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Ni golpe de Estado ni secesión ni violencia organizada ni rebelión

Desde el lunes estoy buscando un artículo de opinión equilibrado sobre la sentencia. Y he vuelto a elegir uno del director de eldiario.es, Ignacio Escolar, que creo que explica bien los equilibrios que ha tenido que hacer el Supremo para delimitar los hechos, hacerlos entrar en el código penal, aplicarles penas y dejar caminos para la política. Es anterior a la reacción a la sentencia, aunque esta ya se había preparado desde hacía tiempo. Otro posible artículo que pensé traer aquí era el de Antoni Puigverd hoy en La Vanguardia: Perder. Quiero agradecer a los que ya estáis comentando el tema en  la entrada de Juan G. Caselles e invitar a otros a comentarlo aquí. Si lográramos al menos escucharnos unos a otros… AD.

Por Ignacio Escolar

La sedición no es una rebelión en pequeñito. No por las penas, que son igualmente altas, sino por su naturaleza legal. La rebelión es un alzamiento armado, un delito contra la Constitución. La sedición figura en otro apartado del Código Penal: el de “desórdenes públicos”. Es una pena de origen autoritario y que ni siquiera aparece como tal en buena parte de las legislaciones europeas. No al  menos con la dureza con la que el Tribunal Supremo la acaba de aplicar.

La raíz histórica de ambos delitos es la misma: un atentado contra el orden social establecido que permitía declarar el estado de guerra. Pero los matices son muy distintos y fáciles de diferenciar. La rebelión era la protesta armada contra el gobierno o el rey. La sedición era otra cosa, muy diferente al alzamiento militar: era la algarada de los campesinos contra el orden en vigor y nace en una época en la que no existía el derecho a protesta, a reunión o a manifestación. La sedición no violenta es, por tanto, un delito autoritario que debería ser incompatible con la democracia. Porque un Estado democrático es aquel donde el derecho a la protesta pacífica es un bien superior.

Este lunes, 14 de octubre de 2019, el Tribunal Supremo español ha decidido sentenciar que la protesta pacífica –que es el caso de los Jordis– merece nueve años de prisión.

Porque el Supremo niega que la violencia que se vivió en esos días fuera “instrumental, funcional, preordenada a los fines del delito”. La sentencia deja claro que hubo algunos episodios violentos, pero no un plan violento contra el orden constitucional.

Porque el Supremo no cuestiona el compromiso de Jordi Cuixart “con la no violencia, siempre elogiable”. “Tampoco desconfía lo más mínimo de sus convicciones pacifistas y su repudio de actuaciones violentas”, añade la sentencia contra el procés catalán. En otro de los párrafos, llega a elogiar a la ANC como “una asociación cuya legalidad no ha sido cuestionada” y que tiene “un relevante papel en el tejido social de la comunidad catalana”.

Porque el Supremo también admite algo que llama mucho la atención, entre otras razones porque es la pura verdad: que el procés catalán no fue, en sí mismo, un intento de secesión. “Todos los acusados eran conscientes” –dice la sentencia– de que el referéndum del 1 de octubre era “inviable” y “no podría conducir a un espacio de soberanía”. El plan era otro, asegura el Supremo: “El deseo de los líderes políticos y asociativos de presionar al Gobierno para la negociación de una consulta popular”.

En resumen: la sentencia dice que el procés no fue un golpe de Estado, que no fue un plan violento, que no pretendía de forma inmediata la secesión de Catalunya, sino presionar al Gobierno a negociar un referéndum como el escocés… Que el independentismo es un movimiento de “convicciones pacifistas”.

Un movimiento pacífico cuyos principales líderes, a los que respalda casi la mitad de la sociedad catalana, han sido condenados a altísimas penas de prisión.

El procés, según la sentencia, nunca tuvo ninguna oportunidad. El Estado controló en todo momento la situación. El plan no era lograr la independencia de Catalunya, sino forzar una negociación y una consulta pactada… El repaso de los hechos probados deja muy mal a Mariano Rajoy, muy mal a la Fiscalía, muy mal al juez instructor Pablo Llarena, muy mal a la prensa conservadora, muy mal al PP, a Ciudadanos y a Vox. No hubo golpe de Estado ni nada lejanamente parecido a un alzamiento militar. Y la sentencia, en su parte factual, desmonta la ficción sobre el golpismo en la que se había enrocado gran parte de la política, de la prensa y del sistema judicial.

Otra cosa son las penas. Y cómo el Supremo ha cuadrado unos hechos políticamente muy graves –lo que ocurrió en el octubre de 2017 no fue un simple ‘happening’– con un Código Penal donde esos hechos no encajaban con facilidad. Desde 1995, no existe en España el delito de rebelión sin violencia. Y en el año 2005 se despenalizó la convocatoria de un referéndum ilegal.

¿Cómo condenar una protesta no violenta con unas penas de cárcel similares a las de un homicidio? La clave de la sentencia está en la página 283. Allí el Supremo sienta una peligrosa jurisprudencia de consecuencias aún por determinar. “El derecho a la protesta no puede mutar en un exótico derecho al impedimento físico a los agentes de autoridad a dar cumplimiento a un mandato judicial”, dictamina el alto tribunal. “La autoridad del poder judicial quedó en suspenso sustituido por la propia voluntad –el referéndum se ha de celebrar– de los convocantes y que quienes secundaban la convocatoria, voluntad impuesta por la fuerza”.

Tomen nota. Porque, con esta definición, sedición también son todos y cada uno de los desahucios que ha impedido en estos años la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Sedición son muchas de las protestas de los activistas ecologistas, animalistas o de las Femen. Sedición es la resistencia pasiva. Y la sedición en España se castiga con hasta 15 años de prisión.

El derecho al juez natural

La rebelión imaginaria sin duda tuvo su utilidad. Sin esa acusación ficticia, el Supremo no habría podido ordenar la inhabilitación preventiva de Carles Puigdemont. Sin ese invento procesal, la sentencia probablemente no habría sido igual.

Hay un precedente muy cercano para explicar el pecado original del juicio al procés. Es el caso Altsasu, un episodio que guarda algunas similitudes con la sentencia que acabamos de conocer. ¿Lo recuerdan? Esa pelea de bar que fue investigada por la Audiencia Nacional con la excusa de que se trataba de terrorismo. Luego no era terrorismo –no lo fue nunca–, pero en el camino los acusados fueron juzgados en Madrid, y no en Navarra. Y allí se les condenó con una dureza excepcional.

Hay un derecho fundamental que recoge todo país democrático: el derecho al juez natural. Consiste en que a cualquier acusado le debe juzgar el tribunal ordinario predeterminado por la ley (artículo 24.2 de la Constitución). El que le toca, no el que prefiere el Gobierno o el rey. Y el juez natural para una pelea de bar en Navarra es la Audiencia Provincial, y no la Audiencia Nacional. Y el juez natural para el procés catalán debería haber sido la Audiencia Provincial de Barcelona o el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, no el Supremo ni la Audiencia Nacional.

Ya era muy cuestionable que la rebelión fuera juzgada en el Supremo o –en el caso de los no aforados, como Josep Lluís Trapero– por la Audiencia Nacional. La propia jurisprudencia del alto tribunal español estableció que ni la rebelión ni la sedición eran competencia de ese tribunal, tal y como le dijeron al juez Baltasar Garzón cuando intentó investigar la rebelión más evidente de la historia reciente de España: el golpe de Estado de 1936. Tampoco se han juzgado en el Supremo o en la Audiencia Nacional el caso de sedición más famoso de los últimos años: la protesta de los controladores aéreos de 2010.

Ya era muy cuestionable que la rebelión acabase en el Supremo. Y lo es más aún cuando resplandece una obviedad: que no existió nunca tal rebelión violenta, como admite hoy el Supremo por unanimidad.

Al igual que con Altsasu con el terrorismo, la acusación de rebelión sirvió para otro propósito: traer el juicio a Madrid.

¿Habría ocurrido el mismo desenlace si el procés se hubiera juzgado en Barcelona? Lo dudo mucho y también lo dudaba el propio Fiscal General del Estado, el fallecido José Manuel Maza. En la querella de la Fiscalía por rebelión que inició este proceso judicial, Maza ya hablaba de la conveniencia de sacar la instrucción “del ámbito de la Comunidad Autónoma de Cataluña” en favor “de un tribunal fuera de ese territorio” para evitar que los partidos independentistas “condicionaran” a los jueces.

Cabe preguntarse si los jueces del Supremo no están condicionados por los partidos que, a través del CGPJ, les ascienden a este tribunal.

Las consecuencias políticas

Casi la mitad de los catalanes no quieren seguir en España. Más de dos tercios de ellos quieren votar. Una mayoría absoluta –superior al movimiento independentista– cree que el juicio no ha sido justo y que los presos deberían estar en libertad.

Aún no hay encuestas sobre el respaldo ciudadano a la sentencia. No hace falta ser adivino para imaginar qué resultados ofrecerán. La mayoría de los catalanes van a ver estas condenas de cárcel como excesivas y desproporcionadas. Más allá del Ebro, el resto de los españoles –de forma mayoritaria– lo verán justo al revés.

Es lo que ocurre cuando un problema político se convierte en un problema judicial. Aunque también es evidente que la justicia tenía que actuar.

De todas las condenas que hoy se han firmado, hay una que los dirigentes independentistas se merecen sin duda alguna: la inhabilitación. La desobediencia grave a la autoridad es un delito evidente y que sin duda cometieron los líderes del procés catalán. Tampoco puede salir gratis la malversación de fondos públicos, o que el Parlament –con una mayoría absoluta en escaños, que no en votos– ponga en marcha un proceso unilateral de abolición de la legalidad vigente contra los derechos de la mayoría de los catalanes. Ni siquiera como forma de protesta ante la cerrazón del Gobierno central.

No puede salir gratis. Tampoco puede costar 13 años de prisión.

La sentencia, sin embargo, deja una puerta abierta que un futuro gobierno podrá usar. El Supremo se ha negado a otra de las peticiones de la Fiscalía, que quería que los condenados cumplieran obligatoriamente al menos la mitad de la pena sin poder recibir ningún beneficio penitenciario.

Los condenados podrán acceder a permisos bastante antes, a partir de que cumplan una cuarta parte de su condena, como explica Diego López Garrido en esta entrevista. Y en 2026 como máximo, todos ellos probablemente estarán en libertad condicional.

Sigue siendo una condena enorme, aunque sea inferior de lo que pedía la Fiscalía o la acusación de Vox. No es una sentencia blanda, aunque la alternativa fuese aún peor. No ha terminado aún este proceso judicial y va a ser curioso de ver, por ejemplo, cómo responde Bélgica ante la euroorden contra Puigdemont –la sedición no es un delito en este país–.

Pero al menos el punto final de la sentencia deja sin excusas a la política para arreglar esta situación. Porque la crisis con Catalunya siempre fue política. Y política debe ser su solución.

49 comentarios

  • Javier Peláez

    En general yo como funcionario que she dedica a los tribunales lo que màs detesto es que me toque(que me han tocado) un asunto en los tribunales que se politice.Primero,porque me dan mucho el coñazo los carguetes,que por cierto no se preocupan por asuntos mucho màs relevantes,y que sòlo se preocupan por lo que sale en la prensa.Segundo,porque me ha llevado a decisiones dolorosas personales.Tercero,porque el funcionario tiene la obligaciòn de guardar secreto y obedecer a los políticos(segùn que sea obedecer y que cosas haya que obedecer).Cuarto,porque yo no tengo ni vocaciòn de màrtir,ni de prosperar…Imaginemos un asunto altamente político como este de la sentencia del procès.No hay absolutamente ninguna posibilidad que un debate jurídico sereno se abra paso cuando algunos han fijado altas expectativas políticas en una sentencia.Ninguna…y cuando digo ninguna es NINGUNA.Son malos los políticos?.Los de arriba los elige el pueblo,los de enmedio tienen sus fidelidades y sus interpretationes de lo que es buena para la sociedad y para ellos…Casi como todos…Hay políticos màs desinteresados y otros que menos,como en fanesca…

  • Carmen

    Ni violencia organizada…

    A ver cómo separan ahora la violencia de la manifestación pacífica. Tooooodas las cadenas están con lo mismo. Con la manifestación pacífica de hoy.

    Menudas cabezas. Menudo desastre.

  • Carmen

    Pero qué bien lo ha hecho Esquerra republicana. En las próximas elecciones barre entre los independentistas. Fijo. Porque a nadie con dos dedos de frente y dos principios, le puede gustar esto.

    Y puigdemon? Menudo. Si quería pasar a la historia, desde luego que va a pasar, junto con su sucesor.

    Menuda locura.

    Para qué?

    Por qué?

    Ufffffff

    Pues si esto es un camino…no fastidies.

  • Carmen

    Pues si.

    Pues tengo una cierta tendencia a la paranoia, es cierto.

    Pero algo se está moviendo en todo el planeta. Como una especie de monstruo de esos de película de ciencia ficción. Algo como con una cabeza o muchas cabezas de aliens coordinadas y que manejan la violencia a su antojo. Ni idea de la intención o de las intervenciones. Si es una o varias. Pero no me gusta un pelo.

    Y ahora toca Cataluñya. Habrán visto caldo de cultivo . No sé. Porque esto normal no es. Ni lo de los chalecos amarillos, ni lo de los partidos de fútbol.

    Porque entiendo que si hay una acción violenta movido por una idea, el tema se lié y acabemos como en el 36. O como en el 14 o como en el 39, o como cuando sea que empiece una guerra. Así somos, bestiajos que defendemos lo que pensamos que es nuestro. Lo que sea.

    Pero esto es otra cosa.

    No entiendo.

    No me gusta.

    Me asusta.

     

    • Carmen

      Y todos los catalanes de buena fe, ahí están, defendiendo lo que es suyo , dicen, pacíficamente. Y da igual. Las imágenes se la llevarán los violentos.
      Y estoy convencida de que los mismos dirigentes catalanes no se dan cuenta de la situación. No se puede aislar la violencia y decir esto no es mío. No pueden. Nadie , salvo ellos lo va a creer.
      Y si encima hay alguno como el señor Torra que mezcla todo, pues ya ni te cuento. Porque ese señor listo no es.
      Pensaba que al haber cambiado de estrategia Esquerra republicana, lo de la sentencia iba a ser de otra manera. Jaleo, si, pero no esto.
      Pero ha aparecido el monstruo de la violencia. A ver quién lo reduce ahora.
      Menos mal que me equivoco con mucha frecuencia. A lo mejor dentro de una semana todo se calma. No creo.

    • Javier Peláez

      Tranquila esto pasarà….

    • Javier Peláez

      En realidad el destino de los presos por ahora no le interesa a nadie.Torra no habla de negociar recursos de beneficios penitenciarios o indultos ,habla de negociar sobre autodeterminaciòn:porque estamos en campaña,porque supondría acatar la sentencia y porque cuanto peor mejor…La derecha no va a hablar de esto en campaña y sale trasquilada en la tesis de la rebeliòn…Pedrito tampoco va a hablar de esto en campaña….Por ahora no se atisba soluciòn…El tiempo dirà

  • Ludovico

    Javier me parece muy sensato lo que dice. El periodista de la entrada hace una lectura muy curiosa de la sentencia y de su interpretación. Pone intenciones donde hay hechos. Que un juez de instancia superior anule la sentencia de una instancia inferior no es perversión de este segundo, ni malas artes para sacar de determinada región una causa. Pero bueno, saliendo de donde sale, no cabía esperar otra reacción. Lo vemos día a día en las reacciones de la formación política que apadrina. Pero no voy a entrar en ninguna discusión con nadie. Ni siquiera con el usía del coronel, ni el vuecencia del general, que tales eran los tratamientos cuando yo me chupé catorce meses de mili en la División Maestrazgo, en el cuartel general de Valencia tras el correspondiente CIR en Marines. Tú te lo perdiste Javier… es broma.

    Sólo un apunte. Me tocó revisar y preparar el primer comentario publicado sobre la Constitución Española, firmado por Jorge de Esteban y López Guerra. El primero catedrático de constitucional en la Complutense y el segundo magistrado ahora en el Tribunal de Estrasburgo. Los dos beneficiados por el partido socialista por su contribución a la aportación socialista a la redacción de la Carta Magna. Esteban fue nombrado embajador en Italia y a López Guerra se le dio un cargo y luego el mencionado.

    Desde entonces leo con fruición los escritos de Jorge de Esteban. Y su interpretación de la Constitución (que en buena parte él redactó). Como a Gimbernat, el maestro de penalistas, a él le parece de libro que el procés fue golpe de estado y rebelión. ¿Por qué los socialistas han logrado en el Supremo torcer la sentencia pergeñada? No lo sé. También López Guerra ha cambiado de opinión estos años, sobre todo en lo relativo a los derechos fundamentales de los no nacidos.

    No me extiendo más. Un abrazo, Javier y mi agradecimiento a Duato.

    • javier pelaez

      Yo tuve a Estebán Alonso de profesor de Derecho Constitucional y se ha derechizado bastante.De su profesor ayudante Pérez Tremps,luego magistrado del Constitucional,recuerdo que iba yo,siendo profesor mío(obviamente no me conocía),con mi amigo Emiliano el de los perros qepd y que vivía en la calle,y sus perros se le ablanzaron tirándolo casi por una de las pasarelas que cruzan la M30.Una “recusación canina” presagio de la que después le haría el PP en la Sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut.Por lo demás,yo estoy bastante de acuerdo con lo que dice Joan Carles Oliver sobre esta sentencia del procés en el link de infolibre que puse más abajo…Es decir,que no estoy muy de acuerdo con la sentencia sin perjuicio de que aquí la gente se opone a la sentencia por muy diversas razones…Desde luego,Torra y Puchi se oponen porque les va el conflicto,”cuanto peor mejor”…

  • Jaume PATUEL PUIG

    M. lluisa no tengo nada que añadir. Trabajemos por la `Política en mayúsculas. Vienen tiempos fuertes, pero entiendo con espíritu confinazal y esperanzal. La luz se haga. Gracias

     

  • M. Luisa

    Que el articulo concluya  admitiendo que la solución  al final la dará la política, prueba una vez más la irresponsabilidad no ya sólo política sino también humana de  posicionar siempre las cosas en sentido contrario,  como si de un mundo al revés se tratara,  de manera que ya desde el principio queden  viciadas de ráiz.

    Un problema político ha de resolverse políticamente y no judicialmente. Esto es algo que se ha venido repitiendo a lo largo de todo el proceso,  y a ello cobardemente se ha hecho oídos sordos…el miedo está en no reconocer que el mundo de la  política va mucho más  allá  que el mundo judicial cerrado  a su lógicameramente  funcional.

    El mundo de la política está abierto a lo real,  a la posibilidad siempre de avanzar  en materia de libertades … por eso el conservadurismo es un modo de avaricia    que pone en evidencia la cobardía política que,  amparándose  bajo el paraguas de la justicia   la convierte en injusticia…mata dos pájaros de un tiro…todo ello es un despropósito…despertad y tomar conciencia!! sed vigilantes!!  Yo voy ahora a unirme a la Marcha por la Libertad!

    • m* pilar

      ¿A esto se le llama ahora ¡Libertad!?

      Que mal estamos…

      • M. Luisa

        Querida Mª Pilar, la Libertad es un caminar, creo que con decir esto no digo nada que pueda sonarte a extraño, pues creo que se adecua mucho a tu mirar. La libertad no está dada de una vez para siempre en abstracto, No! Bien lo sabes tú.

        La Libertad hay que construirla y el camino para ello es largo, difícil e inalcanzable por esto en él, su caminar mismo es imperfecto, y en su imperfección unos caen, algunos añaden obstáculos y otros incluso en él hasta los matan. No obstante, con todo, más son los que en ese camino se van sumando con ese espíritu confiado y esperanzado del que nos habla el amigo Jaume! GRACIAS por el eco, me hacía falta!

        Además, Mª Pilar que te voy a contar a ti que tú no sepas!! Abrazos!

  • Carmen

    Pues tendrán todos ustedes mucha razón. Seguramente sus razonamientos son impecables

    Pero a ver quién para esto. No es fácil. Cuando se alcanza la temperatura de ignición, la materia arde.

    O quizás los políticos pueden detenerlo. Francamente. No lo creo.

    Y a ver mañana qué.

    Sé que mis comentarios no son una cosa de esas que dices: vaya una persona inteligente y preparada, pero estoy segura de que soy una de los millones de personas españolas que están preocupadas por lo que estamos viendo. Y en realidad eso es lo importante de un país, las personas. Al menos eso creo.

  • Jaume PATUEL PUIG

    Cierto, ¿Y ahora qué?
    Inmadurez y falta de alta política por ambas partes. Pero una relación totalmente asimétrica por otra parte.

    Y esto no creo facilite los asuntos….
    El libro “ensayo de las dos Españas” me ayudó a situarme…..Madrid ni con ley ni sin ley va a ceder a nada…

    ¿qué pasará?. Le monde habla claro…. pero “oídos sordos”….. los votos electorales pesan muchísimo y no se quieren perder cueste lo que cueste. TODO SE VALE….
    A continuar observando.

    Gracias Giordano Bruno…..

    • Javier Peláez

      El procesismo no tiene apoyos en Europa no digamos tonterías.Apoyos importantes.Hay que bajar a la realidad.

      • Javier Peláez

        Y menos lo va a tener con la imagen internacional que està dando…porque lo que màs se ve es la guerrilla urbana…

  • GIORDANO BRUNO

    Yo no estoy con la España del dictador. Estoy con la España que Franco “habría fusilado, si hubiera sido necesario”. Pues esa es la España que ha impuesto una sentencia a media Cataluña. Desde el momento en  que fueron llevados, como presos políticos por la Audiencia Nacional para ser juzgados por REBELIÓN hurtandoseles, su derecho a su juez NATURAL, porque sólo en determinados entes y mentes cabía semejante razonamiento.Y por ello la Sentencia estaba servida. Pero no sólo a Cataluña. Por ese tenor, a todos los que nos sentimos heridos los no catalanes, que hemos visto, todo EL PROCESO, y digo todo porque no se había iniciado con los jueces y magistrados.No. Empezó, cuando el Estatuto de Cataluña refrendado por las Cortes Generales, las Catalanas y el pueblo de Cataluña fue arrumbado por el Constitucional, en manifiesto GOLPE DE ESTADO. De aquellos polvos, estos lodos. ¿Y ahora qué?.

    • Javier Peláez

      Una Sentencia del Tribunal Constitucional no es un golpe de estado no digamos tonterías.Tampoco fue un golpe de Estado lo del 27 de sept al 1 de octubre como decía el PP y ahora le desmiente el Tribunal Supremo.Aquí hay mucho exceso y mucha tontería y de tanto radicalismo absurdo conduce a lo que estamos viendo…

  • Jaume PATUEL PUIG

    Y completo lo de SENTENCIA también /REINCIDENCIA….

    Acabo de leer LE MONDE  de PARIS…. buen artículo.  Muchas preguntas y miedos….

    Si alguien ha encontrado algún articulo constructivo de prensa española, ruego me lo indique. Busco pero no encuentro. Sí a OBEDECER CALLANDITO….estos ni están toreando ni están en la plaza de toros.

    Continuemos observando que no es fácil, para nada.  Tengo a hijos de persona muy próxima … Y a mí me afecta….

  • Jaume PATUEL PUIG

    No dejemos de hojear y ojear la prensa extranjera que también algo indica….
    Y cuanto más se analiza, las cosas van de mal en peor…

    Sentencia/paciencia… pero nos toca trabajar buscar UN PUEBLO UNIVERSAL CON SUS DIVERSIDADES como bien se ha dicho.

  • Javier Peláez

    http://blogs.infolibre.es/alrevesyalderecho/?p=5724  Un buen anàlisis jurídico.

  • javier pelaez

    Las resoluciones judiciales se pueden criticar(obvio vivimos en una sociedad democrática).Que si la sedición es un delito trasnochado;que si se pena aquí en España mucho…que si patatín,patatán…La ley tiene muchas interpretaciones posibles…Otra cosa es la intención política con que se critican…Si por mejorar los derechos de las personas o por si alguien quiere montar una gresca o por evitarla(si es que alguien cree que se hubiera evitado con fallo distinto,difícil saberlo).Seamos optimistas si la condena hubiera sido por rebelión el cipote hubiera sido mayúsculo.Por eso,ya dije lo que pienso al principio:mejor pensemos en los beneficios penitenciarios…No porque no quiera criticar la sentencia para lo que no tengo las competencias requeridas,sino porque volvemos a la Sentencia del Estatut y al constante agravio y esto no lleva a ningún lado.Esa certeza la tenemos.

  • juan antonio vinagre oviedo

    Yo no soy jurista, y por ello no puedo hablar de la sentencia con suficiente base de jurís-prudencia, sin exponerme a afirmar o negar algo incorrectamente.

    Pero tengo  -creo- un poco de sentido común y de sentido ético, contrario a la manipulación y a la mentira, como instrumentos para defender intereses, convicciones históricas -a veces tal vez sobrevaloradas cuando no mitificadas- con raíces emocionales… Los sentimientos emocionales los respeto mucho, aunque también a veces desconfío de ellos, porque los sentimientos y emociones frecuentemente se saltan la coherencia lógica y alteran una auténtica jerarquía de valores… Sí, respeto y también desconfío de los sentimientos cuando tratan de imponerse como la más importante realidad y la única alternativa, social en este caso.

    Siguiendo -y resumiendo- estas reflexiones, diría que:                                                            1) Quienes no respetan y se saltan las leyes, si son políticos o servidores públicos, deben quedar inhabilitados para ejercer cargos públicos, o cargos relacionados con lo público.        2) Quienes incurrieron en malversación de fondos públicos deben “redimir” esa culpa -que para mí es grave, o debe serlo-, y además devolver con intereses lo malversado. (No digo ya nada si se trata de algo público defraudado.)                                                                           3) Estas penas no crean o no deben crear “mártires” ni mausoleos etc., que los encumbre.      4) Comparto la idea de que la mejor democracia, la más genuina, la que mejor respaldo da a las decisiones políticas es la que se apoya en la mayoría social, no tanto en la parlamentaria cuando es otorgada artificialmente gracias a acuerdos “políticos” o a la ley D´ Hont…             5) Algunos hablan de diálogo, pero a fin de que, al margen de lo legal, hagan concesiones que permitan la autodeterminación (que impone una minoría social, no se olvide, en nombre de la “democracia”) Otro tipo de “diálogo” no se admite como diálogo, y por ello se culpa de falta de diálogo a quien no desea, ni puede, salirse del marco legal…  Lo cual manifiesta que tal concepto de diálogo hace imposible cualquier acuerdo. A no ser que también aquí estemos jugando sólo con las palabras, sin contenido semántico alguno, y con otros fines…                6) En este caso resulta muy difícil alcanzar una salida realista y posible y evitar el descrédito y tal vez el caos político. En esta situación, ¿sería el momento de buscar una alternativa menos mala como, por ejemplo, buscar un gobierno autonómico de concentración, consensuado en lo posible, dirigido por personas independientes y preparadas?

    Nota: Cuando pienso en este tema me acuerdo de las palabras de Ortega, que tras acompañar a Azaña en una reunión con independentistas (o casi) catalanes, dijo: “Salgo pesimista”. Las emociones no entran fácilmente en razón, aunque sea para consensuar, respetando la Ley. Hago constar de nuevo que, aunque  soy gallego “e falo galego”, no soy nacionalista ni independentista… Deseo y espero que un día lleguemos a un Gobierno universal. No creo en la Europa de los pueblos, sino en la tierra de un solo pueblo, dentro de las diversidades.

  • Alberto Revuelta

    Por los años en que fui llamado a filas los coroneles tenían usía. A las órdenes de usía, mi coronel. Los fiscales del Tribunal Supremo tienen usía. Pero no estamos, gracias sean dadas al Destino, a sus órdenes. El papel que han hecho los cuatro fiscales del TS en el juicio del procés tiene usía. Y el meneo jurídico que les han dado los señores magistrados en la sentencia notificada ayer, ha sido menuo, hablando en castizo.
    Una de dos o no estudiaron los atestados policiales, los informes de inteligencia sobre lo que ocurría en Cataluña, las crónicas de prensa, los vídeos, los documentos disponibles, o, si los estudiaron, se negaron a subsumir los hechos en los tipos penales donde con toda lógica debieron incluirlos.
    Situados por encima del bien y del y del mal, cómo es práctica habitual de sus congéneres en las escalas descendentes de su Ministerio Público y ajenos, o distantes , a la misión legal de defender los derechos de los justiciables, aún de los procesados, encausados, investigados o como se les designe eufemísticamente a los empapelados, estos cuatro fiscales de Sala del TS han pegado un resbalón ante el país acusando de rebelión a los políticos catalanes juzgados por la Sala segunda obviando el dato manifiesto de que sin violencia instrumental no puede darse el delito de rebelión en la redacción actual de nuestro Código Penal. Dígase otro tanto del magistrado instructor.
    El magistrado del TS, hoy retirado, don José Luis Manzanares venía advirtiendo desde el inicio del íter procesal en sus columnas en ‘República”, de la inviabilidad de aceptar la acusación por delito de rebelión. La sentencia de hoy le ha dado la razón. Como cualquier abogado de toga, pasillos y juzgados sabe los jueces y magistrados en general se inclinan respetuosamente para atender los informes de las fiscalías. No ha sido así en este procedimiento.
    La carga verbal, ideológica y propagandística que con la matraca estulta del “Estado de derecho” banalizada por quienes lo enarbolan cuando les conviene y lo violan cuando encarta, ha descendido sobre los hoy condenados y sobre quienes no nos hemos dejado impresionar por los golpes de Estado, rebeliones sangrientas, alzamientos ilegales y otros nefandos aconteceres anunciados por lidérillos políticos incapaces de leer y que cuando pretenden pensar les saltan chispas neuronales, ha causado más destrozos en Cataluña y en el resto de  España que el dichoso referéndum ilegal del 1-O.
    Han ido los fiscales de Sala quienes iniciaron entusiasmados el camino de la rebelión calificada , y  sus seguidores y jaleadores, cual Fernando VII, el Rey felón, “y yo el primero por la senda constitucional”, hasta que los magistrados de la Segunda Sala del Supremo Tribunal les han dicho en sentencia firme que ese camino no era recorrido conforme a derecho. Contundente el mazazo,después de ver en directo los interrogatorios y los informes de los funcionarios del Ministerio Fiscal y las miradas de perdonavidas procesales dirigidas a las abogadas del Estado.

    • javier pelaez

      El mazazo es evidente;pero tampoco Rajoy se resistió mucho al difunto Fiscal General del Estado…Tb cabe pensar que si se tira por elevación,la cosa queda a mitad de camino..Qué hubiera sido si no hubieran tirado por rebelión?.Absurda pregunta

  • javier pelaez

    Estos disturbios pasarán es evidente.Es difícil no pasar por la actualidad y pensar de futuro cuando,con alguna dosis de amarillismo cierto,uno se tira hasta las tantas de la noche viendo una gresca.De todas maneras convendría aprender del pasado  y no remontarse a 15 años porque entonces tendríamos que remontarnos a 1714 y yo no me hago un conocimiento muy cabal de lo que ocurrió entonces que por cierto ha sido interpretado de formas muy distintas y distintas intensidades por el propio nacionalismo catalán.Si uno vió el programa de Evole de los acontecimientos de octubre de 2007 uno observa que los políticos o no sabían o no querían saber lo que allí ocurrió.Rufián se habrá olvidado de las 150 monedas de plata.Convendría no olvidar que las cosas se desencadenan de una forma bastante absurda e incontrolable.Pedrito lo está haciendo mejor que Rajoy que duda cabe.Esperemos que persista.En cuanto a Torra debería irse a su casa o que alguien lo inhabilite porque es difícil ser tan inútil.Si no quieres ser político pa´que te metes.Esperemos que pasen las elecciones y ya veremos como se arregla esto.Todo es susceptible de empeorar o no,como diría Rajoy.Tb en una gran ciudad como Barcelona,como en Madrid,puedes vivir ajeno a la algarabía depende de la distancia del punto de ignición o de tu conciencia ciudadana.En cuanto a los presos catalanes personalmente les deseo lo mejor y que tengan suerte en sus recursos los de la sentencia y los de los permisos penitenciarios si los hubiere.En cuanto a la momia le deseo feliz vuelo con o sin honores…En cuanto a los atropellados que se recuperen y a los Mossos y policías varios suerte en su quehacer …En cuanto a los de las barricadas la vida es larga y no conviene estar tirando toda la vida adoquines o quemando contenedores…En cuanto a Ortega Smith le veo poco activo apagando fuegos…En fin…no sé si me queda alguno?

  • javier pelaez

    https://www.lavanguardia.com/politica/20191017/471031921853/conflicto-moral-y-legalidad.html

    Bastante interesante artículo que apunta que lo debe hacer Torra es irse a su casa

  • Javier Peláez

    Ya me diréis si este espectáculo de Barcelona en llamas ayuda a los presos..Si tú quemas lo que amas…Y finalmente si la fabulosa manifestación de pensionistas en Madrid de esta mañana no ha quedado completamente invisibilidad a con este tinglado…Y ya me diréis si no le regaláis las elecciones a las derechas

  • Jaume PATUEL PUIG

    Agradezco muchísimo el artículo. Difícil comprender la situación de Catalunya si no se està y partiendo solo de la sentencia injusta….Hay mucha historia por delante en los 15 últimos años….no es una flor de verano….

    Fácil teorizar…no quito su importancia….pero evitando a evitar la realidad tanto de aquí como de allà.

    La ley del embudo no es de democracia….

    Gracias por vuestra sana inquietud por Catalunya,

    Y la sentecia, pag 283 es para toda España, que me aprecio y quiero. Pero los gobernantes… Recomiendo el libro de José Luis Abellán: ENSAYO DE LAS DOS ESPAÑAS (2011).   Creo que el final hoy él lo cambiaría.

    Un abrazo a todos despuès de tanto silencio.

    Y sobre todo a ti Antonio.

    • Javier Peláez

      La realidad es como Barcelona arde en llamas…esa es la realidad.No del movimiento independentista en su conjunto,sino del “apreteu”…Una completa irresponsabilidad

  • Carmen

    Pues ya me he rendido

    No veo lógica por ningún lugar al este del edén.

    Así que mejor me callo. Pero las imágenes ahí están

    Alguien decía no sé qué de aviso a navegantes de toda España. Pues ese es el problema, porque a Murcia, que nos registren. Solicos destruimos lo nuestro, porque lo del mar menor es , es que, bueno. Pero al menos no liamos a toda España.

    Decía Javier que él era algo de la reserva, con ese humor que tiene, pero yo tengo dos hijos varones entre treinta y cuarenta años. Aunque no sé si ya mandarían también a las mujeres  al jaleo. No quieres igualdad? Pues toma dos tazas.

    Es tan indignante todo que ya ni leo, ni veo, ni oigo.

    Y los jubilados llegan a Madrid, después de un esfuerzo supremo y, ni caso. Porque lo primero es lo primero.

    Pues estoy de lo primero hasta el gorro.

    Es tan, tan indignante todo que, realmente, no pienso leer un artículo más. Porque aquí hay de todo menos lógica. Y quien quiera entender algo, pues adelante, personalmente prefiero resolver el misterio de la Santísima Trinidad , o el de la cuadratura del círculo geométricamente .

    Y eso que es un llamamiento pacífico, porque todo el mundo sabe los pacíficos que son. Sobre todo si se convocan a desfundamentados a través de internet de una página encriptada.

    Idea genial. Como si con los partidos de fútbol no teníamos bastante. Demuestran continuamente los convocados vía Internet su gran sentido cívico.

    Pues a ver qué esperaban. Que se tomaran el te de las cinco

    Ya no puedo más. Y no le dedico un solo segundo más de mi pensamiento. Hasta que vengan a por los míos, claro

    Es tan indignante todo.

    • Javier Peláez

      Yo fui insumiso y soy objetor de conciencia en la reserva…no estaba de broma

    • Carmen

      Lo sé. Ya lo habías dicho en otra ocasión. Pero cuando quieres tienes un sentido del humor particular.
      Mi hijo mayor fue la primera promoción que no hizo la mili.

      También hablo en serio. No me gusta lo que veo. Me asusta. No lo entiendo. Aquí hay varios partidos jugándose a la vez. Y no sé cuál juega cada grupo, tampoco tengo claro si los organizadores son a su vez manipulados por otros. No lo sé. Pero hay muchas cosas que no entiendo.
      Sé que el mundo actual no tiene nada que ver con el de hace diez años. Y si me apuras con el de hace cinco. Cuando hablamos de internet y de la globalidad, no somos conscientes del alcance de esta realidad. No podemos serlo. Es imposible. Hablamos otro lenguaje distinto.
      Pero es que creo que un tanto por ciento muy elevado de personas que se están manifestando, me da la impresión de que están actuando de teloneros. Por supuesto sin tener idea de serlo. Lo bueno viene después. A destrozar, a provocar. Quiénes? Pues ni idea.
      Creo que el mismo Torra no tiene ni idea.
      Hay infinitas personas que quieren la independencia de España. Me parece una reivindicación absolutamente lícita. Pues a por ella. Pero lo que está pasando no lo controlan. Ellos no son violentos. Estoy de acuerdo. Pero cuando hay una masa de personas con la sangre caliente, es súper sencillo encender una cerilla y que todo arda. A esos no los controlan. Creen que sí, pero obviamente no.
      Porque destruir es súper sencillo, lo costoso,lo que lleva mucho trabajo y esfuerzo es construir.
      En este mundo globalizado, hay muchas personas descontentas por mil injusticias. Pero nada tiene esto que ver con los movimientos obreros de principios del XX. Pero nada que ver. Porque todo ha cambiado , mejor dicho, está empezando a cambiar. Ya ha empezado
      Y los esquemas de antes no se valen ya.
      En fin.
      Perdona.
      Me apetecía decir esto.
      Buenas noches.

  • José Ignacio Calleja

    Sinceramente no he leído la sentencia. No presumo de ello, adelanto el hecho. De lo que leo sobre la sentencia, lo de Escolar https://www.eldiario.es/escolar/golpe-secesion-violencia-organizada-rebelion_6_952664746.html, me parece bastante coherente. He leído otros textos, muchos, como el de Ruiz Soroa en El Correo (Punto… ¿y aparte?), y veo que el Tribunal Supremo ha hecho encaje de bolillos para buscarle una vuelta de tuerca a los hechos constatados –una media vuelta de tuerca más que entera- y hasta ha hecho comentarios impropios sobre intenciones de los dirigentes y manipulación de la gente ingenua, de que era un paripé a las claras, etc. No ha lugar a ello, pero los jueces son de pluma fácil y les encanta predicarnos.

                Tengo claro no obstante que el problema no es la sentencia, esta sentencia, sino como ha dicho siempre Torra, cualquier sentencia que no sea absolutoria y hasta compensando por el daño a “los presos políticos”. Lo tengo claro. Y tengo claro que la inhabilitación política de los responsables es lo que tenía que conllevar todo aquel marasmo de la desconexión y declaración de independencia de la república catalana y el referéndum de autodeterminación o del derecho a decidir que lo acompañó. Lo tengo claro. Pero el problema no es la sentencia, sino cualquier sentencia que no sea absolutoria.

                Tengo claro que nunca se debió llegar a esta situación final, precedida por el nuevo Estatuto recortado a posteriori por el Constitucional, la cerrazón a todo diálogo político de quien fuese que lo impidió -pues en ambos lados hace años que muy poco o nada había que ceder-, y por la intervención tardía y desproporcionada de la policía nacional el día del referéndum, a sabiendas de que los mossos iban a transigir con la celebración y que impedirlo el mismo día de la celebración era imposible. El que expuso a la policía a semejante imposible ético y humillación profesional en el día de autos, tenía que estar siendo juzgado por el tribunal correspondiente hace tiempo. Antes que brutal, la intervención policial fue una encerrona sin remedio por parte de las autoridades políticas. Yo así lo presentí y lo dije en el mismo día y hora. A partir de aquí, el Gobierno español arruinó su causa.

                Tengo claro lo que dice Escolar en esta frase, “de todas las condenas que hoy se han firmado, hay una que los dirigentes independentistas se merecen sin duda alguna: la inhabilitación. (Lo he dicho antes). La desobediencia grave a la autoridad es un delito evidente y que sin duda cometieron los líderes del procés catalán. Tampoco puede salir gratis la malversación de fondos públicos, o que el Parlament –con una mayoría absoluta en escaños, que no en votos– ponga en marcha un proceso unilateral de abolición de la legalidad vigente contra los derechos de la mayoría de los catalanes. Ni siquiera como forma de protesta ante la cerrazón del Gobierno central”. Lo comparto y pongo en negrita lo que me parece el mayor fallo ético de todo este proceso por parte del independentismo catalán. No se me olvida. La ley reconoce las decisiones de la mayoría parlamentaria, pero la coherencia ética de la política, cuando está en juego la definición constitucional y nacional de una sociedad, no. Y si ahora, como supongo, esa parte de sociedad catalana ha crecido y es mayoritaria, mejor para ellos, pero ha habido trampa. Es una partida ganada con una fórmula de la ley democrática formal -mayoría parlamentaria-, frente a la democracia sustantiva -mayoría de la población-. No hablo como jurista, sino desde la ética de una sociedad plural y justa. Si te aprovechas de lo primero para constituir lo segundo y ya das por inapelable el resultado, pues eso, en mi mundo lo llamamos “uso de la ley en fraude de la justicia”. Cuando yo era niño, en la escuela, decíamos que era hacer trampa. Es el estigma que persigue ahora mismo al nacionalismo catalán democrático, se le fue la mano impaciente en su exitoso camino.

                También comparto con Escolar estos datos que seguramente el tiempo confirmará: “Casi la mitad de los catalanes no quieren seguir en España. Más de dos tercios de ellos quieren votar. Una mayoría absoluta –superior al movimiento independentista– cree que el juicio no ha sido justo y que los presos deberían estar en libertad. (Seguramente, habilitados, supongo y he añadido yo). Aún no hay encuestas sobre el respaldo ciudadano a la sentencia. No hace falta ser adivino para imaginar qué resultados ofrecerán. La mayoría de los catalanes van a ver estas condenas de cárcel como excesivas y desproporcionadas. Más allá del Ebro, el resto de los españoles –de forma mayoritaria– lo verán justo al revés”. (Lo he dicho varias veces, la mayoría de los catalanes hace tiempo que ve excesiva y desproporcionada cualquier condena. Yo creo que es así y que de este supuesto conviene partir ante la sentencia).

                Tengo claro que es la hora de la política de nuevo, ¡que sería la hora de la política!, tiempo del verbo que expresa un deseo “sería la hora”, pero ¡ay! es difícil. No es imposible, pero sí muy difícil. No sé cuál es el peso de la población catalana silenciosa (y en cierto sentido “silenciada” como corresponde en toda nación a quienes no están con la ola) y si en las próximas elecciones se dejará ver con un número todavía notable por la unidad pactada del Estado; no sé qué sorpresa, si alguna, nos deparará el 10N. Tampoco sé hasta dónde va aguantar la clase media y alta catalana en este conflicto con principios de violencia que a todos nos puede hacer mucho daño en personas y haciendas. Me da que lo contendrán a tiempo y supongo que eso mismo los dividirá en más de un plan a corto y medio plazo. Contra el adversario/enemigo todos estamos o parecemos estar unidos, pero llegada la victoria o casi, todo estalla en diferencias. Creo que sucederá en un par de semanas. No sé si los partidos constitucionales se enrocarán en el código penal y la policía para llegar con ventaja electoral en muchos lugares de España al 10N. ¡Qué mal momento para unas elecciones generales y poder distinguir de qué va el futuro del conflicto catalán! No sé si el miedo al efecto económico y moral sobre el conjunto de la sociedad española, en todos sus pueblos y regiones, forzará al Estado a un diálogo político a fondo en cuanto pasen las elecciones, buscando desde las burguesías y el “mundo obrero” nos hacernos más daño del imprescindible. Me decanto por esta última hipótesis, me fío un poco más,  y que la salida provisional -siempre provisional y por otra generación en un Estado plurinacional- la gestione el progresismo democrático, con la intervención de los nacionalistas y Podemos. Por este camino hay pocas posibilidades de salir con bien, por el otro, el de las tres derechas, ninguna.

                Por fin, tengo claro que en la izquierda española hay mucha ingenuidad sobre de qué va un nacionalismo emergente, cuyo ánimo primero y comprensible, es sustituir a la clase dirigente del nacionalismo del viejo Estado en un nuevo Estado. La gente de a pie, muchos, pone el sentimiento nacional hasta el sacrificio, si preciso es y en su medida; pero las clases sociales de cierto nivel, las que tienen la oportunidad de sustituir a las mismas del Estado anterior, esas arriesgan mucho menos. En caso de conflicto total, la gente de a pie pierde el trabajo y merma en su modo de vida; los otros, no tanto, ellos han guardado y aseguran su paga pública en el nuevo Estado. Ellos aman su patria, como los demás, pero en el río revuelto quedan arriba de nuevo. La izquierda española es demasiado ingenua sobre el altruismo político del nacionalismo emergente frente al egoísmo del que declina. Se trata de respetar libertades, es una obligación, pero ingenuidades sobre las intenciones nada desinteresadas, las mínimas.

                Como esto es muy difuso, todo el que sepa y pueda negociar una salida política con el menor daño posible para todos, es bienvenido, y creo que la izquierda socialdemócrata y socialista tiene más posibilidades de negociar una salida ad tempus con el menor daño posible con y para la gente de a pie. Para el pueblo, se dice, para la gente de a pie, repito, que pueblo es una palabra maravillosa que reúne y vela demasiadas diferencias en caso de conflicto económico, político y social de altos vuelos. En caso de conflicto estructural para seguir como sociedad de pueblos varios constituida en Estado, y de eso va la cosa, conviene mirar detrás de las banderas de cada grupo.

    • Javier Peláez

      Es evidente que no se hubieran conformado con otra sentencia que la absolutoria.En cuanto a la sentencia no creo que fuerce la sedición,lo que pasa es que es un tipo penal con muy poca jurisprudencia.De todas maneras son 7 magistrados y según Elisa Beni Marchena quería condenar por conspiración para la rebelión y la unanimidad hizo que saliera este atajo.En cuanto a las reflexiones personales de la sentencia son muy propias de las sentencias penales que son muy valorativas,es decir,que hacen valoraciones morales inevitablemente.No hay parte del derecho que roza más la moral como el derecho penal.En otros asuntos de derecho la valoración moral es menos explícita.De todas maneras,el Código Penal español es duro porque en España no se cree en la reinserción mucho…la sociedad es muy vindicativa…quiere leña al delincuente…

    • José Ignacio Calleja

      No he hecho un estudio de la sentencia, ni mi ánimo ni mi formación jurídica está al día para entrar en sus detalles. El texto que algún grupo internacional de juristas nos propone (Olvera lo conoce mejor) es ponderado en sus afirmaciones y la visión de conjunto creo que acertada. Creo que el Gobierno español, el Estado en su conjunto, hace tiempo que da palos de ciego en el caso político de Cataluña. El intento de resolver aquel 1-O con la policía, fue demencial en todos los sentidos. Hasta para la propia policía fue una encerrona del Gobierno. El continuar por la vía de los tribunales y la cárcel, es sumar un error político a otro. Y por lo que leo, una ilegalidad-injusticia en la interpretación misma del derecho vigente. No me escondo; digo que pensé y pienso que la inhabilitación para cargo público es lo que correspondía y corresponde a quienes impulsaron, primero, la ley de desconexión del Estado, la declaración de independencia de la República y otros actos jurídicos de este calibre. Por supuesto, siempre que esto de la inhabilitación lo diga el derecho, que tampoco puedo afirmar cómo. Digo que es lo que me pareció y parece “justo”.

      • Javier Peláez

        Estoy de acuerdo contigo.Pero la inhabilitaciòn hubiera venido con la desobediencia.El problema ahora es otro.La violencia ha desbordado a los políticos catalanes.Se requiere una catarsis.Torra tiene que convocar elecciones…Es incapaz de controlar esto…

  • Javier Peláez

    Este artículo de eldiario.es es interesante porque demuestra lo desfasado de nuestro Còdigo Penal en el delito de sediciòn.Aunque conviene decir que en ese como en otros muchos delitos porque nuestro Còdigo Penal es duro.No obstante ahí va : https://www.eldiario.es/internacional/equivalente-Europa-reducidas-requisito-violencia_0_952955658.html

  • ana rodrigo

    La sentencia es la sentencia, lo demás son opiniones y, como yo no tengo ni idea de leyes ni de tribunales, ni siquiera entiendo a los independentistas, pues no pienso hablar de este tema. Que lo arreglen los políticos.

  • Román Díaz Ayala

    ¿Que podemos decir de unos políticos que en el ejercicio de sus poderes públicos otorgados por el ordenamiento jurídico en lugar de tomar decisiones difíciles, trasladan éstas, la resolución de los conflictos,en su mayor parte creados por su gestión, trasladan éstos a los ciudadanos, sus administrados?

    Con buenas formas y haciendo un uso exquisito de las buenas maneras se puede delinquir. Basta con conculcar las leyes establecidas. ¿Quien ha dicho que tales cosas fueron simplesactos de protesta no violentas y que su “pacifismo” los redime?

    No fue contra el Estado español, simplemente un acto “político” para presionar al gobierno central de turno para  conseguir una “oferta política” en torno a un referendum.¿Quién se cree eso? El dato cierto es que se infrigieron las leyes, tanto las constitucionales como las del Estatuto de Autonomía y por lo tanto fue directamente contra el pueblo catalán a quien debían amparar y representar.

     

  • mª pilar

    Ayer en un correo privado con Rodrigo, le comentaba; mi manera de ver esta dolorosa cuestión, está cercana, a lo que estoy leyendo en este art.:

    ¡No los hubiese metido en la cárcel!

    ¡Sí, los hubiese  inhabilitado…para los restos, por llevar adelante semejante…¿mentira?…

    Ellos sabían que era un montaje ¿que buscaban? ahora parar tanto despropósito será complicado dentro de un espíritu de justicia.

    Es tal el despropósito, que extraña, que personas con buena cabeza sigan pensando que fue… ¿qué fue?

    Muy triste.

    • Javier Peláez

      La verdad que yo les daría los beneficios penitenciarios pertinentes que es casi no meterlos en la cárcel.Es más útil.Desde luego quemar Barcelona no contribuye mucho a esta solución.Decir yo no los metería en la cárcel es una tontería porque no soy magistrado del Supremo para mí desgracia…

  • Javier Peláez

    El problema de ser periodista es que no sabes derecho.Insiste en la incompetencia del Supremo cuando es evidente que al ser varios de los encausados senadores y diputados sobrevenidos la competencia es evidente del Supremo (art.71.3 CE).Por lo demás la sentencia hace una de las posibles interpretaciones de la ley(había otras peores para los acusados),pero el problema es que algunos van vendiendo la moto de que iban a ser absueltos como parte de una estrategia política y fuera de la realidad y luego generan unas expectativas que generan rabia e inequívocamente disturbios.Por lo demás el Código Penal español es duro,pero para mí la Sentencia está fundada en derecho, bastante más que muchas otras.Es una buena sentencia en sentido técnico.Tampoco es una prevaricación.Tampoco se puede decir cómo hace Casado:”el que la hace,la paga”.La justicia no es eso.En fin,que lo que no deben hacer los políticos es engañar a la gente sobre la realidad de las cosas,pero eso es pedir peras al olmo…

    • Javier Peláez

      Por ejemplo,yo no he leído un solo artículo que me diga más allá de lo que opinen,que esta sentencia se aparte de jurisprudencia anterior del Supremo sobre la sedición que por cierto hay muy poca