y yo somos una misma cosa
Mi Padre y yo obramos (juntos)
¿Invención de los Evangelistas? No lo parece:
“Por esto, pues aún más querían los judíos matarle (a Jesús) porque no solamente violaba el sábado, sino que también decía que Dios era Su Padre, haciéndose así igual a Dios” (Juan 5,17-18)
Jesús humanista, es El trascendente. ES EL, que sólo pertenece a una sola FE histórica.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
No me haga mucho caso. Es mi utopía personal. Tomás Moro tenía la suya y yo la mía. Y ya está.
A mí me encanta el señor Arregi. He leído todos sus artículos desde 2010. Y en Fe adulta hay unos vídeos de conferencias suyas que son magníficos. Parece que habla para mí. Por eso me gusta, claro, porque pone palabras a mí pensamiento. Tuvo problemas, pero mi persona no los puede tener, porque no soy nadie. No vea las ventajas que tiene. Todas.
Pues este señor habla de que eso del hijo de dios y tal, puede tener otra acepción, porque , en fin, no se lo voy a explicar a usted, pero toda persona que cautivaba , por decirlo de alguna manera, le llamaban en su cultura hijo de Dios. Pero bueno, da igual.
Lo único que digo es que eso de ser dios, a día de hoy, de hoy y no de ayer, lastra a la persona humana de Jesús. Lo que digo es cierto , para una parte importante de la generación siguiente a la nuestra.
Entonces mi cabeza me dice: y qué más da? Si no lo fuera , su historia y lo que decía pierde validez? Pues a mis escasas neuronas no.
Entonces, qué problema habría en decir que quien lo crea que stupendo y el que no también y todos tenemos en común su liderazgo? No veo el problema.
Pero lo hay. Y grande, enorme. Lo sé. Pero me gusta decir lo que pienso. Sin más. Hablar por hablar. De este tema no puedo hablar mucho con la gente que me rodea. No interesa el tema. Hace tiempo que decidieron que Jesús no interesa, que para hablar de eso ya están los curas.
Una pena. Pero lo que subyace en eso es una desilusión, un desengaño absoluto.
En fin.
Da igual.
Ustedes ganarán siempre. Se lo he dicho mil veces. Porque lo que usted defiende es lo que en realidad son los fundamentos de la iglesia.
De la iglesia.
De la iglesia.insisto.
Pero a mí la iglesia me da exactamente igual.
Buen día.
Tenemos, está claro, libertad esencial para creer o no. No se trata de coacción sino de aceptación voluntaria de la FE..pues lo mismo pasaba en el siglo I…Solo uno de los crucificados con Cristo haciendo examen de su vida se arrepintió y le pidió a Jesus “entrar en Su Reino”..Sin embargo, el joven rico no pudo aceptar el llamamiento singular de Jesús y se fue triste…pero, en contraste, Zaqueo se convirtió y en nombre de la FE en Jesús prometió dar la mitad de sus bienes a los pobres..Y unos se retiran espantados por la “dura doctrina” que proponía Jesus de “dar a comer Su cuerpo” y “a beber Su sangre” puesto aquello era menos que blasfemia..pero otros se quedan con El pues reconocen en ello “palabras de vida eterna”
Pero lo de nuestra trascendencia y de nuestra pervivencia post-mortem es Universal; todos los pueblos, prehistóricos o no, han dado culto a la vida de ultratumba y todos los humanos nacemos con el sentimiento, tácito o consciente, de que no es posible desaparecer en la nada, de que no puede acabarse todo con la muerte y es por eso que “edificamos” y nos “aseguramos” para persistir en la vida aunque no nos sea tan buena. Trataremos de negarlo o convencernos de que no es una realidad sin embargo la pregunta existencial siempre está presente y vamos a morir en ella. Nadie tiene la respuesta excepto la que nos da Cristo en la FE. Por tanto frente a los miles que niegan “forzada” o “racionalmente” la fe en Dios, hay y hubo millones que morirán y murieron EN Ella y por esta misma FE. Por tanto, subjetivamente dará lo mismo creer o no creer, objetivamente la cosa no está tan clara que “de lo mismo”…Nadie, sino el Dios que el mundo quiere negar, tiene la ÚLTIMA palabra. Solo El tiene en Sus manos nuestra vida y nuestra muerte..
Por otro lado la acepción en el mundo helenistico y judío de “hijo d e Dios” no tiene que ver nada con la formulación de la divinidad de Cristo en el Nuevo Testamento..El se reconocía Hijo único y verdadero de D i o s cuando llama al Padre, Abbá, Papá, en el Padre Nuestro, cuando el Padre se refiere a Jesús como “mi Hijo muy amado” en su Bautismo en el Jordán y cuando la Transfiguración en El Monte Tabor.
Y en esta Carta se aclara esta filiación divina: “Cristo Jesús, existiendo en forma de Dios no se consideró botín codiciable el ser igual a Dios, antes se anonadó tomando forma de siervo y haciéndose semejante a los hombres y en la condición de hombre se humilló, hecho obediente hasta la nuerte y muerte de Cruz” (Filipenses 2: 5-8)
TODOS los humanos somos “hijos De Dios”, pero uno solo es el verdadero, engendrado, y el Unigénito Hijo el cual “se anonadó y humilló” haciéndose a si mismo “siervo” por nosotros.
No se trata de ganar un debate sino de buscar la verdad en la fe y con fe.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Es que, claro, usted cree que toooooodo lo escrito en la biblia es tan cierto como que el sol sale por el este. Así no hay manera. Pero bueno, en su derecho está. Pero qué quiere que le diga, hay montones de textos donde se narran las cosas que sucedieron y no son tal como fueron. Pero ahí si que me meto en un jardín del que no voy a poder salir. Tendría que saber muchísimo, infinitamente más sobre muchas disciplinas que desconozco.
Pero vamos. No me veo yo al mismo dios dictando palabra por palabra a tooooodos los autores de los libros seleccionados en la Biblia. Usted sí. Pues estupendo.
En fin. Está claro. Usted va a defender está postura hasta el fin del fin. Tiene usted una seguridad envidiable, si en verdad todo lo que dice lo piensa. Pues aquí , en el otro sector, nos hacemos las mismas preguntas, pero no tenemos respuestas claras. A veces ni tan siquiera oscuras. Pero qué quiere que le diga, prefiero las preguntas a las respuestas.
Buen día.
No, no se trata de ganar contiendas en la fe..Yo no me considero mejor que nadie, de hecho creo que hay muchos que me aventajan en todo..No se trata de mí..Se trata de exponer sus bases históricas que son fundamentos de la fe que en los últimos siglos han tratado de destruir y desprestigiar, pero estas bases SI existieron pues que Jesús y su cohorte están atestiguados en el tiempo y existen testigos fidedignos y documentos de la época que lo prueban usando los “estándares” que se utilizan para cualquier hecho de la Historia.
Eso es lo que se intenta invalidar puesto que entonces tendríamos que aceptar la vetacidad y coherencia del cristianismo del Evangelio, al menos como una forma de vida..y es eso a lo que yo me refiero cuando escribo en este tema.
Tampoco se trata de “atascar” la Escritura literalmente..La exégesis moderna honesta trata de captar y exponer el verdadero sentido que el autor de la época quiso expresar de la manera que el “ambiente” y los “usos lingüísticos e ideológicos” lo entemdían y lo expresaban oralmente y después por medio del lenguaje escrito..Pudo haberse perdido el sentido o haberse interpretado incorrectamente pero queda el griego y el hebreo bíblico lenguajes principales de la Escritura que no han cambiado en cuanto a la forma y que la tarea es buscarle el mismo sentido o lo más aproximado a la Palabra de Jesús y a su enseñanza esencial basadas a su vez en el Decálogo, limpreso por Dios en nuestro corazón y hecho explícito en el Sinaí, bajo Moisés. La Iglesia siempre ha querido recobrar este “sentido” apostolico para resguardar la FE de errores fundamentales. La verdadera exégesis Católica es bíblica y se basa en TODA la Escritura. Es una lectura contextual y unitaria a la vez.
Hablo solo de las “armas de la FE” pero la fe, creer o no, es algo personal y queda en lo íntimo del ser..Entra dentro del misterio de las decisiones humanas y va desde “la semilla de mostaza”, un grado ínfimo pero real hasta “el árbol frondoso” donde las aves anidan cuando ya existe cierta madurez del espíritu y las cosas de este mundo dejan de ser muy importantes y las vemos pasar y desaparecer.
A pesar de sus bases sólidas por su naturaleza la “confianza” de la fe está sometida a las peripecias de nuestra naturaleza humana que cambia y por esto los grados de la fe son oscilantes. Solo la gracia sostiene al creyente. Por eso los Apóstoles pedían a Jesus que “les aumentará la fe” pues sus ojos “estaban cerrados” a pesar de que tenían al Hijo De Dios verdadero conviviendo con ellos. Todavía no sabían cómo atrapar la gracia que estaba perennemente a su lado.
Temo cansarle pero agradezco la paciencia y el interés
Un saludo cordial
Santiago Hernández
No me cansa. Y los demás no creo que nos lean. Ya están éstos… pensarán, pero a mí me distrae. Nunca he conseguido hablar con nadie que piense como usted más de cinco minutos, enseguida me mira, sonríe y calla. Como mucho dicen: ya sé por dónde vas. Y es curioso que lo sepan, porque yo no lo sé. Sencillamente pregunto y trato de entender cómo funciona su cabeza.
Usted habla mucho de la Fe. La verdad, no sé qué es exactamente. Autoconvencimiento contra viento y marea del razonamiento? Necesidad de respuestas? Convencerte a ti mismo de que al final de los tiempos resucitaremos tal como somos? Dar un sentido al sufrimiento?
Pregunto.
De todas maneras, me he ido un poco por las ramas, para variar.
La pregunta clave es cuándo y cómo dijo Jesús que era hijo de Dios? Qué significado tiene ser hijo de Dios en ese contexto cultural? Qué quisieron decir los señores que intervinieron en la escritura de los evangelios? Con qué intencionalidad?
Montones de preguntas puedo hacer alrededor de esta afirmación. Porque leo cosas y no tengo tan claro como usted que Jesús hiciese esa afirmación tal y como usted dice. Es eso la fe? Porque todo lo demás está montado alrededor de esa afirmación y de la posible resurrección.
Pero, imagínese que se le aparece un ángel, o un arcángel de esos importes y le dice: Santiago. Jesús no es hijo de Dios en el sentido que tú piensas, Es, pero con la acepción de su tiempo.Tampoco resucitó como crees que resucitó. Fue de otra manera. No te creas que es posible que cuando algún amigo tuyo sacerdote dice: este es mi cuerpo y mi sangre, en fin, no es exactamente cierto.
Qué pensaría entonces de Jesús? No me diga que sería un farsante, porque la criatura no escribió una sola palabra y no es responsable de lo que digan de él.
Hala, a pensar un ratito.
no, no es cierto que el intercambio de opiniones entre Santiago y Carmen sea un simple tema de discusión entre dos sin ningún interés para terceros. Los espacios recoletos en Atrio son otros muy distintos y os lo puedo asegurar. En Santiago no es porque todo el peso de “la Institución” descanse sobre él como repetidamente comenta Carmen, y en ella (Carmen) porque actúa como termómetro que señala la temperatura de ese Background de Atrio que pocas veces se asoma al exterior visible. Lo mayoritario no es por necesidad lo oficial, ni siquiera lo institucional.
Insisto, hay que desterrar por errónea la afirmación de que las personas “ilustradas” son las adultas, frente a las masas y mucho menos afirmar casi dogmáticamente que somos un grupo de “esclarecidos” , una avanzadilla, una élite, en un mundo que jamás volverá a ser lo mismo. Un desafío a la condición humana.
Pues no he entendido nada de lo que has dicho.
Santiago mantiene una posición muy ortodoxa. Y es un valiente. Y lo adoro. Pero no me permite compartir nada con él. Y hace muy bien. Si hablásemos sin luz y taquígrafos, estoy segura de que compartiríamos bastantes ideas, pero es imposible, y es imposible por la guerra de dentro de la iglesia que hay montada. Intraeclesial, que se dice.
Y por supuesto, nada más lejos de mi intención que hacerme abanderada de nada. Es que no me van las banderas. Pero nada en absoluto. Pero claro, no es fácil de entender.
Digo lo que pienso. Lo que sale desde dentro de mi alma y de mi cabeza. Porque para mí, mi persona no se puede desdoblar entre lo que siento y lo que pienso. Sorry.
Un abrazo.
Existe un rigorismo ortodoxo que achacas a Santiago, pero creo que te equivocas. No es que no exista tal rigorismo, y que Isidoro expone muy gráficamente en su último comentario, pero que atribuye en su totalidad a la doctrina oficial obviando que en la Iglesia de Roma existen tantas escuelas de espiritualidad y corrientes teológicas (todas admitidas) como a lo largo de su historia. En España se dan con más insistencia las más integristas por nuestra particular historia, y tú lo debes saber que es así por tu trayectoria profesional en un colegio confesional, así como por la presencia de los kikos en Murcia.
Seguro que a Santiago en tales círculos lo tendrán bajo sospecha. Básteme decirte, que Santiago no nació en España y que gran parte de su vida profesional le ubica en Los Estados Unidos. Sólo, porque no usa exactamente su mismo léxico, y se permite ciertos juicios y lugares teológicos que no les son de recibo. Tienes que aceptar y comprender el gran esfuerzo que hace nuestro hermano por hacerse inteligible en nuestro Atrio.
Y, por último que nuestro esfuerzo de interpretación va más allá del léxico o el lenguaje, evitando que nos proyectemos y entonces descubrirás qué hondas vivencias guarda. En Santiago resulta fácil descubrirlas.
Pues ahora entiendo menos.
Que reconozca el esfuerzo que hace Santiago? Pero si se lo he dicho mil veces. Pero si es un valiente. Pero si nos entendemos genial.
Este comentario es para mí?
Santiago es de habla castellana, como yo. Y domina el lenguaje muchiiiiiisimo mejor que aquí la que habla como puede.
O no es cubano? Jolín
Me estoy volviendo loca.
Qué es eso de las corrientes? No entiendo nada.
España es diferente tb en esto del catolicismo? Existe otro catolicismo que desconozco?
No entiendo naaaaaada.
Es que cada país puede tener su catolicismo y su corriente ideológica? Pues mira, tengo los ojos a cuadros.
Y me está bien empleado por meterme donde no me llaman. Porque aquí no me ha llamado nadie. Entré por mi propio pie. Mejor por mi propia mano. Y es que no sé ni por qué ni para qué
Estoy totalmente descolocada. Pero claro, leer sé. Y creo, opino, pienso que dentro de la iglesia católica hay una guerra brutal. Y no lo entiendo. Se defienden cosas indefendible . Y lo saben ustedes muuuucho mejor que mi persona.
Estaría bien que se aclarasen entre ustedes. Pero sé de bocas que se han callado desde Roma. Muchas. Muchísimas.
Corrientes, dices?
Es una broma? O este comentario no va dirigido a mí?
Lo de Santiago me ha llegado al alma. Pero si nos apreciamos un montonazo. Creo. Pero ya no sé. Estoy descolocada.
Pero te aseguro que no es la primera vez que me descoloca alguien relacionado con la iglesia.
Y es que, nada, no aprendo. Soy idiooooota, pero total.
En fin.
Vamos, Carmen, no es para tanto. Ambos apreciamos mucho a Santiago.
En la Iglesia y tú que siendo de ciencias tienes un gran bagaje de lecturas y mucha literatura a tus espaldas, sabes que existen diversas escuelas de espiritualidad. Algunas más tradicionales, como franciscanos, dominicos, los jesuitas etc. con sus escuelas teológicas, que adornan la Iglesia misma con sus carismas. Y otras más modernas como los carismáticos, los kikos etc. No todo son corrientes teológicas, ni despertares científicos.
Ok
Bueno, es una lástima que yo no disponga de mucho tiempo, sino de unos pocos momentos para estar con vosotros aquí en ATRIO..Creo que si todos habláramos de frente nos entenderíamos mejor ya que todos nacimos dentro de esta fe que es un don gratis..Es difícil comunicar lo que uno siente de verdad solamente por medio de la escritura…
No puedo, por supuesto, contestar a todas vuestras preguntas…pero a algunas si que me atrevo…Claro que es difícil nadar contra la corriente p o r a q u í…sin embargo, si analizamos la historia del cristianismo, a los que le “pegó” un poco el ir en pos del Jesús Evangélico pues siguieron empecinados en proclamar la Verdad en la que ellos había penetrado misteriosamente y a veces inesperadamente ya que Jesucristo nos está siempre aguardando…Como ha dicho Francisco existe ese encuentro, es una realidad que la hemos experimentados muchísimas personas…
Por supuesto, es muy difícil definir la fe porque cada cual va por una camino diferente hacia una misma meta que es Jesús, y va encaramado en la misma fe…pero en senderos y grados diversos…Hay que preguntar que impulsó a los 12 a seguir a Jesús siendo ellos hombres “de pueblo” no con demasiada cultura religiosa y llegar al martirio…Jesús ocultaba su divinidad pero hubo momentos que habló claramente de su filiación divina…Los Evangelistas y el Nuevo Testamento están bien claros en esto…Los Concilios solamente reafirmaron la FE de los seguidores de Cristo…que no era un “simple humanista” sino el humano por excelencia…Ellos nos dicen lo que es la FE, puesto que la vivieron plenamente…Pero primero tenemos que creer en ellos…los que convivieron con Jesús de Nazaret
El hecho que he podido mantenerme por aquí a pesar de estar en una distinta “galaxia” ideológica en general no ha sido nada mas que la apertura hacia la libre expresión que hemos querido todos los que colaboramos por aquí mantener…Por eso siempre me he sentido cómodo..aparte de que yo he tratado de respetar las opiniones diversas sin renunciar a las mías, en lo que he podido…Siempre he estado agradecido a las muestras de afecto y deferencia de esta comunidad..y no me ha importado que difieran de mi..también he apreciado constructivamente las críticas…e intentado enmendar lo que he podido…
Aunque estudié una carrera de ciencias y disfruté mucho haciéndolo en España, siempre me agradaron las letras..En el BAchillerato cubano de mis tiempos se estudiaba extensamente la literatura española. Me gustaban los autores clásicos, sobre todo en la poesía….Me interesó escribir cartas y artículos cuando era mas joven…Viví largo tiempo en la Madre Patria y pude practicar y oir mas el castellano español..He tenido muy buenas amistades..y aquí en Atrio he adquirido mas vocabulario en este intercambio y en este diálogo frecuente…
Os aprecio mucho y os doy gracias por vuestros comentarios..No importa la crítica si procedemos con respeto…Como dice Alberto R. hay miles de jóvenes en España (y fuera de ella) que tratan de vivir la única fe que es capaz de salvar al mundo…que es la de Jesús…la cual es transformativa…
Un saludo cordial
Santiago Hernández
El amigo Román, reivindica la actualidad del Concilio Vaticano II, realizado hace cincuenta años.
Y en parte como todo intento de puesta al día con el mundo cultural y de las ideas, supuso un avance, un intento de “aggiornamento”, que se decía entonces.
Lo que pasa, es que hoy día sabemos que fue un intento de acercarse y dialogar con la “modernidad”, justo cuando ya se estaba fraguando la crisis de esa modernidad, que desembocó en su naufragio actual casi total.
Hoy en día los “modernos”, ya son calificados de nostálgicos de una Ilustración, donde la razón y su degeneración, los varios catecismos-ideologías, tanto políticos como religiosos, (que son la gasolina del fanatismo y el sectarismo), eran los dioses rectores plenos del mundo humano.
(Soy consciente que cuantitativamente, la modernidad, con sus catecismos, siguen muy vigentes, y hasta son mayoritarios en el mundo académico y cultural. Pero creo que con su planteamiento alicorto, siguen dando vueltas y mas vueltas dentro de las líneas rojas de su respectivo catecismo, y de ahí no se puede seguir mas que cerrando los ojos a sus limitaciones).
Los tiempos conciliares eran los tiempos en que se “presumía” del diálogo Iglesia- marxismo, (que era un claro diálogo de catecismos), que ya en aquellos tiempos se asemejaba a un combate entre dos boxeadores viejos y sonados, que se agarraban el uno al otro, para sostenerse en pie mutuamente, y no caerse al suelo ambos estrepitosamente.
Pero ya eran los tiempos en los que por una parte el existencialismo, las nuevas teorías psicológicas del siglo XX, (con el subconsciente como protagonista), y las ciencias de la complejidad en todos los órdenes, daban paso a una “postmodernidad”, que nos planteaba un terrenos de juego en el mundo de las ideas, donde proliferaban todas las contradicciones que había que superar, y toda la confusión y angustia que genera moverse en un terreno complejo e inabarcable.
El planteamiento moderno, ilustrado, además de corto y miope, tiene el grave inconveniente de generarnos el espejismo de que sabemos de qué va la cosa. Y eso nos impide avanzar. Como dice Epícteto: “Es imposible para un hombre aprender, lo que piensa que ya sabe”.
Por decirlo gráficamente, la modernidad, es como hacer malabares con dos pelotitas, (mientras nos chuleamos de nuestra “habilidad”), y la postmodernidad, es cuando vemos a un chino en un circo, hacerlo, (o intentarlo), con diez pelotitas al tiempo, y viendo que cada vez aparecen más pelotitas.
Todo este planteamiento anterior, es válido para las muchas dudas que plantea el amigo Gonzalo en su artículo, y que muy agudamente Oscar calificaba como “confuso”. Y lleva toda la razón.
Pero esa “confusión”, en lugar de ser un defecto, es una virtud. Es estar en el planteamiento cultural actual. El mismo Carl Rogers, citado por Gonzalo, decía en los años setenta: “Me doy cuenta que si fuera estable, prudente y estático viviría en la muerte. Por consiguiente, acepto la confusión, la incertidumbre, el miedo y los altibajos emocionales, porque ese es el precio que estoy dispuesto a pagar por una vida fluida, perpleja y excitante”.
Por decirlo así, la modernidad, era la utopía de poder encontrar un equilibrio estable a todos los retos que plantea el conocimiento del mundo y del hombre.
Mientras que la postmodernidad, es la postura realista de que lo más que podemos conseguir en esa búsqueda es un equilibrio inestable, dinámico que hay que ir recreando día a día, en ir conciliando todas las contradicciones que van surgiendo en el camino.
Y para conseguir esa ética-comportamiento personal, debemos cuidar constantemente nuestro proceso de maduración y desarrollo personal eliminando errores adquiridos y mejorando nuestro equilibrio psicológico y emocional: la autorrealización, que es la “perfección” a la que instaba Jesús, según mi opinión.
Toda moral, que esté obsesionada y monopolizada por un único valor, (por muy bueno que sea, como la caridad y el asistencialismo), o en un ascetismo patológico, que conlleva el maltrato al propio cuerpo, con privaciones exageradas, es algo enfermizo y desequilibrado, como lo fue el autosuicidio de, la muy estimable por sus escritos, Simone Weil, también mencionada por Gonzalo.
Por eso esas contradicciones que Gonzalo, señala en muchos planteamientos evangélicos, lejos de ser un defecto del pensamiento de Jesús, es la señal de que Jesús, fue un genio auténtico, (junto con otros como los taoístas, y los socráticos), que hace dos mil años, y en un ambiente cultural tradicional, veía muy claro y muy lejos, de tal manera que sigue siendo un faro en todos los tiempos, incluídos los actuales.
Sería una labor muy interesante realizar un estudio, de las parábolas evangélicas, desde el punto de vista postmoderno, de las contradicciones que llevan en su seno, (como ha iniciado Gonzalo en su artículo), intentando encontrar su superación.
Isidoro, me alegra volver a “verte” y leer tus comentarios, siempre tan interesantes y tan lúcidos.
Es cierto todo lo que dices del Concilio y la ocasión que la Iglesia perdió por miedo a confrontarse con la modernidad. Lo que pasa es que, en estos tiempos, cincuenta años equivalen a siglos de los de antes, y la Iglesia se quedó con sus miedos convertida en estatua de sal por mirar atrás, mientras la sociedad se independizó de la religión sociológica y se hizo adulta, ha tomado su propio camino, ha dejado de interesarse por el tema religioso y, por tanto, del Jesús histórico, uno de los nuestros, asociado a una religión con unos dogmas y unas creencias que no hay por dónde cogerlas. Y, en no mucho tiempo, con excepción de la religiosidad popular de masas, el cristianismo jesuánico, será un reducto social.
Un abrazo.
¡Que alegría volverlo a leer en este Atrio muy querido!
Y, comparto su mirada; fue como una explosión de gozo…pero pronto el temor de la iglesia “poder” lo ahogó, antes de que pudiera caminar.
Hoy nada puede hacerse desde su recuerdo ¡ya pasó su tiempo!
Ahora, se necesitan otros mimbres, para comenzar, y debería ser desde cero; una nueva andadura regida desde la base primera, desde Jesús.
Un abrazo entrañable.
Hola “resucitado”!
Te leo:
– ” Sería una labor muy interesante realizar un estudio …”
Te recuerdo a Salvador Santos Pacheco en ATRIO.
Abrazo!
Gracias.
No me siento tan rara
Hola, Isidoro, me paso a entrar en tu primer comentario del día 20, no habiendo podido hacerlo con más antelación. Sé que el tema desde siempre forma parte de tu mayor interés en este foro. Resulta algo más que postmoderno, diría yo que New Age, que es lo que tu cultivas con asiduidad, pero que no deja ser ser una de las muchísimas facetas (“las ciencias de la complejidad en todos los órdenes”) de un nuevo orden de pensamiento, que ya no modernidad. Algo que viene “después” de la modernidad y que como todavía no se alcanza ni a comprender ni a definir se le ha acomodado un nombre provisional, “heurístico”, término de búsqueda, englobando todo el conjunto en ese “post”. Ahora se avanzan otros muchos nombres, todos epocales, ( igual que el que acabo de usar de New Age) pero que engloban aspectos parciales y son acomodaticios.
Pero, volvamos al Concilio. Te equivocas, o quizás es que sólo prescindes, de algunos datos en tu apreciación tanto al juzgar el contenido de mis anteriores comentarios como, las cosas que señala Gonzalo Haya.
Ciertamente que el anuncio del Concilio por Juan XXIII en 1959 sorprendió a un catolicismo que en mayor parte practicaba una religión a nivel mundial, no sólo instalada en la modernidad, sino, y por herencia del Vaticano I (año 1870) en un ideal de cristiandad pervivencia de épocas medievales. Eso sucedía en los ritos por un lado y en lo sociológico, pues hasta mediados del siglo XX la sociedad mundial era más rural que urbanita.
Pero lo que fuera cierto para el católico medio no lo era para los padres conciliares. Así, España, instalada en un nacionalcatolicismo, una religiosidad tradicional decimonónica, un sistema político y la pervivencia de un fascismo de entreguerras ( me refiero a las dos mundiales) estaba a la cola en Europa detrás de Portugal.
Pero en el Concilio brillaba una nueva teología más propia de centroeuropa, y madura después de medio siglo y que había emprendido un diálogo fecundo no sólo con el marxismo, como dices tú, sino con las ciencias, el mundo cultural e incluso con otras religiones, aparte de las mutuas influencias de los contactos mutuos entre los orientales y latinos, y de éstos con el protestantismo.
La Modernidad murió en las Primera Guerra Mundial (1914-1918) y España no se enteró hasta 1978. De ahí el error o los errores de percepción que se descubren en los de nuestra generación procedentes de ambientes clericales o católico-convencidos, o las malas digestiones de las doctrinas conciliares en los países hispánicos.
Un jovencísimo Hans Küng apuntó desde un principio como un pensador netamente postmoderno. Y nuestro José María González Ruíz.
no entro aquí en los temas puramente doctrinales, dado que por muy compleja que sea la realidad presente, se exige un mínimo de clarificación y todavía tenmos que situarnos y definirnos como creyentes o pertenecemos a ese sector que opina que Dios no existe y que si existe no se le puede conocer.
Es tan sencillo, tan, tan sencillo…
No todo el mundo tiene la misma idea de Dios. Y si la tiene toooooodo el mundo cristiano, piensen el porqué. Es como para salir corriendo. Que es lo que mucha gente hace. Huye del dios que le han transmitido. Por las causas que sean. Huye.
El problema es que Jesús, al ser dios, es arrastrado en esa huída. Pobre muchacho. Él tenía su idea de Dios, está clarísimo, pero además eso que dice de hay que amar al que esté a tu lado, aunque no lo entiendas, aunque te desagrade, aunque te persiga. O quizás lo que quería decir es que no hay que odiar a nadie.
El decir que todos somos iguales en dignidad, mujeres, hombres, libres, esclavos, niños… Eso es brutal. Porque además convivía con todo tipo de personas.
Y eso de que los ricos, el ojo de la aguja y todo el jaleo, pues está claro. Pensaba que el afán de riqueza, esclaviza. A ver si no es cierto
En cuanto al Poder, lo detestaba porque estaba convencido de que corrompe.
Lo del templo, látigo en mano. No por el templo en sí mismo. Ya saben.
Podría seguir, pero ya lo saben todo mejor que mi persona, teología cero.
No es una pena que todo esto se cuestione porque claro, hijo de dios? Su madre virgen… pues como …? Qué anduvo por encima del agua, es que venía de kripton o qué? Que resucitó? Bueno, porque tú lo digas…
Cosas oídas en clase, en un colegio de monjas.
Ahora contesten ustedes.
Si le quitasen todas esas cosas raras, barreria. Ya no sé cómo decirlo. Y mi indignación es que sé positivamente que estas cosas ya no se las creen ni siquiera muchos que las predican. Pero juegan a San Manuel Bueno. Pues bueno, nunca mejor dicho. Pero hay una diferencia enooooorrrme. San Manuel decía lo que necesitaban oír, aunque él no creyese en la resurrección. Y cada vez que rezaba el credo, le entraban los siete males.
Pero ahora, las personas demandamos la verdad. Queremos saber, podríamos tener una religiosidad adulta, como ese blog de fe adulta, que me río de los peces de colores.
Pero no. Imposible. Entonces, si hacemos eso, que sucede con la ciudad Templo del Vaticano y de todo lo que mueve? Perdón. No es ciudad, es país. Perdón, es imperio. El imperio cristiano. Es decir, continuación del imperio romano, pero llevando la imagen de Jesús, que no los podía resistir.
Miren. No hay por donde cogerlo.
Por qué no liberan a Jesús del peso de la divinidad? No lo entiendo. Su filosofía puede ser quijotesca, no digo que no, pero el Quijote es un personaje universal. Creas en el dios que creas. Por qué limitan la manera de ver la sociedad, esa sociedad alternativa que nos cuenta salvador Santos , a la aceptación de que es dios?
No lo puedo entender.
Libérenlo, por favor. Y que la iglesia pase a ser la ONG mayor del mundo mundial, por fa.
Pero, el Poder, ay el Poder…
Y quién quiera, quien necesite creer en la resurrección, pues adelante. En su derecho está. Y quien no pueda, pues que no crea.
Habrá alguna vez un cisma. No lo vamos a ver ni ustedes ni yo. Pero lo habrá. Espero que lo haya. Espero que alguna vez alguien actualice la visión de Jesús de Nazaret. Este planeta nuestro lo necesita. Y se formará una comunidad jesuanica enorme . Que no jesuítica
Esa ya está. Ahí la tienen. Ejerciendo el máximo poder en la iglesia.
Estamos arreglados.
Dice Román: “se ha introducido, gracias a algunas escuelas un ateísmo confesional: la que lleva el afán humano por su autonomía que se opone a toda dependencia del ser humano respecto a Dios.”.
El primer comentario que yo hice en este post 19 noviembre 2019, 11:08 am fue precisamente sobre el concepto Dios, porque el concepto Dios que la sociedad ha recibido, creo yo, que es la causa raíz, no sólo del ateísmo, sino de desentenderse de un hombre histórico, como Jesús, que al considerarlo Dios, el razonamiento se hace bucle.
En esta cuestión tiene mucho que ver la religión-Iglesia con sus dogmas y otras cosas que hemos hablado muchas veces.
Porque, si al Jesús histórico se le analiza y se le estudia y se le conoce, no hace falta mucho talento para ver que su vida entera fue vivida en clave humanista total. Y esto puede ser un referente perfectamente asequible (como referente) a cualquier ser humano que quiere vivir en plenitud.
Y a continuación viene el problema de cómo se da el salto de lo inmanente a lo trascendente y aquí tiene sentido lo que dice Gonzalo, siempre desde la fe: “ Jesús fue tan profundamente humano que lo consideramos la encarnación de Dios, “el rostro humano de Dios”.
Ahora bien, a quien no le interese el tema Dios, su mensaje y su ejemplo es válido para cualquier ser humano.
Hola, Ana. Confío que los encuentros de las CCP de Andalucía estén teniendo para tí buenas vibraciones y te sientas recompensada.
Estuviste muy acertada llevando este hilo de Gonzalo Haya al concepto que estemos teniendo de Dios. Yo me limité con eso del ateismo confesional simplemente a citar con estos mismos términos, que fueron una copia mía de lo que se decía en el Concilio a propósito del Esquema XIII y que dió lugar a la Spes et Gaudium.
La valoración que algunas escuelas hacen actualmente de los Evangelios y por extensión a los demás escritos del Nuevo Testamento, y que siguen siendo marginales, (La cantidad no es sinónimo de calidad, tampoco la escasez) han llevado a un conjunto de creyentes a poner nó sólo los textos bajo sospecha, sino también la personalidad de Jesús.
Jesús sigue siendo la piedra de toque ( para alguna persona que otra, una piedra de tropiezo) para una correcta aceptación de la revelación divina. De ahí lo de mi insistencia, lo mismo que la de Santiago Hernández.
Espero tener más tiempo para seguir desarrollando mi exposición.
Aunque ya ha pasado algo más de medio siglo el Concilio Vaticano II no es tan antiguo que su pensamiento haya quedado desfasado. El tiempo es relativo.
Con el Renacimiento (fenómeno cultural europeo) se forjó una identidad nueva, nacía un modelo humano distinto al medieval que se caracterizaba por su espíritu religioso, religado a una vida y una realidad trascendente (no de este mundo) y sus fundamentos filosóficos, la metafísica y la teología. A tal humanismo le pusimos convencionalmente el calificativo de humanismo cristiano.
Un poco más tarde, en el siglo XVI, la cristiandad dividida en lo religioso corría pareja con la otra división del pensamiento- Un mismo escenario histórico pero que abarcaba campos distintos ( la religión o pensamiento religioso y el pensamiento filosófico)-pluralismo religioso, pluralismo filosófico.
Pero tales cosas ocurrían en Europa, la continental y la recién extendida al otro lado del Atlántico, y así hasta el Concilio.
El Vaticano II marcó un punto de inflexión para el catolicismo. Al fin y al cabo el Medioevo sólo había durado poco más de mil años afectando una parte pequeña de un mundo que se había agrandado considerablemente. Una de las muchas civilizaciones que habían existido y que existen hasta la fecha. La antigua civilización egipcia abarcó desde aproximadamente el año 3.500 A.C hasta el siglo VII con la invasión musulmana, había sobrevivido hasta al Imperio Romano. Más larga que la actual civilización china que está experimentando un gigantesco nuevo apogeo.
Fue una iluminación. “Dios da a cada ser humano la gracia suficiente para su salvación, Dios quiere la felicidad eterna de todos. Ahí está la gracia divina: Dios saca bien del mal.” Porque el camino de la salvación individual está abierto a todo ser humano de buena voluntad.
Pero contra esta enseñanza se ha introducido, gracias a algunas escuelas un ateísmo confesional: la que lleva el afán humano por su autonomía que se opone a toda dependencia del ser humano respecto a Dios. La exaltación de la libertad humana conduce a que el ser humano sea un fin en sí mismo. En ese contexto indagar sobre la divinidad de Jesús y la revelación de Dios en los Evangelios se hace superflua.
Esto que dice Gonzalo sobre el eco que suscita el Evangelio en las personas, es lo que parece importante y clave de ser considerado. Es importante porque remueve nuestro interior, seamos o no creyentes en los términos conceptuales ya superados, y en un estadio de conciencia que se hace consciente de su despliegue dinámico, plural, integral e integrador atisbando aquí y allá lo transpersonal, aunque no lo viva aún de modo continuo y constante.
Es clave hoy y siempre lo es y ha sido, el hecho de haber sido transmitido lo que Jesús y su Proyecto de Vida han suscitado a los más directos testigos y a los que posteriormente han llegado esos ecos de re-interpretación. Y no ya por ser hombre o mujer, niño, joven, adulto, anciano, sino también y sobre todo por el momento cultural en que vive y las dudas sobre su existencia y sentido de la vida le provocan. Y finalmente qué modo de vida es elegido, ¿seguir ignorando lo que somos, o intentar vivirnos de modo coherente?
Hay que tener en cuenta que la religión en esa época lo era todo en la vida civil. Su influencia no deja de marcar huellas, hasta que la religión oficial se lo apropia, a Jesús y su Proyecto, con interpretación única y válida hasta el punto de perderse en aquello que el mismo Jesús condenaba y rechazaba. Lo humano se doblegó, de modo irracional a la consciencia-conciencia, al constructo separado de lo divino. Y en eso estamos.
Ya Jesús lo apuntó y cuestionó con claridad, al preguntar, qué era más el sábado o el hombre ¿? Sigue muy vigente en todos los órdenes de la vida, ¿qué es a cuidar, al ser humano en toda su integridad o defender banderas, territorios, imperios financieros, políticas de engaños, creencias absolutas…?
La religión estuvo y sigue estando aliada del poder. La Institución, ella misma es un poder sin límites aparentes. El evangelio, sin embargo, contiene un tesoro de conocimiento, unión en lo que somos, y entrega que es común a todo ser humano, donde nadie es más que nadie.
¿Dónde está tu no-otro? Y tú, ¿dónde y cómo te olvidaste?
Sólo desde un posicionamiento de escuela se podría hace distinción entre un humanismo cristiano y un humanismo distinto salido de los Evangelios. Abundaría en la tesis de que una vez muerto Jesús en Jerusalén durante la Pascua del año 31 (?) fuera un grupo de sus discípulos, y los, a su vez, discípulos de estos (como Saulo de Tarso) quienes fundaran una nueva religión, que empezara como una nueva secta judía, pero que se separó de la sinagoga, siendo sus agentes judíos helenistas ( Antioquía de Siria).
Tal sería la clave para hacer la distinción y no el hecho de que en la ecúmene cristiana existan muchas personas sólo nominalmente cristianas, el cristianismo sociológico y cultural propio de nuestra civilización occidental.
Siempre existen los que se “autodenominan” cristianos sin de hecho serlo..los que niegan a Cristo con sus acciones..los que no se parecen a Jesus de Nazaret..
Es por eso que no hay separación histórica de los cristianos en el primer siglo..La Iglesia además de ser Apostólica es Una en la misma Fe…Y esta FE ha sido la misma desde el principio ya que Jesús en vida la transmitió al Colegio de los Doce que a su vez llegó en los siglos a nosotros.
Los que negaron esta FE ÚNICA se apartaron de la COMUNION del Pueblo de Dios cuando negaron la enseñanza auténtica de los Apóstoles
Un saludo cordial
Santiago Hernández
No sólo Jesús es el perfecto “humanista” sino el “humano” perfecto en cuanto a que al asumir El nuestra humanidad la elevó a la perfección cualitativa en si .mismo.
Por eso lo que más atraía y atrae del Jesus’s del Evangelio es el carisma de su humanidad..Y así Iñigo de Loyola repite varias veces que “la divinidad de Cristo se esconde” en su naturaleza humana sobre todo durante su Pasión y Muerte.
Y asi Leví Mateo y varios de sus discípulos a la llamada de Jesús que pasa, “al punto” lo dejan todo y siguen a aquel rabino itinerante que arrastra con solo su mirada.
Por eso las palabras del Evangelio tienen la fuerza íntrinseca de la verdad. Y Jesús repite “Yo soy la Verdad y la Vida” El que cree en Mí aunque muera vivirà” en Su divindad..
Saludos cordiales
Santiago Hernández
Ay Santiago.
Fue un hombre estupendo. Pero el mismo Dios? Dios no cabe en nada. Al menos el mío. Y es que cada persona es un mundo distinto.
Pero, a qué conduce el decir que el catolicismo es La Verdad absoluta? No entienden ustedes que hacen el diálogo imposible?
Usted es cubano. Y yo española. Sabe lo que hizo la iglesia católica en la guerra civil española? Sabe la de cosas que bendijo? Sabe que Pío XII llamó a Franco algo así como elegido por Dios? Por qué Dios? Un dios vengativo y cruel?
No mezclen a Jesús con un dios que según interese al Vaticano le parezca bien una cosa u otra.
Ahora el papa dice no sé qué de la ecología y la paz en el mundo. No me creo una sola palabra. Si se liasen las cosas otra vez en Europa, en España o en América del Norte o del Sur, no tengo ninguna duda de parte de quiénes se pondría la iglesia.
Es un error meter a Jesús en política. El pobre muchacho no se lo merece.
Los cristianos tampoco.
En fin. No creo que me entienda. La verdad, creo que muy poca gente puede entender lo que digo. Y no es porque la idea no sea sencilla, de mi cabeza no puede salir nada complejo, es porque la utilización de la persona de Jesús sale muyyyy rentable.
Pobre muchacho
Perdón. Me parto de la risa al leer lo que he escrito. Menudo quiebre le he dado, como los caballos en ajedrez, que de repente no entiendes qué ha pasado.
Sorry.
Se estaba hablando de que si el es dios o no es dios y mi cabeza ha dado un salto. He pensado, es estupendo tener a todo un dios y además el verdadero de tu parte y…
Sorry.
Lo que tengo que hacer es olvidarme ya de esto. Mi postura está clarísima. Y la de cada uno de ustedes también va saliendo a flote.
Buenas noches , o buenos días, lo que sea por donde esté.
El hecho de que sigamos hablando de esto, quiere decir que existe un interés, una posibilidad de diálogo comprensivo..No es descabellado opinar, inquirir..la vida es un misterio..La fe es una luz en medio del misterio..Jesūs vino a descorrer el velo de tanto misterio y tanta incertidumbre..
Sin una base de “algo” no es posible explicar del por qué de nuestra existencia y de la razón del Cosmos..El ser humano pre-histórico no tuvo el privilegio de nosotros los nacidos en la era cristiano..No se trata de los miembros corruptos de la Iglesia..Sino de los que siguieron a Jesús y le han acompañado en la Cruz…El carisma de Jesús se manifiesta más claramente en ellos los que siguen Sus huellas..
La realidad de Dios por definación es infinita, distinta de la nuestra que es finita..No es absurdo que el Hijo asumiera nuestra humanidad ya que Cristo sigue siendo una Persona divina..Cuando Cristo murió la divinidad jamás se separó de Su cuerpo cuando estuvo en la tumba muerto corporalmente..No es que un humano cualquiera se convirtiera en Dios por adopción..Sino que Dios quiso penetrar en nuestra vida humana para conocer nuestra experiencia de la vida y de la muerte, sufrir con nosotros y por nosotros. Nada impide a Dios añadir otra naturaleza a la suya propia y elevarla a la suma perfección puesto que son co-partícipes de la misma Persona divina. Ambas naturalezas pues pertenecen a la misma personalidad divina..en el misterio de Jesús Encarnado…Por eso la divinidad puede contener en si a la humanidad de Cristo Jesús..
Dios está de parte de los que buscan la verdad pero Jesus es la suma y la única Verdad según el mismo dijo, y en El desembocan y se recapitulan todas las cosas..En ese sentido, a pesar de nuestras dudas todos estamos “en el camino”..De alguna manera existirá un encuentro con la Verdad.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Estupendo todo.
Pero para los cristianos Jesús es el hijo de Dios.
Y si no lo es, que lo aclaren.
Pero lo que es insostenible es que semejante afirmación y base de la fe cristiana se deje a la libre elección de cada uno de nosotros y nosotras. Y si lo es, que se diga: señores, señoras, niños, niñas, cristianos todos: quien pueda y crea que Jesús es Dios, adelante. Y quien no lo pueda creer, adelante también. Todos y todas somos cristianos en igualdad de condiciones, pensemos lo que pensamos en ese tema.
Pero si esto , que sería un avance espectacular , no se dice así de claro, habrá un montonazo de personas que no sepan si son o no cristianos o cristianas. Porque es que mi persona no lo sabe.
Y habrá personas a las que les guste el Jesús de los evangelios, pero les aseguro que creo, diría, me parece que no hace falta creer que es hijo de Dios para que te convenza lo que dice.
A mí, desde luego no me hace falta. Ni me asusta decirlo. Me asustó. Me daba miedo enfrentarme a eso, porque creí que entonces los mensajes del evangelio quedaban invalidados, pero no es cierto. Toman más fuerza para los seres humanos.
Pero no vean lo que me costó. Por eso sé que no es sencillo.
Eso creo. Pero cero en teología. Gracias a la vida.
Se dice del humanismo lo mismo que es una doctrina dada que una concepción integradora de valores humanos. Por las distintas filosofías así como, más en concreto por la filosofía del Derecho entendemos de valores o virtudes referidos al ser humano. Son actitudes éticas participadas o convenidas en el común de distintas culturas.
Humanismo es, por tanto en mi opinión, el modelo o la realidad de lo que el ser humano considera de si mismo, lo que es propio o deseable de su naturaleza en una cultura dada. Es el mundo, el cosmos, a su medida.
A vueltas con el humanismo, El Concilio Vaticano II se ocupó de discernir y definir la relación de la Iglesia Católica con el mundo de post-guerra, ya entrado en lo que luego heurísticamente comenzaba a llamarse posmodernidad. Se hacía imprescindible una “Teología del mundo”. El famoso Esquema XIII, documento de trabajo que luego se convertiría en la Gaudium et Spes (Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual)
Aquello hizo del Concilio algo eminentemente pastoral antes que dogmático, la apertura de un camino de regreso al Evangelio, una nueva presencia de la Iglesia en el mundo, un compromiso nuevo.
Siempre he creído que Jesús es ante todo un gran humanista. Y por eso los adornos que le hayan puesto sus adherentes a través de la historia, Hijo de Dios, Segunda persona de la Santísima Trinidad, sacrificado por su Padre para redimir nuestros pecados(ante el mismo, supongo) pueden ser creíbles o no creíbles, pero la calidad de sus afectos o desafectos son profundamente humanos, y sus tesis siguen siendo válidas, a pesar de la mala calidad de muchos de sus seguidores.
Es cosa de leer los Evangelios, sin prejuicios religiosos, y que a pesar de las malas traducciones, tienen un mensaje para la sociedad humana que es válido. Incluso su indignación ante los mercachifles del Templo, es entendible y humana. Su rebeldía con la familia, es parte de lo que conocemos todas las madres cuando tratamos de pautear a un hijo. Su trato con las mujeres es respetuoso y amistoso, aun cuando de primeras le salgan los prejuicios de la época, rectifica y no les da la lata con sermones. “Vete, y no peques más” le dijo a la adúltera porque sabía que para ese tipo de cosas se necesitan dos y a veces no es evitable. Protegió a la infancia desvalida ante el abuso de los adultos.
Un poco más de Jesús y un poco menos de Iglesia y sus mitos creo que le hace bien a la sociedad.
Comparto tu mirada Olga.
Mi madre, Olga, con cinco embarazos, cuando alguno de nosotros la llevaba hasta la aburrición solía decir bajico “nene, bonico, cuando Dios te echó al mundo qué faena me hizo”. Me la has recordado con tu pautear.
La humanidad, desde que existe como tal, comenzó a hacerse preguntas, preguntas que hoy la ciencia ha dado respuesta, pero cuando no era así, creó los dioses, y alguna diosa, que siendo aún más misteriosos que explicar lo que no comprendían, les convencían que eran esos dioses los que hacían y deshacían desde fuera, todo lo que ellos observaban en sus vidas, dejando la responsabilidad personal en otros, los dioses, dioses inasequibles, pero seguros para sus creyentes.
En las religiones monoteístas, todo este misterio, lo redujeron a un solo Dios, cada una el suyo, pero con el mismo esquema, que aún perdura en nuestro tiempo en la oración de petición o en la resignación de que “dios lo ha querido”.
Paralelamente y en todos los tiempos, ha habido, no sólo increencia, sino pensadores que han querido racionalizar el misterio de tantos porqués como se nos plantea constantemente, y por tanto han ido buscando otros caminos que, aunque parezcan un collage, como dice Oscar, creo vamos acercándonos, no tanto a una explicación racional, sino a una explicación razonable y, además, útil. El amor, difícilmente se hace inexplicable, y el que ese potencial está dentro de nosotros, lo mismo, el que, como dice San Juan, Dios es amor, y sea una manera de concebir a Dios, es razonable. Con la ventaja de que es válido y útil hasta para los no creyentes ni buscadores de Dios.
Creo que estas palabras de Gonzalo lo explican mejor que yo:“Creo que el evangelio, la buena nueva, el Reino de Dios, está ya en nuestra conciencia desde su primer instante; por eso todas las religiones, toda sabiduría laica, son pedagogías (más o menos acertadas) para descubrir y cultivar esta semilla del amor fraterno.
Jesús fue tan profundamente humano que lo consideramos la encarnación de Dios, “el rostro humano de Dios”.
Gracias, Gonzalo.
Jesús fue tan profundamente humano que lo consideramos la encarnación de Dios.
Es muy interesante esta afirmación. Lo consideramos o es? No es exactamente lo mismo.
Es que ahí está el problema.
Porque sabe que le digo? Con Jesús, cero problema, no conozco a nadie que no lo respete como persona, por lo que hizo y por lo que dijo a lo largo de su vida. Prescindiendo de los milagros, claro. Eso muy poquita gente se lo cree. Pero su humanidad es envidiable. Y respetada. Y admirada.
Pero chocamos con la afirmación, hijo de dios. Dios mismo. Y la iglesia, su albacea y heredera universal. Pues bueno.
Se imagina la fuerza que tendría lo que dice Jesús de Nazaret si no tuviera que llevar a cuestas su divinidad? Sería genial. Se le podría pensar como un ser humano normal. Se le podría citar sin complejos.
Pero claro, es un imposible. Y fíjese, según les leo, a veces tengo la impresión de que muchos de ustedes no lo consideran hijo biológico de dios. Sino , pues lo que acaba de decir usted, lo consideran una encarnación de Dios. De la idea del dios bíblico. Pero no es cierto. El dios de Jesús no es el bíblico. Sorry. No lo es. Es una reinterpretación.
Pero da miedo. Un miedo terrible a bucear en nuestro interior, como dice Carl Rogers, que por cierto, me encanta. Pero luego hay que atreverse a verbalizar lo que pensamos . No lo que queremos creer, sino lo que pensamos en realidad. Y ya, si lo tienes que decir públicamente y no únicamente entre amigos, para eso, pues para eso hay que ser una persona del tipo de Jesús. Y hay muy poquitos, por muy cristianos que se consideren.
Pero bueno, esto es hablar por hablar. Las cosas son como son. Y para los cristianos Jesús es el hijo de dios y dios mismo . Segunda persona de la trinidad y que murió para que no fuésemos al infierno y podamos resucitar al final de los tiempos, tal como éramos.
Usted, de verdad cree que eso es admisible por todo el mundo mundial?
Pero su pensamiento sí. Esa es la rabia infinita que siento cuando veo como todo se mezcla. Es como un pack. Dios y hombre . Juntas las dos naturalezas.
Menudo error.
Un saludo.
Cuando uno anda un poco confuso
hace eso:
un “collage”.
A veces sale “lindo”;
otras, no tanto.
Muchas gracias Gonzalo por tu reflexión cuyo tema queda de gran actualidad. Mi blog español es “lo humano en Jesus” y en francés es “Pour une société au service de l’Humain”. Evangelio y humanidad me interpela mucho. Tu reflexión anda por ese camino. Saludo fraternal.