Hemos recibido a la vez dos documentos de la Asociación Juan XXIII. Uno de al sínodo de la Amazonía con la petición de acceso de los hombres y las mujeres al ministerio presbiteral y la presencia de las mujeres en el Sínodo con voz y voto. El otro, de apoyo al papa ante los ataques de la extrema derecha eclesiástica. Esperamos lectura, reflexión y diálogo sobre ambos documentos y temas. AD.
MENSAJE DE LA ASOCIACIÓN TEOLÓGICA JUAN XXIII
A LOS PADRES SINODALES DE LA AMAZONÍA
Estimados hermanos obispos:
Estamos unidos a Ustedes en oración, solidaridad y compromiso con la Tierra por el éxito de este trascendental Sínodo sobre la “Amazonía, nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”, que es la aplicación de la encíclica Laudato Si’. Sobre el cuidado de la Casa Común al gran pulmón del planeta que es la selva amazónica, y que, sin duda, será un nuevo Pentecostés para la Iglesia amazónica, las Iglesias locales y la Iglesia universal. Damos gracias a Dios por el Papa Francisco que ha venido a traer aires frescos y profundamente evangélicos a nuestra Iglesia.
Estamos de acuerdo con él cuando advierte que “el futuro de la humanidad y de la Tierra está vinculado al futuro de la Amazonía; por primera vez se manifiesta con tanta claridad que desafíos, conflictos y oportunidades emergentes en un territorio, son la expresión dramática del momento que atraviesa la supervivencia del planeta Tierra y la convivencia de toda la humanidad”. Vemos con esperanza los temas planteados en el documento preparatorio Instrumentum Laboris. “La Iglesia necesita dejarse interpelar seriamente por las periferias geográficas y existenciales” (EG 20).
Nos preocupa, como a Ustedes, la crítica situación de la Amazonía y de la Tierra en general debido a la deforestación, los enormes incendios forestales, la contaminación y la destrucción extractivista, que reclama una conversión ecológica integral en respuesta al clamor de la tierra y al grito de los pobres por su liberación. No podemos permanecer callados ante un sistema socioeconómico que viola los derechos humanos, explota y destruye de una manera irracional los recursos naturales, causando hambre en mucha gente y contribuyendo al calentamiento del planeta. Nos unimos al Papa Francisco cuando señala que el sistema económico imperante es injusto en su raíz y mata, y que es urgente un cambio que nos lleve al cuidado de la Casa Común y a una humanidad nueva de justicia, libertad y fraternidad-sororidad, signo de la presencia del reino de Dios. Defendemos la dignidad y los derechos de la Tierra con la misma firmeza y el mismo compromiso que lo hacemos con la dignidad y los derechos de los seres humanos.
Asimismo, pedimos al Espíritu de Dios que este Sínodo abra nuevos caminos en la Iglesia a través de una teología ecológica y decolonial y de una aplicación intercultural del Evangelio frente al colonialismo, que sigue vivo y activo, para reconocer y valorar las espiritualidades indígena, afrodescendiente y campesina, así como para ubicar y ejercer los ministerios y la liturgia en esta realidad. Esto implica la ordenación presbiteral de mujeres y hombres casados con reconocida madurez y espíritu de servicio a las comunidades, que están desempeñando un papel fundamental en la Iglesia amazónica. No nos parece evangélico que multitud de comunidades se queden sin la celebración de la Eucaristía por falta de sacerdotes, como tampoco que se excluya a las mujeres de los diferentes ministerios eclesiales, incluido el presbiteral.
El Espíritu sopla donde quiere y como quiere. Es por eso que oramos con Ustedes y les expresamos nuestra solidaridad para que estén abiertos a su inspiración para volver a “recuperar aspectos de la Iglesia primitiva cuando respondía a sus necesidades creando ministerios oportunos”, como dice la Instrucción, para ser una Iglesia samaritana y profética. Creemos que lo que se decida en el Sínodo debe ser aplicable a la Iglesia universal.
Nos unimos a las reivindicaciones de las Congregaciones Religiosas Femeninas y de otros colectivos de mujeres cristianas que reclaman participar en el Sínodo con voz y voto en igualdad de condiciones que los obispos y los superiores religiosos varones.
Finalmente, recordamos con mucho aprecio a nuestro hermano obispo Pedro Casaldáliga, que se encuentra en la fase final de su vida y que, junto con los movimientos y las personas ecologistas, muchas de ellas mártires por mor de la defensa de la Tierra, se ha mostrado profundamente enamorado de la Amazonía y ha defendido a las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas y sus territorios, lleno de fe en la utopía del reino de Dios, incluso poniendo en riesgo su vida.
España, 30 de septiembre 2019
En solidaridad con el papa Francisco
Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XIII
La Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII no puede ser indiferente ante los ataques injuriosos y, con frecuencia, infundados, al papa Francisco por parte de ciertos cardenales, obispos, clérigos y de sectores eclesiales conservadores. Se puede estar en desacuerdo con lo que dice y hace el papa Francisco, un ser humano con responsabilidad eclesial como cualquier otro con responsabilidades civiles o eclesiales, pero debe hacerse desde el encuentro y la fraternidad cristiana, como resaltó él mismo en la conferencia de prensa en el avión de regreso de su viaje por África, y, sobre todo, desde una sólida argumentación teológica acorde con el mensaje y la práctica de Jesús de Nazaret; más en la línea del Vaticano II y menos en la del Vaticano I y de la encíclica Vehementer Nos, de Pío X.
Al papa Francisco se le ha tildado de hereje, de luterano, de que ha mirado para otro lado en el caso de la pederastia en EE.UU., de que acoge a homosexuales, lesbianas, emigrantes, personas refugiadas, etc. Sin duda, la pos-verdad subyace a estas posiciones y, principalmente, una eclesiología fundamentada en la norma, en el derecho canónico, que para muchos de los clérigos antipapa son “normas y leyes divinas”, donde se resalta la supremacía de los clérigos, y no en las vivencias creyentes de una Iglesia que, como testigo del Resucitado, se considera un Nosotros, una Comunidad de iguales donde hay pluralidad de carismas. El papa Francisco insiste en esta línea teológica en sus diferentes escritos como en la carta al cardenal Ouellet: “El clericalismo se olvida que la visibilidad y la sacramentalidad de la Iglesia pertenece a todo el Pueblo de Dios (cf. LG 9-14). Y no sólo a unos pocos elegidos e iluminados”.
La Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII estima oportuno, adecuado y necesario el pensamiento teológico del papa Francisco sobre una Iglesia de salida a las periferias, que pone en valor la acogida, la misericordia, el perdón, la pluralidad y la igualdad diferente, y no la norma, el templo como casa exclusiva de los clérigos, la condena al que piensa de modo distinto, el anatema contra realidades nuevas (con razón decía Teilhard de Chardin que las nuevas realidades sociales y culturales son para la Iglesia como herejías), como los anatemas del Syllabus del papa Pío IX. Es en este territorio donde se sitúan los que rechazan abierta o calladamente todo lo que el papa Francisco dice o hace. Actúan, sin duda, desde una miopía teológica y, sobre todo, de espalda al evangelio de Jesús de Nazaret, que acogía a las personas marginadas, desvalidas, a las mujeres prostituidas, a los leprosos, a los publicanos…, poniendo de relieve que el test del “examen final” no va a ser otro que preguntar si se dio de comer al hambriento, se acogió al peregrino y al extranjero, se cuidó del enfermo y del necesitado… (Mt. 25,35-39), y no si se cumplieron las normas de ir a Misa todos los domingos, confesar y comulgar por Pascua florida, no comulgar si se está divorciado, someterse a tratamiento psicológico en caso de homosexualidad, rezar el rosario todos los días…
La Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII, estimando que la crítica dentro de la Iglesia es enriquecedora, conveniente y necesaria, siempre que se haga desde posiciones de encuentro y de fraternidad, quiere resaltar su apoyo solidario al Papa Francisco por sus esfuerzos en que la Iglesia sea el Reino de Dios en la tierra abierta a todos los hombres y mujeres que tienen como referencia a Jesús de Nazaret, donde imperen los valores evangélicos de las bienaventuranzas y no la ley y la norma, por muy divina que se la considere, puesto que “el sábado ha sido hecho para el ser humano y no el ser humano para el sábado” (Mc 2,27).
Valoramos muy positivamente las encíclicas Evangelii gaudium y Amoris laetitia, así como la crítica del papa Francisco al modelo económico actual injusto en su raíz y generador de población sobrante, la defensa del cuidado de la Casa Común en la encíclica Laudato Si’. Sobre el cuidado de la Casa Común y la convocatoria del Sínodo sobre la “Amazonía, nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”.
Septiembre 2019
Me detengo a la carta del papa Francisco al cardenal Ouellet: El papa Francisco insiste en esta línea teológica en sus diferentes escritos como en la carta al cardenal Ouellet: “El clericalismo se olvida que la visibilidad y la sacramentalidad de la Iglesia pertenece a todo el Pueblo de Dios (cf. LG 9-14). Y no sólo a unos pocos elegidos e iluminados”.
Yo me acuerdo de la presentación que se hizo del cardenal Marc Ouellet cuando asumió su función como obispo en la diócesis de Quebec, quien era en aquel tiempo, monseñor Marc Ouellet. Los diarios y autoridades religiosas lo presentaron como un “hombre de Iglesia”. El obispo que reemplazaba, Mgr Couture, era un “hombre del Evangelio“. Yo había escrito un articulo para los diarios poniendo el acento sobre la urgencia de tener, no tanto un hombre de Iglesia, sino un hombre del Evangelio. El cardenal Ouellet puede conocer el derecho canónico de manera perfecta, conocer toda la sacramentalidad ecclésial etc. Esa Iglesia responde bien a su personaje que le da seguridad, visualidad, prestigio y mas. Me permito dejarlos dos fotos que hablan por si mismas.
¿Dos no caben en un paraguas?
¿Quién ale mejor parado?
El desafío al cual responde el papa Francisco y la mayoría de los creyentes en Jesus de Nazaret es el reconocimiento de la humanidad viviendo del Evangelio y del Espiritu de Jesus en el cotidiano de su vida. Se trata de esta humanidad de la solidaridad, de la fraternidad, de la verdad, de la justicia, de la misericordia, de la humildad etc. Quererse los unos a los otros como Jesus nos ama junto a su Padre y al Espíritu que siguen bien presentes en el corazón de cada uno de los seres humanos. Esta Iglesia tiene nada que ver con la Iglesia “poder”, la que conocemos y reconocemos en el clericalismo. A ella hay que repetir una, dos veces y mas lo de Jesus a los doctores de la ley y a los grandes sacerdotes Mt,23… En ellos, Jesus no se reconoce como es el caso de la mayoría de la Humanidad. Con todo mi respeto
Se trata de dos fotos mostrando al futuro papa Francisco, andando en la plaza San Pedro, bajo lluvia. El clericalismo tiene su paralluvia y el otro se queda bajo lluvia sin reclamar la atención du su vecino. La secunda nos da la imagen del destino del clericalismo.
Estos documentos publicados por la Asociación de teólogas y teólogos Juan XXIII, me lleva a tres reflexiones.
Una, lo que expresan estos documentos, son cuestiones generales que nos afectan a tod@s porque defienden valores universales y, para quienes lo duden, valores evangélicos.
Dos. Estas reflexiones responden a las necesidades del mundo actual, sin tener que esperar trescientos años para reconocer o pedir perdón por haberse quedado estancados en el pasado, en las normas que ellos mismos hacían como si fuesen los poseedores de la única verdad, sin observar y comprender a su gente, a su sociedad, al momento en que los jerarcas vivían y que hablaban o callaban en nombre de la Iglesia.
Tres. Aunque todos los seres humanos somos limitados, es necesario reconocer que el Papa Francisco está afrontando muchas dificultades entre sus más próximos, jerarcas que ni siquiera respetan el orden jerárquico, o el respeto a una autoridad que representa a la Iglesia, aunque no haya sido democráticamente. Todo llegará.
Nota. Creo que en el comentario que perdí, estaba más inspirada, pero, en este momento, esto es lo que se me ocurre.
Gracias, querida Ana, por tu esfuerzo y dedicación. Está bastante claro así. Besos.
Gracias, Asun, estaba un poco cansada. Ya dije el otro día que andamos apoyando una causa justa para un barrio marginado por las autoridades políticas y económicas, con consecuencias de injusticia flagrante, y eso me lleva su tiempo.
El lazo de la primera foto no da con la foto.
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Se trata de dos fotos mostrando al futuro papa Francisco, andando en la plaza San Pedro, bajo lluvia. El clericalismo tiene su paralluvia y el otro se queda bajo lluvia sin reclamar la atención du su vecino. La secunda nos da la imagen del destino del clericalismo.
Espero esa vez que todo salga bien
He hecho un comentario, y el sistema, me lo ha rechazado, y lo he perdido. Intentaré reescribirlo esta noche.
Mi apoyo a la Asociación. No es que valga gran cosa, pero que se sepa. ¡Larga vida!
Totalmente de acuerdo con estas dos declaraciones de la Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. El sínodo de la Amazonia es una oportunidad clave para iniciar nuevas realizaciones del evangelio en culturas diferentes, sin la imposición de nuestras instituciones culturales. Admiro con envidia a esos misioneros itinerantes, como en tiempos de Jesús, que van a presentar el ejemplo de Jesús a unos pueblos profundamente espirituales que ya viven su espiritualidad según sus propias costumbre. Con toda certeza que nos van a enseñar mucho para nuestra vuelta al evangelio. Comprendo que es un momento delicado y difícil para el Papa Francisco, pero espero que tenga el respaldo suficiente para abrir una puerta a esta experiencia de puro evangelio. En ese sentido creo que tenemos que multiplicar nuestras manifestaciones de apoyo al Papa y a este proyecto de la Amazonia.