Es solo el inicio. Pero es esperanzador. Se recrea un clima de confianza entre las dos izquierdas, cuya ruptura fue la principal causa del bloqueo político que hemos sufrido.
El acuerdo entre PSOE y UP no es ya solo una oportunidad sino una necesidad. Y eso les ha llevado a firmar un acuerdo inicial y a darse un abrazo.
Publicamos el texto de ese acuerdo firmado hoy:
El PSOE y Unidas Podemos hemos alcanzado un preacuerdo para conformar un Gobierno progresista de coalición que sitúe a España como referente de la protección de los derechos sociales en Europa, tal y como los ciudadanos han decidido en las urnas.
Ambas formaciones comparten la importancia de asumir el compromiso en defensa de la libertad, la tolerancia y el respeto a los valores democráticos como guía de la acción de gobierno de acuerdo con lo que representa la mejor tradición europea.
Los detalles del acuerdo se harán públicos en los próximos días. Actualmente, estamos avanzando conjuntamente en una negociación encaminada a completar la estructura y funcionamiento del nuevo gobierno que se regirá por los principios de cohesión, lealtad y solidaridad gubernamental, así como por el de idoneidad en el desempeño de las funciones.
Los ejes prioritarios de actuación del gobierno progresista de coalición se centrarán en dar respuesta a los principales retos que tiene ante sí la sociedad española en su conjunto:
1.- Consolidar el crecimiento y la creación de empleo. Combatir la precariedad del mercado laboral y garantizar trabajo digno, estable y de calidad.
2.- Trabajar por la regeneración y luchar contra la corrupción. Proteger los servicios públicos, especialmente la educación – incluyendo el impulso a las escuelas infantiles de cero a tres años-, la sanidad pública y la atención a la dependencia. Blindaje de las pensiones de nuestros mayores: asegurar la sostenibilidad del sistema público de pensiones y su revalorización conforme al coste de la vida. La vivienda como derecho y no como mera mercancía. Apostar por la ciencia como motor de innovación económica y dignificar las condiciones de trabajo del sector. Recuperar talento emigrado. Controlar la extensión de las casas de apuestas.
3.- Lucha contra el cambio climático: la transición ecológica justa, la protección de nuestra biodiversidad y la garantía de un trato digno a los animales.
4.- Fortalecer a las pequeñas y medianas empresas y a los/as autónomos/as. Impulsar la reindustrialización y el sector primario. Facilitar desde la Administración las bases para la creación de riqueza, bienestar y empleo, así como el impulso digital.
5.- Aprobación de nuevos derechos que profundicen el reconocimiento de la dignidad de las personas como el derecho a una muerte digna, a la eutanasia, la salvaguarda de la diversidad y asegurar España como país de memoria y dignidad.
6.- Asegurar la cultura como derecho y combatir la precariedad en el sector. Fomentar el deporte como garantía de salud, integración y calidad de vida.
7.- Políticas feministas: garantizar la seguridad, la independencia y la libertad de las mujeres a través de la lucha decidida contra la violencia machista, la igualdad retributiva, el establecimiento de permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles, el fin de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y la elaboración de una Ley de igualdad laboral.
8.- Revertir la despoblación: apoyo decidido a la llamada España vaciada.
9.- Garantizar la convivencia en Cataluña: el Gobierno de España tendrá como prioridad garantizar la convivencia en Cataluña y la normalización de la vida política. Con ese fin, se fomentará el diálogo en Cataluña, buscando fórmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constitución. También se fortalecerá el Estado de las autonomías para asegurar la prestación adecuada de los derechos y servicios de su competencia. Garantizaremos la igualdad entre todos los españoles.
10.- Justicia fiscal y equilibrio presupuestario. La evaluación y el control del gasto público es esencial para el sostenimiento de un Estado del bienestar sólido y duradero.
La pronta negociación cara a cara entre Sánchez e Iglesias después de las elecciones del domingo ha cogido a mucha gente por sorpresa, especialmente a los demás actores políticos que seguían analizando los resultados y posicionándose de cara a la partida de ajedrez de la política a punto de comenzar. los medios han seguido a remolque de lo acontecido, especulando más que informando.
No es la primera vez que el Presidente nos sorprende con una iniciativa política. Ya debíamos conocer al personaje. En su reciente libro, publicado en febrero de este año, escribía : “Siempre he pensado que, ante cualquier problema grave, los políticos tienen dos opciones. Una es anticiparse a los problemas y resolverlos antes de que se produzca la crisis. La otra es dejar estar las cosas hasta que estalle la crisis.” (Manual de resistencia, pág. 272)
Precisamente el 15 de febrero de este mismo año convocaba elecciones generales para el siguiente 28 de abril, anticipándola a las municipales, autonómica y europeas programadas para el 26 de mayo. Su presidencia había sido el fruto de una moción de censura con los votos de la izquierda más los partidos independentistas catalanes. Se trataba de un gesto de repudio al Partido Popular en el Gobierno enjuiciado por corrupción en los tribunales de justicia españoles.
Cuando llegó la hora de pasar factura al Ejecutivo con motivo de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, se rompió el diálogo entre el Gobierno y la Generalitat, que poco habían avanzado, ante la negativa de Sánchez de traspasar la línea roja de la autodeterminación. PedCat y ERC le retiraron cualquier apoyo. La doctrina gubernamental se mantenía en que toda negociación política exigía los cauces de la Constitución.
Aquello momentos en que PSOE y el Partido Ciudadanos de Albert Rivera llegaban a acuerdos de Gobierno, así en 2016, habían terminado con la alianza de Ciudadanos y Partido Popular y la Extrema derecha de Vox derrocando a la lista más votada (PSOE andaluz) en el Parlamento de Sevilla. Podemos y las Mareas, en conjunción con los comunes de Ada Colau abogaban por la autodeterminación.
Así que ya en febrero de este año los medios de comunicación difundían las tres alternativas. El Eje andaluz prefigurando la entrada de la ultraderecha en un posible triunfo de las derechas en las generales. El eje que hizo posible el éxito de la anterior moción de censura. Redición del acuerdo PSOE-Ciudadano.
Todas las anteriores contradicciones tuvieron que ser solventadas después del 28 de abril con el resultado que todos conocemos y que nos llevaron a las nuevas elecciones de este mes de noviembre.
Elegir Gobierno es lo mismo que gobernar: significa elegir la acción menos mala. El preacuerdo firmado significa en unos de sus puntos sobre el tratamiento de conflicto de la convivencia en Cataluña que deba ser resuelto por la vía constitucional. A Teresa Rodríguez, la lidereza andaluza de Podemos, no le parece bien que Iglesias haya firmado tal documento.
Yo estoy contenta con este comienzo de lo que pueda ocurrir en el próximo futuro. No lo veo fácil, pero el obstáculo con PU parece que va por buen camino.
Pues yo estoy encantada.
Avisó el Galileo que si alguien quiere construir una casa ha de sentarse a calcular lo que tiene, lo que necesita y si con ello puede empezar a labrar la obra. Los abrazos, sin horas de negociación contando realidades y posibilidades, son hermosos mientras duran las palmadas en los hombros. Las caras, sobre todo del presidente en funciones, no daban esperanzas para algunas de los numerales de Juan Antonio.
Sólo algunas reflexiones, que pueden convertirse en lecciones, a propósito de las elecciones y de los resultados. Ahí van, pues, con el ánimo de que se completen y mejoren.
1. Es necesario salir de nuestro huerto cerrado y de las cercas de nuestro ego, rectificando si es preciso, pero dentro de una coherencia básica bien fundada. Es decir, es necesario hacernos más receptivos y humildes, que permitan reconocer errores y rectificar. No podemos seguir pensando que España y el poder de la nación -la de cada cual- sólo están seguros si se encuentran en nuestras manos.
2. Por tanto, abrirse a todos en lo posible y reconocer la parte de razón de cada uno y de todos en conjunto. Conciliación nada fácil.
3. Planificar un buen programa en común, posible y realista, en función del bien colectivo, no de grupos o de privilegiados. (No sé si estamos ante una gran oportunidad de ser un ejemplo para Europa o es una ingenuidad decirlo…) Que nadie se apropie de la Patria, grande o chica, ni de sus mitos, que sustentan tantas conductas…
4. Por carecer de ese sentido colectivo abierto y acentuar el propio, reducimos nuestra capacidad de entendernos y encontrarnos. Aquí los prejuicios y los intereses pueden jugar un papel negativo y provocar desencuentros.
5. Sin una visión de encuentro común no es posible progreso alguno o muy poco. Mas bien en este caso cabe el estancamiento y la vuelta atrás, (como está ocurriendo en USA, modelo que el capital pretende exportar a Europa…, volviendo al pasado…) Donde hay y priman los intereses, o el fanatismo, es casi imposible el encuentro y avanzar. Más aún, en estas circunstancias es más probable el enfrentamiento.
6. Si no somos capaces de sentido solidario, seamos al menos respetuosos y escuchemos. Una parte no puede imponer a todos sus ideas, intereses, creencias o mitos…
7. Relativizar valores no esenciales, y convivir respetuosamente en la diversidad, sin sobrevalorar la diversidad, que siempre debe ser un valor secundario, aunque sea muy querido.
8. Espero -ojalá- que se cumpla ese principio de preacuerdo, anunciado hace pocas horas, de “cohesión, lealtad y solidaridad gubernamental”, que evite nuevas elecciones en dos años… Espero también que unos y otros hayan aprendido una lección básica para el encuentro: HUMILDAD Y SOBRA DE EGOS. Quizá aquí venga bien acabar “con los mejores deseos”.